Sábado, 31 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SÉPTIMO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que la Luz de Mi Corazón y de Mi Espíritu esté presente en ustedes.

Que esta Luz perdure a través de los tiempos y de las formas.

Que esta Luz penetre en lo que es corrupto para poder transformarlo. Y así, la materia sea transfigurada por la Luz Glorificada de su Maestro y Señor.

Que sus almas recuperen la alegría de vivir en Dios, porque ha llegado el Sábado de Gloria, en donde su Maestro está reunido con ustedes en compañía de las santas mujeres de Jerusalén, hoy bienaventuradas en el Universo.

De nuevo, hoy llamo a Mis hijas, las que me sirven en Mi ceremonia. Llamo a las Auxiliadoras de la Divina Misericordia, para que en este Sábado de Gloria estén a los Pies de su Señor; Quien hoy muestra las Llagas de Su Costado, de Sus Manos y de Sus Pies, transfiguradas por Su Túnica de Luz; que en el resplandor de Su Espíritu y en compañía de las santas mujeres viene a renovar este Misterio de la Luz de Dios en todas las esencias del mundo, a pesar de sus errores y de sus pecados.

Hoy, su Maestro y Señor está trabajando con los infiernos de este mundo. Este es el motivo de encender las velas, en representación de la Obra del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que las Madres de la Orden también vengan aquí porque son Mis santas mujeres. Que aproximen la ofrenda del aceite que han traído para su Maestro y Señor.

Y ahora, quiero que todas las almas se aproximen a Mí en espíritu, para reverenciar este glorificado momento, en donde el Hijo de Dios, resucitado y transfigurado, viene a sumergirse en los abismos de la Tierra, para rescatar a las esencias del mundo y hacerlas dignas ante el Señor.

Están delante de la Consciencia Divina de Cristo, y aunque esto no sea completamente comprendido, es un Misterio que está siendo revelado a partir de este día y después de todos los hechos sucedidos como de todos los méritos alcanzados por su Maestro y Señor, hace más de dos mil años atrás.

Están ante un acontecimiento nuevo, están ante la Divinidad de Cristo, que es la Luz de Dios para el mundo y para las almas. Esta es la Luz que nunca se apagará en los que creen en Mí, porque a pesar de lo que vivan o de lo que atraviesen, la Luz de la Divinidad de Cristo los resucitará en Espíritu para traerlos a la nueva vida.

El Sagrado Cuerpo del Señor ya no está reposando en el Sepulcro. Ahora Él camina por el mundo con toda Su Consciencia y Divinidad, a fin de buscar la Luz de los nuevos Cristos, de los que testimoniarán Mi Presencia en el fin de estos tiempos y se unirán como hermanos en sagrada comunidad a pesar de sus creencias, de sus religiones o de sus nacionalidades.

Este es el momento, compañeros míos, de que ante la Divinidad poderosa de Cristo, manifestada como la Luz del Padre Eterno, todos ustedes sean Uno en Mí, para que Yo Sea en ustedes, en profunda igualdad. Este es un misterio que la humanidad hasta los tiempos de hoy no ha conocido

Hoy se cumple una de las tantas promesas, reveladas por los ángeles de Dios en el Huerto de Getsemaní durante Mi difícil agonía. Esto fue lo que me alentó a seguir adelante:entregar Mi Ser y toda Mi Consciencia por ustedes, a pesar de los padecimientos y de todas las pruebas vividas a través de todos los tiempos, en todos los ministerios de la Iglesia y de sus generaciones, a pesar de todas las ofensas recibidas y de las flagelaciones vividas en Mi Corazón Espiritual.

Hoy están ante la Divinidad de Cristo, que es uno de los grandes Misterios de Dios que viene a ayudar al mundo para poder rescatarlo; a fin de que existan nuevas comunidades Luz, colmadas de seres crísticos que vivan la paz y sean ejemplo del bien y de la hermandad, para que los tesoros del Padre sean concedidos a todas las almas, independientemente de su despertar y de su amor.

Hoy, vigilen junto a las santas mujeres y adoren la Divinidad de Cristo, presente y manifestada en la Fuente Espiritual en donde todo se redime, todo se transforma, porque las almas confían en el Sagrado Corazón de Jesús.

Ante la Divinidad de Cristo, que los ilumina y los hace partícipes de la comunión eterna, entreguen ahora su divinidad a su Maestro y Señor; para que Ella sea elevada en ofrenda y en revelación de este Sagrado Misterio de Amor, presente en todos los Tabernáculos de la Tierra.

Están ante el Sagrario Luminoso de Cristo, delante de la Esencia Primordial de Dios, manifestada en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Hoy, el Universo se une a la Tierra a pesar de los errores, y la Luz de la Divinidad de Cristo penetra en la Tierra, llegando a los más profundos abismos de la consciencia humana para reparar las faltas graves y perdonar los graves cometidos realizados por todas las almas que se apartaron de su luz interior.

Hoy están ante la Divinidad de Cristo que ha Resucitado en Gloria, y la llama profunda del Amor de Dios se expande en los corazones de este mundo a fin de que despierten a su realidad interior, a su verdadera esencia.

Hoy no hay nada que impida este acontecimiento porque delante de la Divinidad de Cristo, sus corazones se abren como nuevos Tabernáculos para que sean depositarios de la Luz del Señor, que viene a santificar sus vidas en un profundo Misterio de Consagración.

Repitamos:


Yo acepto, Señor, Tu Divinidad y Espíritu

para que Tu Obra se realice en el Planeta, Amén. (x8)


Y ahora sientan cómo Mi Divinidad desciende a sus almas y el gozo del Espíritu de Dios se instala en sus seres, fortaleciendo esta comunión con el Altísimo y con toda la Vida Suprema.

No pierdan la esperanza. No pierdan la alegría. Nunca dejen de sonreír a pesar de sus pruebas, miserias o dificultades. Afirmen sus vidas en la Sagrada Divinidad de Cristo para que la Tierra sea repoblada por el sagrado Espíritu de la Paz, por la sagrada Fuente Femenina que a todo nutre y cuida, que a todo protege y resguarda en sus sagrados brazos maternales.

Así como Yo le entregué Mi Madre a Juan, hoy les entrego a Mi poderosa Madre, para que Ella cuide de su Divinidad, de todas las esencias que en estos tiempos deben caminar en dirección a Cristo, para ser un solo Ser y una sola Consciencia.

Adoren, como las santas mujeres hoy presentes, este momento, para que todo sea luminosamente transformado, así como la Sagrada Divinidad de Cristo lo espera en todas las almas participantes de Su Iglesia Celestial.

Ofrezcamos ahora, compañeros, ante esta Sagrada Divinidad del Señor, el Misterio más importante de todos los tiempos: la Eucaristía, para que sus cuerpos más materiales comulguen de la Divinidad de Cristo.

Que las Madres de esta Orden eleven el óleo hacia el Señor, para que su Maestro lo bendiga.


Adonai, Padre Altísimo, Amor inconmensurable e infinito, que has testimoniado Tu Presencia incondicional por intermedio de Tu Hijo, que Te entregaste en Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad para todo este planeta y esta humanidad.

Que una chispa de Tu Espíritu, Fuente de Tu Divinidad Inmaterial, consagre estos aceites, a fin de que Mis hijas y Madres unjan a sus hijos cuando estén enfermos de forma física o espiritual. Para que sus almas sean curadas, las llagas sean cicatrizadas y se establezca, Amado Señor, el Reino Infinito de Tu Amor, por todos los méritos que He alcanzado, por todos los padecimientos que He sufrido, por la Resurrección de Tu Hijo.

En Tu Nombre, Amado Señor, Yo bendigo este elemento, fruto de los árboles y de Tu Creación. En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Incienso y agua.

Padre Nuestro…

Nos ponemos de pie para esta consagración.

Que esta agua renueve el compromiso de la maternidad y de la alianza con cada hijo, porque a pesar de que puedan existir padecimientos, pruebas o desafíos; Mi Divinidad siempre las fortalecerá en este sagrado desafío de cuidar y de proteger a sus semejantes.

Que hoy la Señora del Universo las bendiga, Fuente Sagrada Femenina de lo Inmaculado y Maternal.

Alabado seas, Señor, por los que hoy serán sacramentados.

Alabado seas, Señor, por los que hoy serán bautizados y encenderán en sí mismos la Divinidad de Cristo; reconociendo en su interior el compromiso, la vivencia de la Divina Voluntad de Dios. Que por intermedio de estas almas que hoy recibirán el Sacramento, tanto en el Bautismo como en la Eucaristía, muchas más almas sean iluminadas por el ofrecimiento de Tu Hijo ante la Fuente Sagrada de Su Divinidad, que todo lo repara y todo lo cura.

Que el Señor bendiga esta agua como Fuente de renovación y de limpieza del pasado, para que despierten los frutos llamados “Talentos de Dios” en aquellos que hoy participan de Tu Comunión interna por intermedio de Tu Hijo. Amén.

El Cordero de Dios ha sido inmolado y ahora está vivo. Dichosos serán los que comulguen de Él en esta Sagrada Cena. En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hijas, Yo las bendigo como a las santas mujeres de Jerusalén, para que tengan fuerza interior para poder seguirme y siempre recuerden que esperaré por su respuesta ante Mi Sagrado Llamado.

Y ahora, todos descenderemos a los pies de este altar para que ustedes respondan, compañeros, a un pedido especial que hoy hace su Maestro, ante el Misterio de Su Divinidad que hoy es revelada profundamente a sus almas, y así, se puede volver a vivir la comunión con Dios.

Los esperaré mientras se preparan en oración, para que por intermedio de esta canción, que hoy he escogido especialmente, más divinidades despierten en las almas que deben salir de la ilusión del mundo para encontrar la vida eterna.

Vamos en peregrinación.

Las auxiliadoras pueden estar aquí, a los pies del palco.

Todos Me siguen.

Ahora, las auxiliadoras van a dar tres pasos hacia atrás y allí se van a colocar las Madres.

Y ahora, compañeros, que están formados como deseo, entonarán esa canción para que la Divinidad de Cristo pueda ser expandida por todo el planeta desde este Centro Mariano, para todas las almas y los corazones del mundo.

No temerán por lo que podrán sentir. Si Yo estoy presente nada les sucederá, solo podrán sentir la alegría de servirme.

Les agradezco por estar Conmigo en Mi Divinidad.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Viernes, 30 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEXTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que tu cruz sea el camino de la redención y no tu agonía. Que sepas cargarla con coraje y con merecimiento, porque lo que Dios derrama en las almas es lo que Él debe derramar y nada está fuera del Propósito.

Que la cruz sea el alivio de tus deudas, el regocijo de tu corazón, el camino para elevar tu alma. Que ofrezcas esta cruz con valentía y que no pienses caminar hacia atrás, porque tu cruz será el puente hacia los Cielos, las alas que te llevarán al Reino de Dios después de tu purificación.

Entonces, hijo Mío, no te lamentes, sino que regocíjate por la cruz que el Padre te ha entregado y de la que deberás saber cuál es su peso. Pero debes aprender a cargarla, no con dolor, ni tampoco con sufrimiento, debes imitarme. Yo ya te lo enseñé, como hacerlo y como vivirlo.

La cruz que Dios nos da es una liberación de la gran condición humana, del pecado de la humanidad, del espíritu de la mortalidad. Entonces anímate a cargar con la cruz que Dios te entregó y ayuda a cargar la cruz de tus hermanos, porque en este tiempo será necesario aprender a cargar la cruz y cuando menos lo percibas, te habrás liberado de la cruz de esta humanidad y serás coronado por el Reino de Mi Padre, para poder ingresar así en la Vida Eterna.

Que tu cruz sea el incondicional servicio, la alegría de entregarte a Dios todos los días, la oportunidad de renunciar un poco más, sabiendo que no hallarás sufrimiento ni culpa, sino que encontrarás los caminos abiertos para cada día sacrificarte más por los demás, a fin de establecer la cura en la humanidad.

Que tu cruz sea semejante a la Mía y que vivas en el espíritu del sacrificio, sabiendo que Yo ya cargué con lo más duro de todos los tiempos y que el Padre te ha dejado lo más liviano, para que tú puedas caminar decidido hacia Mí.

Yo Soy el Señor de la Santa Cruz de la liberación del mundo. Dichosos serán los que caminen con su cruz en dirección hacia Mí, porque conocerán el Misterio del Amor y de la Verdad. Y algún día, ese esperado encuentro Conmigo será inolvidable, porque ya no existirán cruces, martirios ni padecimientos.

Quiero que con tu cruz, amigo Mío, liberes al mundo de su constante sufrimiento y dolor. No necesito de grandes ofrecimientos, sino de pequeñas acciones verdaderas que puedan demostrar para Mí la madurez de tu consciencia y el crecimiento de tu espíritu, bajo el principio de la cooperación y de la hermandad. Eso hará tu cruz más liviana, cuando des el primer paso saliendo de ti, abandonándote completamente en Mí, sabiendo que Yo cumplo con todo lo que el Padre Me pide.

Ahora, puedes ver hijo Mío que la cruz no es solo sufrimiento, sino una oportunidad de entregarse más, de beber del cáliz del compromiso y de hacer de cada encuentro con el Maestro una oportunidad única, que solo pasará una vez y no se repetirá más.

Hoy he venido acompañado de dos grandes Santos y amantes de la cruz, que han venido a confirmar todo lo que les digo: San Pío y San Francisco, dos Santos traspasados por las llagas de Mi Cruz.

¿Por qué el Señor querrá Nuevos Cristos? ¿Por qué el Señor necesita nuevos apóstoles, si Su Obra ya fue realizada? Si en este tiempo no hay corazones decididos a soportar su propia cruz, que puedan seguirme, ¿cómo será posible una nueva humanidad?

La Nueva Tierra no tendrá ingratos, indiferentes ni omisos. La Nueva Tierra será de Cristos que hayan sabido cargar la cruz, sin temor alguno por lo que sucederá.

Lo que Yo les pido parece algo imposible, pero está a la altura de los acontecimientos de la humanidad.

La cruz es el portal para los no redimidos, para los no rendidos, para los que no se entregan a Mí, ni ceden el más pequeño espacio para que Yo pueda obrar en sus vidas.

Todos los que acompañen Mi camino con su propia cruz, si son perseverantes y consecuentes, conocerán la verdadera libertad de las cadenas de la inercia y de la ignorancia humana. Porque mientras el mundo camina más en la ilusión, menos Cristos son los que se deciden a seguirme.

Por los padecimientos vividos en la Cruz, Yo vengo al encuentro de esos pocos, para que representen a la mayoría en este, Mi gran canal de liberación, por la Sangre derramada por su Señor, desde la flagelación hasta lo alto del Monte Calvario.

Yo vengo al encuentro de los que se deciden a seguirme, en representación de la mayoría de la humanidad, para que puedan soportar junto a Mí la ola de la indiferencia, de la soberbia, así como de la arrogancia, que endurece a los corazones alejándolos cada vez más de Dios.

Si ustedes han aceptado vivir la cruz y seguirme, que esas maldades no estén en sus corazones, porque no podrán entrar en Mi Reino, ni en este, ni en el próximo.

Por Mi Sangre derramada purifiquen sus pecados, reconcilien sus vidas y hagan penitencia, a fin de que el Dios Todopoderoso, el Padre Eterno del Amor y de la Justicia, alivie a los corazones oprimidos y auxilie a las almas perdidas en la ilusión de las modernidades de estos tiempos, en los que las esencias de los seres humanos están en juego entre el bien y el mal.

Mientras hay almas que sucumben en los infiernos de estos tiempos y son atrapadas por las fuerzas de Mi adversario, ustedes, que son seres conscientes a Mi llamado, deben redoblar su esfuerzo y su entrega a Mi Corazón, porque no es suficiente lo que Me dan.

Por los padecimientos vividos por su Señor, desde el huerto Getsemaní hasta lo alto del Monte Calvario, hoy vengo a reforzar este pedido a Mis compañeros, para que Mis martirios, dolores y agonías vividas durante la Pasión, tengan el valor que merecen en estos tiempos y no sean colocadas en segundo lugar por el reinado de Mi adversario.

Las fuerzas espirituales del Cosmos están en una gran batalla. Mientras el reloj marca las horas, los acontecimientos en el mundo se desencadenan.

Que sus sufrimientos no sean más grandes, porque no lo son. Hagan pequeños sus propios dolores y abracen el dolor del mundo, que debe ser transmutado, pero ahora por la propia humanidad.

No vendrá otro Cristo para hacerlo. Es necesario que asuman las responsabilidades y las consecuencias. Aún son guiados por la libertad y su elección en este tiempo será definitiva. Nadie podrá ser culpado por ello, ni en el Cielo, ni en la Tierra.

Su propia elección, compañeros, definirá todo, porque estamos en la última batalla, en la que los méritos alcanzados por su Maestro y Señor tendrán poderes incalculables en las almas que los acepten vivir, dentro de esta batalla del fin de los tiempos, en donde se define el triunfo del amor o de la indiferencia.

Por eso, les sugiero y les recomiendo que nunca dejen de buscar el espíritu de la gratitud. Y cuando no lo sientan o no lo vean, póstrense en el suelo, y en humildad y resignación pídanselo al Padre Celestial, para que sus corazones no estén llenos de arrogancia, ni la soberbia ciegue sus ojos para siempre.

Quisiera que comprendieran que lo que Yo les pido es definitivo. No hay tiempo que perder, ni momento para pensar.

La Cruz que Yo cargué por ustedes tiene un valor incalculable y sus méritos deben ser respetados y honrados por los discípulos de Cristo, así como el Universo lo establece.

Que sus corazones no se incomoden por Mis Palabras, porque sé que algunos no creen que Yo estoy aquí, pero eso no importa para Dios.

Cielo y Tierra pasarán, pero Mis Palabras se sembrarán en los corazones humildes y abiertos a escuchar la Voz del Maestro.

Quisiera que las estructuras caigan y que los corazones prevalezcan para hacer triunfar Mi Sagrado Corazón como Dios lo espera. Para enfrentar el fin de los tiempos junto Conmigo, deben tener un corazón limpio sin dualidades ni dudas, sin vacilaciones u omisiones.

Estamos llegando a un momento en donde todo se definirá y no podré volver a decirlo, como lo he dicho muchas veces, para que sus consciencias despierten a esto.

Es hora de vivir el Plan como Dios lo necesita. Es hora de realizar el Plan como Dios lo espera, porque aún hay mucho por hacer.

Por Mi sacrificio serán honrados, por Mis padecimientos serán reconocidos, por Mi Cruz serán elevados a la Casa del Padre, para que se cumpla definitivamente Su grandiosa Voluntad.

Si hoy han traído la cruz con ustedes mismos, es porque la aceptan y aunque no sepan con profundidad de lo que se trata, están abriendo camino para la realización del Plan.

No tengan miedo por todo lo que les digo, es hora de enfrentar el llamado y no de vivir en dos caminos, porque tarde o temprano deberán definirse y eso será entre ustedes y Dios.

Los Nuevos Cristos deben nacer y el espíritu del Amor Crístico debe reinar en el planeta ante las fuerzas del caos, que perturban a las almas y a las naciones del mundo.

No necesito de grandes seres ni de almas perfectas, sino de corazones abiertos a la humildad y al llamado, por amor a Nuestro Creador.

Que el Señor bendiga estos elementos para la cura y la redención de las almas, para la santificación de las esencias y el despertar de los Nuevos Cristos.

Pidamos al Padre Celestial por Su Gracia, a fin de que el Sagrado Corazón de Jesús obre y se manifieste en las almas del mundo.

Padre Nuestro..

En esta hora, en donde todo Mi dolor padecido en la Cruz y durante la Pasión, es honrado por los ángeles del Cielo y de todos los Universos, quisiera que dieran honra y gloria a la Cruz de su Redentor y Señor, a fin de que Sus Códigos Divinos de rehabilitación, de cura y de perdón desciendan al mundo, y en sus corazones.

Estos dos sacerdotes que Yo he escogido esparcirán el agua por este lugar, para que al mismo tiempo Yo irradie Mis Códigos de Luz y los poderes de la Santa Cruz al mundo y a las almas. Cuando ellos pasen bendiciendo ustedes elevarán sus cruces, a fin de que reciban esa bendición y la lleven consigo para donde vayan.

Fray Elías:

Vamos a cantar “Adoramos” y acompañemos al Señor en este ejercicio espiritual.

Cada uno en este momento hará su oferta a Cristo...

¡Con más Fe!

Mis Códigos ya fueron derramados. Que ellos sean acogidos en los corazones nobles, para dar honor y gloria a la Presencia del Rey Universal que desciende del Universo a la Tierra, para colmarla de muchas gracias y de infinitas misericordias.

Lleven ahora la cruz sobre su pecho y digan:

Jesús, ¡yo confío en Ti! (x3)

Dando solemnidad a la Muerte y a la Pasión de su Señor, ante los ángeles del Cielo y del Universo, ante las Potestades Celestiales, ante los Arcángeles y los Elohim, ante los Hellel y la fuerzas superiores que rigen a la Creación, en nombre de la Luz, sea sellada esta confirmación y entrega a su Señor Jesucristo, Rey del Universo y de la Tierra.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. (x3)

Les agradezco por escucharme de corazón, porque un corazón abierto nunca se cansa de escucharme.

Vayan en paz y en comunión en este viernes con Mi Espíritu.

Jueves, 29 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL QUINTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

He aquí el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo celebrando este momento con la humanidad y con todos los pueblos de la Tierra.

He aquí Quien ha dado origen a lo creado.

He aquí el Hijo que padeció por ustedes.

He aquí el Espíritu Santo que descendió en Pentecostés para traer al mundo la Gracia de Dios.

Están delante del Misterio de los Cielos, de la revelación de la Santísima Trinidad presente en sus tres personas, para testimoniar al mundo que aún se debe cumplir la Voluntad de Dios, hasta el fin de los días.

Escuchen ahora la Voz del Padre:

Yo Soy el principio y Soy el fin. Quien vive en Mi, Yo vivo en él y nunca, nada le faltará.

Pido al mundo que escuche la Voz del Padre y que la haga propia en sí mismo para que germinen las semillas de Su Reino.

Queridos hijos de Mi Creación, no olviden el Propósito. Todo tiene una finalidad para Mí y a ustedes les restará cumplir Mis designios, para que toda la Creación los bendiga y haga de este tiempo un tiempo de Justicia, en el que todo deberá ser reparado.

Escuchen la Voz de Aquel que dio origen a todo y que nace de una Fuente Inmaterial, la que esparce rayos por todo lo creado, para que las Virtudes divinas se cumplan en todos los planos y en todas sus manifestaciones.

He venido junto a Mi Hijo para revivir este momento, en donde el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se hacen pequeños en la Eucaristía y se dan a las almas, infinitamente.

Que el mundo corrija sus caminos para ser merecedor de la Misericordia del Altísimo.

Que recapaciten las consciencias y asuman la misión que han venido a cumplir en esta Tierra, porque así el Plan descenderá y no quedará solamente en los Universos Superiores. Ustedes deben ser testigos, hijos Míos, de este Plan. Y eso, primero comenzará en ustedes, con la transformación de sus vidas, con la consagración de sus almas, con la elevación de sus espíritus.

Así como vine a Moisés, hoy vengo a ustedes, para reunir a Mis tribus sagradas en los cuatro puntos de la Tierra y prepararlas para el gran momento del retorno de Mi Hijo.

Que las almas sean dignas de este momento y que reciban al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como una bendición, para que este planeta cuente con sucesores del Proyecto de Dios, porque aún es necesario que Mis designios se cumplan en todas las razas y en todos los pueblos. Aún tengo designios importantes para las almas, para todo lo que debe cumplirse en este mundo. Vivan este momento como el último y háganlo parte de sí, en esta Comunión Trina con el Único.

Queridos compañeros, Mi Padre quisiera decirles muchas cosas más. El mundo debe escuchar, y no temerle a la Verdad, porque aún hay tiempo para convertirse y realizar en la vida de cada ser el principio del Propósito de Dios.

Sientan la insondable Presencia del Espíritu Santo y cómo el Santo Espíritu emana Su infinita realidad haciendo a las almas partícipes de esta Comunión Trina. Hoy, no solamente el Hijo se entrega al mundo, sino también el Padre y el Espíritu Santo.

Sabemos que nadie comprenderá lo que esto significa, porque así como en este día todo sucede en el Cielo, también todo sucede en la Tierra. Y uniendo los tiempos de Dios se establece una condición especial en el espíritu, en la mente y en los cuerpos.

Tienen que saber que núcleos más profundos están siendo trabajados, porque mientras el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están aquí, el mundo entero estará siendo ayudado para su proceso de redención en los próximos tiempos.

Hoy, el Hijo Amado ha venido con el Padre y el Espíritu Santo, para volver a instituir Su Legado en la Tierra, y de esa forma, renovar los tiempos y las consciencias con el sagrado oficio de la Eucaristía.

Benditos sean los que revivan hoy la Pasión de Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar, porque de año en año más almas despiertan y la ignorancia humana se va debilitando, porque reina el Amor de Dios y Su Presencia en los corazones.

Quisiera, detrás de los sacerdotes, a todas las madres de esta Orden. A los pies de este escenario, a todos los consagrados del monasterio. Después de los consagrados, a los adoradores y por último a las auxiliadoras de Mi Divina Misericordia.

Vengo, en este día, a expandir definitivamente Mi Obra en el mundo. Sé que tampoco sabrán lo que eso significa, porque es muy inmadura. Solo coloquen Mis designios en sus corazones para que su Maestro pueda obrar en este tiempo y en la humanidad.

Quisiera que todas las madres tuvieran una vela encendida para estar en vigilia Conmigo, en este momento.

Hemos llegado a un momento definitivo en la humanidad en este Jueves Santo, pero también llegamos al comienzo de un nuevo tiempo, en donde todo se desatará.

Quisiera ahora a los sacerdotes alrededor de esta mesa.

Dos vasijas de agua, dos jarras y dos paños.

Hoy, el Hijo se ofrece de nuevo ante el Padre y el Espíritu Santo en este Sacrificio y viene a testimoniar, nuevamente, el legado de Su Pasión por intermedio de este ejercicio espiritual, en donde las almas aquí presentes y las almas del mundo participarán de este Sacramento Espiritual.

Incienso.

Bendeciremos esta mesa así como Dios lo manda, de esta forma, los ángeles transustanciarán los elementos y las consciencias que estén abiertas para recibirlo.

Quien no pudiera estar de pie se puede sentar, pues descenderá una potente energía.

Padre del Amor y de la Misericordia, que hoy estás presente junto a Tu Hijo y Tus hijos en la sagrada compañía del Espíritu Santo. Bendice este momento y este lugar, así como a todos los que participan de este momento, dando honor y gloria a Tu Presencia Infinita, como un acto de reparación, de reconciliación y de perdón por todos los pecados del mundo cometidos hasta el presente.

Que Tus Manos, Padre, santifiquen todo lo que has creado, a imagen y semejanza de Tu Amor. Y que esta agua derramada hoy, eleve a las consciencias en profunda comunión con la donación de Mi humilde Corazón. Amén.

Aceite.

Hoy, el Señor bendice el aceite con el cual será ungido espiritualmente por Sus hijos, para que las Llagas del Señor sean cicatrizadas después de Su profunda agonía y martirio, antes de que Él resucite, el Domingo de Pascua. Será ungido por Sus hijos como un símbolo de expiación.

Hoy, Mis discípulos Me ofrecen el agua con la cual su Maestro y Pastor lavará Sus Manos para esta cena, a fin de que se borren los pecados en todo el mundo, para que triunfe el Amor de Dios.

Mientras el Señor se lava, también repara y alivia sus corazones, trae la paz y la alegría de servir y encomienda a Sus discípulos al Reino de Dios; y trae la cura para el alma, el gozo de vivir en Mí y de estar junto a Mí en este propósito.

Llegó el momento del Sacrificio del Hijo del Hombre, cuando Él se hace presente en el pan y en el vino, testimoniando así el Universo de Su Amor por todas las criaturas de Su Padre.

En aquel tiempo y antes de ser entregado Me reuní con los Míos; tomé el pan, lo elevé a Dios y di gracias. Y descendió la Santísima Trinidad. Lo partí y lo volví a colocar en la cesta. Les dije a los apóstoles: “Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes, para el perdón de los pecados”.

Acabada la Comunión con Mi Cuerpo, su Redentor tomó el Cáliz, lo elevó, dio gracias a Dios y dijo: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por su Maestro y Señor en expiación de las faltas”. Y mirándoles a los ojos les dije: “Hagan esto en Mi memoria hasta el fin de los días, hasta que Yo retorne al mundo por segunda vez. Tomen y beban del Cáliz de la santidad”.

Que la preciosa Sangre los lave y que el Espíritu del sagrado cordero los colme, para que no sientan que algo les falta, sino que estén colmados del Espíritu de Dios.

Y así, el Señor sella esta Eucaristía entre hermanos y consciencias al servicio de Dios.

Repitan ahora la oración del ángel de la Paz:
 


Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido; y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
 

Hoy, el Señor lleva en Su Corazón la oferta de Sus hijos.

El Padre recoge en este momento, el amor de Sus criaturas, haciendo solemne este legado que el Cordero de Dios les entregó, en memoria por todos Sus méritos, por todos Sus padecimientos, haciendo triunfar la poderosa Sangre de Jesús y la sublime Eucaristía en los corazones del mundo.

Hoy quiero que celebren esta Cena, no como una agonía, sino como una victoria, porque Su Señor ya padeció por ustedes. Él ha resucitado y viene a dar testimonio de Amor al mundo.

Mientras los ángeles aquí, están presentes, que sus voces se eleven en alabanza y en gloria, haciendo vivo este recogimiento en unión al Sagrado Corazón, como una sola voz.

Para este día he escogido una canción que atrae hacia la Tierra las Gracias de Dios, como una lluvia incesante. Me refiero a “Lluvias de Amor”.

Pongámonos de pie, para que sea el Padre quien sienta el amor de Sus hijos y para que Su confianza esté nuevamente en este planeta.

Yo los bendigo en esta noche de paz, en este día de júbilo, en esta tarde de misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos pueden tomarse de las manos.

Miércoles, 28 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CUARTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y ahora que he venido a tu encuentro, recuesta tu cabeza sobre Mi Pecho y siente toda la paz que Yo te puedo brindar en este tiempo, una paz que nadie más te puede dar, ni entregar.

Siente ahora Mi Corazón vivo, que pulsa interiormente cerca de tus oídos. Este es el Corazón que ha padecido por el mundo y por la humanidad.

Es el Corazón que ha derramado Su Sangre por las almas para el perdón de las faltas y que aún lo sigue haciendo por todos sus compañeros y por sus enemigos.

Pero hoy no pienses, amado Mío, qué es lo que estás sufriendo o lo que podrías sufrir. Piensa en Mí, únete a Mi Consciencia y siente Mi abrazo paternal, porque Yo cuido de todas Mis ovejas, una a una, y nunca Me olvido de nadie.

Entrégate a Mí, y ríndete, como tantas veces te lo pido.

No temas por lo que vendrá sino por lo que no está sucediendo en tu vida.

Ahora, refugia tu alma debajo de los Rayos de Mi Corazón y siente el soplo del Espíritu actuando en cada momento, en cada respiración, así como en cada palabra.

Yo puedo restaurar todas las cosas. Yo puedo suplir todas las cosas, porque no soy Yo quien lo hace, es Mi Padre que está en los Cielos, es Él quien obra, quien realiza y quien manifiesta la Voluntad Superior.

Deja para atrás lo que no comprendes, lo que no aceptas o lo que no entiendes.

Confía en este Amor que Yo te estoy donando, porque es un Amor que debe realizarse en ti para que el Plan de Dios se realice en la Tierra.

Recuéstate como Juan, el apóstol, sobre Mi Pecho y siente los dolores y las agonías de tu Señor, en el silencio y en la calma.

Dios no ofrece sufrimiento a las almas, son las almas que buscan el sufrimiento, porque en el Reino de los Cielos, desde donde hoy provengo, no existe el dolor ni la culpa. Alégrate por estar recostando tu cabeza sobre el Pecho de tu Maestro.

Sé que no lo comprenderás todo de una sola vez, pero eso no importa para tu Señor. Lo que importa es que lo vivas plenamente, unido a Mí, en espíritu y en esencia.

No confirmes tus pecados, no afirmes tus errores, eleva tu corazón y colócalo dentro del Mío, para que Yo lo pueda transformar y pulir como las manos del alfarero. Y así estarás en perfecta libertad y en profunda calma y de la noche a la mañana no sabrás qué es lo que te ha sucedido, porque todo se habrá transformado tal cual Yo lo he pensado, según los designios de Dios.

Recibe el Amor de Mi Corazón como un bálsamo y ríndete. Mi Corazón no te hará mal, Mi Corazón no te hará daño. Mi Amor es bien y es pacificación para las almas.

Sírvete de todo lo que Yo te puedo donar y confía, porque todo está marcado, todo tiene su hora y su tiempo.

Así como tú estás hoy sobre Mi Pecho sintiendo el fuego de Mi Corazón y la suavidad de Mi Alma, la acción de Mi Divinidad y de Mi Espíritu, quisiera que muchos más imitaran este ejemplo de unión con el Señor.

Calma tu corazón de toda angustia y acepta lo que te entrego, porque todo tiene un fin mayor y un propósito que aún estarás por descubrir, algún día.

Deja para atrás lo que has padecido, lo que no has entendido, sumérgete en el océano de Mi Luz y todo se disipará, porque quien confía en su Maestro, confía en Dios, Todopoderoso. Y su vida, día a día, paso a paso, con esfuerzo y sacrificio, se volverá libre.

Yo quiero de tu alma un nuevo ser que sea parte de una nueva humanidad, consciente y despierta, responsable y digna con la Creación.

Hay tantos tesoros en el Cielo, querida alma, que tengo para revelar; Mis Manos están llenas de designios y aún no los puedo derramar sobre el mundo porque no encuentro lugar ni refugio en la humanidad entera.

Pero si tú, valiente Mío, hoy das el paso por muchos más, algún día muchos más reconocerán Mi Nombre y Mi Gloria, y la harán digna en sus vidas para que así triunfe el Amor de Dios.

Ahora, abrázame y siente el calor de Mi Espíritu, siente la protección de Mis Brazos y la respiración de Mi Cuerpo como un soplo renovador que a todo santifica y que a todo renueva.

No hay nada que se pueda perder. Todo es transformado según Mi Voluntad.

Conviértete en una de las santas mujeres de Jerusalén, o tan semejante al apóstol Juan, en total entrega y abnegación.

Todo lo que vives, alma Mía, tiene un motivo y un significado para Dios, no hay nada que esté fuera de lugar, todo tiene un sentido y un tiempo para realizarse. Sea en el bien, o lejos de él.

Pero Yo quiero que hoy sientas el latir de Mi Corazón manso, de un Amor inexplicable y redentor, que ansía por las almas buenas y dignas, que cumplan la Voluntad de Dios en este tiempo de difíciles pruebas.

Abrázame fuerte y siente Mi consuelo que es intransferible e inmediato. Deja que Yo te nutra con Mi Paz y con la llama de Mi Fe, que es la que me trae al mundo para buscar a los que he llamado por su nombre para que Me acompañaran en esta era y en este ciclo, en donde el mundo vivirá su mayor desafío de todos los tiempos y de todas las eras. No podré decirles lo contrario.

Almas Mías, es hora de vivir Mi Plan y de no esperar más tiempo.

A veces su Señor y Maestro necesita sentir el calor del amor de Sus hijos para poder seguir adelante. Por más que Yo esté en el Cielo no significa que no sienta como un ser humano, porque como ser humano estuve entre ustedes, para que me pudieran vivir y comprender.

Así estarán abrazando a su Padre Celestial, que también necesita de consuelo, al ver las ofensas y los agravios del mundo.

¡Cuánto el Amor puede hacer en los corazones que se deciden a vivirlo plenamente, el Amor que viene de lo alto y que puede brotar de los corazones haciendo nacer Nuevos Cristos!

Quiero que hoy Me ofrezcan su abrazo porque lo necesito, así como ustedes necesitan de Mí para seguir caminando por este sendero, el más difícil de todos los tiempos, el que ninguna otra humanidad vivió, en ninguna otra época.

Ustedes vinieron aquí, almas Mías, por un propósito y un designio mayor que conocerán algún día.

Pero hoy no necesito que comprendan Mis misterios, sino que sientan la agonía de su Señor y el pedido de consuelo a los corazones valientes.

Ahora, siente cómo Yo te cubro con Mi Manto, aquel manto que fue rasgado por las manos de Mis enemigos durante la Pasión y que cubrió Mi Cuerpo llagado de heridas y de ofensas.

Estas son las Llagas que Yo vivo por el mundo y quiero compartirlas con Mis servidores, con los que se han dispuesto a seguirme incondicionalmente.

Yo quiero ofrecerles Mis sacrificios y Mis dolores, porque quien padece con su Señor, padece con Dios, y el Amor que nunca acaba, todo lo transforma, hasta lo más impenetrable. Que Mis Llagas sean motivo de su santificación, de su persistencia y de su renuncia.

Porque Yo tengo un plan precioso para cada uno de Mis servidores que debe cumplirse en esta hora aguda del planeta, en donde todo se precipita, hora tras hora.

Por eso consagro hijas e hijos, para tener ejércitos sobre la Tierra que estén firmes en Mí, a pesar de lo que suceda.

No tengo nada más para dar, solo el Amor de Mi Corazón, que es el que Me ha traído hasta aquí, a través de los tiempos y de las generaciones.

Amor que testimonia la presencia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo para la reparación de las faltas y de todos los cometidos que no están en la Ley de Dios. Les vuelvo a decir, almas Mías, que necesito aún más de sus corazones abiertos para que Yo pueda ingresar con Mi Consciencia en los recintos más profundos de sus almas, en donde el Reino de Dios debe realizarse, para que el mundo y la humanidad aún existan.

Por eso en este miércoles santo de recogimiento y oración, no solo les pido sus oraciones, sino también su abrazo, para que el espíritu consolador pueda estar presente y las almas se animen a decir ‘sí’, cada día más.

Hoy les traigo el momento más sagrado de Mi vida, que fue la antesala de la última Cena. Les vengo a hablar con el mismo amor con el cual Me dirigí a Mi santa Madre y a las mujeres de Jerusalén, así como a Mis apóstoles. Es este Amor irrestricto e infinito el que nunca acaba, porque parte y nace de la Fuente de Dios para Sus criaturas.

Ustedes necesitan, finalmente, ser como Yo y superarme, porque Yo vengo aquí para que hagan cosas más grandes que las que Yo hice algún día. Eso demostrará ante el Universo que es posible una Nueva Humanidad, que estará arrepentida y pedirá perdón por todo lo realizado, que no tendrá vergüenza de confesar sus faltas y estará abierta a recibir la Misericordia de Dios, que es inextinguible y eterna.

Quiero que vivan en el gozo de Mi Amor Celestial y tú, pequeña alma, que estás aprendiendo a amarme, no lo dejes de hacer. Anímate a cruzar los umbrales de la resistencia humana, porque Yo te ayudaré a ser verdaderamente libre de ti para siempre.

No dejes de sentir el Amor que hoy emana Mi Corazón y vivifícalo como si fuera la última vez, porque lo que Yo vengo a dar hoy no podré darlo nuevamente; ya se está cumpliendo el tiempo y la hora definitiva se aproxima.

No quiero coronarte con flores, sino con espinas, para que Me puedas superar en el Amor, sabiendo que el ser humano es un ser impredecible en todo este Universo, así como Yo lo fui, testimoniando Mi Pasión, Muerte y Resurrección.

Yo ofrezco la gloria y el honor para los que se han decidido estar a Mi lado, pero también ofrezco Mi dolor y Mi agonía para los que se han confirmado ante Mí en esta tarde de Gracia eterna.

Y ahora, devuelvo tu alma al centro de tu ser, en donde existe el Templo sagrado del Amor, que siempre debe estar encendido por la luz del Espíritu Santo.

Y Mi Corazón se recoge para ofrecerse nuevamente a otras almas en el mundo, que también Me necesitan.

Benditos sean los que recibieron Mis Palabras con gratitud, porque lo comprenderán todo en el próximo tiempo. Y cuando Yo ya no este aquí entre ustedes, en poco tiempo, conocerán profundamente todo lo que he querido hacer en este lugar y en esta casa, y principalmente, en ustedes.

Porque deberé aparecer en otros lugares del mundo que también Me necesitan, que también tienen sed de Mi Palabra y de Mi Verbo y sobre todo, del Amor de Dios.

Con esa solemnidad que intento construir en sus corazones a través de este encuentro, quiero que hoy se dignifiquen ante Nuestro Padre Celestial, asumiendo este compromiso Conmigo hasta el fin de los días, sabiendo que todo lo que vivirán será una gran escuela para el alma y el espíritu.

Solo necesito que den su amor al mundo, no importando quién sea, no importando su creencia o religión, su pobreza o su riqueza, su enfermedad o su salud.

Quiero que amen como Yo los amo, porque la prueba que llega al mundo será muy dura. Y no todos soportarán ese momento. Por eso, los fortalezco en este tiempo y por medio de Mi servicio incondicional a las almas les doy Mi Cuerpo y Mi Sangre para que puedan sobrevivir, así como su Maestro sobrevivió en cada paso de la Cruz, y de Su Agonía.

No es hora de estar divididos, distanciados, ni indiferentes. Coloquen sus corazones dentro del Mío y todo pasará. Porque lo que Yo deseo del mundo es muy grande y eso podrá suceder cuando retorne por segunda vez. Ofrezcamos entonces, almas Mías, este momento a nuestro Dios Todopoderoso, El que ha permitido nuevamente, en este día, esta Gracia espiritual para un mundo infiel. Pero el Amor siempre superará todas estas cosas. Todo será cumplido como Dios lo ha pensado.

Incienso.

Nos podemos poner de pie para la bendición de estos elementos.

Yo los llamé aquí porque nunca Me olvidé de ustedes y porque todo tiene un tiempo para Dios y para el Universo (*)

Al igual que estos elementos sagrados que están a los pies de su Maestro y Señor, hoy también ofreceré sus consciencias a Dios para que Él pueda cumplir Sus designios en ustedes.

El Señor Todopoderoso, nuestro Padre Eterno que está en los Cielos, bendiga con Su más infinita Luz y Sabiduría.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias por abrazarme de verdad.

Hoy he escogido una canción que testimonia la Obra de la Madre Celestial, de cómo cada alma de esta Tierra, al igual que María Santísima, puede responder al llamado de Dios cuando Él lo realiza.

Hoy escogí voces tan complementarias, una de la otra, para que puedan ofrecer a Mi Corazón esta respuesta de las almas, este ofrecimiento que los corazones han realizado a Mi Espíritu.

 

(*) Cristo llama dos personas al palco.

Martes, 27 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL TERCER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

¿Qué harán con todo lo que Yo les he dado? ¿Qué lugar tendrá en sus vidas? ¿Quién justificará lo que ha recibido en el momento más agudo, cuando todo suceda? Así como vengo con Mi Misericordia, también debo venir con la Justicia.

Que sus corazones no se perturben, que la Ley corrija la vida y que sus personas no interfieran en la transformación. Acepten las correcciones que vienen del Universo y lo que el Universo coloca en sus caminos para que aprendan a madurar en el bien y en la justicia.

Todo lo que viene del Cielo nunca será desperdiciado, porque lo necesitarán para los próximos tiempos que llegarán.

Así como les doy a conocer lo profundo de Mi Amor, en este tiempo vengo al mundo para dar a conocer la Justicia, de la que nadie escapará. Mientras tanto, vivan la penitencia del corazón para que la Sabiduría de Mi Padre los permee completamente y estén a la altura de todo lo que Yo les pido, sin poder decir después que nunca lo escucharon. Porque aquí, Yo vengo por todos y por el mundo, por los justos y los injustos, por los que son verdaderos y por los que se aprovechan de Mi Presencia.

Pero todo Yo lo puedo ver. Ni la más mínima célula de sus cuerpos se puede esconder ante Mi Presencia. Ningún pensamiento puede quedar guardado ante los Ojos del Hijo de Dios.

Necesito que aprendan a vivir la transparencia, para que las cosas que sucederán en el mundo no los confundan y no sean llevados, como tantos otros, por su propia arrogancia y poder.

Yo les dije una vez que los quiero fríos o calientes. No necesito a los tibios de corazón. Mi Amor también es Justicia. Mi severidad también es Amor. Porque, ¿quién más dará la vida por ustedes en este tiempo sino su Maestro y Señor, que está en los Cielos; que estando sentado a la derecha de Dios Todopoderoso, desciende en esta Semana del Cielo para hablar con ustedes? Nada es por acaso, compañeros, y si hoy están aquí, es porque sus almas lo han llamado, más allá de sus personas.

Aprendan a percibir la realidad de este tiempo en su interior. Es hora de que las aguas ya no estén divididas. Yo quiero de todos los hijos de Mi Padre una sola corriente de Luz, porque cuando Yo ya no esté más aquí para hablarles, deberán tener como recurso espiritual Mis Tesoros, impregnados por cada una de Mis Palabras, que los vienen a libertar, a retirarlos del error y de la cadena constante del sufrimiento.

Todo lo que Yo les doy es Amor, por más que sea severo. No vengo a hablar en términos medios. El mundo está agonizando y su humanidad también. Los errores de la humanidad se acumulan como granos en un granero. ¿Quién cargará con todo ese peso? ¿El Hijo de Dios deberá retornar para cargar una segunda Cruz? Yo ya les mostré, compañeros, el camino de la transformación y de la verdadera corrección.

Yo vengo a buscar de ustedes la bondad de sus almas y la transparencia de sus espíritus. Aprendan a trascender lo que no pertenece a la Luz y lo que no pertenece a Mi Reino.

Aprendan a morir para sí mismos, para que sus hermanos que están muertos puedan nacer en espíritu. Es hora de darlo todo por Mí y no esperar para hacerlo. Es hora de vivir la cooperación por el Plan Mayor, porque si esta asistencia de Nuestros Sagrados Corazones no estuviera sucediendo en este momento, el mundo ya estaría perdido, aunque no lo parezca.

Abran sus ojos para ver el Rayo de la Justicia de Mi Corazón. Es hora de construir las bases en la honestidad, en la comunidad y en el bien. Es hora de hacer florecer los designios de Dios y de hacerlos vivos en sus corazones. No podrán esperar treinta años más para vivir un gran cambio, porque ya no hay tiempo, compañeros, ya no hay tiempo.

Limpien con la luz de la oración la indiferencia de sus corazones, para que la fraternidad pueda prevalecer por encima de todo. Sus vidas ya se han transformado, pero aún falta mucho más. No podré decirles lo contrario, porque el Señor Jesús nunca miente.

Es hora de que coloquen el Propósito de Dios en el centro de sus corazones y que no sean arrastrados todo el tiempo a la tensión, porque ya son conscientes de lo que es necesario y justo y mientras eso no suceda, no podré profundizar Mi Obra en ustedes, ni tampoco en el mundo. Y les pregunto: ¿Quién cargará con esa responsabilidad?

A Mis apóstoles Yo les pedí que dejaran sus familias y hogares, sus labores y sus compromisos, para seguir un plan que era desconocido por sus mentes, el cual debería manifestarse en la superficie con la Pasión de vuestro Señor.

Ahora, en este tiempo, Yo les pido cosas más grandes pero muy determinantes. No podré realizar Mi Obra con vacilaciones. Necesito que la firmeza que construye Mi Corazón en ustedes sea permanente y que la hagan perdurar por Amor a Dios y a su Divina Presencia.

¿Acaso piensan que no estoy diciendo la verdad? Les pregunto: ¿Acaso piensan que no estoy diciendo la verdad? En el Reino de Dios existe el Amor, pero también la Justicia. Sin la Justicia de Dios, Su Reino no se puede realizar en este, ni en otro mundo. Las Leyes de Dios están para enderezar a los corazones y llevarlos a la verdadera vida para encontrar el sentido del Propósito.

Es hora que mediten en todo lo que están haciendo, porque no hay tiempo para perderse en cosas superficiales. Deben tener su atención en el objetivo y en la meta, en las demoras y en los avances del Plan. Así estarán construyendo lo que Yo necesito y no serán lentos para caminar, porque mientras Yo les hablo aquí, sobre esto, muchas cosas suceden en el mundo y son muy graves. Almas más miserables necesitan de la presencia y del Amor de Su Señor, pero para que todo eso sea posible, compañeros, Yo necesito de la verdad de ustedes, no solo de su verdad Conmigo, sino con la Obra, con sus hermanos, con el día a día, porque en las pequeñas cosas mostrarán la verdad.

Yo no les pido que sean perfectos, resplandecientes o magníficos. Yo les pido, les suplico su sinceridad ante todo lo que viven y lo que hacen, así no estarán perdidos como lo están tantos otros y darán pasos seguros en la evolución, en el caminar de la fe y de la consagración.

Todo lo que Yo les he entregado a través de estos últimos tiempos, deberá ser testimoniado en el día del gran Juicio Universal. Los grandes Arcángeles les preguntarán ¿qué es lo que han hecho con Mis Tesoros y cómo ellos fueron cultivados en sus espíritus? llevando adelante la consciencia de lo que eso significa.

Ahora no dejen sus corazones tristes. Es hora de ver la realidad con determinación. No puedo ofrecerles un jardín de rosas porque no lo hay. La realidad planetaria está aguda y difícil, y cada vez más cristianos se decepcionan de Mi Iglesia, la que fundó Pedro en este Planeta. Y aún más se decepcionan por sus sucesores: sacerdotes y religiosos; y la fe se apaga.

Yo escogí venir aquí, a pedido de Mi Padre, para hacer reencender en el mundo la llama de Amor del Corazón, en una fortaleza inquebrantable y en una fe inextinguible que pueda superar todos los tiempos y todas las pruebas, todas las crueldades humanas y todos los agravios.

Necesito que sean simples y la simplicidad de sus vidas se alcanzará con la verdad, que puedan mirarse a sí mismos sin temor, sabiendo que son seres en transformación y en redención y que están recibiendo esta dádiva divina para alcanzar el despertar.

Por eso extiendo Mis Manos hacia ustedes, les muestro la Faz de Mi Sagrado Corazón y les pido que se tomen fuerte de Mis Manos, sintiendo Mi Presencia espiritual y divina y que puedan escuchar Mis Palabras con regocijo y amor, porque así su transformación será rápida y no estarán en el viejo patrón de la humanidad, sino que tendrán sus corazones abiertos para escucharme, para escuchar la súplica que hoy emite Mi Sagrado Corazón para el mundo.

Acepten Mi Amor que todo lo transforma, acepten la Justicia de Dios que todo lo corrige y alégrense por ser conscientes de esto y no estar tan hipnotizados como está el mundo, lejos de Dios, apartados del amor y de la unidad entre hermanos.

Mi Obra no es solo asumida para recibir Gracias. Mi Obra es asumida para poder cumplirla y llevarla adelante, con actos de renuncia, de penitencia, de servicio y de sacrificio, de donación permanente y absoluta. Por algo que ha de venir del Universo al mundo y que deberá manifestarse después del Armagedón.

Mientras tanto, compañeros, sean valientes. Vivan su transformación interior. Tienen la fuerza de Mi Amor Misericordioso para hacerlo. Tienen Mi Presencia durante estos ocho días para vivirlo. ¿Qué más necesitan para poder concretarlo?

Si el Hijo de Dios desciende de lo Alto, del lado de su Padre Celestial, para hablarle al mundo claramente y sin murmuraciones, no quiero verlos indiferentes, porque eso acongoja a Mi Corazón. Los quiero ver dando el “sí” a Mi Justicia, viviendo lo que deben vivir en este tiempo, sabiendo que el Espíritu de Dios los colmará cuando su vida sea justa y fraterna. Nada les faltará. En verdad, todo les fue dado y un poco más.

No retrocedan. Avancen, como avanza su Maestro y Señor en este tiempo. Es urgente la redención de las almas, la cristificación de los corazones, la elevación de la consciencia y la conversión de este planeta; para que vean cuánto Yo los amo y que Mi Amor es infinito y transparente, que trae sabiduría y entendimiento a los corazones.

Vengo nuevamente a sacramentarlos para que sus personas no se incomoden, para que el amor de sus corazones sea lo que prevalezca en este momento, confiando en lo que es inmaterial e invisible pero que viene desde el Universo Espiritual de Dios para hablarles en forma de Persona Divina.

Vengo a bautizarlos con el Agua del Espíritu, en este día especial, en donde sus consciencias viven el primer paso de la verdad de sí, sin que Mi enemigo interfiera en nada, porque cuando Yo estoy presente él se paraliza y sus obras son derrotadas, las obras que él imprime, que él ejecuta en los corazones.

Pero Mi Justicia también viene a disipar todo eso, porque lo justo debe ser justo y no manipulado ni transgredido, por eso deben vivir siempre la Ley primera que es el Amor, para que aprendan a ser justos y dignos, en este tiempo difícil en donde todo es ofrecido. Cosas inimaginables son ofertadas, para que las almas se distraigan y salgan de su camino, perdiendo su evolución.

Como muchos que hoy están aquí, han sido rescatados, pero otros que hoy no están aquí se han perdido.

Mi Amor nunca será tibio. Él es un Fuego que viene a encenderlo todo, en la igualdad y en la justicia, en el bien y en la hermandad.

El Padre Me ha dado la Soberanía de Su Reino, para poder llevar esta Obra adelante en este tiempo, no solo con ustedes sino también con el mundo, yendo al encuentro de los más sufridos, como Peregrino y Pastor de las almas, entre las naciones del mundo y entre los pueblos.

Espero haber sido claro y que sus mundos internos hayan acogido Mi Palabra, más allá de sus mentes. Vibren en Mi Corazón y todo estará dicho.

El Espíritu Santo hoy actúa a través de Mi Boca, para que la Verdad de Dios siga prevaleciendo entre los hombres y sobre todo entre hermanos, para que la verdadera Justicia, que viene del Universo y no de los hombres, sea constituida en este planeta y en este tiempo, como una de las Leyes del Armagedón.

Recuerden este mensaje y todo lo que hoy les he dicho, para la verdadera transformación de sus vidas. Vean este mensaje cuantas veces sea necesario y que no pase como tantas otras, o esté perdido en las bibliotecas.

Recuerden que Mi Palabra no se desperdicia, porque Mi Palabra viene a realizarse con muchos sentidos, con infinitos propósitos, con innumerables obras.

Cada uno recoge en su interior lo que necesita y que Mis Palabras sean Semillas de Luz en su interior para que se cumpla, finalmente, Mi Voluntad.

Yo no soy el Juez del Apocalipsis, Soy el Gran Señor, el Redentor del Mundo, el Gobernante de este Universo Celestial después de Mi Padre, en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Quien les habla es la Voz de Dios a través de Su Hijo, así como la Voz de Dios una vez le habló al pueblo de Israel y al mismo Moisés en el desierto.

Se vuelven a cumplir las profecías de los profetas, antes de que todo suceda. Los rebaños están siendo agrupados, de diferentes escuelas y lugares, con diferentes enseñanzas y experiencias, para que todos se unifiquen en la Iglesia Celestial del Señor por intermedio del Poder de Mi Sagrado Corazón, en la Esencia del Amor y de la Unidad Divina.

Incienso.

Yo les hablo con la bondad de Mi Corazón.

Hoy, Mi Rostro no está serio, Mi Corazón está en Paz, porque la Justicia también es Paz, y la Paz obra en todo.

Señor, concede a las almas el don de Tu Sabiduría, para que los corazones de Tus criaturas estén abiertos a la Luz de Tu Verdad y de Tu Santa Justicia. Amén.

Agua.

Que el agua expulse lo que es corrupto y eleve lo que es incorrupto, en esencia, en el espíritu inmaterial de cada ser.

En Mi Congregación los reúno para la elevación de la Consciencia Planetaria, para que la Misericordia de Dios cada día sea más profunda en todas las criaturas que fueron creadas a imagen y semejanza de Dios.

Por medio de los Sacramentos, su Maestro y Señor renueva la Vida, despierta virtudes y talentos en las almas, a fin de que ellas puedan realizar la Voluntad de Dios y salir de esta vida con un propósito cumplido, rumbo a la Fuente Primordial.

Cada virtud es un don que Yo despierto en los corazones. Son parte de Mis ejércitos los innumerables dones que Yo despierto en los corazones. Estos dones que provienen del Espíritu Santo y que renuevan la vida en la superficie de la Tierra, hoy son testimoniados a través de los Sacramentos que en humildad son concedidos a los corazones.

Quien vive el sacramento no solo vive una renovación, sino que ingresa dentro de un Misterio desconocido que proviene de la Fuente de Dios, del Principio que dio origen a todo, antes de que existieran las criaturas en la Tierra.

Este Misterio es derramado a través de cada Sacramento y un Principio de la Energía Divina actúa por medio de los que lo ofrecen y también por medio de aquellos que lo reciben, así se establece una comunión profunda y espiritual con el Principio Primordial de la Fuente, que es el Amor renovador que trae la cura y el alivio a los corazones, el perdón de sus pecados y la absolución de sus faltas por intermedio de la acción poderosa del Santo Espíritu.

En esta tarde, el Dios de la Misericordia y de la Justicia Divina, concede a los que hoy recibirán este Sacramento, esta Gracia especial, a fin de que sirva para los próximos pasos de sus vidas, para la próxima caminata en el sagrado infinito del Universo.

Abriendo las puertas de Mi Iglesia Celestial, colocando Mis Manos hacia lo alto, para que Nuestro Creador Me Escuche:

Sagrado Padre del Amor, deposita Tu Corriente Divina en este Elemento que Tú has concedido por intermedio del Agua, para que las almas sean bañadas con Tu Espíritu y ellas sean aliviadas de todos sus sufrimientos.

Te pido, Sagrado Señor, que no mires hoy los errores, sino la fe de las almas, la fe que constituye sobre esta Tierra Mi Iglesia Celestial; y por el Sagrado Sacerdocio que Tú Me has concedido, Adonai y por todos los méritos alcanzados durante Mi Pasión en la Tierra, que todas las faltas sean perdonadas y exista en los corazones el despertar de la consciencia interior, las que por Tu Nombre, Padre, las llevará a concretar Tu Plan en este Planeta.

Que el Espíritu Santo conceda esta Gracia en la efusión con Tu Divinidad y que los Ángeles que siempre Te alaban perpetuamente transustancien este elemento surgido de las entrañas de la Tierra y que forma parte de la vida de los hombres, que concede la cura, la purificación y la redención.

Que Tu Sagrado Don de la Misericordia, Adonai, se funda en esta agua, creando así una esencia viva, una vibración divina cuando ella sea derramada sobre aquellos que la reciban.

Y así, Padre, nuevamente, por la Obra infinita de Tu Misericordia y por Tu insondable Piedad, Tú concederás la paz y el perdón a los que reciban este sacramento.

Sagrado Espíritu de Dios, Sagrada Llama de la Vida Divina, hazte presente en este momento, para que Reine Tu Amor y Tu Gloria para siempre.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. (x3)

Y ahora que son bendecidos, bendigan a sus hermanos. Dense un saludo de paz.

Hoy la ofrenda es ofrecida al Don de la Reconciliación, para que este siempre reine en el mundo, especialmente en los corazones que deben alcanzar la vivencia del Amor.

Por eso les vuelvo a decir, como les dije hace más de dos mil años: “Coman todos de Él porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados. Tomen y beban de Mi Cáliz, porque esta es Mi Sangre, la Sangre de la Nueva Alianza que reinará entre los hombres hasta el retorno de su Redentor”.

Así queda instituida la sagrada Eucaristía, de la que se servirán los corazones para testimoniar en su interior la Presencia de Mi Amor Vivo, el que siempre deberá perdurar a través de los tiempos.

Fray Elías.

Ahora nos pondremos todos de pie y nos tomaremos las manos. A pedido de Cristo vamos hacer la oración que nuestro Maestro y Señor nos enseñó en el Monte de las Bienaventuranzas, la oración que trae el Reino de Dios a la Tierra y concede la Paz a los corazones.

Vamos hacer la oración en Portugués, Español, Arameo, y por último en Latín cuando el Señor lo indique.

Y ofrecerán estas oraciones por la humanidad, por la reconciliación de los pueblos y de las naciones, por el fin de las guerras, de las persecuciones y del hambre, para que despierte la Consciencia de la Fraternidad en la humanidad, de la igualdad y del equilibrio, a fin de que se cumpla la Justicia Divina, en donde todos puedan vivir el bien.

Padre Nuestro...

Quiero que afirmen en sus vidas una canción que hoy he escogido, la cual se llama “La razón de Mi existir”. En esta canción se revela la confirmación del discípulo de Cristo y la aspiración verdadera de vivir la nueva vida, una vida en el Reino de Dios bajo Sus designios y Su divina Voluntad.

Concediendo la paz y la reconciliación para el mundo, Yo los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por escucharme de corazón.

Lunes, 26 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEGUNDO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Yo les doy la Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Preciosa Sangre es derramada por los inocentes, pero una fortaleza inquebrantable se construye en los que adoran a Mi Eucarístico Corazón. Es un misterio aún muy desconocido; es una ciencia universal muy inexplicable; es una alquimia diferente que se da entre el adorador y la Adoración. Aún están por conocerlo, pero esto es parte del ministerio de Mi Sacerdocio.

Cuando las almas Me adoran, adoran a Dios, que es Aquel que merece toda Gloria; pero Yo también adoro a las almas que se unen a Mí en la esencia de su corazón.

He aquí la Sangre que lo ha dado todo, hasta la última gota; la Sangre de la libertad y de la redención; la Sangre del Cordero de Dios que puso fin al cautiverio de la consciencia humana y del planeta.

En aquellos que adoran a Mi Corazón Eucarístico se encuentra el Poder de la Sangre de Jesús, misteriosamente escondido en las profundas entrañas del pan que es transustanciado en la celebración eucarística.

Pero hoy honraremos a la Sangre que fue derramada por el Cordero de Dios para liberar los pecados del mundo, porque el Cuerpo y la Sangre de Cristo son una sola cosa, una sola Esencia y una sola Vida que se funde espiritualmente en las almas que comulgan de Él.

La Sangre que es bebida por los hombres y que proviene del Cordero de Dios, es preciosamente honrada por el Padre, porque es la justificación verdadera para la redención de los hombres. Es la Sangre que quita el pecado del mundo y todo lo convierte. La Sangre que ha sido entregada por Amor a los hombres para la reparación de los ultrajes, de las indiferencias y de todas las culpas. Es la Sangre que libera el corazón. Es la Sangre que da vida nueva a todas las cosas.

Agua.

Con esta Sangre, Yo lavo a las almas y enciendo a los corazones en su propósito divino a fin de que se liberen de sus manchas más profundas y reciban la Gracia de la reparación de Dios.

Esta es la Sangre que da vida a las esencias y que recupera lo que está perdido. Es la Sangre que trae la Paz y que establece en el mundo el triunfo del Creador sobre la Tierra, por encima de las fuerzas del caos y de la maldición.

Ahora que ustedes ya comulgaron con los Códigos Divinos de Mi Sangre, he podido establecer en sus corazones la eterna ceremonia del amor, que es construida y vivificada por todos los que adoran a Mi Eucarístico Corazón.

Hoy, quisiera dar mención especial a este ejercicio y a qué es lo que sucede en los planos internos de la vida cuando un alma se postra a los pies del Santísimo del Altar; muchas miserias son disueltas, faltas son perdonadas, curas inexplicables son concedidas y, sobre todo, emerge del corazón adorador la fuerza de Mi Amor para que pueda seguir adelante, adorando por un planeta que sufre, por una humanidad que se enferma y también por los Reinos que sufren las consecuencias de estos tiempos.

La Adoración, en el Cielo, es toda para Dios; porque es el testimonio verídico de la Pasión, Muerte y Resurrección de Su amado Hijo, testimoniado por intermedio de la Sagrada Eucaristía y elevada a los Altares de Dios, como el mayor triunfo de la humanidad de Jesús en este planeta.

Por eso, todos los que se colocan delante del Altísimo, de tiempo en tiempo, viven una renovación, un proceso de cura y de redención, y puertas internas se abren para que las almas las puedan cruzar y encontrar la esencia de su misión espiritual y de su propósito divino para esta vida.

El Santísimo del Altar es la representación del Dios vivo en la Tierra, por intermedio del Cuerpo Eucarístico de Cristo. Pero si a esto se le suma la corriente amorosa de los adoradores, muchos más atributos podrán ser concedidos al mundo y a las almas, sobre todo, a aquellas almas que desesperan y no encuentran la paz.

Los adoradores de Mi Cuerpo Eucarístico son parte de Mi Corazón, en su constitución como cuerpo místico, pero también son parte de Mis Manos y de Mis Pies para que Yo pueda llegar y auxiliar a los que más lo necesitan. Cada nueva Adoración que realizan, no es igual a la anterior, es un paso para poder profundizar en la vida espiritual y en la entrega, en el propósito verdadero de ser embajadores de la Paz y de Mi Divina Misericordia.

Del Santísimo Cuerpo de Cristo que es adorado parte el Soplo del Espíritu para las almas; y los impulsos del Cielo llegan a la Tierra cada vez que un alma adoradora se coloca ante Mi Cuerpo Eucarístico para que, tan solamente en el silencio y en la paz, encuentren la nueva vida y la redención.

Los adoradores representan a los peregrinos que se elevan al Cielo para encontrarse con el Señor y fundirse en la Comunión de Su Iglesia Celestial. Por eso, alégrense por los que hoy serán consagrados, porque muchos más serán consagrados por el poder de la preciosa Sangre de Jesús y de Su Divino Cuerpo Eucarístico, gravemente ultrajado en estos tiempos por la indiferencia de los hombres y por las calumnias.

Cada momento de adoración es un momento de reparación y todo, todo se renueva. No hay nada que quede sin resolverse en aquel que adora a Mi precioso Cuerpo Eucarístico porque, en verdad, fortalece su unión interna con Mi Sagrado e Insondable Corazón, que da vida a todas las cosas, que resucita a todo lo que está muerto y que trae la Paz.

Comencemos con esta ceremonia de nuevos postulantes a la Iglesia Celestial del Señor, para que representen en esta Tierra a los pacificadores del Redentor.

Escucharemos Pater Noster. Pueden subir aquí los adoradores, los que se consagrarán.

Incienso.

Mientras Mi Iglesia Celestial se abre al mundo, que los autoconvocados se coloquen de pie para entrar dentro de Mi Consciencia Celestial y junto con los ángeles y arcángeles celebrar, una vez más, el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús.

Señor bendice este ministerio, el cual hoy vivifica a las almas para gloria y honor de Tu Nombre.

Y hoy les vuelvo a repetir:

“Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

“Tomen y beban de Mi Cáliz, el Cáliz de la Nueva Alianza, que concibe en los corazones la eterna paz”.

Colóquense de pie los adoradores para recibir la Comunión.

Inspiramos.

Llegó el momento más importante de sus vidas, que es estar por algunos segundos ante Mi Cuerpo Eucarístico, para que el mundo sea reparado y cosas inexplicables sean perdonadas por su ofrenda a Mi Sagrado Corazón.

Vamos a arrodillarnos.

Amado Padre del Universo recibe la ofrenda de estas almas, que solo buscan vivenciar la grandeza del Universo de Tu Amor y el propósito de Tu Existencia a fin de que se cumpla en todo lo que Tú creaste Tu sabia Voluntad.

Hoy te ofrecemos, Padre, esta simple Adoración como un acto de unión profunda Contigo y junto a los ángeles elevamos esta intención hasta los pies de Tu Altar. Amén.

Que todo propósito contrario sea desestabilizado. Que la cura profunda se alcance en las almas. Que los espíritus reunidos en Tu nombre, Señor, vivifiquen la Paz; porque Tú te has hecho tan pequeño y semejante que has llamado a Tu pueblo para que volviera a honrarte y glorificarte por los siglos de los siglos y así se llevara adelante Tu Proyecto en cada partícula que Tú has creado, a la cual le has dado la vida para que pudiera experimentar el Amor y la Unidad.

Eres tan infinito Señor, que te hiciste un hombre simple y humilde. Encarnaste en este mundo a través de Tu Amado Hijo para volver a recordarle a los hombres y a todo este planeta que Tu Amor siempre triunfará y que en el Amor se alcanzará la libertad del espíritu y la realización del alma en esta humanidad.

Mientras los ángeles y las almas adoran Mi Cuerpo, Señor, que al mundo le sea concedido un tiempo de paz, para que las almas tengan tiempo de despertar y de vivir la reconciliación con Tu Ser. Y ante Mi Iglesia Celestial y ante los coros angélicos, hoy celebramos una vez más, Señor, Tu triunfo en los corazones que se han abierto a la existencia de Tu Amor y de Tu Voluntad.

Entonaremos, junto con los ángeles, el Kodoish melódico, elevando al Cielo esta ofrenda de amor y de perdón por todos los que no están aquí y por los que deberían estar aquí y no lo están.

Como un solo corazón y una sola voz, compañeros, cantaré hoy junto con ustedes, la alabanza al Todopoderoso, a Aquel que nos ha creado por medio de un gran y desconocido misterio de Amor.

Cantemos: Ehie, Asher Ehie. YO SOY EL QUE SOY, juntos.

Una vez más.

Alabado seas, Señor, por permitirme estar con Tus hijos, glorificar Tu Nombre y toda Tu infinita Existencia.

Alabado seas, Señor, porque Tú has permitido el ingreso de las almas dentro de Mi Gran Iglesia Celestial, en donde se perpetuarán los códigos y los méritos de Mi Amor en los corazones que han confiado en Mi Divina Presencia.

Y así, Yo los consagro y los bendigo como Adoradores de Mi Cuerpo Eucarístico. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy me iré al Cielo escuchando una alabanza del Pueblo de Dios, una canción que aproxima los ángeles a los hombres, que trae el Universo a la Tierra y que permite la Gracia por encima de todo error.

La canción que he escogido se llama “Aleluya”, la que preciosamente el Brasil entona con amor al Padre Creador.

Les agradezco y sigan adelante.

Podemos ponernos de pie.

Domingo, 25 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL PRIMER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

He venido en Gloria para encontrarme con los Míos, y antes de entrar en este día en Jerusalén, los he colocado a Mis Pies para que lavaran sus manos en representación de todos los que aún deben seguir purificando sus vidas, para que algún día entren en el Reino de Dios.

Pero hoy no vengo a hablar de su mortalidad, sino de la inmortalidad de su espíritu, que es lo que retornará a la Fuente de Dios, libre de la materia, de toda corrupción y perturbación.

Vengo por medio de esta Gracia que el Todopoderoso está concediendo al mundo, a elevar sus espíritus y almas hacia dentro de Mi Iglesia Celestial, en donde todos estos días será celebrada la gran Comunión con Mi Corazón, con Mi Alma y Mi Divinidad.

También vengo por los que más sufren, por los que aún deben testimoniar Mi Nombre en el mundo aunque sean perseguidos o martirizados. Porque para que todo el mundo crea que Yo estoy regresando, al igual que los primeros cristianos después de Mi Ascensión, alguien deberá sacrificar su vida por Mí.

No importa cómo sea ni quién sea, todo ya está escrito en el Libro Sagrado de Dios. Por eso los animo durante todo el tiempo a la consagración de la vida y del espíritu porque así, estarán preparados, compañeros, para enfrentar el fin de los tiempos.

Lo más importante para Mí es lo que sucede en sus esencias, en lo que ellas pueden concebir, gestar y realizar a partir del Plan de Dios. A partir de allí todo se realiza, todo se puede concretar y materializar. No se aferren a las cuestiones materiales de la vida, porque la materia morirá y volverá a ser polvo. Cultiven en esta vida material la ciencia del espíritu inmaterial, aquel espíritu que está dentro de ustedes y que llevará al Universo una gran experiencia de amor y de redención.

Porque después de que todo suceda, después del Armagedón, aún después de que Yo haya retornado al mundo, serán recogidos en el Universo todos los tesoros espirituales, todos los pasos espirituales, cada meta alcanzada, por cada discípulo Mío, para ser depositada en la Gran Fuente del Amor y de la Renovación, desde donde resurgirá el Gran Espíritu de Dios totalmente transfigurado y transformado, Aquel que gestará la Nueva Humanidad a nivel del espíritu y de la consciencia.

Por más de que les hable en este momento de cosas abstractas, hagan memoria y recuerden Mis Palabras.

Yo vengo a realizar a través de ustedes una obra inexplicable que está absolutamente llena del Amor de Dios y totalmente colmada de la Divina Misericordia del Creador.

En este primer día, a las puertas de Jerusalén, en donde Me encuentro con los Míos, pero también con Mis enemigos de estos tiempos, vengo a invitarlos a que acompañen a su Maestro y Señor durante esta Sagrada Semana, a dar los pasos en la consciencia y en el espíritu, a fin de que se establezcan los designios de Dios en cada uno de ustedes como en todo este planeta. Que así sea.

No vengo a hablarles con palabras tibias. Después de varios encuentros, compañeros Míos, en donde sus corazones fueron agraciados y sus vidas fueron bendecidas, ha llegado el momento, compañeros, de que Me acompañen para separar la paja del trigo. Primero, eso comenzará en ustedes, dentro de su mundo interior y de sus vidas. Pero no teman, Yo no vengo a ser un juez, sino su Salvador y Redentor.

Bienaventurados son ustedes que, a través de los años y de los tiempos, han creído en Mi Palabra. Pero ahora vengo a pedirles y a suplicarles por el gran momento de su transparencia interior, lo que los hará cristalinos a los ojos de sus semejantes y verdaderos ante las fuerzas del caos en el mundo. Así serán Mis columnas espirituales sobre la Tierra y podrán quebrar los grandes sepulcros del mundo, en donde muchas almas aún están presas en la perdición y en el caos.

Llegó el momento, queridos compañeros, de ir de dos en dos por el mundo a predicar Mi Palabra, a testimoniar Mi ejemplo por medio de sus vidas cristificadas y transformadas por el fuego de Mi Amor Superior.

Deseo, en este día y en los días que vendrán, poder recoger de sus almas el sagrado talento que Dios les entregó para que Yo pueda manifestar en este último tiempo Mi Obra planetaria, aquella que viene descendiendo desde el Universo Superior hacia la Tierra.

Pero Mi Voluntad se cumplirá así como Mi Padre lo ha pedido y no como ustedes lo han pensado. Por eso los necesito verdaderos y abiertos de corazón para que no solo salgan de aquí bendecidos y agraciados nuevamente, sino definidos con su compromiso personal ante el Creador, a fin de que los Sagrados Tesoros de Cielo, las perlas más preciosas del Universo, la Sagradas Herramientas del Creador, estén en sus manos para definir este tiempo y sobre todo este planeta y esta humanidad, que ya están próximos al umbral de la gran decisión, del gran Juicio Universal.

Por eso vengo en gloria y alegría abriendo Mis Brazos y extendiendo Mis Manos hacia ustedes, para que se tomen fuerte de Mí, y a pesar de sus caídas, se vuelvan a levantar. Porque así como Yo resucité a los muertos, tengo la autoridad en este tiempo final de resucitar sus espíritus.

¡Ay! de aquel que quiera entrometerse con Mis compañeros, porque conocerá la Sagrada Justicia de Dios y deberá vigilar durante toda su existencia en oración y arrepentimiento, para concebir en su corazón el perdón de Dios.

Lo que Yo vengo a entregar en sus corazones es inextinguible, eterno, infinito y duradero. Yo les traigo la Vida del Espíritu, la Ciencia del Amor y la Sabiduría interior de Dios, para que la almas la vivan y sean en este tiempo los testigos de la Biblia.

Hoy no muestro Mis llagas de dolor por el mundo, sino Mis heridas de Luz que han sido transformadas por las oraciones de los bienaventurados, de todos los que aspiran, a pesar de su sufrimiento y dolor, a vivir en Mi eterno Corazón.

Hoy no lloro por la humanidad, sino por los que alegran Mi Corazón por su persistencia y constancia, por su amor sincero, por su comunión con Mi Eucarístico Corazón, por vivir la vida sacramental y por ser parte de este pedacito de Mi Proyecto que hoy desciende a la Tierra, y se aproxima a las almas para que conozcan finalmente el Reino de Dios.

Con el gozo de Mi Espíritu vengo a vivificarlos, con el Fuego de Mi Corazón vengo a encenderlos, con la Luz de Mi Espíritu vengo a santificarlos y así, absolverlos de todas la faltas cometidas hasta los días de hoy, para que sean parte del Paraíso, después de este mundo, al final de esta vida.


Alabado seas, Señor, porque Tú concibes la vida.

Alabado seas, Señor, porque Tú perdonas todo error y sumerges a las almas en la Fuente de Tu Misericordia, en donde todo es reparado y absolutamente redimido, siguiendo los principios de Tu Divina Voluntad.

Alabado seas, Señor, por todo lo que creaste y por todo lo que aún crearás en este mundo y en los otros, para que toda Tu Creación viva, finalmente, en el Universo de Tu Amor, en donde todo será iluminado, trascendido y perdonado por la Llama Viva de Tu Unidad.

Alabado seas, Señor, por los que has colocado a Mis Pies para que escuchen Mi Palabra que es Fuente de Tu Palabra Viva, soplo de Tu Espíritu y elevación de la consciencia.

Alabado seas, Señor, por Tu insondable Misericordia, que disipa las dudas, que perdona las faltas y que concibe en los corazones la vida eterna.


¡Cuántas almas se unen a Mí en este día afirmando y confirmando su compromiso con Mi Glorificado Corazón para que en el próximo mundo, en la Nueva Tierra, se realice finalmente, el Plan del Creador!

¡Cuántas almas que vinieron del Universo a la Tierra, que hoy vuelvo a congregar por medio de esta alianza con Mi Sacratísimo Corazón y con Mi Divina Consciencia! Que estas almas, en nombre de muchas más, conciban en el mundo la gracia de vivir en Dios, la alegría de servirlo en plenitud, en santidad.


Señor, Tú eres el Corazón de toda la Vida. Eres Quien pulsa en el interior de Tus hijos, para que todas Tus criaturas vivan en el Universo de Tu Amor, a fin de sentirse parte de Tu Sagrada Creación.


Mientras todo es bendecido, todo es reparado y la nueva Gracia desciende en los corazones que creen en ella.

El incienso representa la elevación del espíritu inmaterial, de aquel espíritu que se entrega a Dios en donación absoluta y no teme a nada, sino que se entrega a la Creación en infinita confianza.

Ahora sí, la alianza de Mi Corazón con todas las almas que lo han aspirado, ya está pronta y esto es motivo de alegría para Mi Corazón, para la Vida eterna.

Que vengan aquí las auxiliadoras para celebrar junto a Su Esposo la comunión interna, antes de que su Maestro entre en Jerusalén para vivir Su agonía, que espero compartir con los que la acepten para que sea aliviada.

Pueden colocarse alrededor para estar cerca de su Señor, en este día en donde la alianza con el Cielo y la Tierra se establece y entre las almas y Dios.

Hoy Mi hija Amerisa representará a Mi Madre María y ustedes serán las mujeres de Jerusalén que estuvieron a los Pies de su Redentor, en Betania. Yo oficiaré este momento por ustedes y por el mundo a fin de que permanezca guardado en sus esencias este recuerdo, que les ayudará en el próximo tiempo, en la Nueva Tierra.

Y le di a Mi Madre el Santo Grial, para que fuera la Portadora de los Códigos Divinos de Mi Sangre e infundiera el poder de Mi Sangre en el mundo y de Mi Espíritu Redentor por donde Ella pasara.

Yo sostuve el pan, el que entregaría como Mi Cuerpo Espiritual y Místico a las santas mujeres, a fin de que vivieran la consagración con el Creador.


Hoy elevamos, Todopoderoso, esta ofrenda que es el testimonio inextinguible del Amor del Creador por intermedio de la Presencia de Su Divino Hijo. Siembra y deposita en estos elementos los Rayos poderosos de Tu Fuente Superior, a fin de que las almas sacien su sed, enciendan sus corazones en la alegría eterna de estar viviendo en Ti y por Ti. Amén.


Primero les doy Mi Cuerpo y Mi Sangre antes de la alianza, porque esta es la primera alianza con Mi Corazón y Mi Consciencia. Celebren este momento con alegría. Y quisiera que hoy cuando Yo parta de aquí, pudiera volver a escuchar su voz, porque sus voces hoy fueron una sola voz en la unidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Me agrada estar aquí, con los que son consecuentes Conmigo, con los que viven Mi mensaje y realizan Mi Obra en esta parte del mundo. Una Obra que es intangible, desconocida e infinita para toda la Creación.

Por eso las hago comulgar con Mi Cuerpo y con Mi Sangre, porque así, estoy haciendo comulgar a toda la humanidad de Mis Códigos de vida, de reparación y de cura para este planeta. Algo que nunca se extinguirá sino que perdurará a través de los tiempos cuando cada comunión sea simplemente verdadera (*)

Ahora que he completado Mi Voluntad, Me retiro de aquí en paz, sabiendo que en las almas buenas florecerán los talentos de Dios, los sagrados tesoros que darán la oportunidad de concebir en los espíritus, la Eternidad.

Yo las bendigo y bendigo a todos los presentes en perfecta Comunión con la Creación, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vayan en paz y den testimonio de Mi Palabra en el mundo, por medio de su ejemplo de conversión y de redención, y de un servicio amoroso por los que más sufren.

Ahora sí, consagradas a Mí, en la alianza perfecta con Mi Corazón, deleitaré Mi Corazón escuchando sus voces, afirmando nuevamente el himno de su consagración.

Les agradezco.

(*) Cristo llama a todas las auxiliadoras, cada una por su nombre.

Sábado, 24 de marzo de 2018

Sagrada Semana
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Bienaventurados los que creen en Mí porque por más que no Me hayan visto, han creído. Y esto tiene un precio incalculable para el tiempo final, para el gran día del Juicio Final.

Vengo con todos Mis Ángeles y Santos a dar honra y honor, gloria y exaltación a Aquel que todo lo creó.

Vengo como Su discípulo, pero también como Su siervo.

Mientras las puertas del Universo se abren para testimoniar en la Tierra, el triunfo de la Luz poderosa de Emmanuel, las tinieblas se movilizan y son derrotadas.

Yo Soy el gran apaciguador contra las fuerzas del mal, pero también Soy el triunfador ante las tinieblas, porque aquel que llama a Dios a través de Mi Corazón, con sinceridad y lealtad, no perecerá.

Podrán haber terremotos, los mares podrán subir, el fuerte viento podrá soplar y destruir todo lo que toca, pero aquel que cree en Mí y en su corazón hace fiel Mi Palabra, no perecerá. Porque Yo le daré la potestad de vencer al enemigo por medio de la fuerza y del poder del Amor, por intermedio de la Unidad, que es inquebrantable en las esencias que viven en Dios.

En esta Sagrada Semana que comienza, que no será igual a la anterior, en donde sus corazones y vidas vivirán una gran definición ante el Altísimo, un antes y un después sucederá. Y una nueva historia se escribirá en el Libro Sagrado de los Cielos.

Que el triunfo de los fieles se establezca. Que los tibios sientan calor en su corazón, para vivir dentro de Mi Fuego Universal y formar parte de Mis ejércitos del fin de los tiempos.

Mientras hablo, las Puertas del Universo aún se abren, como fue en la esplendorosa Aurora, para que la Divinidad del Padre descienda a la Tierra a través de los Coros Celestiales y de los ángeles servidores de Dios, que hoy detienen las tinieblas porque desciende Aquel que nos creó a Su imagen y semejanza, Aquel que siempre dio origen a la poderosa Fuente del Amor y de la Verdad.

Hoy vengo coronado por las flores de Mis discípulos y a Mis Pies recibo las ofrendas de los que han dado testimonio de Mi Amor en el mundo. Por eso, este acontecimiento no es usual.

Yo vengo a reunir a los que he convocado en otros tiempos, a los que vendrían en esta Era para testimoniar el retorno de Cristo en las naciones del mundo y en todos los pueblos y rincones de la Tierra.

De aquí deberán salir los nuevos Cristos, redimidos por Mi Amor, santificados por Mi Consciencia, elevados por Mi Espíritu, porque deberán ser los humildes entre los más humildes, los simples entre los más simples, los verdaderos entre los mentirosos.

Mi Ley deberá ser parte de sus vidas en este nuevo ciclo. Por eso he escogido para esta Sagrada Semana un número incalculable de tesoros celestiales, diría de Gracias inexplicables, para ser derramadas en sus espíritus, que se preparan para enfrentar el último ciclo de este agudo y durísimo Armagedón.

Pero Yo los quiero libres de sí mismos, para que Yo los pueda vaciar completamente y llenarlos con el Amor Sabiduría de Dios, que está siendo necesario en el mundo, sobre todo en los que más sufren, en los que padecen el error y el horror de las guerras.

Necesito que difundan Mi Divina Misericordia para que la Paz de Dios se pueda establecer. Cada Cruz bendecida en algún punto de la Tierra significa, compañeros, el retorno del Reino de Dios a la humanidad, como fue en el pasado con el pueblo que guió Moisés hasta lo alto del Monte Sinaí, en donde fueron recibidas las Leyes de la evolución y del despertar; lo que ustedes llaman “Sagrados Mandamientos”.

Por medio de Mi Amor Universal y Crístico, vengo a renovar todos los tiempos, a unir todas las leyes y todos los principios, por medio de la poderosa intercesión de Nuestro Padre Emmanuel, que hoy se hace presente desde Su Reino Celestial, contemplando a la Tierra y a esta parte de la humanidad reunida en Mi nombre, que viene a reconfirmar con su simple “sí”, el triunfo de Mi Sagrado Corazón en todas las esencias, como en todas las naciones, por intermedio de todos los orantes, devotos, consagrados y adoradores, como también a través de los más simples, de aquellos corazones silenciosos, que son imperceptibles y no se muestran al mundo.

Demos entonces comienzo, compañeros, a la gran ceremonia de la consagración, llamando a los nombres de Dios, a las claves sagradas, que traen para la Tierra el conocimiento y la renovación de los espíritus y, sobre todo, el establecimiento de la Ley del Amor.

Encendemos la Cruz.

Cantemos como una sola voz, compañeros y como un solo corazón, para que el Reino de Dios descienda a la Tierra.

(Elementos para bendecir...)

Mientras el corazón arde en el Amor de Dios, que el compromiso se encienda en sus almas y que sea revivido el reencuentro con el Creador, con todo lo que existe dentro de Su Universo Celestial y que da motivo a la vida y a la regeneración de la consciencia.

Que sea elevado hasta los Tronos del Padre esta simple ofrenda de la Sagrada Cruz de Emmanuel, a fin de que más espíritus en el mundo encuentren la redención y la paz, el despertar de su consciencia crística y la elevación de sus espíritus, en absoluta rendición a los Pies del Todopoderoso.

Mientras los ángeles de la Guarda se postran ante el Creador, que ahora sus corazones sean elevados en ofrenda hasta el Reino de Dios, para que, desde Su Divina Fuente de Gracia, de Cura y de Reparación, los poderosos e invencibles Rayos de Emmanuel desciendan a la Tierra, y el planeta y el Universo se unan en perfecta comunión, como un acto de reconciliación y de cura para las almas.

He venido en compañía del Arcángel Metatrón, quién bendecirá esta cruz en nombre de Nuestro Padre-Madre Creador. Venido directamente de la Fuente Primordial, derramará el Agua espiritual de vida, para que esta cruz sea bendecida y sea el símbolo del rescate universal de las esencias perdidas y caídas en los abismos de la Tierra, a fin de que por un instante, tan solo por un segundo, esta humanidad sienta en su interior el llamado del Creador.

Invocaremos Su Nombre. Llamaremos por Su Presencia, por la Presencia de Dios en el Nombre Sagrado de Emmanuel.

Alabado seas, Señor del Universo por todo lo que Tú creaste, para hacer vivificar en Tus criaturas el Amor del Creador.

Bendice Señor este momento, este lugar y todos los que se congregan alrededor de Tu Luz invencible, de Tu resplandecer y de Tu Fuego azul, a fin de que las esencias reencuentren el camino de la vida, la vida que los llevará a unirse en estos tiempos, a Tu Corazón, en donde encontrarán refugio, consuelo y cura.

Que las almas se eleven en ofrenda. Que los corazones se regocijen y se alegren, porque el Todopoderoso, Emmanuel, viene al encuentro a través de Su Amado Hijo y de todas Sus criaturas en la Tierra, de todos los que afirman la fe en su interior.

Bendeciremos este momento con los elementos y esta Sagrada Cruz, que a partir de este momento infundirá al mundo la Luz espiritual de Emmanuel. Y aquel corazón que aquí se postre, en arrepentimiento y entrega, será elevado por los brazos del Padre a Su Reino de Amor.

Señor, bendice esta agua, para que se esparza como luz espiritual, de redención y de cura, por medio de esta cruz, a los cuatro puntos de la Tierra.

Cristo pide orar el Padre Nuestro en portugués, en español,en arameo y en latín.

En esta mesa ofrecida por los peregrinos de la fe y los devotos del Amor de Dios, durante toda esta semana bendecida y sagrada por el Altísimo, será ofrecida la Comunión de la reconciliación y de la cura interior, para que los corazones estén prontos para todo lo que vivirán en los próximos tiempos, sirviéndose de este Sacramento, con todo el poder que él tiene, con toda la gracia que él concibe, con todo lo que él trae para la vida espiritual de cada corazón.

Sea entonces elevado este Sacramento a los pies del Altar de Dios y bajo la bendición de San Metatrón Arcángel y por intercesión de Sus ejércitos de Luz, de los Resplandecientes, sean instituido en este pan y en este vino, los códigos de la Pasión de Jesús, de Su muerte y de Su Resurrección, a fin de que los corazones reciban la asistencia que necesitan para enfrentar estos tiempos, por medio de la fe, de la confianza, de la convicción en Dios.

Por eso, después de dos mil años , su Maestro y Redentor celebra sobre esta colina, como lo fue en lo alto del Monte Calvario, la gloria de Su Pasión, de Su muerte y de Su Resurrección, venciendo nuevamente a aquel que causa el dolor, la angustia y la desesperación en los corazones de la Tierra, triunfando el Cuerpo de Cristo y la preciosa Sangre del Rey Universal.

Señor, hazte presente en todo lo que existe. Vibra con Tu Principio de Amor en cada corazón. Transforma todo lo que tocas y por medio de este Sacramento, reenciende la fe y el compromiso en Tus criaturas, a fin de que se cumpla Tu Voluntad.

Que en esta cena, en el recogimiento interior, las almas encuentren la esperanza y la alegría de servirte eternamente, sin ningún miedo, sin ninguna culpa, renovados por Tu Fuego de Amor y por Tu Luz de esperanza. Amén.

Y ahora que esta Cruz les servirá de escudo y de protección y Brasil recibe como don espiritual la protección de Emmanuel, que esta Cruz sea venerada como el triunfo del Reino de Dios en esta parte del planeta.

Que los que más necesitan de la Luz de Dios puedan llegar aquí para que también sean renovados, como ustedes hoy son renovados, en esta comunión interna con Mi Espíritu.

Sientan ahora esta Luz de Emmanuel en su interior y cómo se refleja en ustedes el Espejo de Su Amor, de Su Luz y de Su Unidad, renovando todo lo que existe y todo lo que fue creado por Su Divino Pensamiento.

A las puertas de esta Sagrada Semana y en este momento de unión con Dios, realicen internamente ante Mi Sagrado Corazón, la petición, lo que tanto aspiran que se realice en sus vidas después de estos sagrados encuentros con Mi Corazón Glorificado. Los escucho interiormente.


Que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.

Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.

Que la palabra sea viva y construya Tu templo.

Que se expanda en nosotros Tu misterio

y que se revele al mundo la verdadera existencia

para que podamos reunirnos en Tu Nombre

y glorificar la perfecta Unidad.

Amén. (x2)


Mientras las estrellas del Cosmos registran este acontecimiento, que sus corazones, vidas y consciencias hagan memoria de este momento, a fin de que esta experiencia de amor retorne a sus orígenes algún día.

Sean consciencias renovadas por los Dones de Dios y que este momento solo sea una Gracia, no solo para sus vidas, sino también para el mundo.

Agradezcamos a Dios por este momento. Porque hoy, si sucede esto aquí, es porque es Su Voluntad. Una Voluntad infinita y desconocida por el mundo, que viene a traer a la Tierra la Verdad.

Que se eleven sus corazones en este ejercicio de reconciliación para que muchas más almas reciban lo que necesitan y el Espíritu Consolador de Dios ingrese en todas las esencias, a fin de que reine Su Paz.

Yo los bendigo y los dejo con la Luz de Emmanuel para que siempre esté presente en sus caminos, afirmando Su Divina Voluntad y la concreción de Su Proyecto.

Que este símbolo de Redención y de Luz se plasme en sus vidas y en todo el planeta.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (x3)

Les agradezco por estar hoy Conmigo y por estar Conmigo en los próximos días que vendrán, en perfecta unión y comunión con la vida.

Les agradezco.

Viernes, 23 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE SAN PABLO, HACIA EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Sigo camino hacia el encuentro de las necesidades planetarias, hacia el encuentro de las almas que más necesitan de Mi Corazón en este tiempo.

Compañeros, acompañen a su Maestro por esta nueva senda de Luz que los ayudará, como hermanos, a disolver las apariencias, las diferencias y los conflictos.

Caminen a Mi lado con la linda sonrisa del espíritu, para que todo en su interior sea curado y redimido.

Anímense a trascenderse a sí mismos y a ingresar en esta escuela del amor curador para que sus corazones sean aliviados.

Los animo al cambio de la consciencia para que sus corazones sirvan al Creador de todo lo que existe.

Les dejo Mi Paz y Mi Amor renovador.

Sigan adelante y en estos días esperen la llegada del Rey Universal.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Jueves, 22 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mis Palabras de Luz caerán en estos días como gotas de sangre, y será tan semejante como al momento de la Pasión dolorosa de su Señor.

Cuando eso suceda, deberán estar postrados ante Mi Corazón, porque su Maestro no solo transmutará el dolor humano y planetario durante los días de la Sagrada Semana, sino que también cada palabra que pronunciaré estará llena del Amor y de los méritos alcanzados por el Redentor.

Que Mis Palabras de Luz los guíen y, al mismo tiempo, los conforten.

No pierdan ni una Palabra de su Señor, porque la preciosa Sangre del Cordero estará siendo nuevamente ofrecida al Padre por la expiación de los hombres ingratos.

Solo les pido que Me acompañen con consciencia, amor y ardor en el corazón.

Solo les pido que se entreguen a Mí, para que Yo Me pueda entregar al mundo en Misericordia y Perdón.

En este tiempo vengo hacia ustedes diferente a otros tiempos, trayendo entre Mis Labios la Palabra Divina impregnada con preciosos códigos lumínicos de la Fuente. Es así que nada, absolutamente nada, se desperdicia.

Sé que muchos esperarán con fervor que Yo les hable a lo más íntimo del corazón para que ustedes sepan en qué punto se encuentra su redención y entrega.

Renuncien en esta próxima Sagrada Semana y reciban Mis impulsos de Amor como las señales verdaderas, las que les indicarán el próximo paso.

Para eso, estén atentos, despiertos y no dormidos físicamente, porque Mis Sagradas Palabras de Luz estarán siendo divinas gotas de Sangre que lavarán sus cuerpos, purificarán aún más sus mentes e iluminarán sus espíritus, así como lo espero, cumpliendo la Voluntad de Mi Padre.

Regocíjense en Mí.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Miércoles, 21 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Su Maestro se prepara en estos días para volver a derramar los códigos espirituales de Su Divina y Preciosa Sangre, a fin de establecer en la humanidad la urgente recuperación de los principios de la divinidad, de la lealtad y del bien en las almas.

Por eso, cada alma que se coligue Conmigo* durante los días de Mi Dolorosa Pasión, que en verdad comenzaron el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección, recibirá de Mi Consciencia los impulsos que le ayudarán a sostener, junto Conmigo, esta próxima y cercana fase crítica de la humanidad.

Para eso, vengo a pedirles a todos los Adoradores que ofrezcan, al menos una vez al día, una adoración a Mi Corazón Eucarístico o una unión interna con Mi Sagrado Corazón durante quince minutos para aquellos que no tengan un lugar donde adorar.

Así, acompañarán a su Pastor en esta sagrada preparación espiritual que intentará poner el fin definitivo a muchas barbaridades que suceden en el planeta.

Prometo, ante Mis compañeros, hacerles sentir el significado interior de Mi Dolorosa Pasión para que, con los mismos sentimientos y percepciones que su Maestro vivió durante la Agonía, puedan servirse de los Méritos alcanzados por su Señor hasta Su Muerte en la Cruz.

Quisiera, especialmente de los consagrados, una unión verdadera con Mi Espíritu, porque Él actuará durante los próximos días para ayudar a las almas.

Solo les pido que intenten sentir Mi Corazón.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

 


*Nuestro Señor nos pide que desde el 22 de marzo hasta el 1.º de abril, Domingo de Pascua, nos unamos a Él durante quince minutos adorando Su Santísimo Cuerpo Eucarístico o contemplando alguna de Sus Sagradas Faces: Cristo Jesús Glorificado, Jesús Misericordioso, Sagrado Corazón de Jesús, para acompañarlo durante la Sagrada Semana.

Martes, 20 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que la Palabra de Dios sea escuchada por los corazones abiertos y simples, para que se siembren en ellos los atributos del Universo y los Dones del Cielo.

Que la Palabra de Dios enriquezca al espíritu y santifique la consciencia que escucha con atención los Decretos de Dios.

Que la Sagrada Palabra de Dios impregne todos los espacios, todas las formas y todos los principios, para que reine el Don de la Sabiduría y del entendimiento.

Que la Palabra de Dios esté presente en cada labor, en cada trabajo y en cada corazón, para que en todo exista Luz y discernimiento.

Que la Palabra de Dios sea plena en los corazones y viva en las consciencias que escuchan a Dios.

Que la Palabra de Dios sea reconocida y valorada por las naciones del mundo, a fin de que se establezca la paz.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Lunes, 19 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hijo consagrado:

Renuévate en este día y celebra por estar formando parte de la Obra de Misericordia y de Amor de tu Redentor.

Renuévate en tu interior confirmando los votos internos que tú has hecho ante tu Maestro y Señor, y no te preocupes por nada, porque si Yo formo parte de tu vida y de tu existencia, tienes que creer para siempre que todo, absolutamente todo, está bajo Mi soberano Poder y que nada semejante a tu Señor podrá interferir.

Por eso, con los ojos llenos de alegría y de luz, celebra, hijo Mío, este día de confirmación y de reconsagración a Mi Paterno Corazón. Que esta afirmación interior permita construir en ti el nuevo propósito y que ese propósito pueda abrazar a más corazones.

En este día de renovación para cada consagrado que no exista el temor, la duda o la falta de fe.

Que cada alma consagrada sepa que siempre deberá hacer lo mejor para que triunfe el Corazón Sagrado del Maestro, para que más puertas inciertas en el mundo sean cerradas por medio de la íntima comunión de los espíritus con el Salvador del mundo.

Que este día sea motivo de celebración, y no de angustias, de esperanza, y no de amarguras.

Que cada alma que se ha consagrado al Redentor mire con ardiente aspiración hacia el firmamento y que, en algún punto del espacio sideral, encuentre el retorno de Cristo, primero en su corazón y segundo, en este planeta dolorido.

Que hoy cada consagrado ofrezca su consagración y sobre todo su corazón humano para ser depositario de nuevas virtudes y Gracias, para que esta Orden de amor y de hermandad, que preciosamente he fundado, reciba la Gracia de nuevas vocaciones, del despertar de nuevos talentos para estos tiempos, en los que deberán reinar el amor y la paz universal.

Reciban de su Maestro la bendición paternal para que cada alma consagrada en este día vuelva a decirle a Mi Corazón: “Mi amado Señor, aquí estoy para servirte, para cumplir Tu Voluntad”.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Domingo, 18 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuanto más cansados y exhaustos están Mis discípulos por trabajar permanentemente para Mí, es señal de que con esa ofrenda Yo puedo salvar muchas vidas y rescatar miles de almas de las perdiciones diarias.

Cada esfuerzo y sacrificio ofrecido al Señor, por más pequeño que parezca, es reconocido por el Universo, porque el valor no está en lo grande o en lo pequeño, sino en lo verdadero y en cómo se ofrece con amor cada servicio a Dios.

Por eso, los animo a amar el sacrificio y a hacerlo parte de la consciencia apostólica de cada ser, porque eso equilibra grandes situaciones que están desequilibradas en el planeta.

Anímense a seguir por este camino porque nunca les faltará el descanso, el reposo y la recuperación.

Cada acción de amor ofrecida al Cielo tiene valores incalculables para la humanidad.

De esa forma, sus espíritus pacificadores estarán presentes en cada paso y nuevamente al mundo se le concederá un tiempo mayor de misericordia y de paz.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Sábado, 17 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por medio de la formación espiritual, educacional y académica de Mi Orden, consagrada hace ya casi nueve años, Yo podré civilizadamente ser aceptado por el mundo y por los hombres cultos, los que no creen que en Mis nuevos apóstoles exista fuente de instrucción.

Cuando le pedí a Pedro que fundara Mi Iglesia para los tiempos futuros, también le pedí que se formara, eso fue con el propósito de que Me representara en la Tierra como sucesor de Cristo.

Hoy, en estos tiempos tan acelerados, vengo para pedir la continuidad de la formación espiritual, educacional y académica de toda la Orden, a fin de que cuando Yo ya no pueda estar más presente entre ustedes, las naciones, los gobiernos, los diplomáticos, los presidentes y las religiones del mundo den un espacio espiritual y físico para que los Míos puedan testimoniar Mi Presencia y que exista, dentro de las leyes de la Tierra, una real aceptación de la misión espiritual que Yo he venido a cumplir durante estos años entre ustedes.

Por eso, es de gran importancia para Mí, que Mis fieles colaboradores y seguidores ayuden en este tiempo en la formación de los consagrados y, sobre todo, faciliten los medios y los recursos materiales para que estos hermanos suyos puedan representarme dignamente en el futuro que llegará.

Eso ayudará de gran manera para que la Obra de la Misericordia que llevo adelante en este lugar del mundo, y por medio de los Centros Marianos, pueda ser reconocida como un lugar propicio y seguro para la devoción, la oración y la comunión de las almas con Mi Sagrado y Glorificado Corazón.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Viernes, 16 de marzo de 2018

El Sagrado Llamado
Aparición de Cristo Jesús Glorificado durante el Sagrado Llamado, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

¡Qué alegría siente Mi Corazón al ver las obras realizándose, así como Mi Padre lo había previsto!

Después de haber caminado por los desiertos y por los Andes, retorno a Mi casa para encontrarme con Mis discípulos y volver a refundar las bases espirituales de la Obra Divina.

Con tranquilidad interior, hoy puedo estar cerca de ustedes para hacerles sentir Mi confianza y la grandeza del Amor de Dios, que es lo que renueva todo, de tiempo en tiempo.

Hoy vengo a presentarme a ustedes antes de que ingresen de lleno a Mi Sagrada Pasión. Después de esta cuaresma, muchas más cosas se desatarán en el mundo porque está llegando la hora de Mi regreso. Y no serán solo uno o dos los que me verán, sino millones, en Presencia viva y resplandeciente.

Mientras tanto, sigan rezando con fervor a Mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de Mi Madre; porque el Reino de Dios está próximo, después de este ciclo de caos en el cual el mal será juzgado por todos sus errores, por todos sus cometidos y por todas las almas que han perdido la dignidad espiritual ante el Creador.

Por eso, cada cosa que hagan dentro de Mi Obra Espiritual y Divina, es imprescindible para Mí. Es un paso más que Yo estoy dando al lado de ustedes impulsándolos a caminar por este sendero para la concreción del Plan.

Aunque la desesperación en el mundo o dentro de ustedes pueda ser muy grande, confíen en Mí.

Aunque todo se derrumbe dentro de ustedes, a su alrededor o en sus familias, confíen en Mí.

Aunque todo parezca que no tenga salida ni ninguna solución, confíen en Mí.

Aunque estén pasando por el mayor desierto y no sepan cómo atravesarlo, aunque el alma esté seca sin el Agua de Vida, confíen en Mí.

Aunque no crean que podrán superarse a sí mismos o trascender sus resistencias, confíen en Mí. Porque Yo siempre les daré la respuesta, les mostraré el camino y les indicaré la salida para cualquier cautiverio interior o espiritual.

Solo basta, compañeros, que confíen en Mí y Yo podré manifestar Mi Voluntad en ustedes. Porque ha llegado la hora de que vivan definitivamente su misión espiritual, aquella misión que se comprometieron a vivir Conmigo durante los tiempos pasados y que, en este tiempo y en este ciclo, se vuelve a presentar ante sus vidas, para que la puedan recordar y realizar.

Por todos Mis padecimientos, Yo los salvaré. Por todos los martirios y por todas las Llagas, Yo los salvaré.

Deben confiar en Mi Poder Celestial, porque así podrán entregarme sus vidas para todo lo que Yo espero realizar en sus corazones como instrumentos de la luz.

Yo siempre traigo Conmigo el Gobierno de Mi Padre, en donde existe la Verdad y la realización de la vida espiritual. Por medio de ese Gobierno Celestial, Yo concreto los designios de Dios en la Tierra y traigo para las almas el universo de las oportunidades, en donde todos pueden vivir su misión, aún que no lo parezca.

A través de la nueva Sagrada Semana, Yo vendré a prepararlos para el nuevo tiempo, diferente de todo lo que han vivido hasta ahora. Quisiera que pudieran saber que intentaré hacer todo lo posible en cada una de sus vidas, a su alrededor y en sus proyectos de vida; porque Mi deseo ardiente es que puedan estar Conmigo todo el tiempo, sobre todo en este ciclo en el que el planeta se agrava por la densidad de la humanidad y, sobre todo, por sus acciones crueles.

Por medio de sus almas y de su confianza en Mi Corazón, Yo podré llevar la paz al mundo y será una paz tan visible y verdadera, que cualquier alma que se aproxime a ustedes la sentirá. Porque les digo: “Quien confía en Mí está en comunión eterna Conmigo, tanto en la Tierra como en el Cielo”.

Que sus corazones, hijos Míos, sean mansos en estos tiempos, porque la mansedumbre deberá colmar el planeta y más allá de las naciones. Que el fuego de su oración por las naciones del mundo sea inextinguible, eterno e infinito a fin de que triunfe la Madre de Dios.

Vengo ahora y en este tiempo, todos los días, a estar más cerca de ustedes para que puedan vivir Mi Mensaje, para que puedan cumplirlo y realizarlo sobre la superficie de este planeta, a fin de que aún existan columnas de luz que puedan iluminar al planeta, y sobre todo, a las naciones en grandes conflictos.

Mi Corazón se prepara por segunda vez, después de Ruanda, para volver a África a fin de llevar al Cielo a todos los que padecen en el purgatorio terrestre. Esto será también parte de su misión por los méritos alcanzados en Mi Pasión, por la Sangre y el Agua derramada de Mi Costado en la Cruz.

Y por último, llegaré a Asia como también a Oceanía, para terminar de concretar el pedido que Mi Padre Me ha hecho. Cuando estén viviendo ese momento deberán recordar que después de eso estaré retornando, en el momento más agudo de la humanidad, en donde todo parecerá perdido.

No deberán perder la fe del corazón ni la confianza en Mi Espíritu. Por eso, en estos últimos tiempos, vengo a sacramentarlos con Mi Divinidad. Vengo a abrir las puertas para nuevas consagraciones, según la capacidad de cada alma, según su entrega y disponibilidad ante Mi Corazón Misericordioso.

Todos pueden vivir la consagración según su despertar y su unión con Dios. No importa como sea, para Dios solo importa que sea verdadera y que trabajen esta consagración verdadera todos los días; sabiendo que están sacrificando sus vidas por un Plan mayor y desconocido, que algún día se cumplirá en esta Tierra, cuando lleguen los mil años de paz.

No quisiera ver sus ojos tristes o sus miradas caídas. Crean que está próximo el fin de su cautiverio. Crean en la liberación interior y en el poder de Mi Sagrada Sangre, que sigue siendo derramada por los Ángeles de Luz, para repoblar la Tierra de Códigos universales que puedan santificar a las almas y redimir a todas las vidas.

El Sagrado Cáliz estará durante los días de Mi Sagrada Pasión; para que, desde la ciencia inmaterial, espiritual y simbólicamente, cada uno de ustedes lo pueda sentir en las manos y beber de ese compromiso, que es fuente de renovación y de esperanza.

El Sagrado Terafín de Dios irradiará al mundo los méritos alcanzados por su Maestro y Señor hace más de dos mil años atrás. Y así, no existirá el pasado, porque su Rey y Redentor unirá los tiempos y los espacios para que todos ingresen en consciencia a los hechos vividos por su Señor, por su Divina Señora, por todos Sus Apóstoles y hasta por Sus santas mujeres.

Cuando crucen este umbral junto a Mí y revivan en la Tierra Santa de Dios los hechos de la Pasión del Señor, los testimonios y los milagros de amor; crean compañeros, que cruzarán la puerta de este salón siendo otros para siempre, siempre y cuando confíen en Mí a pesar de las tempestades espirituales de estos tiempos.

Vendré en esta próxima Sagrada Semana, no solo a bendecir la Cruz de Emmanuel, para que un punto más sobre el planeta reciba directamente al Reino de Dios, pera esta vez sobre la Colina; sino que también vendré como el dulce Maestro, como el simple Rey, como el humilde Pastor, para decirles cara a cara, que es lo que necesito de ustedes en este último tiempo, antes que se desarrolle el Armagedón.

Muchos no conseguirán estar a Mi lado cuando llegue ese momento, pero con los que estén a Mi lado, en plena confianza y gratitud, cumpliré Mi Proyecto y realizaré las Obras de Dios hasta que se instituyan los mil años de paz en todo el planeta.

Solo les pido que sigan a Mi lado, en confianza y gratitud, porque así Yo podré transformarlo todo y nadie quedará para atrás.

Para que vean cuán grande es Mi Amor y Mi Gracia por las almas del mundo y qué lleno está Mi Corazón de la Misericordia de Dios que, a veces, no consigo derramar los Rayos de la Gracia sobre todos Sus hijos.

Vengo a testimoniarles con Mi Presencia, la consagración de nuevas discípulas Mías, imitadoras de las Santas Mujeres de Jerusalén que, en esta próxima Sagrada Semana, prepararán los espacios para su Señor hasta el momento en que Él entre en el Sepulcro para hacer ungido por las manos de Mis discípulas de estos tiempos y así, volver a resucitar en los corazones valientes que Me han dicho sí incondicionalmente.

Hoy, quisiera también dar una Gracia especial a una familia que ha concebido en su interior el espíritu de la cristiandad y a la formación espiritual de una vida evolutiva, según los patrones del universo y de la Voluntad de Mi Padre. Hoy, a estas simples personas, Yo les lavaré los pies en representación de Mis sacerdotes, para traer así a la Tierra una Gracia más del Cielo, en esos corazones que representan a muchas más familias que necesitan de la Divina intercesión de su Señor.

Intento decirles todo lo posible en poco tiempo, pero Me tendrán presente en la Sagrada Semana, un momento único e irrepetible en este ciclo para cada una de sus almas.

Bienaventurados serán los que estén aquí Conmigo durante la próxima Sagrada Semana, en la que los prodigios y los milagros de Dios serán visibles entre sus corazones y el Santo Espíritu de Dios vendrá, como en Pentecostés, a colmar a los espíritus de sus sagrados dones. Confíen que eso será así y se realizará, porque es el deseo ardiente de Mi Padre y la súplica de Mi Corazón.

Hoy vengo mostrando al mundo Mis cinco principales Llagas, las Llagas de la Glorificación del Señor, las Llagas que se transfiguraron y se iluminaron durante la Ascensión de su Señor. Y estos mismo Códigos, estas mismas Gracias y estas Misericordias, hoy retornan al mundo para ser depositadas en confianza en los corazones de todos los que dicen sí.

Traedme agua para bendecir los pies y consagrar los caminos de los que hoy he escogido en representación de muchos más. Traedme aquí a los corazones de oro, para colocarlos en el corazón de Mis nuevas siervas y para que todos vivan, en este momento, la renovación de la consagración interior.

Preparen debajo de este escenario cuatro sillas con lavapiés, para que esta familia reciba el Sacramento. Hoy, Yo presenciaré este momento porque Mi Padre Me lo ha pedido. Esto significa que estaré trabajando con las consciencias de las familias del mundo, sobre todo con aquellas familias que se han separado y dividido por la falta de amor y de compasión.
 

    Fray Elías del Sagrado Corazón: 
    Incienso.

 

"Señor del Amor, Padre de la Compasión y de la Misericordia, bendice todos estos elementos a fin de que Tus Gracias extraordinarias e inexplicables se extiendan en estas almas que hoy serán santificadas por Tu Espíritu, renovando ante Tus Tronos Celestiales el voto de la consagración definitiva a Mi Sagrado Corazón. Que así sea.

Señor del Universo, Padre de la Gracia y de la Piedad, infunde Tu Espíritu Sagrado en todo lo que has creado, a fin de que las almas te reconozcan en cada espacio de esta Creación. Amén".

Cuando un corazón se consagra, una luz se enciende en el mundo, y Mi Obra de Misericordia se expande en la Tierra. Este es el símbolo de los corazones que se consagrarán a Mi Corazón y persistirán por Mí, a pesar de lo que acontezca.

Padre, así como Te dije una vez en la Cruz: “En Tus Manos encomiendo Mi Espíritu”; hoy Te encomiendo, Padre, a todos los que siguen Mis caminos, a todos los que luchan por la concreción de Tu Divino Plan.

Y renovando este momento, santificando a todas las cosas, vuelvo a recordarles el importantísimo momento de la última Cena.

Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados.

Tomen y beban, esta es Mi Sangre, la Sangre de la Nueva Alianza que es derramada por Su Maestro y Señor, por todos los mártires de todos los tiempos y de los últimos tiempos, para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi Memoria, hasta que su Maestro y Señor retorne al mundo para santificar al planeta, y celebrar la Cena de la gloriosa Reconciliación, del triunfo de la Luz sobre el mal. Amén".

 

    Fray Elías del Sagrado Corazón:    
    Las nuevas auxiliadoras pueden subir aquí para la Consagración.
   Que el Señor las bendiga en esta nueva etapa de sus vidas.

 

Hijas Mías, que la fuerza interior nunca les falte. Que el fuego de la devoción por Mi Corazón nunca se acabe y que se establezca la templanza en sus vidas, a fin de que se irradie al mundo la Misericordia infinita de Mi Corazón.

Todas las familias del mundo sean bendecidas.

Que la unidad y el amor se establezca en todos los matrimonios que se hayan separado.

Que los niños aprendan de sus padres la Sagrada Ofrenda de Dios, la donación permanente y espontánea por la realización del Reino de Dios.

Que los sufrimientos sean aliviados.

Que reine la reconciliación y la paz.

Que rebrote en el seno de las familias la esperanza, a fin de que todas las familias del mundo, como la Sagrada Familia de Nazaret, reciban para siempre el don de la alegría, por estar sirviendo a Dios, su Creador. Amén.

Y ahora que he sido testigo de los milagros infinitos de Dios, en casos tan imposibles como en las familias del mundo, quiero que alcen sus voces para que, junto a Mí, lleguen al Reino de los Cielos y más Gracias de reparación y de cura lleguen a más corazones en el mundo, a fin de que se establezca la Paz, el Amor y el Bien entre los seres.

Cantarán para Su Señor “Tú eres el Rey”, en profunda devoción y alabanza.

Les agradezco por estar Conmigo en esta sagrada preparación. El Señor los bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy les agradezco por estar con Mi Corazón.

Jueves, 15 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Compañeros Míos:

Que nada que provenga de ustedes mismos los sorprenda, porque así como verán mostrarse lo más oculto del hermano, así verán emerger de ustedes lo que está más escondido. Y que eso no sea motivo de habladuría ni de comentarios entre Mis discípulos, porque llegó el tiempo en que la puerta del calabozo será abierta para que se haga una limpieza profunda de la consciencia, a fin de liberarla de sus constantes errores.

Animados por Mi Espíritu Sacerdotal entrarán y se sumergirán dentro de ustedes, en oración, para liberar todo lo que ya está viejo y no forma parte de Mi Plan.

Tal vez sientan un dolor interior insoportable, pero sepan que lo más resistente y duro estará siendo quebrado por Mi martillo de Luz para que, de esa cáscara, surja el espíritu pacificador, aquel espíritu de la verdad de cada ser que antes estaba encarcelado por los aspectos de la vida.

Sé que a la mayoría se les dificulta enfrentarse a sí mismos y ver la verdad, pero sean valientes, como su Maestro y Señor fue valiente para poder superarlo todo en el amor.

Que no les falte el amor en ese momento, porque el amor es el que los liberará de esas cadenas, de esos calabozos de la consciencia, de todas las prisiones internas.

Abran sus brazos y dejen que el Rayo Liberador de Mi Corazón los impregne, a fin de establecer dentro de ustedes un nuevo ser, así como el Padre lo pensó desde el principio.

Solo sean valientes y así alcanzarán la paz.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Miércoles, 14 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Vengo en este ciclo para descalzar las sandalias de Mis discípulos y, al igual que en el pasado, lavaré los pies de todos los Míos, purificándolos con Mi Fuego, sublimándolos con Mi Consciencia, retirando de cada uno de ellos lo que no Me sirve más.

Por eso, cuando les toque el lava-pies, prepárense, porque será la hora de la gran rendición y de la victoriosa derrota. Ese será el momento en el que serán más purificados e ingresarán dentro de la corriente de Mi Fuego, para poder expurgar lo que ya está vencido y viejo.

Así, Yo los mantendré preparados para Mi retorno, sobre todo para la última parte de la Obra que deberá cumplirse al pie de la Sagrada Escritura de Dios.

Si ya están sintiendo que dentro de ustedes se está removiendo la gran resistencia interior y que ella hace lo imposible para no ser derrotada, les digo: no tengan miedo, el fin del cautiverio humano está próximo y conocerán la libertad.

Por más que duela perder el control de todo, el quererlo todo o el ansiarlo todo, ríndanse a Mis Pies, porque como Buen Pastor estaré incansablemente a su lado para levantarlos del suelo de sus amarguras y penas, cuantas veces sea necesario.

Lo único que les pido es que confíen en Mí, porque a pesar de la temible tormenta o tempestad que puedan estar atravesando en este tiempo, sepan que Mi Sagrado Espíritu del Amor siempre está allí, a la espera de que Me llamen, a la espera de que Me invoquen, para que Yo tenga el permiso interior de interceder.

No bajen los brazos, el Universo necesita de discípulos despojados de sí y de todo. El Universo necesita de almas capaces de vivir, más allá de sí, la Divina e Insondable Misericordia por los que en verdad son más miserables y están dentro de esta humanidad.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro del Amor, Cristo Jesús

Martes, 13 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Madre Santísima reúne en este tiempo a los que se autoconvocaron para servir al Plan de Dios.

Por otro lado, Mi Madre busca la redención del mayor número posible de consciencias, las que aún no dieron ningún paso, pero que están en el momento y en la energía para poder hacerlo.

Es así que, a través de la Obra de redención del Divino Hijo, quien no lo pueda hacer será impulsado a dar el salto significativo de su vida.

Llegó el momento de abrazar el llamado y de hacerlo parte de sí, todos los días. Eso ayudará a elevar la consciencia de los servidores, para que, al final de todo, sean colaboradores incondicionales y se lo demuestren al mundo como una parte de la Victoria de Cristo.

En este tiempo todo será conducido a fin de que nazcan en la Tierra los Nuevos Cristos, los que poblarán el planeta con nuevas enseñanzas y experiencias de amor.

¡Les agradezco por colocar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Lunes, 12 de marzo de 2018

Mensajes mensuales
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Todo lo que les pueda decir o revelar el Universo a través de la Instrucción, los llevará a la Verdad y sus ojos no estarán ciegos; al contrario, por medio de la Instrucción divina ustedes conseguirán ver una parte y un poco más, de lo que normalmente pueden ver.

Así podrán estar a la altura de los acontecimientos y, con espíritu de premeditación, sabrán qué hacer y de qué manera proceder.

De esa forma, sabiendo todo lo que el Universo les revela por medio de la Instrucción, ustedes caminarán firmes y, por más que en algún momento esa instrucción parezca extrema para la vida de un ser y para la definición de una consciencia, aprenderán a agradecerla todos los días, por no estar ausentes o lejos de la Verdad que solo intenta colocarlos en un nuevo escalón del despertar.

Sepan, entonces, amar la Instrucción como ella es y podrán estar preparados para recibir y escuchar nuevas revelaciones, las que en estos tiempos solo intentarán colocar a las almas en el camino correcto de la definición y de la entrega.

A pesar de todo, la humanidad ya fue muchas veces advertida de que llegaría el tiempo en que el propio Tiempo de Dios separaría la paja del trigo y todo sería dicho.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Siempre los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Domingo, 11 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando un corazón se quiebra por dentro es señal de que la Ley de la Liberación Interior se está cumpliendo.

Por eso, en este día, deja tu corazón abierto para que, como otros, él esté disponible para que caigan las estructuras y se quiebren todas las formas.

Deja tu corazón disponible para todo lo que él deba vivir, porque así permitirás que fluyan en ti las Leyes Universales, las que ordenarán tu vida y ajustarán tu consciencia.

Que tu corazón encuentre la liberación necesaria de todo lo que obstaculiza el libre caminar del discípulo de Cristo.

Deja que tu corazón conquiste el vacío de sí para que pronto pueda ser llenado por el bálsamo de la Misericordia de Mi Corazón.

Ríndete como si nada más tuviera sentido y así encontrarás la puerta de salida que te conducirá por el camino de la esperanza y del Amor Mayor.

Deja que todo dentro de ti encuentre un sentido, una realización pensada por Dios, pero que no está bajo tu poder humano.

En este sentido, permite que la Obra del Amor actúe dentro de tu ser, a fin de que en el próximo ciclo seas lo que en verdad todo el Universo espera que seas.

Sigue Mis Pasos de Luz.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Sábado, 10 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En el silencio de Mi Corazón y en la quietud de Mi Alma contemplo todas las cosas e intento que encuentren su camino correcto. Hay algunas de ellas que hacen sufrir a Mi Corazón, sobre todo cuando no existe consciencia ni determinación para poder llevar adelante los grandes cambios.

Así, Yo encuentro los lugares que he consagrado como abandonados; lugares en donde antes existía la energía divina y que ahora, por alguna razón, no está.

Esto demuestra, para Mí, la falta de consideración o la ausencia de valor para con las cosas que vienen de la Gracia, ya que fue la propia energía de la Gracia la que concedió maravillas y milagros en los lugares santificados.

Cuando un lugar consagrado por Dios se descuida, es por la pérdida de amor que existe a todo aquello que una vez se recibió, y eso, primero se refleja en la consciencia.

De esa forma, la Jerarquía Celeste espera que la consciencia que podría estar descuidando la energía divina, que es un tesoro del Cielo, pueda algún día despertar y reconocerlo.

Pero cuando no hay verdadero interés o ardiente devoción todo se vuelve difícil y, poco a poco, los grandes defectos del descuido comienzan a notarse en todos los detalles y en todos los lugares.

Solo la Jerarquía espiritual tiene la potestad de rehacer todas las cosas, ya que, en un sentido oculto, hay espacios ya consagrados que no pueden perderse.

Por eso, vengo a levantar con Mis propias Manos lo que está caído; vengo, en el amor, a erguir nuevamente lo que ya está en el suelo.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Viernes, 9 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LIMA, PERÚ, HACIA SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Concentra tu atención en Mi Corazón, que es el predilecto refugio de las almas simples y amorosas.

Unido a cada una de ellas, su Maestro y Señor hace prodigios, porque, así como las almas buenas entran en Mi Corazón, Yo puedo comulgar de las almas humildes.

El primer paso es sentirte dentro de Mi plenitud celestial.

El segundo paso, para estar en Mi Corazón, es reconocer el Océano de Mi Misericordia porque allí todo se lavará y estarás purificado.

El tercer paso es perdonarte a ti mismo o al semejante y establecer, así, un acto de reparación capaz de disolver los sufrimientos humanos para que reine el Amor de Dios.

Entra en Mi Corazón en confianza y, allí, todo se aclarará desde el primer momento.

Siéntete partícipe de la Obra de Mi Misericordia para que, por medio de tu alma, esa Obra de Misericordia y Redención se refleje al mundo.

Decídete, ahora, a permanecer en Mi manso Corazón y Yo te abrigaré y te protegeré de las tempestades del espíritu.

Comulga Conmigo en este día y siéntete renovado por la acción poderosa del Espíritu Santo.

Ten mucha fe.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice y los absuelve,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Jueves, 8 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LIMA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hijo:

Sé parte de una Hermandad Celestial formada por Seres de eterno e incondicional servicio a Dios.

Esa Hermandad conformada en el Universo aún es un misterio no develado; es la Hermandad de los eternos Corazones Servidores, la que Me acompaña día y noche a fin de establecer el despertar de la consciencia y de la misión de cada criatura.

Sumérgete en el Espíritu de esa Hermandad porque así conocerás, algún día, el propósito de tu existencia y, sobre todo, la realización de la Obra Redentora en esta superficie.

La Hermandad del Universo es un principio de Amor y de servicio a los Designios mayores.

Hoy te presento a esta antigua Hermandad, la que, silenciosa, trabaja por la protección espiritual de este planeta, la que responde a Mis comandos cuando su Señor y Maestro lo indica.

Sé parte de esa Hermandad de humildad y de servicio, para que en tu espíritu interior se construyan los mismos patrones de Unidad que la Hermandad vive en el Universo; así encontrarás la puerta correcta para poder cruzarla y comulgar del Espíritu Sagrado de la Hermandad.

Que la Hermandad sea el mensaje principal para los que despiertan y para los que ya despertaron; porque por medio del Espíritu de la Hermandad las almas estarán en contacto con el Universo y, así, serán fieles colaboradoras del Plan de Amor y de Redención de estos tiempos.

¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Miércoles, 7 de marzo de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE QUITO, ECUADOR, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Retorno en esta época para terminar de preparar a Mis apóstoles de los últimos tiempos.

Vengo, en este ciclo, con la intención definitiva de terminar de cerrar el último grupo de Mis rebaños para que Me acompañen hasta el final, hasta terminar de preparar el retorno glorioso de su Maestro y Señor.

Mientras tanto, vengo para pedirles a Mis compañeros una disposición inmediata, capaz de responder a las urgentes necesidades de estos tiempos, en los que todo se desatará para definir las últimas piezas del Plan.

En este ciclo, esa disposición inmediata ayudará en la rápida elevación de la consciencia humana y, sobre todo, llevará a que las almas se den cuenta de que los tiempos cambiaron y que ha llegado la hora de abrir los ojos para lo que vendrá desde el firmamento y quedará marcado como señal.

Es momento de que los últimos soldados terminen de despertar.

Vengo con ese propósito porque será urgente e imprescindible que todos tomen consciencia, antes de tiempo, de que el planeta y su actual humanidad vivirán un gran giro.

Los espero siempre en comunión con los atributos de la Eucaristía, de la oración, del servicio y de la confesión ante Mi Corazón Glorificado.

¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Martes, 6 de marzo de 2018

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 56ª Maratón de la Divina Misericordia, en la ciudad de Quito,Ecuador, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy retorno del Reino de Dios y traigo el Reino de Dios para ustedes, pero traigo sobre Mi Pecho las flores cultivadas en los jardines internos. Esta es la muestra que hoy traigo para todos de que Mi tarea se ha cumplido, a pesar de las adversidades.

Hoy no solo vuelvo a consagrar a Ecuador a Mi Sagrado Corazón, sino también a las Américas, a fin de traer al mundo la última Gracia Mayor, la que los ayudará a atravesar los tiempos tan definitivos y difíciles que enfrenta el mundo.

Pero hoy no vengo a hablarles del dolor y del sufrimiento, sino que vengo a hablarles de las promesas, que por más pequeñas que parezcan, se están cumpliendo. Por eso contemplo con amor todo lo que Me dan y todo lo que Me entregan. Contemplo con infinito gozo todo lo que donan a Mi Corazón. Con esas pequeñas cosas Yo haré la Gran Obra en el fin de estos tiempos.

No solo tendré el gozo de estar aquí, como en este día, estar también en otras naciones del mundo que también esperan por Mi llegada por intermedio de Mi Divinidad. Esto hace florecer las promesas de Dios en el mundo y sobretodo en los corazones que Me escuchan.

Hoy llevo sobre Mi Pecho todas las flores que he cultivado en los mundos internos, flores tan frescas y vivas, tan aromáticas y sutiles, que son el resultado y la muestra de la conversión de los corazones. Con este presente de las almas, hoy Yo Me iré de nuevo al cielo para dejar estas flores a los Pies del Creador y dar testimonio de que es posible cumplir lo que parecería imposible.

Estas son las flores de la confianza de las almas en Mi Corazón, de la justificación de sus errores ante Mi Presencia Misericordiosa. Y así, nada malo yace en los corazones, porque la semilla del arrepentimiento está brotando poco a poco en las almas y esto Me trae un gozo tan grande ante todo lo que veo en el mundo y que es horroroso.

Me complazco en las almas simples, en los corazones sinceros, en los espíritus humildes. Todos estos dones y estas virtudes, Yo las vuelvo a reintegrar a la Fuente de Mi Padre Creador, en donde una vez más se confirma que es posible la redención de la humanidad, a fin de que se establezca en este planeta el Reino de Dios.

Alegren sus corazones compañeros, porque hoy Mi Corazón está lleno del Amor de Dios y de Mi Corazón rebrota la Fuente de la Gracia y de la Renovación.

Desde el primer momento en que son sacramentados, hasta el último momento de la Comunión Conmigo, cada paso es muy especial para Mí. Cada acto de devoción, de entrega y de fe, son tesoros inextinguibles en Mi Reino. Y todo esto, Yo lo muestro a los Ángeles de Dios, que son tan semejantes a los hombres, pero de universos mayores. Ellos pueden testimoniar con su propia mirada, lo que realiza la Obra de Mi Misericordia en estos tiempos.

¡Cuántas almas son liberadas del error y del engaño! ¡Cuántas guerras se detienen con la oración sincera de los corazones! ¡Cuántas vidas continúan adelante para que no sean eliminadas ni abortadas! ¡Cuántos niños son llevados a los brazos de Mi Creador para ser consolados, para ser reparados y ser colocados en la Fuente del Amor! ¡Cuántas enfermedades futuras son disipadas para que no acontezcan en los seres humanos! ¡Cuánta luz es derramada en los que antes no la tenían y ni siquiera la veían!

Todo forma parte de la fuente de la confianza de las almas en Mi Corazón y esta Gracia no solo llega a ustedes, sino también al mundo que lo necesita. Esto hace cumplir las promesas en la Obra de Mi Divina Misericordia. Por eso hoy estoy en un pleno gozo, colmado por las rosas de la confianza de Mis compañeros y de Mis servidores. Soy colmado por el aroma del amor de los corazones simples que se entregan en los Brazos del Señor, para decir ‘sí’ y seguir adelante.

¡Cuanto más se enciende Mi Espíritu al escuchar la voz de las naciones del mundo pidiendo por la Paz! Ustedes ni se imaginan lo que sucede en cada nuevo encuentro entre los corazones que oran pidiendo la Misericordia al Señor.

¡Cuántos obstáculos son retirados del camino de Mis hijos y de Mis siervos! ¡Cómo la fe vuelve a brotar en los corazones que antes estaban vacíos y llenos del error!

Su Maestro y Señor se está preparando para un nuevo ciclo, junto a Sus compañeros. Y llamo a todos los que Me escuchan para que Me acompañen en la próxima Sagrada Semana, en donde no solo revivirán los Códigos de Mi Pasión, sino que acompañarán por primera vez a su Maestro a dar un gran paso que definirá el próximo tiempo para la humanidad y para el planeta.

Por eso vengo fuera de la iglesia, porque de lo contrario Me lo impedirían hacer. Es necesario meditar en los acontecimientos con tiempo, pero ahora, ya no hay tiempo. Mientras cada segundo y cada minuto pasa en su reloj, muchas más cosas suceden en el mundo. Como en África, por ejemplo, en donde a cada segundo un niño muere de sed.

¿Quién tendría el coraje y la valentía de ver eso junto al Maestro y solo callar y orar, pidiendo perdón por la indiferencia planetaria?

No iré a golpear a las puertas de los gobiernos, sino que iré a llamar a la puerta de los corazones que ni siquiera imaginan que están preparados para servirme en este último ciclo y en ellos realizaré Mi Obra, porque cuando se unen a la oración Conmigo, todo es posible, todo se realiza, todo se concreta, todo se manifiesta.

Del cielo Yo les traigo Universos Mayores para que los contemplen, porque ellos les servirán de auxilio para estos tiempos, para que no les falte la confianza ni la guía, para que Me sirvan sin distinciones, para que se entreguen a Mí de inmediato porque en Mi silencio Yo espero por Mis soldados, para darles Mi Voluntad.

Que las almas no pierdan la Gracia de estos tiempos, la alegría de estar renaciendo en el Señor, porque el Todopoderoso se hace visible entre las criaturas que solo Lo miran con amor y anhelo.

¡Cuántas heridas son cerradas en estos encuentros! Cada vez que se colocan ante Mi Presencia Yo puedo hacer más de lo esperado y no tengo límites para expandir Mi Misericordia en los más miserables del mundo, porque Mi deseo ardiente es que la mayoría no muera en pecado mortal, sino que esté limpio y puro para entrar al Reino de Dios.

Hoy vengo con un mensaje reflexivo para los que siempre Me han escuchado y que desde hace tantos encuentros Me acompañan sosteniendo entre sus manos la antorcha de la fe y de la persistencia a pesar de los obstáculos para seguir adelante junto al Maestro del Amor.

Hoy no quiero ver lágrimas de sufrimiento, sino lágrimas de alegría y de júbilo, al estar dando el paso junto al Señor, en la consagración interior y en el servicio por el planeta.

Al fin puedo ver con Mis Ojos a los que Me imitan, a los que viven Mi enseñanza así como Yo la pronuncié y la revelé en el Evangelio.

Parte de las escrituras del Libro Sagrado se cumplen en este día, porque la Sacrificada Mujer del Universo, Madre Mía y Madre vuestra, la Virgen María, cumplió Su promesa ante los Pies del Creador, llevando a Sus hijos al Universo de la oración y de la cura, para que ingresasen en una nueva etapa.

El Apocalipsis se cumple al pie de la letra: "Y verán venir del cielo a la Mujer vestida de Sol, coronada de Estrellas, con la luna a Sus Pies, anunciando el advenimiento del retorno de Cristo en los corazones del mundo y la serpiente del mal es pisada por Su bendito Pie y Ella disipa el dolor y la culpa de los hombres. Y la luna roja se eleva en el firmamento para anunciar la venida del Hijo del Hombre, el que está retornando como Fuente de Agua Viva”.

Llegó la hora de que todos ingresen a la Iglesia Celestial, la verdadera Iglesia que he fundado en los corazones y no en las columnas.

Eso fue lo que Yo les dije a Mis apóstoles y a todos Mis seguidores: "Busquen el Reino de Dios dentro de ustedes porque él está próximo. No sean opulentos, no se vicien con la vida material”. Pero muchos prefirieron llevar Mi Iglesia con poder y con un prestigio que Yo no quiero. Por eso retorno por segunda vez, para volverles a decir que la Iglesia Celestial, el Reino de Dios, está dentro de ustedes y no está fuera.

Pero hoy Me elevo al Cielo con el triunfo de los creyentes, de los que creen sin haber visto y sin haber comprobado absolutamente nada.

Bienaventurados son los que escuchan de Corazón, porque en el próximo tiempo y en el próximo mundo serán reconocidos como Mis siervos, Mis siervos de los últimos tiempos.

Que se rindan los que hoy no se rindieron y que reconozcan sus pecados los que hoy no se confesaron, para que sean merecedores de Mi Gracia renovadora, que viene a convertir lo que es imposible para este tiempo.

Cantan los Ángeles en el Cielo, cantan los coros en la Tierra, porque el Unigénito lleva sobre Su Corazón las flores de la confianza de Sus hijos al Reino de Dios, como el triunfo y la victoria de Su Proyecto.

Pero vendrán tiempos turbulentos y que estas, Mis Palabras, sean consuelo durante las horas difíciles. No prometo hacerlos felices; no prometo hacerlos felices en este mundo, sino en el próximo, en donde todo estará pronto para estar dentro del Reino de Dios y en sus memorias tendrán este pasaje y este momento. Hoy sus células guardan en su interior este legado, que es el último que Yo derramo antes de la última y gran batalla con el ángel caído.

San Gabriel Arcángel lo juzgará y Yo le entregaré la redención por medio de Mi Corazón Glorificado.

La dualidad terminará en la próxima Tierra, será la Tierra Prometida de la Unidad. Pero todo lo que Yo les digo estará por suceder. Mientras tanto no dejen de preparar sus corazones para el próximo tiempo. Las últimas llaves de la instrucción están siendo entregadas para la redención de los corazones y del mundo.

Llegará una hora, compañeros, que Yo ya no estaré más entre ustedes, porque como humanidad pasarán por la misma prueba que Yo pasé en el huerto Getsemaní, para confirmarme ante el Cáliz del Señor. Pero por esa hora no tengan miedo. Yo estaré en Espíritu Presente, cuando Me llamen.

Mi Sangre vertida en la Cruz, en la Pasión y en todo el Camino del Calvario, tiene un poder y un valor incalculable y será por la preciosísima Sangre de vuestro Señor, que quien confíe hasta el final tendrá la fuerza interior para vencer.

Mis Palabras hoy han bendecido todos estos sacramentos, porque son Palabras que vienen de Mi Corazón y de Mi Vida. Recuerden que Soy eterno y en la Eternidad todo es vivo y luminoso.

Que los que hoy se bautizan o los que hoy serán ungidos recuerden estas palabras, porque les servirán de auxilio para los próximos momentos y que todos sean sacramentados por el Sagrado Espíritu de su Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Este es Mi Cuerpo y esta es Mi Sangre que ha sido entregada por su Maestro y Señor y por todos los mártires para el perdón de los pecados. Recuerden comulgar Conmigo y hacer memoria del triunfo celestial de su Señor en esta Tierra.

Todas las intenciones que colocan dentro de la cesta, son contempladas por Mi Corazón. Recen Conmigo para que sean escuchadas por el Creador.

Yo bendeciré con este Agua que brota de Mi Costado y de Mi Corazón, como Fuente Espiritual de Gracia y de Renovación, a los pioneros que he llamado para manifestar la Obra en Ecuador, Perú y Colombia, a fin de expandir la victoria de los Sagrados Corazones.

Llamo aquí a los hermanos de la Red Luz de Ecuador y de Colombia, para que el Señor los bendiga en esta nueva etapa y en esta nueva misión.


Bautízalos Señor con el Fuego de Tu Espíritu, para que en sus consciencias siempre exista la unidad, la hermandad y el propósito, el que se cumplirá según Tu Voluntad. Amén.


Que el Señor los bendiga y los proteja para esta nueva misión a fin de establecer Su Reino en la Tierra.

Recibirán de su Señor una Sagrada Medalla, a fin de que Yo los acompañe paso a paso.

Vamos a rezar junto a Cristo. Padre Nuestro...

Que los ángeles de la Guarda los acompañen, que acompañen a todas las almas de los peregrinos, a fin de que la guía y la sabiduría espiritual siempre esté presente en cada nuevo paso.

Hoy Me retiraré al Universo, llevando las flores de la confianza de las almas al Reino de Dios, para colocar ante Sus Tronos los triunfos del Redentor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Lunes, 5 de marzo de 2018

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 56ª Maratón de la Divina Misericordia, en la ciudad de Quito, Ecuador, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

En Mi Gobierno Celestial no existe dualidad, sino esperanza. Es esa la esperanza que Yo traigo para el mundo, para que las vidas sobre la Tierra se unifiquen y encuentren el sentido de su propósito.

En Mi Gobierno Celestial hay un plan y un designio mayor que Yo envío a anunciar a los Ángeles del Universo para todos los internos que despiertan y así, escuchan Mi llamado.

Hoy he venido con Mi Gobierno Celestial porque es el que vendrá a la Tierra cuando Yo retorne, para volver a instituir los principios de Dios que se perdieron; para hacer evolucionar a esta civilización que está perdida y que se ha olvidado del Amor de Dios por diferentes circunstancias.

Pero Mi Gobierno Celestial se sirve de aquellos que Me corresponden todos los días. Mi Gobierno Celestial se manifiesta en aquellos que viven en Mi Corazón y que Me llaman, haciendo aún más sagrado Mi Nombre en este mundo y en el Universo.

Alabado sea el Nombre del Señor porque todo será transformado. Toda célula y toda vida será tocada por el Rayo de Mi Gobierno Celestial, aquel Gobierno que el Padre Me entregó para dirigir, entre los mundos y los universos, entre las estrellas y los soles; el Gobierno que viene a conducir a las esencias por el camino del bien y de la paz.

En este Gobierno Celestial viven los santos y los bienaventurados, los consecuentes y los servidores de Mi Plan Redentor. Aunque estén sobre la Tierra, pueden estar dentro de Mi Gobierno Celestial. Así, Yo los conduzco paso a paso y les muestro el camino a la redención.

La esencia de Mi Gobierno Celestial es el Amor, el Amor que promueve todo; el Amor que gesta todo; el Amor que eleva a la consciencia y la pacifica al estar junto a Mí.

En Mi Gobierno no existe desigualdad ni tampoco injusticia, como se vive en este mundo. Y aunque todas esas contrariedades se estén viviendo en esta humanidad, Mi Gobierno Celestial no deja de actuar, porque Mi Gobierno es en los mundos internos, en los mundos sublimes, en las esencias. Allí comienza todo. Desde allí se realiza todo. Y el Nombre del Señor es reconocido por las almas del mundo, cuando se ofrecen a Dios en entrega y renuncia.

Para entrar en Mi Gobierno Celestial hay que superar la dualidad, la ambigüedad, lo que es opuesto o indiferente. Es esa condición humana la que compromete al ser humano de superficie y que lo condena día a día, sin darse cuenta.

Pero dichosos son los que oran en Mi Corazón y los que creen en Mi Palabra, que viene de los cielos, porque en Mi Gobierno Celestial siempre estarán, cuando aprendan a cumplir Mi Voluntad.

En Mi Gobierno Celestial existe la alegría de servir, la plenitud del espíritu, el gozo del alma, la expansión de la consciencia en la realización del servicio y en la entrega mayor a Dios, en cada nueva etapa.

¡Cuánto quisiera que muchos estuvieran dentro de Mi Gobierno Celestial, para poder prepararlos para los tiempos que llegarán! Y aunque repita de mil formas lo que sucederá en el futuro, debo decirlo cuantas veces sea posible, porque la distracción en el ser humano es la tónica de estos tiempos.

Deben colocar su atención en Mi Corazón Misericordioso. Deben colocar su atención en el servicio, por los demás, y así alcanzarán la libertad de este cautiverio de la Tierra y de estos tiempos.

Yo vengo a dar al mundo todo lo que tengo, a pesar de su indiferencia o de su rechazo. Me sirvo de las almas que se unen a Mí para poder realizar Mis proyectos, que son los proyectos de Dios, que son los proyectos para estos tiempos, diferente a los tiempos pasados. Son preciosos proyectos en la realización de la Voluntad Divina y de la concreción del Propósito Divino en la humanidad.

Solo una vez mostré al mundo Mi Gobierno Celestial, cuando prediqué por Tierra Santa, cuando curé a los enfermos, cuando hice caminar a los paralíticos. Y aún no fue suficiente.

Pero Mi Iglesia intentó llevar adelante Mi Gobierno Celestial, a pesar de sus caídas y de sus errores. Aún Mi Gobierno Celestial llega al mundo para bendecirlos, para traerles la paz, imprescindible para estos tiempos.

Deben estar en paz para poder ingresar en Mi Gobierno Celestial. Esa es la llave que abre todas las puertas. Ese es el camino que los conducirá hacia Mi Gobierno Celestial y, en síntesis, hacia Mi Corazón.

Deseo que el mundo no pierda la Gracia de conocer este misterio, que viene desde el Universo Divino para impulsar a las almas a los grandes cambios, a la transformación de la vida, a la redención de la consciencia.

Con Mi Gobierno Celestial separaré la paja del trigo, lo bueno de lo malo, lo puro de lo impuro, lo cristalino de lo turbio. Ese momento llegará. Por eso digan al mundo, por más que no escuche, que se arrepienta y haga penitencia ante Nuestro Señor, el Creador, para que la gracia extraordinaria de la fe y de la misericordia descienda en los corazones que aún no se han convertido.

Pero cuando Yo vuelva con Mi Gobierno Celestial, Mi Voz será escuchada en el mundo entero. No habrá religión ni pueblo que no pueda escuchar, porque Mi Voz será tan clara como un trueno, Mi Palabra será tan fuerte como el viento. Mi Presencia, que es la Presencia del Dios vivo, será más brillante que el Sol.

Y verán venir desde el horizonte al Hijo de Dios, sobre todo aquellos que han estado en comunión reparadora durante los últimos tiempos, tendrán esa gracia. Y sus sentidos internos se abrirán y surgirá la sabiduría que les dará el entendimiento y la comprensión de todo lo que sucederá.

Mi Gobierno Celestial es un universo más amplio que este, más infinito que el Cosmos, más grande que toda la Creación; porque Dios así lo ha querido para Su Hijo, después de Su Ascensión.

Y Él dijo en aquel tiempo, en Mi Ascensión:


Ven aquí Hijo Mío, que has muerto por los hombres y por el mundo; que has derramado Tu Sangre y Tu Agua para perdonar los pecados y los grandes ultrajes de la humanidad.

Hoy Te ofrezco, querido Hijo Primogénito, todo Mi Reino, para que Tú gobiernes en Mi Nombre como el Gran Soberano, como el Dios vivo presente en Tu Corazón, lleno de misericordia y de piedad.

Te ofrezco Mi Reino, amado Hijo, para que lo hagas conocer al Universo y al mundo. Para que todos sepan, querido Hijo, que el Padre se ha hecho pequeño ante Sus criaturas, en Cuerpo y Sangre, en Alma y en Divinidad.

Te ofrezco Mi Reino para que lo hagas vivo en Tus discípulos y servidores, en Tus compañeros y amigos.

Haz conocer al mundo, amado Hijo y Redentor, el Universo de Mi Amor vivo, la Fuente Primordial inextinguible que es eterna e infinita.

Hoy, Mi Gobierno Celestial es tuyo; porque Tú, Hijo Mío, que has resucitado por amor a los hombres, eres en Mí y nunca más nada nos separará. Porque Tú estarás, amado Hijo, entre Mis hijos y Yo, para que siempre exista el puente que los una a Mí, para que sepan el camino de retorno a Mi Corazón de Padre y Creador.

Que el Reino Celestial, amado Hijo, se cumpla en los más pequeños y simples, en los humildes y en los puros de corazón, a fin de que reverbere a través de los tiempos y de las eras, hasta que finalmente se cumpla Mi Proyecto Original.


Esas fueron las palabras de Nuestro Padre a Su Hijo amado, después de Su Ascensión.

Ahora que están ante este misterio develado, busquen el Reino de Dios porque lo necesitarán para estos tiempos y no lo encontrarán en ningún otro lugar sino en su interior; porque Él está vivo, pero para la mayoría está oculto por su indiferencia.

El Reino de Dios es algo tan hermoso y bello, que el alma que ingresa en Él brota en Amor y en Misericordia, en Fuego Divino y en ascensión.

No pierdan el Reino de Dios. Construyan el Reino de Dios en ustedes siendo buenas personas y siendo ejemplo de paz. Así, el Reino de Dios estará en ustedes y él se cumplirá en sus espíritus, antes de la muerte.

Vengo a traer al mundo lo que nadie conoce: el Gobierno del Reino de Dios, para que se cumpla en la mayoría posible, para que esté vivo en los que escuchan Mi llamado.

Hoy será el Todopoderoso Quien bendecirá todos estos elementos, para bendición de Sus hijos.

Deposita aquí Señor, Tu Luz, para que se expanda en el mundo.

Bendice Padre, este agua, para los que hoy lavarán sus pies, para que sus caminos se abran y sus espíritus se purifiquen y sean testigos de Mi Retorno.

Santísimo Creador, hoy ofrezco de nuevo Mi Cuerpo y Mi Sangre, para la reparación de las almas y el perdón de los pecados.

Todos rezan un Padre Nuestro.

Me elevaré al Cielo escuchando Mi historia, para que Mi historia de amor reverbere en sus corazones, por medio de una canción que todo lo dicta y que todo lo dice.

Yo Soy ese Hombre llamado Jesús que vino al mundo para redimir a la humanidad.

Los bendigo en este encuentro bajo la autoridad del Gobierno Celestial de Dios y de todos Sus Ángeles, Arcángeles y Santos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (x3).

Les agradezco.

Domingo, 4 de marzo de 2018

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 56.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE QUITO, ECUADOR, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Segundo Mensaje

Ha llegado el momento de la gran transición en donde los tiempos se unirán, en donde el viejo hombre quedará atrás para que pueda nacer el Nuevo Hombre.

Para ese momento deben estar preparados, porque nunca lo vivieron y nunca lo sintieron.

Yo estoy aquí como el Maestro y Señor para ser ese puente, para llevarlos primero hacia Mi Corazón y para que después vivan lo que tienen que vivir.

Porque ya está escrito, todo está escrito, desde el principio al fin.

Como Yo Soy el Principio, también Yo Soy el Fin, y todo pasará por Mí, para que los hombres lo comprendan.

Si el alma está unida a Mi Corazón, nada pasará porque tendrá guía, tendrá entendimiento y sabiduría para comprender todo lo que sucederá en este próximo tiempo.

Vengo como el Señor del Silencio para hablarles a los mundos internos, porque allí es en donde todo resuena, porque allí es en donde todo se escucha, porque allí es en donde todo germina y florece para la Gracia de Dios.

Vengo a llamar a los hombres y mujeres de la Tierra para que miren hacia dentro de sí y no tanto hacia afuera, porque afuera todo empeorará, ustedes lo saben mejor que Yo, lo pueden ver todos los días en los acontecimientos de la vida, en las noticias, en todas las comunicaciones.

Pero Yo vengo a usar todos esos medios para redimirlos, así como vengo a redimir a los hombres de la Tierra por segunda vez.

Todo lo que hagan en Mi Nombre tendrá un valor incalculable para este tiempo, pero deben hacerlo como Yo lo deseo y no como ustedes lo piensan.

Para saber cómo deben hacerlo, primero deben estar en Mi Corazón, de una forma verdadera y transparente. Segundo, asumir un compromiso verdadero y no tibio. Tercero, cumplir Mi Voluntad de una forma decisiva, afirmando en sus vidas la realización de Mi Plan en esta superficie.

Así estarán haciendo todo en Mi Nombre; porque muchos hacen las cosas en Mi Nombre pero no de una forma verdadera, no como lo prevén Mi Voluntad y el designio que Mi Padre Me ha entregado para cada una de sus vidas.

Necesito, de esa forma, servidores fortalecidos; necesito servidores dentro de Mi Fuego, para ayudar a concretar todo lo que está escrito y que aún no ha sucedido.

Por eso, vengo desde el Universo para generar el gran despertar; porque aún hay tiempo, aunque la mayoría no escuche, aún hay tiempo.

Como el Señor del Silencio vengo a reverberar las Palabras de Dios dentro de los mundos internos en donde se construirá la nueva humanidad, desde donde surgirán el Nuevo Hombre y la nueva consciencia para este planeta, que estará lejos de la autodestrucción y del abandono.

Vengo a construir los nuevos puentes para las almas, para que los corazones los puedan cruzar y encontrarse con lo que es eterno, visible y verdadero en lo divino.

Por eso, contaré con la ayuda de los ángeles y de los Arcángeles para llevar adelante este último impulso espiritual.

Por eso, como el Señor del Silencio, también peregrino en busca de los rebaños que han estado lejos de Mí por mucho tiempo y que ahora tienen la Gracia de retornar a Mi Corazón de una forma consciente y verdadera.

A todos esos rebaños que volveré a reunir, les entregaré Mi Estandarte de la Paz para que Me representen como embajadores sobre este planeta.

Aún es necesario seguir generando la paz en este planeta, delante de todo lo que sucede diariamente.

Aún es necesario que Mi Voz siga resonando en los corazones para que todos se abran a Mi Divina Voluntad, que es suprema e invencible.

Hoy vengo a hablarles a todos los mundos internos de los seres la Tierra.

Hoy vengo a hablar para todos sin excepción, porque allí será en donde se guardarán Mis semillas de Luz; algunas germinarán en los próximos tiempos, y otras en la próxima vida, en el próximo mundo, en la futura humanidad.

Todo es parte de una construcción silenciosa, paciente y sensible.

Nada es para ahora, porque el hombre aún no está preparado para vivir la entrega total que Dios necesita.

Pero Yo los vengo a animar a hacer los esfuerzos necesarios, a cambiar los modos de la vida cotidiana, a adquirir costumbres evolutivas y sanas, a tener como base de la vida espiritual la oración y la Comunión Conmigo, para que estén protegidos de todo y, sobre todo, de Mi adversario.

Porque si toman esas bases como algo sincero e imprescindible, no perecerán y a pesar de los obstáculos y de las pruebas sabrán seguir adelante trascendiendo las barreras, los abismos y toda perturbación.

No pierdan la oportunidad de fortalecerse en estos tiempos.

No pierdan la oportunidad de madurar en estos tiempos y de ser servidores tan verdaderos, así como Dios lo necesita.

En sus mundos internos siempre encontrarán la respuesta. No busquen a otros guías o maestros porque no los encontrarán. La humanidad está enferma y todos están enfermos en algún grado, de una forma espiritual o física.

La humanidad ingresa de lleno en su tiempo de purificación que es algo que desconoce profundamente; ninguna otra civilización, ninguna otra raza en ninguna otra era vivió lo que ustedes viven en estos tiempos; por eso, para ustedes todo es nuevo.

Pero si mantienen su confianza en Mi Corazón Misericordioso, si cumplen los requisitos que les he dictado para una vida evolutiva y verdadera, no perecerán, tendrán fuerza interior para poder vivir todo, por más duro que parezca.

Es necesario que las viejas vestiduras se rasguen para que pueda nacer el espíritu puro, aquel espíritu de la Verdad que está dentro de ustedes y ha estado preso durante siglos, por falta de amor, por falta de misericordia, por falta de paz.

Vengo como el Mensajero directo de Dios, para que en sus mundos internos repercuta Mi Palabra, pues ha llegado la hora de la definición, y en poco tiempo todo estará permitido para que la humanidad escoja la próxima etapa de su evolución.

Mientras tanto, Yo gesto a través del Amor de Mi Corazón, corazones misericordiosos y simples.

No vengo a pedirle al mundo nada difícil y lejano.

Vengo a pedirle a la humanidad que se rinda, de una vez y para siempre, ya que sus modos de vida, su forma de pensar y de actuar está deteriorando el Universo y la próxima etapa.

Quisiera decirles, en verdad, todo lo contrario, pero Mi compromiso es dictarles la verdad tal cual es, por más difícil que parezca.

Aún hay tiempo de rendirse; aún hay tiempo de arrepentirse y de soltar el poder humano para que triunfen la Luz y el Plan.

Aún hay tiempo para que depositen a Mis Pies las espadas y los escudos que solo los atan a la batalla y que los aprisionan al dolor; esos son los símbolos de sus aspectos más difíciles que aún deben rendirse ante Mi Corazón de Luz.

Yo les traigo la Fuente de Mi Misericordia para permitirles todas las Gracias, aunque muchos no las merezcan.

Yo sufrí por ustedes en la Cruz, y en este tiempo también sufro por ustedes, de otra forma, que es desconocida para el mundo.

Vengo a señalar con Mi Mano a los que he escogido, para que sigan un único camino, que es el camino de la cristiandad y no de las diversidades espirituales.

Yo vengo a rehacer la Iglesia primitiva en estos tiempos. Vengo a reconstruir el Credo en todos los hombres y mujeres de la Tierra, porque ha sido desvirtuado por muchos de Mis seguidores, a lo largo de los siglos y de los tiempos.

Yo solo podré remover algunas cosas. Solo necesito que oren Conmigo para que todo se pueda sostener en estos tiempos críticos.

No ofreceré alegrías a los corazones, sino sacrificios y grandes presiones.

Solo a quien se disponga a estar en Mí todo el tiempo, Yo no lo soltaré y guiaré paso a paso su camino para que no caiga en los abismos de estos tiempos.

Seré como una antorcha de Luz frente a su pecho, seré esa llama incandescente ante todas las tinieblas de la Tierra e iluminaré con Mi Fuego y con Mi Misericordia todos los pasos que serán dados por Mis nuevos apóstoles, los apóstoles de estos tiempos.

Pero no prometeré reconocimientos, vanaglorias ni premios mayores.

Mis amigos son muy pocos, pero Mis servidores son muchos y en ellos tengo la base de Mi Infinita Misericordia.

No quisiera que el mundo pasara a un próximo ciclo sin saber la verdad. Por eso hablo para todos los continentes, todas las naciones y todos los pueblos, y deseo que Mi Mensaje llegue en todas las lenguas posibles a fin de poder salvar a muchas más almas que esperan, algún día, Mi Retorno.

Aunque no lo parezca, Yo estoy volviendo.

Mi Hora ha llegado, así como llegó Mi Hora en la Cruz. Pero ahora vendré a liberar al mundo y vendré a expulsar a los demonios que han encarnado en la Tierra para hacerla sucumbir.

El planeta al fin será el Nuevo Edén y las almas no sufrirán nunca más, no sabrán lo que es dolor ni la culpa; al contrario, conocerán lo que es el gozo y el júbilo de estar en el Reino de Dios para siempre.

Dios santifique estos elementos para que las almas sean santificadas, algún día, por el Espíritu Sagrado de Dios.

Dios santifique este espacio para que la oración tenga un efecto planetario en este tiempo y más allá de este país.

Porque a pesar de que se levanten nación contra nación, también se unirán naciones y naciones, se unirán corazones en el Propósito de Cristo para el triunfo de la Redención.

Amado Padre Celestial, santifica todo lo que has creado a imagen y semejanza de Tu Consciencia.

Santifica todo lo que existe y todo lo que es ofrendado en Tus Altares Mayores, para que triunfe en estos tiempos el Amor de Tu Corazón y las almas más sufridas se rediman. Amén.

Santifica, Señor, lo primero que Tú has creado en este mundo, el agua, para que las almas aprendieran a saciar su sed interior y siempre estuvieran nutridas por Tu Espíritu.

Que se establezca aquí, Amado Padre, la Comunión entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Tu Corazón, a fin de que triunfe Tu Sagrada Voluntad.

Y ahora Me iré de aquí bendiciendo a Ecuador y al mundo, a fin de que estos días de oración que compartiremos juntos, sean flores en Mi Jardín de Misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sábado, 3 de marzo de 2018

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 56.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL VOLCÁN COTOPAXI, LATACUNGA, ECUADOR, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Primer Mensaje

Desde lo alto de las montañas vengo a pronunciar la Palabra de Dios.

Están ante el Príncipe de la Paz, ante el Rey del Universo, ante el Corazón Humilde de Dios, el que viene a buscar de Sus hijos las obras de misericordia.

Yo Soy el Príncipe de la Paz y a la Paz de Mi Corazón los quiero llevar, para que sepan superar estos tiempos, para que sepan trascender las barreras, para que encuentren el camino de salida que en este tiempo Yo les estoy indicando y que los lleva hacia Mi Corazón Misericordioso; en ese lugar Yo tengo un recinto sagrado para todos, sin preferencias por nadie.

Vengo a buscar lo que hay verdadero en ustedes, lo que Dios ha creado desde el principio para que pudieran evolucionar y despertar a través de los tiempos.

Yo Soy el Príncipe de la Paz y les muestro Mi Soberanía. Les traigo Mi Gobierno Celestial, aquel gobierno que Dios Me concedió después de la Ascensión para que, después de todo, Yo llamara a las ovejas por su nombre y vinieran junto Conmigo a realizar el Plan.

Hoy vengo con la Paz del Reino de Dios, lo que estabiliza las energías y los espacios; lo que trae serenidad a la consciencia y despierta la mansedumbre en el corazón. Sin esta Paz nada será posible vivir en estos tiempos, sobre todo los planes que Dios espera realizar, porque Él necesita, compañeros, espejar Sus Designios sobre Sus hijos.

Ustedes saben que la mayoría de la humanidad no despertará; pero el Príncipe de la Paz hará el intento, porque la Gracia de Dios también es para los más miserables, para los que están más lejos de Mí, para los que no sienten Mi Corazón ni tampoco lo buscan.

Ingresen, ahora, hacia ese estado de la Paz celestial, en donde todo se equilibra, en donde todo se aquieta, en donde existe un profundo recogimiento para poder sentir a Dios en su interior.

El Príncipe de la Paz viene con los ángeles de la Paz para anunciarle al mundo el último tiempo de paz antes de que todo suceda, antes de que todo se desencadene, antes de que la humanidad de superficie vea la realidad que aún no quiere ver.

Construyan en ustedes, compañeros, estados de paz que sean inalterables; busquen la sabiduría y la paciencia para que eso se pueda construir en ustedes y en los momentos más difíciles sepan cómo trascender las dificultades y los obstáculos.

Desde lo alto de estas montañas pronuncio Mi Voz, y Mi Palabra Divina hace eco en los corazones.

Que resuene Mi Palabra en los mundos internos.

Que los mundos internos vuelvan a erguir los templos para que Dios pueda morar y hacer de los hombres personas nuevas, hacer de los espíritus consciencias consagradas que no temen saber quiénes en verdad son y qué han venido a cumplir en este ciclo.

Hoy coloco Mi Mano sobre Mi Pecho y les hago sentir Mi Corazón, Mi Corazón Pacificador, para que todo se neutralice, para que el obstáculo se disipe, para que las almas reencuentren el camino y la seguridad de estar en Dios.

Hoy vengo entre las nubes para anunciarle al mundo Mi llegada, primero en Divinidad y después en Gloria; primero dentro de sus espíritus y después cerca de ustedes, sobre esta superficie.

Ha llegado la hora del retorno del Señor, ha llegado la hora de la última preparación de los corazones para todo lo que ha de venir en estos tiempos definitivos.

Manténganse en la certeza de estar en Mi Corazón, construyan en ustedes ese puente que los une a Mí, y no permitan que las energías terrestres los hagan oscilar.

Estén firmes delante del Propósito, estén firmes delante de la vida, porque así serán buenos apóstoles, así cumplirán Mi llamado y realizarán sobre este planeta Mi Obra, que es para el mundo entero.

Recojan sus seres internos en lo alto de estas montañas y descubran la verdadera realidad que hay en ellas, los verdaderos tesoros que ellas guardan y que muchos aún no los pueden ver.

Pero Yo les revelo esos tesoros, Yo les revelo esos principios y esos Dones que vienen a construir el Nuevo Hombre, que vienen a hacer morir al viejo hombre, que vienen a despertar en los espíritus lo renovador.

Permitan que esos tesoros que aquí se guardan puedan ser acogidos por sus espíritus y que el viejo hombre pierda sus vestiduras para que sea bautizado por el Espíritu de Dios y esto lo haga merecedor de Su Reino.

Mientras estoy aquí, con ustedes, estoy con el mundo.

Les traigo la Paz para que la sientan y la vivan. La Paz que Yo traigo viene del Cielo y del Universo, es la Paz que viene del Silencio de Dios y de Su recogimiento más íntimo y eterno.

Que esta Paz los vuelva a erguir como consciencias, como soldados, como apóstoles y servidores Míos.

Que sus esencias sean impenetrables a los asedios del mundo.

Que sus esencias se fortalezcan ante Mi Presencia Celestial y que en ellas se depositen los códigos de la nueva Vida, los códigos de la Luz que Yo traigo a través de Mi Corazón, para hacer nacer en ustedes lo que Dios Me ha pedido para cada uno.

Que el advenimiento de los Nuevos Cristos se pueda cumplir.

Que el advenimiento de los últimos convocados se pueda llevar adelante, para que la Tierra sea preparada y también toda la consciencia humana reconozca la venida del Redentor, que aún espera con Sus Brazos abiertos el abrazo de Sus hijos y de Sus compañeros, para aliviar el dolor que siente Su Corazón debido a la indiferencia humana, a la ignorancia y al error.

Que la Paz celestial disuelva las indiferencias.

Que la Paz celestial unifique a los corazones.

Que la Paz celestial establezca el Reino de Dios dentro de los hombres, para que la vida sea regenerada y para que los Soles de estos tiempos despierten y despunten en el firmamento, dando el “sí” al Universo Creador.

Que nadie pierda la esperanza de poder redimirse.

Que nadie pierda la alegría de servirme.

Que nadie deje de seguir Mis pasos, porque son los últimos que estoy dando antes de Mi Retorno para llevarlos por el camino del gran despertar.

Que las Leyes Universales se cumplan en los hombres.

Que los Rayos del Universo desciendan sobre las consciencias para reconstruir los templos internos y, así, traer hacia la Tierra la Gracia de Dios.

Que esta Maratón sea ofrecida para la unificación de las creencias, para la trascendencia de las doctrinas humanas y de las filosofías, para que todos alcancen el Amor Crístico y allí se unan a Mí, en esencia y espíritu; para que la Iglesia que fundé hace más de dos mil años, viva los Designios de Dios y no los altere.

Por eso vengo a llamar fuera de Mi Iglesia a los que Me necesitan, a los que Me esperan y también a los que no Me buscan, porque en todos está el Amor Crístico, porque ese Amor está en ustedes desde el principio, cuando fueron creados a imagen y semejanza de Dios.

Que se encienda la llama de la fe en los corazones para que triunfe el Plan.

Porque no llegaré por la puerta mayor de Mi Iglesia para que Me reconozcan, llegaré de una forma diferente y anónima, por el lugar que nadie piensa, que ningún ser imagina.

Vendré en la noche de la gran Luna, porque ella iluminará Mis caminos y anunciará el amanecer de la Nueva Aurora.

Dios los bendiga y bendiga sus vidas, bendiga a todos los seres de la Tierra para que algún día despierten a Mi gran convocatoria.

Es hora de retornar al Amor de Dios, porque allí estará todo cumplido.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto