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Entrega tu corazón y tu vida en las Manos de Dios, para que tu sufrimiento interior termine.
Deja que los rayos que descienden del Cielo para la definición de los seres no causen dolor en ti, sino que te liberen de tus resistencias, de los muros de piedra que te separan de lo que eres, que te impiden llegar a Dios.
Deja que se quiebren las barreras de la resistencia; deja que se renueven tus fuerzas y tu amor por el Plan de Dios.
Todas las oportunidades para la ascensión y la iluminación de la consciencia se encuentran en tu día a día; la llave está en tu actitud frente a los acontecimientos, a las pruebas y a las necesidades que te llevan a la superación.
Tus pies ya no están en el calvario de este mundo, por eso no detengas tus pasos, sino abraza la cruz que te fue dada, con paz en tu corazón.
Recuerda el abrazo de tu Señor a la madera, cuando la cruz de tu redención pesó sobre Él, y hoy que eres llamado a imitar Sus pasos y dar todo de ti por amor, haz lo mismo: abraza la cruz, por la redención de los ciegos de espíritu y por los duros de corazón, por los indiferentes e ignorantes, por los que no recibieron Misericordia porque creyeron que su estado de miseria era el tesoro de sus vidas.
Cuando abraces la cruz, desde Cielo vendrá el auxilio para que puedas cargarla.
Cuando abraces la cruz, vivirás la revelación del Amor de Dios en Cristo.
Cuando hubieres consumado tu entrega en la cruz de estos tiempos, verás el Amor de Dios renovarse en ti.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que cada instante de tu vida sea una misión ofertada al Creador. Encuentra en cada acontecimiento una oportunidad de servir, de renunciar, de amar, de comprender para que los Principios Crísticos inunden tus actos y se instalen en tu consciencia y, así, hijo, ingresen en lo profundo de la consciencia humana, allí donde son generados los pensamientos, los sentimientos y las acciones.
Comprende cada momento como el momento correcto de ofrecerte como instrumento al Padre y, aunque sea para aquellos que estén a tu lado todos los días, sé una fuente de paz, de gracia, de cura, a través de la cual puedan fluir los Rayos que provienen de Dios en auxilio de la humanidad y de toda la vida sobre la Tierra.
Recuérdale a tu consciencia su propósito en este mundo. Ya sabes que viniste al mundo para vivir una Ley Mayor, que restaura la vida y la evolución de todas las criaturas de Dios.
En tus menores acciones, imprime este propósito de paz. Así, hijo, estarás en Dios y Él en ti.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Devoción: una puerta hacia la liberación
La devoción, hijos, es un Don de Dios en el corazón de los seres humanos, un Rayo Divino colocado en el interior de los seres para que, cuando esté activo y despierto, los haga retornar al Corazón del Padre.
La devoción activa en la consciencia humana su potencial de unir las dimensiones, de disolver todas las barreras que separan los corazones de Dios y de abrir las puertas para que los seres se liberen de todo lo que les impide llegar al Padre.
La devoción es como un imán que eleva la consciencia hacia Dios y, al mismo tiempo, la purifica para que llegue al Padre.
La devoción permite que los corazones reconozcan la necesidad de estar en Dios y, cuando esa devoción es madura y evolutiva, que los seres sean conscientes de la necesidad de crear una condición para que, aquellos que no lo consiguen, tengan también la posibilidad de llegar al Padre.
La devoción que nace en el corazón y se eleva a la consciencia, permite que los seres maduren sus núcleos inferiores y los transmuten, porque la propia energía los lleva a comprender que es necesario transformarse para llegar a Dios.
La devoción es una puerta hacia la liberación planetaria y un camino seguro para despertar y activar los espejos de sus corazones.
La devoción siempre debe profundizarse en los seres, elevar su vibración y dejar de ser un proceso emocional para pasar a ser una experiencia, una condición espiritual e interna de los seres.
La devoción se debe ir elevando, desde el corazón hacia la consciencia, para que ustedes siempre sepan cómo abrir las puertas para llegar a Dios.
Dejen que se exprese la devoción en sus corazones. No tengan miedo de transformarse y de tornarse puros ante Dios, porque esto es lo que los hará retornar al Padre.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El tiempo de este mundo pasa, y en el Universo, el Tiempo de Dios se aproxima.
Los ciclos se van transformando, las leyes viven un intercambio entre sí para que los impulsos recibidos por la vida sean otros.
Dentro de los seres, sus espíritus gritan, y aquellos que realizaron fuertes compromisos con Dios, ya no podrán permanecer en su ignorancia y en un común vivir en sus días.
Los rayos que espiritualmente descienden de los Cielos mueven en las almas la necesidad de despertar, mueven en los que están despiertos la necesidad de madurar, y mueven en los que están maduros la necesidad de profundizar. Nada quedará como está.
El Tiempo de Dios traerá inquietudes hacia todos los seres porque sus células cambiarán de vibración, sus esencias se aproximarán a su origen, sus espíritus verán en el horizonte la posibilidad de retornar a Dios. Todo los impulsará a la vida evolutiva.
Escuchen la voz de sus corazones. Sepan responder a sus almas y, delante de un llamado divino, siempre digan sí.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Serie – Relevaciones Divinas de estos tiempos
De la humilde gruta de Belén al Templo de la Circuncisión – Parte II
Luego de los acontecimientos físicos, internos y universales sucedidos en la simple gruta de Belén, algunos días después, San José y su Madre Celeste se prepararon para presentar al Niño Dios en el Templo.
Este ya sería el segundo misterio que se revelaría en aquel tiempo a los hombres al respecto de lo que, espiritualmente, significaría la venida del Mesías a la Tierra.
En aquel tiempo, la gruta de Belén quedó impregnada y colmada de la luz crística. Por cada lugar que el Niño Rey pasaba, atributos y códigos divinos iban siendo depositados en esos espacios como terafines y todos aquellos que, de alguna forma u otra, participaron y supieron sobre el Nacimiento de Jesús en Belén, también recibieron impulsos espirituales que los llevarían a la transformación de la consciencia.
A días de haber nacido el sagrado Niño de Israel, San José ya había hecho los preparativos y rezado sus oraciones con el fin de que Él también atravesara, en el Templo, el proceso de la llamada purificación.
San José llegó al Templo junto con María Santísima y el Pequeño Niño en brazos, solo que, durante el acto de la circuncisión de Jesús, así como lo pide la Ley de Moisés, un hecho inesperado se presentó a través de un humilde sacerdote llamado Simeón.
Ese sabio y contactado ser era uno de los tantos hombres de la Tierra que esperaban la llegada del Mesías y el cumplimiento de las profecías de los Profetas.
En esa instancia de la presentación del Pequeño Niño en el Templo y luego de la circuncisión, Simeón, siendo inspirado por el Fuego Divino del Espíritu Santo, compartió y le anunció una profecía a la Madre de Dios, diciéndole que una espada de dolor atravesaría Su Corazón y, en seguida, repitió una de las profecías sobre el advenimiento de Cristo a la Tierra.
El Templo de la Circuncisión fue el escenario en que, no solo se determinó la consagración total del Niño Rey al Plan de Dios, sino que allí también se vio representado el sacrificio espiritual que Su Madre Celeste viviría, ofreciendo al Pequeño Niño como reparación y expiación espiritual por todos los errores cometidos por la humanidad.
Fue allí, a partir de ese momento, con la presencia de Jesús en el Templo, que comenzó la caída del imperio del mal que en ese tiempo sometía y castigaba a la Tierra, impidiendo la continuidad de la evolución del sagrado Pueblo de Israel.
La llegada del Pequeño Jesús al Templo, en compañía de San José y de Su Madre Celeste, permitió que en esa misma hora se desarrollara una gran intervención divina, la que pondría fin a la decadencia de los hombres y de todas las generaciones humanas por medio de la presencia de Cristo en la Tierra, así como por toda la vida que, de manera incondicional, el propio Niño, después Hombre, donaría por amor a todos Sus hermanos.
El acto de la purificación en el Templo significó el pasaje a otra etapa de ese Plan perfecto, pero silencioso, que el mismo Dios estaba llevando adelante a través de Su Amado Hijo.
Fue a través de la Presentación del Niño Rey en el Templo que la intervención angélica y arcangélica comenzó a suceder directamente en todas las almas de la humanidad de aquel tiempo, ya que era necesario que todo el género humano saliera de su proceso de autodestrucción y de su ansia de poder.
Por esa razón, desde que Jesús encarnó en la Tierra, los seres angélicos y arcangélicos, a pedido de la Madre de Dios, hicieron uso de los más altos instrumentos espirituales y de los más puros Rayos Inmateriales, a fin de que los espíritus en la Tierra vivieran los primeros pasos de la redención.
Para que todo esto fuera posible, el mismo Niño Rey, aun siendo recién nacido, aplicaba ciertas Leyes divinas, las que, a través de su cumplimiento, modificaban la condición espiritual de la Tierra y, al mismo tiempo, abrían los portales para el contacto y la comunicación espiritual entre la Fuente Mayor y los mundos internos, lugar en donde se encuentran las esencias.
Todo el movimiento universal realizado por la presencia de la Sagrada Familia y por la intervención angélica, impidió el avance de las potestades del mal sobre la consciencia humana, la que, en aquel tiempo, era más primitiva.
Esas entidades contrarias tuvieron que presenciar, como castigo, toda la victoria que fue generada desde el Nacimiento de Jesús, hasta la Muerte y la Resurrección de Cristo.
De esa forma, el planeta y la humanidad fueron convertidos y redimidos por el potente voltaje del Amor-Sabiduría.
La alianza que se alcanzó entre el Cielo y la Tierra derrotó y venció los proyectos del adversario.
Ahora, en este tiempo actual y antes de la segunda Venida de Cristo, la humanidad se encuentra en un momento muy semejante al Nacimiento de Jesús, un momento en el cual cada ser humano tendrá la Gracia de vencer a través del amor y de superar y trascender la indiferencia para que Cristo vuelva a triunfar en todos los corazones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todo en la vida de aquellos que se entregan a Dios puede tornarse un servicio, aunque sus mentes no lo sepan.
Deja que el Padre haga de tu ser un instrumento Suyo en el mundo para que tu oración sea liberadora, tu renuncia sea reparadora, tu entrega sea curadora; para que tu amor a Dios sea el motor que haga de la Misericordia Divina una fuente inagotable para la Tierra y para toda la vida.
El corazón humano está lleno de misterios y uno de ellos es que casi todas las Leyes y Rayos Divinos se pueden manifestar en sus vidas, aunque ustedes no tengan conocimiento de ellos. De esa forma, hijos, sus acciones serán puras y sinceras, sus intenciones solo estarán dirigidas hacia el Propósito Divino.
Hoy sé un poco más consciente de esta realidad superior y ora, dejando que las puertas de la liberación se abran en este mundo y que, así, las amarras y opresiones que sofocan a las almas y a los Reinos de la Naturaleza se disuelvan.
Renuncia con alegría y deja que ese acto sea como un bálsamo para el Corazón del Padre, porque cuando renuncias a tu voluntad humana para cumplir con la Voluntad de Dios estás reparando, en el Corazón del Padre, todas las heridas que la indiferencia humana y la voluntad propia le causan.
Sirve y entrega tu corazón a la Ley Mayor; así, hijo, tus acciones atraerán del Cielo Leyes Sublimes que harán que las Fuentes Celestiales derramen Gracias y Misericordia sobre los que no las merecen, pero que, a pesar de sus errores y pecados, son profundamente amados por Dios y fueron creados por un Propósito Divino, del cual se desviaron.
Que tu vida sea como una luz en el mundo, iluminando el camino de los que se perdieron y devolviéndoles la paz.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hijos Míos:
Del Corazón de Dios emanan Dones y Gracias en este día para la liberación del planeta, y su Madre Celeste viene a decretar Su triunfo en este lugar, a través de la liberación y de la Paz que emanan de Mi Inmaculado Corazón.
Los Sagrados Rayos Inmateriales que provienen del Corazón del Creador hoy tocan la Tierra y sus señales se hacen visibles a través de la Naturaleza. Nada quedará como está, dentro y fuera de los hombres, y su lodo será extirpado y purificado.
Vengo como su Madre Celeste, como su Madre Universal, a preparar el camino para el nuevo despuntar de la Aurora, que en agosto próximo volverá a brillar en los corazones de los hombres y en el horizonte de la Tierra.
Vengo a unir Mi Corazón al corazón de Aurora para darle una señal al mundo, que su liberación no solo está próxima, sino que ya se inicia con Mi Presencia.
El corazón de Aurora vuelve a dar señales para que el pulsar de su vida ilumine nuevamente los abismos de este mundo. Pero para que Aurora retome su lugar, hijos Míos, es necesario que la humanidad sepa conducir los acontecimientos en unión al Corazón de la Jerarquía y que siga, paso a paso, la Voluntad que Dios emana hacia la Tierra.
El silencio de Aurora, poco a poco, le dará lugar a su verbo curador y la expansión de su luz será visible. Pero, mientras ese momento se prepara, acompañen a su Madre Celeste paso a paso, porque todo tiene su hora y su lugar.
La expansión del corazón de Aurora se dará poco a poco, para que su luz cruce los horizontes y llegue a los corazones de los hombres, a los Reinos de la Naturaleza y a lo profundo de la consciencia del planeta, liberando todo tipo de vida de la oscuridad que aún habita en este mundo.
Pero eso debe darse sin herir; su fuego debe arder, pero no herir. Su corazón se expande y toma vida, respetando las Leyes que rigen este mundo, porque así la humanidad eligió aprender.
A los que no comprenden Mis Palabras, porque no conocen la Aurora de la cual Yo les hablo, les digo que solo sientan en sus corazones su Gracia y dejen que ella se expanda, tomando el lugar que le corresponde, porque esta es la Voluntad de Dios.
Hijos Míos, su Madre Celeste, en este día viene para preparar un momento muy importante: la expansión y el retorno de la Aurora del amanecer para iluminar los corazones del mundo.
Oren Conmigo, oren para que las naciones se abran a la Voluntad de Dios; oren para que los Planes del Creador se cumplan en la Tierra; oren para que, en lo profundo de una oración verdadera, su Padre que está en los Cielos encuentre el permiso necesario para auxiliar a este mundo.
Aún hay mucho que debe suceder para que los Planes de Dios se concreten y, con Poder y Paz, su Madre Celeste viene a unir el Cetro de Dios al Cetro que rige la Aurora de Mi Corazón, para así decretar, poco a poco, su retorno y su triunfo.
Hijos amados, hoy también les vengo a entregar una Gracia especial, a través del alma amada que se ofrece todos los días para que Mi Plan se siga cumpliendo. Alma que, como Yo, unió su corazón al corazón de Aurora, para que este mundo siempre tuviera una oportunidad de ser curado.
Sepan, hijos Míos, que con la simple entrega de unos pocos Mi Corazón operará milagros en la Tierra.
Con eso les digo que no desistan de entregar sus vidas a Dios; no desistan de dar los pasos en dirección a la unión con el Corazón del Padre y, a pesar de todo lo que acontezca en el planeta, jamás pierdan la esperanza de que la cura, que proviene del corazón de Aurora, se extienda al mundo y toque toda la vida, trayendo de vuelta a lo sagrado lo que se perdió y se distorsionó por la incomprensión y por la ignorancia humana.
Yo Soy su Madre Celeste, Aquella que les muestra el camino para llegar a Cristo y, en la Tierra, les dejé una madre espiritual terrena, para que señalara al Padre junto con Mi Corazón y que, unida a Mí, obrara incansablemente por el rescate de las almas.
Únanse a esta alma madre que Yo les entregué, porque hoy les digo que, sobre ella, su Padre, que está en los Cielos, colocó Su confianza.
Por eso hoy, no solo oren para que la Aurora vuelva a amanecer; oren también por el despertar de la Unidad en toda esta obra de Amor y que los corazones sepan reconocer los instrumentos que el Padre colocó en sus caminos para que jamás se perdieran.
Todo es parte de una construcción única; escuchen Mi Voz y únanse a Mí, y así, hijos Míos, no se confundirán y podrán hacer triunfar el Corazón de Dios a través de sus vidas.
Yo los bendigo y les pido que Me acompañen, preparando con el corazón el despertar final de la Aurora del amanecer.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre Universal
Compañeros Míos:
Que nada que provenga de ustedes mismos los sorprenda, porque así como verán mostrarse lo más oculto del hermano, así verán emerger de ustedes lo que está más escondido. Y que eso no sea motivo de habladuría ni de comentarios entre Mis discípulos, porque llegó el tiempo en que la puerta del calabozo será abierta para que se haga una limpieza profunda de la consciencia, a fin de liberarla de sus constantes errores.
Animados por Mi Espíritu Sacerdotal entrarán y se sumergirán dentro de ustedes, en oración, para liberar todo lo que ya está viejo y no forma parte de Mi Plan.
Tal vez sientan un dolor interior insoportable, pero sepan que lo más resistente y duro estará siendo quebrado por Mi martillo de Luz para que, de esa cáscara, surja el espíritu pacificador, aquel espíritu de la verdad de cada ser que antes estaba encarcelado por los aspectos de la vida.
Sé que a la mayoría se les dificulta enfrentarse a sí mismos y ver la verdad, pero sean valientes, como su Maestro y Señor fue valiente para poder superarlo todo en el amor.
Que no les falte el amor en ese momento, porque el amor es el que los liberará de esas cadenas, de esos calabozos de la consciencia, de todas las prisiones internas.
Abran sus brazos y dejen que el Rayo Liberador de Mi Corazón los impregne, a fin de establecer dentro de ustedes un nuevo ser, así como el Padre lo pensó desde el principio.
Solo sean valientes y así alcanzarán la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Como un Ave de Luz penetro en los espacios más profundos de la consciencia humana para poder transformarla. En ese lugar derramo la Gracia que emana de los Rayos de Mis Alas, para que Mis hijos se reencuentren con el Padre Celestial.
Allí todo es removido, para que las almas estén libres del cautiverio y de las prisiones de la vida.
El Ave de Luz ingresa en lo profundo de la consciencia para mostrarle al ser humano el tiempo y el momento de su purificación. En todo ese camino, el Ave de Luz disipa y disuelve los abismos de la consciencia, para que los seres de la superficie de la Tierra puedan reencontrar el camino espiritual que los lleva a ingresar en la paz.
Podría ser doloroso desterrar y romper con viejas estructuras, por eso el Ave de Luz ingresa en los espacios de la consciencia profunda, para no dejar ningún rincón oculto dentro del ser, sino que todo sea revelado para que pase por la transformación.
Mientras oran, el Ave de Luz puede llegar a lo más profundo y desconocido; mientras oran y tienen fe, la tarea de su Madre Celeste puede ampliarse.
De esa forma, llegará el día en el que ya no existirán, en Mis hijos, todos los atavismos y reinará la sagrada energía divina del Amor, la que nutrirá al espíritu con un eterno gozo, en una espléndida vida unida al Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Comandante Celestial
He aquí la Comandante Celestial, quien lleva estampada sobre Su Corazón Maternal la Sagrada Estrella de la Hermandad.
He aquí la Comandante Celestial, la que comanda ejércitos de ángeles y de almas en este Universo, para poder establecer largos periodos de paz.
He aquí la Comandante Celestial, la que lleva adelante junto a Su Amado Hijo el Plan de Rescate; la que construye, por medio de las oraciones de todos Sus hijos, los puentes de luz y los lazos fraternos de amor.
He aquí la Comandante Celestial, la que obra silenciosamente en este Universo, la que enciende los Espejos de los corazones para que las almas sientan el ardor del Amor de Cristo.
He aquí la Comandante Celestial, la que busca el bien de Sus hijos, la que promueve la oración redentora, la Madre que siempre los aproximará a Dios.
He aquí la Comandante Celestial, la que desciende del Reino de los Cielos para conceder a los corazones una Gracia, la que acompaña, ayuda y comprende a Sus semejantes.
He aquí la Comandante Celestial, la que lleva consigo la Espada de Luz de los Arcángeles del Cielo, con el fin de expulsar los espíritus invasores para apartar a las almas del camino de la perdición.
He aquí la Comandante Celestial, la que lleva entre Sus Manos el Escudo del Arcángel Miguel para poder defender a Sus hijos durante las batallas, la que protege y ampara a las almas inocentes.
He aquí la Comandante Celestial, la que intercede por las causas imposibles, la que defiende a las almas durante su juicio, la que concede a los corazones momentos de paz.
He aquí la Comandante Celestial, la que eleva a las consciencias hacia lo que es verdadero, la que impide en este mundo la destrucción, la que guía y acompaña el despertar interior de las almas.
He aquí la Comandante Celestial, la que trae del Universo los Dones de Dios para derramarlos sobre el mundo como infinitas Gracias, la Madre que presenta las ofrendas de Sus hijos a Dios.
He aquí la Comandante Celestial, la que interrelaciona los Universos para que los Rayos transfiguren, de tiempo en tiempo, al planeta; la Comandante que transmuta, de ciclo en ciclo, el caos de la humanidad.
He aquí la Comandante Celestial, la que gesta en Su Vientre purísimo el surgimiento de una nueva humanidad, la que mostrará al mundo la puerta por donde retornará Cristo.
He aquí la incansable Comandante Celestial, la que bautiza a Sus hijos con el Espíritu Santo, la Madre que concede la reconciliación interior.
He aquí la Comandante Celestial, la que hoy desciende en Gloria sobre este Centro Mariano para poder abrir los ojos de Sus hijos y mostrarles el verdadero camino del espíritu, el camino de la perpetua oración.
He aquí la Comandante Celestial, la Patrona del Brasil, la Señora Aparecida, la Madre Bondadosa que protege el espíritu de las naciones.
Que hoy, en el día de Su fiesta celestial, las almas reciban de la Señora Aparecida, la fuerza suficiente del amor para poder vivir los cambios que llegarán.
He aquí la Comandante Celestial, la que prepara a las almas para el Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
De Mi Vientre purísimo nace la vida cósmica y esa vida se proyecta en las diferentes dimensiones de la Creación.
Mi Vientre de Luz gesta lo nuevo y todo ser o consciencia que él recibe es transformado por Mi Luz maternal.
De Mi Vientre nacen los Rayos inmateriales que circulan por los universos para ordenar y gobernar bajo la armonía universal.
De Mi Vientre luminoso pueden nacer las nuevas vidas espirituales en los corazones que se entregan a Mí, incondicionalmente.
Del Vientre purísimo de su Madre del Mundo parte el Principio de la Creación y así, de tiempo en tiempo, la Creación se renueva y todo evoluciona dentro del universo de la Luz de Dios.
En Mi Vientre castísimo doy vida espiritual y esencial a lo que aparentemente estaba muerto.
Mi Vientre resucita al espíritu perdido y recupera por medio del Principio de la Cura a las almas que se apartaron de Dios.
Mi Vientre es un universo nuevo que gesta el amor para la Nueva Humanidad.
Quien se coloca dentro de Mi Vientre será iniciado en una nueva etapa y estará en Mí y Yo, como Madre, estaré espejándome humildemente en las criaturas de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
Yo vengo del Cielo Eterno y Omnipresente para apaciguar sus corazones; Yo vengo con la esperanza de su pronta redención y entrega absoluta a Mi Corazón Misericordioso.
Aquel que en verdad está Conmigo recibirá del Padre todos los tesoros y dádivas que se guardan en el Cielo.
También en las horas difíciles, Yo estoy con los Míos para que puedan madurar en los aprendizajes de la vida.
A las tres de la tarde, Mi Consciencia irradia todos los Rayos que Yo adquirí por medio de la obra de Mi Infinita Misericordia. Estos Rayos, que provienen del Sagrado Universo de Dios, son los Rayos Inmateriales que restaurarán a la humanidad que está en ruinas.
Mediante Mis soldados de la misericordia, espero reconstruir los millones de templos y de moradas internas de aquellos que viven sobre este mundo actual y cuyas almas los abandonaron.
Necesito siempre de las cálidas y devotas oraciones de ustedes, necesito de que se unan a Mí a pesar de las circunstancias y de los sufrimientos porque en verdad les digo: no existe mayor milagro de amor que el Amor de Dios por todas Sus pequeñas criaturas.
Por eso, vayan y sigan firmes por el camino prometido, camino que deberán recorrer ardientemente entre las duras piedras y las espinas del rosal; porque del otro lado de la esfera de la Tierra, en el portal de Mi Corazón Compasivo, se encuentra su amado Dios de la Verdad, de la Unidad y del Amor.
Les pido que no bajen los brazos, elévenlos hacia lo Alto para que sus espíritus puedan alcanzar el camino que han perdido. Allá, en lo Alto, existe la Supraconsciencia del Infinito, la Fuente que siempre los proveerá y les quitará la sed que tanto padecen sus seres.
El Padre escucha y contempla sus necesidades. Sean valientes, aún queda un trecho para la finalización de Mi Camino y para Mi Regreso victorioso al mundo.
Nunca olviden que los amo y que, en el silencio, Yo protejo a Mis ovejas de cualquier asecho.
Estoy con los que se esfuerzan por cumplir con el Plan de Mi Padre. Yo estoy con los trabajadores del Plan Mayor, todos los días de la vida.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permitir cumplir Mis Designios de amor y de redención.
Cristo Jesús, vuestro Salvador
Mensaje recibido durante el 6.° Encuentro de Oración en el Centro Mariano de Aurora
Así como Yo estuve tres días en el Infierno, de la misma forma retornaré otros tres días para rescatar a aquellos que están caídos sobre la superficie de la Tierra.
Contemplen Mi Presencia Solar. Yo no Soy el que viene a su encuentro, es el Universo que viene para hablarles, porque Yo Soy el Universo y todos miran a través de Mi Sistema para cumplir Mi Voluntad que es la Voluntad de Dios.
Hoy les traigo un Rayo desconocido para sus consciencias, Rayo que se llama Inmaterial, porque es momento de que lo conozcan antes de Mi Retorno.
El Universo y Aurora están unidos en este momento como un único Sol.
Es momento de reverenciar para poder salvar al mundo, momento de determinaciones.
Yo vengo todos los días al mundo para ayudarlo, pero ¿quién viene todos los días hacia Mí?
Les envío a Mi Madre como rescate y salvación; Ella será quien abrirá la puerta para Mi Regreso, por ese motivo, deben reverenciarla como su verdadera Madre. Recuerden que Yo, en la Cruz, se las entregué despojándome de Su maternidad por amor a ustedes.
Hoy, Mi Presencia es solar porque es infinita, es perfecta ante sus ojos y sentidos internos. No Me materializo como energía porque les daría miedo conocer Mi Nueva Faz, la Faz de Mi Infinita Misericordia, aquella que Yo alcancé en la Cruz ante la oscuridad y la tribulación.
¿Por qué Yo he instituido las tres de la tarde como una hora importante? Porque el mundo está desconectado de sí mismo en espíritu y en verdad. Por eso intento, día a día, que se unan a Mí y que fortalezcan esa unión Conmigo antes de que el mundo se purifique por completo. Estas no son palabras filosóficas son Mis Verdades, la Verdad del Supremo, por eso desciendo desde el Universo para ir al encuentro de ustedes.
Este es hoy Mi mensaje para ustedes, un mensaje que Yo estoy permitiendo que escuchen porque todo tiene su lugar, su tiempo y su ritmo.
Quiero que vivan en Mi Sacerdocio, aquel que Yo instituí en la Cruz.
Mi Corazón Me pesa por el dolor del mundo, pero existen buenos corazones que lo alivian.
El poder de Mi Amor por ustedes en estos tiempos transfigura; él podrá quebrar las capas más profundas de sus consciencias y liberarlos profundamente.
El Cielo escogió este lugar, no solo porque Mi Padre colocó Sus Ojos sobre él, sino porque Él también contempla al mundo como uno solo. Algunos lugares en la Tierra servirán de recogimiento para las almas, donde ellas podrán encontrar las últimas esencias de la paz que el mundo está perdiendo por sus decisiones.
Aún queda un tiempo más para caminar junto a Mí; Yo vengo para desterrar sus sufrimientos y sus dolores. Pero ¿quién Me lo permitirá? Porque cuando lo intento hacer, ustedes no se sienten cómodos. La vida espiritual, la vida en Dios, no es comodidad.
El silencio es oración, es perpetua fe, es el vacío eterno de sí. Pero muchos no lo logran y así el enemigo consigue lo que quiere: dominar a los corazones de Mis hijos. Por eso desde el principio prometí volver, para que después de Mi Misericordia pueda verter el Rayo de la Liberación, y que el infierno que vive el mundo se pueda terminar para que se establezca Mi Paz, aquella que Yo sembré con Mi Sangre en la Cruz.
Hoy quiero estar más cerca de todos. Hoy estoy dando un tiempo especial para ustedes y observando con dolor a la humanidad porque ella no cambia.
Mi primer descenso a la Tierra fue en Oriente, pero Mi segundo descenso no será allí. Vendré en Gloria y, como les dije una vez, estaré con ustedes hasta los últimos días.
Consagré con Mi Consciencia instrumentos como la Eucaristía, la adoración, la contemplación, para que el débil fuego no se apague en estos tiempos críticos de vanidades y de competencias.
Que nadie se asombre por lo que verá.
Que la vida sea el camino de la oración como Yo les enseñé a Mis apóstoles en el Huerto Getsemaní.
Hoy no vengo al mundo como estoy viniendo todos los días para que el mundo Me dé la espalda, sino para que reconozcan que Yo Soy el Único Camino que los llevará a la fe y a la redención; porque Yo sé qué se guarda dentro de ustedes, lo que es puro e inmaculado, lo mismo que Dios creó en Mí cuando Yo nací en el pesebre de Belén.
Hoy dejo para ustedes Mi Firmeza, que sostendrá las bases de sus vidas. Hoy dejo para ustedes Mi Confianza, que permitirá elevar sus espíritus. Hoy dejo Mi Amor Puro e Inquebrantable que los curará cuando solo Me digan sí.
Estoy ante consciencias de diferentes escuelas, pero ahora ya no es tiempo de detenerse en ello.
Mis queridos compañeros, el Universo les habla sin cansancio, transmitiendo el mismo mensaje para que lo escuchen y lo cultiven en el corazón. Es muy necesario que escuchen al Universo y que Yo Me entregue, una vez más, para hablarles día a día.
Mi Corazón se alegra en ese sentido, se alegra por encontrar a las almas orando a Mi Misericordia para renovar el pedido original que Yo le hice a Mi hija Faustina y que pocos comprendieron por ser un pedido inmaterial, por ser algo de Mi Espíritu Inmaterial.
¿Qué más puedo hoy dejarles que Mi Corazón, aquel que nunca les fallará y les hará sentir la verdad ante las dudas y las incertidumbres?
¿Quién querrá beber de Mi Sangre en el fin de estos tiempos, para que sus células cambien y se transformen según Mis Preceptos?
El Cielo les quiere mostrar la Verdad pero es imperioso cambiar, dejar de ser para sí, y ser totalmente para Mí, tal como Yo lo he diseñado en Mi Corazón Misericordioso. Por eso, Yo le he confiado Mi Presencia a muy pocas consciencias a lo largo del mundo y a lo largo de la historia.
Hasta que no se cumpla aquello que está escrito no descansaré, porque Yo Soy parte de ustedes y ustedes son parte de Mí, en algún nivel de la vida y del espíritu.
Ayer vino Mi Madre a encontrarlos; ahora vengo Yo para reafirmar lo que Ella les ha dicho en Su Pureza Virginal.
Quiero que sean parte de Mi Energía, de Mi Consciencia, de Mi Océano, de Mi Manantial.
Sé que sus sentidos y voluntades son débiles, pero Yo quiero lo que está más allá de eso, quiero su corazón, aquel que nunca se oscurece, que nunca pierde el amor por más que esté contrariado.
A ustedes les cabrá, como rebaño en estos tiempos, tejer los hilos de luz y formar la red de salvación. Como Yo se los pido a ustedes, también se lo he pedido a otros apóstoles que están en estos tiempos, en humildad y en entrega, trabajando para Mí en la Tierra.
¿Quién se arriesgará Conmigo a sostener la antorcha de la victoria de la Luz?
No deben dejar que los dos fuegos los quemen, sino que solo Mi Fuego los purifique, según Mi Voluntad y Mis Decisiones.
Hoy están dentro del Océano de Mi Misericordia, no lo olviden, porque jamás se repetirá esto hasta el fin de sus días y hasta que crucen el umbral para que nos encontremos. En ese momento Yo les diré: ¿qué han hecho con ese Fuego? ¿Qué han hecho con esa Agua de Renovación con la que los bauticé para perdonarlos?
Aún les queda mucho para aprender en esta caminata interminable, en esta escuela de la Tierra.
Recuerden que sobre ustedes está el Universo Mayor, con el que podrán contar momento tras momento. La humanidad se mira a sí misma todo el tiempo en vez de mirar hacia el Universo y comprender las Leyes de las Estrellas, comprender las señales que indican el Nuevo Tiempo para los que se disponen a leer con el corazón lo que Dios teje en el Cielo con Su Voluntad y Creación.
Es hora de unir lo que está separado en la consciencia. Es hora de permitirse ser alguien nuevo, renovado, cristalino, puro y humilde.
Sé que muchos quisieran estar cerca de Mí, donde hoy Yo Me encuentro, pero sepan que estoy con cada uno de ustedes esperando el momento y amándolos con el Amor de Dios, el Amor que Yo maduré en la Cruz como hombre, como Ser y como Consciencia Divina.
Quiero dejarles un presente y una bendición para todos, principalmente para un conjunto de almas que Me corresponde desde otros tiempos y que hoy Me atrevo a decirles que deben volver hacia Mí en consciencia y despertar¹ .
Este es un mensaje para sus seres internos.
Dios se alivia y se alegra cuando ve a Sus hijos cantando; también Mi Corazón resplandece de alegría cuando ese canto nace, como la oración, desde el corazón.
Alégrense, porque estoy retornando.
Que canten los hijos de Dios y se abran los Cielos, porque la Luz y la Paz están llegando para liberar al mundo de su propio mal.
Bajo el Amor y la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar y reflexionar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
1.Aquí el Maestro está hablando para un grupo específico que estaba presente al momento de la Aparición.
Como Madre de las Gracias Eternas quiero, en el final de estos tiempos, convertir sus corazones en corazones renovados por el Amor Glorioso de Dios porque Mi Inmaculado Corazón lo promete.
Queridos hijos, muchos sufrimientos invaden la pureza de los corazones. Para poder restaurarlos, hoy les pido que oren, que oren con el amor de vuestros corazones para que Dios Creador pueda escucharlos como humanidad. Si las almas no oran por otras almas más necesitadas, las Gracias Inagotables de Mi Corazón no podrán ser derramadas sobre aquellos hijos que, con urgencia, necesitan de ellas.
Por eso, hijos Míos, estamos en el tiempo de la purificación de los sentimientos y de los pensamientos, aquellos que no corresponden a la Ley Única del Amor Universal. Como la acumulación de sentimientos aumenta en todo el mundo, les pido que oren con el corazón, pues así podré colocar a todas las criaturas bajo el manantial reparador y redentor de la Divina Misericordia de Mi Hijo.
Los Rayos de la Piedad y de la Misericordia de Jesús están todavía entre ustedes y sobre toda la humanidad. Pero muchos olvidan cuán importantes son estas Gracias, y el enemigo consigue alejarlos de la fuente de esas Gracias.
Por eso, como Guardiana de los Corazones, hoy los invito a reverenciar el Sagrado Corazón de Jesús. Él, en Sus manos de Luz, lleva la espada de la Redención que podrá cortar y liberar todos los males.
Ustedes, queridos hijos, podrán ser los servidores e instrumentos de Dios que, en consciencia, intercedan en oración y con amor por todas las almas.
Recuerden que el ayuno, como oferta, ayuda en el descenso de una Gracia Especial para las almas del Purgatorio.
La Realidad y la Verdad se aproximan a la vida de todos Mis hijos; la Ley del Amor de Dios está disponible para aquellos que, como Jesús, quieran aprender a amar como Cristo amó en la cruz.
Enciendan en vuestros corazones Mi esperanza por la salvación de todos.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
¡Perdonen! ¡Perdonen! ¡Perdonen cada una de sus vidas para que el mundo también alcance el absoluto perdón!
Hijos Míos, hoy los llamo al ejercicio del perdón en el corazón, un acto necesario que debe emanar de sus corazones. De esta manera, queridos hijos, el perdón los llevará a encontrar la Divina Misericordia.
Por eso, Mis hijos, permitan ser tocados por los dos Rayos Divinos que brotan de Mi Hijo para el mundo. Así, queridos Míos, encontrarán un camino más firme en este tiempo de cambios. Si oran con fe y compasión hallarán los Rayos Misericordiosos de Cristo y Él, en Su Inmensa Gloria y Paz, los conducirá hacia el Padre Universal.
Queridos hijos, no teman por cuanto han fallado; lo importante es que sus intenciones y sus corazones se transformen a través de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Por eso, cuando hayan caído, clamen por el misericordioso perdón para que la Luz del Divino Corazón de Mi Hijo los pueda ayudar a revertir los errores.
Hijos Míos, diariamente el mundo ofende a Dios; por eso, sus oraciones con amor ayudarán a la humanidad, y también cuando cada uno de ustedes reconozca que está aprendiendo en este mundo.
Queridos hijos, sean como Lázaro: resuciten por la Presencia del absoluto Amor de Mi Hijo para que, en esta hora, sus corazoncitos se fortalezcan en la oración y en el amor hacia el prójimo.
Oremos por la conversión de todos los corazones.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz en sus corazones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
¡Que hoy canten las voces de sus corazones para que los Cielos irradien Luz hacia la Tierra y para que, junto a ustedes, los Ángeles del Señor alaben toda Su maravillosa Creación!
Queridos hijos:
Alcen sus corazones hacia la Luz del Señor y encuentren reposo en Mi Inmaculado Corazón para que sus vidas siempre puedan encontrar el camino hacia la consagración.
Hijos Míos, la alabanza a Dios engrandece la hermosura y la belleza de las Alturas. Así, todos los corazones son partícipes del Glorioso Reino de Dios a través de la paz en el corazón y del Amor que brota como una Fuente Inagotable de Gracias. La alabanza que emana de sus corazones hacia el Dios del Universo los hará partícipes del Don Misericordioso de Mi Hijo y así la Luz, que es necesaria en muchos lugares, se esparcirá sobre el mundo para los corazones que se han alejado del Único Padre.
Hijos amados, el canto de alabanza hecho con el corazón repara y restaura las faltas cometidas contra Mi Inmaculado Corazón. La alabanza hecha con amor y gratitud penetra el Reino de los Cielos, y Dios, en Su Omnipotencia, se sirve del canto de todos los hombres cuando ellos con sinceridad y reverencia claman la Presencia de Dios.
Queridos hijos, cuando llaman a Mi Hijo Su Corazón Misericordioso responde, a través de las Gracias que fueron prometidas para el mundo. Por eso, hijos amados, cuando llaman a Cristo también están llamando a una parte de Dios.
El mundo necesita curar sus heridas a través de la alabanza a nuestro poderosísimo Señor de las Alturas porque, de esta manera, el mundo es aliviado. Cuando las almas se reúnen por amor a Dios y alaban a la Creación, un Rayo de Piedad y Compasión desciende desde el centro del Corazón del Padre. Ese Rayo se vuelve un Manantial de Misericordia que los Ángeles del Señor llevan hacia el corazón de cada criatura. Así el destino de la humanidad puede transformarse por el absoluto Amor de Dios.
En estos tiempos de cambios, alaben con sus corazones para que, a través de la oración, sus almas brillen delante del Padre.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz para todos Mis hijos del mundo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más