MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DE LA COLINA, TRANSMITIDO EN LA CASA LUZ DE LA COLINA, CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Que la Luz y el Amor de Dios brillen siempre sobre esta Casa en la Colina, así será cuando aspiren siempre a vivir la caridad y el servicio por los que más sufren.

En estos últimos doce años de construcción y de manifestación del hospital espiritual de Padre Pío en este lugar, ustedes mismos experimentaron lo que significa el valor de la vida humana y, en todos estos años, aprendieron a protegerla a través del cuidado y del amparo de los que están más desfavorecidos.

Mis queridos hijos de la Casa Luz de la Colina, quisiera decirles que el Propósito de esta casa se cumplió según el fin por el cual fue creada: dar sosiego y alivio a los que sufren, inclusive a sus hermanos más cercanos.

Queridos hijos, quisiera volver a animarlos a seguir adelante, expandiendo las bases de la cura y del alivio de los que padecen en todos los niveles de la consciencia.

Sepan que, en el camino del servicio que recorrieron en estos años, estuvo Mi Hijo Jesús, a través de todos a los que ayudaron y en todos los que ayudan.

Por eso, quisiera que pudieran contemplar el valor de lo que significa amar en el servicio. Representa que, a través de sus propias manos, están acogiendo y sanando al mismo tiempo al Cuerpo de Cristo a través de sus hermanos más carenciados.

Casa Luz de la Colina siempre deberá ser esa Luz que se encuentra en la oscuridad de la vida.

Casa Luz de la Colina siempre deberá ser ese padre y esa madre espiritual de brazos abiertos, transformando la propia condición humana a través de la sagrada condición del servicio.

Casa Luz de la Colina siempre deberá ser el refugio de aquel que se siente descartado y desamparado.

Yo, en nombre de Mi Hijo, les agradezco a todos Mis valientes servidores de Casa Luz de la Colina por entregarse a los que más necesitan.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de la Colina

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL QUINTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Fray Zeferías, el Señor está pidiendo que toques el piano para preparar Su trabajo.

Él, de alguna forma, nos pide que todos nos preparemos en este momento para lo que va a suceder, bien despiertos y concentrados, sosteniendo este canal con Cristo.

 

Que alegría es estar hoy aquí, entre ustedes, para recordar lo que una vez les entregué por la redención de toda la humanidad: la gran llave de Mi Amor, basada en el espíritu de la redención, que Yo vine a vivir en carne propia, para salvar a todo el género humano.

Este será el Don que hoy le pediremos al Espíritu Santo para que, a través de Su Inteligencia Divina, le siga concediendo al mundo la oportunidad de la redención, especialmente para aquellas consciencias que ya están condenadas y que solo el amor de Mis Apóstoles sería capaz de poder salvarlas.

Por eso, hoy encenderemos la Menorah, pidiendo al Espíritu Santo que haga descender en este momento el Don de la Redención, atributo primordial en estos tiempos críticos, porque sin redención no hay rehabilitación y sin rehabilitación las almas no pueden encontrar el Amor de Dios.

La redención es la puerta que se abre para la liberación de las almas, para que se liberen las amarras y las cadenas de los que están oprimidos. Por eso, encenderemos una vez más la Menorah, invocando la intervención divina del Espíritu Santo.   

En el Cenáculo, les enseñé a Mis apóstoles sobre la Ley del Amor, basada en la inconmensurable Piedad del Padre por todas las almas, por todos los espíritus que surgieron de Su Fuente, para recrear esta Creación y bendecirla a través de las experiencias del Amor y del Perdón.

Si el padre caído no hubiera desobedecido, todo este universo local sería parte del Reino Celestial, porque en el Corazón de Dios aún está prevista esa fusión divina entre las dimensiones y los planos de consciencia.

Y en el Cenáculo, en los secretos que reveló Mi Corazón a los apóstoles, no solo les entregué el legado de Mi Amor y les revelé los valores del Sacramento y de la Confesión, y principalmente la importancia de comulgar Conmigo hasta el fin de los días, pero también les fue revelado el importante momento que su Señor viviría después de Su Resurrección. Ese momento, que compartí con Mis apóstoles y hoy comparto con ustedes, fue lo que después sucedería en Mi Ascensión.

¿Qué habría de acontecer entre el Universo Material y el Universo Mental, entre la consciencia humana y la consciencia angélica?

Cuando ascendí a los Cielos, al Universo, Dios, físicamente, Me abrió las puertas de Andrómeda, porque allí, en ese lugar del universo, Él colocó lo que había pensado para este Universo Material. Y eso fue posible a través de la intervención arcangélica, y a través de los Arcángeles por medio de las Jerarquías.

Entonces, piensen por un momento qué significó para los apóstoles recibir esa revelación de lo que verdaderamente sucedería con su Maestro y Señor, por la que deberían celar y velar a través de sus oraciones y oficios, en lo más profundo del silencio del corazón, porque en aquel tiempo no podía ser revelada ni tampoco en los tiempos posteriores. La revelación sobre Mi Ascensión debería ser revelada por Mí mismo, momentos antes de Mi Retorno al mundo.

¿Ahora, comprenden?, como hace más de dos mil años y hasta el presente, todas las almas que Yo congrego forman parte de una historia importantísima para Mí y que, con Mis propias Manos, vengo a retirar los velos de sus consciencias para que puedan ver la realidad, que el propio enemigo se ha encargado de confundir con sus espejismos y dudas.

En sus corazones se guarda una molécula importantísima para Dios, que a través del despertar de las consciencias se revela, y especialmente se muestra cuando los corazones se entregan a vivir la Voluntad de Dios.

A las puertas de este misterio que hoy se devela y que no puede ser comprendido con la mente, sino ser acogido con el corazón, cuando llegué a Andrómeda, Me encontré con Consciencias Sublimes, que en los planos internos Me habían acompañado durante Mi trayectoria en la Tierra, desde Mi Nacimiento hasta Mi Muerte y durante el importante momento de Mi Resurrección.

En esas etapas, esas Consciencias Sublimes estuvieron presentes, porque en Sus Corazones conocen sobre el Plan de Dios. Son nueve Jerarquías del Universo, Mentores de los Gobiernos Celestes, encargados de la evolución espiritual y material de millones de consciencias en esta Creación, así como de otras galaxias o constelaciones.

Con esta revelación, podrán comprender que la vida es infinita y que el fin que le colocan a la vida es a través de la propia mente, porque a las puertas de Andrómeda, esas Consciencias Me estaban esperando para entregarme el próximo paso que Yo daría por ustedes: no solo de ser el Redentor del Mundo, sino de ser el Gobernante del Universo, uniendo a través de Mi Corazón y de Mi Divinidad a todas las consciencias que Me sirven en el Universo Mayor desde sus experiencias y escuelas evolutivas.

Para que el Proyecto Humano no se perdiera, aun con lo que sucede en estos tiempos, lo primero que Dios Me entregó fue la esencia del Propósito de este planeta, así como de otros mundos que, a través de los aprendizajes y de los esfuerzos deberían alcanzarme, a través del Amor Crístico Redentor. Porque no olviden que cada uno guarda, dentro de sí, esa molécula crística que el Padre les entregó, molécula crística que intenta despertar, desde hace mucho tiempo, a través de ustedes.

Pero, ahora que están despiertos y conscientes, ahora que están aprendiendo a escuchar con el corazón; esa molécula se potencializa en cada uno de Mis compañeros para que, a través de las esencias, Yo vuelva a depositar, a través de Mi Retorno, esa esencia del Propósito de este planeta que Dios concibió desde el principio, desde lo que ustedes conocen como el Génesis.

De esa forma, a través del Retorno Glorioso de Cristo y de Su Faz Divina y Ultraterrestre, ese Propósito será reintegrado en todos aquellos que hayan sido consecuentes Conmigo, a través de los tiempos y de las generaciones. 

De esa forma, el código del mal se desvanecerá de la consciencia humana, las fuerzas del caos serán retiradas del planeta para reservatorios que están siendo preparados por los propios Arcángeles. Porque todo merece redención, desde la consciencia más evolucionada hasta la más pequeña partícula que tenga vida en esta Creación, todo forma parte del Proyecto Creador desde los principios. Por eso, deben estar atentos a ese momento, porque no serán avisados.

A través de este encuentro Conmigo, en este día, en el que hacen memoria sobre la Última Cena, es momento de que sus consciencias se amplíen y se expandan. Es momento de que sus sentidos internos despierten y sustituyan a los sentidos externos; porque, de esa forma podrán ver más allá de lo que ven, de esa forma podrán escuchar más de lo que escuchan, de esa forma podrán sentir más de lo que sienten. 

Porque cuando sus moléculas crísticas se unan a Mi Corazón en este trabajo que estoy gestando durante esta Sagrada Semana, les aseguro que no tendrán ninguna duda de dónde estar y qué hacer, porque lo que Yo necesito es algo muy importante que ahora no comprenden.

Cuando el corazón o el alma confía en lo desconocido y se lanza hacia ese océano del conocimiento cósmico, se prepara gradualmente para el gran momento del Retorno de Cristo, como también tiene la oportunidad de ser consciente de sus virtudes y talentos.   

Volviendo a Andrómeda, coloquen sus consciencias en ese lugar y en ese espacio del universo. No piensen que no lo podrán hacer porque, a través de Mí, la Puerta hacia Andrómeda ya está abierta y une los planos superiores con los planos inferiores. 

Quiero que ingresen en el mismo estado de revelación que ingresaron las santas mujeres y Mi Santa Madre, porque eso fue posible a través de la Comunión Espiritual que Ellas vivieron durante el ejercicio de la Última Cena.

Cada vez que reciben la Gracia del Cuerpo de Cristo, cada vez que reciben la Misericordia de la Sangre de Cristo, tengan presente y sean conscientes de su importante molécula crística interior. Es allí en donde ahora deben concentrarse y trabajar, aunque se sigan purificando y redimiendo.

No los quiero tornar gloriosos ni tampoco supervivientes. Los quiero tornar humildes, capaces, abiertos, adheridos y serviciales a todo lo que debe ser construido en el importante preámbulo del Retorno de Cristo, porque Mis Palabras algún día terminarán aquí y no falta mucho tiempo. Cada uno es responsable y consciente en este momento de lo que ha recibido, porque todo lo que Yo les doy y les di no se puede desperdiciar.

Al ingresar en Andrómeda, las Consciencias Sublimes revelaron Sus rayos, porque fueron los primeros que legaron de parte de los Padres Creadores, de los Arcángeles, el Plan que debería gestarse y manifestarse a través de los tiempos. Y cuando existió la gran interferencia y alteración a través del ángel caído, ese Plan tuvo que ser recalculado como está siendo recalculado, segundo a segundo, en estos tiempos definitivos.

Por eso, nunca deben pensar que la Jerarquía cambia de idea. Ahora ya es tiempo de que se den cuenta a través de la madurez espiritual, de que todo lo que plantea y hace la Jerarquía es con el fin de cumplir el Plan de Rescate. Y cuando alguna pieza, es decir alguna consciencia, se mueve de lugar, es desviada o abducida por las consciencias del caos, allí el Plan debe ser recalculado, porque la Divinidad y las Jerarquías Sublimes no solo trabajan por ustedes, sino por el mundo entero.

No pueden olvidar, compañeros, que ya está todo previsto, como estuvo previsto que hoy, los que están aquí, estén aquí. ¿Acaso ya comprendieron lo que eso significa y por qué en este momento escuchan estas cosas que salen de Mi propia Boca, afirmando la Voluntad de Dios para el mundo?

En esta aparente exigencia, existe una preciosa tensión ardiente que forja, en las consciencias terrestres, la elevación para que aprendan, de una vez y para siempre, a no pensar más en sí mismas y que tengan claro y muy presente, en el centro de su ser, el Divino Propósito que está latente, ante ustedes, en los planos internos y que corresponde que lo cumplan y que lo concreten.

Cuando solo se abren para servir, les aseguro que se están abriendo a lo desconocido.

Cuando se abren para amar cada vez más, les aseguro que están ingresando en los grados de Amor.

Cuando se olvidan de ustedes mismos, les aseguro que están bien cerca de Dios; así como muchas consciencias de este planeta lo estuvieron, a través de los santos del Oriente y de los santos de Occidente.

Todo es posible solo cuando la consciencia quiere dar el paso. Y cuando da ese paso, ingresa en una experiencia semejante a la experiencia que Yo viví en Andrómeda y que Me llevó tres ciclos del tiempo material el poder finalizarla; porque no solo Me glorifiqué y Me divinicé a través de la persona humana de Cristo, sino también asumí de una manera más profunda y eterna el compromiso de su salvación.

Ahora, ¿quién estará pronto, así como Yo lo estuve en Andrómeda, para recibir el Propósito sobre la continuación del Plan de Redención de la humanidad y del planeta, en la parte que a cada uno le corresponde vivir y cumplir? 

¿Quién será capaz de ser celador de ese Propósito? 

¿Quién será capaz de amarlo más allá de sí mismo, aunque no lo comprenda o no lo entienda? 

¿Quién será capaz de iluminar su consciencia y sus células a través de los impulsos que Yo les traigo en esta Sagrada Semana?

Porque lo que Yo necesito es muy grande, pero es muy simple. Necesito que se decidan a ser bienaventurados, aunque estén en esta superficie dolorosa y herida; que se animen a dar la vida por Mí, como los apóstoles se animaron durante su apostolado en Tierra Santa y más allá de Tierra Santa; que se animen a ser capaces, como fue la Santa Madre y las santas mujeres, de cruzar toda Europa y llegar a Inglaterra, para fundar la Orden de los Templarios y fortalecer las bases de la energía crística en el planeta a través de los Centros Internos.

¿Quién será capaz de dar continuidad a estos tesoros espirituales, mientras millones de almas en el mundo están absolutamente distraídas y desconectadas?

Les pido que recen por los que aún deben despertar. Y que ustedes puedan seguir despertando y no crean que ya están despiertos, porque si verdaderamente estuvieran despiertos, algunas cosas ya no les sucederían.

Pero los invito nuevamente a confiar en Mi Amor Redentor, para que aprendan a confiar en Mi Amor Cósmico, que está latente en el Corazón de Andrómeda entre todas las Jerarquías. Porque, así como hoy jueves, celebro este momento con ustedes, y celebraré con ustedes este momento de consagración por un motivo mayor e inexplicable; de la misma forma, cientos de Jerarquías en este momento están reunidas en torno al Hijo de Dios, delante de la Faz del Señor del Mundo, de la Divinidad de Cristo y de Su aspecto ultraterrestre que hoy se presenta a todos como el Ángel Solar.

Yo les pido ahora que piensen: ¿cómo es posible que un ser humano, que encarnó entre ustedes, enseñó, predicó, redimió y dio la vida por un motivo mayor, cómo fue capaz de convertirse, después de Su Ascensión, en un Ángel Solar?

Deben contemplar esto en lo más profundo del corazón, sin buscar una respuesta inmediata. Los pasos de la evolución y de la expansión de la consciencia son regidos por la Ley del Amor. Es allí en donde comienza su expansión y elevación.

Cuanto más amen, más crecerán, y su soberbia se disolverá. Ya no querrán vivir el poder personal, porque el Amor Mayor los llevará a vivir la Voluntad Suprema a través del compromiso y de la responsabilidad por medio de los linajes, llamados virtudes y talentos, que Yo les entregué a cada uno de ustedes.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A través del portal que está abierto detrás de Cristo, en este momento, el Señor nos hace contemplar Andrómeda y todas las estrellas en torno a ese lugar, así como todos los soles y todas las Consciencias Sublimes que, en este momento, están en comunión con todos los corazones abiertos.

Él nos pide que contemplemos Andrómeda en nuestro mundo interior y que veamos dentro de nosotros nuestro universo interior. Contemplemos, por un momento, escuchando la melodía que está siendo ofrecida. Y vaciémonos en el Todo.

Bajo esta poderosa energía que nos abraza y, a través de esta actitud reverente y devocional, vamos a proceder, en la Presencia de Cristo, a la consagración de los nuevos sacerdotes.

Les pedimos que nos mantengamos concentrados y unidos a este importante momento que Cristo está realizando.

Pedimos a las Madres que se aproximen al palco, a los pies de este escenario, y que cada una lleve consigo una vela.

Por favor, tráiganme una vela, aquí.

No nos desconectemos.

Contemplemos Andrómeda en nuestro mundo interior, bebamos de esta Fuente que Cristo nos está ofreciendo conscientemente y así, acompañemos esta ceremonia en reverencia y devoción.

  

Hijos Míos, que hoy se consagrarán, ante la autoridad que les entregaré a partir de este momento, a pedido de la Santísima Madre y respondiendo a Sus súplicas amorosas y eternas; en primer lugar, Dios les conceda la protección maternal, no solo divina, sino también terrestre a través de estas Madres consagradas al Esposo Celestial y que están enteramente disponibles para sostenerlos, escucharlos y consolarlos.

Este paso que hoy darán no será algo personal, sino será algo planetario para que, a través de estos apóstoles que Yo estoy consagrando en estos tiempos de oscuridad, reconstruyan Mi ultrajada Iglesia y, en especial, reparen las ofensas que Me han cometido millones de sacerdotes en el mundo.

Por esta razón, las nueve Consciencias Sublimes del universo, los Mayores Sacerdotes del universo, hoy acompañan este momento solemne, divino y reverente, a fin de que se reconstruya y se restituya el linaje espiritual del sacerdocio, que Yo establecí hace dos mil años en este mundo.

Y que, a través de la Piadosa Madre, del Espíritu Santo, la Madre de las almas consagradas, que ha suplicado incansablemente para que la vida sacerdotal no se pierda, hoy delante de todos y en especial de todos los sacerdotes del planeta, les confío por medio de la Luz del Espíritu Santo, que sean guardianes y celadores del Sagrado Oficio que enseñé a los apóstoles y que Mis apóstoles enseñaron a través de los tiempos, para que se uniera el Cielo y la Tierra en perfecta armonía y redención.

 

Cristo le dice a cada uno de los que se consagran:

Que el Santo Espíritu de Dios ilumine tus pasos en este día.

 

Cristo se dirige a uno de los nuevos sacerdotes:

El Señor te consagra hoy como fray Juan Evangelista, en honor al apóstol que amó la Cruz hasta el último momento, el apóstol que consoló al Señor en Sus horas más difíciles y que junto a la Madre Celeste y a María Magdalena, como también a José de Arimatea, no dejaron solo al Señor, porque padecieron con Él hasta el último minuto de Su expiración. Bienvenido, fray Juan Evangelista, que el Espíritu Santo ilumine este día.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Pueden hacer su oferta delante de Cristo.

Incienso.

 

“Señor, Padre Amado, 
Tú que purificas, a través de Tu Amor,
 todo lo que tocas y contemplas,
hoy purifica la consciencia humana de su condición inferior,
para que se eleve ante Ti,
como en este momento Tu Hijo está ante Tu Trono,
a fin de que estas consciencias Te alaben y Te glorifiquen,
así como lo hacen los ángeles del Cielo.

Adonai, 
a través de este incienso ofertado
en el Templo de Tu Corazón,
bendice a todos”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Agua bendita.

 

“Señor, Emmanuel, 
antes de crear a Tus hijos,
pensaste en cuidarlos y amarlos
como un amoroso Padre y les concediste el agua
para que, a través de ella,
aprendieran a saciar su sed. 

Que Tus Gracias y Misericordias
fluyan como un manantial, en este momento,
sobre todos los espacios oscuros del planeta,
y que en la unión predilecta
de las almas que están aquí presentes,
esta bendición restablezca la paz en la humanidad.

Amén”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Virgen María está presente en este momento, como la Madre de todas las madres y de todos los sacerdotes.

Podemos traer aquí las estolas para que el Señor las bendiga con el agua bendita.

 

Que, a través de este símbolo sacerdotal, el alma de los sacerdotes sea un puente de Luz entre el Infinito y el planeta para que, en su sacrificada entrega, las almas más necesitadas del Amor de Dios lleguen a Su Corazón. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

El aceite para bendecir.

Pueden destapar el aceite. Pueden elevarlo.

 

Con amor, Mis esposas de Jerusalén ungieron Mi Cabeza y Mis Pies antes de la Pasión.

Con amor, Mis esposas de Jerusalén ungieron el Cuerpo herido del Cristo crucificado.

Con amor, Mis esposas de Jerusalén ungieron la Resurrección de Cristo a través de su confianza en Mí.

Que hoy los que serán ungidos, siempre unjan a los que lo necesiten, porque en la poderosa Unción de la Cruz está su liberación. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, en este momento, vamos a llamar a las siguientes Madres para que se coloquen detrás de los hermanos que se están consagrando:

Madre María Fidelia detrás de fray Paulo Mateus, Madre María Shimani detrás del fray Juan Evangelista, Madre María Getsemaní detrás de fray Shemaya, Madre María del Salvador detrás de fray Nazareno.

Ahora, las Madres que están detrás de los hijos espirituales, van a entregarles la vela a los hermanos, delante de ellos, y pueden hacer, antes de entregar la vela, un ofrecimiento interno a Cristo.

 

Fray Elías pronuncia la Oración para pedir Sabiduría Divina para los consagrados.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, delante del Señor, los hermanos harán su acto de consagración sacerdotal.
 

Los nuevos sacerdotes pronuncian la oración indicada.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

De esta forma, aún delante del Corazón de Jesús, que contemplen la inmensidad de Su Obra de Amor y Misericordia.

Invitamos a todos los presentes a revivir juntos la Última Cena.

 

“Padre Celestial, 
que estas alianzas representen
la unión perpetua de las almas
con Tu Divino y Glorioso Corazón,
a fin de que siempre se establezca
 la unidad perfecta entre el Cielo y la Tierra”.

 

Así como a los apóstoles les ofrecí el compromiso eterno Conmigo en el Sagrado Cenáculo, hoy les ofrezco a ustedes, Mis nuevos apóstoles, ese mismo compromiso con Mi Corazón.

 

Los sacerdotes pronuncian la Oración de purificación del sacerdote antes de celebrar la Eucaristía.

 

Como en aquella noche cuando Me reuní con Mis apóstoles, hoy, en solemnidad, Me reúno con ustedes para restablecer la unión entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Dios.

Por eso, con un Amor desconocido por cada uno de los Míos, Yo vuelvo a tomar el pan y a ofrecérselo al Padre para que sea convertido en Mi Glorioso Cuerpo. De la misma forma lo vuelvo a partir, y ofreciéndolo a todos, les digo: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Reverenciamos el Cuerpo Vivo de Cristo.

 

Enseguida, tomé el Cáliz entre Mis Manos y, ofreciéndome aún más al Padre en sacrificio y amor por cada uno de Mis compañeros, le solicité que el vino fuera transubstanciado en Mi Preciosa Sangre. Enseguida, lo pasé a Mis compañeros como hoy se lo paso a ustedes, diciéndoles: “Toman y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza, que fue derramada por su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en Mi memoria, porque Yo ya estoy retornando”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Reverenciamos la Preciosa Sangre del Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo y nos da la paz.

 

He aquí el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices y bienaventurados los que se vuelven a servir de este poderoso Sacramento, porque siempre les prometo Mi Amor, Mi consuelo y Mi Paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Unidos al Sagrado Corazón de Jesús, presente e insondable en este momento, terminemos de ofrecer estos elementos transubstanciados, en honor y gloria a nuestro Redentor, para que Su Amor y Su Misericordia se establezcan en el planeta.

Terminaremos esta consagración cantando el Padre Nuestro en arameo, junto a los ángeles de Nuestro Señor.

 

Canción: “Padre Nuestro” en arameo.

 

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

En unión a nuestro Maestro y a través de un gesto de reverencia, saludamos a nuestros hermanos, dándoles la paz.

 

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.

 

Y anunciamos, en este momento, a pedido de Nuestro Señor Jesucristo, la Comunión Espiritual, en esta importante celebración de la memoria de la Última Cena, para que estos ejercicios se perpetúen a través de los tiempos y congreguen a muchas, pero muchas más almas, a través del Amor de Nuestro Señor.

Hoy, Nuestro Señor nos pide comulgar por los no redimidos.

Todos recibiendo la molécula crística del Señor. 

Todos contemplando, en esta Comunión, el Sagrado Corazón de Jesús y expandiendo la Luz de ese Corazón al mundo entero y a las almas, a través de esta alianza con la Comunión de Cristo; irradiando esta Luz a todos nuestros seres queridos, hermanos y conocidos; a nuestras familias, amigos y compañeros; todos recibiendo la Luz del Sagrado Corazón de Jesús que Él emana en estos momentos para todos.

Coloquemos en el Corazón de Jesús a todos nuestros seres queridos y al planeta, afirmando esa unión con Cristo; todos siendo aliviados y consolados por el Sagrado Corazón de Jesús presente en este momento.

Sintamos ese mismo abrazo que Él les dio a Sus apóstoles en la Última Cena. Y adoremos al Rey del Universo a través de esta Eucaristía.

 

Santísima Trinidad, 
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido.
Y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.

 

Ahora, Yo Me puedo ir en paz, porque este momento está consumado, entregándoles internamente los primeros impulsos de Mi Retorno físico al mundo.

Los bendigo y le otorgo la paz al mundo, y especialmente a los que sufren.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprende a contemplar y a adorar la Sangre de Cristo, sabiendo que cada gota derramada por el Señor representa Su ilimitado Amor por cada ser y por la propia vida.

Pon tus ojos sobre el Cristo del Calvario y sabe que Su Amor, aun sin la Cruz, ya superó y renovó toda la Creación, pero Su oferta fue más allá y, derramando Sangre y Agua, perpetuó la Gracia de la salvación y de la redención para todos los seres de la Tierra y más allá de ella.

Que tus ojos puestos sobre la Sangre derramada de Cristo te concedan la comprensión y la experiencia de lo que es la rendición y la entrega, de lo que es dar todo por amor.

El Agua que fue derramada por Cristo representó la ilimitada Misericordia que, además de verter toda Su Sangre, vertió también Agua para dar todo de Sí, en la materia y en el espíritu. 

Juntos, Sangre y Agua representan el misterio de un Amor aún incomprendido por los hombres; Amor al que son llamados a renovar y a superar para que todo se recree y la evolución encuentre un nuevo comienzo, una vida mayor de unión con el Padre Creador.

Comienza, entonces, contemplando en tu corazón la Sangre de Cristo y el Agua que fue vertida de Su Cuerpo, para que así penetres en Sus Misterios y ellos te inspiren y conduzcan a una imitación más verdadera del Amor de Cristo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras caminaba con la Cruz, en el Corazón de Cristo, además de sufrimiento y dolor, había paz y compasión.

Ese era un ejercicio constante de Su Espíritu Divino en un cuerpo humano, trascender a cada segundo las dimensiones del caos, de la ignorancia, de la maldad, en las que los seres que lo rodeaban estaban absorbidos por la oscuridad, e ingresar en las dimensiones de paz, de compasión, de sabiduría, de Verdad, en donde Sus Ojos podían ver cada acontecimiento como era y no como parecía ser.

Los Ojos del Cristo del Calvario contemplaban el mundo y veían una realidad más compleja, más profunda; miraban la maldad de los seres y veían esencias presas del yugo de esa maldad; conocían al espíritu del mal que conducía cada acción de los que lo maltrataban y sabían que la forma de liberar esas esencias era el Amor, el Amor no solo de la Cruz, sino el Amor de toda la eternidad; el Amor que comenzaría a nacer con Su ejemplo, como una naciente que surgiría de la última gota de Sangre que se derramaría de Su Cuerpo, pero que se tornaría afluente a través de las almas que, a lo largo de los siglos, responderían a Su Llamado e imitarían Su ejemplo, renovando y multiplicando ese Amor.

En cada obstáculo de la vida, hijo, que tus ojos sean los Ojos del Cristo del Calvario, contemplando la Verdad y no la ilusión, colocados en las dimensiones de paz y no de odio, sabiendo que la cura proviene del Amor vivo, en el ejemplo de cada segundo de la vida.

Así es como cumplirás el Plan de tu Padre Celestial y serás uno con Él en todos los tiempos.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La cuaresma es un momento, hijos, para volver a conocer a Cristo, para reconocerlo con una nueva mirada, una mirada sin velos y sin temores, para que sepan quién es Él y quiénes son ustedes delante de Él, lo que son llamados a vivir al estar delante del Hijo de Dios. 

Muchos son los que caminan al lado de Cristo, comen de Su Cuerpo, beben de Su Sangre, participan de Sus prodigios y escuchan Sus Palabras; pero pocos son los que miran al Señor sin velos delante de sus ojos, sin muros delante de sus corazones, y saben quién es Él, y se descubren también a sí mismos, delante de Él.

La cuaresma es ese momento, porque en ella el Señor les dice: "Yo Soy el que Soy, Yo Soy Aquel que Es; Uno con Dios, el propio Dios hecho Hombre y Espíritu". 

Y, al escuchar esa revelación del Hijo de Dios, sus ojos se abren para que no solo puedan reconocerlo, sino también reconocerse a sí mismos. 

La cuaresma es un momento de definirse para buscar a Cristo y vivir la revelación de Su Presencia, para dejarse inundar por Sus misterios y transformarse por Su Amor; o entonces, hijos, lo verán pasar y hacer prodigios, verán como se transforman los corazones al escucharlo, pero aun así, permanecerán ciegos y sordos delante de Él. 

Elijan la vida, la vida en Cristo, la vida en la Verdad, la vida en la libertad de sí mismos. Elijan el desvanecimiento del polvo. 

No se aferren a sí mismos, a sus virtudes y destrezas, a sus convicciones y conocimientos, a sus mentes y creencias. Aférrense a Cristo, a Su Verdad Celestial, a Su Presencia, a Su Vida.

Este es el sentido de la cuaresma: prepararse y definirse en Cristo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo les doy Mi Cuerpo para que se alimenten del Espíritu de Dios.

Yo les doy Mi Sangre para que justifiquen sus errores, los enmienden y reciban perdón y Misericordia.

En todo este misterio, Dios se entrega completamente a Sus hijos para que Sus hijos se entreguen a Él y lo reconozcan como el Padre de la Misericordia y de la Bondad.

A través del Cuerpo y de la Sangre de Cristo las almas alcanzan, todos los días, la expiación que necesitan para poder vivir conforme el Reino de Dios lo determina.

Por eso, esa unión perfecta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo concederá no solo importantes procesos espirituales de redención y de cura, sino que también traerá al mundo lo que necesita para poder santificarse y, así, recibir los Atributos Divinos necesarios para poder cumplir con el Plan de Dios.

Este es el momento de descubrir, más allá de las formas, lo que significa esa alianza, espiritualmente profunda, con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, porque, por medio de ese descubrimiento de lo que es primordial y fundamental, el ser humano entrará en el verdadero camino de lo sagrado.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL DÍA DE CELEBRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS

Y verán venir, compañeros, al Hijo de Dios transfigurado en el momento más culminante de la humanidad así como Él viene hoy a su encuentro en Divinidad y en Espíritu. Yo retornaré en la hora más culminante de la Tierra, cuando vendré a buscarlos y a reunirlos en Mi Nombre, de la misma forma como Yo reuní a los doce apóstoles en el pasado, pero esta vez será diferente porque, a pesar de que el mundo esté en convulsión, ustedes podrán reconocerme y Me recibirán de la misma forma que lo hacen en este momento.

Reuniré a todas las tribus de Mi Padre, no solo aquí en Argentina, en lo alto de una montaña, sino que también apareceré, al igual que en Betania, en otros lugares de Sudamérica a fin de que en esa hora tan aguda y difícil, ustedes, Mis amigos, no sientan miedo alguno sino un profundo y jubiloso gozo por volverme a encontrar.

Los llamaré a cada uno por su nombre original y así despertará en ustedes el dulce recuerdo de haber estado Conmigo una vez, compartiendo el mismo pan y el mismo vino que hoy les vuelvo a entregar a todos.

Mi llegada a Argentina esta vez es diferente, ya los encuentro más maduros y conscientes de la importancia de seguir a su Redentor sin duda alguna.

Este es el tiempo en el que finalizará su preparación interior y comenzará su verdadero servicio por la redención y por el perdón de todo el género humano.

Llegó el tiempo de Mi Retorno.

¡Les agradezco por haberme recibido!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

 

Palabras de Cristo Jesús transmitidas durante la consagración de los elementos, en la presencia de muchos peregrinos: 

Que Mis Palabras puedan ser el soplo del Espíritu en ustedes para que se manifieste en este tiempo el verdadero ser, aquel que Me representará en la Tierra y que dará testimonio de Mi Presencia en el mundo entero.

Yo vengo para congregarlos en la Verdad, en la única Verdad de Dios, que los hace participar de Su libertad espiritual y que les promete la redención total de sus seres y de sus consciencias a fin de que se cumpla Mi Propósito Crístico.

Ahora, que los encuentro con esta alegría, y con este recibimiento que siento en Mi corazón, el Espíritu Santo actuará a través de sus Dones y por medio de los Sacramentos para que, renovados en la fe y en la confianza en Dios, sepan que seguirán caminando Conmigo hacia adelante, buscando en su interior la realización del Plan de Dios y la concreción de Su Proyecto en esta raza humana, por medio de la acción de Mi Misericordia, de Mi Gracia y de Mi Piedad.

Abro las puertas de Mi Corazón y de Mi Consciencia para que reciban la presencia de Mi Iglesia Celestial, la que los congrega en igualdad y en amor, la que los hace celebrar el Amor del Padre eternamente Conmigo.

Nos ponemos de pie.

En este momento, cada uno de Mis representantes y servidores en la superficie de la Tierra hará su oferta ante el Padre Celestial por intermedio de Mi Sagrado Corazón, para que Él reciba sus súplicas, sus intenciones y su verdadero ofrecimiento a fin de que Su Gracia continúe descendiendo a la Tierra y tocando a todos los corazones.

En el silencio de su corazón harán esta oferta Conmigo; mientras que, en presencia del Amor vivo de Dios, su Maestro y Redentor transubstanciará los elementos junto con las huestes angélicas para que la Misericordia del Padre descienda sobre los seres y el planeta, y la llama de luz en sus corazones se vuelva a fortalecer y a reencender para que el amor y la gracia abunden en el mundo y se respete el amor a la vida.

En la Presencia de Cristo, Nuestro Señor, por su invitación y llamado, vamos a ingresar en la consciencia de Su Iglesia Celestial entonando todos juntos el “Kodoish melódico”.

Vamos a volver al instrumental “Y así habló el Maestro”.

Y ante la Presencia de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Redentor y Salvador, a Su pedido y llamado, en este momento vamos a participar de la consagración y de la transustanciación del pan y del vino, que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor. 

Invitamos a los que puedan, a arrodillarse o a quedar de pie.

Damos gracias a Dios por la renovación de este sacrificio y por la inspiración, en este momento, que nos da nuestro Señor Jesucristo a través de los Sacramentos y especialmente del Sacramento de la Eucaristía.

En aquel tiempo, Jesús estaba reunido con Sus apóstoles y muchas consciencias más en los planos internos, que están hoy aquí presentes.

Él tomó el pan, lo elevó, reconoció el sacrificio que el Padre le estaba pidiendo vivir y con la inmensidad de Su Amor agradeció, lo entregó a Sus apóstoles y les dijo: “Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados” y al sonar de tres campanadas se estableció la transustanciación del pan en el Cuerpo Divino de Cristo.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Y antes del Señor finalizar con Su Cena y entregar el mayor regalo de amor a la humanidad, tomó el Cáliz, elevándolo a Dios, el Padre lo bendijo y Él agradeció profundamente por ese sacrificio que viviría por cada uno de nosotros hasta el fin de los tiempos. Lo entregó a los apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por Su Redentor y por muchos mártires para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi memoria”. Y al sonar de tres campanadas se estableció la transustanciación del vino en la Sangre preciosa de Cristo. 

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

El Cuerpo y la Sangre Divina de nuestro Señor. Amén.

En unidad a Su Sagrado Corazón, y por el triunfo y la victoria de Su Reino en la humanidad, unidos a Él, en absoluta consciencia y sintonía, repetimos la oración que Él nos enseñó: Padre Nuestro.

Nos podemos poner de pie.

Compañeros, nunca pierdan la esperanza y la fe porque son virtudes que los renovarán y siempre los impulsarán a seguir adelante, sabiendo trascender barreras, sabiendo vivir desafíos, y así alcanzarán la paz, nunca la perderán porque estarán en Mí y Yo en ustedes.

Que la paz en este día, esté en ustedes y en Argentina. Amén.

En presencia del Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en fraternidad, se darán el saludo de la paz. 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mi Cuerpo espiritual y divino está llagado por las indiferencias y las deudas del mundo.

Este Cuerpo espiritual, en el que mora el Dios vivo, está siendo ultrajado por los hombres y sus acciones, y por ahora nada lo puede detener.

Por los méritos de Mi Pasión y por las oraciones de los simples es que ese Cuerpo espiritual consigue alivio y restauración, porque las ofensas que emana la humanidad de hoy son realmente terribles.

Por la Sangre derramada del Cordero y la fe de los creyentes en Cristo será que el peso de esa deuda espiritual podrá ser aliviado, y al menos una parte de la humanidad podrá respirar un corto período de paz, antes de que todo se desate.

En Mi Cuerpo espiritual está la Iglesia Celestial de Dios y en ella, el Cuerpo Místico que es su pueblo en redención.

En esa unión del Padre con Sus hijos se encuentra la puerta para revertir las grandes deudas de la humanidad.

Ya estamos en el tiempo de la redención y esa Gracia estará siendo concedida a todos.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla el Corazón de Cristo y en Él a Su Santo Cáliz.

Este es el Cáliz de tu redención y de la redención del mundo. En él se encuentra la Sangre que fue vertida en el Calvario como en la Cruz; Sangre que representó la entrega absoluta de Dios a través de Su Hijo; Sangre que se multiplica en todos los Sagrarios del mundo para ingresar en el interior de todos los seres y transformar su condición humana; Sangre que lleva en sí los códigos de la Nueva Vida, del Amor Crístico, Amor de Dios renovado en Su Hijo; Sangre que se derrama sobre el mundo cuando las almas claman con sinceridad; Sangre que ingresó en las entrañas de la tierra para sellar la alianza entre este Proyecto Divino y su Creador, decretando así su perfección y su manifestación en el fin de los ciclos.

Esta es la Sangre que da la vida, no solo a los hombres, sino a toda la Creación. Esta es la Sangre que los diviniza porque manifestó en la carne humana la presencia de Dios y tornó viva la semejanza del Creador con Sus criaturas.

Esta es la Sangre que todos los días es entregada en el altar; es la Sangre que convierte los elementos de la Tierra; Tierra que por esta misma Sangre se tornó sagrada.

Reverencia hoy el Cáliz del Señor para que seas conocedor de Sus misterios. En el Santo Cáliz se guarda la Sangre de Cristo y de todos aquellos que un día bebieron de él y alcanzaron grados de Amor Crístico en su interior.

Este es el Cáliz que los une a Dios, el misterio manifestado del Amor Divino. Si tan solo lo contemplaras con amor, tu espíritu, alma y corazón estarían comulgando con Él.

Si bebes la Sangre y comes del Cuerpo de Cristo, todo tu ser comulga con Su Vida, con la Nueva Vida, con el Amor y la perfección de Dios.

Hoy y siempre, hijo, reverencia la dádiva de la entrega de Dios a través de la Eucaristía. En ella se encuentra vivo el Amor que tu Creador sintió al manifestarse, Él mismo, en esta vida, descendiendo a la menor de las dimensiones para abrir el camino hacia la suprema unidad con Su Espíritu.

Bebe de Su Sangre y come de Su Cuerpo, cruzando así las dimensiones que te separan de Dios y retornando a Su Eterno Corazón.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo 

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que la Gloria de Dios esté en este lugar para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Abriendo las puertas del Universo Celestial, la Consciencia de la Madre de Dios penetra las dimensiones profundas de la Tierra, para traer a las almas una gracia y una oportunidad.

Es que hoy tampoco estoy aquí sola, sino rodeada por las Jerarquías de la Luz, aquellas grandes Consciencias del Universo que contemplan, tiempo tras tiempo, el Plan Divino de Dios y Su manifestación en los diferentes mundos.

Con la gran bóveda del Cielo, hoy bendigo a todas las almas de la humanidad y mientras Mis portales se abren, la Luz de la Nueva Aurora emerge en el corazón de aquellos que creen en ella.

En este momento, una intervención espiritual se establece entre el Universo y la Tierra, entre las almas y Dios. Y una Gracia extraordinaria permea a todos los espíritus de la Tierra para concederles la Paz, la Redención y el Amor vivo de Dios en cada corazón humano.

Es de esta forma que las estrellas de Mi Corona de Luz hoy descienden sobre la Tierra, rodean la órbita de este planeta para encenderlo, no solo en Luz, sino también con todos los atributos de Dios, con las doce principales corrientes de Su Divino Espíritu, que harán de la Tierra un planeta rescatable y una Nueva Humanidad redimida, que finalmente seguirá los mandamientos del Señor.

Por eso escuchen la voz de la Madre de Dios en este día único y extraordinario, en donde no solo sus almas se ven beneficiadas por el Universo Mayor, sino también sus seres superiores que  participan de esta coyuntura; aquellos seres que vinieron a la Tierra con un principio y con una misión, la que en estos tiempos definitivos se revelará para aquel que quiera abrirse a conocerla, porque esa misión y ese principio espiritual serán un aporte importante e imprescindible, diría, una gran tarea espiritual e interior que cada alma podrá donar para Dios con la plenitud de su corazón y de su vida, donándose constantemente al Creador en entrega, en servicio y en sacrificio.

Este compromiso de cada ser de la Tierra es vital para estos tiempos. Es por esa razón, queridos hijos, que las grandes Jerarquías de la Luz, hoy reunidas alrededor de su Madre Celeste, contemplan la gran oportunidad que tienen las almas del mundo, en esta coyuntura universal y cósmica, en donde las almas más despiertas y más disponibles para este nuevo año que comenzará, tendrán la gracia de dar un nuevo paso bajo la bendición de Dios y de Su Divina Confianza, concretando así Sus Principios y Voluntades, materializando Sus Proyectos y viviendo plenamente Su Plan.

No deben perder la oportunidad de comprender lo que Dios necesita, porque Sus Palabras no se desperdician, son agua de Fuente Viva para todas las almas de la Tierra, para todos los congregados por Su Amor.

De universos superiores viene el auxilio para el mundo. Lo desconocido se torna conocido, los Misterios se develan y las puertas se abren, para que el Sagrado Conocimiento de Dios descienda una vez más a la Tierra y esto fortalezca a las almas en su compromiso con el Plan y la vivencia de los Principios de Dios y del Propósito que el Padre tiene para cada ser.

Por eso hablo de que es una oportunidad única e irrepetible, para que este nuevo año que comienza no solo sea permeado por la consciencia y por la sabiduría, sino por la concienciación de todos, sobre lo que verdaderamente deberá suceder para este nuevo ciclo, con el aporte y la colaboración de todas las criaturas de Dios, de todos los servidores de Cristo, de los que quieren plenamente vivir en el Señor, para así, siempre encontrar Su Reino.

En los silencios de Mi Alma es cuando descienden los más importantes códigos y las almas se pueden nutrir de la Verdad.

De esa nutrición espiritual el alma encuentra su camino, retorna a su origen y despierta a la Consciencia Divina, encontrando el sentido de su existencia y la capacidad, cada vez más, de poder amar de verdad y sin condiciones, transcendiendo los límites, las fronteras y las dificultades.

Porque será el amor de cada uno de ustedes al Plan de Dios lo que permitirá que Sus Obras sigan aconteciendo; permitirá que todo pueda suceder y que nada, absolutamente nada, sea alterado por la indiferencia de los hombres o por la mediocre colaboración de las almas.

Para concretar el Plan de Dios y su próxima meta, es necesario de colaboración y de adhesión, de una adhesión verdaderamente interior, para que después sea una adhesión exterior y verdadera que pueda cumplir los preceptos de Dios, según como Él lo ha pensado y lo ha destinado para el mundo.

Pero mientras eso no suceda, hijos Míos, Dios esperará en Su Reino por las respuestas de Sus hijos. Su Reino Celestial debe descender a la Tierra en este tiempo crítico, porque de lo contrario el planeta no sobrevivirá.

Es necesario, hijos Míos, que comprendan más allá de las formas, de la mente, más allá del corazón. Que se puedan unir a la Fuente para encontrar el sentido de Sus principios y la manifestación de Sus Proyectos para estos tiempos agudos de la Tierra.

Todo el conocimiento que ya fue entregado debe ser la base para su reflexión y despertar, para su próximo paso en este año que comenzará, esperando una respuesta sincera y honesta de todos los corazones para con el Padre Celestial, y una respuesta que comprende más allá del conocimiento, que entiende más allá de la sabiduría, que acepta más allá de las formas y que se adhiere de corazón y de forma incondicional a lo que Dios necesita.

Todos esos cambios y todas esas vivencias formarán esa gran respuesta de parte de la consciencia humana, la que concederá de parte de la humanidad, la continuidad de Plan y la manifestación para estos tiempos.

Pero es importante que en este ciclo que termina, cada uno de sus corazones, cada una de sus consciencias, haga una síntesis interior, perciba la realidad, despierte a la verdad y tome conocimiento de lo que necesita tomar conocimiento, no perdiendo la Palabra de la Jerarquía, no perdiendo el sentido del Mensaje, para encontrar las próximas llaves que necesitarán, que abrirán las puertas a las nuevas oportunidades y al descenso de las nuevas gracias que tanto necesita el mundo, y también la humanidad.

No quisiera que en este año terminaran con alguna ignorancia, con alguna incomprensión o con alguna duda.

Deseo que en este año que termina su respuesta sea sincera y verdaderamente honesta para con Dios.

Lo vuelvo a repetir para que lo comprendan y lo acepten, para que lo vivan y especialmente, para que lo practiquen, sabiendo que aún hay mucho para hacer en esta humanidad que está doliente, que está enferma por apartarse del Amor de Dios, por creer en el amor propio, en las fantasías, en las ilusiones, en los espejismos que todo el mundo ofrece día a día, tiempo después de tiempo.

Pero su recapacitación para con la Jerarquía, la concienciación de su respuesta honesta y verdadera, creará nuevas oportunidades, nuevas condiciones de que la Gracia Universal y la Misericordia Cósmica llegue a más corazones de la Tierra y a más naciones.

Recuerden que aún espero poder llegar a Asia y Oceanía y esa meta deberá concretarse por todos para este nuevo año que comenzará.

No  dejaré de venir al mundo hasta poder concretar esta misión espiritual, junto a la unión con todos Mis hijos y bajo la respuesta de todos.

Esto permitirá expandir la Obra en la humanidad, las misiones de servicio y de caridad en regiones tan lejanas del planeta, en donde existe la verdadera desesperación, el caos, la enfermedad, la indiferencia y la soledad de muchos corazones.

Pero ahora, hijos Míos, ustedes que son portadores de la Gracia y de la Misericordia de Dios a través de los tiempos, tienen todas las posibilidades y todos los medios para poder realizarlo, y así también poder duplicar  y difundir este llamado a más corazones en el mundo, que deben despertar a la concienciación de estos tiempos, a la emergencia de estos tiempos, a la necesidad de la vida fraterna y de servicio para con las almas del mundo.

La cura del planeta está en sus manos. El cambio de la consciencia está en su interior y la elevación de esta humanidad está por medio de su oración.

Cumplan con Mis pedidos para estos próximos meses. Sean obedientes y vayan a los Centros Marianos. No dejen que la comodidad los sumerja. Hagan el esfuerzo que es necesario, que es justo, del cual merece Dios, de cada uno de ustedes por todo lo que Él les ha dado en estos últimos once años.

Así, hijos Míos, por más de que esté la tempestad en la humanidad, la oscuridad en el planeta, la tribulación en los corazones perdidos, no Me cansaré de venir al mundo una y otra vez, porque llevaré en Mi Corazón de Madre la respuesta sincera de Mis hijos para poder mostrarle a Dios y así continuar adelante con Su Plan, de que el Reino del Padre viva y more en todos los corazones para que triunfe Su Amor y Su Plan.

Tal vez en esta noche esperaban escuchar grandes cosas, más revelaciones que puede impulsar Mi Corazón. Pero eso será posible, hijos Míos, cuando su respuesta se amplíe, supere las barreras, trascienda los miedos y que ustedes se puedan adherir absolutamente a lo que les digo, sabiendo que por detrás de cada una de Mis Palabras existe un propósito, un sentido y un objetivo espiritual que aún no alcanzan sus consciencias.

Por eso, hijos Míos, abran los sentidos internos, abran el corazón y acojan Mis Palabras con la dulzura del amor por la cual las entrego, para que sus vidas se enriquezcan en Dios y vivan la plenitud de Su Sabiduría. Aún queda tiempo para poder cambiar.

Gran parte del mundo llorará por no haber cambiado, pero si el cambio nace de muy pocos, todos en la mayoría, se sentirán impulsados a cambiar, hasta en lo más pequeño que parezca.

Por eso, hijos Míos, en esta noche de gloria, de júbilo y de amor, en donde los portales del Universo están abiertos para elevar sus consciencias y a todo el planeta, la consagración de los Hijos de María en esta noche especial, es un compromiso irrefutable, intransferible e inmediato. Un compromiso de orar por los Planes de la Santísima Trinidad y de comprometerse en la vida material de espejar esta Voluntad Superior por medio de los actos, de las virtudes, del servicio y de la entrega, que serán los medios que transformarán sus consciencias para poder vivir algún día el Amor Crístico.

Que los que hoy se consagrarán se coloquen a la derecha del altar, y vengan aquí con el ánimo que Yo les entrego, que le entrego a todas las almas, a todos los que Me escuchan y a todos los que Me viven, porque la unidad de nuestras consciencias es donde se construirá el Plan de Dios y se manifestará, y sus bendiciones serán ilimitadas.

Sus Gracias se expandirán en sus consciencias y corazones, y así sus vidas se transformarán completamente conforme a lo que Él ha pensado para cada una de sus esencias.

Por eso, hijos Míos, hoy los consagro para que puedan vivir el compromiso con Dios, en nombre de millones de almas que no lo viven, que están sumergidas al hipnotismo y en la ilusión mundial y que despertarán de golpe a su realidad y vivencia, cuando Mi Hijo retorne por segunda vez a la Tierra.

Pero ustedes tendrán la oportunidad, hijos que hoy se consagrarán, de poder ayudar a esas almas que desconocen, colocándolas en la oración en cada acto de amor y de servicio, para que la Gracia Divina toque esas consciencias y más almas se puedan transformar según Cristo, según Sus Principios de Amor y de Verdad.

Escuchando el himno de su consagración, que la Fuente de la Gracia Suprema se aproxime sobre esta amada Aurora, para que los corazones sientan el gozo de vivir en el Amor de Dios, en la Gracia de Su Sabiduría, la que cura los corazones heridos, cicatriza a las consciencias que fueron lastimadas por el mal, disipa todas las dolencias espirituales e internas.

Aurora, en el Nombre de Dios, les concede la cura interior y la absolución de sus deudas, para que ese compromiso sea verdadero y transparente, amoroso y humilde, siguiendo los pasos de Nuestro Redentor, Jesucristo, el Salvador.

Colocando su mano sobre el corazón reciban la Luz de Mi Espíritu, reafirmando el compromiso con Dios y la meta de materializar Su Propósito para estos tiempos, a fin de que más almas alcancen la cura, la redención y el perdón, así como hoy ustedes, hijos Míos, ante el Universo de Dios lo alcanzan por una Gracia extraordinaria y por una expiación infinita, frutos de la Obra de la Misericordia.

Y hoy los ángeles del Santísimo Hijo transustanciarán los elementos ofrecidos a los pies de la Madre de Dios, los que se convertirán en el Cuerpo Vivo y la Sangre Viva de Cristo, para que las almas se alimenten de la comunión reparadora con Dios y de Su Esencia Sublime, la que es eterna en todo el Universo Creador.

Así como lavo sus almas, lavo sus cabezas, sus manos y sus pies, con la Fuente del Espíritu Santo, para que sus vidas se reparen en la comunión con Nuestro Salvador.

Que la Sangre Divina de Cristo sea vertida como Código de Luz en las almas sedientas del Amor de Dios.

Que el Agua que brotó del Costado de Cristo descienda como cura a los corazones.

En esta noche donde el mundo no vigila ni adora, que el Cordero de Dios, que fue inmolado y llevado al matadero, sea reconocido y adorado por sus fieles seguidores en el mundo entero, para que sus atributos de Gracia y de Misericordia, fuentes de cura y renovación, se expandan en la humanidad para tornarla algún día rescatable y sagrada, así como el Padre Celestial necesita por los siglos de los siglos. Amén.

Coman del Cuerpo de Cristo, beban de la Sangre del Señor y confíen que todo se reparará y se curará conforme como Dios lo ha pensado.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices serán los que en esta noche se sirvan del Señor, Amén.

Padre Nuestro...

Y ahora que fueron consagrados con el Espíritu, sean consagrados con Mi Paz, en la Esperanza, en la Fe y en el Amor de que comprenderán para los próximos meses lo que Dios necesita de ustedes, para que Su Voluntad se cumpla en toda la Tierra y en toda la humanidad.

Yo los consagro, hijos, y los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

En alegría y en júbilo, en nombre de Mi Hijo, se darán el saludo de la paz, para que la paz permee  la Tierra.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Si el Hijo de Dios perdonó en la Cruz a un preso moribundo, convirtiéndolo así en el primer santo de la historia de la humanidad, ¿qué es lo que no podrían perdonar ustedes para convertir a todos los ladrones del mundo?

Más allá de todo el mal, existe en lo profundo de esas consciencias un recinto en sus mundos internos en donde le temen al abandono y a la pobreza.

Como dijo el Mandamiento de Moisés: no robarás. Eso significa que esta regla representa, principalmente, no temer por la falta de algo o de alguien para no verse tentado, en la carencia o en la ceguera, a robarlo.

Cuando su Maestro perdonó en la Cruz al ladrón, lo absolvió directamente con la propia Misericordia que aún se derramaba del Cuerpo del Señor a través de Su Sangre, mientras Él estaba vivo.

Ese acto de Misericordia, concedido al ladrón de la Cruz, sucedió a partir de una inspiración interior que el mismo ladrón recibió cuando fue condenado a muerte; y la promesa de su Maestro, después del arrepentimiento del moribundo, fue lo que determinó el ingreso de su consciencia al Paraíso.

Solo un acto de amor consolador y verdadero podría permitir la salvación y la redención de alguien que estaba condenado a un gran castigo. En ese caso la Misericordia aplacó la Justicia.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE NÚREMBERG HACIA COLONIA, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Primera Serie de Poemas
Cuarto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús

Ante todo, amado Jesús,
libérame de las cadenas y de las amarras de los deseos,
para que mi condición humana sea completamente purificada.

Que por medio de Tu Cuerpo y de Tu Sangre,
yo alcance la sublimación de las células y de toda la materia.

Que me vuelva tan cristalino entre Tus Manos
para que Tú, Señor mío,
puedas usar mi consciencia
como un sagrado espejo,
y todos los atributos de Tu Corazón
sean derramados en las almas de esta humanidad.

Que el Amor de Tu Corazón se dé a conocer al mundo
por intermedio del sacrificio de mi vida y de toda mi consciencia.

Para eso, Señor, fielmente hazme partícipe
de Tus Sagrados Sacramentos
para que en cada uno de ellos
encuentre el motivo de tornar mi vida
cada día más sagrada y elevada.

Retira de mi consciencia, querido Jesús,
esos aspectos inferiores que me dominan y que rigen mi vida,
porque solo espero y aguardo que Tu Divina Luz
se haga presente en los espacios y rincones más profundos de mi ser,
a fin de que me reveles la verdadera realidad de la consciencia
y, en constante ofrenda, yo pueda transformarlo todo.

Hazme semejante a los apóstoles,
en consagración y en entrega.

Déjame, Señor, que te pueda demostrar
hasta en los pequeños detalles,
cómo es que te amo y cuánto te amo
a través de mis hermanos.

Que todo esto no sea el medio ni la forma
para vanagloriar mi consciencia
y menos aún para hacerla lucir ante los demás.

Vacíame de mí completamente, Divino Jesús,
que en todo pueda servirte.
Pero concédeme la Gracia de un servicio anónimo y silencioso
para que los demás corazones Te puedan encontrar antes que yo
y que yo solo sea el modelo según Tus Principios y Designios.

Bendecido Jesús,
convierte todo aquello que no consigo transformar
y guíame hasta que pueda caminar a Tu lado
con total confianza y entrega.

Amén.

¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Ábreme la puerta, hijo Mío, hija Mía, porque ingresaré dentro de tu cárcel espiritual para poder quitarte de allí y librarte del constante cautiverio.

Deja que Mi Corazón disuelva las cadenas que te mantienen preso.

Hoy vengo para darte la libertad interior que tanto buscas.

No creas ni pienses que te quedarás allí para siempre. Anímate a desvincularte de tus apariencias, de todos los aspectos de la vida superficial que te llevan al error.

Cree en el poder de la reconciliación y en el poder de la cura. Acepta con gratitud esa libertad interna que Mi Corazón Inmaculado te puede ofrecer.

Deja que tu Madre Celeste derrumbe la existencia de esa vieja prisión de la consciencia y, a partir de allí, comienza a volar alto hasta que alcances el último Cielo, en donde encontrarás a Jesús, sentado a la mesa de la Celebración Eucarística; para que, así, recibas Su Cuerpo y Su Sangre como símbolo de reparación interior y de fortalecimiento de la alianza con Su Divino Espíritu.

Recibe, entonces, Su más amorosa bendición e imítalo, para que en este próximo tiempo todo sea renovado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Sigue los pasos de las santas mujeres y también lleva contigo los aceites que ungirán el Divino Cuerpo del Señor. Camina al lado de ellas, decidido a encontrar, dentro de tí, al Amado Señor.

Sigue los pasos de las santas mujeres, siente en ellas el amor redentor que las arrebata, la constante renuncia para vivir en Dios y la confianza absoluta en el Primogénito.

Sigue los pasos de las santas mujeres que van al encuentro del Sepulcro, aproxímate junto a ellas al Sagrado Cuerpo del Señor, el que reposa entre lienzos y flores que honran Su Sacrificio de Amor.

Póstrate en el suelo como las santas mujeres, revive ese encuentro con Cristo como si fuera la primera vez.

Siente el fervor decidido de las santas mujeres, la valentía inalterable de sus corazones adoradores del Señor y quédate arrodillado ante el Altísimo Hijo.

Míralo con devoción y gozo, Él pronto resucitará de entre los muertos, y cantos de "Aleluya" serán escuchados.

Unge con tus manos el Divino Cuerpo del Señor y limpia Sus heridas.

Lava con el agua el Cuerpo del Señor y envuélvelo en la sagrada sábana de la Restauración.

Quédate a Su lado, en vigilia, y afirma la victoria del Señor por encima de todo.

Sal del Sepulcro con las santas mujeres y, en el jardín, entra en oración para esperar la Resurrección del Salvador.

Esa hora se aproxima, en la que el Cristo interno tendrá un lugar para siempre en la vida de Sus discípulos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CUARTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y ahora que he venido a tu encuentro, recuesta tu cabeza sobre Mi Pecho y siente toda la paz que Yo te puedo brindar en este tiempo, una paz que nadie más te puede dar, ni entregar.

Siente ahora Mi Corazón vivo, que pulsa interiormente cerca de tus oídos. Este es el Corazón que ha padecido por el mundo y por la humanidad.

Es el Corazón que ha derramado Su Sangre por las almas para el perdón de las faltas y que aún lo sigue haciendo por todos sus compañeros y por sus enemigos.

Pero hoy no pienses, amado Mío, qué es lo que estás sufriendo o lo que podrías sufrir. Piensa en Mí, únete a Mi Consciencia y siente Mi abrazo paternal, porque Yo cuido de todas Mis ovejas, una a una, y nunca Me olvido de nadie.

Entrégate a Mí, y ríndete, como tantas veces te lo pido.

No temas por lo que vendrá sino por lo que no está sucediendo en tu vida.

Ahora, refugia tu alma debajo de los Rayos de Mi Corazón y siente el soplo del Espíritu actuando en cada momento, en cada respiración, así como en cada palabra.

Yo puedo restaurar todas las cosas. Yo puedo suplir todas las cosas, porque no soy Yo quien lo hace, es Mi Padre que está en los Cielos, es Él quien obra, quien realiza y quien manifiesta la Voluntad Superior.

Deja para atrás lo que no comprendes, lo que no aceptas o lo que no entiendes.

Confía en este Amor que Yo te estoy donando, porque es un Amor que debe realizarse en ti para que el Plan de Dios se realice en la Tierra.

Recuéstate como Juan, el apóstol, sobre Mi Pecho y siente los dolores y las agonías de tu Señor, en el silencio y en la calma.

Dios no ofrece sufrimiento a las almas, son las almas que buscan el sufrimiento, porque en el Reino de los Cielos, desde donde hoy provengo, no existe el dolor ni la culpa. Alégrate por estar recostando tu cabeza sobre el Pecho de tu Maestro.

Sé que no lo comprenderás todo de una sola vez, pero eso no importa para tu Señor. Lo que importa es que lo vivas plenamente, unido a Mí, en espíritu y en esencia.

No confirmes tus pecados, no afirmes tus errores, eleva tu corazón y colócalo dentro del Mío, para que Yo lo pueda transformar y pulir como las manos del alfarero. Y así estarás en perfecta libertad y en profunda calma y de la noche a la mañana no sabrás qué es lo que te ha sucedido, porque todo se habrá transformado tal cual Yo lo he pensado, según los designios de Dios.

Recibe el Amor de Mi Corazón como un bálsamo y ríndete. Mi Corazón no te hará mal, Mi Corazón no te hará daño. Mi Amor es bien y es pacificación para las almas.

Sírvete de todo lo que Yo te puedo donar y confía, porque todo está marcado, todo tiene su hora y su tiempo.

Así como tú estás hoy sobre Mi Pecho sintiendo el fuego de Mi Corazón y la suavidad de Mi Alma, la acción de Mi Divinidad y de Mi Espíritu, quisiera que muchos más imitaran este ejemplo de unión con el Señor.

Calma tu corazón de toda angustia y acepta lo que te entrego, porque todo tiene un fin mayor y un propósito que aún estarás por descubrir, algún día.

Deja para atrás lo que has padecido, lo que no has entendido, sumérgete en el océano de Mi Luz y todo se disipará, porque quien confía en su Maestro, confía en Dios, Todopoderoso. Y su vida, día a día, paso a paso, con esfuerzo y sacrificio, se volverá libre.

Yo quiero de tu alma un nuevo ser que sea parte de una nueva humanidad, consciente y despierta, responsable y digna con la Creación.

Hay tantos tesoros en el Cielo, querida alma, que tengo para revelar; Mis Manos están llenas de designios y aún no los puedo derramar sobre el mundo porque no encuentro lugar ni refugio en la humanidad entera.

Pero si tú, valiente Mío, hoy das el paso por muchos más, algún día muchos más reconocerán Mi Nombre y Mi Gloria, y la harán digna en sus vidas para que así triunfe el Amor de Dios.

Ahora, abrázame y siente el calor de Mi Espíritu, siente la protección de Mis Brazos y la respiración de Mi Cuerpo como un soplo renovador que a todo santifica y que a todo renueva.

No hay nada que se pueda perder. Todo es transformado según Mi Voluntad.

Conviértete en una de las santas mujeres de Jerusalén, o tan semejante al apóstol Juan, en total entrega y abnegación.

Todo lo que vives, alma Mía, tiene un motivo y un significado para Dios, no hay nada que esté fuera de lugar, todo tiene un sentido y un tiempo para realizarse. Sea en el bien, o lejos de él.

Pero Yo quiero que hoy sientas el latir de Mi Corazón manso, de un Amor inexplicable y redentor, que ansía por las almas buenas y dignas, que cumplan la Voluntad de Dios en este tiempo de difíciles pruebas.

Abrázame fuerte y siente Mi consuelo que es intransferible e inmediato. Deja que Yo te nutra con Mi Paz y con la llama de Mi Fe, que es la que me trae al mundo para buscar a los que he llamado por su nombre para que Me acompañaran en esta era y en este ciclo, en donde el mundo vivirá su mayor desafío de todos los tiempos y de todas las eras. No podré decirles lo contrario.

Almas Mías, es hora de vivir Mi Plan y de no esperar más tiempo.

A veces su Señor y Maestro necesita sentir el calor del amor de Sus hijos para poder seguir adelante. Por más que Yo esté en el Cielo no significa que no sienta como un ser humano, porque como ser humano estuve entre ustedes, para que me pudieran vivir y comprender.

Así estarán abrazando a su Padre Celestial, que también necesita de consuelo, al ver las ofensas y los agravios del mundo.

¡Cuánto el Amor puede hacer en los corazones que se deciden a vivirlo plenamente, el Amor que viene de lo alto y que puede brotar de los corazones haciendo nacer Nuevos Cristos!

Quiero que hoy Me ofrezcan su abrazo porque lo necesito, así como ustedes necesitan de Mí para seguir caminando por este sendero, el más difícil de todos los tiempos, el que ninguna otra humanidad vivió, en ninguna otra época.

Ustedes vinieron aquí, almas Mías, por un propósito y un designio mayor que conocerán algún día.

Pero hoy no necesito que comprendan Mis misterios, sino que sientan la agonía de su Señor y el pedido de consuelo a los corazones valientes.

Ahora, siente cómo Yo te cubro con Mi Manto, aquel manto que fue rasgado por las manos de Mis enemigos durante la Pasión y que cubrió Mi Cuerpo llagado de heridas y de ofensas.

Estas son las Llagas que Yo vivo por el mundo y quiero compartirlas con Mis servidores, con los que se han dispuesto a seguirme incondicionalmente.

Yo quiero ofrecerles Mis sacrificios y Mis dolores, porque quien padece con su Señor, padece con Dios, y el Amor que nunca acaba, todo lo transforma, hasta lo más impenetrable. Que Mis Llagas sean motivo de su santificación, de su persistencia y de su renuncia.

Porque Yo tengo un plan precioso para cada uno de Mis servidores que debe cumplirse en esta hora aguda del planeta, en donde todo se precipita, hora tras hora.

Por eso consagro hijas e hijos, para tener ejércitos sobre la Tierra que estén firmes en Mí, a pesar de lo que suceda.

No tengo nada más para dar, solo el Amor de Mi Corazón, que es el que Me ha traído hasta aquí, a través de los tiempos y de las generaciones.

Amor que testimonia la presencia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo para la reparación de las faltas y de todos los cometidos que no están en la Ley de Dios. Les vuelvo a decir, almas Mías, que necesito aún más de sus corazones abiertos para que Yo pueda ingresar con Mi Consciencia en los recintos más profundos de sus almas, en donde el Reino de Dios debe realizarse, para que el mundo y la humanidad aún existan.

Por eso en este miércoles santo de recogimiento y oración, no solo les pido sus oraciones, sino también su abrazo, para que el espíritu consolador pueda estar presente y las almas se animen a decir ‘sí’, cada día más.

Hoy les traigo el momento más sagrado de Mi vida, que fue la antesala de la última Cena. Les vengo a hablar con el mismo amor con el cual Me dirigí a Mi santa Madre y a las mujeres de Jerusalén, así como a Mis apóstoles. Es este Amor irrestricto e infinito el que nunca acaba, porque parte y nace de la Fuente de Dios para Sus criaturas.

Ustedes necesitan, finalmente, ser como Yo y superarme, porque Yo vengo aquí para que hagan cosas más grandes que las que Yo hice algún día. Eso demostrará ante el Universo que es posible una Nueva Humanidad, que estará arrepentida y pedirá perdón por todo lo realizado, que no tendrá vergüenza de confesar sus faltas y estará abierta a recibir la Misericordia de Dios, que es inextinguible y eterna.

Quiero que vivan en el gozo de Mi Amor Celestial y tú, pequeña alma, que estás aprendiendo a amarme, no lo dejes de hacer. Anímate a cruzar los umbrales de la resistencia humana, porque Yo te ayudaré a ser verdaderamente libre de ti para siempre.

No dejes de sentir el Amor que hoy emana Mi Corazón y vivifícalo como si fuera la última vez, porque lo que Yo vengo a dar hoy no podré darlo nuevamente; ya se está cumpliendo el tiempo y la hora definitiva se aproxima.

No quiero coronarte con flores, sino con espinas, para que Me puedas superar en el Amor, sabiendo que el ser humano es un ser impredecible en todo este Universo, así como Yo lo fui, testimoniando Mi Pasión, Muerte y Resurrección.

Yo ofrezco la gloria y el honor para los que se han decidido estar a Mi lado, pero también ofrezco Mi dolor y Mi agonía para los que se han confirmado ante Mí en esta tarde de Gracia eterna.

Y ahora, devuelvo tu alma al centro de tu ser, en donde existe el Templo sagrado del Amor, que siempre debe estar encendido por la luz del Espíritu Santo.

Y Mi Corazón se recoge para ofrecerse nuevamente a otras almas en el mundo, que también Me necesitan.

Benditos sean los que recibieron Mis Palabras con gratitud, porque lo comprenderán todo en el próximo tiempo. Y cuando Yo ya no este aquí entre ustedes, en poco tiempo, conocerán profundamente todo lo que he querido hacer en este lugar y en esta casa, y principalmente, en ustedes.

Porque deberé aparecer en otros lugares del mundo que también Me necesitan, que también tienen sed de Mi Palabra y de Mi Verbo y sobre todo, del Amor de Dios.

Con esa solemnidad que intento construir en sus corazones a través de este encuentro, quiero que hoy se dignifiquen ante Nuestro Padre Celestial, asumiendo este compromiso Conmigo hasta el fin de los días, sabiendo que todo lo que vivirán será una gran escuela para el alma y el espíritu.

Solo necesito que den su amor al mundo, no importando quién sea, no importando su creencia o religión, su pobreza o su riqueza, su enfermedad o su salud.

Quiero que amen como Yo los amo, porque la prueba que llega al mundo será muy dura. Y no todos soportarán ese momento. Por eso, los fortalezco en este tiempo y por medio de Mi servicio incondicional a las almas les doy Mi Cuerpo y Mi Sangre para que puedan sobrevivir, así como su Maestro sobrevivió en cada paso de la Cruz, y de Su Agonía.

No es hora de estar divididos, distanciados, ni indiferentes. Coloquen sus corazones dentro del Mío y todo pasará. Porque lo que Yo deseo del mundo es muy grande y eso podrá suceder cuando retorne por segunda vez. Ofrezcamos entonces, almas Mías, este momento a nuestro Dios Todopoderoso, El que ha permitido nuevamente, en este día, esta Gracia espiritual para un mundo infiel. Pero el Amor siempre superará todas estas cosas. Todo será cumplido como Dios lo ha pensado.

Incienso.

Nos podemos poner de pie para la bendición de estos elementos.

Yo los llamé aquí porque nunca Me olvidé de ustedes y porque todo tiene un tiempo para Dios y para el Universo (*)

Al igual que estos elementos sagrados que están a los pies de su Maestro y Señor, hoy también ofreceré sus consciencias a Dios para que Él pueda cumplir Sus designios en ustedes.

El Señor Todopoderoso, nuestro Padre Eterno que está en los Cielos, bendiga con Su más infinita Luz y Sabiduría.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias por abrazarme de verdad.

Hoy he escogido una canción que testimonia la Obra de la Madre Celestial, de cómo cada alma de esta Tierra, al igual que María Santísima, puede responder al llamado de Dios cuando Él lo realiza.

Hoy escogí voces tan complementarias, una de la otra, para que puedan ofrecer a Mi Corazón esta respuesta de las almas, este ofrecimiento que los corazones han realizado a Mi Espíritu.

 

(*) Cristo llama dos personas al palco.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús Glorificado durante la 51.ª Maratón de la Divina Misericordia, en la ciudad de Santa Fe, Argentina, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy vengo para que adoren la Sangre preciosa de Jesús y para que, por medio de Mis Llagas, contemplen el Misterio de Mi Resurrección.

Estas cinco Llagas, que son como cinco soles, se donaron al mundo y a su humanidad para traer la salvación y la conversión de las almas. Aún son un misterio desconocido, las cinco Llagas de su Señor, así como también Su preciosa Sangre que fue vertida en la Cruz, hasta las profundidades de la Tierra, para reconsagrar al mundo al Plan Divino del Creador.

Estas son las cinco Llagas que hoy traigo para ustedes para que sus enfermedades sean curadas, para que sus heridas sean cicatrizadas, para que lo más profundo de la consciencia sea redimido por la Luz poderosa de Mis cinco Llagas.

Hoy vierto sobre el mundo, nuevamente, este misterio de Mi Pasión, el que ha sido culminante en lo alto del Monte Calvario cuando la Sangre, el Agua y el dolor de su Señor, en máxima agonía, redimía al mundo para poder darle una nueva oportunidad de estar ante el Creador con dignidad espiritual.

En aquel tiempo, las santas mujeres junto a María, Mi amada Madre, estaban con Juan y con algunos más que no están escritos en la Biblia, a los pies de la Cruz, contemplando el misterio de la Pasión, de la Muerte y de la Redención de la humanidad por medio del sacrificio de Su amado Hijo.

Hoy no vengo a entregarles el dolor que me hace sentir el mundo en estos tiempos.

Hoy vengo a entregarles el misterio poderoso de Mis cinco Llagas que puede ser venerado y honrado por todas las criaturas de este planeta, por medio de la Adoración al Santísimo Cuerpo Eucarístico como también por medio de la contemplación y de la devoción a las cinco poderosas Llagas de su Señor.

En cada una de las Llagas, y por medio de cada una de ellas, entregué un sacrificio para Dios que, aunque no me correspondía vivirlo, Yo lo estaba entregando con un amor inexplicable e infinito, después de haber predicado en este planeta y de haber hecho grandes milagros en esta humanidad.

Que estas cinco Llagas, que son el símbolo de la redención de la humanidad, hoy viertan sobre ustedes la poderosa Sangre para que sus cuerpos sean bañados y lavados por la divina Fuente de la Reparación y de la Cura, a fin de que muchas más almas se rindan a este misterio por medio de su adoración y amor a Mi Sagrado Corazón.

Sientan cómo esta Sangre espiritual hoy los lava completamente. Sientan cómo cada partícula de sus seres y cada átomo son tocados por la Luz espiritual de Mi Sangre con el fin de que todo sea renovado, redimido y curado por Mi insondable intercesión.

Cuando estaba en la Cruz viví muchas cosas que aún la humanidad desconoce. Por eso estoy aquí, compañeros, para hacerles revivir el misterio de Mi Pasión y de Mi Muerte, no como una pena dolorosa o una aflicción, sino como una victoria para que cada uno de ustedes, en estos tiempos, se anime a morir cada día para sí para que Yo pueda estar en ustedes y así obrar, al punto de que se desconozcan completamente en muy pocos días.

Quisiera que las almas del mundo consideraran Mis cinco Llagas como una victoria celestial y que a pesar de haberlas sufrido, Mi Corazón no dejó de emanar Amor, el Amor que venció a la muerte, el Amor que venció a todo dolor, el Amor que venció a las injusticias y que trascendió los tiempos. El Amor invencible de Mi Corazón que se derrama como un flujo de Luz y que tiene sed, mucha sed de almas.

Deseo que todos puedan ser parte de Mi misterio para que puedan comprender, vivir y experimentar la expansión de Mi Consciencia divina y todo lo que aún tengo para dar, infinitamente, para las almas del mundo que acepten ser parte del misterio de Mis cinco poderosas Llagas y de la Adoración perpetua a Mi divina Sangre derramada una vez en la Cruz.

Sientan cómo esta Sangre hoy los redime y lleva a todos hacia el vacío interior, en donde no existe por qué, respuesta ni sentido, porque en el vacío eterno de Dios sus almas pueden vivir la plenitud de estar fundidas en el gozo de Mi Espíritu y estar por encima de todas las crueldades del mundo que ofenden al Corazón de Dios y a Su Creación.

Si ustedes se colocan en Mis Llagas, Yo podré colocarme en ustedes, en el espacio o el lugar en donde se necesita cura, redención y luz.

No vengo a buscar de ustedes realizaciones personales ni triunfos individuales. Necesito de corazones disponibles en este tiempo para vivir este misterio porque si están dentro de Mis Llagas, formarán parte de Mi Sangre y Yo haré de ustedes algo nuevo, algo que tanto les cuesta alcanzar y que para Mí, por ser su Maestro y Señor, nada es imposible.

Hoy vengo a invitarlos, compañeros, y también a las almas del mundo a formar parte de Mi Congregación Celestial que adora Mi preciosa y divina Sangre, dentro de la consciencia de la Iglesia Celestial, algo que no es material, sino completamente inmaterial, algo que proviene del Propósito Divino y de la emanación de la Fuente, de los que ustedes pueden ser parte mientras estén aquí en la Tierra y podrán celebrar Conmigo no solo el Misterio de Mi Pasión por medio de los Sacramentos que son ofrecidos, sino también podrán adorarme y contemplarme por medio de las cinco poderosas Llagas y de Mi divina y preciosa Sangre.

Necesito que estos Códigos de Luz que Yo alcancé en la Cruz por medio del sacrificio, de la Muerte y de la Resurrección puedan estar disponibles en las almas del mundo. Solo a ustedes les corresponderá una parte, compañeros, la de estar enteramente unidos a este misterio de las cinco poderosas Llagas y de la divina Sangre de su Redentor. Eso ayudará a que las almas más pecadoras, que están en todo el mundo puedan recibir, por medio de este misterio y de su entera devoción a Mí, una gracia inexplicable y una oportunidad como hoy la están teniendo ustedes conscientemente.

No dejen que este misterio hoy pase por ustedes como si fuera el viento que sopla en sus rostros. Permitan que se pueda sembrar la devoción a las cinco Llagas de su Señor y a Su poderosa Sangre, Sangre que les traerá la liberación, la redención y el exorcismo del mal.

A los pies del Monte Calvario no solo se encontraban Mis enemigos, y digo enemigos para que puedan comprender lo que les quiero decir. En verdad, el poder de Mi Amor y de Mis cinco principales Llagas amaba incondicionalmente a los que me castigaron hasta los pies de la Cruz.

Quisiera que por este dolor que Yo he sentido por el mundo, en una inexplicable agonía hasta las tres de la tarde de un día viernes, hace más de dos mil años, ustedes puedan convertir, transfigurar y perdonar, como Yo lo he hecho, todos los sufrimientos ocasionados a Mi Corazón durante aquel tiempo.

Mas ahora necesito, compañeros, que en el estado de su profundo despertar puedan perdonar lo que aún no han perdonado y que hoy, por medio del Sacramento de la Comunión y de la Reconciliación, lo hagan verdaderamente por Mí.

Yo ya sé lo que hay en lo íntimo de ustedes, qué es lo que pesa, qué es lo que amarga, qué es lo que les genera sed de un profundo y verdadero amor. Pero en el misterio de Mis cinco Llagas y en aquellos que son devotos a ellas, se resuelven todas esas causas por el simple hecho de abrir el corazón y también el alma para que ingrese la divina Sangre espiritual de su Señor en las profundidades de sus consciencias, en las raíces más impenetrables del error.

Este es uno de los tantos aspectos del Cristo Redentor, misterios que son develados en la Iglesia Celestial y de los que las almas bienaventuradas participan, en comunión perpetua, junto a los ángeles.

Si en verdad las almas buscaran Mi Consciencia, no sería necesaria la purificación del mundo ni tampoco las catástrofes, las guerras ni las enfermedades que en estos tiempos se vuelven interrogantes para la consciencia humana, para toda la ciencia humana que está separada de Dios.

En lo alto del Monte Calvario, Yo vine a vivir por ustedes todos estos misterios y a sembrarlos en la consciencia del planeta, a establecerlos en las almas que, a través de los tiempos y de todos los acontecimientos, serían llamadas por Mí para formar parte del ejército del fin de los tiempos.

Ustedes están, en este momento, en la última fase de ese tiempo. Ustedes están siendo partícipes del último gran acontecimiento de la humanidad. Ustedes forman parte de una transición, del gran cambio de la consciencia y de una inexplicable redención que el Universo de Dios está ofreciendo a todos, sin condiciones, porque ya no existirá otra oportunidad. No puedo prometer, compañeros, lo que no sucederá.

Por eso, con espíritu de entrega, de regocijo y de adoración, vengo a pedirle al mundo la devoción a Mis cinco poderosas Llagas y a Mi preciosa y divina Sangre a fin de que Yo pueda, por intermedio de muchas más almas, socorrer al mundo, desterrar el sufrimiento y curar a los corazones que necesitan de luz y de amor.

Hoy todos ustedes están siendo llamados a formar parte de Mi Congregación Celestial en devoción a Mis cinco poderosas Llagas y a Mi divina Sangre.

Sientan, en cada parte de su cuerpo, Mi preciosa Sangre y entren en comunión con este misterio. No intenten comprenderlo, sino ábranse para esta experiencia de amor que es poco merecida por las almas del mundo, pero que Mi Gracia todo lo permite para borrar el dolor y trascender las miserias.

Dejen que sus corazones sean lavados por esa Sangre. Permitan que cada rincón de sus seres pueda ser tocado por Mi divina Sangre y salgan de aquí sintiéndose otros, renovados por este Misterio de Mi Consciencia sacerdotal.

Hoy, ante las puertas de Mi Iglesia Celestial, realicen el ofrecimiento de sus almas a Dios para que el Padre las contemple en Su divina e infinita Misericordia y, en este día de Gracia y de Redención, todo, todo sea reparado.

Y celebraremos, compañeros, por intermedio de Mi Divina Sangre, el misterio de los Sacramentos, Ciencia divina y cósmica que trae, para las almas y para las vidas, Gracias inexplicables, acontecimientos divinos en la consciencia humana, puertas que se abren a la redención.

Y hoy especialmente, he venido con el Ángel encargado de la devoción y de la Adoración a Mis cinco poderosas Llagas y a Mi divina y preciosa Sangre. Él guarda, entre sus manos, dentro de un tubo de cristal, la Sangre que fue vertida en la Cruz, especialmente de Mi Pie derecho que es el Pie que vino a establecer al mundo la Voluntad de Dios; y fue esa Voluntad, la que venció al enemigo y lo lanzó hacia su abismo hasta los tiempos de hoy.

Cada parte de Mi Cuerpo es un símbolo de Dios porque Mi Cuerpo ahora está glorificado. Mi Materia se volvió luz, aunque siga siendo un ser humano iluminado. Mi Cuerpo Glorificado forma parte del universo y de la nueva ciencia para la futura humanidad. Mi Cuerpo es la nueva genética para los Cristos que despertarán en la redención.

Mi Corazón permite esto para que las almas se vuelvan más conscientes de que aquí, en este momento y en esta hora, no solo les habla Jesús, el Nazareno, sino el Rey de reyes, el que ascendió a los Cielos y está a la derecha de Dios gobernando todos los mundos.

Celebremos este momento, bajo el espíritu de Mi Iglesia Celestial para que muchas más Gracias colmen sus corazones y vidas y cada uno despierte su don, el don que ha venido a entregar en servicio a Dios y por este planeta.

Siéntanse parte de los nuevos redimidos y ya no se aflijan más. Celebren con alegría su resurrección espiritual porque ustedes como sus hermanos del mundo que ahora Me siguen, antes estaban muertos, pero ahora están vivos con su verdadero ser formando parte de las primeras filas preparatorias de Mi Segundo Retorno.

Ya no se sientan pecadores. Siéntanse salvos por la divina Sangre de su Señor y protejan ese estado espiritual para que nada ni nadie lo ensucie.

A los pies de Mi Iglesia Celestial, su divino Maestro y Señor, en presencia de Sus cinco poderosas Llagas y del afluente espiritual de Su divina Sangre, extenderá este Misterio de Amor y de Redención, no solo para los cuatro puntos de la Tierra y los cinco continentes, sino también para estos elementos que formarán parte de la celebración de la Cena de hoy.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón:
Podemos ponernos de pie, sabiendo que el Maestro está presente para bendecir estos elementos y que, a las puertas de la Iglesia Celestial, estamos siendo reconocidos por la intercesión de Jesús como dignos hijos de Dios.

 

Canción: "Por las Llagas de Jesús".
 

En esta Sangre, que fue vertida una vez en la Cruz, se encuentra la esencia del Amor, del Amor que proviene de la Fuente, que es eterno e infinito y que trae gozo, vida y plenitud para todas las almas que beben este Sacramento.

Que la divina Alianza de los devotos a la divina Sangre de Jesús hoy se establezca en la Tierra hasta que Yo retorne al mundo.

En Mi sagrado Cuerpo Eucarístico se refleja la gratitud a Dios que transmito para todas las almas, por Él haberme permitido encarnar en este mundo y en esta humanidad a fin de que todos los espíritus, en todos los tiempos y en todas las épocas, conozcan la grandeza de ser dignos hijos de Dios.

Y ante el Altar de Mi Iglesia Celestial, vuelvo a decirles que en aquel tiempo, cuando estaba reunido con los doce, tomé el pan, di gracias a Dios por ese sacrificio; se lo entregué y les dije: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por el mundo para el perdón de los pecados”.

Del mismo modo, tomé el sagrado Cáliz entre Mis Manos, di gracias a Dios por ese sacrificio, lo entregué a Mis apóstoles y a todos los que estaban en los planos internos, diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre, la Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por su Señor para el perdón de sus pecados”. Recuerden hacer esto en Mi memoria, hasta que Yo retorne al mundo.

Que en el poder de Mi Iglesia Celestial se expandan los Rayos de la Misericordia al mundo con el fin de que todas las almas resuciten a su vida espiritual. Amén.



Fray Elías del Sagrado Corazón:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


 

Canción: "Tú estás aquí".

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, NÚCLEO LUZ DE FIGUEIRA EN SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Adoradores sean los que comprenden a través del Santísimo el misterio infinito del Amor de Mi Hijo.

Adoradores sean los que con su mirada fija en el Santísimo atraen la paz para el planeta.

Adoradores sean los que se unen de corazón al gran portal de la Misericordia de Mi Hijo a través de la Eucaristía venerada.

Adoradores sean los que atraen en cada nuevo ejercicio el Plan de Dios a la Tierra.

Adoradores sean los que junto a sus ángeles de la guarda depositan el sagrado ofertorio de la adoración en el Corazón de Dios.

Adoradores sean los que reciben la Gracia a través de la adoración, no para sí, sino para el mundo.

Adoradores sean los que establecen la unidad espiritual entre el Cielo y la Tierra.

Adoradores sean los que reparan en cada adoración el Sagrado Corazón del Señor.

Adoradores sean los que junto a María Santísima claman por Misericordia.

Adoradores sean los que cruzan con su mirada los portales del Santísimo e ingresan en la cumbre de los altares celestiales, atrayendo la Piedad y la Compasión de Dios para el mundo.

Adoradores sean los que desarman con amor, silencio y contemplación los planes del adversario y, solo por su adoración a Cristo, ayudan a salvar a las almas de los abismos de la consciencia.

Adoradores sean los que reciben en humildad y simplicidad la sagrada llama del Amor de Cristo, para que esta se multiplique en los que más la necesitan.

Adoradores sean los que reparan en cada adoración los ultrajes a los Reinos menores y los que imploran por Misericordia sin descanso.

Que todos sean adoradores de la Misericordia de Cristo en esta sagrada casa que Yo he fundado para el Reino Celestial, y en todos los lugares del mundo en donde exista un alma en adoración, que sepa que atraerá el Reino de Dios para que se establezca la santa paz.

¡Les agradezco por adorar al preciosísimo Cuerpo de Cristo en el Santísimo!

Los acompaña siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de la Adoración

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.

Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.

El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.

En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.

En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.

Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.

Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.

Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.

Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.

San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla, hoy, el misterio de la muerte de Cristo y la soledad sentida por todos Sus apóstoles y discípulos, por todos Sus seguidores, ya que muy pocos fueron capaces de comprender la grandeza de Su Crucifixión.

Contempla en tu corazón el recogimiento de Cristo, Su silencio y la incertidumbre que ese silencio causaba dentro de los Suyos.

Los que lo esperaban estaban ante una prueba de fe, estaban sintetizando en su interior todo lo que habían recibido y todo lo que habían aprendido, para colocarlo en práctica al auxiliar a los demás.

Este Sábado Santo se asemejará a la prueba que vivirá la humanidad en tiempos futuros. Ahora, aún están en la presencia de Cristo, de María Santísima y de Mi Casto Corazón; ahora aún cuentan con la Instrucción y la Guía de Aquellos que fueron enviados por el Señor para que, en la materia, lo representaran y condujeran Su rebaño a Su encuentro. Pero llegará el tiempo en que a cada uno le cabrá confirmarse y afirmar su fe. A cada uno le cabrá repartir el pan y ser el puente hasta Dios para quienes están vacíos de espíritu. Le cabrá a cada apóstol y a cada discípulo de Cristo anunciar el amanecer que llegará después de los días oscuros y, así, mantener en pie y con fe en el corazón a aquellos que deben perseverar hasta el fin, porque se comprometieron con Cristo.

Contempla, entonces, la fe de las santas mujeres de Jerusalén y cómo ellas vencieron el dolor que sentían para así vivir el puro amor que el Señor les había enseñado. Contempla la devoción de esas santas devotas de Cristo, que no solo perseveraron en el Calvario, sino que también ungieron el Cuerpo de Cristo, lo vieron resucitado, viajaron por los continentes anunciando Su Victoria y, a lo largo de los siglos, retornan al mundo, aún como santas mujeres, para perpetuar la Obra del Salvador.

Obtén tu fuerza de los misterios del Calvario, de la victoria sobre la muerte, de la fe en los días de oscuridad y de la gloria de la resurrección.

Revive la historia de tu Señor y multiplica Su Gracia y Su Bondad, siendo tú mismo la Palabra Viva de Cristo y el cumplimiento de Sus promesas.

Haz cosas mayores de las que Él hizo y cumple con Sus Palabras, así como Él lo manifestó en las Escrituras.

Renueva la Iglesia de Cristo, que no está guardada en una religión, sino en el corazón de todo aquel que tiene fe y disposición para seguir los pasos del Señor.

Aquel que te guía hacia el Salvador,

San José Castísimo

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 28ª Maratón de la Divina Misericordia, en en la ciudad de Boa Vista, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Después de que escuchen Mis Palabras, comprenderán Mis peticiones y la importancia de que ellas sean cumplidas, con la ayuda de todos los orantes del mundo. Así agradarán a Mi Corazón misericordioso y nuevamente, en el nombre del Amor, Yo los podré bendecir, como siempre los bendigo desde Mi Reino.

Si ustedes no acompañaran Mis Pasos en este tiempo, no podría decirles qué sería de toda la humanidad. Por eso, los sacrificios serán mayores para todas las almas. Vivirán cosas extremas y nunca antes vistas. Pero nunca les faltará Mi protección y Mi Amor, Mi Gracia, Mi Misericordia, Mi cura y Mi perdón, atributos que los fortalecerán para alcanzar la meta propuesta por Mi Padre de que lleguen, así como Yo llegué a los pies de la cruz, cargando con sus cruces que serán aliviadas por Mi Espíritu para que puedan ascender al Reino de Mi Padre, después de haber concretado su misión en esta vida.

Ese es el mayor tesoro que Yo les puedo legar. Dichosos de aquellos que creen en Mi Mensaje, porque nunca les faltará Mi Confianza.

Yo bendigo, para ustedes, estos elementos que han colocado a los pies de Mi altar de Luz y que representan, para toda la vida, la esencia de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, el Amor perfecto, derramado para todas las criaturas, por la intercesión de vuestro Rey.

Yo les agradezco por escucharme y acompañarme con la esencia de la fe.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, queremos compartir con ustedes un pequeño relato sobre la aparición de hoy, antes de compartir el mensaje que Cristo nos pasó en este momento.

Cuando estábamos orando la Coronilla de la Divina Misericordia, vimos ingresando al Maestro en la floresta más profunda de la Amazonia. 

En el momento en que nosotros lo vimos, le preguntamos: ¿a dónde estaba yendo?, y ¿qué estaba haciendo?

Él estaba ingresando en comunidades indígenas bien distantes de toda la humanidad, aquellas comunidades que quedan bien guardadas y escondidas dentro de la  Amazonia.

Y nos preguntamos: ¿qué era lo que el Maestro estaba haciendo con esas comunidades indígenas?

Hasta que fue el momento en que Él llegó aquí y comenzó a relatarnos lo que estaba haciendo en este segundo día de trabajo de oración; porque Él dice que Su tarea comenzó ayer, el día cuatro, cuando Su Consciencia Divina comenzó a trabajar con toda la Amazonia.

 Vamos a compartir con ustedes el Mensaje de Cristo.

 

En este segundo día de trabajo por la paz, Mi Corazón luminoso ya ingresó en las florestas más profundas de la Amazonia para visitar a los pueblos más antiguos y distantes.

Ingresé para bendecir, en el nombre del Espíritu de Mi Padre, a toda la consciencia indígena, así como una vez bendije a los prisioneros de la Siberia, que Me encontraron y creyeron en la ciencia de Mis prodigios.

Los pueblos originarios del Brasil, Me conocen también con otra faz diferente a la que la humanidad cree, pues el Hijo de Dios puede, en Su Gloria, mostrar Sus aspectos más misteriosos y profundos a la humanidad.

El grupo de prisioneros de la Siberia conoció el poder de Mis Rayos inmateriales. Y así, a través de la instrucción se curaron y se sublimaron todas sus consciencias, en medio de la austeridad, del hambre y de la profunda soledad de las cavernas frías.

La consciencia indígena Me conoció como el Gran Sol, como el Hijo bendito y sagrado, que trae los Rayos de la Nueva Humanidad, que trae el soplo del Espíritu Divino para la nueva era.

Estos pueblos sagrados de la Amazonia son muy semejantes a los prisioneros de la Siberia, todos ellos fueron regidos por el mismo Amor y por la misma ciencia. 

Ahora que la humanidad enfrenta los acontecimientos más difíciles de toda la historia de la Tierra, o sea el Apocalipsis, Mi Corazón de Hermano Sol desciende en este segundo día para traer la recuperación espiritual y la esperanza para todos ellos.

La Amazonia guarda uno de los tesoros naturales más apreciados por el planeta. Ella no solo es el pulmón del mundo, también es la vida natural y sagrada del planeta. La Amazonia guarda en sí a los pueblos sagrados, los llamados guardianes de la Creación, los que fueron encomendados para cuidar y proteger a los Reinos de la Naturaleza.

Pero Mi Divina Misericordia viene para recuperar los valores espirituales que fueron diezmados por el hombre blanco, cuando él conquistó América y desterró las Leyes Sagradas que los pueblos habían alcanzado. Por eso, la consciencia indígena de toda la Amazonia existe, en esta actual humanidad, para enseñar sobre el amor perfecto y humilde por toda la Creación.

Así, vuestro Maestro ingresó floresta adentro, para demostrarles que en toda la Creación existen principios que nunca deben desaparecer de la consciencia humana y que permitirán hacer evolucionar a las almas.

A través de vuestras oraciones, Mi Misericordia solo está consiguiendo ayudar a las tres cuartas partes de la Amazonia. Los invito, compañeros, a que llamen a más orantes para esta misión, porque en verdad les digo que después no se repetirá nunca más.

Animados por Mi Espíritu de Hermano y Pastor, continúen obrando amorosamente y en sacrificio en el nombre de la paz. Por el esfuerzo de todos, el planeta no se perderá.

Agradezco por acompañarme, fielmente, en esta misión por la Amazonia.

Quien los ama y los absuelve,

Cristo Jesús Glorificado

 

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