SÉPTIMO IMPULSO CRÍSTICO PARA LA CUARESMA, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA HASTA BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

40 días con Jesús a través del camino cuaresmal

"Atraviesa el desierto con la confianza de que dentro de ti escucharás la Sagrada Voz de Dios, Voz Divina que te animará a retirar de tu camino las piedras y las espinas que entorpecen el libre caminar del buscador del Reino de Dios.

Para que esta misión sea posible, extirpa de ti los vicios y las costumbres que socavan tu espiritualidad.

Hoy, comienza a trabajar con el vicio de la crítica. Sé valiente".

Cristo Jesús
 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

A pesar de los conflictos y de las guerras en el mundo, que dividen y perturban a las familias; hoy, Mi Centro de Luz de Medjugorje se enciende para transmitir internamente Mi Mensaje de Paz.

Yo Soy la Reina de la Paz y quiero a todos Mis hijos en el Reino de Dios, para que el mundo ya no siga perdiendo la inocencia y la luz que, una vez, Dios depositó en cada corazón humano.

Por esa razón, hoy, Medjugorje se enciende en luz y en esperanza, porque deseo detener el caos y la venganza que muchos corazones viven en estos tiempos, olvidándose de que todos son hermanos de un mismo Padre.

Por eso, una vez más, Él Me envía como Su Mensajera de la Paz para decirle al mundo que, si no detiene la guerra, algo peor se desatará.

Para evitar que más sangre inocente se derrame en el mundo, en este momento, cuento con las fervorosas oraciones de todos Mis hijos. Esto evita que la ira del Ángel de Dios se precipite sobre el mundo y la humanidad pierda el estado de rescatable.

Por eso, este es el gran momento para todos, en el que, a pesar de las pruebas o de las dificultades, Mis hijos se deben aferrar a Mi Manto y tomarse de Mi Mano, para que Yo, como Madre de todos, los pueda seguir guiando y conduciendo hacia Mi Amado Hijo.

Que hoy, desde Medjugorje, los corazones sientan la paz que les trae la esperanza y la fe, que todos necesitan en este momento.

Recuerden que estoy aquí y Soy su Madre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Que la profunda e inmutable Paz de Jesús esté en sus corazones.

Sé que este tiempo es el más difícil para todos Mis hijos, es el tiempo del dolor y del sufrimiento.

Yo los llamo a penetrar en el misterio del Amor de Mi Hijo en esta Semana Santa.

Les pido que, en esta próxima semana, ofrezcan todo como algo sagrado, sus actos, sus pensamientos y sus sentimientos, así como pequeñas obras de Misericordia, para que Mi Hijo tenga la autoridad de interceder por todos, ante el caos mundial.

Cada gesto que se vuelve sagrado, por más concreto que parezca, santifica la vida y la hace más próxima del Reino de Dios.

Imploro por Mis hijos para que, en esta Semana Santa, por el poder de la Sangre de Cristo, muchas más situaciones que parecen irreversibles sean aliviadas y contempladas por la Gracia Divina.

Mis hijos, deseo ardientemente que cada uno de ustedes recoja los códigos de la victoria de Jesús, esos códigos de fortaleza y de fe que harán de sus vidas espejos que reflejarán la Voluntad del Padre.

En este duro desierto que atraviesa la humanidad, Yo los llamo a buscar la paz dentro de sí mismos y a no esperar resultados externos.

Sepan que, día y noche, estoy en oración con ustedes y por ustedes.

Cristo me confío sus vidas a los pies de la Cruz y hoy nuevamente estoy aquí.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

En este día recibe Mi abrazo maternal, así como lo recibió Jesús desde niño hasta que fue adulto y murió por todos en la Cruz.

Recibe Mi abrazo maternal, hijo Mío, para que puedas sentir el Amor de Dios más allá de todo para que la culpa, el dolor y la desesperanza se desvanezcan de tu corazón.

Recibe Mi abrazo maternal para que estés en la confianza del Padre y puedas dar los pasos hacia Su Reino de luz y de esperanza.

Recibe Mi abrazo maternal para que sientas que no estás solo en este difícil momento y que la contención del universo te apoyará hasta que, por ti mismo, camines solo en dirección al encuentro de Mi Hijo.

Recibe Mi abrazo maternal para este último tiempo que resta en la tarea de los Mensajes de la Madre de Dios, para que a través de Mi abrazo siempre recuerdes lo maravilloso del Amor y de la Misericordia de Mi Hijo, algo que siempre te conducirá a Dios.

Recibe Mi abrazo maternal con todo el cariño de una buena y sacrificada Madre que protege y cuida a sus pequeños para que siempre estén a salvo bajo el amparo divino del Creador.

Recibe Mi abrazo maternal, porque ya llega el fin de este tiempo y tienes que estar fortalecido para enfrentarlo y vivirlo conforme el universo lo espera.

Recibe Mi abrazo maternal para que sepas que Yo siempre estaré allí para sostenerte.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Bienaventurados aquellos que, a pesar de todas las dádivas recibidas, siempre se dejan moldear y corregir por las Manos de Dios.

Bienaventurados aquellos que nunca dejan de ser aprendices, aquellos que nunca pierden la oportunidad de observar, aprender y crecer, tornándose cada día más un representante del bien y de la paz en el mundo.

Bienaventurados los que enseñan con el ejemplo y que de sus bocas salen palabras sabias que aman y que corrigen con amor lo que estuviera fuera del camino y del Propósito de Dios.

Bienaventurados los que buscan la humildad, los que trabajan para que otros crezcan, los que aman los pasos dados y las oportunidades recibidas por sus hermanos.

Bienaventurados los que observan las faltas de los demás con compasión y que no afirman y reafirman el error del prójimo para justificar los propios errores y sentirse mejor que los demás.

Bienaventurados los que saben silenciarse para traer la paz, pero que no callan su boca para condenar con el pensamiento, sino que callan la boca para abrir el corazón y, en pensamiento, orar y atraer Misericordia.

Bienaventurados los que son transparentes delante de Dios y del prójimo, los que se liberan de sus amarras a través de la confesión con Cristo, los que no temen verse imperfectos, frágiles y pequeños a los ojos del mundo.

Bienaventurados los que, a pesar de todo, creen y buscan el Reino de Dios en el propio interior, los que no niegan su condición humana, sino que la reconocen como un pasaje hacia algo mayor.

Bienaventurados los que buscan lo sagrado en la vida sobre la Tierra, los que no se contentan con las energías del mundo y solo caminan hacia el Corazón de Dios.

Bienaventurados los que creen en las esferas celestiales, en la vida universal y superior, los que se saben solo una pequeña parte de una vida inmensa y desconocida.

Bienaventurados los que siempre se reconocen ignorantes, pero que no permanecen allí; los que se abren para que, en su ignorancia, Dios derrame sabiduría; y los que están siempre dispuestos a profundizar en el Infinito, por el simple hecho de saberse parte de él.

Bienaventurados los que aman de corazón, porque el propio amor les mostrará el camino.

Bienaventurados los que aspiran a ser bienaventurados y se esfuerzan para eso, teniendo como única aspiración cumplir la Voluntad y el Plan de Dios. Sus esfuerzos serán recompensados con la unión perfecta con el Creador.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Mediante su fe y dedicación al Santo Rosario, irán alcanzando, poco a poco, las esferas celestiales; y cada día que pase, sus almas estarán en peregrinación hacia la Iglesia Celestial.

Motiven a otras almas a dedicar un espacio a la oración del Santo Rosario, a que asuman ese compromiso Conmigo para que, cuando llegue el día de que se abran las puertas de la Iglesia Celestial en el mes de agosto, la mayoría de Mis hijos en el mundo tenga la Gracia merecida de poder entrar y participar de ese importante acontecimiento espiritual y celestial.

Ustedes deben llegar, algún día, a poder sentir sed del Santo Rosario porque, a través de él, muchas situaciones se estabilizan y otras situaciones imprevistas no suceden.

Solo conocerán los Misterios poderosos del Santo Rosario cuando sus vidas sean el Rosario mismo en ofrecimiento infinito a Dios y a Su Reino.

Queridos hijos, deseo que muchos más hijos Míos se motiven para prepararse conscientemente a través del Santo Rosario para el mes de agosto, porque en estos  doce años que se cumplirán, ustedes deberán concluir sus síntesis internas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Cuando llegue el tiempo, el Conocimiento, la Verdad y la Luz del Universo de Dios se revelarán por sí solos, y no habrá dogma, doctrina o institución que pueda ocultar lo que emergerá dentro de los seres como en lo más alto de los cielos. 

El cosmos pulsará en el interior de las criaturas y, de ese mismo infinito, en el cielo surgirán las señales de un nuevo tiempo, de una nueva vida que revela y manifiesta el Reino de Dios, Reino incomprendido y desconocido por los hombres. 

Cuando llegue el tiempo, el silencio de los que persistieron será su mayor herramienta para permitir la revelación de la verdad, porque la verdad no surgirá de las palabras de los seres humanos, sino de sus ejemplos vivos, de las señales del cielo y de la propia Voz de Dios que, después de haber estado en silencio, hará resonar Su Verbo con el poder de mil trompetas sobre el mundo.

Por eso, no quieran convencer, no quieran hacer por sí mismos, no quieran transformar el mundo con palabras, pero sí con el ejemplo, con el testimonio que habla por sí solo. Y, cuando el hombre se silencie, reverberará la Voz de Dios.

Que Su Reino, siempre vivo en los que permitieron Su expresión, sea quien revele al mundo el camino.  

Que estas sean entonces sus aspiraciones constantes: con el ejemplo anunciar, con el verbo orar y proclamar la Gracia de Dios, con la vida expresar Su Reino, con el corazón renovar Su Amor.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

Mensajes mensuales
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para estar en el Corazón de la Jerarquía y mantenerse allí, deberán vivir, por encima de todo, la unidad. Esa unidad que se construye con transparencia y con amor, unidad que se construye sabiendo primero escuchar y después hablar, unidad que se construye siendo capaz de percibir el verdadero valor de cada ser y cómo el otro es una pieza indispensable en la Obra que Dios está realizando en la consciencia humana.

Estar en unidad es saber relacionarse con el otro, consciente de la Presencia Divina en esa relación; es saber que mientras hablan, piensan, sienten, actúan, los Ojos de Dios están sobre ustedes, Su Presencia los bendice, Sus Leyes los conducen.

Colocarse conscientemente en Presencia de Dios, en cada instante de la vida, es lo que alejará de ustedes los estímulos del enemigo e impedirá que sus aspectos más humanos sean los que gobiernen sus vidas. En Presencia de Dios, esos aspectos se van transformando y sublimando, y son sus almas y sus espíritus los que pueden conducir la expresión de sus seres.

Estando en Presencia de Dios, estarán con el corazón en Su Reino, y ese Reino los envolverá, los protegerá y los amparará siempre. Por eso, hijos, este es el gran secreto para mantenerse en el camino de la Jerarquía: estar siempre en Presencia de Dios, bajo Su Mirada y dentro de Su Corazón.

Tienen Mi bendición para esto.

 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que aspiraba a vivir y a expresar la pureza de su corazón, pero que sentía que ese atributo estaba corrupto en su interior, le oraba a Dios pidiéndole que la pureza volviera a emerger, y le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor, sé que en mí está el atributo de la pureza, porque sé que, al crearme, colocaste esa pureza en mi interior; pero, a lo largo de esta vida, creo que la perdí y no consigo encontrarla. ¿Cómo recobrar la pureza en mi corazón? ¿Cómo amarla y expresarla más que a todas las energías capitales que rodean a nuestros seres?”.

Y, con amor, el Señor le respondió: “Alma pequeña, sí, desde el principio de la vida la pureza habita en tu ser, esa pureza que proviene del Vientre Inmaculado que te creó en el universo infinito de Mi Creación. Esa pureza no se pierde, pero está oculta debido a todas las experiencias humanas que no le permiten expresarse en los corazones de Mis hijos.

Para que ella vuelva a emerger y gane espacio en toda tu consciencia, lo que debes transformar en ti es tu concepto del amor y del amor propio en tu corazón; o sea, alma pequeña, debes amarme más a Mí, a Mi Plan y a Mi Reino que a los hombres y a las cosas del mundo. Pero este amor debe ser verdadero, genuino e incondicional. No debe haber ninguna condición que impongas para amarme y, poco a poco, este amor te hará ver la vida y a cada ser con ojos diferentes.

Es el amor por Dios lo que transforma a las criaturas. Mi Amor en ustedes cambia sus pensamientos y sentimientos, cambia su forma de actuar, cambia sus necesidades y aspiraciones, lava sus ojos y las manchas en sus corazones, haciendo que recobren la pureza.

Es así, alma amada, que no debes buscar vencer a las energías del mundo para expresar esta pureza; porque, si así fuera, estarás en constante batalla y no conocerás la paz. Antes, esfuérzate solo en amarme, de verdad y con entereza, y que crezca en ti Mi Amor. Así encontraras la pureza en tu interior”.

Que este diálogo, hijos, les enseñe que todos los misterios celestiales y la pura expresión de los seres se guardan tan solo en el Amor de Dios. Basta amar al Creador con todo su ser, de verdad e incondicionalmente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que aspiraba a profundizar su unión con Dios y a madurar esa unión a través de una entrega verdadera y de un contacto puro con el Corazón del Padre Celestial, le oraba, diciéndole: “Señor, mi vida y toda la vida Te pertenecen, mi corazón y cada corazón Te pertenecen y son partes vivas de Tu Corazón de Amor. Entonces, enséñame a sentirme, cada vez más, parte de Tu Ser, de Tu Espíritu, de Tu Fuente. Enséñame a vivir y a moverme siempre dentro de Ti, expresándote y siendo Tu instrumento en este mundo y más allá de él”.

Y, después de un instante de silencio, contemplando el interior de esa alma, el Señor le respondió: “Para expresarme más a Mí que a ti, debes primero, alma pequeña, hacer como te enseñó Mi Hijo: entrar a tu cuarto en silencio y orar en secreto a Mi Corazón, que te escucha en secreto. Es allí donde fortaleces tu unión Conmigo. Antes de demostrarla al mundo, antes de ser un instrumento Mío ante los ojos de los hombres, primero debes no solo construir, sino también consolidar y renovar, por los siglos que vendrán, esa unión con Mi Corazón.

Es en secreto que Yo te revelo lo que más quiero de ti. Es en secreto que te muestro Mi Reino en tu interior. Es en secreto que escucho tu confesión y perdono tus pecados, lavo tus pies, tu rostro y tus manos, y te hago nueva todos los días, para que siempre tengas una nueva oportunidad de intentar llegar más cerca de Mi Espíritu, de Mi Fuente.

Completa tu oración con el servicio silencioso y simple, esforzado y atento, pero siempre buscando la humildad. Al principio, alma amada de Mi Corazón, no busques ni siquiera dar el ejemplo, porque aquel que está buscando dar el ejemplo busca la atención de alguien que lo observe y que aprenda de él. Tú no quieras enseñar, sino solo vivir; no quieras mostrar, sino solo ser. Sabe que eres un aprendiz y que estás intentando cada día ser mejor, y si para Mi Gloria alguien te observa y aprende contigo, que tu corazón no cambie, sino que permanezca eterno aprendiz de Mi Espíritu, eterno servidor de Mi Plan, eterno buscador de Mi Presencia. Así, aprenderás en un contacto verdadero Conmigo, Yo estaré en ti y tú Me representarás, tal vez sin percibirlo siquiera”.

Que este diálogo, hijos, les enseñe a buscar a Dios, a profundizar en su contacto con Él y a ser Sus instrumentos en este mundo y mucho más allá de él.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que aspiraba a conocer la Eternidad y el Paraíso, y que cada día buscaba méritos para llegar a merecer un lugar en el Cielo, le cuestionó al Señor sobre cuál sería el camino para merecer estar a Su lado, diciéndole: “Señor, la vida en la Tierra, a pesar de ser sagrada, es poca para mí. Mi alma aspira ardientemente a estar Contigo en el Paraíso de Tu Eternidad. Dime entonces, Dios amado, ¿cómo hacer para permanecer a Tu lado en el Infinito?”.

Y con profundo amor y sabiduría, el Señor le respondió: “Alma pequeña, ¿qué es el Paraíso para ti? ¿Cómo piensas, en tu corazón, que hay vida en Mi Reino? Yo te creé para habitar en ti; de esta forma, quiero hacerte comprender que no necesitas desear estar en el Cielo para estar a Mi lado, sino descubrirme en tu interior. Feliz y bienaventurada es el alma que sabe encontrar en la propia esencia la unidad Conmigo, aquella que no busca afuera de sí, sino adentro, en lo profundo del propio interior.

Tantas son las almas que dicen querer estar Conmigo, pero ¿cuántas son las almas que, en silencio, se detienen para encontrarme en su propia esencia?

Muchas son las almas que dicen preferir Mi Reino al mundo, pero ¿cuántas son las que dejan de lado las cosas del mundo, aun por un instante, para buscar Mi Reino en el propio corazón y saberse ese Reino?

Muchas son las almas instruidas en Mi Conocimiento, que saben Mis Palabras y dicen amarlas, pero ¿cuántas son las que, después de ser instruidas sobre algo, no se detienen para conocerlo ni buscan una experiencia sobre lo que aprendieron?

Alma pequeña, Mi Reino está en ti, así como Yo también estoy en ti, y el camino para encontrarme es simplemente buscándome de verdad, con sinceridad y con amor. Cuando simplemente te detengas para encontrarme en ti, verás que Mis Misterios no estaban ocultos en las estrellas. Mi Paraíso no solo está en el Cielo, también está en tu interior”.

Que este diálogo, hijos, los inspire a buscar a Dios en el propio interior, y no solo a conocer Sus Misterios, sino también a experimentarlos cada día.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma, que temía la Justicia de Dios, oraba y clamaba constantemente por Misericordia y un día, sintiendo que el ciclo de esa Justicia había llegado al mundo, le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, Tú que eres el Dios del Amor, de la Gracia y de la Misericordia, capaz de entregarte en la Cruz por la salvación del mundo, explícame entonces lo que es la Justicia y cómo un Dios de Amor puede actuar con Justicia sobre Sus hijos”.

Y, mirando a esa alma con paz, el Señor le respondió: “Alma amada, que ignoras el verdadero sentido de Mi Justicia Divina, la Justicia de Mi Corazón es una Ley, impregnada de un amor tan grande como la Divina Misericordia. Mientras la Misericordia eleva a los que están ciegos y les concede lo mejor de Mi Reino, aun a los ignorantes, Mi Justicia primero les lava sus ojos, se los abre y hace que las almas sean conscientes de todo cuanto Yo ya les entregué.

Después de derramar Misericordia sobre los corazones y verlos aún sumergidos en la indiferencia, en la ingratitud y en la inconsciencia, Mi Espíritu vierte sobre ellos la Justicia. Y la Justicia es un rayo de Amor de Mi Corazón que estremece a las almas y derriba sus ilusiones más arraigadas, para que así puedan percibir la verdad y se arrepientan.

Lo que causa sufrimiento en las almas no es Mi Justicia, sino su propia ignorancia, porque perciben que estaban afirmadas en bases de arena, mientras que Yo les ofrecí tantas veces la roca de Mi Corazón. La Justicia, alma pequeña, es parte de Mi Amor, para que ninguno de Mis hijos permanezca en el mundo sin despertar y sin percibir lo que realmente es y cuál es el camino que debe recorrer.

Por eso, ante la Justicia, no sufras, sino solo ora para que esta nueva oportunidad, que llega a través de la Ley de la Justicia, no pase también en vano por las almas ignorantes, y que ellas puedan hacer de esta corrección divina el primer paso para enderezar sus caminos”.

Que este diálogo les enseñe, hijos, a amar a Dios, a Su Misericordia y a Su Justicia, y a comprender que la acción de las Leyes es justa y colmada de un celestial amor por las almas.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que creía en Dios, en Su Existencia Infinita, pero que no podía comprender los misterios de la oración, le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, sé que existes y que eres el Dios de la vida y de la eternidad, pero sé que existen leyes que mueven esta vida y que existe el libre albedrío que nos da la libertad para que estemos en ella. Siendo así, Señor, no comprendo el misterio de la oración y no consigo creer que un Rosario o un simple diálogo Contigo transformen las leyes de la Tierra”.

Sintiendo el Señor la sinceridad de sus cuestionamientos, le respondió, diciéndole: “Alma pequeña, lo que ignoras en verdad no es el poder de la oración, es Mi Poder y Mi Amor por ti. Es la capacidad que tienes de unirte a Mí y la potestad que Yo te doy cuando oras en Mi Nombre, porque eres una hija querida y amada. Y como un hijo le pide a su padre y recibe de él lo que necesita, así Yo, que puedo todas las cosas, también les doy a Mis hijos aquello que necesitan.

Sin embargo, el misterio de la oración es aún más profundo, porque no espero que Me pidan solo aquello que necesitan para permanecer en el mundo como almas del mundo. Lo que Yo espero es que ustedes Me pidan aquello que hace de este mundo una parte de Mi Reino. Y, cuando se rinden ante Mí y abren sus corazones, Yo les concedo el perdón, les revelo el Amor oculto en sus esencias y les doy la potestad de transformar las leyes y la vida, como lo hacen los Ángeles y los Arcángeles al recrear Mi Creación.

No solo el misterio de la oración te es desconocido, alma pequeña, sino también el misterio de tu propia vida y el misterio de Mi Amor aún te son desconocidos. Por eso, aunque no comprendas, ora y rinde tus incomprensiones a Mis Pies, a los pies de Mi Altar, porque cuando Yo encuentre en ti un corazón abierto, no solo te haré comprender, sino saber y vivir todas esas cosas”.

Que, a través de este diálogo con Dios, hijos, sus almas sean inspiradas a orar y a clamar cada día más por la transformación del mundo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En cada nuevo día, amanece con el corazón pleno de gratitud.

Que tu primer pensamiento esté impregnado de gratitud por el don de la vida, de gratitud por cada aprendizaje que ese día traerá consigo, de gratitud por todas las Gracias recibidas, de gratitud por aún poder levantarte y servir, amar y transformarte según la Voluntad de Dios.

La gratitud, hijo, te hará crecer humana y espiritualmente, porque aquel que es agradecido no se envuelve con las debilidades humanas, sino que se afianza en la Gracia Divina y en la Misericordia que cada día recibe de Dios.

El corazón agradecido se torna consciente de que todo cuanto pueda hacer en este mundo es poco para retribuir y multiplicar el Amor que recibe de Dios.

La gratitud eleva las consciencias más allá de las dimensiones del caos y las coloca en un estado de Gracia para que sepan lidiar con cada situación de la vida con sabiduría y discernimiento, imprimiendo la Voluntad de Dios, y no la propia, en todas las cosas.

Por eso, elévate a través de la gratitud y, en cada momento del día, recuerda agradecer a Dios por todo. Así estarás en el mundo perteneciendo a los Cielos y el Reino de Dios se podrá expresar a través de ti.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un ser ama con el Amor de Dios, crece humana y espiritualmente, porque ese Amor lo lleva a donarse, a entregarse cada vez más profundamente, a alcanzar espacios desconocidos de la propia consciencia, adonde el amor no había llegado, y allí abrir las puertas hacia Dios.

Un ser que ama con el Amor de su Padre Creador no teme rendirse ante Él, no teme morir para sí mismo y para sus infantilidades, no teme dejar la falsa libertad y la autoafirmación de la adolescencia para crecer y ser un siervo de su Creador. 

El Amor de Dios aproxima las criaturas a la Verdad y, ante ese Amor, nada que provenga del mundo tiene fuerza, todo pierde su sentido, su valor, su peso dentro de los corazones, porque ellos descubren el Infinito.

El ser que ama con el Amor de Dios solo aspira a construir Su Reino y a dar a conocer el Amor del Creador. Aprende a vivir de Sus milagros, despierta en su interior la fe, abre la consciencia a la Sabiduría Divina, es impregnado por los Dones del Espíritu Santo, porque cada día aspira menos para sí y más para Dios, se vacía de sí y da lugar al Padre, por eso crece humana y espiritualmente. 

Aspiren a eso, hijos, a vivir ese Amor, a encontrar esa Verdad y a crecer humana y espiritualmente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Resurrección de Cristo, hijos, significa el inicio de un nuevo tiempo, en el que la humanidad podrá comprender para qué vino al mundo y cuál es el camino que debe seguir para tornar plena la propia existencia.

La Resurrección los eleva más allá de los mayores miedos humanos, que son el sufrimiento y la muerte, y los coloca en la verdad del Tiempo Eterno de Dios, para que sepan que aquel que da todo de sí a Dios, recibe de Él todo lo que Él es, participa de Su Gloria en unidad con Su Reino.

Resurrección es júbilo infinito, divino y universal, porque es la revelación, no solo de la Faz de Dios, sino también es la revelación de la faz de los hombres como hijos de Dios y criaturas semejantes a su Creador.

El camino hacia la Gloria de Dios es la entrega absoluta, el amor incondicional, extremo y total, que nace de las entrañas más profundas de la rendición humana.

Ustedes ya saben todas estas cosas, pero deben recordarlas porque la propia condición del planeta los colocará ante situaciones que los llevarán a vivir esto, a escoger la cruz, la entrega, la vida eterna en Cristo.

Año tras año, ustedes son llevados a recordar la Vida, la Muerte y la Resurrección de Cristo para que, cuando llegue el tiempo de la Pascua de este mundo, puedan imitar Sus pasos.

Por eso, amen cada día más a su Señor, a Su vida, a Su ejemplo, a Su entrega, a Su Consciencia eterna, a Su Camino, a Su Verdad, porque ese mismo Amor los llevará a imitarlo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Señor,
entra en mi corazón como en Jerusalén,
multiplica el pan de las virtudes
y sacia el hambre de mi alma.
Cura las heridas más profundas de mi lepra interior,
causada por las miserias y pecados
que me llevan a caer, una y otra vez, en el suelo.

 Déjame tocar Tu túnica, oír Tu Voz
y encontrar Tu Mirada. 
Déjame sentir Tu Reino,
vivirlo y descubrirlo
revelado en mi interior.

 Refleja la Verdad Celestial
en el espejo de mi corazón
y llámame a seguir Tus pasos,
sobre los montes y hasta la Cruz.

 Que el poder de Tu Presencia
perpetúe la alianza que hiciste con mi pequeño
y pobre espíritu.

 Haz mi ser sagrado, Señor,
semejante a Ti, Hijo de Dios,
para que yo pueda servirte, amarte
y renovar Contigo la vida
en todos los Universos.

 Amén.

Que Mi oración sea la perpetua oración de las almas que aspiran a seguir los pasos de Cristo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Dios muestra Su Corazón a los hombres, una parte de ellos se disuelve en la unidad con el Divino. La esencia despierta y comienza a recordar; el alma se expande y, de su interior, los registros de amor más antiguos emergen y transmutan aquello que estaba oscuro en su consciencia. 

Cuando Dios muestra Su Corazón a los hombres, el mundo interior se estremece, la individualidad busca su sentido, y todo lo que la humanidad siempre defendió, como la expresión de cada ser separado del Todo, comienza a derribarse. Las estructuras del engaño comienzan a derrumbarse, los velos de la ilusión comienzan a rasgarse. El Reino de Dios se expande, de afuera hacia adentro y, con el mismo poder, se revela de adentro hacia afuera a todas Sus criaturas. 

Nada queda como está. 

Las almas se regocijan, las mentes no encuentran explicación, los sentimientos pierden sus bases humanas porque no reconocen las emociones que les causa la Presencia entera y perfecta de Dios, a través de Su Hijo.

Es el momento de revelación y desconstrucción interior. 

Es el momento de ser barro nuevo en las Manos del Alfarero. 

Es el momento de ser agua transformada en vino.

Es el momento de ser nada en las Manos Su Señor.

Hoy, hijos, Dios muestra Su Corazón a los hombres. Permitan que esa revelación acontezca, que la transformación se realice y que la unidad se manifieste.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Señor estaba en el desierto, preparando Su Corazón para la entrega que viviría a través de la Cruz, Su Madre, María, reunía a las discípulas y a las santas mujeres y les advertía sobre el Reino de Dios, sobre las verdades superiores y sobre el camino que se recorre para llegar a ellas a través de la humildad, del servicio, de la entrega y, sobre todo, del amor a Dios y a la vida.

Al mismo tiempo que Cristo vencía a las tentaciones en el desierto, era probado en su parte más humana y así se refugiaba en el Divino Corazón de Su Padre. Las almas que se habían comprometido con Él, desde el principio de su existencia, también eran conducidas internamente al desierto interior. En ese momento, reconocían sus flaquezas y se preparaban para algo mayor, aunque fuera desconocido.

El triunfo del Mesías no fue comprendido por la mayoría de la humanidad, porque la Voluntad de Dios no se asemejó a las ideas de los hombres. Pero aquellos que se comprometieron espiritualmente con Cristo, estaban prontos y, tarde o temprano, se podrían unir a la esencia de la entrega del Señor, para imitar Sus pasos.

Les digo esto, hijos, porque a medida que transcurre el tiempo espiritual de la Cuaresma, sus corazones deben profundizar en el sentido de la cruz, deben observar las tentaciones y vencerlas con el silencio y la oración, con el despertar de la fe.

Que su atención no esté en la risa del enemigo, sino en el Verbo de Dios. Escuchen Su Voz y, en el propio interior, caminen más hacia Él.

La Cuaresma termina con una definición profunda de las almas que se dispusieron a acompañar a Cristo y, en cada nuevo ciclo, en cada nueva Cuaresma se aproxima una definición mayor, más amplia, más completa, hasta que llegará el día de ingresar en Jerusalén, no para ser aclamado, sino para vivir la entrega absoluta.

Por eso, no se olviden de la profundidad de lo que son llamados a vivir, no se olviden de la grandiosidad interna y divina de la cual se comprometieron a participar.

El día de la cruz es conocido solo por Dios. Hasta que llegue ese momento, es el ciclo de caminar más y más hacia el Padre, fundirse en Él y ser Uno con Él, para que la entrega de sus vidas sea fecunda, en el Cielo como en la Tierra.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde el Nacimiento de su Señor hasta Su Ascensión a los cielos, como era el momento de manifestar Su Obra Redentora y despertar a las almas al amor y a la verdad, el Creador envió al mundo a todas aquellas consciencias que necesitaban aprender con Su Hijo.

Fue así que, año tras año, las almas compartieron con Cristo Su vida en la Tierra 

Algunas experiencias fueron más breves, otras más largas. Algunos lo encontraron solo una vez, otros muchas veces, porque el propio Dios, profundo conocedor de las almas que Él creo, era Quien sabía de la verdadera necesidad de cada ser. 

Fue así que, desde la infancia de Cristo, hubo almas que compartieron Su fragilidad, el despertar y la manifestación de Su pureza infantil, el crecimiento de su humanidad y la expansión de Su Divinidad dentro de aquel cuerpo frágil.

Cada ser aprendió algo de Dios a través de Su Hijo, algo que el Creador, con Sus propias Manos, construyó en las almas por medio de Cristo.

Hubo aquellas almas que necesitaban vivir la gloria de Cristo, la revelación del Reino de Dios en Sus milagros, en Sus Palabras, en Su Presencia. Otras necesitaban despertar un amor profundo, fecundo y eterno, a través de Su Pasión, para llevar al mundo el legado de Su Amor, no solo en aquel tiempo, sino en los siglos que vendrían. Otras almas, a pesar de no haber mirado a Cristo a los Ojos, vivieron Su Presencia espiritual y, en el silencio, pudieron encontrarlo en el propio interior.

Les digo esto, porque este es el momento de volverse hacia adentro y recordar.

Recordar al Niño, pleno de Dios, que despertó la pureza en sus corazones.

Recordar al Joven silencioso y humilde que aprendía con Su padre en una carpintería, mientras le enseñaba sobre la transformación de las almas.

Recordar al Profeta de Nazaret, llamado Nazareno, que caminaba sobre los montes y, con la misma simplicidad, lo hacía sobre las aguas, revelando los misterios de Dios guardados en Su Corazón, así como en el corazón de cada ser.

Ha llegado el momento de recordar la Mirada que los redimió, las Manos que se extendieron delante de ustedes para conducirlos a una nueva vida, a un nuevo hombre, simplemente diciendo: sígueme.

Recordar a Aquel que los llamó para dejar en el mar la barca de los deseos y de las aspiraciones humanas para ir con Él a rescatar almas.

Recordar a Aquel que perdonó sus pecados y, viendo en su interior la verdad, los llamó por su nombre para que nunca más se desviaran de Su Amor. 

Recordar cada gota de Sangre que fue vertida de Su Rostro y a Su Mirada siempre fija en Dios.

Recordar Su Corazón, elevado por encima del sufrimiento, rogando por la humanidad y por cada ser, con el mismo amor.

Recordar el sepulcro vacío.

Recordar Sus Palabras y Su Faz en Sus vestiduras resplandecientes.

Recordar Su Cuerpo elevándose entre el brillo incandescente de las nubes, y, entre la luz, el poder de Su Voz, prometiéndoles traer el Reino de Dios al mundo.

Para ver cumplirse las promesas de Cristo, necesitan recordar y, para recordar, necesitan ingresar en el propio interior y contemplar con amor lo que Él dejó en sus corazones, porque Sus impulsos son eternos.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

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