Desde la fundación de esta Obra, en 1987, sus miembros buscaron aplicar en la vida diaria los valores cristianos y fraternos, procurando ataender a los menos favorecidos en sus necesidades básicas, como también ayudarlos a desarrollar su potencial y así, tornarse responsables de su propio crecimiento y desarrollo.
En el 2011, después de 24 años de servicios informales en todo el Brasil y en países con grupos de oración de la Red-Luz, la Virgen María pidió que iniciáramos las misiones humanitarias internacionales, prestando asistencia humanitaria a los afectados por el terremoto de Nepal.
Después de este trabajo, realizamos misiones en Nicaragua, Etiopía, Kenia, Ruanda, Congo, Argentina, Angola, Líbano, Chile, Uganda, Paraguay, Uruguay, Grecia, Turquía, Colombia y Brasil.
En 2016 comenzamos a ayudar a los refugiados venezolanos que llegaban al Estado de Roraima, en Brasil, en busca de protección y de nuevas oportunidades, debido a la crisis en su país.
En 2017, ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), reconoció las acciones de la Fraternidad - Federación Humanitaria Internacional (FFHI), organización que ampara a toda la Obra y solicitó una asociación institucional que se mantiene hasta los días de hoy, en cinco de los 13 abrigos existentes en Roraima y en el Alojamiento de Tránsito de Manaos, Estado del Amazonas.
En 2018, desarrollamos también una alianza en el área de educación con otra de las agencias de las Naciones Unidas, UNICEF, a través del proyecto “El Bien Común, coordinado por los misioneros de la FFHI.
Ese mismo año, 12 ministerios del gobierno brasilero iniciaron la “Operación Acogida”, una fuerza operativa que reunió la respuesta humanitaria de más de 100 agencias nacionales e internacionales, entre las cuales se encuentra la FFHI y representantes de la sociedad civil.
Esto determinó el inicio de una etapa de mayor logística y organización de la respuesta humanitaria, dándole una cualidad reconocida internacionalmente.
En los desastres ambientales de Mariana y Brumadinho, en el Estado de Minas Gerais, Brasil, los misioneros de la FFHI y monjes consagrados de la Orden Gracia Misericordia actuaron en el atendimiento de animales y en el auxilio a las personas rescatadas, prestando asistencia en hospitales veterinarios de campaña y atendimento psicológico a las personas afectadas por la pérdida de sus seres queridos.