Aparición de Cristo Jesús Glorificado durante el Sagrado Llamado, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

¡Qué alegría siente Mi Corazón al ver las obras realizándose, así como Mi Padre lo había previsto!

Después de haber caminado por los desiertos y por los Andes, retorno a Mi casa para encontrarme con Mis discípulos y volver a refundar las bases espirituales de la Obra Divina.

Con tranquilidad interior, hoy puedo estar cerca de ustedes para hacerles sentir Mi confianza y la grandeza del Amor de Dios, que es lo que renueva todo, de tiempo en tiempo.

Hoy vengo a presentarme a ustedes antes de que ingresen de lleno a Mi Sagrada Pasión. Después de esta cuaresma, muchas más cosas se desatarán en el mundo porque está llegando la hora de Mi regreso. Y no serán solo uno o dos los que me verán, sino millones, en Presencia viva y resplandeciente.

Mientras tanto, sigan rezando con fervor a Mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de Mi Madre; porque el Reino de Dios está próximo, después de este ciclo de caos en el cual el mal será juzgado por todos sus errores, por todos sus cometidos y por todas las almas que han perdido la dignidad espiritual ante el Creador.

Por eso, cada cosa que hagan dentro de Mi Obra Espiritual y Divina, es imprescindible para Mí. Es un paso más que Yo estoy dando al lado de ustedes impulsándolos a caminar por este sendero para la concreción del Plan.

Aunque la desesperación en el mundo o dentro de ustedes pueda ser muy grande, confíen en Mí.

Aunque todo se derrumbe dentro de ustedes, a su alrededor o en sus familias, confíen en Mí.

Aunque todo parezca que no tenga salida ni ninguna solución, confíen en Mí.

Aunque estén pasando por el mayor desierto y no sepan cómo atravesarlo, aunque el alma esté seca sin el Agua de Vida, confíen en Mí.

Aunque no crean que podrán superarse a sí mismos o trascender sus resistencias, confíen en Mí. Porque Yo siempre les daré la respuesta, les mostraré el camino y les indicaré la salida para cualquier cautiverio interior o espiritual.

Solo basta, compañeros, que confíen en Mí y Yo podré manifestar Mi Voluntad en ustedes. Porque ha llegado la hora de que vivan definitivamente su misión espiritual, aquella misión que se comprometieron a vivir Conmigo durante los tiempos pasados y que, en este tiempo y en este ciclo, se vuelve a presentar ante sus vidas, para que la puedan recordar y realizar.

Por todos Mis padecimientos, Yo los salvaré. Por todos los martirios y por todas las Llagas, Yo los salvaré.

Deben confiar en Mi Poder Celestial, porque así podrán entregarme sus vidas para todo lo que Yo espero realizar en sus corazones como instrumentos de la luz.

Yo siempre traigo Conmigo el Gobierno de Mi Padre, en donde existe la Verdad y la realización de la vida espiritual. Por medio de ese Gobierno Celestial, Yo concreto los designios de Dios en la Tierra y traigo para las almas el universo de las oportunidades, en donde todos pueden vivir su misión, aún que no lo parezca.

A través de la nueva Sagrada Semana, Yo vendré a prepararlos para el nuevo tiempo, diferente de todo lo que han vivido hasta ahora. Quisiera que pudieran saber que intentaré hacer todo lo posible en cada una de sus vidas, a su alrededor y en sus proyectos de vida; porque Mi deseo ardiente es que puedan estar Conmigo todo el tiempo, sobre todo en este ciclo en el que el planeta se agrava por la densidad de la humanidad y, sobre todo, por sus acciones crueles.

Por medio de sus almas y de su confianza en Mi Corazón, Yo podré llevar la paz al mundo y será una paz tan visible y verdadera, que cualquier alma que se aproxime a ustedes la sentirá. Porque les digo: “Quien confía en Mí está en comunión eterna Conmigo, tanto en la Tierra como en el Cielo”.

Que sus corazones, hijos Míos, sean mansos en estos tiempos, porque la mansedumbre deberá colmar el planeta y más allá de las naciones. Que el fuego de su oración por las naciones del mundo sea inextinguible, eterno e infinito a fin de que triunfe la Madre de Dios.

Vengo ahora y en este tiempo, todos los días, a estar más cerca de ustedes para que puedan vivir Mi Mensaje, para que puedan cumplirlo y realizarlo sobre la superficie de este planeta, a fin de que aún existan columnas de luz que puedan iluminar al planeta, y sobre todo, a las naciones en grandes conflictos.

Mi Corazón se prepara por segunda vez, después de Ruanda, para volver a África a fin de llevar al Cielo a todos los que padecen en el purgatorio terrestre. Esto será también parte de su misión por los méritos alcanzados en Mi Pasión, por la Sangre y el Agua derramada de Mi Costado en la Cruz.

Y por último, llegaré a Asia como también a Oceanía, para terminar de concretar el pedido que Mi Padre Me ha hecho. Cuando estén viviendo ese momento deberán recordar que después de eso estaré retornando, en el momento más agudo de la humanidad, en donde todo parecerá perdido.

No deberán perder la fe del corazón ni la confianza en Mi Espíritu. Por eso, en estos últimos tiempos, vengo a sacramentarlos con Mi Divinidad. Vengo a abrir las puertas para nuevas consagraciones, según la capacidad de cada alma, según su entrega y disponibilidad ante Mi Corazón Misericordioso.

Todos pueden vivir la consagración según su despertar y su unión con Dios. No importa como sea, para Dios solo importa que sea verdadera y que trabajen esta consagración verdadera todos los días; sabiendo que están sacrificando sus vidas por un Plan mayor y desconocido, que algún día se cumplirá en esta Tierra, cuando lleguen los mil años de paz.

No quisiera ver sus ojos tristes o sus miradas caídas. Crean que está próximo el fin de su cautiverio. Crean en la liberación interior y en el poder de Mi Sagrada Sangre, que sigue siendo derramada por los Ángeles de Luz, para repoblar la Tierra de Códigos universales que puedan santificar a las almas y redimir a todas las vidas.

El Sagrado Cáliz estará durante los días de Mi Sagrada Pasión; para que, desde la ciencia inmaterial, espiritual y simbólicamente, cada uno de ustedes lo pueda sentir en las manos y beber de ese compromiso, que es fuente de renovación y de esperanza.

El Sagrado Terafín de Dios irradiará al mundo los méritos alcanzados por su Maestro y Señor hace más de dos mil años atrás. Y así, no existirá el pasado, porque su Rey y Redentor unirá los tiempos y los espacios para que todos ingresen en consciencia a los hechos vividos por su Señor, por su Divina Señora, por todos Sus Apóstoles y hasta por Sus santas mujeres.

Cuando crucen este umbral junto a Mí y revivan en la Tierra Santa de Dios los hechos de la Pasión del Señor, los testimonios y los milagros de amor; crean compañeros, que cruzarán la puerta de este salón siendo otros para siempre, siempre y cuando confíen en Mí a pesar de las tempestades espirituales de estos tiempos.

Vendré en esta próxima Sagrada Semana, no solo a bendecir la Cruz de Emmanuel, para que un punto más sobre el planeta reciba directamente al Reino de Dios, pera esta vez sobre la Colina; sino que también vendré como el dulce Maestro, como el simple Rey, como el humilde Pastor, para decirles cara a cara, que es lo que necesito de ustedes en este último tiempo, antes que se desarrolle el Armagedón.

Muchos no conseguirán estar a Mi lado cuando llegue ese momento, pero con los que estén a Mi lado, en plena confianza y gratitud, cumpliré Mi Proyecto y realizaré las Obras de Dios hasta que se instituyan los mil años de paz en todo el planeta.

Solo les pido que sigan a Mi lado, en confianza y gratitud, porque así Yo podré transformarlo todo y nadie quedará para atrás.

Para que vean cuán grande es Mi Amor y Mi Gracia por las almas del mundo y qué lleno está Mi Corazón de la Misericordia de Dios que, a veces, no consigo derramar los Rayos de la Gracia sobre todos Sus hijos.

Vengo a testimoniarles con Mi Presencia, la consagración de nuevas discípulas Mías, imitadoras de las Santas Mujeres de Jerusalén que, en esta próxima Sagrada Semana, prepararán los espacios para su Señor hasta el momento en que Él entre en el Sepulcro para hacer ungido por las manos de Mis discípulas de estos tiempos y así, volver a resucitar en los corazones valientes que Me han dicho sí incondicionalmente.

Hoy, quisiera también dar una Gracia especial a una familia que ha concebido en su interior el espíritu de la cristiandad y a la formación espiritual de una vida evolutiva, según los patrones del universo y de la Voluntad de Mi Padre. Hoy, a estas simples personas, Yo les lavaré los pies en representación de Mis sacerdotes, para traer así a la Tierra una Gracia más del Cielo, en esos corazones que representan a muchas más familias que necesitan de la Divina intercesión de su Señor.

Intento decirles todo lo posible en poco tiempo, pero Me tendrán presente en la Sagrada Semana, un momento único e irrepetible en este ciclo para cada una de sus almas.

Bienaventurados serán los que estén aquí Conmigo durante la próxima Sagrada Semana, en la que los prodigios y los milagros de Dios serán visibles entre sus corazones y el Santo Espíritu de Dios vendrá, como en Pentecostés, a colmar a los espíritus de sus sagrados dones. Confíen que eso será así y se realizará, porque es el deseo ardiente de Mi Padre y la súplica de Mi Corazón.

Hoy vengo mostrando al mundo Mis cinco principales Llagas, las Llagas de la Glorificación del Señor, las Llagas que se transfiguraron y se iluminaron durante la Ascensión de su Señor. Y estos mismo Códigos, estas mismas Gracias y estas Misericordias, hoy retornan al mundo para ser depositadas en confianza en los corazones de todos los que dicen sí.

Traedme agua para bendecir los pies y consagrar los caminos de los que hoy he escogido en representación de muchos más. Traedme aquí a los corazones de oro, para colocarlos en el corazón de Mis nuevas siervas y para que todos vivan, en este momento, la renovación de la consagración interior.

Preparen debajo de este escenario cuatro sillas con lavapiés, para que esta familia reciba el Sacramento. Hoy, Yo presenciaré este momento porque Mi Padre Me lo ha pedido. Esto significa que estaré trabajando con las consciencias de las familias del mundo, sobre todo con aquellas familias que se han separado y dividido por la falta de amor y de compasión.
 

    Fray Elías del Sagrado Corazón: 
    Incienso.

 

"Señor del Amor, Padre de la Compasión y de la Misericordia, bendice todos estos elementos a fin de que Tus Gracias extraordinarias e inexplicables se extiendan en estas almas que hoy serán santificadas por Tu Espíritu, renovando ante Tus Tronos Celestiales el voto de la consagración definitiva a Mi Sagrado Corazón. Que así sea.

Señor del Universo, Padre de la Gracia y de la Piedad, infunde Tu Espíritu Sagrado en todo lo que has creado, a fin de que las almas te reconozcan en cada espacio de esta Creación. Amén".

Cuando un corazón se consagra, una luz se enciende en el mundo, y Mi Obra de Misericordia se expande en la Tierra. Este es el símbolo de los corazones que se consagrarán a Mi Corazón y persistirán por Mí, a pesar de lo que acontezca.

Padre, así como Te dije una vez en la Cruz: “En Tus Manos encomiendo Mi Espíritu”; hoy Te encomiendo, Padre, a todos los que siguen Mis caminos, a todos los que luchan por la concreción de Tu Divino Plan.

Y renovando este momento, santificando a todas las cosas, vuelvo a recordarles el importantísimo momento de la última Cena.

Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados.

Tomen y beban, esta es Mi Sangre, la Sangre de la Nueva Alianza que es derramada por Su Maestro y Señor, por todos los mártires de todos los tiempos y de los últimos tiempos, para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi Memoria, hasta que su Maestro y Señor retorne al mundo para santificar al planeta, y celebrar la Cena de la gloriosa Reconciliación, del triunfo de la Luz sobre el mal. Amén".

 

    Fray Elías del Sagrado Corazón:    
    Las nuevas auxiliadoras pueden subir aquí para la Consagración.
   Que el Señor las bendiga en esta nueva etapa de sus vidas.

 

Hijas Mías, que la fuerza interior nunca les falte. Que el fuego de la devoción por Mi Corazón nunca se acabe y que se establezca la templanza en sus vidas, a fin de que se irradie al mundo la Misericordia infinita de Mi Corazón.

Todas las familias del mundo sean bendecidas.

Que la unidad y el amor se establezca en todos los matrimonios que se hayan separado.

Que los niños aprendan de sus padres la Sagrada Ofrenda de Dios, la donación permanente y espontánea por la realización del Reino de Dios.

Que los sufrimientos sean aliviados.

Que reine la reconciliación y la paz.

Que rebrote en el seno de las familias la esperanza, a fin de que todas las familias del mundo, como la Sagrada Familia de Nazaret, reciban para siempre el don de la alegría, por estar sirviendo a Dios, su Creador. Amén.

Y ahora que he sido testigo de los milagros infinitos de Dios, en casos tan imposibles como en las familias del mundo, quiero que alcen sus voces para que, junto a Mí, lleguen al Reino de los Cielos y más Gracias de reparación y de cura lleguen a más corazones en el mundo, a fin de que se establezca la Paz, el Amor y el Bien entre los seres.

Cantarán para Su Señor “Tú eres el Rey”, en profunda devoción y alabanza.

Les agradezco por estar Conmigo en esta sagrada preparación. El Señor los bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy les agradezco por estar con Mi Corazón.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Veneren y adoren al Señor Crucificado.

 

Por los martirios soportados,
por los dolores transmutados,
por la victoriosa Misericordia alcanzada,
Cristo Redentor, libéranos de las amarras.
Amén.

(x 3 veces)

 

Hoy vine aquí, mostrando Mi Costado para el mundo, desde donde brotó lo más insondable para todos y desde donde sigue brotando para toda la humanidad, hasta los últimos días de la Tierra.

Vean al Señor en recogimiento, preparando su momento para poder resucitar en más corazones que están muertos y que no me viven.

Vean al Señor junto a Sus Coros, penetrando los abismos de la Tierra a través del recuerdo de Su Crucifixión, para la salvación de la humanidad y la liberación de todos sus pecados.

Vean, a los pies del Sepulcro, a los Ángeles Custodios en adoración, para que pronto retorne el Hijo de Dios hacia la humanidad.

Los invito a todos a venerar Mi Cruz como una victoria, como la realización  de la Obra del Altísimo en aquellos que saben distinguir los prodigios del Mesías, de su Señor.

A Mi derecha, el Arcángel Metatrón, disipando hoy los abismos del mundo y a las tinieblas que abrazan a los corazones dormidos.

Su Fuego violeta todo renueva.

Su Luz ilumina lo que está oscuro, en unión al Hijo Predilecto, su Señor Jesucristo.

Dejen, compañeros, que esa llama se vierta en sus consciencias y almas.

Llamo a los que se han consagrado a Metatrón para esta tarea planetaria de liberación.

Vean los Aspectos de Dios manifestados en Resplandecencia y Luz sobre el mundo.

En esta hora de crueldad humana y de profunda indiferencia, retiren de sus corazones cualquier desunión con ustedes mismos, o con sus semejantes.

Dejen que este Fuego de Metatrón descienda en sus espíritus para que los purifique y los eleve a Mi Reino.

Vean la lanza ardiente de Metatrón en Su sagrada mano, que decreta los poderes del Cielo y los unifica con todas las almas.

Vean ese Fuego Solar y violeta que desciende sobre el mundo, en esta hora de conflicto y de falta de Paz.

Vean los prodigios que el Santo Padre Metatrón realizó a través de Mi Cruz contra los demonios del mundo y las bestias infernales que sucumben a los corazones perdidos.

Él es el transformador de la materia corrupta.

Él es el fuego que sublima las fricciones entre los corazones.

Él es el Unificador del pensamiento entre  las consciencias y el Patriarca de los elegidos.

Él es el portador del mensaje universal de la Llama Trina, el fuego incandescente del fuego liberador de todas las formas.

Hoy vean a Mi Cruz como una gran victoria y no como un fracaso, como muchos lo creen en la inmensidad de su ignorancia.

Vean al Hijo de Dios en el Sepulcro siendo exaltado, restaurado y transfigurado por los ángeles de la Luz y las legiones de los Padres Creadores que vivieron este Misterio junto Conmigo durante Mi Muerte y aun, cuando descendí a los infiernos para desterrar a los ambiciosos, a los perseguidores e infieles a la Ley.

¡A cuántos Yo retiré del abismo durante Mis días de sepultura!

Mientras Mi Padre Me tenía en brazos y mientras las mujeres santas oraban  en adoración a las afueras del Sepulcro, no dejé de trabajar por el mundo ni un solo minuto, esperando Mi Resurrección en el silencio.

Repitamos:

Arcángel Metatrón,
Patriarca y Portavoz del Fuego Divino,
trasciende la materia en liberación.
Amén.
(x 3 veces)


Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús dice ahora  que tenemos que hacerlo con un poco más de fe interior.
 

Arcángel Metatrón... (x 6 veces)

Y así, compañeros, podrán liberar los malos espíritus que corroen a las almas y a los corazones dormidos que aún no aceptan a Dios en el verdadero testimonio de la resurrección de Su Hijo y de Su segundo retorno al mundo, en el momento más crucial de la humanidad.

Cuando sientan falta de fe imploren y decreten, por esa oración, al Arcángel Metatrón, el Padre que transforma a través de Su Fuego Divino y que eleva a las almas por medio de la liberación.

Así podrán ver, queridos compañeros, cómo la Obra de los Padres Creadores es única y Omnisciente, cómo todas esas sublimes Consciencias intercedieron durante Mi Pasión por la salvación de los pecadores y de todos los mortales.

¿Cuál fue el gran misterio que reveló el Sepulcro durante los tres días en un profundo silencio? Fue la liberación que el Amado Hijo de Dios, Jesucristo, junto a Metatrón y Miguel realizaron de todos los infiernos de la Tierra por un ciclo de dos mil años.

Y aunque el mal aún esté presente en los corazones y en la superficie del planeta, deben creer, compañeros, que su cautiverio terminará y que su libertad estará  cerca, para el próximo mundo.

No esperen ver resultados con prontitud, pero sí, sacrifiquen sus vidas para que la Nueva Tierra pueda nacer en la victoria y el triunfo de Mi Sagrado Corazón.

¡Cuántos ángeles del Cielo hoy visitan sus moradas y las moradas de sus hermanos que hoy no están aquí, pero sí presentes en Mi Corazón Sacratísimo!

Tomen su cruz con coraje y valentía, y trabajen todos los días por su redención, así como Yo se los he enseñado amorosamente por medio de la paz, la compasión y la misericordia.

No sean más indiferentes con sus semejantes.

Quiebren y rasguen sus estructuras para que el verdadero espíritu del Cristo interior pueda nacer cuando Yo ya no esté más aquí, entre ustedes, dirigiendo Mis Palabras para el mundo.

Sean consecuentes con el Universo, y vivan su cruz como una perfecta alegría de poder servir a Dios hasta el fin de sus días.

Al menos, compañeros, háganlo por Mí y no me fallen.

Esta Obra, que hoy reúno en ustedes y entre ustedes, fue escogida por Mí con mucho amor después de Mi Pasión, de Mi Resurrección, de Mi Aparición a través de los tiempos y de la revelación de Mis íconos Sagrados de la Faz de Mi Misericordia y de Mi Gloria hasta los tiempos de hoy.

En este presente, la Obra continúa en unión a su Santísima Madre María.

Si ustedes compañeros, no apoyan este Plan, ¿quién lo cumplirá?

Nosotros venimos del Cielo con Metatrón para traerles la Gracia y la Piedad.

Ustedes, remanguen sus vestimentas y trabajen en los caminos que Yo construyo para que la Obra se cumpla, así como está previsto en el Corazón de Dios.

Si la Obra no se cumple en cada parte del mundo que nosotros amorosamente visitamos, ¿cómo se salvará la otra parte de la humanidad y despertará?

Podría enviar millones de ángeles para el despertar de los corazones sin su ayuda, pero, ¿cómo, compañeros, serán Cristos en colaboración al Plan de Mi Padre? 

No se olviden de todo lo que están recibiendo.

Deberán dar testimonio y juicio en el último día de la Tierra, y así sabrán que Yo he dicho la verdad y que aún separaré la paja del trigo.

Manténganse firmes, en oración y vigilia Conmigo, porque al fin verán su gloria en el Paraíso.

Incienso...

Padre Nuestro en arameo.

Y ahora purifiqué sus faltas para que, renovados por Mi Espíritu, carguen con la cruz de la redención y de la paz, que traerá la oportunidad para muchos corazones de la Tierra en la constitución que Yo hago y en la efusión que Yo construyo a través de esta Orden, con Mi Espíritu Sagrado.

En Presencia Amadísima del Arcángel Metatrón, entonemos Su nombre sagrado, para que Sus legiones auxilien y acudan a los corazones más necesitados, en esta hora de la Pasión del Señor en lo alto del calvario espiritual de todo el planeta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de nuestro Señor Jesucristo nos ponemos de pie.

Quien tenga  cruz, de los peregrinos presentes, el Señor pide que coloque esa cruz sobre el pecho para que Él la pueda bendecir también, en la Presencia de Metatrón, mientras cantamos e invocamos Su nombre.

Vamos a cantar Kodoish melódico y cuando el Señor diga, Nuestro Señor, comenzaremos a cantar.

Kodoish...

Metatrón...

Kodoish...

Que este recuerdo nunca se borre de sus vidas, y deben saber que cuentan con una intercesión divina que viene en auxilio de la humanidad en esta época, al igual que los demás Padres Creadores.

Que la confirmación de su cruz sea la entrega absoluta al Creador para esta sagrada tarea.

En nombre de los Cielos, den la paz para el mundo, Yo los bendigo a ustedes, a sus hermanos, familiares, necesitados y a todos los objetos sagrados que representan la presencia de la fe en los corazones.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Jerarquía Divina de Ángeles y Arcángeles... (x 3 veces)

 

Este es el aceite de la simplicidad para los que viven la consagración monástica a Mi Corazón.

Hoy a todos señalaré con una cruz para que el Padre, en Su Misericordia, a pesar de lo que suceda en el fin de los tiempos, los recuerde y los ayude.

 

Canción: "Cristo del Calvario".

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Canción: "Escúchame, Redentor"

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