MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUDAPEST, HUNGRÍA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora por una religiosidad verdadera para que los corazones de los hombres se inclinen hacia la espiritualidad de estar en Dios y de ser parte del Creador, conscientemente.

Clama para que las almas reciban una oportunidad de despertar y de profundizar en su despertar cuando ya se sientan despiertas.

Ruega al Padre para que aquellas almas que se dispusieron a ser Sus representantes en el mundo, independientemente de su credo, sean verdaderas y sinceras en el amor a Dios, porque el amor a Dios las conducirá por el camino correcto hacia la Puerta estrecha del Corazón del Señor.

Confía en que, a pesar de las diferencias, aquel que vive para expresar, multiplicar, vivir y donar el amor de Dios encontrará el camino hacia la unidad con el Padre y es allí donde las religiones se comprenderán unas a otras, es allí donde las filosofías se liberarán de su ignorancia y encontrarán la Verdad.

A lo largo de este tiempo, hijos, la Verdad de Dios y de la vida revelada a los hombres por partes y escondida en plenitud en la esencia del Amor Crístico, les será revelada por completo. Y comprenderán que dentro del amor verdadero no había religión equivocada, pero sí una verdad que no fue enteramente revelada, sino repartida entre los hijos de Dios para que, cuando cada uno siga Sus preceptos y Su camino de Amor, se puedan encontrar unos con otros y todos con la Luz de la Verdad Divina.

Solo oren por la santidad y por la pureza de las religiones.

Oren para que no confundan los caminos de Dios con los caminos de los hombres.

Oren para que los seres se puedan religar con su Creador a través del amor, dondequiera que estén.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 56.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE QUITO, ECUADOR, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Segundo Mensaje

Ha llegado el momento de la gran transición en donde los tiempos se unirán, en donde el viejo hombre quedará atrás para que pueda nacer el Nuevo Hombre.

Para ese momento deben estar preparados, porque nunca lo vivieron y nunca lo sintieron.

Yo estoy aquí como el Maestro y Señor para ser ese puente, para llevarlos primero hacia Mi Corazón y para que después vivan lo que tienen que vivir.

Porque ya está escrito, todo está escrito, desde el principio al fin.

Como Yo Soy el Principio, también Yo Soy el Fin, y todo pasará por Mí, para que los hombres lo comprendan.

Si el alma está unida a Mi Corazón, nada pasará porque tendrá guía, tendrá entendimiento y sabiduría para comprender todo lo que sucederá en este próximo tiempo.

Vengo como el Señor del Silencio para hablarles a los mundos internos, porque allí es en donde todo resuena, porque allí es en donde todo se escucha, porque allí es en donde todo germina y florece para la Gracia de Dios.

Vengo a llamar a los hombres y mujeres de la Tierra para que miren hacia dentro de sí y no tanto hacia afuera, porque afuera todo empeorará, ustedes lo saben mejor que Yo, lo pueden ver todos los días en los acontecimientos de la vida, en las noticias, en todas las comunicaciones.

Pero Yo vengo a usar todos esos medios para redimirlos, así como vengo a redimir a los hombres de la Tierra por segunda vez.

Todo lo que hagan en Mi Nombre tendrá un valor incalculable para este tiempo, pero deben hacerlo como Yo lo deseo y no como ustedes lo piensan.

Para saber cómo deben hacerlo, primero deben estar en Mi Corazón, de una forma verdadera y transparente. Segundo, asumir un compromiso verdadero y no tibio. Tercero, cumplir Mi Voluntad de una forma decisiva, afirmando en sus vidas la realización de Mi Plan en esta superficie.

Así estarán haciendo todo en Mi Nombre; porque muchos hacen las cosas en Mi Nombre pero no de una forma verdadera, no como lo prevén Mi Voluntad y el designio que Mi Padre Me ha entregado para cada una de sus vidas.

Necesito, de esa forma, servidores fortalecidos; necesito servidores dentro de Mi Fuego, para ayudar a concretar todo lo que está escrito y que aún no ha sucedido.

Por eso, vengo desde el Universo para generar el gran despertar; porque aún hay tiempo, aunque la mayoría no escuche, aún hay tiempo.

Como el Señor del Silencio vengo a reverberar las Palabras de Dios dentro de los mundos internos en donde se construirá la nueva humanidad, desde donde surgirán el Nuevo Hombre y la nueva consciencia para este planeta, que estará lejos de la autodestrucción y del abandono.

Vengo a construir los nuevos puentes para las almas, para que los corazones los puedan cruzar y encontrarse con lo que es eterno, visible y verdadero en lo divino.

Por eso, contaré con la ayuda de los ángeles y de los Arcángeles para llevar adelante este último impulso espiritual.

Por eso, como el Señor del Silencio, también peregrino en busca de los rebaños que han estado lejos de Mí por mucho tiempo y que ahora tienen la Gracia de retornar a Mi Corazón de una forma consciente y verdadera.

A todos esos rebaños que volveré a reunir, les entregaré Mi Estandarte de la Paz para que Me representen como embajadores sobre este planeta.

Aún es necesario seguir generando la paz en este planeta, delante de todo lo que sucede diariamente.

Aún es necesario que Mi Voz siga resonando en los corazones para que todos se abran a Mi Divina Voluntad, que es suprema e invencible.

Hoy vengo a hablarles a todos los mundos internos de los seres la Tierra.

Hoy vengo a hablar para todos sin excepción, porque allí será en donde se guardarán Mis semillas de Luz; algunas germinarán en los próximos tiempos, y otras en la próxima vida, en el próximo mundo, en la futura humanidad.

Todo es parte de una construcción silenciosa, paciente y sensible.

Nada es para ahora, porque el hombre aún no está preparado para vivir la entrega total que Dios necesita.

Pero Yo los vengo a animar a hacer los esfuerzos necesarios, a cambiar los modos de la vida cotidiana, a adquirir costumbres evolutivas y sanas, a tener como base de la vida espiritual la oración y la Comunión Conmigo, para que estén protegidos de todo y, sobre todo, de Mi adversario.

Porque si toman esas bases como algo sincero e imprescindible, no perecerán y a pesar de los obstáculos y de las pruebas sabrán seguir adelante trascendiendo las barreras, los abismos y toda perturbación.

No pierdan la oportunidad de fortalecerse en estos tiempos.

No pierdan la oportunidad de madurar en estos tiempos y de ser servidores tan verdaderos, así como Dios lo necesita.

En sus mundos internos siempre encontrarán la respuesta. No busquen a otros guías o maestros porque no los encontrarán. La humanidad está enferma y todos están enfermos en algún grado, de una forma espiritual o física.

La humanidad ingresa de lleno en su tiempo de purificación que es algo que desconoce profundamente; ninguna otra civilización, ninguna otra raza en ninguna otra era vivió lo que ustedes viven en estos tiempos; por eso, para ustedes todo es nuevo.

Pero si mantienen su confianza en Mi Corazón Misericordioso, si cumplen los requisitos que les he dictado para una vida evolutiva y verdadera, no perecerán, tendrán fuerza interior para poder vivir todo, por más duro que parezca.

Es necesario que las viejas vestiduras se rasguen para que pueda nacer el espíritu puro, aquel espíritu de la Verdad que está dentro de ustedes y ha estado preso durante siglos, por falta de amor, por falta de misericordia, por falta de paz.

Vengo como el Mensajero directo de Dios, para que en sus mundos internos repercuta Mi Palabra, pues ha llegado la hora de la definición, y en poco tiempo todo estará permitido para que la humanidad escoja la próxima etapa de su evolución.

Mientras tanto, Yo gesto a través del Amor de Mi Corazón, corazones misericordiosos y simples.

No vengo a pedirle al mundo nada difícil y lejano.

Vengo a pedirle a la humanidad que se rinda, de una vez y para siempre, ya que sus modos de vida, su forma de pensar y de actuar está deteriorando el Universo y la próxima etapa.

Quisiera decirles, en verdad, todo lo contrario, pero Mi compromiso es dictarles la verdad tal cual es, por más difícil que parezca.

Aún hay tiempo de rendirse; aún hay tiempo de arrepentirse y de soltar el poder humano para que triunfen la Luz y el Plan.

Aún hay tiempo para que depositen a Mis Pies las espadas y los escudos que solo los atan a la batalla y que los aprisionan al dolor; esos son los símbolos de sus aspectos más difíciles que aún deben rendirse ante Mi Corazón de Luz.

Yo les traigo la Fuente de Mi Misericordia para permitirles todas las Gracias, aunque muchos no las merezcan.

Yo sufrí por ustedes en la Cruz, y en este tiempo también sufro por ustedes, de otra forma, que es desconocida para el mundo.

Vengo a señalar con Mi Mano a los que he escogido, para que sigan un único camino, que es el camino de la cristiandad y no de las diversidades espirituales.

Yo vengo a rehacer la Iglesia primitiva en estos tiempos. Vengo a reconstruir el Credo en todos los hombres y mujeres de la Tierra, porque ha sido desvirtuado por muchos de Mis seguidores, a lo largo de los siglos y de los tiempos.

Yo solo podré remover algunas cosas. Solo necesito que oren Conmigo para que todo se pueda sostener en estos tiempos críticos.

No ofreceré alegrías a los corazones, sino sacrificios y grandes presiones.

Solo a quien se disponga a estar en Mí todo el tiempo, Yo no lo soltaré y guiaré paso a paso su camino para que no caiga en los abismos de estos tiempos.

Seré como una antorcha de Luz frente a su pecho, seré esa llama incandescente ante todas las tinieblas de la Tierra e iluminaré con Mi Fuego y con Mi Misericordia todos los pasos que serán dados por Mis nuevos apóstoles, los apóstoles de estos tiempos.

Pero no prometeré reconocimientos, vanaglorias ni premios mayores.

Mis amigos son muy pocos, pero Mis servidores son muchos y en ellos tengo la base de Mi Infinita Misericordia.

No quisiera que el mundo pasara a un próximo ciclo sin saber la verdad. Por eso hablo para todos los continentes, todas las naciones y todos los pueblos, y deseo que Mi Mensaje llegue en todas las lenguas posibles a fin de poder salvar a muchas más almas que esperan, algún día, Mi Retorno.

Aunque no lo parezca, Yo estoy volviendo.

Mi Hora ha llegado, así como llegó Mi Hora en la Cruz. Pero ahora vendré a liberar al mundo y vendré a expulsar a los demonios que han encarnado en la Tierra para hacerla sucumbir.

El planeta al fin será el Nuevo Edén y las almas no sufrirán nunca más, no sabrán lo que es dolor ni la culpa; al contrario, conocerán lo que es el gozo y el júbilo de estar en el Reino de Dios para siempre.

Dios santifique estos elementos para que las almas sean santificadas, algún día, por el Espíritu Sagrado de Dios.

Dios santifique este espacio para que la oración tenga un efecto planetario en este tiempo y más allá de este país.

Porque a pesar de que se levanten nación contra nación, también se unirán naciones y naciones, se unirán corazones en el Propósito de Cristo para el triunfo de la Redención.

Amado Padre Celestial, santifica todo lo que has creado a imagen y semejanza de Tu Consciencia.

Santifica todo lo que existe y todo lo que es ofrendado en Tus Altares Mayores, para que triunfe en estos tiempos el Amor de Tu Corazón y las almas más sufridas se rediman. Amén.

Santifica, Señor, lo primero que Tú has creado en este mundo, el agua, para que las almas aprendieran a saciar su sed interior y siempre estuvieran nutridas por Tu Espíritu.

Que se establezca aquí, Amado Padre, la Comunión entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Tu Corazón, a fin de que triunfe Tu Sagrada Voluntad.

Y ahora Me iré de aquí bendiciendo a Ecuador y al mundo, a fin de que estos días de oración que compartiremos juntos, sean flores en Mi Jardín de Misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La unión entre los credos

Llegará un momento en el planeta en el que todas las religiones se deberán unir en el espíritu de la paz y del amor crístico.

Esa unión, profetizada, permitirá que las almas, que caminaron por diferentes senderos espirituales, encuentren la Fuente Mayor, el gran Manantial del Corazón de Cristo.

En ese momento, Jesús será reconocido por todos como el Redentor no solo de los cristianos, sino también como el Liberador del mundo entero, a través de los impulsos de Amor que Él está entregando en estos tiempos.

Esa hora se aproxima a la consciencia planetaria.

Cuando esa profecía de unión entre los credos se pueda realizar entre todos los pueblos y no solamente entre los cristianos; las naciones se opondrán, unas a otras, y las diferentes filosofías humanas intentarán derrumbar lo que otros, con amor, intentan construir por el bien común de todas las almas.

Ese tipo de juicios y de calumnias emergerán como una fuente de impulsos humanos que solo llevarán a debilitar la unión entre las consciencias y los pueblos.

En el momento más crítico y agudo del planeta, la fe de las consciencias será puesta a prueba; no porque Dios lo determinará, sino por la acción destructiva que las voces de los filósofos del mundo realizarán contra todo lo que se considera Obra de Paz y de Luz.

Pero, finalmente, Mi Inmaculado Corazón triunfará en el mundo y fuera de la Iglesia.

Ante los ojos de los que gobiernan las religiones, Yo les abriré la gran puerta de la redención y todos podrán reconocer que, por detrás de toda Obra de la Luz, estaba presente Cristo.

En este tiempo, intentarán hacer callar la Voz de los Mensajeros Celestiales, así como lo intentaron en otros tiempos; pero, al final de todo, muchos se darán cuenta tardíamente de la justa y verdadera causa.

En este ciclo todo estará permitido, tanto los grandes errores como las mayores victorias. Eso será así para que las almas, en su libertad, puedan escoger antes del Juicio Final qué camino recorrerán, si el camino del error de los injustos o el camino de la paz y de la fraternidad.

Es en esta hora definitiva, su Madre Celeste impulsa Su Obra corredentora fuera de la Iglesia, para que así los pastores de Mi Hijo puedan contemplar la necesidad planetaria con Misericordia y no con profunda y mezquina indiferencia.

La Madre de Dios viene para reunir lo que la Iglesia no pudo concretar, la misión de contemplar con amor la necesidad espiritual y moral de las almas, independientemente del credo que ellas vivan en este tiempo.

Es así que su Madre Celeste viene, en este ciclo, a enseñarles lo que Ella les enseñó a los apóstoles en el pasado, a unir nación con nación, cultura con cultura y lengua con lengua, con el fin de establecer el principio del sagrado pueblo de Dios, por el que Moisés trabajó durante mucho tiempo.

Por eso, les pido a todos, más allá de su creencia o de su doctrina espiritual, que escuchen a la Madre de Dios, a la Embajadora de la Paz, que les dice que ya no pierdan tiempo ni tampoco lo utilicen en discutir y difamar si es verdad o no que Yo estoy  trabajando por fuera de la Iglesia o si sus hermanos visten o no ciertos atuendos o mienten. Eso no es verdad, no están viendo la verdad ni tampoco están sintiendo con el corazón.

No se olviden de que todos son hijos de Dios y que lo más importante es conducir a las almas hacia el amor y la oración, y no hacia la difamación y los juicios de valor.

Todos los que dicen vivir la verdad están ciegos. Arrepiéntanse y pidan perdón. Abran el corazón y no la mente, porque en verdad les digo, Mis hijos, que ustedes están pretendiendo disolver Mi Obra de Paz con sus malas acciones.

Vivan la paz y no se sentirán perturbados. Abracen el Llamado de Dios, así como Él lo determina, y no intenten desmentirlo solo porque ese llamado esté vivo y luminoso fuera de la Iglesia.

Agradezcan al universo porque existan almas que se ofrecen para sufrir por ustedes.

Cambien de actitud y háganlo por amor, no pierdan tiempo en vanas palabras. Cumplan con su oficio y así las religiones se unirán a través del amor y no a través de la fuerza.

La cristiandad es un estado interior y no formal, es la posibilidad de creer y de sentir a Cristo en el corazón.

Escuchen por última vez Mi llamado.

¡Les agradezco por responder a Mis súplicas!

Los ama y los guía,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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