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Queridos hijos:
Con alegría y júbilo en Mi Corazón, hoy Me encuentro con toda la vida consagrada, que representa para Dios Su principal espejo, que puede reflejar en la Tierra la concreción espiritual del Plan de Dios.
Por eso, queridos hijos, la vida consagrada es el más precioso tabernáculo, en el que Mi Hijo Amado puede estar presente entre Sus compañeros y pacificadores.
Una de las causas de las interferencias del mal, en la vida consagrada, es que los consagrados pueden alcanzar la santidad en vida.
Ser santos significa vivir en y por Cristo, es caminar confiantes, siguiendo los pasos del Redentor.
En este tiempo, la vida consagrada vive sus tempestades y también sus tribulaciones. Esto no impide que la Gracia de Dios actúe y trabaje en los corazones.
Como Madre de todos los consagrados, vengo a decirle a cada hijo Mío que no se sienta solo o abandonado; que cada hijo consagrado sepa que lo más importante para Cristo son Sus compañeros de camino, los que todos los días comienzan de cero para poder cumplir la Santa Voluntad.
A todos los que viven la consagración y renuevan sus votos internos todos los días, Yo los llamo hijos valientes y esforzados, porque sé que tienen que vencerse a sí mismos, superando en cada paso la condición humana.
La vida consagrada es el gran lucero en la oscuridad de estos tiempos. Cada paso y entrega que vive el consagrado, en su día a día, representa una victoria que Mi Hijo alcanza en este planeta.
Que la vida consagrada se fortalezca y a aquellos hijos Míos, que están a las puertas de vivir algún día su consagración, Yo les digo que son bienvenidos al camino del apostolado y del servicio por los que sufren.
Les agradezco por este momento especial y por haber respondido a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de la vida consagrada
Calma tu corazón, hijo, y encuentra consuelo en la Fuente de Paz hacia la que la oración sincera puede conducir a tu espíritu.
Renueva tus votos ante Dios, con un compromiso sincero de perseverar, cumpliendo con Su Plan, mas allá de las dificultades de la vida y de los desafíos que estos ciclos del planeta le traerán a la humanidad.
Encuentra fortaleza en la verdad, en la transparencia y en la humildad, para que no sufras por las resistencias a las que se aferran tu corazón, tu mente y tus emociones.
Deja que este ciclo del planeta genere en ti la transformación necesaria, porque él no viene a castigar a la humanidad, sino a definirla. Por eso, en cada nuevo desafío, confirma en tu interior tu compromiso con Dios, recuerda de dónde viniste y hacia dónde eres llamado a retornar.
Y, aunque a veces te falten las fuerzas para seguir adelante, permite que una Fuerza Superior te levante y te fortalezca, te guíe y te lleve de la mano al cumplimiento del Propósito Divino. Es el Santo Espíritu de Dios, el Consolador de las almas, que les mostrará Su Faz a los que se permitan ir más allá de sí mismos, y que no contarán solo con la propia fuerza y esfuerzo, sino también, y sobre todo, contarán con la Gracia Divina y con la vivencia de las promesas de Cristo.
Estos serán los que experimentarán en sus propias vidas la actuación de las Leyes Superiores y darán testimonio de la Presencia del Espíritu Santo, porque ya no vivirán por sí mismos, sino solo por Cristo.
Hacia ese destino, encamina tu corazón y dirige tus pasos.
No pienses en las pruebas que vendrán y no les temas a las definiciones humanas. Siempre sé un corazón vacío y dispuesto a ir más allá, que se permite moldear, corregir y transformar por las Leyes Divinas, y que va más allá de sí mismo cuando le faltan fuerzas humanas, experimentando en sí la Presencia Divina.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu padre y amigo,
San José Castísimo
Queridas familias del mundo entero:
Que la sagrada y bendita Presencia de Mi Hijo esté entre ustedes.
Que, a las puertas del próximo Nacimiento de Cristo en sus corazones, la familia, como célula primordial del Proyecto de Dios en la superficie de la Tierra, se vuelva a encontrar en el espíritu del Nacimiento de Jesús.
Queridas familias, que en este año doloroso que termina para el mundo, las familias renueven sus votos internos entre sus seres queridos. Que se puedan servir de estos tiempos de aislamiento para orar juntos, para amarse y reconocerse más entre ustedes, para reverenciar al Cristo interno que cada miembro familiar lleva en su interior, a fin de que puedan recuperar la paz, para que la paz esté presente en el mundo.
Queridas familias, durante la oración del Rosario en la Navidad, recen por las familias divididas, recen por las familias empobrecidas, recen por las familias refugiadas para que en toda la humanidad despierte la consciencia de que la familia es un Proyecto sagrado de Dios y no un objeto de conflictos ni de desarmonías.
Queridas familias, Yo los invito a sentir en el corazón este llamado, porque la unidad de la familia necesita ser recuperada para que el gran manipulador, Mi adversario, sea destituido y expulsado del seno de la familia que se convirtió en el centro del sufrimiento de la humanidad.
Les pido, queridas familias, que su mirada y su corazón estén en esta obra interior de reconciliar y de reconstruir la familia para que la Luz del Espíritu Santo pueda estar presente entre ustedes.
Que el Nacimiento de Jesús, en cada corazón humano, lleve a cada miembro de la familia a asumir y a vivir lo que Dios tanto espera, que sea una familia de amor, en camino a la consagración interna.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El Castísimo y Venerable San José se prepara, en este mes de julio, para finalizar su tarea con la humanidad, pero Sus enseñanzas y palabras resonarán en aquellos que supieron reconocer, a lo largo de los años, los impulsos que Él dejó para la trascendencia de la humanidad.
Hijos, quisiera anunciarles que el próximo 19 de julio, día de la última aparición de San José, quedará instituida la Fiesta mensual del Corazón de San José, en la que todos los días 19, por los meses que vendrán, San José desde los cielos estará intercediendo por las causas imposibles y por las purificaciones más difíciles del corazón humano.
Esta Fiesta de San José no solo será para recordar Su presencia paternal en la vida de Sus aprendices, sino también será la oportunidad de que los corazones supliquen a San José para que Él les conceda las Gracias necesarias.
Ese día, quien esté ante el Sagrado Relicario de San José tendrá la dicha de ser bendecido por San José y podrá comenzar a encontrar el camino de la humildad.
Esa Fiesta de San José no solo será para honrar el Santo Nombre del intercesor del corazón humano, sino será también un día en el que las almas, que estén orando a San José, podrán renovar sus votos, y la vida misionera, mes a mes, será amparada por la luz del Casto Corazón.
Que la Fiesta mensual de San José sea para recordar el impulso de cada una de Sus palabras e instrucciones.
Todos los días 19, cada alma podrá ofrecerle a San José no solo su corazón imperfecto, sino también podrá encenderle una vela a fin de que la Gracia de la conversión transforme el corazón de los hombres y se conceda la cura a la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoctavo poema
Espejo de la Justicia de Dios,
intercede por el mundo entero,
intercede por Tus hijos de la Tierra
para que, a tiempo, las almas despierten
al verdadero estado de consciencia,
y así, las vidas del mundo hagan los cambios
tan necesarios en este tiempo.
Mediadora del Amor Divino,
coloca en el corazón de Tus hijos
los Dones y las Virtudes de Dios,
para que las almas tomen consciencia
de la importancia de volverse hacia Dios
y de reconciliar sus vidas
a través de la Misericordia Divina.
Guardiana de la Fe,
ayúdanos a proteger la pureza
que Dios deposita en nuestros corazones.
Que, a través de actos de caridad y de amor,
renovemos nuestros votos internos con el Padre Eterno.
Auxílianos, Santísima Madre,
para que desaparezca de nuestra consciencia
cualquier indicio de ilusión.
Que podamos encontrar la verdad que necesitamos
para que, en Tu Hijo, alcancemos la libertad espiritual.
Que los ángeles del Cielo
rompan con sus espadas los grilletes de la perdición,
y que las almas encuentren el sentido y la razón
de estar presentes en la Tierra.
Que la ignorancia dé espacio a la sabiduría,
y que en la sabiduría encontremos la paz y la fe
de estar viviendo el Plan Divino de Amor.
Amén
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
A Mis queridos hijos consagrados con el Manto Celeste de la Madre de Dios
Mis pequeños:
En este día especial, en el que el altar del corazón de cada hijo Mío es ofrecido en las manos de su Madre Celeste, se vuelven a renovar, por un año más, los votos internos de fidelidad ante el Padre Eterno.
Como parte de Mis ejércitos orantes en la Tierra, a los pies de la Madre de Dios son colocadas las rosas de la oración de cada Hijo de María.
Esas intenciones son recogidas en este día y son llevadas hacia los Altares Mayores del Cielo para que el Divino Padre las acepte y, conforme a Su Santísima Voluntad, Él derrame, aún más, Su Misericordia sobre un mundo y una humanidad dormida por la indiferencia.
Este día de renovación no es solo importante para la vida interior y espiritual de cada hijo consagrado con el Manto Celeste de la Madre de Dios, sino que también la ofrenda y la entrega de este 6.° Encuentro Anual de los Hijos de María, coloca a todos Mis hijos ante el ingreso definitivo en la última etapa del planeta.
La fidelidad, el amor, el servicio y la oración de cada hijo consagrado es lo que permanecerá como luz en el mundo cuando su Madre Celeste se recoja hacia las Esferas Celestiales.
Será la voz orante de los Hijos de María la que protegerá a las familias del mundo y a todos los desamparados, así como también la oración abarcará a la Creación.
Unidos de las manos, los Hijos de María serán los pilares que, en el momento de la gran batalla lucharán, a través de su verbo y amor, por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.
En este día, los preparo para ese momento, porque está próximo.
Que la Luz Divina del Amor de Dios bendiga y reafirme los votos internos de cada hijo consagrado para esta próxima etapa de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y estoy muy agradecida por el Encuentro de hoy!
Siempre los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Querido hijo y querida hija Míos:
Escucha, en este momento, el viento invernal que abraza al norte del planeta.
Siente la luz de este lago que todo revela. Únete a la naturaleza de tu ser y comulga con Dios para que, en este día, renueve tus votos en nombre de la humanidad y del planeta, en nombre del Proyecto Original de Dios y de todo lo que aún deberá realizarse aquí, sobre la superficie de la Tierra.
Siente la brisa de este viento invernal de Canadá y abre las puertas de tu consciencia a lo nuevo, para descubrir el conocimiento sagrado que se guarda en este planeta y en muchos Recintos Internos de la Hermandad.
Recibe esta brisa invernal de Canadá como un momento de introspección y de recogimiento, para descubrir dentro de tu ser lo que verdaderamente existe y que no es aparente, lo que ha surgido una vez de la Fuente para vivir y experimentar el despertar de la consciencia, la evolución del amor y el gran momento que tú vives hacia la redención que te ofrece este planeta y esta creación que aquí se encuentra; absolutamente pensada, meditada y contemplada por el Padre Eterno para cada uno de Sus hijos.
Es desde este escenario, en Canadá, que hoy envío Mi mensaje para cada Hijo de María, para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.
Momento importante en el que pueden renovar sus vidas y consciencias en la aspiración de cumplir el Plan de Dios como ejércitos de la Madre del Mundo, que atraen hacia la Tierra todo lo que está en los Cielos para que las almas se enciendan en luz en su interior y encuentren a Dios, más allá de todo lo que suceda o lo que acontezca.
Caminen hacia el encuentro de la nueva humanidad. Ustedes son la transición de algo que vendrá y que surgirá en poco tiempo. Este es el momento más duro y difícil, pero no es el único.
Después de que todo suceda llegará la Luz, la Luz de Cristo, la Luz de Mi Hijo, para volver a iluminarlos, así como el Espíritu Santo iluminó a los apóstoles.
Sigan el camino que están construyendo en sus vidas y no se dejen amedrentar ni perturbar.
Un Hijo de María es aquel que renace todos los días y que cumple, más allá de él, lo que Dios tanto espera en las cosas simples de la vida, en los gestos de amor, en la caridad y en el bien.
Que el servicio sea la antorcha de los Hijos de María, que la oración siempre sea el fuego que encienda sus corazones para encontrar la paz, la paz tan urgente en estos tiempos, la paz que ustedes pueden espejar con el ejemplo de sus vidas y de su entrega.
Hoy les hablo desde el congelado país de Canadá y, abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia ustedes, queridos hijos, expando la luz de los Espejos del Universo sobre la Tierra para que sus almas, en este día, sean colmadas de más atributos y principios y, así, puedan seguir caminando en la evolución del amor y de la consciencia, en una apertura más amplia y profunda, para comprender los Misterios de Dios y de esa forma vivir Su Plan en la superficie de la Tierra.
Hoy envío este mensaje desde Canadá como parte de una trayectoria de la Jerarquía Espiritual que recorre ciertos lugares de la Tierra a fin de preparar a sus consciencias y a sus hermanos para lo que llegará.
Por eso, el conocimiento en sus vidas es imprescindible, para que lo puedan aplicar y llevar adelante en el día a día, y así ustedes imiten a otros pueblos y consciencias que también pasaron por la Tierra y que vivieron un gran despertar.
Hoy Me alegro de verlos reunidos en el nombre del Amor de Dios, que es lo primero que deben vivir en sus vidas. Hoy Me alegro de que estén reunidos en el nombre de Mi Hijo, y por último en el Amor de su Madre Celeste, que extiende Su manto para protegerlos, para ampararlos y envolverlos en la Gracia de Dios.
Esa Gracia Divina que es inextinguible e irrefutable, una Gracia que Yo he traído, especialmente, para cada hijo consagrado a fin de que despierte a su misión personal y perciba que este es el tiempo y es el momento del gran encuentro, del gran servicio por la humanidad y por el planeta, como por los Reinos de la Naturaleza.
Por esa razón, hoy Me encuentro aquí, desde los grandes lagos de Canadá envío Mi mensaje de Amor, de Paz y de reconsagración para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.
Nunca pierdan de vista la verdad de lo que son y la Existencia Divina que una vez los formó y los creó. Así, aprenderán a superar las apariencias y los obstáculos, y renovarán sus vidas en la amorosa oración diaria que los unirá a Dios y a todo el Universo.
Que la potencia y el poder de los Espejos del Universo iluminen sus consciencias y a todos sus hermanos para que, ante un nuevo paso de reconsagración, cada uno asuma su lugar y su momento de gran servicio planetario, porque se acerca un momento definitivo y no está lejos, hijos Míos. Ese será el tiempo y la hora de hacer todo por este planeta y por su humanidad a fin de que todo pueda comenzar de nuevo como está previsto.
Reciban de Mi Corazón la luz de las Gracias y de la Misericordia del Padre. Colmados por Mi espíritu maternal reafirmen sus votos y renueven sus consciencias, porque aún hay mucho por hacer y por servir.
Que la oración en sus vidas siga siendo ese puente que los une a Mi Corazón y que los lleva al Cielo, en espíritu, todos los días.
Que en este día de renovación todos los Hijos de María se coloquen de pie y como ejércitos afirmen el compromiso de fidelidad y de unión con su Madre Celeste, la Madre Universal.
Con alegría y regocijo recibo sus súplicas e intenciones para que, en este año 2020, puedan seguir creciendo interiormente y se formen como apóstoles de Cristo en la Tierra.
Desde el Gran Espejo del Universo envío toda la Luz que necesitan, ustedes y el planeta, para que esta civilización humana pueda reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de la Creación que aún se deberá cumplir y que ustedes prepararán ese cumplimiento con el Retorno de Cristo.
Alégrense y sonríanle a la Madre de Dios porque la Gracia Divina tocó sus corazones y vidas para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ante la Presencia de la Madre de Dios que nos trae la cura interna y la renovación, ante Su Presencia en este día que colma nuestras vidas y corazones por medio de Su Gracia, renovamos todos juntos nuestros votos ante el Inmaculado y Materno Corazón de María, por el triunfo de Su Corazón en este planeta y en esta humanidad, y para que Sus divinos y sagrados atributos sigan descendiendo en nuestras almas y en nuestros hermanos, y ante este escenario en los grandes lagos de Canadá, siendo acogidos por el viento de este gran invierno y ante Su Gran Espejo, el Espejo de la Madre Universal, vamos juntos a realizar tres veces la oración de la Madre Universal para que Sus atributos sigan obrando y consagrando a las almas de este mundo.
Oración: Madre Universal (se repite tres veces).
Y ahora, hijos Míos, vuelvan a escuchar el movimiento de los Espejos, a través de este viento invernal que los abraza y del movimiento del agua de este gran lago, y cómo es posible que la síntesis de la Creación se manifieste en toda la naturaleza y dentro de ustedes; y así, regresen a sus orígenes, a su verdad y a sus esencias para estar allí en Dios y por Dios cumplir Su Voluntad.
¡Les agradezco por haberse reunido en este día Conmigo!
Y bajo la autoridad que Mi Hijo Me concedió, Yo los absuelvo y los reconsagro como Mis hijos, los hijos del Padre Celestial.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A las almas más probadas
¿De qué tienes miedo?, ¿de no poder corresponderme?, ¿de perder completamente la fidelidad a tu Maestro y Señor?
Recuerda que cada prueba que atraviesas es para forjar el cumplimiento de cada uno de tus votos y, a través de tus votos, concretar la gran misión que te he encomendado.
Cada prueba está llena de incertidumbres y de desafíos que, con inteligencia y no con culpa, debes aprender a superar. Debes demostrarle al Padre que tú Me puedes superar en lo que Yo viví por ti y por tus hermanos en el huerto Getsemaní.
No puedes permitir que la prueba te empuje o te arrastre. Cada desafío de transformación tiene que ser para tu consciencia la oportunidad de dar un paso más en dirección a Mi camino de apostolado.
En las pruebas más difíciles, las resistencias y los aspectos se pueden disolver y volverse cenizas. Nunca habrá una prueba o un aprendizaje que no puedas superar.
De lo contrario, ¿cómo Me demostrarás que de verdad quieres seguirme? Yo no prometo jardines de rosas, sino prometo triunfos espirituales para Dios a través de tu renuncia, sacrificio y redención.
Sé inteligente y actúa con determinación. Haz valer el don que te entregué. Hazlo florecer todos los días y Me estarás haciendo comprender que ya sabes todo lo que necesito.
No te desanimes, un apóstol de Cristo nunca retrocede.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros y apóstoles Míos:
Todos los días los coloco ante la Gracia y la oportunidad de servir a Dios de infinitas formas. Pero en todo tiene que estar su corazón, porque el corazón que sirve, siente la necesidad y la atiende.
Así, Yo los hago formarse en el servicio de amor por la humanidad; ya que en estos tiempos difíciles, las necesidades espirituales, mentales y materiales son grandes; pero son pocos los que, en Mi Nombre, se entregan como vasos vacíos para que el Sacerdote Mayor los colme de Sus Dones.
Vengo para hacerles recordar los votos internos que una vez fueron hechos por ustedes ante Mi Presencia misericordiosa.
Que esos votos sean la convicción perfecta y la confirmación verdadera de estar viviendo este tiempo por amor a Su Señor y Maestro, porque tiempos más exigentes están llegando.
Tiempos que colocan a los servidores de Cristo bien lejos de sí mismos, para poder estar con todo el ser y la consciencia disponibles, y enteros para vivir la gran y última convocatoria.
Este es el ciclo de reconocerse como un apóstol y misionero de Cristo para que, de forma inmediata, el planeta sea aliviado de su condición de adversidad, a través de la reparación y de la cura que el servicio de los Míos puede despertar en todo lo que aparentemente está perdido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Invocación al Divino Atributo de la Humildad
Señor nuestro,
hazme pequeño e insignificante.
Que mi persona no se vanaglorie de nada;
que mi corazón sea un puente hacia Tu santa Paz.
Señor, hazme servicial y bueno,
bondadoso y misericordioso con los demás.
Que mi consciencia siempre reciba
las correcciones necesarias de la vida;
que mi corazón humano nunca se cierre;
que yo pueda aprender a agradecer
todas las lecciones y experiencias.
Que todo lo haga por Ti, Señor,
y nada por mí, ni por mi propia e imperfecta voluntad.
Enséñame a vaciarme.
Enséñame, en humildad, a reconocerte
vivo y presente en la Comunión,
en la consagración de la vida,
en cada uno de los votos
que me he propuesto realizar por Ti.
Señor,
destruye mi soberbia,
disuelve mi arrogancia
y cúrame de la negligencia espiritual.
Que aprenda a proteger de mí mismo Tu majestuosa Obra;
que ya no sea más una espina en Tu Corazón manso,
sino una flor a los pies de Tu sagrado Altar.
Señor,
enciéndeme en Tu Humildad,
vivifícame en el constante vacío
y redímeme, todo el tiempo,
en el fuego amoroso de Tu Corazón
para que, al menos, lo más pequeño de mi vida en la Tierra
sea el testimonio de Tu Amor y de Tu Divina Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por orar de corazón esta oración!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Escribo este mensaje con palabras de luz para poder expresar, a través de ellas, la gratitud y el Amor que tengo por Mis queridos hijos, especialmente por todas las almas que a lo largo de los tiempos y de Mis Apariciones hicieron sus primeros votos de consagración a la Madre de Dios.
Por ese motivo, hijos Míos, hoy de forma especial vengo para invitar y llamar a cada Hijo de María para que esté presente Conmigo el día 12 de marzo de 2019 en el Centro Mariano de Aurora, lugar que será la sede para el próximo Encuentro Anual de los Hijos de María.
Los invito y los llamo a estar en la presencia de su Madre Celeste para que ustedes no solo renueven los votos de su consagración, los que una vez realizaron, sino que también sus almas puedan recibir un impulso espiritual directamente de la Madre de Dios, a fin de que sus consciencias se preparen para los tiempos de emergencia.
Rodeados por la esplendorosa Aurora los invito a que estén a Mi lado en ese día 12 de marzo y que este año ustedes también inviten a un hermano o hermana a participar del Encuentro para que vea qué lindo es vivir en el Corazón de Dios.
Desde ahora les anuncio esta invitación para que cada hijo Mío se vaya organizando para poder estar presente.
Este Encuentro será televisado mundialmente a través de Misericordia María TV para que los Hijos de María de Centroamérica, de Norteamérica y de Europa puedan acompañar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Compañeros:
En vísperas de la Natividad quiero decirles que, a partir de este momento, sus corazones estén preparados para recibir los impulsos internos que vendrán directamente de Mi Corazón, porque para este ciclo esos impulsos los colocarán en el camino de concretar y de representar la Obra de Cristo en la Tierra.
Por eso, este ciclo para ustedes, significará una oportunidad de colocar toda su atención en la coyuntura verdadera que representa y no en la fiesta que popularmente se hace, año tras año.
La Natividad es una oportunidad interior de renovación de votos con el Cristo interno de cada ser, es la oportunidad de ampliar el compromiso que cada alma adquirió antes de encarnar en la Tierra.
Por eso, compañeros, la Natividad significa la aproximación de las Leyes Crísticas sobre la consciencia planetaria para toda la humanidad.
Quien, de verdad, sepa aprovechar esa coyuntura será más beneficiado, y no estará distraído con el jolgorio que el enemigo creó a través de los tiempos en esta fecha especial.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Cada día que pasa es una oportunidad interior de renovar los votos de unión y de compromiso para esta nueva Navidad que se aproxima, momento en el cual la atención de la humanidad estará absolutamente colocada en algo externo y material y no en algo interno y profundo.
Por esa razón, a todos los que son más conscientes y están dentro del camino espiritual, hijos Míos, les corresponderá sustentar y sostener todo lo contrario que hará la humanidad en este mes; para que, al menos, los Códigos de la Divinidad de Cristo estén presentes en la mayoría de las almas de la Tierra, a fin de que las consciencias sientan y perciban que ya no es necesario sumergirse en la vida superflua, pero sí lo es adentrarse en la vida del espíritu.
Este es el tiempo de las grandes definiciones y de los grandes pasos.
Los invito, hijos Míos, a ser constructores del nuevo tiempo para el surgimiento de una Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este nuevo mes que comienza, profundizaremos en la Natividad del Señor, un momento importante para que los votos con el Cristo interno de cada ser sean renovados y el compromiso con el Plan de Amor sea fortalecido.
Por eso, hijos Míos, los llamo a poner atención en este detalle de su renovación, porque, por más que, día a día, mediante la comunión con Mi Hijo ustedes también se renueven, es importante para sus almas unirse a la Sagrada Natividad del Señor, para que sus espíritus sean bendecidos con los impulsos de amor que Mi propio Hijo estará derramando por medio de estas fechas en que la humanidad entera coloca su atención en otro lugar.
Por esa razón, cuando un alma, mediante la intercesión del Divino Hijo, se ofrece a Dios y renueva sus votos, otras posibilidades se presentan para la vida planetaria y, especialmente, otras oportunidades se presentan para una humanidad muy necesitada de verdadero amor.
En esa renovación interior, en esa confirmación que Yo los invito a vivir durante esta próxima Natividad, ustedes permitirán atraer hacia la Tierra los atributos espirituales que la humanidad necesita para ser reconfigurada.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo consagrado:
Renuévate en este día y celebra por estar formando parte de la Obra de Misericordia y de Amor de tu Redentor.
Renuévate en tu interior confirmando los votos internos que tú has hecho ante tu Maestro y Señor, y no te preocupes por nada, porque si Yo formo parte de tu vida y de tu existencia, tienes que creer para siempre que todo, absolutamente todo, está bajo Mi soberano Poder y que nada semejante a tu Señor podrá interferir.
Por eso, con los ojos llenos de alegría y de luz, celebra, hijo Mío, este día de confirmación y de reconsagración a Mi Paterno Corazón. Que esta afirmación interior permita construir en ti el nuevo propósito y que ese propósito pueda abrazar a más corazones.
En este día de renovación para cada consagrado que no exista el temor, la duda o la falta de fe.
Que cada alma consagrada sepa que siempre deberá hacer lo mejor para que triunfe el Corazón Sagrado del Maestro, para que más puertas inciertas en el mundo sean cerradas por medio de la íntima comunión de los espíritus con el Salvador del mundo.
Que este día sea motivo de celebración, y no de angustias, de esperanza, y no de amarguras.
Que cada alma que se ha consagrado al Redentor mire con ardiente aspiración hacia el firmamento y que, en algún punto del espacio sideral, encuentre el retorno de Cristo, primero en su corazón y segundo, en este planeta dolorido.
Que hoy cada consagrado ofrezca su consagración y sobre todo su corazón humano para ser depositario de nuevas virtudes y Gracias, para que esta Orden de amor y de hermandad, que preciosamente he fundado, reciba la Gracia de nuevas vocaciones, del despertar de nuevos talentos para estos tiempos, en los que deberán reinar el amor y la paz universal.
Reciban de su Maestro la bendición paternal para que cada alma consagrada en este día vuelva a decirle a Mi Corazón: “Mi amado Señor, aquí estoy para servirte, para cumplir Tu Voluntad”.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz.
Todo está en su lugar, aunque no lo parezca. Todos están teniendo la oportunidad de aprender cosas nuevas.
Deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz.
Este momento les exige a todos grandes esfuerzos, para que pasos más grandes e infinitos se puedan dar.
Deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz.
Todos están recibiendo la oportunidad de expandirse en el amor y en la hermandad, están recibiendo la oportunidad de renovar sus votos de servicio al Plan Divino.
Por eso, deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz y vivirás lo que tienes que vivir bajo el amparo de Mi Espíritu.
Agradezco tu esfuerzo.
Quien los ama eternamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el silencio penetra la consciencia de superficie, la alianza entre las almas y Dios se establece, y todo lo que es superficial e ilusorio comienza a perder fuerza y vigor.
Es por eso que cuando el sagrado silencio es verdaderamente practicado, beneficia no solamente al alma, sino también al espíritu de cada ser.
En esta hora, el sagrado silencio puede vencer grandes adversidades y derrotar grandes abismos de la consciencia planetaria, porque él actúa como Ley primera en todas las cosas.
Cuando el silencio es vivido con amor, devoción y armonía, es un portal autónomo que se abre sobre la consciencia del planeta y se expande tan ampliamente que libera sin batallar las condiciones o los proyectos del mal que estaban por suceder.
El sagrado silencio lleva a la renovación de la vida, y esto influye positivamente en los votos, lo que beneficia también a la consagración espiritual de la humanidad.
El silencio es un instrumento invisible y no perceptible que extirpa la condición de la humanidad y actúa en los planos más profundos del ser.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos y amados hijos:
Hoy, con una túnica y un manto blanco hasta los pies, llevando un cinturón azul y el santo rosario entre Mis manos, Me presento a ustedes como la Señora de los Pobres.
Esta es Mi Faz de humildad y de entrega por los más pobres entre los pobres.
Hoy quisiera, hijos, que en este día de renovación de votos con el Plan Evolutivo de Dios, ustedes fuesen como su Madre de los Pobres para que en este ciclo, al igual que Yo, encuentren la necesidad de ayuda en cada lugar.
Soy la Señora de los pobres de espíritu, de los pobres de alma, de los pobres de fe, de los pobres de corazón.
Soy la Señora de los pobres que están desamparados, de los pobres que son huérfanos, de los pobres que han perdido la maternidad.
Soy la Señora de los pobres que están solos, de los pobres que no se sienten amados, de los pobres que han perdido toda esperanza.
Soy la Señora de los pobres que no oran, de los pobres pecadores, de los pobres ignorantes, de los pobres de espíritu que han perdido el amor a Dios.
Soy la Señora de los pobres marginados, de los pobres esclavizados, de los pobres niños que son vendidos y explotados.
Soy la Señora de los pobres que enloquecieron, de los pobres de sabiduría, de los pobres que viven y duermen en las calles de este mundo.
Soy la Señora de los pobres que se pierden, de los pobres inocentes, de las pobres mujeres que se venden en las calles.
Soy la Señora de las pobres mujeres que son esclavas de la vida, de las pobres consciencias indígenas que han perdido su cultura y su tierra en estos tiempos.
Soy la Señora de los pobres corazones que viven la injusticia, de los pobres ancianos que son rechazados y que no se sienten amados.
Soy la Señora de los pobres jóvenes que han sido conquistados por la tentación y el engaño.
Soy la Señora de las pobres esencias que no cumplen su misión en esta Tierra.
Quisiera, hijos, que ustedes Me imitaran, y que la Casa de la Señora de los Pobres, concebida en el seno de los Hijos de María, atendiera espiritualmente en estos tiempos, a través de la oración del corazón, a todas estas necesidades omitidas por la indiferencia de la humanidad.
Yo soy la Señora de los Pobres y quiero, hijos, que adopten esta Faz de su Madre para que la trabajen día a día; porque, a través de la Señora de los Pobres, Yo les traigo, a ustedes y al mundo, la esencia de la Compasión de Dios.
La Señora de los Pobres será el terafín de los Hijos de María, será el instrumento de trabajo por el cual sus oraciones diarias obtendrán mayores resultados para toda la vida planetaria.
Hoy estoy aquí entre ustedes, renovando los votos de consagración a Mi Inmaculado Corazón con cada uno de Mis Hijos, para que, en este año, también sus vidas concedan la Gracia de que la Señora de los Pobres llegue nuevamente a Europa en los meses de mayo y junio, para que, con la ayuda de todos, se pueda evitar un gran movimiento social entre las naciones así, como hasta ahora, gracias a la ayuda de todos Mis hijos, eso fue evitado en los Estados Unidos.
Hoy la Señora de los Pobres, Patrona de los Hijos de María, los bendice y les agradece por estar renovando, durante un año más, los votos diarios de oración, de servicio y de abnegación.
Los amo y siempre los amaré hasta el fin de los días.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El Padre siempre anhela lo mejor para sus vidas, solo será importante que sus vidas estén unidas a Su Propósito y que todo esto sea para ustedes de vital y agradable confianza.
Por eso, queridos hijos, con sus corazones abiertos al gran Misterio de Dios, vivan cada etapa que el Universo les presenta como algo único, como la posibilidad de hacer de cada momento una sagrada oportunidad para amar cada día más.
Quisiera que de sus corazones brotara la gratitud necesaria para hacer de cada aprendizaje un momento de crecimiento interior y de despertar, de desprenderse del pasado y de mirar con mansedumbre cada experiencia vivida.
Mi voto, hijos amados, es acompañarlos todos los días para que puedan crecer.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Así como hace más de dos mil años, las profecías se volverán a cumplir. Los libros sagrados dejarán de ser solo sagrados, para volverse vivos nuevamente, frente a los ojos de los hombres.
Hijos Míos, cuando Jesús llegó al mundo y manifestó por medio de una expresión humana las palabras de Dios y de los profetas, aquellos que en apariencia lo esperaban no quisieron verlo, porque Él llegaba para apartar de las manos de los hombres el falso poder sobre las almas y sobre los templos, los que deberían volver a ser sagrados, para que los puros de corazón y los que en verdad buscaban a Dios pudiesen encontrarlo.
Los doctores de la ley no quisieron reconocerlo; prefirieron continuar con su falso poder y humillar al Hijo de Dios que rendirse a Él y al nuevo Evangelio que Él traía. No quisieron renovar su fe con la escritura viva, porque era más fácil someter a las almas a la espera de un Mesías que nunca llegaba.
La humanidad de aquel tiempo, Mis amados, temió renovar la propia fe y completar las escrituras con lo que Jesús escribió en Su llegada al mundo. A pesar de todo, Mi Hijo derribó el poder de los hipócritas y de los arrogantes con Su humildad; porque cuando menor se hacía ante los hombres, más se colmaba de Dios y de Su Amor.
Hijos, les digo esto, porque a pesar de tantas guerras, tantas persecuciones y tanta negación, Mi Hijo reescribió la historia y dejó al mundo un nuevo Evangelio que renovó las escrituras y aproximó a las almas aún más a Dios. Ahora, de nuevo llegó la hora de cumplir Sus profecías, de volver a renovar el Evangelio de Cristo a través de la vida. Llegó el momento de ver Su retorno; porque aquellos que hace dos mil años pensaron haber aceptado Su presencia entre los hombres, están vestidos otra vez con el falso poder y han tomado para sí mismos el control sobre la fe de las almas y de los corazones. Ellos saben que Mi Hijo llegará, pero no Lo proclamarán y negarán Su Espíritu como negaron Su Cuerpo y Su Sangre hace tantos siglos.
Pero esto no impedirá que Cristo retorne al mundo y demuestre una unión y semejanza con Dios aún más profunda. Él vendrá Resplandeciente y cegará los ojos de los que pensaban que veían la luz pero que estaban en tinieblas.
Así como el profeta Juan advirtió a la humanidad para que se arrepintiera porque el Reino de Dios estaba próximo, ahora, hijos Míos, Yo les digo a través de Mis videntes, que nuevamente se arrepientan, pidan perdón y renuncien ante el Cristo crucificado, a todo falso poder que piensan que tienen entre sus manos.
¡Que todas las almas preparen sus moradas! Que las iglesias reparen sus faltas y renuncien a las acumulaciones materiales y espirituales que con tanto esmero aseguran en sus casas.
El Redentor llegará y exigirá a los que dicen ser Sus apóstoles, la vivencia de Su Evangelio. No fue Él, hijos, quien colocó sobre los Suyos, vestiduras semejantes a las de un rey. Cristo vino entre los pobres y despojó a Sus discípulos y apóstoles de todo y sobre todo de sí mismos. Sin embargo, el hombre volvió a adornarse y a llenarse de oros y de piedras, en nombre de Cristo, sin comprender por qué el Mesías vino al mundo en un pesebre y no en un palacio.
Mis amados, no les digo estas cosas para herir sus corazones, sino para que revean sus vidas. Que todos renueven sus votos ante Cristo, porque solo los simples de corazón lo reconocerán.
¿Estarán preparados, hijos Míos, para despojarse de todo en nombre del Cristo Resplandeciente y verlo reescribir los libros sagrados con enseñanzas que trascienden la existencia humana? ¿O apretarán con fuerza el oro y el falso poder en sus manos y preferirán esperar a que se destruya el templo de este mundo, para poder comprender que el Hijo de Dios retornó a la Tierra?
Santifiquen verdaderamente sus vidas. Aquel que es puro y trasparente ante Dios, no necesita temer nada; por eso, hijos, no digan que vengo a amenazarlos o a causarles temor. Yo vengo para advertir a los que están sordos y ciegos en sus vanidades y creen servir a Cristo.
Retomen la pureza de sus corazones. Oren Conmigo para que Yo les muestre la verdad y el camino. Deje que lave sus ojos y les muestre la luz, preparándolos para estar una vez más ante Mi Hijo, pero ahora en entrega y con sincera disposición para seguirlo.
Los amo y les digo todo eso para que no se pierdan. Quisiera que hasta la última alma viviente reconociese la llegada de Mi Hijo; Su Espíritu ya está entre ustedes, pero muchos lo niegan.
Les dejo Mi Paz, para que con ella reflexionen y renueven sus compromisos con Dios.
Les agradezco.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más