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Mis queridos hijos:
El Amor de Dios es la fuente que nutre toda la Creación y la vida. Hacia esa fuente deben dirigirse para que sus espíritus estén en el Señor. Esa fuente de Amor también se expresa de diferentes formas y grados en todos Sus hijos; pero algunas consciencias se apropian de esa fuente y esta no cumple ni desempeña la misión que vino a realizar.
El Amor de Dios se manifiesta en las criaturas en diferentes grados, según el trabajo interior que cada consciencia haga para despertarlo.
En este tiempo, el amor es usado a favor y conveniencia de muchos, lo que hace que tarde o temprano, hijos Míos, el alma descubra su fracaso espiritual, descubra el mundo irreal que creó por sus propios medios.
El Amor de Dios es más amplio y Él no puede restringirse a una consciencia o a una forma. El Amor de Dios es un Espíritu de Paz y de Armonía que impulsa a unir a las consciencias entre sí aunque ellas manifiesten diferentes grados de amor.
El amor humano es el otro polo del Amor Divino, fue una falsa corriente creada por el adversario para que las almas se sintieran cada vez más plenas de sí mismas y beneficiadas por sus propios provechos. Pero ese falso amor en algún momento cae por su propio peso y el alma toma consciencia de cuánto fue engañada.
El Amor verdadero no tiene precio ni límites, es un manantial que renueva, comprende y acepta la imperfección humana. Cuando las almas no buscan ese amor ni tampoco lo pueden ver reflejado en sus hermanos más allá de sí mismas, ellas viven la desgracia del amor ficticio. Eso las lleva a entrar en un vacío irreal y todo el tiempo crean condiciones para buscar beneficios y conveniencias.
Debemos orar por esas almas, porque el Amor Divino no es una elección ni tampoco un premio. El Amor de Dios se encuentra cuando el alma abre su corazón y en arrepentimiento pide por la presencia de ese amor.
El Amor de Dios vence a los poderosos y a los que se creen más que los otros. El Amor cuando toca en lo profundo es invencible.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a vivir el Amor de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Confía en todo lo que has alcanzado a través del servicio a Dios y aférrate a ese Propósito. Mira con atención los tesoros que el Padre te ha dado y contémplalos en unión y gratitud.
Levántate de donde siempre has caído y busca la luz de Mi Corazón. Hoy ven hacia Mí y quédate en Mis brazos así como se quedó Jesús, para que Yo te haga dormir en la paz de Mi regazo. Ten paciencia para aprender a soportar lo que el corazón de los hombres no quiere transformar.
Siente la caricia de Mis manos de luz, las que borran la memoria del sufrimiento y de las pruebas que viven Mis hijos de hoy. Quédate inmóvil en Mis brazos y entrégate con confianza a lo que Yo espero realizar en tu vida.
Pide perdón y, en verdadero arrepentimiento, siente cómo el Amor del infinito te reabre las puertas. Ya no importa cuánto has caído en el suelo de la condición humana, ahora importa que mires al Cielo y digas: “Ayúdame, Señor”, y la ayuda te será dada.
Dios te ama desde el momento en que pensó crearte y también ama más allá de las miserias de los hombres, porque quien triunfará en esta vida mortal es el alma, que se volverá eterna, pura y libre de todo error.
El camino de la transformación es doloroso cuando el alma camina hacia el desprendimiento de sus actos, hábitos y costumbres. Cuando la vida terrestre atraviesa la tempestad espiritual el socorro, el auxilio y la Gracia llegarán al corazón que se arrepiente y pide intercesión. ¿Cómo crees que los más santos se libraron de sí mismos para siempre?
La escuela del amor en este mundo es para los valientes y los decididos a conocer el Amor de Dios, cueste lo que cueste. Por eso, llegar al principio del verdadero amor requiere conocerse tal cual uno es y trabajar todos los días para conquistar la santidad del espíritu.
Mi Corazón es el ofertorio para el sacrificio y las pruebas. A través de Mi Corazón todo se cura, se redime y se eleva al Reino Celestial.
Mi Corazón, que se dona todo el tiempo, comprende y ama a todas las almas; los que luchan por transformarse en un modelo espiritual de conversión para el mundo conocerán Mi Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los motiva a la santidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Todos tienen un lugar en el Corazón de Dios, especialmente aquellos que no pueden seguirlo en obediencia y lealtad. Así, Dios expresa Su Misericordia sobre las miserias de los hombres, y el corazón que se abre para recibir la Misericordia de Dios es colmado por Su Divina Bondad.
No se ocupen de aquello que no hacen bien los demás, ocupen su tiempo en manifestar el Plan de Dios, pues en la hora cierta todos verán lo que no hicieron cuando, en verdad y sacrificándose, hubieran podido realizarlo.
Queridos hijos, la razón espiritual de este camino es la entrega, porque en la entrega a Dios y a Su Voluntad se trazan los caminos que los corazones deben recorrer lo más conscientemente posible.
En esta hora de la humanidad todo se está definiendo; las actitudes y acciones que antes parecían insignificantes, ahora quedarán en evidencia para poder transformarlas según los Designios del Padre.
La entrega total a Dios exige un esfuerzo mayor; por eso, en la tensión ardiente el alma consigue dar sus pasos, siempre y cuando busque la sagrada unidad con la Voluntad Divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración eterna,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La piedad es la esencia que amorosamente soporta todo. El corazón es la morada que acoge todas las incomprensiones y las disuelve en la fuente del amor. El alma es el refugio que sostiene y apoya todas las verdaderas estructuras espirituales y es el templo que más sufre las consecuencias de la mente concreta.
El espíritu es el fuego que impulsa todas las cosas, él vive y gobierna por la Voluntad de Dios, la que se cumple de ciclo en ciclo. Las miserias son el resultado del desamor y de la falta de franqueza con sí mismos y ante los otros, y todo se libera por la acción de la transparencia y por el amor superior, el que desata los nudos de la consciencia.
Amar a los otros es un trabajo doble pero victorioso, porque en la trascendencia se dibujan los nuevos caminos para todos.
Alcen vuelo hacia lo Alto y permitan que el Universo les señale el próximo paso que deben dar, porque en la obediencia todo se resolverá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama y los perdona,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El acto del servicio humanitario por las almas perdidas, que sufren o que están enfermas, tarde o temprano lleva a la consagración total de la vida a las manos de Dios.
El servicio humanitario en Turquía despertó en cada hijo misionero el don de un servicio más profundo y consciente en unión con la Jerarquía Celestial.
Queridos hijos, la obra interna realizada durante tantos días en Turquía permitió que todas las almas acogidas en el corazón de los misioneros, y en consecuencia en el Corazón de la Jerarquía Celestial, pudieran reencontrar el sentido material y espiritual de la vida.
El camino de servicio humanitario realizado por los misioneros en Medio Oriente, recorriendo cada región de Turquía, requirió un esfuerzo y principalmente una adaptación de cada misionero al estado de transmutación que hasta ahora continúa sucediendo con el apoyo íntimo de la Madre del Mundo.
Un servidor no solamente hace servicio para encontrar en algún momento de su vida la Divina Piedad, sino que un servidor también se dispone en estos tiempos críticos a colaborar abiertamente en lo que el Universo necesitará liberar de la sufrida humanidad.
Durante esta misión sucedida en Turquía la Jerarquía Celestial, en unión con los servicios de los misioneros, transmutó ampliamente los estados de indignación, de miedo y de desamor.
Cada acto de servicio misionero, que fue presentándose día a día, abrió una pequeña ventana por donde la luz espiritual pudo ingresar en consciencias de Medio Oriente que habían sido víctimas del adversario y de la falta de luz espiritual.
El triunfo de Mi Inmaculado Corazón se fue tejiendo como una nueva red de amor espiritual en cada región de Turquía por donde los misioneros pasaron y, principalmente, queridos hijos, esa red se tejió en los corazones de los refugiados que habían perdido la esperanza. Es así, hijos Míos, que el Ángel Regente de Turquía, por esta misión humanitaria y por medio de las oraciones de todos, fue liberado de la prisión a la que estaba sometido.
Una vez más la Luz de Mi Inmaculado Corazón sembró nuevas semillas para el futuro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Cuando un alma surge de la Fuente de Dios, es enviada como emanación de una cósmica experiencia hacia alguna parte del universo. Cuando al fin llega a su pensado destino, comienza a evolucionar como divinidad, después como espíritu y finalmente como alma.
El alma de cada ser es la expresión de esa vida divina que se gesta en el universo mayor y es la experiencia cósmica de esa alma la que enriquece la vida de todo el cosmos y la de otras consciencias, así como Jesús ennobleció al universo a través de Su Presencia en el mundo.
El alma que viaja por el cosmos de experiencia en experiencia siempre encuentra algo que aprender a través de los tiempos hasta que finalmente no puede dejar de pasar por la principal escuela del amor que es este planeta, en donde el Hijo de Dios enseñó sobre el amor superior.
Es por eso que cada alma viajante del cosmos llega a este sagrado planeta para aprender sobre el amor y llevarlo como testimonio de redención a sus orígenes mayores. Toda alma que pasa por esta escuela viene aquí para perdonar y para aprender algo, no existe consciencia en este mundo que no deba pedir perdón y redención.
La Consciencia de Vuestra Madre Celeste los trae a todos desde diferentes puntos del universo para que los corazones aprendan en la escuela del perdón y del amor. Podrán pasar siglos, como ya pasaron pero hasta que el alma no aprenda a amar así como Cristo amó, no podrá salir de este planeta. Es una Ley preciosa la del amor, porque todo lo que es imposible perdonar, curar o trascender, es posible a través de la escuela de ese amor.
Es así, Mis hijos, que cada parte de sus seres internos o externos que no manifiesta amor, reconciliación o perdón es porque todavía no aprendió a amar así como Dios lo necesita. Una llave imprescindible es la paciencia, la ciencia de la paz, algo en lo que la mayoría de los seres humanos no pone atención.
La falta de paz lleva al error, al impulso excesivo de acciones y decisiones precipitadas. Pero mientras a través del poder de la oración invoquen el Amor de Dios, poco a poco irán curando todo lo que lastima por dentro y genera caos.
Es la falta del verdadero amor, lo que está colocando a la humanidad en un peligroso precipicio. Es por eso que la Madre de Dios se aproxima nuevamente al mundo para decirles:
“Hijos, no amen con arrogancia o con propiedad, busquen dentro de ustedes el amor puro que Dios les dio. La humanidad sufre y se condena diariamente, y Mi Hijo, repleto de misericordia, no puede derramar Su manantial liberador. Por eso, busquen por encima de todo error o pecado la unión con el Eterno, así abrirán camino para que la Gracia pueda convertir a los duros corazones”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama, así como los ama Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Me alegro profundamente por encontrarlos hoy reunidos en este oratorio predilecto de Mi Corazón, porque todas las familias orantes son predilectas ante el Corazón del Padre Celestial.
Queridos hijos, hoy quisiera decirles desde lo profundo de Mi Alma Celeste que la vida mayor y eterna existe después de esta vida. Muchos de entre ustedes, de los que ya partieron, aprenden cerca de Mi Corazón sobre el poder de la oración que rescata y libera a otras almas.
Por eso, deben alegrarse y cada día amar la Voluntad del Creador, que quiere verlos maduros y firmes en este camino que, finalmente también los llevará a ustedes a encontrar su morada en el Corazón del Padre Celestial.
Hijos Míos, la muerte es un paso profundo de purificación y de desprendimiento: así el alma vive un estado de entrega de todo lo que vivió sobre la superficie de la Tierra. Si sus almas oran con confianza a Mi Inmaculado Corazón, nunca deberán temer por nada, Vuestra Madre Celeste cuida y protege a cada uno de Sus hijos y hermanos, siguiendo en obediencia la Voluntad de Dios.
En estos tiempos verán, Mis amados, que el mundo se purificará rápido; eso no es castigo de Dios, es el momento de vivir verdaderamente un cambio en la consciencia para poder alcanzar la consagración al Reino de Dios.
Si hoy están aquí, es porque Yo los amo y siempre agradeceré sus oraciones por el Plan del Altísimo y por este sufrido planeta. Así, Mis hijos, nunca olviden que quien está Conmigo está con Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Vida Mayor, después de esta vida,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La purificación del alma y de todo el ser, conforme a la Ley de la Armonía, se asemeja a un manantial inagotable de agua.
Ese manantial vive tiempos permanentes de transformación, su ritmo es continuo y por eso cada momento es imborrable.
El agua es casta y pura, pero el manantial vive su camino de purificación cuando se encuentra con todo lo que es superficial.
De esa forma sus corazones, que a imagen de Dios son purísimos, reciben todos los aprendizajes para poder crecer y madurar.
Ese manantial vive sus transformaciones y ustedes también viven el tiempo de sequía, el tiempo de abundancia y el tiempo de equilibrio, pero nunca dejan de purificarse hasta que alcanzan la paz.
Yo soy ese caudal que los conduce por nuevos caminos. Yo soy la Madre de todo lo creado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al principio de la pureza original,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un sol interior ilumina la oscuridad de sus corazones, Soy Yo, Hijos Míos, quien anuncia que el fin del caos se aproxima.
Este es el principio del fin, el ciclo en el cual todos los pasos dados por medio de acciones, pensamientos, sentimientos y definiciones serán colocados en la balanza del Divino Juez. Este es quien dictará para los ángeles y arcángeles cuál será el destino de esta humanidad.
Ante semejante ignorancia y oscuridad en el corazón de la mayoría de los seres humanos de este mundo, la luz más pequeña encendida, brillará como un sol resplandeciente. Una criatura que se mantenga sana, con su alma orante en equilibrio, podrá guiar a millones que deambularán sin meta, sin destino, a no ser su propio abismo.
Mis queridos, Mi Corazón ya no vendrá al mundo para alertarlos, porque eso Yo lo hice en los últimos ocho años aquí y en los últimos treinta años en Medjugorje. Muchas veces vine a este mundo y muchos fueron los intentos para despertarlos a la vida de oración, de santidad y de pacificación.
A partir de ahora, los tiempos que llegarán no esperarán más que estén preparados, pues se precipitará sobre el mundo la Justicia de Dios y cada ser vivirá según los méritos adquiridos en sus días de existencia.
Muchos buscarán la paz de Mi Corazón y no la encontrarán, porque no quisieron, en otros tiempos, construir el camino entre el propio corazón y Mi fuente de Paz.
Ya no podré interceder por el mundo como antes, porque hasta ahora di muchos pasos por sus pies, pero llegó la hora de que inicien su caminar y comiencen a generar sus propios méritos, no solo para sí mismos sino para toda la humanidad. Hoy les digo, Mis amados, que en el tiempo de la Justicia que se anuncia, será la misma humanidad consciente la que deberá abrir las puertas para que la Misericordia y la Piedad desciendan sobre los incrédulos y los adormecidos en el espíritu.
Muchos se arrepentirán a tiempo y otros no; por eso deben tomar consciencia de que la Justicia de Dios no causará el mal en los corazones, sino que a cada uno le entregará lo que merece para que viva su aprendizaje en este mundo.
La humanidad que hoy habita en la superficie del planeta es muy antigua y no le faltó oportunidad de aprender ni de seguir los designios de Dios. Pero muchos prefirieron dar la espalda a las cosas celestiales y abrir los brazos a la ilusión y a la vida infernal que se manifiesta por medio de las energías capitales.
El rayo de la Justicia de Dios destruirá la ignorancia de los hombres y, aquellos que tanto se rieron con el rey de los infiernos, llorarán por su gran ignorancia. Los ojos de aquellos que se burlaron de la Luz enceguecerán ante Ella. Después que todo pase el Rey llegará y dará nuevas oportunidades a los que se arrepientan de corazón y le tiendan las manos clamando por piedad.
Mis amados, preparen sus corazones y escúchenme con atención, porque en este tiempo no podré detener el poder de mis palabras por el miedo que pueden sentir sus corazones o por la incredulidad que podrá generar en algunas almas, por la incapacidad de transformarse para aceptar Mis palabras.
Es la Voluntad de Dios que la Verdad les sea revelada, porque será parte del despertar de la fe y de la consciencia que vean que Mis palabras se cumplen en los tiempos que llegarán, tiempos en los cuales Yo no estaré más aquí, tan cerca de ustedes.
Cuando Mis profecías sean una realidad, mirarán hacia los cielos donde estaré observándolos, algunos agradecerán otros pedirán perdón, pero ninguno podrá decir que Yo no los alerté ni les di a conocer los días finales de este mundo.
Pero sepan que así como anuncio los tiempos de dificultades y de pruebas, también les digo que aquellos que caminen en la fe no titubearán. Aquellos que hagan de la oración el pilar de sus consciencias, siempre serán una puerta de paz y una estrella guía para la humanidad. A través de ellos, Yo guiaré al mundo. Pero deben ser valientes, perseverantes y confiar en el poder de Mi Verbo que les anunció los tiempos de caos. También les dijo que al final de todo su Rey llegará, cruzará las nubes y los siete cielos, pisará la Tierra y la reconstruirá dentro y fuera de los seres humanos, para que en ella habite la nueva humanidad.
Que la Paz sea el motor que los conduzca y los mantenga de pie en los tiempos que vendrán.
Oren, oren y confíen en Mí todos los instantes de sus vidas, porque así ellas serán santificadas por Mi presencia.
Los amo y los bendigo, para que este ciclo los encuentre dentro de Mi Corazón.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Que hoy entre en gozo tu alma porque has nacido a la vida y tu espíritu ha encontrado, en el camino, la Luz de Cristo.
Que hoy se llene de vida tu alma porque has visto en el Cielo la señal de la Madre de Dios. Mira dentro de ti y vivifica los frutos luminosos que Cristo ha sembrado con tanto esfuerzo y misericordia.
Que hoy se glorifique tu alma porque has encontrado el camino que tanto buscabas en tiempos pasados. El Cielo hoy se abre delante de ti para mostrar el camino de retorno al Padre Celestial.
Que hoy veas feliz a tu ángel de la guarda porque junto a los tronos celestiales, él depositó la ofrenda de tu íntima conversión.
Entra en diálogo con Cristo para que sepas lo que siente el Corazón de un verdadero Rey. Él te ha conquistado. Él te ha guiado por los caminos del Señor y nunca te ha dejado solo. Su Amor renueva todo lo que toca y transforma todo lo que está endurecido. Él te ha dado un corazón pleno, lleno de Su Esperanza y Misericordia.
Tú has sido el viejo odre, restaurado por las Manos del Pastor. Fuiste depositario de la fe, de la verdad y de la confianza. Dios te ha dado a Su Hijo para que aprendieras a amar. Tu corazón puede ser pequeño ante este gran misterio, pero has sentido el regocijo de ser digno en el Señor. Por eso hoy canta tu alma y los ángeles proclaman alabanzas. Los Cielos se abren para los simples. Los tesoros se guardan en los humildes. El perdón se refleja en el corazón humillado. Tú no eres nada ante el Universo, pero tu vida tiene un valor incalculable, valor que no es conocido espiritualmente porque esa meta aún no fue alcanzada. Pero llegará el día en el que Cristo tendrá Su Victoria y Él proclamará el Santo Nombre de Dios para que los pueblos se congreguen en la Nueva Cena.
Que hoy se alegre tu alma, un rayo ha descendido sobre tu consciencia. El día prometido está frente a ti, aguardando que des el paso hacia el vacío interior. Pierde tus pesadas valijas, deja que tu ser renazca en la Voluntad de Dios. Sé libre de ti mismo y enseña sobre el amor a través de las sanas obras.
Recupera el sentido de la vida, ya estás despierto ante lo desconocido. El Universo Inmaterial glorifica tu alma, pues ella pertenece al Proyecto Celestial. Sé digno ante todas las cosas, agradece cada nueva corrección. Deja que tu alma gobierne y sé un siervo sabio y simple. Has nacido a la vida, no has perdido el camino, la misericordia te reencontró, el día de tu libertad ya está marcado.
Abandona las prisiones del control, conviértete en un ave de las montañas. Permite que Dios dibuje Su Propósito en tu pequeño corazón. La vida tiene una finalidad, y el alma busca participar de ello. Sé valiente, pero no orgulloso. Sé fuerte, pero amoroso.
El Universo hoy se congrega delante de ti para contemplar la luz de tu estrella. Únete a Mi Hijo y deja que Él se muestre en tu interior. Eres parte de un Plan perfecto. Eres una pieza construida por las Manos Obreras de Dios.
Tienes un alma para crecer y aprender. Todo tiene un principio, todo tiene un fin. Sé parte de esa gran aspiración divina. Sé fundador de la Nueva Humanidad. Es hora de celebrar, tu alma ha visto su tarea y su misión, ámala por encima de ti mismo, cuídala como un tesoro espiritual.
Los valores provienen del Cielo y son esos valores que formarán tu vida. Eres esencia, eres energía, no eres solo materia. Todo tiene una relación superior. Busca esa constante unión y estarás en el Reino Divino. El Padre espera tu despertar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta al Principio Superior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como vuestra Madre del Cielo, Soy pura y digna de vivir eternamente en vuestros corazones, porque será por medio de la sagrada invocación de Mi nombre santo que ustedes se podrán curar de cualquier dolor y sufrimiento.
Hoy estoy presente en dos sagrados lugares de cura para las almas tan necesitadas de la Misericordia de Dios. Hoy estoy aquí con ustedes en la Sagrada Casa del Hermano Pío y también estoy en la Sagrada Casa de la cura para la humanidad en Aurora. Así vuestra Madre Celeste une a través del tiempo real de Dios estos dos lugares, para que recuerden que vuestra Madre Curadora y Corredentora tiene especial predilección por estos recintos sagrados, totalmente donados para las almas que buscan la verdadera reconciliación con Dios.
Como vuestra Madre Sanadora, les acerco muchas almas y esencias que en estos tiempos necesitarán de la rehabilitación del corazón y de la vida. Si el corazón no se rehabilita por la fe y por la oración, ¿cómo sucederá, queridos hijos, la cura profunda del corazón?
Por eso, desde el principio de esta obra, la Sagrada Casa del Hermano Pío y el Centro de Cura Espiritual de Aurora fueron manifestaciones de la Voluntad Divina para acoger y ayudar en la redención de una parte de la humanidad. Algún día miles de personas golpearán vuestras puertas, para pedir auxilio, recogimiento, cura y liberación, por eso vuestra Madre Celeste los viene preparando para cuando llegue ese tiempo, tiempo que estará señalado por la purificación de la Tierra.
En estas dos casas de cura he designado la presencia de ángeles, de universos celestiales distantes a la Tierra, para que guarden y amparen este sagrado proyecto. A través de la instrucción que ustedes recibieron a lo largo de treinta años, fueron formados para asumir en este tiempo esta sagrada tarea, que no se centrará solamente en procedimientos que produzcan alivio, sino que vuestro verdadero medicamento, hijos Míos, siempre será el amor.
Amor de Dios que reconstruirá vidas y liberará faltas. Amor que cerrará puertas al mal. Amor que aliviará el alma que esté condenada y presa desde hace mucho tiempo. Por eso San Pío, Vuestro Hermano Espiritual, es quien siempre los inspirará y les mostrará el camino, aquí en Figueira como en Aurora. Después de cincuenta años de estigmas y de entrega San Pío, como curador de almas y de corazones, se preparó para acompañarlos en este último tiempo de transición.
Hijos amados, ustedes cuentan con una preciosa ayuda espiritual, así nuevamente Mi Inmaculado Corazón triunfará en vuestras vidas y en la vida de los más necesitados de amor. Recuerden, hijos, el amor será la llave maestra que curará al espíritu herido.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une a la Fuente de la Cura Universal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Un alma que ora con el corazón es, para Mí, predilecta, porque la llamaré intercesora entre Dios y los hombres.
Un alma que se consagra a la vida de oración es, para Mí, predilecta, porque la llamaré instrumento de Dios en el mundo, puerta de Su Misericordia para los que más la necesitan.
Un alma que busca, sedienta e incansable, la Fuente de la vida universal es, para Mí, predilecta, porque la llamaré precursora de la Nueva Raza, semilla de la Nueva Humanidad, que vivirá la paz, el perdón y la redención.
Un alma que busca la redención y camina en dirección al Infinito sin perder de vista el retorno al origen celestial es, para Mí, predilecta, porque la llamaré luz del mundo, guía de los perdidos, camino seguro, un ejemplo a seguir.
Un alma perdida que Me extiende los brazos es, para Mí, predilecta, porque representa Mi posibilidad de ayudar a muchos más; la llamaré razón de Mi venida al mundo.
Un alma pecadora que se arrepiente de corazón y busca el perdón de Dios es, para Mí, predilecta, porque le muestra al Universo que esta humanidad aún es rescatable; la llamaré esperanza divina en el corazón humano.
Un alma que no cree en Dios, que no lo busca, que no se arrepiente de sus pecados y sigue causando el mal en el mundo, también será, para Mí, predilecta, porque esa alma Me impulsará a ser incansable, y Mi Corazón no se retirará de este mundo hasta que la última de ellas sea rescatada; la llamaré Victoria de Cristo en el mundo y en el Universo, porque algún día esa victoria ocurrirá.
Mis amados, quiero con estas palabras, decirles que todas las almas de este mundo son predilectas ante Mi Corazón; cada una de ellas Me impulsará a derramar sobre la humanidad una Gracia diferente de Dios.
Con el mismo amor, perseverancia y alegría, buscaré a los que Me acompañan y a los que Me niegan todos los días, porque Mis ojos maternales saben lo que representan para Dios y solo ven, en cada alma, su origen divino.
Cuando Mis ojos contemplan al mundo, encuentran en cada ser una posibilidad de manifestación viva del Amor de Dios, así como se dio en Mi Amado Hijo Jesús, porque Dios vive dentro de cada ser, así como vive dentro de Cristo.
En este día en que desciendo al mundo para bendecir de forma especial a la humanidad, los invito a que sean Mis auxiliares en esta bendición. Mis amados, les pido que coloquen dentro de vuestros ojos Mis ojos maternales y dentro de sus corazones Mi Corazón Inmaculado y así vean a cada criatura con Mis ojos y la sientan con Mi Corazón.
Descubran la grandeza que se guarda en la esencia de cada ser y ayúdenme a despertar lo más puro de cada corazón. Ayúdenme a mostrarle a esta humanidad que un Dios Vivo desea vivir en vuestro interior y esto es para todos, incluso para los más perdidos.
En este día, Mis queridos, Dios los llama para que lo contemplen en cada ser y, de esta forma, crear una condición de unidad para que Él pueda despertar en el corazón humano y así, la Nueva Raza, plena de Dios, sea una realidad y no solo una esperanza.
Yo los amo y dejo hoy Mi bendición y Mi gratitud a Mi querido hijo, que con su esfuerzo torna posible Mi venida al mundo.
Oren hijos Míos, por todos los videntes consagrados a Mi Corazón, para que estén fortalecidos y firmes en Cristo en los tiempos que vendrán.
Que la Gracia de Dios y Su Paz estén hoy en vuestros corazones y en el mundo entero.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El camino de la consagración total a Dios, es lo que aspira vuestra Madre Celeste para todos ustedes.
Conforme a esa aspiración y en estos tiempos, muchas almas pasarán por el examen que confirmará el camino elegido y Yo estaré allí para ayudarles a tomar la correcta decisión interior, sin vivir la culpa, solamente el amor a Dios.
Hijos, los santos de los últimos días estarán presentes para ayudar en el tiempo culminante de la transición de la Tierra, cuando la luna roja defina el despertar del nuevo ciclo liberando del pecado y del error.
Por esta causa, los desafíos y las pruebas serán la tónica que marcará el inicio de ese nuevo ciclo, libre del dolor y del sufrimiento humano. Por eso Yo, en este día, les traigo la consciencia divina de la consagración universal, una misión que le corresponderá a muchos hijos Míos, los que empujarán la pesada barca de este mundo para que definitivamente navegue en el mar de la Gracia y de la Misericordia.
Vuestras estructuras se moverán y todo control oscuro dejará de gobernar para que de una vez y para siempre, todos sean en Jesús y Jesús sea por siempre en ustedes.
Hijos, concedan el permiso para que Mi Hijo gobierne vuestras vidas, así ningún otro gobernante o aspecto de vuestras propias vidas no purificadas podrá tener determinación en la vida espiritual de vuestras almas.
Por eso sean mansos y dejen que Mi Hijo los conquiste poco a poco para que Él, en Su Gloria Infinita, tenga instrumentos para desarrollar la última parte del Plan de Dios.
Vean vuestros pecados como instrucción y como oportunidad de transformación y cambio interior, de esa manera cuando Mi Hijo haya tomado el reino de vuestras vidas, todas las almas receptivas se santificarán.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a amar la consagración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Señora de los Pobres, pero no solo de los pobres en la materia. Soy la Madre de los pobres de espíritu, de los pobres de corazón. Soy la Madre de los que carecen de amor y de paz, de los que carecen de fraternidad en sus hogares y en sus vidas.
Así vengo, hijos Míos, para demostrarles que la verdadera riqueza no proviene de este mundo y en él no se encontrará, hasta que puedan descubrir el manantial purísimo de donde provienen todas las cosas.
Yo Soy la Señora del Cielo, reconocida por los ángeles y arcángeles, por los santos y bienaventurados, por Dios y por Su Hijo; y al mismo tiempo, vengo al mundo como Señora de los Pobres, para que sepan que no es con las riquezas materiales que un alma se ennoblece. La grandeza de un alma se expresa en su pura unión con su Creador, que es el verdadero Rey de todas las cosas y que reina en todos los espacios.
Quiero que sepan que de nada valen las riquezas de este mundo, si pobre es el corazón. Aquel que más riquezas posee, es el que sabe que debe dar y donar más a los demás, no solo lo que tiene, sino también a sí mismo. Porque les digo, en este día, que no hay mayor grandeza y gloria que despojarse de todo lo que proviene de este mundo, inclusive de sí mismo, para encontrar todos los bienes celestiales.
Hijos queridos, aquel que todo da, siempre recibirá del Señor el auxilio para seguir adelante en su camino de evolución; nada le faltará. Si bien Dios podrá permitir que aprenda por medio de las dificultades que deberán forjar su espíritu, jamás dejará que perezca ese espíritu y que se apague la llama en su corazón.
Yo Soy la Señora de los Pobres, pero también la Reina de la Paz, pues el mayor tesoro que traigo al mundo es la Paz de la cual tanto carecen los corazones. Abracen ese tesoro que les traigo como algo único para la humanidad y multiplíquenlo por medio de vuestras oraciones y de la entrega de vuestras vidas.
Mis amados, jamás se olviden que la llave para abrir todas las puertas, comprender y conocer todas las cosas, es la oración hecha con el corazón. Por eso los invito hoy a consagrar vuestras vidas a este manantial infinito de Paz y de Redención, que es la oración verdadera.
Dejo en este día Mi bendición para este Centro Mariano, que crece a medida que aprende con las dificultades de la vida.
Les pido a todos los que hoy se consagran como Mis hijos, como símbolo de su disposición a consagrar la vida a Dios, que jamás permitan que aquí no se forme un canal verdadero de oración. Este Centro Mariano pertenece a vuestras almas y al mundo entero y debe estar, constantemente, generando luz y amor para la Tierra, por medio de vuestras oraciones.
Por eso, les pido a todos ustedes que no dejen de venir a este lugar y colocar aquí un ladrillo de oración, para que se construya la gran fortaleza que este Centro Mariano necesita para seguir cumpliendo la misión que Dios le encomendó.
Yo los aguardo en oración y en fe, generando Paz y Redención para el mundo.
Cuento con la respuesta de vuestros corazones.
María, Señora de los Pobres y Reina de la Paz
Cuando el alma encuentra en su vida el camino de la devoción y de la fe, también encuentra la plenitud de Mi Reino. La devoción abre una a una las puertas que la humanidad cerró y que la une con Dios. La devoción es una de las manifestaciones del alma, que plena de alegría, encuentra en Dios su aliento y su refugio de Paz.
Hijos Míos, déjense impregnar y vencer por la devoción que ingresa en sus vidas. Permitan que esta manifestación de amor sea mayor que las fuerzas terrenas de vergüenza y de miedo, porque Dios contempla las intenciones sinceras de sus corazones y sabe lo que pasa verdaderamente en cada interior.
La devoción es la manifestación del amor del alma y cada alma tiene una preciosa forma de expresarse, cuando está ante Dios. Dejen que sus corazones sean libres en esta expresión de amor y así permitan que una locura santa ingrese en sus vidas y los impulse a realizar grandes entregas del propio interior, actos sinceros de servicio al prójimo y de servicio abnegado hacia sus pequeños hermanos del reino de la naturaleza.
Mis amados, la devoción que comienzan a sentir en sus corazones abrirá la puerta para que Dios construya en sus almas una fortaleza inquebrantable de fe y de valentía. A través de la devoción encontrarán estados de pureza que están escondidos en el propio mundo interior y esto que es puro y que se guarda en sus esencias, les revela al corazón lo que son en realidad y, de esta forma, fortalecidos por la verdad, nada podrá detenerlos en la senda del espíritu. Por más que se crucen con duras pruebas y fuertes enemigos, la fe en verdad será siempre más poderosa y pulsará con el ritmo del corazón que ya confía plenamente en Dios.
Hijos Míos, ¿comprenden entonces Mis planes de Paz?
Mis soldados descubren en la total devoción, el ingreso en la grandiosa fortaleza del espíritu. Mi Plan se manifiesta silenciosamente en la vida de los seres. A los que se abren para vivir con intensidad aquello que les fue dado vivir, la transformación les llegará sin que se den cuenta. Esta, hijos Míos, es la actuación grandiosa del amor universal.
Como Madre y Señora de esta sagrada Figueira, les digo que Mis planes comienzan a manifestarse en el interior de Mis pequeños soldados, porque el Centro Mariano que es la expresión de Mi Amor por los seres de la Tierra, comienza ahora a fundirse espiritualmente con las esencias de los que caminan Conmigo.
Si caminan con confianza hacia Mi Corazón, respondiendo una a una de las indicaciones Celestiales, comprenderán como trabaja ocultamente Nuestro Señor en sus almas y a través de ustedes en todas las almas del mundo.
En este día les agradezco, hijos queridos, por abrirme realmente las puertas del corazón y permitir que muchos males sean liberados de sus vidas y también del mundo entero.
Hoy les pido que con más fervor Me acompañen, porque Mi Corazón, unido a los Reinos de Amor que pulsan en este planeta, liberará un grande mal del mundo y aliviará el sufrimiento de muchas almas.
Sepan hoy, que en esta colina, existe un gran canal de liberación planetaria, el que deben sustentar a través de la oración verdadera y de amor incondicional de sus corazones, para que más allá de Mi presencia directa en este lugar, el mundo siga siendo liberado de todos los males, porque es infinita la necesidad de liberación de esta Tierra.
Cuento entonces con sus corazones para que sean la prolongación viva de Mi Inmaculado Corazón en este mundo.
Yo los amo profundamente, los bendigo y les agradezco por responder cada día más a Mi Llamado.
María, Madre y Señora de la Sacratísima Figueira
Que la Gloria de Dios viva y reine en cada uno de vuestros corazones.
Queridos hijos: con profunda alegría recorro el mundo y, Mis pasos de peregrina Me conducen hacia aquellos que más necesitan, para que despierten el Amor y la Fe eterna en Mi Inmaculado Corazón.
Vengo como la Reina de la Paz, para establecer Mi Reinado en el mundo porque esta Tierra necesita despertar a la Paz, sobre todo porque el corazón humano carece de este atributo universal y divino.
Hoy traigo la Paz de Mi Corazón, como atributo primordial para la vida sobre la Tierra. Los que se vuelvan pacificadores no perecerán ante las tribulaciones que ya vive el mundo.
A pedido del Señor, recorro todas las naciones pacificando las almas. Así, ante la prueba mayor del último umbral a ser cruzado por la Consciencia, Sus criaturas podrán dar los pasos necesarios con profunda armonía.
Los que tengan ojos para ver y corazón para sentir, saben cuánta Paz necesita el mundo para equilibrar los múltiples conflictos que existen entre los seres, entre las naciones y entre los hombres y Dios.
Retorno al mundo una y otra vez, para dar testimonio, con Mi presencia, de la existencia de un Universo Mayor, vivo y pleno y que aguarda el despertar de todos los seres.
Si bien no tengo el premiso de presentarme ante los ojos de todos Mis hijos, sí puedo mostrarme al corazón de todos los que me abren las puertas. Mi presencia en vuestras vidas, no se manifiesta en la mente, Mis queridos, sino en lo profundo del corazón.
Cada uno de Mis pequeños hijos recibirá el toque de Mi Paz, de la forma que necesite y de la forma que Me permita hacerlo.
A las almas simples, devotas y abiertas de corazón, les será mostrado Mi Reino, mas no será por predilección a ellas sino porque, por mérito propio, su fe abrirá las puertas del Cielo y la llave que brotó de vuestros corazones les mostrará la entrada de este Reino.
Hoy quiero que comprendan que la razón primordial de la existencia de todos, es el despertar del Amor verdadero, del Amor que dona todo de sí y se vacía ante el Universo. Mi Corazón y el Castísimo Corazón de San José y el Sacratísimo Corazón de Jesús, llegan en este tiempo de cambios para mostrar el camino que debe recorrerse, que al contrario de lo que muchos piensan, es un camino de simplicidad y de humildad.
Lo que sucede es que Mis hijos están tan separados de la vida divina, que muchos perdieron el vínculo con los atributos celestiales que les fueron infundidos en su origen. Mas hoy les digo, no se desanimen, porque cada una de las virtudes que deben vivir, están latentes en el interior de cada uno de ustedes y poco a poco, podrán encontrarlas, a medida que las busquen.
Despierten Mis pequeños, ¡despierten! Una vida mayor os aguarda y, Mi presencia os llama para vivir esta realidad sublime. Por eso estoy aquí hoy, entre ustedes y los acojo bajo Mi manto, protegiéndolos y conduciéndolos siempre.
Agradezco a esta ciudad, por abrirme las puertas del corazón.
Agradezco a cada alma devota, que clamó por Mi presencia en este lugar y, hoy les digo: aquí estoy, Mis queridos, Su Madre Divina vino a vuestro encuentro.
¡Que la Paz reine en vuestras vidas!
María, Madre y Reina de la Paz
Quiero dar a conocer al mundo los Misterios del Espíritu Santo, porque ya se aproxima el tiempo en el que este Santo Espíritu cumplirá con Su misión primordial de vivir en la materia y así, divinizarla.
De la Consciencia de Dios nace Su Espíritu Santificado que habitará en Su Creación y traerá la vida divina a aquello que es materia física y no física.
El Espíritu Santo vive en Dios porque no solo proviene de Él, sino que también Él lo Es. El Espíritu Santo vive como una parte propia de Dios, Consciencia Suya separada de Su Gran Consciencia, pero que actúa como Dios, como Su Voluntad y Principio, porque lo Es.
Siendo Dios, el Espíritu Santo es como Su Brazo activo y vivificador que anima a todo lo que toca, colmándolo de Divinidad, de Alma Divina. Es como un Fuego, porque el Fuego en Él representa a la vida activa en Dios, la Luz que vive e incendia la materia y los espacios.
El Espíritu Santo es como el Corazón vivo de Dios, que recorre el Universo Celestial para tocar la Creación de Dios y dar vida a toda ella, vida divina.
Así, el Reinado de Dios se fue expandiendo en los Cielos. El Espíritu Santo vivía en lo que Dios creaba; y Él se tornaba como Dios, Padre-Madre de toda la Creación Celestial.
El Espíritu Santo no tiene nombre, porque está en todo, Él Es para vivir en todo, para ser Dios en todas las cosas.
El Espíritu Santo nace, cuando nace en el universo la necesidad de que exista el Amor, un Amor diferente al que ya existía en el Cielo, un Amor que sea el propio Amor de Dios en Sus criaturas. Y, para que eso fuera posible, era necesario que el Amor de Dios encarnara en la materia, que era lo que había de más denso y distante del Reino de los Cielos; porque tan infinito era ese Amor que, para vivir en su plena extensión, nacería en lo más bajo y alcanzaría lo más Alto, el Reino de todos los Reinos, la Casa del Padre de todos los Padres del Universo.
Fue así que Dios retornó a la materia nuevamente .
Muchos se preguntan: "¿Porqué el Señor, que era todo Divino, manifestó Su Amor en la materia?" Porque desde ahí y hasta que alcanzara el Cielo, la extensión de ese Amor sería única.
Así fue como Dios envió a Su Hijo a la Tierra, Espíritu que provenía de Su Espíritu Santo, Verbo que encarnaría y traería a la Tierra Su Verbo Divino. De ahí nació el Cristo, Jesús, hijo de María y de José, de la estirpe de David.
Su Madre en la Tierra era como Su Madre en el Cielo, de la misma forma que Su Espíritu Crístico nació del Espíritu Santo. Para que ese Amor viviera, en carne y alma, sobre la Tierra, fue necesario que se hiciera en la Tierra como fue hecho en el Cielo. El Espíritu de Dios tomó de la Creación un cuerpo santo, un alma pura e inmaculada, limpia de cualquier mancha, eternamente santa como Su Espíritu. Así, nació la Virgen María, parte encarnada del Espíritu de Dios, arquetipo de Su más pura creación.
Con estas palabras, les dejo este nuevo impulso de Dios para que abran el corazón y no teman conocer los grandes misterios de la Divinidad y todas las Faces del Espíritu Santo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Una vez más estaré entre ustedes en el Centro primordial de oración del Brasil. Yo estaré entre ustedes en el Centro de oración de Figueira.
Queridos hijos, hoy con la especial devoción que irradia Mi Corazón, les transmitiré una instrucción de Madre a hijo, del universo al discípulo.
Hijos Míos, Dios se manifiesta prodigiosamente de tres formas para las almas, para Sus criaturas. Dios se puede manifestar a través del espíritu de Sus criaturas y transmitir Su Sabiduría, Dios se puede manifestar a través de las mentes de Sus criaturas para transmitir Sus Ideas del Plan de Amor para el universo y Dios se puede manifestar a través del alma de Sus criaturas para transmitir Su Amor a todos los espacios de la Creación.
Dios es una Esencia de Amor puro, sabio y divino; de Él provienen todos los poderes de la Creación y de la vida manifestada. A Dios se le debe honra, gloria y alabanza, porque Él alcanza Su mayor expresión a través del amor y la unidad entre las criaturas.
Hoy, queridos hijos, quiero enseñarles en este tiempo a vivir una lección de humildad, porque Dios espera que sus consciencias maduren. Esta lección de humildad consiste en que reconozcan que Dios tiene la majestad y el poder de manifestarse a Sus criaturas de diferentes formas, con el fin de que las almas lo puedan conocer y sentir como la Fuente del Amor para la vida en la Tierra.
Cuando Dios reconoció la oferta de Su Sierva fiel, la Virgen María, nunca hubo intención de apropiarse, en este misterio de entrega y sacrificio. En Mi consciencia maternal reposó el Amor de Dios, un Amor puro y verdadero que ingresó en Mi Corazón para volverlo inmaculado.
Vean, Mis queridos, cómo Dios actúa y se revela ante Sus hijos con Amor y Fe, porque Dios espera que la humanidad alcance la paz a través del conocimiento de la Verdad Divina.
Cuando un corazón se dona al universo, Dios consigue manifestarse en esa criatura y después Su Voluntad se dibuja en esa consciencia que, a través de la fe y de la devoción, ella deberá cumplir.
Quiero, Mis pequeños, que vean y reconozcan que Dios es Humildad y Sabiduría. Dios nunca engrandecerá Su poder porque, de lo contrario, no sería Dios. Dios despierta la paz para la vida, como fuente para el espíritu; la fe como esencia para el crecimiento interior; la unidad como principio de fraternidad y el amor como sostén espiritual para las almas.
Todo es simple, queridos hijos, quien está en Dios no temerá ser despojado de sí mismo para poder curarse desde el espíritu. Dios es la Fuente del Amor que se presenta para que todos lo puedan vivir a través de él.
Cuando el alma no escucha, Dios no consigue acercarse. El Amor Universal necesita impregnarse como luz en las células de todas las almas para que, al fin, ustedes imiten Mi camino de entrega y confianza. Porque así, como almas, ayudarán en el amor a Dios para que pueda seguir manifestándose entre las criaturas, los Reinos y el mundo.
Dios es renovación, es Espíritu de vida y esperanza. Dios es concreción de misiones internas para las criaturas. Dios es Amor presente en la esencia de todos Sus hijos. Dios debe ser buscado desde del corazón, porque Dios es constante oración y refugio para los corazones que viven en el desierto y con sed interior. Dios resucita la vida del espíritu en los que la han perdido. Dios cura a través de Su bondad y humildad, porque Dios es el Espíritu Santificado en el Universo Celestial.
Dios es el único Bien Mayor para todos, porque el Padre del Cielo es su principio y su fin en esta vida. Él es eternidad, es eterno Amor.
Queridos hijos, guarden en sus corazones la aspiración del Padre de estar más presente en ellos.
¡Gracias por responder al Llamado de Dios!
Les agradece y los bendice, en la Luz de Dios,
María, Madre y Reina de la Paz y del Amor de Dios
Queridos hijos:
A los ojos de Dios, el alma siempre ama.
A los ojos de Dios, el alma vive su fe.
A los ojos de Dios, el alma camina y asciende.
A los ojos de Dios, el alma está en Dios.
A los ojos de Dios, el alma reconoce el camino hacia Cristo.
A los ojos de Dios, el alma bebe de la Fuente del Amor de Dios.
A los ojos de Dios, el alma crece y encuentra fortaleza en el Corazón de Dios.
A los ojos de Dios, todas las almas son iguales y todas están unidas al Principio Creador de Dios, porque a los ojos de Dios se viven los grandes misterios del Corazón de Dios.
Queridos hijos, hoy los invito a todos a permanecer bajo la mirada misericordiosa de Dios, porque a los ojos de Dios, vuestros corazones se tornarán inseparables de la vida de oración, y el Gran y Divino Espíritu de Dios les dará a conocer la humildad que necesitan para cumplir con Su Única Voluntad.
Hijos Míos, cuando los invito a estar en la mirada de Dios, es para que reconozcan que no están solos en vuestro caminar y que, unidos a Su Corazón, estarán siendo guiados por el Amor y el Espíritu Santo.
Pequeños hijos, muchos corazones aún no están bajo la mirada bondadosa de Dios. El Padre está cerca de cada uno de Sus amados hijos y ustedes, en el nombre del Amor, pueden ayudar a que el mundo entero esté bajo Su mirada.
Cada hijo de esta humanidad debe abrir el cofre del corazón para llegar hasta la mirada de Dios.
Mi Padre, el Altísimo, está en vuestros corazones y, por eso, los invito a buscarlo dentro de vuestros seres porque muchos hijos se olvidan fácilmente de Dios en el corazón. Vuestra atención de estar en Dios aliviará el martirio que Él recibe por las ofensas constantes de la humanidad.
Si la humanidad estuviera en la Misericordia de Dios, ella sería una humanidad misericordiosa. Aún están a tiempo de encontrar la Fuente del Amor de Dios en vuestros corazones porque Mi Aspiración Maternal es que ustedes aprendan a amar como amó Jesús.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
El Amor que Mi Corazón tiene por ustedes es grande e infinito; ese Amor va más allá de sus vidas porque llega hasta lo profundo de vuestras almas. Por eso, queridos hijos, Mi Amor es reparador, es un Amor ardiente, que enciende, anima, renueva y cura profundamente.
El Don de Mi Amor por todas las criaturas es el gran poder del Dios vivo y resplandeciente actuando a través de Mi Inmaculado Corazón. Es un amor que eleva la consciencia para que ella reconozca que es un alma de Dios, una llama de Su Espíritu Divino en la Tierra.
Mi Amor Maternal por ustedes es el mismo que Yo deposité en Jesús cuando niño. Por esto, queridos hijos, Cristo Me entregó por amor a ustedes, para que Yo fuera la Gran Maestra del Amor Salvador. Cristo Me consagró como la Estrella Guía para las almas, como la Intercesora delante de Dios, la Guardiana absoluta de los corazones. Ese es Mi compromiso y Mi misión con todos ustedes: acompañarlos, por amor, hasta la eternidad.
Hijos Míos, hoy los invito a confiar en ese Amor reparador; así vuestros corazones renacerán y desde ellos se borrará todo dolor interior.
Como Madre del Amor les entrego Mi Confianza, pues quiero que solo estén en Mis brazos para que ustedes aprendan a amar y a conocer el Amor Misericordioso de Dios. Todavía están a tiempo, así podrán llegar al Reino de Mi Hijo y vuestros corazones vivirán la Paz.
¡No teman, estoy con ustedes!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más