Una segunda etapa del desierto, que los seres viven en otro momento de su evolución, es estar en el desierto, hijos, en los brazos de María Santísima.
Después de vivir el desierto interior, después de experimentar el vacío y el Encuentro, después de vivir el calvario de estos tiempos, llegará un desierto aún no vivido por ninguna alma, porque es el desierto espiritual que cruzarán en este momento del planeta, el desierto profetizado en el Apocalipsis.
Su Madre Santísima cruzó y sigue cruzando muchos desiertos espirituales. Ella es conocedora de las almas y de sus caminos. Es Aquella que llevó las Palabras y los Dones de Cristo por los cuatro puntos del mundo y, por eso, conoció profundamente la condición humana y todos los caminos que los llevan a Dios.
Por eso, hijos, María Santísima es Aquella que conoce cada grano de arena de los desiertos espirituales que los conducen a Dios.
Allí, en donde todos los seres se confunden, se pierden, se desesperan, su Madre Santísima los coloca en Sus brazos y, segura de Su camino, cruza los vacíos y la soledad, y llega a Dios.
En el desierto, hasta aun Su adversario se ve confuso. Él persigue a las almas que están perdidas, pero no sabe encontrarlas cuando están en Dios. Por ese motivo, su Madre Divina recorre el desierto y toma a las almas perdidas en Sus brazos, una a una, para conducirlas a su destino.
Por eso les digo que, en estos tiempos de confusión y oscuridad, en el Apocalipsis y en el Armagedón del planeta, busquen a su Madre Celestial. Déjense encontrar por Ella y ríndanse en Sus brazos, porque cuando todo parezca perdido, Ella sabrá el camino; cuando ya no puedan caminar, Ella los tomará en Sus brazos y será bajo Su protección y sabiduría que ustedes llegarán a Dios.
San José Castísimo
Que en este día 13 de mayo sus almas pidan una Gracia a Dios: la redención de los corazones, la liberación de este mundo para que las almas encuentren la paz.
Hoy hagan penitencia y oren para que la Luz de Fátima se expanda hacia aquellos lugares más necesitados.
Unan sus voces a la voz divina de su Madre Celestial. Unan sus rosarios a Su Rosario de Luz y clamen, con la potencia de las esencias, que los haga dignos hijos de Dios.
Enciendan en sus corazones lo que los hace semejantes a su Creador y oren, hijos. Vigilen, en oración, para que el mundo sea redimido.
Únanse a las coyunturas universales y divinas, en las que Leyes Mayores se congregan por las oraciones de todos los seres que, en diferentes naciones, se unen al Corazón de Nuestra Señora de Fátima.
Con los espejos de sus corazones encendidos y unidos al Espejo Mayor de su Madre Divina, permitan que una Gracia Suprema se establezca y dé al mundo una oportunidad de liberación, de redención y de paz.
Hoy, oren por la paz.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Querido hijo:
Que tu corazón nunca deje de confiar en el cumplimiento del Plan de Dios porque, por encima de toda imperfección o error, es Voluntad del Padre Eterno que se manifieste Su Divino Propósito.
Sé, como Madre de Mis hijos, que a veces es difícil creer o aceptar que algo absolutamente inmaterial y divino se cumplirá en un lugar lleno de errores o de fallas. Pero te recuerdo, hijo Mío, que Dios es misericordioso e infinitamente piadoso con todas Sus criaturas.
Por eso, nunca dejes de confiar en el cumplimiento del Plan de Dios, más allá de aquellos que podrán participar, o no, de la concreción de esa divina e insondable aspiración.
Camina con tu mirada fija en esa meta, en ese propósito, y no te preocupes por lo que harán los demás con la oportunidad que reciben.
Cumple con tu parte todo lo mejor que puedas y ofrécelo por los que ya no lo hacen o por los que son tibios con el Plan de Dios. Porque, de esa forma, hijo Mío, muchos más corazones no arrepentidos se arrepentirán y tomarán consciencia sobre la realidad en este último tiempo.
Confía. Confía, porque todo estará bien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy nos volvemos a reunir y a unir, de corazón a corazón, para atender y orar por la grave situación mundial, efecto del desequilibrio en todos los Reinos, principalmente en el Reino Humano por el uso desmedido del poder.
Todos estos acontecimientos, hijos Míos, llevan a que la humanidad viva y sufra un desorden que también se refleja en la vida del espíritu.
Por eso, hijos amados, este es el tiempo de la oración por las naciones, porque orando por cada uno de los pueblos y de las culturas estarán orando por su planeta, el que también padece, silenciosamente, las agresiones del ser humano.
Pero tengan fe en el despertar de la consciencia, en la posibilidad de que, a través de la oración y del servicio altruista, ustedes podrán aliviar la consciencia mental de la humanidad.
Mientras tanto, hijos Míos, necesito un ejército de almas orantes que acompañen a su Madre Celestial en el propósito de traer la paz al mundo, cada vez más, y alcanzar el fin del sufrimiento.
Este es el tiempo de ver despertar y florecer en su interior las virtudes que Mi Hijo les entregó, para que sus talentos estén al servicio del Plan de Amor y de Redención.
Orar por las naciones también significa orar por los ángeles de las naciones, los que en este tiempo padecen las consecuencias de las decisiones que los pueblos adoptan como modelo de vida social y espiritual.
Hoy, por medio de la unión de nuestras voces, abramos los Cielos, confiando y sintiendo el descenso de la Gracia como un afluente que purifica las naciones y cura los corazones ante toda adversidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada oración que Me ofrecen es como una flor que colocan a los Pies de la Madre Celestial. Esa flor es la súplica del corazón humano, el que, con esfuerzo y dedicación, se deja templar por el Amor Crístico.
Recuerden que cada vez que Me ofrezcan una sincera oración, Yo recibiré en el Reino de Dios, el testimonio perfecto de su amor por Mi Corazón.
Con todos esos pedidos, y por la intercesión de Mi Hijo, Yo puedo atender a las almas y al mundo, puedo llegar a donde existe mayor necesidad de amor y de redención.
A través de sus ofertas de oración, sus aspiraciones se concretan porque ellas estarán colmadas del amor de los ángeles del Cielo, y los obstáculos, internos o externos, no interferirán en el camino de sus pasos hacia el Propósito de Dios.
Por eso, por medio de su oración, Yo puedo colocarlos ante la realidad planetaria y ante situaciones complejas que solo la oración, como puente hacia Dios, resolverá, porque la oración verdadera es la que nace del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Gloria a los Reinos de la Naturaleza! Por ser morada de Dios y de la vida, por ser instrumentos de la grandeza del Padre y de Su Presencia.
¡Gloria a los Reinos de la Naturaleza! Porque a pesar de todo lo que acontece en el mundo, a pesar de todos los ultrajes a su cuerpo, a su espíritu y a su consciencia, los Reinos continúan siendo expresiones de donación y de amor y no se cansan de esperar de los hombres la compasión, la paz y, por encima de todo, el despertar del Amor Crístico que abrirá las puertas para que todos los seres den un paso en su evolución.
Hoy les digo: ¡Gloria a los Reinos de la Naturaleza! Porque en ellos habita y se expresa el Creador, vivo, pleno, construyendo Su Cuerpo a través de los elementos que nacen en la Tierra.
Cuando glorifico a los Reinos de la Naturaleza, glorifico al Dios Vivo y a la Madre Celestial que en ellos habita.
En estos tiempos de tribulación, en los cuales las naciones se desequilibran y dentro y fuera de los hombres el caos comienza a ganar espacio, ustedes hijos, deben aprender a contemplar a los Reinos para no perder la paz y la unión con Dios.
Cuanto mayor es el desequilibrio en la vida humana, más deben estar unidos y en comunión con los Reinos de la Naturaleza porque en ellos habita, inmutable, la Paz de Dios y el don de saber donarse por amor.
Contemplando los Reinos, ustedes pueden recuperar la paz que como humanidad perdieron. Amando y sirviendo a los Reinos de la Naturaleza, ustedes pueden despertar en su interior el amor por la vida que, cuando madura, se transforma en Amor Crístico.
No basta contemplar y amar, ustedes deben aprender a madurar el amor, conscientes de los tiempos que viven y de lo que son llamados a vivir y a ser. Son llamados a ser Cristos del Nuevo Tiempo, imitadores de Aquel que entregó todo de sí por amor a Su Padre y a Su Plan Divino.
De esta forma, hijos, auxilien a los Reinos de la Naturaleza y, en comunión, reciban de ellos el auxilio para que ustedes se tornen otros, para que se renueven, crezcan y maduren la expresión del amor en sus corazones.
Para vivir el Amor Crístico, no hay una fórmula; solo deben amar y ser amor, amando todo lo que es vida, todo lo que guarda en sí la expresión de Dios porque el Señor tiene su morada en el interior de Sus hijos.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Clama al Padre para que el caudal de cura que proviene de la Fuente de Su Corazón descienda sobre la Tierra y permee los seres.
Clama para que el corazón del Arcángel Rafael se encienda como espejo sublime de luz, despertando y activando los espejos esmeralda que pulsan en el centro del universo.
Clama para que esta red cósmica de cura concentre sus emanaciones en la Tierra y llegue a los que más la necesitan.
Que se prepare el corazón de la Aurora interior para que, nuevamente, el planeta sienta su amor y su poder. Que se prepare el corazón de la Aurora interior, para que su seno sea la eterna morada de su Madre Celestial.
Clama, hijo, con amor, para que se abran las puertas y los portales, tanto en el Cielo como en la Tierra, y las almas finalmente crucen el umbral de su redención.
Que los enfermos de cuerpo y de espíritu no pierdan la oportunidad de reencontrar la paz. Que los Reinos de la Naturaleza también sean dignos de restaurarse y de restablecer en su interior la unión con el propósito de la vida.
Que esta aspiración divina sea parte de tu más íntima aspiración interior. Así, hijo, clama para que la aurora del amanecer ilumine siempre este mundo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Su Madre Celeste, junto a Sus hijos en misión, ingresa a otra nación ya consagrada a Mi Hijo, para ser bendecida por Dios por segunda vez.
La primera bendición fue recibida del Santo Padre, quien abrió las puertas internas para la llegada de los Sagrados Corazones.
La segunda bendición será dada por Mi Amado Hijo en la capital de este país, y también su Madre Celeste, en servicio y amor por las almas, extenderá esa divina bendición al resto de Ecuador.
Es así, hijos, que los Sagrados Corazones se preparan, al igual que ustedes, para ingresar a un pueblo también muy dolido y discriminado por los habitantes de las naciones del primer mundo.
Pero Ecuador guarda uno de los tesoros espirituales más importantes para el Plan de Dios. Fue la tierra escogida, espiritualmente, para albergar la Esencia del Amor de la Fuente, Esencia interior que palpita dentro de los Recintos Sagrados que están protegidos en la cadena de los Andes.
Por eso, hijos, esta segunda etapa de la Peregrinación por la Paz comenzará en la ciudad de Cuenca, en donde Mis misioneros se retirarán por algunos días para meditar y contemplar interiormente el porqué de llegar a Ecuador en este fin de ciclo y la importancia de la manifestación de nuevas Comunidades-Luz que sean celadoras de los Tesoros del Padre que emergerán para la nueva humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quédate en Mis Brazos y ya no pienses más en ti.
Quédate en Mis Brazos y solo deja que Tu Madre Celestial permanezca en ti.
Quédate en Mis Brazos y calma tu corazón y tu mente en la Fuente renovadora de Mi Gracia.
Quédate en Mis Brazos para que Yo pueda abrazarte con Mi Luz.
Quédate en Mis Brazos y solo confía en lo que te pido.
Quédate en Mis Brazos y solo piensa en Dios.
Quédate en Mis Brazos, para que un milagro mayor suceda en ti.
Quédate en Mis Brazos para que a cada nuevo paso sientas que Yo estoy allí.
Quédate en Mis Brazos y vive el presente, olvida el pasado y aspira al futuro Plan de Dios.
Quédate en Mis Brazos y pondré paz en tu corazón.
Quédate en Mis Brazos y solo afirma la victoria de la fe en Dios.
Quédate en Mis Brazos y verás que todo pasará.
Quédate en Mis Brazos y solo acepta con fe lo que te pido.
Quédate en Mis Brazos y no perderás la esperanza.
Quédate en Mis Brazos y reconocerás a Cristo en cada hermano, en la mirada de cada ser.
Quédate en Mis Brazos y serás impregnado por Mi Perfección.
Quédate en Mis Brazos y te libraré del enemigo, de sus ideas, de sus proyecciones y amenazas; porque si solo aceptas estar en Mis Brazos podré protegerte con Mi manto, darte el calor de Mi regazo y hacerte dormir en paz con Mi Cariño.
Quédate en Mis Brazos y todo lo irreal desaparecerá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través del acto de consagración de nuevos religiosos, Mi Hijo consigue llevar adelante Su Obra de redención en el planeta, ya que a partir de la consagración de nuevas almas al Sagrado Corazón se constituye un puente espiritual con el cual la humanidad puede ser ayudada, por medio de una Gracia potentísima.
Es así, que el acto de consagración de nuevos religiosos representa, en este ciclo, la desactivación de la ilusión humana global y de todo lo que lleva a las almas a separarse del Amor de Dios.
Por eso, cuando un alma tan nueva se consagra al Corazón de Cristo, donando y entregando su vida a la vida del espíritu, se debe tener presente que esa consciencia, a partir del momento de su consagración, ingresa dentro de otra Ley y así, se separa de la tendencia continua de la raza de abrir puertas a la perdición.
Es a través de las almas jóvenes que se consagran, que su Madre Celeste tiene el permiso de interceder y de traer, desde el universo, grandes caudales de Gracia para ser entregados y derramados en situaciones imposibles y en casos irreversibles.
Todo esto es posible, cuando las almas recientemente consagradas a Mi Hijo aceptan ingresar en el camino crístico y así asumir, en nombre de Cristo, los sufrimientos y sacrificios, para que el planeta y su humanidad tengan una nueva oportunidad.
El camino de la consagración a Cristo es uno de los caminos para la santidad de la vida y la conversión del espíritu de cada ser.
La consagración representa, en este tiempo, uno de los principales medios para que Cristo pueda concretar el Plan de Rescate.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Queda hecha la declaración oficial de que la Obra de Paz de los Mensajeros Divinos, de forma ecuménica, autónoma y fraterna, brindará sus servicios humanitarios a los diferentes pueblos y naciones del mundo, con el fin de establecer espiritualmente un mayor período de paz.
Es de esa forma que los misioneros de la Fraternidade y los consagrados de la Orden de Mi Hijo, a partir de este impulso entregado por las organizaciones internacionales, quedarán congregados, reunidos y hermanados en las dos bases que se establecerán de forma permanente en el norte del Brasil.
Esto significa, queridos hijos, que para su Madre Celeste, la misión permanente de Grecia quedará transitoriamente cerrada y será asumida por los representantes y miembros de la Red Luz de Europa.
Al respecto de la misión de servicio permanente en la periferia de la Comunidad-Luz Figueira, también quedará transitoriamente cerrada y será asumida bajo Mi convocatoria por la Red Luz de Minas Gerais y San Pablo.
Por consiguiente, bajo la Voluntad de Nuestro Padre, todos los misioneros matrices y en formación se trasladarán hacia el norte del Brasil para responder al pedido realizado por las organizaciones internacionales, las que buscan la paz, la justicia y la equidad entre las razas y los pueblos.
En este sentido, la Jerarquía Espiritual está llamando a toda la Red Luz planetaria para que asuma el servicio humanitario con la finalidad de que los servidores matrices y consagrados, que pertenecen a las Comunidades-Luz y residan en ellas, puedan desenvolver ampliamente el servicio fraterno en la búsqueda de establecer la cura, la redención y el amor en las almas que han perdido, por causa de los conflictos, de las guerras y del desorden entre las naciones, la esencia de la fe y del amor.
Cabe destacar que el escudo espiritual de protección de los misioneros y consagrados que asumirán la fase operativa del servicio en las organizaciones internacionales bajo el principio de la fraternidad, tendrá como base interna la presencia de los Sagrados Corazones. Pero, bajo ninguna circunstancia o motivo se difundirá algún principio religioso o espiritual, ya que la causa de los actuales conflictos proviene de las incomprensiones sociales y humanitarias entre las religiones.
En esta nueva fase de asumir tareas mundiales y de orden universal, la Fraternidade solo buscará el bien y el beneficio del semejante, para que se recuperen los valores y los derechos humanos.
Estaremos guiando paso a paso esta nueva fase que llevará a la consciencia de todos los servidores a sacrificar muchas cosas de sus vidas para que en Sudamérica no se precipite una situación peor a la que ya existe.
¡Les agradezco por responder a esta operación de rescate mundial por la paz y el bien en el mundo!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He aquí, hijos Míos, que la noche oscura de este mundo comenzará en el interior de los hombres que, separados de Dios, se ofrecen para ser instrumentos del enemigo del Creador.
He aquí, que esa noche será larga y parecerá eterna para los que no tengan su fortaleza afirmada en la fe del corazón.
He aquí, que el mundo temblará y vivirá las consecuencias de una vida vacía de espíritu y de sentido espiritual.
La Madre Celestial observará desde el Cielo a Sus hijos, que como puedan, intentarán difundir Sus palabras que, en ese momento, tendrán como eco el verbo de Sus pequeños.
He aquí, que este tiempo ya se inicia porque las almas, cada vez más, se distancian de Dios y caen en los abismos de este mundo.
La fortaleza de los hijos de María radicará en la obediencia a todo lo que Dios les pida a través de Sus Mensajeros; y aprendiendo hoy a obedecer a Dios, es que sabrán cómo obedecerlo mañana, cuando Su Voz sea como un susurro dentro de sus corazones.
Dios siempre le hablará a los hombres, aunque sea por medio de un sentimiento o de una intuición; pero para eso, deben construir hoy el camino de la unidad con el Padre; para que ni el caos ni el mal, en batalla en los tiempos venideros, puedan perturbar y destruir esa unión que les permitirá escuchar a Dios.
He aquí, hijos Míos, que el mundo enfrentará su purificación, muchos no querrán ver que lo que viven son las consecuencias de sus propias acciones y desvíos, y atribuirán a Dios la culpa de sus sufrimientos.
Hoy les digo, afirmen sus espíritus en la fe y únanse al Corazón del Padre. Construyan en la consciencia un espacio seguro, en el cual podrán oír la Voz de Dios, que los inspirará.
La paz deberá ser un estado de consciencia, fruto del espíritu de la neutralidad que nace en los corazones maduros por la oración y por el conocimiento divino. Y es allí, en ese estado de paz, donde podrán comprender los hechos venideros de una forma diferente y verdadera, sabiendo cómo superar los obstáculos sin perderse y, lo más importante, siendo capaces de guiar a otros para que no se pierdan.
He aquí, que en la noche oscura del mundo los llamaré para que sean las antorchas que guiarán a la humanidad. Y no les hablo solo de un símbolo, hijos Míos, les hablo de una realidad espiritual; pues si hoy la humanidad ya se encuentra tan fría y perdida, ¿qué será de todos, en los momentos más agudos de la purificación planetaria?
La fe que construyo en ustedes guiará al mundo y será el verdadero testimonio de la veracidad de Mi presencia entre los hombres. Yo estaré viva en los corazones de Mis hijos, y Mis palabras, que son eternas, encontrarán la forma de perpetuarse, haciendo eco en el verbo que saldrá de sus bocas cuando las almas necesiten aliento y amparo.
Mi Hijo los llamó para ser la Luz del mundo y para que estén sobre la mesa, visibles para iluminar este hogar que es la Tierra. Hagan viva esta profecía y esta intención divina, y hoy, déjense moldear en lo que Dios espera de ustedes, para que mañana vean Mis palabras manifestadas en sus vidas.
Comprendan, hijos amados, que todo lo que construyo hoy en ustedes, es en pro de la salvación de todos Mis hijos que, el día de mañana, necesitarán encontrar aliento a través de cada uno de ustedes. Porque Dios estará en silencio y Sus Mensajeros se silenciarán con Él, emitiendo solo la eterna esperanza y el infinito Amor de Sus Corazones, para sustentar los corazones de aquellos que estén unidos a Ellos desde el principio.
Todo lo que les digo y todo lo que los llamo a vivir, es para que construyan el nuevo tiempo y la nueva vida. Déjense moldear y si hoy no comprenden Mis palabras, mañana las comprenderán.
Aquella que los ama, los bendice y los guía,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de la visita a las diferentes naciones del mundo, su Madre Celeste en Su peregrinación va borrando el pasado y abriendo las puertas a un nuevo futuro.
Cuando cruza las fronteras entre las naciones, su Madre Celeste va cerrando un ciclo y abriendo un camino de nuevas oportunidades internas para todos Sus hijos.
Poco a poco, a través de cada peregrinación que se concreta, establezco el Plan del Creador en la humanidad. De esta forma, en los planos internos aproximo a las almas a la esencia del Divino Propósito, para que más corazones se animen a dar el paso hacia una vida de servicio mayor e incondicional.
A través de cada peregrinación, su Madre Celeste consigue cumplir, con mucho esfuerzo, los pasos de la Voluntad Divina y así, no solo las naciones se ven beneficiadas espiritualmente, sino también las almas que habitan en ellas.
En esta última peregrinación, su Madre Celestial concretó todas las etapas que el Eterno Padre le había anunciado y, de esta forma, muchas situaciones fueron evitadas.
Todo esto se ha dado por la ayuda amorosa de los que oran y colaboran en esta Sagrada Misión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El soplo del Divino Espíritu
Queridos hijos:
Que en este día el soplo del Espíritu esté en todos ustedes a fin de que, en estos tiempos, los Dones y las Gracias que ha perdido la humanidad puedan retornar al mundo.
Con esto, deseo ardientemente que, en este día, Mis hijos recuperen lo que perdieron por la acción de la vida material y superficial.
Hoy, su Madre Celeste ofrece para todos el soplo del Espíritu de Dios para que, en esta hora, la consciencia planetaria y la raza humana sean restauradas y así recuperen los códigos de la esencia divina.
Su Majestad y Señora llega a Europa por las almas que viven presas bajo la condición de la vida material; almas que, ni siquiera, se aproximan a la incondicionalidad de la vida del espíritu.
Activando el gran Espejo de Su Corazón humilde, Su Madre Celeste irradia, para esta parte de la humanidad, los códigos de luz y de redención que permitirán, en estos tiempos, que la raza reintegre a su consciencia lo que, algún día, la tornará digna y merecedora del Reino de Dios.
En esta hora, la humanidad de superficie debe tener consciencia de la necesidad de cambiar su forma de vida, buscando el bien común y fraterno, entre los semejantes y entre las naciones.
De esa forma, no solo Portugal sino también toda Europa saldrán de esa indiferencia regional y podrán conquistar, a través de la fe y de la Gracia, un estado de mayor pureza y solidaridad para con el prójimo.
Si Europa, o al menos una parte de sus naciones, consiguiera vivir lo que Yo les pido, con toda la súplica de Mi Corazón, el Padre concederá, por intercesión de Su Señora, la Gracia profunda de un mayor despertar y un tiempo más de paz, tan necesario para los mundos internos, que aún no están preparados para vivir su propia purificación.
He venido en este día a traer para Europa el soplo del Espíritu de Dios, para que la consciencia de los europeos ingrese, definitivamente, en un grado de mayor caridad, servicio e incondicionalidad para con toda la necesidad planetaria.
Esto preparará las condiciones para que los Mensajeros de Dios lleguen a África en el próximo tiempo y para que, a través del amor y de la Gracia, las heridas que ha dejado Europa en el continente y en el pueblo africano sean misericordiosamente sanadas por el bálsamo de cura que podrían derramar los Ángeles del Padre sobre Mis hijos de África.
Espero, siempre espero, que cada corazón orante y que cada alma servidora acompañe a su Madre Celeste en esta sagrada misión.
Desde ahora, y antes de tiempo, agradezco a todos los que colaborarán para conceder Mi tan ansiada y divina visita a África.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los servidores del Plan de Amor de Oporto y de todo Portugal
Como ha dicho Mi Amado Hijo, hemos venido aquí por una Europa separada por la indiferencia, por la resistencia y por la vida material.
Venimos para reforzar la fe en los corazones y para demostrar que toda la Obra de Dios debe seguir gestándose en sus vidas, de lo contrario, ella no podría manifestarse.
Hoy, su Madre Celeste dedica este mensaje a los grupos y a los responsables de los grupos que acogen, de cuando en cuando, el llamado de los Mensajeros Celestiales y que, en estos últimos tiempos, quisieron desistir del camino por diferentes razones y situaciones.
En el momento de mayor crisis planetaria, las antiguas resistencias de las consciencias están resurgiendo. Desde ya les digo, hijos Míos, que no existe otra causa ni otro motivo en dónde encontrar la raíz de los problemas grupales.
Solo deben tener consciencia de lo que están formando parte, porque su compromiso es con el Universo y Sus Jerarquías Divinas, más que con la propia humanidad.
Pido a los grupos de Oporto y a los hermanos responsables de esos grupos de almas, que no se engañen, que abran sus ojos a la necesidad que está planteando la Jerarquía y que necesita ser atendida, sí o sí.
Para que ustedes, hijos de la ciudad de Oporto, que ya caminan al lado de la Madre Divina, puedan corresponder a todo lo que el Universo les pide amorosamente, deben dar el gran paso hacia la unidad entre las consciencias, para que, al fin dejen sus resistencias, las que solo los llevaron hasta el punto de detenerse y de no poder dar sus pasos.
Mi Hijo vino aquí para renovarlos y para que lo acompañen en la misión de difundir Su Mensaje ampliamente en esta parte del mundo.
Si todo el tiempo sus acciones son pequeñas, los resultados de la Obra serán pequeños y no podrán abrir, de manera correcta, la puerta a las almas que esperan por ayuda.
Deben arriesgarse, por fin, a dar un poco más, hasta que puedan percibir, por sus propios medios internos, que no estarán perdiendo nada en absoluto.
Su Madre Celeste los llama, como grupo de Oporto, al servicio a Dios, a colocar su mano en el corazón y preguntarse a sí mismos, con voz clara:
¿Qué es lo que hoy estoy haciendo?
Planteando con sabiduría esta pregunta, podrán tener la clara respuesta de que es necesario corregir actitudes y ampliar, aún más, el campo de servicio junto a la Jerarquía.
El Universo observa el esfuerzo de cada uno, pero no es suficiente. Es urgente que como grupo de almas reunido por la Voluntad de Dios, respondan a la necesidad de ayudar a liberar a su Europa del peso de sus faltas y de todas sus consecuencias, con su servicio, oración y entrega.
En uno de los peores momentos planetarios, Cristo los llama para que no lo abandonen y que tampoco dejen a un lado la misión y la responsabilidad que Dios les confió.
Para eso les pido que se sacrifiquen un poco más por su Madre Celeste, a fin de que puedan comprender, a través del corazón, que la obra que a ustedes les cabe cumplir debe ser protegida y no abandonada por sus dificultades.
Tienen todas las herramientas y todos los medios para vivir la fraternidad y para expresarla. El Universo aguarda que ahora den un paso mayor en la consciencia. La Hermandad Celestial estará atenta a la respuesta positiva de sus mundos internos.
Un Plan de redención espera ser realizado y ustedes están dentro de esa convocatoria.
¡Adelante!, ¡sigan adelante en la fe!
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios para abrir las dimensiones, decretando el Poder de la Luz Divina y de Su Voluntad.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para abrir las puertas hacia Su Reino y disipar la ilusión de los ojos y de los corazones de Mis hijos, para que reconozcan la Verdad y la sigan.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, el que simboliza Mi profunda unión con el Creador; simboliza Mi Origen y demuestra a los corazones ignorantes del mundo la verdadera existencia de la Madre Celestial.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, demostrando que el Verbo Divino es Uno, no solo con el Hijo, sino también con la Madre, con el Vientre Puro del cual surgieron todas las cosas, inclusive el Hijo, que es Uno con el Padre.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios para que todas las almas y todos los espíritus reconozcan la Potestad Divina que Me fue entregada desde el principio; para que reconozcan el nuevo ciclo, cuando Mi Vientre gestará nuevas cosas, así como gestó todo lo que hasta hoy fue creado.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios y muchos Me reconocerán, pero no comprenderán que este es el Poder Divino, hasta que este Poder toque sus ojos y los libere de la ceguera y del mal.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para unir lo que estaba separado, para que las mentes se rindan y los corazones se abran a la Verdad Divina.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, como vengo hoy, y todos los ojos Me verán, porque cuando este día llegue ya no estaré preparando el retorno de Mi Hijo, sino que traeré en Mi Vientre a la Nueva Vida, que Él establecerá después de Su segunda Venida al mundo.
Con esto les digo que, después del Hijo, vendrá la Madre Celestial. Prepararé Sus pasos en Espíritu y en Divinidad, así como preparé Su camino en silencio, cuando Él estuvo sobre la Tierra. Pero después de que Su promesa se cumpla y que las Escrituras del Nuevo Tempo, expresadas en las palabras de los Mensajeros Divinos, también se cumplan, Yo vendré con el Cetro de Dios y reconstruiré el mundo con Mis Hijos.
Les daré a conocer al Niño Nuevo que durante este tiempo estoy gestando en Mi interior, y este Niño nacerá y crecerá en el interior de los que sean perseverantes y que, venciéndose a sí mismos y vaciándose de sí, se rindan completamente ante Dios.
Así como Mi Hijo ascendió una vez, ascenderá nuevamente, y así como Yo ayude a los Apóstoles en aquel tiempo, ayudaré a todos ustedes. Juntos construiremos el nuevo mundo, el nuevo tiempo, y las dimensiones se harán visibles.
En ese momento, las miserias ya no serán lo que predominará en sus vidas. Su transformación ya no será solo una batalla contra las fuerzas capitales de este mundo, que habitan dentro y fuera de ustedes; la transformación será eterna y constante, porque todo en el Universo se transforma; sin embargo, les digo, hijos Míos, que cuando Yo descienda al mundo después de Mi Hijo, les traeré una nueva vida y les daré a conocer un nuevo camino, en el cual se consumará la transición entre el viejo y el nuevo hombre. Y sus pasos consistirán en unirse al Universo, recuperar la filiación con Dios y reintegrarse a Sus Leyes.
Les daré a conocer los principios de la Unidad con toda la Vida y el orgullo que hoy hace que muchos se sientan únicos en toda la Creación Divina desaparecerá, y reconocerán a toda la Vida que habita en el Cosmos desde el principio, y que en humildad aguarda que ustedes puedan crecer y despertar.
He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios y estableceré la Paz dentro y fuera de ustedes, en este mundo y más allá de él. Pero hasta que llegue ese momento perseveren, ríndanse, humíllense, perdonen todo, inclusive a sí mismos y busquen el vacío, con constancia y con fe.
Pues ya llegará el día en el que verán en Mis manos al Cetro de Dios y darán gracias por ver cumplirse todo lo que un día les dije.
Yo les agradezco y los bendigo, para que no pierdan la fe ni la divina esperanza de ver cumplirse las Sagradas Escrituras de estos tiempos.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Santa María, Madre Pura y Fiel
Queridos hijos:
Que, en estos tiempos de grandes desafíos y pruebas, ustedes aprendan a vivir del ejemplo de su Madre fiel y pura.
Que, en ustedes exista la sana y verdadera intención de que reine la fidelidad, así como la fidelidad de Mi amado Hijo y de Su Madre Celeste llegó hasta los pies de la Cruz, solo aspirando a cumplir la Sagrada Voluntad del Padre.
En estos durísimos tiempos de transición, que la sagrada fidelidad los motive a celar por el Plan de Dios y por todas las almas que lo componen, obedeciendo a cada decisión espiritual e interna que es tomada por la Jerarquía espiritual y planetaria.
Así, en humildad, aprenderán al igual que la Sagrada Familia, a seguir en adhesión y unión todos los pasos que son indicados para la concreción de esta Obra, que es mundial.
Queridos hijos, deseo que despierte en ustedes, la sincera aspiración de respetar y seguir hasta los límites de la conciencia y de la materia, todas las decisiones que son tomadas pues, detrás de algo aparentemente incomprensible para la mente humana, existe un divino y sagrado Propósito.
Para que cada uno de ustedes en este tiempo cumpla con la aspiración de su Madre Celeste, Yo los invito a respetar, amorosamente, la Ley de la Jerarquía y a no salir de esa preciosa Ley por medio de sus acciones, pensamientos y cometidos.
Los invito a que se apoyen en el ejemplo fiel de Cristo y de Su Madre Universal, lo que llevará a la humanidad entera a encontrar la salvación y la Misericordia de Dios.
Por eso, hijos Míos, que sus consciencias y especialmente sus corazones, estén despiertos y más atentos para que las puertas a la traición y a la indiferencia entre los seres del bien, no sean abiertas.
Solo les pido que tengan la suficiente madurez y amor para comportarse evolutivamente, como almas que están dentro del camino de la hermandad y de la unidad.
No quisiera ver con Mis ojos de Madre, en estos tiempos, a ningún otro Judas.
Aprendan a perdonar la injusticia y podrán ser sabios en el espíritu y no en la competencia.
Sepan que cada uno de los servidores y de los consagrados de Cristo, nuestro Señor, es responsable, espiritualmente, de que esta Obra que es un milagro de amor infinito de la Jerarquía, pueda dar resultado y así cumplirse.
Queridos hijos, hoy les hablo a través de Mi Faz de fidelidad y de pureza para que crean que, en verdad, es necesario proteger la Obra de ustedes mismos.
Busquen en cada nueva decisión el propósito del Amor Superior y no se queden en la superficialidad de las cosas.
Ustedes nacieron para alcanzar la fidelidad en el final de los tiempos. Eso hace que esta Obra sea puramente verdadera y transparente ante la humanidad.
Quisiera que en este ciclo de cambios y de renovación, dieran pasos hacia una unidad más profunda, porque de esa forma estarán protegidos en el desierto, junto a su Madre Celeste, escapando de las garras de Mi adversario.
El mal no conoce el amor y le teme al amor crístico. El mal no conoce la unidad y le teme a la unidad entre las almas que se congregan en Cristo.
Finalmente, sean misericordiosos, y no perderán el discernimiento.
Amen las decisiones divinas y humanas que son tomadas, porque si aceptan sin comprender, juzgar, ni traicionar la Obra, tendrán el mismo discernimiento que tuvo Mi amado Hijo durante Su agonía en el Huerto Getsemaní.
No desafíen al adversario, sean mansos en todas las cosas y siempre alcanzarán la paz.
Les pido que se unan a Mi Espíritu de Fidelidad para que no estén tan desprotegidos.
Aún la Obra divina no finalizó, y ustedes son parte de una nueva historia que está siendo escrita.
Mediten en humildad, y Mis palabras maternales resonarán en lo profundo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Mis planes se realizan en los Estados Unidos, a través de la colaboración de todos Mis hijos, muchas situaciones están siendo liberadas, y lo que antes estaba preso en la consciencia de la nación encuentra su libertad y redención.
Es así que todos los esfuerzos son contemplados por el Creador, y las posibilidades de la Gracia encuentra un campo de acción más abierto. Todo esto es posible simplemente por algo, y ese algo es el amor que en el corazón humano nunca muere y que atrae hacia las naciones momentos de paz y de mucha armonía.
En esta hora todo se está enfrentando, es decir, para que nuevas puertas para el amor se puedan abrir, tienen que ser transmutados errores pasados para que eso genere en la consciencia de una nación un estado inexplicable de Gracia y de Misericordia.
Para eso ustedes estarán dando todo. Todo es todo, y su Madre Celeste contará con ese sacrificio y esa constante renuncia para poder llevar adelante Su obra corredentora.
Solo falta un poco más, y es en donde los esfuerzos de todos serán “premiados” por el Cielo. Los méritos llegarán a los que más lo necesiten.
Les agradezco por acompañarme.
Los ama infinitamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En la víspera del viaje a los Estados Unidos, su Madre Celeste ya está preparada para ingresar en un campo de la consciencia que necesitará de inmensa ayuda espiritual y de insondable misericordia.
Es así que en este momento todos los corazones están siendo preparados, sobre todo los que allí estarán, para solventar una importante carencia de amor y de unidad.
Es de esa forma que la Divinidad hará una parte de la tarea con una porción de la nación, con el fin de que las consciencias despierten a una realidad mayor.
La indiferencia es lo primero que será tocado en las consciencias estadounidenses, con el fin de que realmente algo cambie.
Así la propia energía divina del amor ayudará a construir una nueva consciencia en los seres humanos que allí se encuentran.
Pero serán necesarias muchísima fe y convicción en el Señor, para que las puertas a oportunidades inesperadas se puedan ir abriendo tiempo después de que Nuestros Sagrados Corazones hayan pasado por los Estados Unidos.
En esta hora en la que todo se define, la Divinidad espera llegar a tiempo a las consciencias que necesitarán de una ayuda inmediata para poder abandonar los aspectos que las atan a la vida material y a la somnolencia de las modernidades.
Durante esta última parte de la peregrinación, todo lo que es sublime estará descendiendo con el fin de despertar una consciencia de fraternidad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En la víspera del gran encuentro de oración en San Francisco, California, su Madre Celeste se prepara para ingresar en una nación en donde muchas cosas se desactivarán para que no afecten a las almas que allí residen.
Es así que, a través de cada alma orante, su Madre del Cielo socorrerá y ayudará a las consciencias para que abandonen la ilusión y los abismos en donde muchos se colocaron.
De esa forma almas muy dormidas despertarán para pasar a formar parte de Mis ejércitos marianos de Luz.
Por eso cada esfuerzo que se realice será imprescindible en pro del beneficio espiritual de todos los que desde hace décadas esperan encontrar el camino de la Luz.
Ahora que Mis pies pisarán con firmeza sobre esa nación, su Madre Celeste estará encomendando a ciertos ejércitos angélicos que acompañen y custodien cada paso que las consciencias darán después de recibir la redención espiritual, repercusiones que tal vez se verán en la próxima existencia.
Por eso cada acción positiva que se realice en los Estados Unidos repercutirá mucho más frente a todo lo que no es positivo y que se ha implantado en la nación.
Lo verdadero será llevar a las consciencias al Amor del Padre para que reencuentren una filiación más profunda.
Por esta causa, su Madre Celeste se prepara para llevar adelante una misión que nadie podrá detener, ya que los mares en este ciclo estarán calmados y no se percibirá lo que el Cielo realizará.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más