Lunes, 9 de mayo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Querido hijo:

Confía en todo lo que has alcanzado a través del servicio a Dios y aférrate a ese Propósito. Mira con atención los tesoros que el Padre te ha dado y contémplalos en unión y gratitud.

Levántate de donde siempre has caído y busca la luz de Mi Corazón. Hoy ven hacia Mí y quédate en Mis brazos así como se quedó Jesús, para que Yo te haga dormir en la paz de Mi regazo. Ten paciencia para aprender a soportar lo que el corazón de los hombres no quiere transformar.

Siente la caricia de Mis manos de luz, las que borran la memoria del sufrimiento y de las pruebas que viven Mis hijos de hoy. Quédate inmóvil en Mis brazos y entrégate con confianza a lo que Yo espero realizar en tu vida.

Pide perdón y, en verdadero arrepentimiento, siente cómo el Amor del infinito te reabre las puertas. Ya no importa cuánto has caído en el suelo de la condición humana, ahora importa que mires al Cielo y digas: “Ayúdame, Señor”, y la ayuda te será dada.

Dios te ama desde el momento en que pensó crearte y también ama más allá de las miserias de los hombres, porque quien triunfará en esta vida mortal es el alma, que se volverá eterna, pura y libre de todo error.

El camino de la transformación es doloroso cuando el alma camina hacia el desprendimiento de sus actos, hábitos y costumbres. Cuando la vida terrestre atraviesa la tempestad espiritual el socorro, el auxilio y la Gracia llegarán al corazón que se arrepiente y pide intercesión. ¿Cómo crees que los más santos se libraron de sí mismos para siempre?

La escuela del amor en este mundo es para los valientes y los decididos a conocer el Amor de Dios, cueste lo que cueste. Por eso, llegar al principio del verdadero amor requiere conocerse tal cual uno es y trabajar todos los días para conquistar la santidad del espíritu.

Mi Corazón es el ofertorio para el sacrificio y las pruebas. A través de Mi Corazón todo se cura, se redime y se eleva al Reino Celestial.

Mi Corazón, que se dona todo el tiempo, comprende y ama a todas las almas; los que luchan por transformarse en un modelo espiritual de conversión para el mundo conocerán Mi Misericordia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los motiva a la santidad,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz