MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, MADRE Y REINA DE LA HERMANDAD, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hoy, Mi manto se expande por el mundo, acogiendo a todos los desamparados de espíritu y de corazón. El rayo de la hermandad que nace en Mi pecho se irradia a los que les falta amor y madura, en el corazón de los que caminan, la llama de la fraternidad y de la unidad con los seres entre sí, con los reinos de la naturaleza y con Dios.

Hijos Míos, como Reina de la hermandad, les traigo la Paz de Mi Reino y deposito en vuestros corazones la hermandad de la que tanto carece el mundo.

Un corazón que vive en Hermandad, es aquel que sabe reconocer la necesidad en las situaciones de la vida y las suple con sus acciones y con su más pura intención.

Un corazón que pulsa en el ritmo de la Hermandad Universal, es aquel que supera el cansancio y descubre el amor al sacrificio cuando está delante de la necesidad del prójimo.

La Hermandad nace en el descubrimiento de lo Divino en cada ser. La Hermandad ilumina los ojos que no pueden ver la presencia de Mi Hijo en cada corazón.

La Hermandad crece y madura en los seres que aspiran amar al prójimo sobre todas las cosas y descubren, en el servicio a los hermanos, el alimento de su alma.

En la Hermandad está la llave para ingresar a una vida superior. Si buscan amar al prójimo y servirlo encontrarán la puerta que los llevará al reino de la Hermandad. Si comienzan por ser fraternos y compañeros, en este mundo, un día alcanzarán méritos para conocer la Hermandad superior y universal.

Hijos Míos, hoy les traigo el Reino de la Hermandad para que se plasme en vuestros corazones la aspiración permanente e inextinguible de servir al prójimo y amarlo, construyendo en el mundo la nueva vida y atrayendo hacia los seres la fraternidad que se vive en el Universo de Dios.

Deposito en vuestros corazones una nueva semilla que cada una de sus almas deberá cultivar a través de la búsqueda permanente y de la perseverancia en vivir la hermandad y la fraternidad entre los seres. Esto se alcanzará cuando reconozcan el Plan perfecto de Dios para cada alma hermana; cuando reconozcan la esencia cristalina que brilla en el centro de cada ser y que fue creada por manos divinas para manifestar en el universo un principio de amor y de unidad.

Hijos Míos, hoy a pedido de Dios les presento una nueva faz de Mi Reino que les muestra el arquetipo de la vida que todos los mundos deben manifestar.

Ya es tiempo de despertar a lo nuevo y dejar que lo viejo se borre de vuestros corazones. No teman descubrir nuevos seres en ustedes mismos, porque todo lo que necesitan para dar ese salto ya está disponible delante de vuestros ojos y de vuestros espíritus. Solo abran los brazos y el corazón y reciban con amor la oferta que se les entrega.

Yo Soy la reina de la Hermandad, la siempre Virgen y Bienaventurada Madre de Cristo y de todos los seres. De Mi vientre provienen todas las cosas, porque así se lo concedió el Señor a Su Sierva Universal.

Mis amados, hoy los acojo en Mis brazos maternales y los recibo con amor en Mi Reino de Hermandad, para que a través del “sí”de quienes representan a la humanidad, poco a poco una nueva vida pueda surgir sobre la Tierra, para que sea concedido al mundo un tiempo mayor de paz.

Los amo y les agradezco siempre.

María, Madre y Reina de la Hermandad

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE SANTA FE, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ UNIVERSAL A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Para Mi Inmaculado Corazón, no existen obstáculos que Me separen de Mis hijos. No existen barreras que sean suficientemente fuertes para impedir que Yo me acerque a sus corazones. Lo único que les pido es que Me llamen.

Si aún tienen dudas en sus corazones al respecto de Mi presencia, pidan con amor que Yo las disipe y así lo haré. Si, por algún motivo, sienten algo en sus corazones que los separa de Mi, por algún motivo, solo entréguenme esa dificultad, pues, es grandioso el Poder del Creador que todo lo cura y redime, todo restaura y reconcilia con Su Sacratísimo Corazón.

Hijos Amados, en este tiempo, coloco a disposición de sus almas las mayores Gracias celestiales y, la única cosa que les pido es que se dispongan a enfrentar las barreras que la misma mente coloca delante del corazón, porque a pesar de que no existe nada externo que Me impida aproximarme a sus pequeños corazones, solo ustedes pueden darme el permiso para actuar en sus vidas. Y aunque sea un pequeño sí, poco a poco, Me entregarán sus seres y verán cómo puedo cuidar de ellos y protegerlos bajo cualquier circunstancia; verán cómo dentro de mi manto, todas las necesidades verdaderas serán contempladas.

Hijos Míos, una Vida Celestial los espera, aun cuando estén sobre la Tierra; pero para que esta vida llegue al mundo, es necesario que no detengan sus pasos y que jamás piensen haber llegado a la meta que deberán alcanzar. Aún hay mucho para ser develado, mucho para vivir con el corazón humano y es necesario que haya corazones dispuestos a dar siempre un paso más en el camino de su consagración y entrega a Dios.

Hoy contemplo la necesidad del mundo y veo a muchos de Mis hijos que aguardan el despertar, muchos que están listos para abrir los ojos y el corazón, pero esperan el surgir de los que puedan mostrarles el camino.

Hijos Míos, no se detengan jamás, entréguenme todos los días sus pequeñas vidas y permítanse sumergirse aún más profundamente en el propio mundo interior. Existen quienes esperan que los que ya están en el camino den ese paso, para que así puedan salir de la oscuridad en la que viven.

Por eso los llamo día y noche, con urgencia, a la conversión permanente, a la entrega y al sacrificio, para que sean el ejemplo de los ignorantes y la luz en el camino de los que están en la oscuridad.

Mis amados, cuento con vuestros corazones para que sean los apóstoles del Nuevo Tiempo, aquellos que entregan sus vidas sin condiciones, sin tiempo ni espacio; aquellos que nada buscan para sí mismos y que su bagaje es la aspiración a cumplir los planes de Dios. Lleven en sus corazones Mi mensaje y la esperanza de que él toque a las almas hermanas.

Enciendan en el pecho la devoción y la alegría, para que los corazones fríos sientan el calor cuando estén delante de ustedes. Que la vida entera sea un permanente ejercicio espiritual de amor y caridad.

Vamos querida Argentina, elevad la bandera de la Paz y de la victoria de la Luz, y que la Misión que Yo les entregué sea la oportunidad de despertar a las almas que están por el mundo esperando recibir un llamado.

Enciendan los corazones y activen vuestros espíritus, clamen por Mi Presencia y sepan que quiero llegar a absolutamente todos Mis hijos.

No se preocupen con las críticas ni con los juicios, tampoco con las negaciones. Yo llegaré a cada corazón, en cuanto sepan de Mi presencia en el mundo colocaré en todos la semilla de una nueva vida.

Les agradezco por responder con alegría a Mi último llamado.

Vuestra madre, María, Reina de la Paz y de todos los corazones

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE SANTA FE, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA Y BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Vengo a bendecir, con el Espíritu de Dios, a aquellos de Mis Hijos que me abran el corazón y el alma. Vengo por aquellos que no me conocen, pero que aún así claman interiormente por Mi presencia. Vengo al mundo por los que están perdidos, porque en su búsqueda para saciar la sed del espíritu, se confundieron y bebieron del agua del mundo en lugar del Agua de Vida.

Hoy los Mensajeros de Dios retornan a la Tierra para que Sus voces resuenen en todos los rincones del mundo y hasta el más pequeño y perdido de los seres pueda encontrarse con lo Divino. A pedido del Señor esta Luz Mayor se expande y busca incansable a todos los seres.

Es tiempo de despertar del sueño en que viven. Es tiempo de abrir los ojos, porque, incluso los ciegos podrán ver y los sordos podrán oír, incluso los duros de corazón podrán sentir, cuando el Redentor del mundo se aproxime.

Los que no pudieron reconocerlo en el principio, retornan para reconocerlo en el fin y los que se comprometieron con Él en el principio, también retornan para preparar el camino con flores y frutos, con plegarias y con amor, para que Sus pies puedan llegar al mundo y Sus pasos aparten definitivamente de esta Tierra las impurezas e imperfecciones que impiden a los seres crecer y evolucionar como los impulsa la Voluntad Divina.

Mis amados, permítanse escuchar Mi Voz que resuena en vuestro interior y abran los corazones para que Mi amor pueda ingresar y transformar todo aquello que les impide caminar hacia Mi Hijo.

Quiero ver en cada ser un templo de eterna oración, sacrificio, entrega y amor, porque estas son las llaves que los llevarán a superar los límites impuestos por la materia, para alcanzar la profunda Paz de Mi Reino.

Veo en el mundo esencias cristalinas, nacidas del Corazón de Dios con el propósito de manifestar, no solo para sí, sino para todo el Universo, un amor perfecto y puro, un amor único. Encuentro en cada uno de vuestros seres la posibilidad de una vida superior. ¿Estarán dispuestos a ver el mundo a través de Mis ojos? ¿Estarán dispuestos a encontrar en cada hermano el Cristo Vivo y verlo retornar en la esencia de todos los seres?

Mis amados, el Espíritu Crístico ya llegó al mundo y dejó en cada esencia la semilla del despertar del espíritu. Aquellos que sepan cultivar la Paz en sus corazones, harán brotar y crecer este Cristo en su interior y se fundirán con el Rey de reyes, pues lo reconocerán cuando esté delante de sus ojos.

En este día, quiero que alegren vuestros pequeños corazones y  se preparen con amor para recibirme, porque la  intensidad de Mi presencia en sus vidas depende solo de la abertura de vuestros corazones.

Yo  les agradezco por escuchar Mi voz y responder a Mi Llamado.

Su amada Madre, María, reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE CARACAS, VENEZUELA, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Llego al mundo en este tiempo, para que aquellos que claman por Misericordia puedan recibir de la Fuente Divina este manantial de Vida.

Hoy les digo que siempre habrá, en la oscuridad, una posibilidad de encontrar la Luz, porque sus pequeños corazones encierran en sí mismos un precioso tesoro, que es el Amor que les trae la posibilidad de abrir las puertas de los Cielos y de llegar hasta los Pies del Creador.

Mis pequeños, hoy Yo soy la mediadora entre vuestros corazones y Dios; mas deberá llegar el momento en que todos ustedes sean mediadores entre los universos y Dios.  Vengo hoy a enseñarles, paso a paso, a abrir sus corazones y a mostrarles el camino para el despertar, pero deberá llegar la hora en que sus seres maduren y no necesiten más mediadores para encontrar a Dios, y sí que sean los mediadores e intercesores, que delante de Dios rogarán por todos aquellos que no supieron encontrarlo.

Esta misión va más allá de esta vida. Yo los preparo para algo mayor que la vida en este mundo. Los preparo para ser mediadores e intercesores en el universo, para cuando encuentren a todos aquellos que se perdieron del camino del Padre y padecen en la oscuridad.

Hijos Míos, vengo a pedido del Señor, a preparar el camino de Mi Hijo; Él, que les enseñará definitivamente a seguir Sus pasos; Él, que les abrirá los ojos y el corazón para la eternidad y que se tornará semejante a Él, aquel que le diga sí, sin temor y sin condiciones.

Hoy les digo que, por este motivo, viven pruebas tan duras,en este final de los tiempos  para que delante de tan grandes dificultades puedan rendirse a Dios y clamar tan fuertemente por Su Presencia, despertando así el potencial de Amor que está dormido en vuestros corazones.

No teman a los tiempos que llegarán, solo ábranse para vivirlos y con plenitud sientan el clamor que nace en vuestros corazones y abre una a una las puertas del Cielo.

Sientan, clamen, pidan, rueguen por la Misericordia Divina, ríndanse a Dios que todo lo sabe y los conoce como ninguno de ustedes se conoce a sí mismo y aún así ama cada detalle de vuestros  seres.

Mis amados, confíen en los Planes de Dios y permitan que Él despierte en esta raza, que es perfecta, el potencial escondido en el interior de cada ser. Digan sí a Dios cada día y a través del ejemplo de donación y entrega, den al mundo el testimonio de su fe y muestren a los que están perdidos,  el camino por el cual deben seguir.

Yo los acompaño y los acompañaré siempre y aunque Mis labios un día estén en silencio, Mi corazón jamás cesará de pronunciar plegarias fervorosas a Dios, para que hasta el último de Mis hijos alcance la Redención y cumpla con el Propósito perfecto del Creador.

Yo los amo y los amaré siempre.

Su amada Madre y compañera,

María, Reina de la Paz y de vuestras vidas

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE CARACAS, VENEZUELA, TRANSMITIDO POR LA REINA DE LA PAZ Y DE LA ESPERANZA, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

En este día, un sol radiante cruzó el mundo, iluminó las vidas y los corazones, retiró las almas de la oscuridad y reposó sobre Venezuela. Este Sol que arde en Fuego Divino y proviene del Espíritu Santo, llega para encender los corazones de los Hijos de Dios, que se apagan por el miedo y por la falta de Fe y Esperanza.

Este Sol, vino a demostrar que, al que pide, siempre le será dado y al que llama con fervor a las puertas del Cielo y clama por el auxilio de Dios, Él siempre le enviará Su ayuda, escuchando con Amor las plegarias de Sus Hijos.

Mis amados: quiero invitarlos a la persistencia en el Espíritu de la Pacificación, porque aquel que busca la Paz y la vive, la irradia a sus hermanos y trae al mundo la posibilidad de que otros descubran el Poder de la Paz y puedan vivirla.

Confirmen día a día la unión Conmigo, pues Mi Corazón vigila día y noche este mundo, siempre atento a un llamado sincero, a una plegaria plena de fe.

Hijos Míos, son tiempos de caos en todo el mundo. Está permitido por Dios que la humanidad aprenda a través de las consecuencias de sus propios actos. Mas hoy les digo, que este aprendizaje no es para todos, porque existe la posibilidad de aprender a través del Amor y de la Paz; solo necesitan caminar hacia esta meta y en sus vidas sembrar acciones que generen frutos dignos para una vida de Paz.

La Paz se alcanza a través de la unión con Dios, porque si están unidos a Él, pueden comprender Sus Planes; si están unidos a Dios, pueden encontrar Su Voluntad en todos los acontecimientos de la vida y en todo, encontrarán la oferta perfecta para realizar al Señor, por todos aquellos que viven en el mundo y sufren aún más, pues sufren en la ignorancia y en la falta de Dios.

Mis amados, para encontrar el camino de Cristo, descubran la semejanza que hay entre sus vidas y la vida del Señor y pidan con fervor, que Él los ayude a descubrir esta unidad entre el calvario de Cristo y el calvario que vive el mundo entero.

Deben, en este tiempo en que el caos está creciendo, aprender a trascender los límites de los acontecimientos de la vida y, como les enseñó Mi Hijo, “estar en el mundo, sin ser del mundo”. Sepan que toda vivencia trae un aprendizaje y todo aprendizaje trae un fortalecimiento y una madurez interior.

Un soldado aprenderá a ser soldado, batalla tras batalla, y un soldado de Cristo, aprenderá a fundirse con Cristo, cuando batalla tras batalla, se venza a sí mismo y a sus enemigos, amándolos.

Mis queridos, son tiempos de descubrir el Amor y encontrarlo en todo, porque todas las dificultades de la vida les traen la oportunidad de Amar. Como Mi Hijo, abracen esta cruz que les está siendo entregada como humanidad y sepan, que también en la época de Cristo muchos cargaron una cruz, mas pocos supieron amarla y encontrar en ella la liberación del mundo.

¿Quien se ofrecerá para renovar el sacrificio de Cristo?

¿Quien encontrara en el dolor, la voluntad de aliviar el dolor del prójimo?

¿Quien sabrá olvidarse de sí mismo para amar verdaderamente a sus enemigos?

¿Quien será el sol del nuevo tiempo, que retirará de la oscuridad a los que no supieron encontrar la Luz?

¿Quién me acompañará hasta el final, proclamará la Paz y vivirá la Esperanza en un mundo que se autodestruye?

¿Quién traerá Mi Reino para la Tierra?

¿Quién se autoconvocará?

Estas son las preguntas que sus corazones deben saber responder en este tiempo. Y a todos los que digan sí, Yo les digo, que siempre estaré con ustedes y siempre los acompañaré.

Solo oren, oren mucho y vivan la Paz en sus corazones.

Este es Mi último llamado: Paz.

Yo los amo y los bendigo siempre.

María, Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE MANAOS, AMAZONAS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis pequeños hijos de Manaos y del mundo entero:

Como Sierva Fiel de Dios, vengo al mundo para encender en los corazones la llama de la Devoción, del Amor y de la Paz, que día a día se apaga en las criaturas de la Tierra.

Vengo a pedido del Señor, para despertar del sueño a aquellos que duermen y que no cumplen con la misión para la cual están en este mundo.

Hijos Míos, hoy les digo, que para cada criatura de la Tierra, Dios tiene un plan perfecto. Cada criatura tiene un aprendizaje que realizar y una misión que cumplir. Y con el cumplimiento de la misión de cada ser se construye el Plan de Dios para esta Tierra; solo así se manifestará el mundo nuevo diseñado por el Señor.

Mis amados, hoy también les digo que este mundo que construyó la humanidad rompió, a lo largo de los siglos, la unión que existía en el principio entre las criaturas y su Creador. Cada día los corazones se ven más alejados del Divino y se sumergen en la ilusión sin fin, en la prisión material que construyeron para sí mismos.

Hoy, vengo al mundo trayendo en Mis brazos la Esperanza y en Mi vientre, una nueva raza. Raza que debe surgir del renacimiento de las almas que viven sobre la Tierra, las que deben renovarse y redimirse ante Dios, para que, a través de Su Santo Espíritu, puedan nacer para una nueva vida. Una vida que sea a imagen y semejanza de la vida Divina.

Mis amados, les pido que no teman escuchar Mis palabras. No teman seguir Mis pasos de peregrina, pues en este tiempo Mi voz resuena en el mundo entero, buscando el despertar de las almas. No descansaré hasta que el último de Mis hijos haya escuchado Mi voz. No podré caminar con vuestros pies sino quieren seguirme; pero a todos les mostraré el camino y les haré el ofrecimiento, para que tengan la oportunidad de reconocer este despertar y elegir por donde seguir.

Mis amados, no hay misterios en Mi presencia. Aquellos que abren el corazón, me sienten y así puedo disipar las dudas de su interior. Aquellos que Me abren el camino, Me verán actuar en sus vidas y en sus hogares. Aquellos que me permitan, verán en cada uno el milagro de Mi conversión. Aquellos que oren Conmigo, verán en el mundo el Poder de Mi intercesión.

Hijos Míos, nos les exigiré nada, les ofreceré todo. Les entregaré el sacrificio, pero también la paz y la fortaleza que los llevará a superar todas las pruebas que se les presenten. Les mostraré el camino para el olvido de sí. Los colmaré de Gracia Infinita, Gracia que nace de la donación al prójimo, Gracia que nace en el servicio y en el júbilo que significa para los corazones el encuentro con Cristo en los más necesitados.

Sientan hoy Mi Amor en vuestros espíritus, Mi manto sobre vuestros seres, Mi amparo, Mi auxilio y, sobre todo Mi Paz. Pues para eso llego al mundo, para estar con Mis hijos y ayudarlos a cruzar el umbral de un nuevo tiempo.

Los amo y los bendigo hoy y siempre.

Su amada Madre, María, Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE GOIANIA, GOIÁS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DEL CIELO, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Conságrense en amor a Mi Reino y a Mi Propósito de Redención y, a través de la oración permanente, traigan al mundo la Paz que necesita.

Veo al mundo desde Mi Reino y siento en Mi Inmaculado Corazón todo el dolor y el sufrimiento en el que viven Mis hijos sobre la Tierra; mas hoy les digo, que el mayor pesar de Mi Corazón y del Corazón Sacratísimo de Dios, es contemplar la ignorancia en la cual viven las criaturas en la Tierra.

Por eso, llego al mundo, para sacarlo de la oscuridad que no le permite ver los Poderes Celestiales y cuán simple sería cambiar el curso de sus vidas y de la vida planetaria.

Hijos Míos, llego al mundo para enseñarles el Poder de lo invisible, el Poder grandioso del amor que guardan en sus esencias. Descubran por sí solos el Poder de este amor, que se fortalece a medida que se ama sin condiciones y sin medida.

El amor en sus corazones debe ocupar el espacio del odio, de la ira, de la amargura, de la competencia, de la envidia y de los juicios. Permitan que este amor, que proviene de Mi Reino, ingrese en sus vidas y poco a poco transforme los conflictos en los que viven vuestros corazones.

El mundo adolece por falta de amor, las familias se pierden por falta de amor, las naciones se destruyen por falta de amor. Deben descubrir el Poder de este amor que nace en el corazón que ora, que clama a Dios por Misericordia, que recibe de Dios el Perdón y entonces aprende cuán grande ignorancia es no perdonar.

Hijos Míos, hoy les pregunto: ¿quiénes son ustedes para no perdonar, si Aquel que es Dios perdona hasta el más grande de los pecadores?

Mis amados, les pido que aprendan con las señales del Cielo y en la simplicidad del corazón oren con verdad, con pureza de intención. Oren por los hombres, por los reinos de la naturaleza, por las naciones, por el planeta.

Caminen en dirección a este camino de conversión, que no es nada más que la conversión de los actos de la vida, la conversión de la falta de amor y de perdón, la conversión de la falta de servicio y de donación, la conversión de la falta de paz y de unión con Dios. Esta es la conversión a la cual los invito en este tiempo.

No vengo para llamarlos a una nueva religión, vengo a conducirlos para una nueva vida. Pues ya no son tiempos de entregar lo que les sobra para Dios y acordarse del Divino cuando ya no tiene otra cosa en que pensar.

Mis amados, son tiempos de definición y Dios aguarda la respuesta de Sus Hijos, aquellos que con amor le entregarán todo de sí y en oración rescatarán las almas que caen constantemente en los abismos del mundo.

Oren con alegría, oren con fervor, oren por la Paz y por la Redención, por las familias, por los niños, por los que nacen y por los que mueren. Oren por los que no conocen a Dios y pidan para que muchos reciban del Padre lo que sus almas, sin percibir, reciben en el día de hoy.

Les agradezco eternamente por acompañar Mis pasos de peregrina y por abrirme las puertas de vuestros corazones.

María, Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE GOIANIA, GOIÁS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA INMACULADA SIERVA DE DIOS, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis amados y pequeños hijos, que la paz de Jesucristo viva y reine en vuestros pequeños corazones.

Como Madre y reina de todos los seres de este mundo y del reino Celestial, llego en este momento para instruirlos y conducirlos por el camino de Paz y de Redención. Camino que los llevará al encuentro con Mi Hijo, el Rey de reyes y que los hará retornar en Gloria a la Morada Celestial de la cual provienen.

Mis amados, Mis palabras llevan al mundo la Paz que necesita, mas para que ellas se expandan y cumplan con la Misión para la cual llegan, necesito corazones que se dispongan a ser eco de Mi Voz; dispuestos a llevar a todos los rincones del mundo este Verbo que ya no puede esconderse más entre unos pocos que se abrieron para responder a Mi Llamado.

Necesito en este momento, que Mi Voz maternal alcance a las almas más perdidas y envueltas por la oscuridad. Necesito que Mi Luz llegue a los lugares más olvidados del mundo, para que todos los seres de esta Tierra reciban en sus corazones el despertar de la Esperanza y de la Fe.

Mis amados, quiero nutrir a quienes tienen hambre y sed de Espíritu. Quiero levantar a los que están caídos. Quiero encontrar a los que están perdidos y fortalecer a los que sufren, a lo largo de los siglos, las consecuencias de las acciones imperdonables de la humanidad.

Traigo al mundo el Perdón, que tocará todas las esencias que se abran a esta Poderosa Gracia. Aun el pecador más comprometido con el mal recibirá de Dios la Luz para liberarse de la situación en la que se encuentra.

Solo necesito que voces sinceras y plenas de Fe, sean eco puro de Mi Voz y que brazos fuertes, plenos del Espíritu de Dios, sean Mis brazos en el mundo, acogiendo a todos aquellos que no tienen amor y que no conocen la esperanza.

Hoy vengo a enseñarles la virtud de la maternidad, porque quiero construir en todos aquellos que Me escuchan, los espejos de Mi presencia, que reflejen en la vida el encuentro Conmigo. A su vez por medio de las acciones, de los sentimientos y de los pensamientos, expresen el Amor que recibieron de la Madre del Mundo, de la Madre Universal.

Hijos Míos, a aquellos que están llenos de valentía, los llamo a recorrer el mundo de norte a sur y de este a oeste, llevando la Buena Nueva del retorno de Mi Hijo y de la presencia de los Mensajeros de Dios en el mundo.

No teman los juicios, las críticas, las persecuciones y las maldiciones que podrán sufrir en este camino, porque así sucedió con Mi Hijo, que venció el mal a través del Amor puro por sus enemigos. De esa manera les enseñó a llevar la Buena Nueva de esperanza para el mundo.

Háganse escuchar en todos los rincones, ya sea en los buenos o en los malos corazones. Dejen que el Amor despierte a los que duermen, convierta a los que niegan y abrace a todos, en un abrazo Divino, en el cual Dios colocará Sus Brazos.

Sepan que los méritos de esta vida, podrán encontrarlos solo en el Paraíso, más les digo, que vengo al mundo desde Mi Reino. Leyendo en las historias de sus vidas sabrán que todo dolor y todo sufrimiento, toda angustia y tristeza y toda la lucha que vivieron, fue poco ante semejante Luz que ingresará no sólo en este mundo, sino también en todo el Universo.

Yo les agradezco profundamente por la persistencia en estar unidos a Mi Corazón y los convido a seguir siempre incansables.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE SÃO JOSÉ DO RIO PRETO, SAN PABLO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Que los ejércitos celestiales, en este día, abran las puertas del Reino de los Cielos ante sus ojos, para que puedan conocer y reconocer la Morada para la cual deben retornar en este tiempo.

Que sus corazones estén dispuestos para recibir las Bendiciones y las Gracias que el Señor está enviando al mundo. Es necesario que cada consciencia dé su consentimiento y envíe al Universo un fuerte y determinado “sí”, para que la Luz de Dios descienda a sus vidas.

Vengo al mundo para sacar de la ignorancia a toda la humanidad que vive en la falsa creencia de que el mundo y la vida están encerrados en la materia, en lo que puede ver y tocar.

Mis amados, llego hoy, para mostrarles que no saben nada sobre la vida de superficie de la Tierra y menos aún sobre la vida Celestial. Hasta hoy vivieron en este mundo como niños que no conocen verdaderamente el valor de la vida y muchos se niegan permanentemente a crecer. Es tiempo de que la humanidad madure y no viva más como una raza de jóvenes y adolescentes que actúan sin percibir las consecuencias de sus propias acciones.

Llegó la hora en que el Señor dará a conocer al hombre el producto de su vida y todos los frutos de los árboles que plantaron a lo largo de la existencia humana, surgirán ahora.

No les digo que teman, porque no es el temor que traigo a sus vidas. Les digo solo que despierten, porque la madurez, para muchos, traerá dolor, mas para otros, traerá la alegría de conocer un Universo que estuvo oculto durante toda la historia de la humanidad.

Mis amados, como Madre del Mundo y Madre Universal, debo alertarlos de que ya llegó el momento de descubrir ante ustedes una vida universal, que siempre estuvo aquí y que nunca pudieron encontrarla.

Mis amados, estén abiertos para dar un gran salto, como consciencias y como humanidad, mas caminen con alegría, con la misma alegría de un niño que ingresa en una escuela nueva, en un nuevo grado de su aprendizaje. Es así como se encuentran hoy, ingresando en un nuevo grado de su evolución, que para muchos será mayor de lo que podrían alcanzar por sí solos. Para esto estoy aquí, para ayudarlos a dar ese salto, para indicarles el camino y sostenerlos durante todo este aprendizaje, que es el primero de muchos otros que vivirán en el Paraíso.

Hijos Míos, comprendan la importancia de estos tiempos, porque el “sí” que dan en el día de hoy, representará la respuesta de toda la consciencia humana y determinará el curso de la evolución de sus almas.

Como Madre de cada uno de ustedes, estoy dispuesta a guiar sus pasos y sostenerlos en cualquier circunstancia. Solo les pido que, si aceptan seguir Conmigo, sean fieles a Mis instrucciones, que no les pedirán nada más que un corazón puro y abierto verdaderamente para la vivencia de lo Sagrado y de lo Superior, a través de la oración, del servicio y del amor para con todos los reinos de la naturaleza.

Les agradezco por aceptar ingresar Conmigo en este camino de Redención.

María Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ DE RIO PRETO, SAN PABLO, BRASIL,TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Abre los ojos y ve cruzar el cielo, al Rayo de la Misericordia que el Señor envía al mundo. Ve abrirse los portales de un Reino Sublime, donde habita lo más puro y bello que existe en la creación. Abre los ojos y ve llegar al mundo las Huestes Celestiales, para auxiliar a los que padecen y rescatar a los que están perdidos.

Abre la puerta del corazón y descubre el misterioso acontecimiento que se acerca a tu vida. Ábrete hijo Mío, en consciencia, para un nuevo despertar, para una nueva vida.

Mis amados, un nuevo amanecer surge en el horizonte del mundo y un nuevo sol despunta para iluminar la vida de todos los seres y para hacerlos ver todo aquello que hasta este momento estaba oculto en sus vidas. Este sol llega al mundo para retirar de la ilusión a las almas perdidas y hacerlas reencontrar el camino del cual se desviaron hace tanto tiempo.

Hoy solo les digo que abran los ojos, el corazón y la consciencia. Esto se hace con la intención y con la oración verdadera. Ábranse para descubrir las nuevas posibilidades de la vida que Dios entrega a la humanidad; ábranse para descubrir una posibilidad de vivir en Paz en un mundo que agoniza; una posibilidad de volverse servidores y pacificadores de este mundo.

Mis amados, los convido hoy a ser curadores de esta Tierra herida, sanadores de almas perdidas y moribundas, que mueren en vida y entregan al enemigo todas sus posibilidades de Redención.

Hoy los llamo urgentemente a despertar hacia una vida de unidad, que supere las fronteras de las religiones, de las razas, de las creencias y de las naciones. Hoy los llamo a la Reconciliación con el prójimo y con Dios, para que no teman aceptar lo Divino que se aproxima a sus vidas y que les ofrece nada más que una vida de entrega permanente, de servicio y de Paz.

Vengo al mundo para que la humanidad despierte del sueño en que vive y para que se manifieste en la Tierra el arquetipo del Amor que Dios pensó para el hombre.

Hijos Míos, sus vidas son preciosas delante de Dios y no importa cuánto le fallaron a lo largo de los siglos, la Grandeza de Dios está en lo imprevisible de sus consciencias y Su Gloria se manifiesta en la conversión de las almas del mundo.

Este es un tiempo de urgente conversión, porque todas las Gracias ya fueron derramadas sobre el mundo y muchos se negaron a percibir. Mi presencia llegó al mundo de diferentes formas y Me hice visible a muchos de Mis hijos, para que todos los seres tuviesen la posibilidad de estar a Mi lado. Dios intentó llegar a todas Sus criaturas, pero ellas están ciegas y sus corazones están tan cerrados, que no quisieron ver y sentir esta presencia.

No nieguen más, hijos Míos, el auxilio que se les está enviando. No ignoren más los tiempos que se aproximan, pues hoy el despertar les llega pleno de Misericordia. Mi Amor toca suavemente sus corazones llamándolos a vivir una vida de Paz y fortaleciéndolos para que alcance esta Paz en cualquier circunstancia. Mañana llegará al mudo la Justicia, que despertará a muchos a través del sufrimiento y del dolor y eso sucederá por la elección que cada alma realizó ante las oportunidades que Dios les ofreció.

No vengo para causarles temor, hijos Míos, solo vengo para advertirlos de que otros tiempos llegarán y las consecuencias de las acciones de la humanidad ya están sobre el mundo.

Elijan la Paz y vivan la oración.

Oren con fervor y pidan Misericordia para los que aún duermen.

Les agradezco por acompañar Mi Misión de Salvación de las almas.

María, Madre y Reina de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

 Hijos Míos,

Antes que se inicie una guerra entre el caos y las fuerzas mundanas, ustedes deben fortalecer sus espíritus con el poder de la oración.

Yo los preparo en este tiempo, como preparé a los apóstoles de Cristo en un tiempo pasado, para proclamar sin miedo la Buena Nueva del Reino de los Cielos, en cualquier tipo de oscuridad.

La vida de los apóstoles de Cristo permitió la salvación de muchas almas y gestó, en aquella época, la posibilidad del despertar que muchos viven hoy.

Por eso llego ahora al mundo, para preparar a aquellos que darán la posibilidad de vida a otros y que sacrificarán la propia existencia, a fin de que otros puedan despertar a las Verdades de Dios.

Hijos Míos, Mi oferta es clara, sincera y proviene del Corazón de Dios. Sé que para muchos parecerá algo doloroso, pero para el corazón que se autoconvoca no habrá mayor mérito sino el sacrificio por los demás, ni existirá mayor victoria que la derrota de su propia voluntad para entregarse definitivamente en las manos del Creador.

Muchos creerán que están listos para vivir esta entrega. Miles pondrán sus pies en esta senda. Pocos serán los que persistirán después de los primeros pasos, después que reconozcan que para vivir los Planes de Dios deberán dejar totalmente los propios planes, incluso la aspiración de vivir para concretar la Voluntad Divina.

Mis amados, Mis Palabras no serán alentadoras para muchos, pero llevarán a tantos otros la fuerza que necesitan para seguir adelante. Los espíritus valientes se fortalecen en las adversidades y crecen en las pruebas que le son enviadas.

Sepan que mi verbo llega al mundo para reclutar soldados y despertar a los que duermen.

Hoy llamo a los que caminarán a Mi lado, a los que lucharán Conmigo para que el Plan de Dios se establezca en la Tierra, y digo que otros quedarán siempre bajo Mi manto, protegidos por la valentía de algunos pocos. No se preocupen, a cada ser le corresponde cumplir una parte en el Plan de Dios. Y si hoy no sienten que están disponibles para vivir una batalla cuerpo a cuerpo, solo manténganse firmes en la oración verdadera y sustenten con el corazón y con el espíritu a los que darán el todo por el Todo.

Mis amados, son tiempos de definiciones, y existen muchos caminos para seguir, caminos que llevan a Mi Corazón. Solo cuiden y vigilen para no engañarse a sí mismos y seguir por caminos que no son los que Dios escogió para sus vidas.

En estos tiempos, cada corazón que se abra verdaderamente será capaz de saber cuándo se está equivocando. Solo deben estar dispuestos a saber toda la verdad sobre sí mismos y permitir que la primera máscara que caiga delante de Dios sea la propia.

Mis amados, no se engañen más, no vivan cosas que saben que no es la Voluntad de Dios. Llegó la hora de vivir las consecuencias de los propios actos y recoger los frutos de los árboles que plantaron a lo largo de sus vidas.

Hoy en día, los frutos de sus acciones madurarán rápidamente. Apresúrense a plantar buenos árboles con buenas y verdaderas obras, sobre todo verdaderas.

No importa que no cumplan con aquello que el mundo espera de ustedes, tampoco con lo que cada uno espera de sí mismo; solo arriésguense a vivir la Voluntad de Dios manifestada a sus corazones, porque la voz del Creador ya resuena en los planos internos, decretando Su Voluntad a los que saben oír.

No desperdicien el impulso divino que llega a sus vidas. Solo caminen, caminen sin mirar atrás, ni para los costados. ¡Solo hacia el horizonte! Sean valientes de corazón y de Espíritu. Yo los sostendré.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

La que los ama y les agradece siempre por escuchar Mi último llamado.

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA FIESTA DE LA MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

¡Alégrense y regocíjense ! Pues Aquella que es portadora del Espíritu de Dios, llega a sus vidas, para derramar el Espíritu de Redención y Vida sobre vuestras almas..

¡Alégrense todos! Canten y oren con fervor, para conmemorar el día en que, de forma especial, Dios se manifiesta a través de Su Sierva fiel.

Que sus almas canten y sus espíritus glorifiquen a Dios, pues Él concedió al mundo un día de mayor Misericordia, un día de Salvación y de renovación en Su Santo Espíritu.

Mis amados, desde hoy, este día será para sus vidas y para el mundo entero un día dedicado al Espíritu de Dios, porque el Ave Luminosa descenderá sobre el mundo y sobrevolará los abismos, rescatando a aquellos que padecen en la oscuridad.

Este será un día glorificado por su infinita Misericordia y será conocido en todos los rincones del mundo, por la grandiosa Gracia que el Señor concedió a la Tierra. En este día Su Espíritu se aproximará al mundo y Sus Divinas Manos, tocarán los corazones de aquellos que sufren y que fueron condenados por sus propias acciones, a vivir en el fuego eterno del sufrimiento.

Hasta las faltas más imperdonables recibirán Misericordia; hasta el alma más perdida verá en su horizonte una luz que brilla; hasta el corazón más cerrado, verá derrumbarse sus duras estructuras, porque el Señor enviará al mundo Su Sierva, que en el medio de tan gran caos, expandirá para siempre Su Luz.

Este será un día conocido para la eternidad, porque aun delante de los templos de Justicia, las almas que Me glorifiquen y clamen por Mi presencia, abrirán las puertas del mundo, para que ingrese un gran caudal de Luz Infinita, de Luz Divina, de Luz Curadora.

Esperarán, con alegría y esperanza la llegada de este día, porque el Sol brillará en medio de la oscuridad y los ojos se ofuscarán delante de tan gran Luz. Los pecados más arraigados serán borrados de las almas pecadoras y los sufrimientos de los corazones que se abran a la Redención serán disipados.

Hijos Míos, comprendan la grandeza de la institución de este día y cuán infinita Misericordia Dios entrega al mundo, al conceder a Su Sierva la posibilidad de estar entre Sus hijos eternamente y de venir en su auxilio aun en los tiempos de pruebas, para mostrarles el camino cuando todo les parezca perdido.

Que este día encienda la esperanza en las almas, porque vendré al mundo, trayendo en Mis brazos la posibilidad de Cura y Redención para todos Mis hijos, todos sin excepción.

Este será un día conocido por la Infinita Gracia que descenderá sobre la Tierra; por eso quiero que anuncien al mundo, que siempre habrá un motivo para seguir adelante y para convertir los errores de la vida. Siempre habrá una oportunidad para aquellos que abran las puertas del corazón. Incluso durante los tiempos de mayor caos, cuando sus ojos solo vean la oscuridad y sus corazones no encuentren el aliento que siempre sintieron, no se cansen de esperar.

Cuando menos piensen surgirá en el cielo como Ave de Fuego, como Ave Luminosa, como Sol Radiante, Aquella que vendrá en su auxilio. Su silueta de Luz será vista por todos los corazones sedientos de Redención y, solo un toque de Sus manos bastará para redimir para siempre a aquellos que persistieron aguardando Su retorno al mundo.

Vayan, hijos Míos y anuncien al mundo que los días de sufrimiento cesarán y que la alegría debe reinar en las almas para siempre, porque Infinita es la Gloria de Dios y eterna será Su Misericordia.

Canten y oren con amor y enseñen a orar a todos cuantos pudieren, porque esta será la única llave para abrir las puertas del Cielo. Si algún día sus labios no pudieran más pronunciar palabras de alabanza, enciendan en el corazón y en la intención del espíritu, clamen por Mi presencia. Siempre vendré en vuestro auxilio.

Su Amada Madre, María, el Sol que concibe en su vidas a la Divina Trinidad.

Les agradezco eternamente y más les agradeceré por persistir a Mi lado a lo largo de los días.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Bienaventurados serán llamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en la Tierra hacen florecer las semillas de la vida que recibieron.

Bienaventurados serán proclamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en vida sufrieron las dificultades del mundo y, con alegría, supieron superar los obstáculos para cruzar el umbral de una nueva raza.

Bienaventurados serán conocidos, en el Reino de los Cielos, los que se esforzaron hasta el fin de los días, para superar los códigos materiales e instaurar los códigos divinos en su ser.

Bienaventurados serán los que hoy se autoconvocaron para servir en un ejército de paz e, incansablemente, confiar en la Mujer Vestida de Sol, que los tiene en Sus brazos y bajo Su Manto de Luz.

Bienaventurados serán, en Mi Reino, los que ya son bienaventurados en la Tierra, porque conocieron la Palabra de Vida, la amaron, la expandieron y la pronunciaron para que hiciera eco en todos los corazones del mundo.

Bienaventurados serán los que hoy están delante de Mis ojos, los que reconocen Mi Presencia y la Divina Presencia de Mi Hijo, sin temer los juicios de esta Tierra.

Bienaventurados se tornarán ante Dios Padre los que hoy maduran en el silencio los frutos de la salvación y, con valentía, crecen en la fe y en el amor al Plan de Dios.

Hijos Míos, los imperfectos de hoy, si persisten en el Propósito Divino, serán Mis bienaventurados de mañana. Porque cumplirán, sin percibir, con el Plan de Dios y, aunque muchas veces sea en el secreto del propio mundo interior, harán florecer una nueva raza a imagen y semejanza de Dios, de Su Divino Amor y de Su Unidad.

Todos los esfuerzos de hoy culminarán con la gloriosa victoria del mañana. Por eso, no miren hacia el pasado ni detengan la atención en lo que son hoy, sino coloquen toda la fe y la confianza en las promesas de Aquel que es perfecto y que prometió que, en los que se entregan de corazón, operará milagros de transformación y de conversión eterna.

Permítanse ver a través de Mis ojos y sentir a través de Mi Corazón; así, encontrarán la perfección que duerme en el interior de cada ser y podrán ver Conmigo el nacimiento de nuevos soles que brillarán más allá de esta Tierra.

Mis pequeños, vengo al mundo para hacerlos despertar y para darles a todos la oportunidad de convertir y redimir el pasado, transformándolo en un presente de Gloria de servicio al Altísimo. Por eso, solo abran sus corazones y sus consciencias y, así, los Mensajeros que descienden de los Cielos, a pedido del Gran Señor, obrarán en todos los espacios de la materia y de la vida sobre la Tierra. 

Pueden no confiar en lo que conocen de sí mismos y serles costoso creer en la transformación de una materia tan corrupta, pero su confianza no debe estar en sí mismos, sino en Dios y en Aquellos que están delante de ustedes y que descienden del Trono del Creador con un Propósito enviado por Él para Sus criaturas.

Dios los conoce con perfección a cada uno de ustedes y sabe del potencial oculto que deben desarrollar. Por eso, solo digan sí diariamente y, como buenos niños, déjense conducir por su amada Madre Celestial.

Que el Niño Rey, nacido en sus esencias, ahora crezca sin detenerse y madure la vida divina que nace sobre la Tierra. 

Yo los amo y los conduzco, haciendo crecer en sus corazones el Poder del Espíritu de Dios. 

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, MADRE DE JESÚS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Peregrinen, en este día, por el largo camino de sus consciencias, un camino interior, en el cual encontrarán algunos obstáculos para ser traspasados, algunas pruebas para ser vividas y algunos recuerdos para ser perdonados y olvidados.

Busquen caminar por el mundo interior, con profunda paz y alegría y, aunque el encuentro con algunas situaciones les cause dolor, procuren sobrellevarlas con la alegría de ese día.

Permítanse, hijos Míos, ser guiados por la Estrella de Belén hasta el lugar más simple y puro de su mundo interior; lugar que, para muchos, es desconocido, pero que existe y que ya está pronto para recibir al Hijo de Dios.

Hoy, el Señor les oferta una posibilidad de liberar y curar antiguos dolores, miedos, culpas, antiguos errores y sufrimientos. Hoy, el Señor les da a conocer, a muchos de Sus hijos, lo que deben transformar en este tiempo. Porque, para vivir una transformación efectiva y contundente, necesitan conocer, de sí mismos, todo lo que está para ser convertido. Sin embargo, confíen en la Gracia, que les es concedida, de ser guiados por la Sierva Fiel de Dios y no se impresionen con lo que puedan ver de ustedes mismos. 

Aquellos que se permitan dar un paso en este día, se verán delante de un pasado a ser redimido y de todo aquello que escondieron de sí mismos durante tanto tiempo.

Hijos Míos, hagan de este día un día de Gloria y, de esta purificación, el prenuncio de la llegada gloriosa de Mi Hijo Jesús. Porque estarán construyendo para Él un espacio vacío y puro, en donde Él podrá habitar con libertad y podrá reinar con la totalidad de Su perfecta Consciencia. 

La grandeza de este día se manifestará en las consciencias del mundo, de acuerdo con la apertura de cada uno a lo que le está siendo ofertado. La profundidad con la cual Dios obrará en sus consciencias se dará a partir de la apertura de sus corazones. Por eso, estén dispuestos a vivir algo nuevo, desconocido, que revolucione su mundo interior. 

Hijos Míos, hagan del peregrinar de este día un momento semejante al vivido por José y María en la noche del Nacimiento de Jesús.

A José y María les fue revelado mucho, mientras se aproximaba el Nacimiento del Mesías. Ellos se ofertaron para conocer y curar el mal que vivía en la humanidad de aquella época. Mientras se aproximaba el Nacimiento de Cristo, a través de la peregrinación de José y María, fueron siendo convertidas y transmutadas las energías de la lujuria, de la avaricia, de la vanidad y de la soberbia que se expresaban, en aquella época, con mucha intensidad en los seres humanos. 

Los dolores de parto de María se tornaron más intensos de lo que normalmente se sentían. Experimentaron la desolación y la aflicción de no poder dar a Cristo un lugar seguro para nacer, y esta experiencia de purificación culminó al comprender la Voluntad de Dios y dar vida a Jesús en un establo, experimentando la más pura humildad y alegría y descubriendo así, que todo había de ser curado a través de la humildad, de la pureza y de la fe en la Voluntad de Dios y en Su divina conducción. 

Hoy, para los corazones del mundo, no será diferente. Si se lo permiten, el Señor les dará a vivir una grandiosa experiencia que culminará en el descubrimiento del vacío de sí y en la entrega a la divina humildad. 

Mis amados, alegren hoy sus pequeños corazones y caminen Conmigo, que seré Su Estrella de Belén y, a través de la oración, los conduciré al Nacimiento de Cristo en sus esencias. 

¡Les agradezco por permitirme guiar sus vidas! 

Yo los amo siempre.

Su Madre, María de Nazaret, Estrella de Belén

MENSAJE MENSUAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos,

Así como Mi Corazón jamás se cansa de venir a vuestro encuentro, también ustedes deberán ser incansables en la búsqueda de la consagración de la vida a Mi Inmaculado Corazón.

Ha llegado la hora de consolidar los pasos que ya se construyen en sus almas y, para eso, solo les pido que recuerden día a día la simplicidad del corazón.

Mi presencia ya vertió Gracias infinitas sobre vuestros pequeños corazones. La cura que existe en Mi Reino ya fue derramada sobre vuestras almas, curando así todo aquello que les impedía aproximarse a una realidad Divina. Deben ahora confiar en la grandeza de estos milagros que llegan al mundo y sobre ellos construir una morada segura en la cual recibirán a Mi Hijo.

Mis queridos, Mi Corazón se alegra porque llegó el momento que las almas se confirmen en este sagrado camino. Todas las puertas que conducen a Mi Reino hoy están abiertas y, a todos aquellos que necesiten de auxilio para ingresar en este Reino, les será concedida la ayuda que necesiten.

Es por eso, Mis amados, que contemplo con alegría el momento de pruebas que muchos de Mis hijos están viviendo, porque este momento no es nada más que una oportunidad de madurez y fortalecimiento del espíritu que el Señor entrega a Sus pequeñas criaturas.

En este tiempo quiero ver relucir una sonrisa en el rostro de Mis hijos y que, de esta forma, demuestren al mundo que les fue entregada la Alegría Divina de estar al lado de la Sierva fiel de Dios.

Mis amados, una vez más les digo que vengan sin demora a Mis brazos y que no esperen los pasos de otros para entregar vuestras vidas. Sean pioneros en el descubrimiento de un amor que nutre y hace renacer los espíritus que están caídos y, a través del ejemplo de vida, den al mundo el testimonio de Mi presencia.

El mayor milagro que realizaré al final de este tiempo es el milagro de la conversión de los pecadores más perdidos; es el milagro de enseñar a amar a los corazones que se sentían más cerrados; es el milagro de curar y redimir a todos los espíritus que jamás creyeron que podrían retornar a Mi Reino.

Hijos Míos, estar a Mi lado no es una Gracia concedida a pocos, es una oportunidad universal que el Señor entrega al mundo. Por eso, vengan a Mí todas las criaturas de la Tierra, los que se sienten dignos y los que se sienten indignos de acompañarme, porque para Mí no existe predilección. Las almas son todas iguales delante de Dios: criaturas salidas de una misma Fuente para la cual deben retornar en este tiempo, así como están.

Yo los bendigo y los recibo en Mis brazos.

Que la Divina Alegría que irradia Mi Corazón se exprese en vuestras vidas.

María, Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Vengo al mundo, como Madre Curadora, curadora de almas y de los corazones que más sufren.

Vengo para decirles que Mi Amor es la cura de todos los males en cualquiera de los cuerpos, pues no existe nada delante de Dios y de Su infinita Piedad y que bajo la intercesión de Su Sierva, no pueda ser curado.

Mis amados, Mi presencia en el mundo es la cura para todas las faltas de la humanidad, es la  cura para todos los reinos de la naturaleza, es la cura para el planeta mismo, que hoy agoniza permanentemente.

Este Amor que les traigo y que es el remedio perfecto para todos los males, debe derramarse sobre el mundo, por medio de recipientes limpios, puros, verdaderos y simples, que puedan reflejar el Amor que les traigo día a día.

Por eso vengo hasta Mis pequeños hijos, para formar aquellos que serán los espejos de Mi Paz y de Mi Misericordia, a través de los cuales Yo daré testimonio de Mi presencia en la Tierra.

Aquellos que no Me ven y no Me sienten, Me verán y Me sentirán en los ojos y en el corazón de aquellos de Mis hijos que entregaron completamente sus vidas en Mis brazos y ya no viven para sí, sino para Dios.

Hijos amados, para vivir la imitación de la Sierva de Dios y expresar en la Tierra la igualdad con Ella, primero ábranse verdaderamente para vivir este maravilloso hecho y después persistan eternamente en este camino de constante caer y levantarse. Porque para que Yo pueda vivir en sus corazones y Ser en sus vidas, todo aquello que no es semejante a Mi Corazón debe extirparse y, muchos deben soltar lo que no son, para estar vacíos delante de Dios. Es y será muy doloroso, mas no tengan miedo y procuren amar este propósito de vida, porque el propio Amor también podrá actuar y transformar aquello que está arraigado en sus consciencias.

No se preocupen si no son perfectos y si constantemente descubren que, aquello que para ustedes ayer era una gran e inmutable verdad, hoy se volvió una pobre ilusión. Los ojos que maduran se transforman y, para todo niño es difícil abandonar las ilusiones de su infancia, mas para él es mucho más importante lo que le espera en su madurez.

Hijos amados, ya no son niños en espíritu y consciencia y llegó la hora de madurar y de vivir en la materia, lo que ya saben que existe en el silencio del corazón. Solo les pido que jamás se desanimen y que sean capaces de volverse niños moldeables en las manos del Creador.

No teman dejar atrás lo que fueron hasta este instante y, que la Fe en algo superior y desconocido, sea mayor que las incomprensiones que hoy le llegan al mental. Un niño jamás comprenderá la vida de sus padres, por más que crea que la comprende, hasta que se vuelve adulto y mira hacia atrás, para ver cuán engañado estaba y cómo realmente no sabía nada de aquella vida.

Caminen solo en la Fe del corazón, sabiendo que hay mucho que curar en todas las consciencias de la Tierra. No hay, ni nunca hubo en el mundo, quien haya alcanzado la santidad de Cristo, pero sí existen aquellos que la buscaron perseverantes hasta el fin de la vida y hoy continúan buscándola en el Reino de los Cielos, y ahora caminan al lado de Cristo por el mérito alcanzado en la Tierra.

Felices los que perseveran en la búsqueda de la perfección, con alegría y paz de espíritu. Jamás pierdan la Paz que traigo a sus vidas y, día a día permítanse estar en Mis brazos maternales.

Aquello que no puedan alcanzar por sí solos, esfuércense por ofrecerlo verdaderamente a Dios y dejen que Él que es perfecto, se haga cargo de Sus imperfectas criaturas.

Yo los amo siempre y estoy al lado de cada uno de ustedes

María Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE CURITIBA, PARANÁ, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Entra directamente en Mi océano de Paz y, a través de la oración, encuentra el aliento y el refugio de tu alma, mente y cuerpo. Ejercita estar en Mi Corazón todas las veces que sea posible y aspira cada vez más a vivir este encuentro Conmigo; cada día que entran en contacto con la Paz que traigo de los Cielos, fortalecen y maduran la morada interior, el espacio de eterna Paz que construyo en vuestros corazones.

Quiero que Mis hijos aprendan de la constancia y de la perseverancia porque sin estos dos atributos, los pasos interiores de vuestros seres no podrán consolidarse.

Hoy, es necesario que alcancen algo más que una experiencia interna Conmigo, algo más que un momento de encuentro con Mi Corazón. Es necesario que puedan alcanzar la vivencia de lo que les traigo, la imitación de Mi Consciencia, que así como la de Jesús y la de José, expresaron el modelo perfecto de vida sobre la Tierra.

Aprendan de la serenidad y la paz e intenten una y otra vez, salir de la vida común de la consciencia humana, pues hoy les traigo esta posibilidad, tal como les traje a lo largo de los siglos.

Hijos Míos, aquellos que sepan ver y recibir las Gracias de Dios, percibirán en el corazón, que no hubo en el mundo un momento más precioso que este que viven hoy.

Los Mensajeros Divinos, llegan a varias partes del mundo, entre las diferentes consciencias que se expresan en la Tierra, llegan en diferentes naciones, con diferentes culturas, mas trayendo un mismo Mensaje.

No vengo para crear una nueva religión, sino para unir en el Corazón de Dios todas las religiones que ya existen.

No les pido que sigan alguna creencia, secta o doctrina. Mi enseñanza parte del Corazón de Dios y para Él debe estar orientada.

No les traigo en este momento un arquetipo de religión, sino un arquetipo de vida, permanente. No son palabras para que solo las mediten en el interior de un templo, o de una iglesia, son impulsos divinos que serán vividos, aplicados en la consciencia, transformando toda la materia corrompida a lo largo de los siglos.

Mis amados, les pido hoy, que den un gran salto en la consciencia. A aquellos que se animen y se propongan este salto, aún más Mis brazos los ampararán y los elevarán hasta el grado que deberán alcanzar.

Pero es necesario que cada uno tenga la firme decisión de lanzarse en esta transformación de vida y, con valentía se dirija a un mundo nuevo, que no encontrarán fuera de ustedes mismos, que no verán en la vida material hasta que no lo construyan en su propio interior.

La Vida Divina ya existe en cada ser; Dios es en Sus criaturas, pero estas deben saber encontrarlo escondido y silencioso en el propio corazón.

Busquen con paciencia este Dios escondido y no teman equivocarse en esta búsqueda, porque caer forma parte del caminar espiritual. Cada vez que se enfrentan con un error, pacientemente extiéndame sus manos y Yo los colocaré nuevamente en pie.

Sigan así, entre pequeñas y grandes caídas, de esta forma el camino se hará más corto y, más cerca estará el Reino de Dios.

Los que se animan a trascender las barreras de su existencia y superan los límites impuestos por la propia mente, se llevarán una sorpresa en sus vidas y en sus esencias y todo lo que les parece tan misterioso y tan distante, se volverá pequeño y cercano a sus vidas.

Es entonces, que surgirán otros misterios y más grandes abismos desconocidos serán visibles y, en la vastedad del Universo, seguirán esta jornada propuesta por Dios para Sus criaturas.

Cuando caminar permanentemente sea la única meta, verán con los ojos del espíritu la Consciencia Divina que los abraza.

Les agradezco por estar hoy Conmigo, develando las palabras de Mi Corazón.

María, Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE CURITIBA, PARANÁ, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE Y REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Que la Gloria de Dios viva y reine en cada uno de vuestros corazones.

Queridos hijos: con profunda alegría recorro el mundo y, Mis pasos de peregrina Me conducen hacia aquellos que más necesitan, para que despierten el Amor y la Fe eterna en Mi Inmaculado Corazón.

Vengo como la Reina de la Paz, para establecer Mi Reinado en el mundo porque esta Tierra necesita despertar a la Paz, sobre todo porque el corazón humano carece de este atributo universal y divino.

Hoy traigo la Paz de Mi Corazón, como atributo primordial para la vida sobre la Tierra. Los que se vuelvan pacificadores no perecerán ante las tribulaciones que ya vive el mundo.

A pedido del Señor, recorro todas las naciones pacificando las almas. Así, ante la prueba mayor del último umbral a ser cruzado por la Consciencia, Sus criaturas podrán dar los pasos necesarios con profunda armonía.

Los que tengan ojos para ver y corazón para sentir, saben cuánta Paz necesita el mundo para equilibrar los múltiples conflictos que existen entre los seres, entre las naciones y entre los hombres y Dios.

Retorno al mundo una y otra vez, para dar testimonio, con Mi presencia, de la existencia de un Universo Mayor, vivo y pleno y que aguarda el despertar de todos los seres.

Si bien no tengo el premiso de presentarme ante los ojos de todos Mis hijos, sí puedo mostrarme al corazón de todos los que me abren las puertas. Mi presencia en vuestras vidas, no se manifiesta en la mente, Mis queridos, sino en lo profundo del corazón.

Cada uno de Mis pequeños hijos recibirá el toque de Mi Paz, de la forma que necesite y de la forma que Me permita hacerlo.

A las almas simples, devotas y abiertas de corazón, les será mostrado Mi Reino, mas no será por predilección a ellas sino porque, por mérito propio, su fe abrirá las puertas del Cielo y la llave que brotó de vuestros corazones les mostrará la entrada de este Reino.

Hoy quiero que comprendan que la razón primordial de la existencia de todos, es el despertar del Amor verdadero, del Amor que dona todo de sí y se vacía ante el Universo. Mi Corazón y el Castísimo Corazón de San José y el Sacratísimo Corazón de Jesús, llegan en este tiempo de cambios para mostrar el camino que debe recorrerse, que al contrario de lo que muchos piensan, es un camino de simplicidad y de humildad.

Lo que sucede es que Mis hijos están tan separados de la vida divina, que muchos perdieron el vínculo con los atributos celestiales que les fueron infundidos en su origen. Mas hoy les digo, no se desanimen, porque cada una de las virtudes que deben vivir, están latentes en el interior de cada uno de ustedes y poco a poco, podrán encontrarlas, a medida que las busquen.

Despierten Mis pequeños, ¡despierten! Una vida mayor os aguarda y, Mi presencia os llama para vivir esta realidad sublime. Por eso estoy aquí hoy, entre ustedes y los acojo bajo Mi manto, protegiéndolos y conduciéndolos siempre.

Agradezco a esta ciudad, por abrirme las puertas del corazón.

Agradezco a cada alma devota, que clamó por Mi presencia en este lugar y, hoy les digo: aquí estoy, Mis queridos, Su Madre Divina vino a vuestro encuentro.

¡Que la Paz reine en vuestras vidas!

María, Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE SÃO JOSÉ DO RIO PRETO, SAN PABLO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Benditos sean los que reúnen sus fuerzas para estar Conmigo en estos tiempos, los que se esfuerzan por superar, día a día, los límites que el mundo y el propio cuerpo les imponen.

Hijos Míos: estoy con ustedes para enseñarles a vivir los últimos tiempos y para que traspasen este umbral con valentía y paz en el corazón.

Por eso cada día les pido un esfuerzo más, y al mismo tiempo que los conduzco por un camino de sacrificios, los acompaño paso a paso, irradiando la Paz que nace en Mi Corazón y que se expande por el mundo.

De esta forma, abren un espacio para que Yo esté presente en vuestras vidas; aún cuando estén colocando lo mejor de ustedes, nunca les faltará paz y fortaleza para ofrecer siempre más.

Hoy les digo que cuando les pido algo aparentemente inalcanzable, es para mostrarles a ustedes mismos, que son capaces de hacer mucho más de lo que hacen hoy.

Cada día que pasa les pediré un poco más y les haré donar de sí mismos aquello que no sabían que tenían. Poco a poco percibirán que lo imposible se volvió simple y lo inalcanzable despunta en el horizonte.

Cuando llegue la hora de cruzar el umbral de una nueva raza, muchos estarán en la plenitud de la raza humana, como Dios la idealizó en el Universo.

Solo quiero que sean simples y maleables como el agua, que sean verdaderos y puros en sus acciones, así las Manos Creadoras podrán actuar en sus vidas y en sus consciencias.

Aquellos que Me dijeron sí, que se renueven cada día en este sí y que cuiden de no poner condiciones en su entrega. Si estuvieran atentos a lo que les digo hoy, verán que todavía Me dicen no, muchas veces, creyendo que están profundizando en esta entrega.

Al despertarse y al dormirse, renueven su adhesión al Plan Divino. Si hoy están cansados, prepárense, Mis queridos, porque no conocen nada de lo que tengo para cada uno de ustedes. Mas no teman, porque los preparo a medida que les ofrezco nuevos sacrificios y no colocaré piedras en sus caminos que no sean capaces de pisar.

Quiero agradecerles en este día el Amor con que Me recibieron en esta ciudad al decirles, hace mucho, que esperaba llegar a este lugar y despertar a aquellos que se comprometieron Conmigo hace tanto tiempo.

Vengan queridos, vengan a Mi encuentro, porque Mis brazos los esperan y el Señor los espera para el retorno en redención a la Morada Celestial.

Yo los amo y los acojo en Mi manto.

Les agradezco la respuesta a Mi Llamado,

María, Su Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE BRASILIA, DISTRITO FEDERAL, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE Y REINA DEL MUNDO, LA VIRGEN MARÍA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Cuando los Cielos se abren hacia la Tierra, se abre para el mundo una posibilidad de Redención.

Cuando Mis pies tocan este suelo, una vez más traigo a la humanidad todos los códigos que existen en el Reino de los Cielos.

Cuando abro Mis brazos y permito que de Mi Corazón fluya el Amor que recibo de Dios, derramo sobre las criaturas el verdadero Mensaje del Creador, que es Su Amor puro y Su Eterna Gracia.

Cuando las pequeñas criaturas responden al Universo, orando y vigilando en devoción, una luz se enciende en la Tierra y el Creador contempla entonces el fervor de Sus criaturas y comprende este llamado como pedidos de auxilio de toda la humanidad.

Mis amados, para Nuestro Señor y Dios, nada está separado, el paso de uno de Sus hijos es el paso de todos. De la misma manera, un paso que no se da es una oportunidad perdida por todos los hombres.

Aquellos que oran con amor y Me dicen sí, renovándose día a día, permiten que mes a mes Mi Corazón retorne al mundo e interceda por toda la humanidad.

Cuando les digo que contemplo el surgimiento de una nueva raza, es porque veo en vuestros corazones crecer la semilla que Dios plantó en el origen de la creación y que ahora, Sus Jardineros hacen crecer y florecer.

Como ya les he dicho, Mis amados, cada uno tome como suyas Mis palabras y siga el camino de Redención. Cada uno responda, por sí y por toda la humanidad, a este pedido de Paz y, si buscan la Paz en el mundo, cada uno sea pacificador de su propia vida.

Las grandes conquistas del mundo se alcanzan a través de las acciones más simples, no obstante, verdaderas; acciones que realizan con el corazón y con la intención de que sean irradiadas a toda la consciencia humana.

Mis amados hijos, cada uno de ustedes forma parte de un único Proyecto Divino. Proyecto que se torna posible a través de la vida de Mi Hijo Jesús. Ahora es el momento de imitar Sus pasos y de vivir en los tiempos modernos esta conversión.

Cada uno de ustedes debe contemplar en el corazón el propio camino de imitación de Cristo, permitiendo que Dios les muestre cuál es Su voluntad para este tiempo y cómo encontrarán el camino crístico en los tiempos actuales.

Hijos Míos, ya no sostendrán más una cruz de madera, sino una cruz de vicios y de modernidades, una cruz invisible de energías capitales.

Ya no caminarán más para convertir a los pecadores y curar a los ciegos del cuerpo, sino que se convertirán a sí mismos, y por medio del ejemplo curarán a los ciegos de espíritu y a los desamparados de corazón.

Podrán no tener apóstoles a través de la palabra ni tampoco serán perseguidos por los fariseos, pero encontrarán a aquellos que despertarán gracias con sus oraciones y que seguirán el camino crístico construido por lo invisible de sus intenciones y por el silencio de sus corazones; aunque, sí, serán perseguidos por todas las ilusiones y placeres que el mundo les ofrece, por toda la tecnología y por las modernidades que pretenderán distraer sus almas y apartarlas del camino de Dios, con la excusa de que este es un camino ya superado.

Mis hijos, encuentren en sus vidas el apostolado del nuevo tiempo y, con el estudio del Evangelio, procuren vivirlo hoy, encontrando los pasos de Cristo en sus vidas.

Escuchen la voz del Maestro que sigue resonando en el mundo, sigue tocando los espíritus y despertando las esencias que deben recordar el compromiso que asumieron con Cristo y la promesa que hicieron a Dios de estar en el final de los tiempos implantando, en medio del caos, una raza de Cristos, que caminará contra la corriente de la humanidad adormecida y florecerá en el desierto del amor, como un milagro de conversión.

Así deben ser sus vidas -el verdadero milagro que Dios alcanzó en el Universo- una raza que surge del dolor y del sufrimiento y enciende la antorcha de la Redención, venciendo la oscuridad que pretende derrotarlos y, entre todo el odio y toda la guerra que alimenta el enemigo en el corazón de los hombres, vence el Amor depositado por Dios en Sus criaturas.

El Amor es imbatible y la Misericordia todo lo alcanza en los corazones que dicen sí.

Les agradezco por aceptar seguir este camino de conversión y de vida.

Yo los bendigo,

María, Madre y Reina de todos los pueblos y del mundo entero

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto