MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridos hijos,

Contemplen hoy, en sus corazones, la preparación interior para el nacimiento de Mi Hijo Jesús. El niño Jesús, pleno del Espíritu Santo, está finalizando Su gestación gloriosa en el corazón de cada uno de ustedes.

Mis pequeños, este nacimiento de Jesús no puede ser solo un símbolo para vuestros corazones, debe volverse algo vivo y verdadero, que nace año a año en todas las criaturas de la Tierra. Este milagro del nacimiento de Jesús, que Dios concedió a Mi Corazón Virginal cuando Mis pies posaron sobre Nazaret, hoy lo concede a cada uno de Mis hijos, para que el Cristo nazca y crezca dentro de todos ustedes. Así es, pues el milagro de la Cristificación debe repetirse en toda la humanidad.

A Mis queridos y valientes hijos los invito a vivir este misterio de la Cristificación a través de la Fe absoluta en el Creador y en Sus Mensajeros. El pequeño Jesús creció bajo la instrucción del Espíritu Santo, la misma que está disponible para todos en el día de hoy; y bajo la guía exterior e interior de Mi Corazón de Madre, que preparaba a Aquel que vendría a convertirse en Mi Maestro y Señor, cuando nuestros Corazones volvieran a encontrarse en el Infinito. Y de la misma forma como preparé al pequeño Jesús para vivir Su trayectoria en la Tierra, con consecuencias más allá de la Tierra, hoy Me dispongo como Madre de todos a prepararlos para la Cruz que cargarán en el final de este tiempo.

Queridos, la gran y verdadera Cruz que alivió el dolor del Mundo fue cargada por el Corazón de Mi Hijo Jesús, que hasta hoy ofrece Su Corazón, aún flagelado, para aliviar el dolor del Mundo. Y lo que Dios propone para Sus criaturas, es que estén unidas y que entre todas, a través de la oración y del sacrificio, carguen la última cruz de este Mundo.

Dios espera, Mis pequeños, que puedan todos juntos subir por el camino del Calvario, este que el Corazón de Cristo hizo en profunda soledad. Mis ojos de Madre Misericordiosa y Mi Corazón de Eterna Bondad los acompañará a todos. Y les digo que unidos, distribuyendo en fraternidad el peso que carga el Mundo, nadie sufrirá más allá de lo que puede ofrecer.

Mi Corazón Inmaculado aspira, con fervor, auxiliar a Mis pequeños en este tiempo, pero para eso es necesario que me permitan hacerlo; que digan “sí” para el nacimiento próximo de Jesús en sus corazones; este Cristo que crecerá en el nuevo ciclo que vendrá y que aprenderá a Amar a Dios sobre todas las cosas, dentro de sus corazones. Este Cristo predicará con Fe las Bienaventuranzas del Señor; no sentirá temor ni tampoco el sufrimiento; fortalecerá el corazón por medio del sacrificio, pues sabrá y no tendrá dudas de los tiempos de Paz que lo esperan; y luchará hasta su último día en esta Tierra, para que su corazón y el de sus hermanos crucen juntos este umbral para el Nuevo Tiempo.

Esto es lo que vivirá el Cristo en el interior de cada uno. Esto es lo que vengo a gestar día a día en vuestros corazones y que trataré de educar mientras crezca y que Me acompañará cuando esté maduro.

Les agradezco por escuchar Mi invitación de Paz y de Renovación, para que el Cristo interior nazca en cada uno en esta Navidad que se aproxima.

Les dejo Mi Paz.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridos hijos,

Mi Corazón Inmaculado hoy viene hasta ustedes para entregarles Mi bendita Paz. No teman abrir sus corazones, Mis pequeños, para que esa Paz reine en vuestros seres.

Hoy, traigo la Luz de Mi Corazón para iluminar los abismos de esta Tierra y llevo Luz a todos los corazones que viven en la oscuridad. Quiero enseñarles así, hijos Míos, por la pureza de sus corazones, a alejar toda la oscuridad que se aproxima y a iluminar a los corazones que se apagan.

Queridos hijos, vengo a pedirles que no pierdan el fervor en la oración y que jamás dejen de buscar, en lo profundo de sus seres, la pureza que Dios depositó en la esencia de cada uno de ustedes. Pues, será esa pureza la que los sostendrá en los tiempos que vendrán. No es necesario temer, solo perseverar y preparar el mundo interior por medio de la oración, del perdón y del silencio. Siempre que vuestros pequeños corazones llamen por Mi Corazón y pidan la Misericordia del Señor con sinceridad, ella vendrá y expandirá la Paz de Dios por el mundo, por medio de la intervención sincera de sus corazones.

Para que Mi Corazón pueda estar delante de Dios, queridos, para intervenir por Mis pequeños hijos, antes necesito la entrega total de sus corazones y la aspiración verdadera de cada uno de ser un instrumento de Mi Paz y de Mi Amor universal.

Si sus corazones oran y se consagran cada día un poco más al Plan de Dios, alejando de sus mentes el hostigamiento del enemigo, Yo podré protegerlos, guiarlos y conducirlos de la mano hasta el encuentro con el Creador. Pero si sus corazones son invadidos por la modernidad y por la vanidad, hijos Míos, olvidándose de que Mis ojos Inmaculados los observan, Yo solo los observaré y oraré día y noche para que sus pequeños seres perciban Mi presencia a su lado.

Mis queridos, los tiempos finales ya están en la puerta de este mundo. La Luz y la oscuridad están esperando para reinar en el interior y en lo profundo de cada uno. Es necesario escoger el camino por el cual sus pies transitarán. Mi Corazón los aguarda con Amor y está atento a cada oración que vuestros corazones hacen con sinceridad. Pero el enemigo también está atento y no pierde ni siquiera una distracción de sus corazones para invadirlos con la modernidad y con la sensualidad. Por eso, busquen la pureza, Mis hijos.

Busquen estar perpetuamente en Mi Corazón y, así, podré sustentarlos. No bajen un sólo minuto de Mis brazos, pues ya comencé a caminar, cargando a Mis pequeños hijos en dirección al Redentor.

Y a los que perseveren, Yo los entregaré a los pies del Señor en Su gran Templo en los Cielos.

Los amo y les agradezco eternamente.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Hoy vengo a unir en Mi Corazón todo el trabajo realizado en el Sur del Brasil, porque el Señor necesita que vuestros corazones estén unidos para este tiempo.

Todos estos días en los que el Señor Me permitió estar junto a Mis pequeños hijos, fue una  Gracia especial para el mundo. Mi Inmaculado Corazón puede aliviar una vez más el Corazón flagelado de Mi Hijo, a través de la conversión y de la salvación de muchas almas.

Para que Mi presencia maternal pueda llegar a las realidades más oscuras de este lugar, necesito la disposición de vuestros corazones para acompañarme. Para que más almas sean liberadas, hijos Míos, los invito a estar en oración Conmigo día y noche, pues la necesidad de estos tiempos así lo requiere.

El Corazón de Mi Hijo Jesús no perderá la oportunidad de rescatar almas de su rebaño perdido y volverlas a colocar en el camino correcto. Por eso, cada momento que se unan en oración, se tornará una sagrada oportunidad de rescate y de conversión.

Queridos hijos, la oración sincera del corazón, la comunión y la confesión reparan cada día un poco más el Corazón de Mi Hijo y todas las ofensas causadas por la humanidad al Corazón de Dios. La comunión diaria con el Corazón de Cristo os protegerá de todo el mal y poco a poco transformará vuestros corazones y preparará la morada que Mi Hijo necesita encontrar en cada uno de ustedes.

Para estos días de especial Gracia, Mi Corazón necesita la ayuda de cada uno de ustedes, para que Mi presencia maternal traiga toda la Luz que Me permita el Corazón Santísimo del Señor.

Por eso, les pido que oren y que abran aún más sus corazones para recibirme. Les pido que renueven los votos de unión con Mi tarea de Salvación de almas. Y así, en cada Aparición, Mi Corazón los encontrará renovados en devoción y amor.

De esta forma, Mis queridos, Dios renovará día a día Mi unión con Mis pequeños hijos y Me concederá la Gracia de poder estar juntos a sus corazones, auxiliándolos.

Los amo, los amo, los amo.

Y les agradezco eternamente por la disposición a responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA 

Queridos hijos

Mi Corazón hoy se alegra por encontrar la respuesta de vuestros pequeños corazones. Vengo hoy, como Reina de la Paz, a traer Mi Paz a este lugar y a todos los corazones. Mi verbo se expande por todos los espacios y Mi voz maternal toca a los corazones misteriosamente. Llego hoy a vuestros corazones como una brisa suave y silenciosa, que poco a poco os colma de una calma celestial; esta es Mi Paz.

Queridos hijos, cuando Mi Corazón desciende a la Tierra trayendo una parte de Mi Reino, no es nada simbólico. Yo elevo vuestras pequeñas consciencias a través del amor de cada uno de vosotros por Mi Corazón Inmaculado y a través de la Gracia Misericordiosa que Me envía el Señor; al mismo tiempo que, junto a los Ángeles, hago descender Mi Reino, uniéndolo a vuestras consciencias.

Mis hijos, vengo a recordaros la importancia del ayuno para este tiempo. El ayuno hecho con amor aliviará el peso que carga cada una de vuestras almas y también las almas del mundo entero. Vuestros corazones se están olvidando del propósito primordial del ayuno, que es la Paz, que es la salvación de las almas.

Cuiden, Mis pequeños hijos, para que los días de ayuno no se vuelvan días de dieta. Esto sucede cuando vuestras consciencias se olvidan del propósito del ayuno y no impregnan esos días con la intención verdadera de esta acción de ayunar.

El ayuno sin la intención del corazón pierde la fuerza y no actúa como debería actuar en este mundo. Por eso también, Mis hijos, es que vuestros cuerpos pierden el incentivo de ayunar, por no tener la intención correcta al hacerlo. La intención del corazón y el propósito claro de lo que significa esta acción reparadora es lo que da sentido a los días de ayuno, no tanto lo que están ayunando.

Cada uno de vuestros pequeños corazones se conoce a sí mismo y sabe de qué necesita ayunar. El ayuno del alimento físico debe ser acompañado por el ayuno de los sentimientos, de los pensamientos, del verbo, de las acciones instintivas y precipitadas. Ayunen también de juicios, de discusiones, de competencia y ofrezcan esta intención sincera por la reparación del Corazón de Cristo y por la salvación de las almas.

Como Madre, vengo a recordarles día a día lo que vuestros corazones olvidan con frecuencia, para que vuestros seres caminen por la senda correcta, que es la senda de la Redención. Soy la Guardiana de cada uno de vosotros y vigilo día y noche vuestros pasos, conduciéndolos todo el tiempo porque los amo.

Yo os agradezco.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE SEMANAL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA:

Mensaje maternal y ecuménico para Mis hijos del mundo entero

Hijos:

Hoy vengo a cada uno de sus corazones como Madre y Reina de todos los pueblos y de todas las lenguas. Vengo a unir vuestros pequeños corazones a Mi Corazón, así como Dios me pide día a día.

Les agradezco, con Mi Amor de Madre, por la sincera respuesta de cada uno de sus corazones. Sientan en el silencio la Paz que Mi Inmaculado Corazón les irradia, pues es a través de esta Paz que vuestros corazones encontrarán el camino para la unión fraterna, sin juzgamientos y sin diferencias.

Queridos hijos, este día alegra Mi corazón y sella en el universo un momento único, aunque sus consciencias poco comprendan los Planes de Dios. Una señal fue lanzada al Infinito. Una respuesta sincera de sus corazones toca hoy el Reino de los Cielos y, si vuestros pequeños seres prosiguen en lo profundo del corazón en comunión Conmigo y con el Propósito Sagrado por el cual Dios me envía, muchas cadenas que antes parecían inquebrantables, se podrán romper, y muchas almas que antes parecían inalcanzables podrán recibir la Gracia de oír y sentir Mi Llamado maternal.

Mis hijos, necesito que humildes vuestros corazones siempre estén unidos, pues será una la barca que los reunirá a todos en el momento de subir a Mi Reino. En Mi Reino no existen diferencias. Y si alguno de vuestros pequeños corazones aspira ardientemente comprender Mi Llamado, ingresen en Mi Corazón, en oración y paz. Permítanse ingresar en Mi Reino y allí podrán tener sus corazones limpios para percibir y vivir la Voluntad del Señor, a través de Mi Corazón.

Vengo hoy como la Reina de los ángeles y de los hombres, como la Señora de cada criatura de este Universo. Pues es así que uno en Mis brazos, no solo vuestros pequeños seres, sino también a todos los seres, de todos los reinos. Entre hombres y ángeles, los reúno a todos en Mi Corazón.

Mis amados hijos, confíen en Mi Corazón, pues luego podrán comprender y vivir lo que les pido día a día. En cada momento en que sus corazones Me lo permiten, derramo sobre ustedes un poco de este Santo Espíritu, que les traerá sabiduría eterna para actuar en la Tierra y por toda la Eternidad en los Cielos.

Les agradezco.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Hoy vengo a agradecerles por cada día en que sus pequeños corazones confirmaron la unión con Mi Corazón. Será a través de la unión inquebrantable Conmigo que sus seres encontrarán sustento, que sus almas y sus espíritus encontrarán el alimento que los colmará. Yo Soy el Espíritu de Dios, enviado a nutrir Sus hijos con la Paz.

Fortalezcan cada día la unión Conmigo, persistiendo en el camino de la oración y de la Paz. Será la Paz alcanzada por ustedes la que les mostrará un nuevo camino, cuando sus ojos ya no encuentren la salida. Esta Paz, queridos, encenderá la luz interior de cada ser y será el puente seguro en dirección a Dios. Caminen por el camino de la Paz para encontrar el refugio seguro que hay dentro de vuestros seres, en lo profundo de vuestros corazones, y es allí donde los espera con paciencia y amor Mi Hijo, el Redentor de toda las almas.

Amados hijos, busquen dentro de cada uno de vuestros corazones a Mi Hijo Jesús, que inicia Su retorno. Abran las puertas del corazón, pues es primero allí adonde Él llegará. En pocos corazones Cristo ya hizo Su morada y en otros Él espera del lado de afuera, observando una gran puerta que se encuentra cerrada.

Mis hijos, es a través de la fortaleza interior de cada uno de ustedes que Cristo encontrará el camino de Su retorno. Pero si cada corazón no construye este camino, ¿cómo Él podrá llegar?

Este Majestuoso visitante deberá ser convidado por vuestras almas a hacer eterna morada en vuestros corazones. Digan un simple “sí” al Corazón Misericordioso de Cristo y Él los escuchará.

Eleven con sinceridad sus corazones al Santísimo Corazón de Cristo y Él los sentirá.

Él limpiará con Sus propias manos aquellas moradas que le sean ofrecidas, porque tan grande es la Voluntad del Señor de estar cerca de Su rebaño, que no se importará en hacerlo.

Queridos hijos, Mi Corazón hoy les habla con la simplicidad del Corazón de María. Soy la misma de Nazaret. Y con el mismos Amor que preparé el Corazón del niño Jesús para recibir el Espíritu de Dios, que viviría allí por toda la Eternidad, vengo hoy a preparar vuestros corazones para recibir al Maestro del Universo. Él conoce a cada una de Sus ovejas y desea reunir todo Su rebaño, en un rebaño sagrado que seguirá Sus pasos de Pastor.

Queridos, las ovejas de hoy, serán los pastores de mañana. Quien hoy sigue a Mi Hijo como fiel oveja de Su rebaño, mañana caminará a Su lado, conduciendo a un rebaño más.

Por eso, caminen en Gloria a Dios y a Su hijo. Construyan en oración Su camino de regreso; díganme que “sí” y Él luego llegará.

Les agradezco, con un Amor maternal e infinito.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Mis hijos:

Mi Corazón maternal espera día a día que sus pequeños corazones despierten a la oración. Una vez más les digo que la Gracia de recibir Mi Amor y el Amor Misericordioso de Cristo deberá ser la prioridad de vuestras vidas.

Mis queridos, ya es tiempo de despertar al Universo de la oración, como una necesidad diaria de vuestros seres.

Está colocado en la Sagrada Mesa, delante de ustedes, el cáliz con la Misericordia de Dios, listo para ser vertido sobre cada uno de vuestros corazones.

Queridos hijos, el Corazón de la Bienaventurada Virgen María los visita diariamente, pero vuestros ojos no se abren para verme y, muchas veces, vuestros brazos no se elevan para recibirme. Aún así, Dios me envía día a día con la Misión de rescatar a Sus amados hijos. Así es, queridos, como actúa la Misericordia del Señor. Y como Madre y Reina de todas las almas, jamás pierdo la alegría de encontrarlos, aunque a veces encuentre muchos hijos distraídos.

Sientan, mis queridos, y perciban cada una de Mis palabras, que parecen ser las mismas de siempre, pero necesito que puedan comprender que cada palabra contiene un propósito diferente. Cada palabra que emite Mi Corazón a Mis amados hijos, contiene el Poder del Verbo Creador de Dios. Cada día Dios me envía con un principio renovado y, a través del simple Verbo que sale de Mi Corazón, muchas almas pueden ser salvadas, aunque invisible a vuestros pequeños ojos.

Hoy les enseño a oír Mis palabras con amor. Y les revelo que cada vez que Mi Sagrado Verbo ingresa en vuestros corazones, poco a poco los transforma.

Apenas necesito que me permitan actuar, a través de la Misericordia de Dios, y que presten atención a cada una de Mis palabras, pues este fue el medio que Dios escogió, en este tiempo, para ingresar en vuestras consciencias. A través de la simple atención del corazón, Mi verbo cruza los espacios, cruza los planos y penetra las almas más distantes de Mi Corazón.

Por eso, hoy les enseño la importancia de no solo orar Conmigo, sino también de poder escucharme.

Los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado diario por la Paz.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

En el día de hoy los bendigo una vez más,  para que sus corazones preparen un espacio interior para recibirme.

A través de Mis Huestes de Luz les envío mayor Gracia para vuestros espíritus. Es así, hijos Míos, que mediante la oración realizada con el corazón, confirmo día a día Mi presencia junto a cada uno de ustedes. Así les pido que oren diariamente, como oran para esperarme.

Que sientan la llama de la verdadera oración en sus pequeños corazones y permitan que esa llama crezca cada día, expandiéndose en vuestro interior.

Mis queridos, hoy quiero que sientan cómo Mi corazón se aproxima más y más a vuestros corazones, pues de la misma forma se aproxima el retorno de Mi Hijo.

El Señor me envió para preparar una morada pura dentro de cada uno de ustedes y, por esto, les pido que no se olviden de comulgar con el Espíritu de Cristo a través de la Eucaristía. Este es el Gran Milagro que Dios les concede: la fuente de la Misericordia hecha Vida, convertida en pan y en vino para ingresar en sus criaturas.

Así como Mi Hijo Me enseñó, hoy quiero enseñarles a ser siervos fieles del Señor. Es a través de la comunión y de la oración que vuestros pequeños pies podrán dar pasos firmes en ese camino.

Los guío y los amo.

Les agradezco, bajo la protección del Santo Rosario.

María, Madre de la Divina concepción de la Trinidad

MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Mensaje maternal para Mis amados hijos de toda América.

Queridos hijos:

Hoy se alegra Mi corazón por encontrarlos con la llama de la oración encendida en vuestros corazones. Quiero cultivar esa llama y ese amor eternamente en vuestros pequeños corazones, para que puedan volverse un puente entre la Tierra y el Reino de Dios. Traigan este Reino cada día más cerca de vuestros seres, para que así sea también ofrecido a los que no buscan Mi Corazón Inmaculado.

Hijos Míos, hoy el Espíritu de Dios desciende sobre cada uno de ustedes. Abran sus corazones para recibirlo y sean fuentes inagotables de este Espíritu para cada ser de esta Tierra, como lo es Mi Corazón para todo el Universo.

Hoy vengo a traerles el Santísimo Corazón de Dios. Su Amor Puro y Santo me encomendó esta tarea para que, a través de Su propia Consciencia, la perfección del Universo active el rescate de Sus criaturas.

Amados hijos, hoy la Consciencia de Dios les da a conocer un poco de Su Sabiduría, a través de Su Espíritu y a través de Mi Corazón. Este Espíritu viene como la Paz, una Paz desconocida para vuestros corazones. Paz que cura todos los males, siempre que los pequeños corazones lo permitan.

Oren, pues es a través de la oración constante, del eterno llamado que realizan sus corazones al Reino de Dios, el Santo Espíritu podrá ingresar.

Mi Corazón los llama a la conversión. Conversión del corazón, de las costumbres, del pensamiento. Es a través de la oración que sus pequeños seres se convierten. Y cuando hablo de conversión, hijos Míos, hablo de una transformación profunda, mediante un profundo amor a Mi Corazón y al Corazón Puro de Mi Hijo Jesús.

El camino para las bendiciones de los Cielos es siempre el mismo: oración, oración y oración.

No se cansen jamás de orar, como Mi Corazón no se cansa jamás de buscarlos. Él no descansará hasta que el último de ustedes ingrese en Mi Reino.

Les agradezco.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad 

MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Mensaje dedicado a Mis pequeños hijos, predilectos servidores de la Divina Madre.

Queridos hijos:

Cada uno de vuestros esfuerzos es recibido en el Cielo y entregado al Padre como gran tarea de oración y servicio a Su Plan de Paz.

Sepan, queridos hijos, que esta tarea debe ser imantada por la oración y el amor a Mi Inmaculado Corazón.

Hoy les digo que es muy importante la confesión diaria con Mi Hijo, para que sus corazones estén siempre limpios de aflicciones y para que no de se dejen tomar por el cansancio.

Renueven sus corazones en Mi Fuente Inmaculada de Paz. En cada aspiración les traigo ese código de Paz, para que sean depositados en sus consciencias y fortalezcan cada día sus espíritus, aunque a veces no me perciban.

Así como ustedes se esfuerzan por cumplir Mis pedidos, también sus Ángeles, enviados por Mí, los sustentan día a día. No se olviden jamás queridos de la importancia de contar, día a día, con esta presencia angélica que les envié para sustentar a cada uno de Mis servidores.

Aquí estoy hoy con ustedes, para darles una Gracia especial. Los invito a que tengan presentes Mis mensajes semanales, siempre que sea posible, para que renueven así los votos a Mi Inmaculado Corazón y al Corazón Redentor de Mi Hijo, Jesús.

Así, semana a semana, podrán estar Conmigo, unidos internamente a Mi Corazón.

Así Me lo pidió el Señor, nuestro Dios, para alimentar a Sus hijos en la Fuente de la Divina Misericordia.

Agradezco inmensamente sus esfuerzos día a día.

Dios los ha reconocido.

Paz para sus corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Y sepan que Dios consagró sus almas a Mi tarea maternal, uniendo así sus corazones eternamente a Mi Inmaculado Corazón, guardando para ustedes un lugar a Mi lado en el Paraíso.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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