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Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimoctavo poema
Señora de la Humildad,
en entrega y abnegación,
enséñanos a poder reconocer
la necesidad interna en el semejante.
Que nuestra mirada no juzgue,
sino que nuestras manos colaboren, amorosamente,
en todo lo que sea necesario.
Madre,
que ya no reclamemos más,
que finalmente podamos vivir
la gratitud y el amor al sacrificio,
porque sabemos y reconocemos
que eso nos hará libres para siempre.
Ayúdanos, Virgen de las Estrellas,
a encontrar el espíritu de la fortaleza y de la donación
en este crucial momento planetario,
para que podamos servir a nuestros hermanos
y, así, encontremos en ellos
el Rostro sufrido de Cristo.
Querida Madre Universal,
que vivamos la entrega incondicional,
así como Tú la vives por cada uno de nosotros.
Madre,
ten en cuenta nuestros errores
y las dificultades para poder donarnos verdaderamente,
porque sabemos que, por Tu purísima Gracia,
conseguiremos dar los pasos
por amor al Designio Mayor.
Te pedimos que vacíes, en este momento,
nuestra mente y nuestro corazón,
para que en nosotros resuenen
las cálidas palabras de Tu Mensaje revelador.
Que en la llama de la gratitud
siempre veamos reflejada
la donación incansable de Tu Corazón.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimosexto poema
Señora de las Estrellas,
Madre del Universo Mayor,
llévanos a comprender, a través del corazón,
los misterios de nuestra existencia,
para que, en el despertar de nuestra consciencia
podamos colaborar verdaderamente
en la redención de nuestros orígenes.
Que busquemos todo el tiempo la santa humildad,
para que nuestra persona se humille.
Que aspiremos a vivir la resignación,
para que podamos trascender nuestra soberbia.
Emperatriz del Universo Celestial,
haznos pequeños,
para que seamos merecedores
de las revelaciones de Tu amado Hijo.
Que perdamos, para siempre,
el interés por la manipulación y el control humano.
Que nuestra consciencia sea colocada
a los Pies del Padre Celestial,
para que aprendamos, amorosamente,
a pedir perdón por todos los errores cometidos.
Con un corazón vacío y resignado, Señora de la Luz,
aprenderemos a dejar entrar a Cristo dentro de nosotros,
para que Su Espíritu renueve todas las cosas.
Danos a conocer, Reina del Universo,
los dones que Tú viviste todo el tiempo
para estar en contacto con Dios.
Destierra de nuestra mente
toda creencia de poder y soberanía,
porque siempre seremos
como un pequeño grano en el universo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
De Mi Corazón brota la Sangre de redención y de vida, porque en Mi Corazón existe aún la Llaga que fue abierta una vez en la Cruz. Una Llaga que en ese momento nadie conoció. Solo Mi Madre y las Santas Mujeres, como también Juan el Apóstol conocieron el surgimiento de esa Llaga material y espiritual.
Esa Llaga fue la última y gran entrega espiritual, mental y moral de Su Señor.
En verdad, más que las Llagas de las manos y de los pies, fue la Llaga que hasta los días de hoy justifica los errores de la humanidad y es la Llaga que permite que Yo esté aún aquí, entre ustedes, para anunciar y proclamar el Reino de Dios dentro de cada ser y en toda la Creación Universal.
Esta es la Llaga que testimonió el Amor de Dios por los hombres, a pesar de que estuvieran equivocados o estuvieran en la mayor y absoluta oscuridad.
Esta es la Llaga que aún deberá ser aliviada, que es causada por la ignorancia de los que no viven a Dios y por la indiferencia de los que le dan las espaldas y se van, abandonando el Amor del Redentor.
Esta es la Llaga de Su Maestro que aún deberá ser curada por mucho tiempo más. Y lo que la cicatrizará, algún día, será el amor de los que son bienaventurados y no tienen preconceptos de la Obra Universal y Divina de Su Señor.
Esa Llaga será curada a través de los que ayuden y se entreguen a la transmutación silenciosa.
Esta Llaga será curada a través de todos los que confíen ciegamente en Mí, más allá de lo que les suceda, atraviesen o purifiquen, porque si aún llevo en Mi Corazón la Llaga del dolor y de la ignorancia del mundo, será posible a través de los Míos que esa dolorosa Llaga sea aliviada como lo es en cada momento de adoración, de oración y de comunión Conmigo.
Porque cuando todo suceda y cuando Mi Llaga sea curada, ustedes solo tendrán refugio en Mi Corazón, en Mi Vida Divina y en Mi Presencia.
Nunca dejen de ser generosos con los demás, amorosos con los que están mal y sufren.
Nunca dejen de servir y de entregarse por Mí, porque llegará el día en el que, en la Gloria del Padre, se sentarán a Mi mesa y Yo los coronaré a cada uno por sus esfuerzos y méritos internos.
Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Que Mi Corazón de Paz sea la guía que los lleve a Cristo
Hijos Míos:
Vengo en un tiempo de caos, de ignorancia y de indiferencia para con Dios, para con Su Plan y Su Verdad, para abrir los ojos de una generación que se está perdiendo en las heridas y en las memorias del pasado.
Vengo para revelarles un Propósito Divino que borra para siempre de sus consciencias los obstáculos que los separan de Dios.
Y ese mismo Propósito les revela no solo lo que el Corazón del Padre les ofrece, sino sobre todo, hijos, los aproxima a la Verdad del Corazón de Dios. Verdad que estuvo oculta a lo largo de toda la evolución humana y que ahora debe revelarse.
Vengo como la Madre del Mundo, como su Madre Universal, para que comprendan que no solo la eternidad, después de esta vida, está llena de misterios, sino que la vida en sí guarda secretos que aún no fueron revelados, guarda verdades que están comenzado a emerger en este tiempo, como una última oportunidad de despertar para las almas.
Mi Corazón no les ofrece nada más que el despertar al camino de la oración, de la entrega, del servicio y del sacrificio. Y es ese mismo camino el que abrirá en sus vidas las puertas a lo nuevo y traerá, finalmente, el sentido que sus almas esperaban conocer sobre la existencia de la vida sobre la Tierra.
Ya pueden sentir y percibir la propia ignorancia, no solo ante el Universo y la Creación, sino también acerca de sí mismos.
Lo que vengo a hacer en estos tiempos, hijos Míos, es a abrir sus ojos mediante el poder de la oración para que, transformados bajo el espíritu de la humildad, puedan adentrar en la verdad que habita dentro de sí, un Universo tan vasto y tan amplio como el que ven en una noche estrellada en el cielo de la Tierra.
Como la inmensidad del Cielo, como la infinidad de las estrellas, así también es dentro de cada uno de Mis hijos, porque Aquel que los creó a Su imagen y semejanza, es infinito y desconocido.
La semejanza con Dios no se limita a la apariencia del hombre. La semejanza con Dios se guarda en un misterio profundo que habita en sus corazones y que guarda en sí el verdadero motivo por el cual Dios creó a esta humanidad.
Cada ser de esta Tierra, hijos Míos, es un potencial renovador de la Consciencia Divina. De sus más profundas y sinceras experiencias de amor, el Creador extrae su renovación, la recreación de Su Creación Divina.
Sé que este es un misterio casi incomprensible para las criaturas de la Tierra, pero esto es así debido a la gran ceguera e ignorancia de la humanidad.
Para adentrar en los Misterios celestiales deben tener un corazón humilde y simple, y su Madre Celeste les concede ese corazón mediante la oración que los transforma, por dentro y por fuera, que transforma sus vidas y, como consecuencia de eso, la vida sobre la Tierra.
Vengo como su Madre Divina para conducirlos de la mano hacia un Propósito Superior.
Quiero, hijos Míos, que en este último tiempo de despertar no solo conozcan a Cristo, sino que sean en Cristo aquello que Dios pensó para sus vidas y para este mundo.
Aún están a tiempo de transformar a este planeta en un planeta sagrado, de construir y de habitar las Islas de Salvación que servirán como principio de lo nuevo cuando llegue el tiempo.
Pero eso, hijos amados, comienza en lo pequeño y en lo verdadero; comienza con el rosario en sus manos y el corazón en Dios; comienza con el servicio sincero y el verdadero interés de que sus hermanos también reciban lo mejor; comienza escuchando las Palabras de Dios a través de Sus Mensajeros y siguiendo y viviendo esas Palabras, porque cuando menos lo esperen ellas estarán vivas y consolidadas en su mundo interior.
Y será allí cuando todos los ojos que los vean encontrarán un ejemplo y todos los corazones, que los sientan, sentirán a Dios porque ustedes serán llamados Sus instrumentos, Sus compañeros.
Hoy les revelo un camino y les tiendo Mis Manos para que Me permitan conducirlos hacia lo nuevo, al eterno e insondable Corazón de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y por seguir Mis pasos de Madre y Peregrina!
Las almas que despiertan están en júbilo y el planeta siente alivio en su corazón.
Todo esto se da por el esfuerzo de cada uno de Mis hijos.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Del Corazón de Dios emanan Dones y Gracias en este día para la liberación del planeta, y su Madre Celeste viene a decretar Su triunfo en este lugar, a través de la liberación y de la Paz que emanan de Mi Inmaculado Corazón.
Los Sagrados Rayos Inmateriales que provienen del Corazón del Creador hoy tocan la Tierra y sus señales se hacen visibles a través de la Naturaleza. Nada quedará como está, dentro y fuera de los hombres, y su lodo será extirpado y purificado.
Vengo como su Madre Celeste, como su Madre Universal, a preparar el camino para el nuevo despuntar de la Aurora, que en agosto próximo volverá a brillar en los corazones de los hombres y en el horizonte de la Tierra.
Vengo a unir Mi Corazón al corazón de Aurora para darle una señal al mundo, que su liberación no solo está próxima, sino que ya se inicia con Mi Presencia.
El corazón de Aurora vuelve a dar señales para que el pulsar de su vida ilumine nuevamente los abismos de este mundo. Pero para que Aurora retome su lugar, hijos Míos, es necesario que la humanidad sepa conducir los acontecimientos en unión al Corazón de la Jerarquía y que siga, paso a paso, la Voluntad que Dios emana hacia la Tierra.
El silencio de Aurora, poco a poco, le dará lugar a su verbo curador y la expansión de su luz será visible. Pero, mientras ese momento se prepara, acompañen a su Madre Celeste paso a paso, porque todo tiene su hora y su lugar.
La expansión del corazón de Aurora se dará poco a poco, para que su luz cruce los horizontes y llegue a los corazones de los hombres, a los Reinos de la Naturaleza y a lo profundo de la consciencia del planeta, liberando todo tipo de vida de la oscuridad que aún habita en este mundo.
Pero eso debe darse sin herir; su fuego debe arder, pero no herir. Su corazón se expande y toma vida, respetando las Leyes que rigen este mundo, porque así la humanidad eligió aprender.
A los que no comprenden Mis Palabras, porque no conocen la Aurora de la cual Yo les hablo, les digo que solo sientan en sus corazones su Gracia y dejen que ella se expanda, tomando el lugar que le corresponde, porque esta es la Voluntad de Dios.
Hijos Míos, su Madre Celeste, en este día viene para preparar un momento muy importante: la expansión y el retorno de la Aurora del amanecer para iluminar los corazones del mundo.
Oren Conmigo, oren para que las naciones se abran a la Voluntad de Dios; oren para que los Planes del Creador se cumplan en la Tierra; oren para que, en lo profundo de una oración verdadera, su Padre que está en los Cielos encuentre el permiso necesario para auxiliar a este mundo.
Aún hay mucho que debe suceder para que los Planes de Dios se concreten y, con Poder y Paz, su Madre Celeste viene a unir el Cetro de Dios al Cetro que rige la Aurora de Mi Corazón, para así decretar, poco a poco, su retorno y su triunfo.
Hijos amados, hoy también les vengo a entregar una Gracia especial, a través del alma amada que se ofrece todos los días para que Mi Plan se siga cumpliendo. Alma que, como Yo, unió su corazón al corazón de Aurora, para que este mundo siempre tuviera una oportunidad de ser curado.
Sepan, hijos Míos, que con la simple entrega de unos pocos Mi Corazón operará milagros en la Tierra.
Con eso les digo que no desistan de entregar sus vidas a Dios; no desistan de dar los pasos en dirección a la unión con el Corazón del Padre y, a pesar de todo lo que acontezca en el planeta, jamás pierdan la esperanza de que la cura, que proviene del corazón de Aurora, se extienda al mundo y toque toda la vida, trayendo de vuelta a lo sagrado lo que se perdió y se distorsionó por la incomprensión y por la ignorancia humana.
Yo Soy su Madre Celeste, Aquella que les muestra el camino para llegar a Cristo y, en la Tierra, les dejé una madre espiritual terrena, para que señalara al Padre junto con Mi Corazón y que, unida a Mí, obrara incansablemente por el rescate de las almas.
Únanse a esta alma madre que Yo les entregué, porque hoy les digo que, sobre ella, su Padre, que está en los Cielos, colocó Su confianza.
Por eso hoy, no solo oren para que la Aurora vuelva a amanecer; oren también por el despertar de la Unidad en toda esta obra de Amor y que los corazones sepan reconocer los instrumentos que el Padre colocó en sus caminos para que jamás se perdieran.
Todo es parte de una construcción única; escuchen Mi Voz y únanse a Mí, y así, hijos Míos, no se confundirán y podrán hacer triunfar el Corazón de Dios a través de sus vidas.
Yo los bendigo y les pido que Me acompañen, preparando con el corazón el despertar final de la Aurora del amanecer.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre Universal
Como Madre del Sol y Madre del Universo vengo al mundo para derramar sobre las almas los principios fundamentales de la redención, los mismos principios y atributos que una vez Mi Amado Hijo experimentó durante Su Vida pública, Su Muerte y también durante Su Resurrección.
Estos principios en forma de preciosos códigos de luz son los que traigo en Mi Corazón Materno, para que las almas que tomen contacto con Mi Inmaculado Corazón reciban esta potentísima Gracia de conversión y de piedad.
En este tiempo el camino de la oración ayudará a las almas decididas a reencontrarse con ese importante legado crístico, el que las formará para los tiempos venideros.
Por eso, hijos, es importante tener presente que cada nuevo momento de oración y de comunión en sus vidas puede ser culminante, ya que tendrán la Gracia de volver a contactar esos altísimos grados de Amor.
Hoy dejo para el mundo el recuerdo latente de que los méritos divinos alcanzados una vez por el Sagrado Corazón harán que esta humanidad sea rescatable.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice de alma y corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Madre Tierra y Madre Universo, vengo en este día para unir, por medio del Padre Universal, a las esencias de todos Mis hijos de los pueblos originarios; a fin de que ellos continúen, mediante su sagrado conocimiento, protegiendo y amparando la vida, la tradición y la cultura.
Como Madre Tierra vengo a hablarles en nombre de todos los seres de la naturaleza, para que no solo los pueblos Me escuchen, sino también toda la humanidad que no coloca su mirada en el sufrimiento que viven, día a día, los elementos de esta Creación.
A través de los pueblos originarios, la humanidad podría recuperar su dignidad espiritual si supiera proteger y cuidar todo lo que el universo y la vida le ha entregado.
Quisiera que los Principios sagrados, que fueron gestados en la consciencia de Mis hijos de los pueblos originarios, les hicieran comprender la importancia de un cambio de consciencia, ya que la humanidad actual destruye y disipa de los Reinos de la Naturaleza todo lo que ella necesitará para sobrevivir.
Como Reina de la Naturaleza, como Espíritu Sagrado de la Paz del Universo, vengo para decirles que siempre estaré con ustedes, en el silencio de la Naturaleza, así como en la presencia de cada Reino. Mi Espíritu Sagrado permitirá hacer de cada uno de ustedes una esencia sagrada que resplandezca en estos tiempos ante el Creador.
En este día, les dejo Mi bendición maternal, para que todo pueda ser curado y reparado en ustedes, para que las huellas del sufrimiento se borren de sus caminos, para que cada historia vivida sea reparada y bañada por el amor de los sabios Espíritus del universo.
Les dejo Mi Paz, y los renuevo en la fe y en la Sabiduría de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Sol que ilumina estos tiempos se llama Jesús, y Él está llegando al mundo para salvarlo.
Su Presencia consagra todo lo que lo rodea y Su Mirada humilde vivifica todo lo que Él contempla.
Es el Hijo de la Fuente Primordial; fue y es el que estuvo entre ustedes hace ya mucho tiempo, pero ahora Él retorna glorioso, amoroso y victorioso.
Todos los que lo siguen comprenden Su Mensaje. El único lenguaje vivo es el del amor y sus discípulos aprenden a practicarlo.
Él es el Hijo Sol y Yo Soy la Madre Luna. En todo el Universo se realiza el Plan de Dios y muchas consciencias participan de la evolución de la Consciencia.
Felices serán los que reconozcan al Señor, Jesucristo. Unidos a Él estarán, a pesar de las circunstancias actuales.
Que nadie pierda la oportunidad de sublimar su vida.
Que todos encuentren en sus mundos internos el sagrado camino de retorno al Corazón del Creador.
Él viene para renovar todas las formas. Él está retornando para celebrar con los Suyos el triunfo del Amor de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En estos tiempos críticos y definitivos, aférrense a la fe en Dios para que puedan estar fortalecidos en todo, y en esa fortaleza aprendan a superar límites y a trascender grandes desafíos.
Que esta fe en Dios los ayude a dar pasos decisivos en el cumplimiento del Plan del Amor y de la Obra redentora de Cristo.
Quisiera, queridos hijos, que esa fe inextinguible sea el camino para aprender a trascender los acontecimientos y todos los obstáculos que estos tiempos presentan a la humanidad.
Es hora de tener a la fe como un escudo poderoso, a fin de que se establezca la paz, el amor y el bien para con todo lo creado.
Decididos a ser portadores de esa fe, su Madre Celeste les enseña a caminar entre los tiempos manteniendo la aspiración a reencontrar siempre el Amor del Padre, Amor que los rescatará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo aquí por un mundo herido, y traigo entre Mis manos la mayor causa de Dios que es el cumplimiento de Su Plan de Amor y de Redención en la superficie.
Oro por ese preciado Proyecto y revivo todos los días las Palabras del Creador, Quien Me ha dicho en Su Reino:
“Querida Madre Universal, supremo y humilde Espejo del Amor, Tu Padre y Señor del Universo te pide que vayas incansablemente al encuentro de las almas y de los más simples; porque por intermedio de ellos, podré curar al planeta y a su humanidad, repoblaré el mundo con cientos de soles, muchos más de los que Yo he creado en los universos.
Haré de cada sol una emanación prodigiosa de Mi Fuente y, a través de ellos, derramaré los Códigos Divinos de Mi Corazón paternal.
Ve, dulcísima Señora de la Luz, Gobernanta de todas las estrellas caídas y no caídas. Ve, aparece y anuncia a la raza que los amo profundamente y que Me están ofendiendo al apartarse del universo de Mi Amor.
Haz todo lo que esté a Tu alcance, no tienes fronteras, sino miles de ángeles y devas para revertir en este planeta la falta de amor y para transmutar la indiferencia.
Tú siempre tendrás en el Corazón la sabiduría inextinguible de Mis Palabras, porque a través de Tu Gracia, haré de los corazones trofeos luminosos de redención para colocarlos a los pies del altar celestial”.
Escucho hijos, en Mi silencio, todos los días esta proclamación. Y podré ser la Madre de la humanidad y de toda la Tierra siempre que Me lo permitan. Así triunfará Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre del Mundo, la Madre Universal. Soy aquella cuya autoridad no proviene de esta Tierra, sino solo del Corazón de Dios.
Yo soy la Señora de todos los tiempos, Aquella que conduce a las criaturas desde el principio hasta el fin; no solo de sus vidas en este mundo, sino de toda su evolución, del origen hasta el origen.
Yo soy la Señora del Universo y también la Madre Celestial, parte viva de la Consciencia Divina, que viene a la Tierra en estos tiempos para hacerlos despertar.
Hoy los traje al desierto para que ingresen en el desierto de sus corazones y allí encuentren la esencia de la Hermandad.
Este nuevo ciclo, hijos Míos, marcará una etapa definitiva en el que los corazones deberán unirse al Cosmos y descubrir los misterios universales, como aquellos misterios que se guardan en el interior del planeta.
Hoy los traje al desierto porque este es el refugio a donde llevo a Mis hijos cuando ellos más lo necesitan.
Es en el desierto interior en donde las consciencias pueden vivir la síntesis para estos tiempos, en donde pueden asimilar los aprendizajes del pasado y construir las nuevas bases para el futuro.
Es en el desierto, en la aparente soledad, en donde parece que no existe nada, en donde sus corazones se unen con la Hermandad, con el Cielo y con la Tierra, con el verdadero tiempo que existe más allá de las ilusiones de este mundo.
Es encontrando la “nada” en su interior que volverán a Dios, si se abren para eso.
Hoy, el Universo se detiene y pone sus ojos sobre la Tierra, en los cuatro rincones de este mundo, en lo invisible del planeta.
Aquellos que vinieron a servir desde el principio, a este Proyecto humano, hoy se encuentran en oración, porque ha llegado el tiempo, hijos Míos, de que la humanidad crezca y encuentre su verdadero origen en el Universo, como en el Corazón de Dios.
Hoy, los Portales del Cosmos se abren hacia la Tierra y los mundos invisibles se muestran al corazón humano.
El Cielo se viste de fiesta, de júbilo, de regocijo espiritual, para impulsar a las criaturas a encontrar el propósito de su evolución en el cumplimiento de este Plan.
Hoy, su Madre Celestial, en el desierto, enciende todos los Espejos del Cielo como de la Tierra, enciende los Espejos de los corazones de Sus hijos, para así, construir el camino, el puente, que une todas las expresiones de la Vida.
Mi Corazón llega al mundo para abrir un nuevo ciclo en el que quiero ver a Mis hijos viviendo en fraternidad entre sí y con el Universo.
Quiero ver los Espejos de sus corazones irradiando la nueva vida que emerge desde su interior y que se refleja en la consciencia humana.
Los traigo al desierto para que encuentren la verdad sobre sí mismos, y vivan con base en esa verdad y no en las ilusiones del mundo.
Dejen que Mi Espejo Mayor se refleje en sus corazones.
Permitan, hijos, que lo más puro que existe en ustedes pueda emerger y que en este reencuentro con el Universo, no contemplen sus errores, no piensen en los desvíos que vivieron hace tanto tiempo; sino que reencuentren aquel Estanque universal, aquella vibración más pura que, como un dulce sonido, oí resonar en Mi Inmaculado Corazón, en el momento en el que sus esencias fueron creadas.
Ingresen en el desierto de su mundo interior, en donde pueden desmitificar la condición humana para llegar al vacío y allí reencontrar el Todo, del cual aparentemente salieron hace tanto tiempo.
Hoy Yo los llamo a la madurez interior, al despertar y a la unión con Mi Inmaculado Corazón, para que encuentren en Mí, la esencia de la Vida.
Hoy, en este desierto, se revela un misterio, la verdadera vida que existe en la Tierra y que se esconde en los lugares más simples, más puros, más humildes.
Es en el interior de este planeta, invisible a los ojos humanos, en donde la Voluntad de Dios se expresa. Allí, donde la Naturaleza es silenciosa y la comunión existe entre todos los Reinos, es donde la Voluntad de Dios se expresa.
Es en la humildad de aquellos que ya no buscan ser conocidos por la humanidad, que sirven en silencio a este planeta, en donde la Voluntad de Dios se expresa.
Es en la entrega incondicional de consciencias que podrían estar evolucionando a lo largo de las dimensiones y que, sin embargo, continúan en la Tierra para guiar y conducir a la humanidad, aunque muchos no lo sepan; es allí en donde la Voluntad de Dios se expresa.
Es en la perseverancia de aquellos que no contemplan las miserias humanas, sino el potencial de amor que existe en sus esencias, en donde la Voluntad de Dios se expresa.
Hoy, hijos, contemplen en su interior a todos los Seres de Luz que vinieron a la Tierra, desde el principio, a todos los Centros de Amor que se esconden en el interior del planeta, con la esperanza de que los ojos humanos un día los puedan ver.
Encuentren en el sacrificio de estos Centros de Amor, en su humildad y en su silencio, el verdadero sentido de sus vidas y cuando todo les parezca difícil, recuerden que existen aquellos que sirven incansablemente y que entregan su evolución para que la humanidad pueda dar un pequeño paso en este mundo.
Hoy, el Espejo de Mi Corazón refleja en ustedes el sacrificio del Cosmos, de aquellos que responden al Llamado de Dios, más allá de las dimensiones para que, en este nuevo ciclo, se sientan inspirados a vivir este mismo sacrificio por amor a otros, a olvidarse de sí mismos y a vivir en humildad la renuncia, la entrega, en lo más profundo de su interior.
Siéntanse inspirados por el desierto para que, en ese estado, vivan los tiempos que llegarán.
La fortaleza de los Centros de Amor se guarda en el silencio y es allí también en donde Mis hijos deben encontrarla.
Sean como ese desierto, silencioso, pero pleno del Poder de Dios, humilde y vacío, pero llevando dentro de sí, el mayor tesoro de este planeta.
Que en estos diez años, hijos Míos, en los que Yo he estado a su lado, sus consciencias caminen.
Que en este aniversario se definan a seguir Conmigo, reflejando Mi humildad en su interior, amando a este planeta como Yo lo amo y sirviendo a la humanidad como Yo la sirvo.
Yo soy la Sierva incansable de Dios y los llamo a ser incansables junto Conmigo.
En este día de júbilo, en este día de Gloria, los invito a construir, para el nuevo tiempo, un camino de esperanza en el que las almas vean reflejadas en ustedes, hijos Míos, Mi sagrada Presencia.
Que el Corazón de Dios encuentre, a través de sus pasos, una esperanza en la evolución humana.
Que todo el Universo sienta que valió la pena el sacrificio vivido desde el Origen por el triunfo del Proyecto humano y, en consecuencia, el triunfo de la Vida universal, de la unidad de cada criatura con el Corazón de Dios.
Con estas palabras los impulso y los bendigo.
Infinitamente les agradezco por responder a Mi llamado y espero, hijos, que no solo se pasen diez años más, sino que Yo pueda venir por toda la eternidad, y que ustedes estén a Mi lado.
Yo los bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El bálsamo para la indiferencia: la Oración
Hijos amados:
Desde el principio de esta Obra y antes de ella, les enseñé a orar, inspirando sus corazones hacia la vivencia de un simple misterio, que por ser tan simple y accesible, fue incomprensible para muchos.
La oración es simple, pero no deja de ser misteriosa; no deja de guardar en sí, al igual que el silencio, un tesoro incalculable.
La oración es un escudo contra el mal, pero también contra sí mismos, contra todos aquellos aspectos que les son incontrolables; porque no es con su propia fuerza y poder humano, que conseguirán controlarlos y sublimarlos. La oración los coloca en las manos de Dios, como individuos y como humanidad, y abre una puerta para que sea la Ley Divina la que actúe en sus vidas.
Cuando Yo les cuento de Mis dolores, les muestro Mis llagas y los llamo a vivirlas Conmigo, no les estoy ofreciendo un peso mayor del que pueden soportar, sino que solo hagan y vivan aquellas cosas que ya están preparados para hacer y vivir, como orar constantemente.
Si oraran un Misterio todos los días, muchas espinas no estarían en Mi Corazón. Si oraran la Madre Universal, invocando Sus atributos, muchas de las energías capitales que los atormentan y que atormentan a la humanidad, ya no estarían en sus corazones ni en sus mentes, porque los atributos de su Madre Divina colmarían los espacios que hoy están ocupados por la vanidad, por la soberbia, por la indiferencia y por la inercia que permea las mentes y los corazones de Mis hijos.
No sufran ni se entristezcan al escuchar Mis palabras, porque esa es una forma humana de compensar la falta de esfuerzo y de sacrificio en sus vidas. Aquel que comprende verdaderamente lo que les digo, toma en sus manos el rosario y se va a esmerar por atraer hacia el mundo, el Don de la Presencia Divina.
Aquel que ve en el horizonte la Justicia de Dios, no se esconde de ella debajo de una mesa, sino que clama hasta el último segundo por Misericordia, aunque sepa que vivirá aquello que necesita, según el aprendizaje que escogió.
Hijos Míos, con amor les digo que es tiempo de vivir la madurez espiritual; y la alcanzarán, no con el pesar de sus corazones, sino con el coraje y el valor de atraer hacia el mundo, a través de la oración y de la transformación verdadera, las leyes que equilibran todo lo que la humanidad vive, debido a los permisos que constantemente se da, de herir el Corazón de Dios.
Con simplicidad en Mis palabras y con Amor en Mi Corazón, hoy sólo les digo que oren. Oren para que Dios triunfe en ustedes. Oren para que sea Él el que viva esta batalla. Oren para que encuentren fuerzas para no ser indiferentes, distraídos, y tan perdidos en las influencias del mundo y distantes de Dios. Oren para reconocer la Verdad, para contemplar en el mundo, lo que hiere el Corazón del Padre y saber equilibrarlo.
Oren para curar sus propios corazones y ya no buscar en el otro, o en el mundo, la justificación a sus miserias. Oren para saber verdaderamente lo que es cargar Conmigo la cruz de la humanidad entera y vivir la Pasión planetaria, como Mi Hijo vivió Su Pasión en el Calvario.
Oren para saber que la vida va más allá de lo que sus ojos pueden ver y encuentren en la eternidad su fortaleza. Oren, hijos Míos, porque es la oración -simple como ella es-, la que vencerá los abismos, cerrará las puertas al mal y consumará la redención de los hijos de Dios.
La oración es el bálsamo para los enfermos de espíritu, para los ciegos, para los débiles, para los pobres, para los que están llenos de sí y vacíos de Dios.
Oren de verdad y comprenderán, en el silencio de un sentimiento inexplicable e innombrable, la esencia de lo que hoy les digo. Mi rosario será una extensión de los suyos; siempre que oren de corazón, estarán orando Conmigo.
Yo los bendigo hoy y siempre, bajo la Luz del verbo orante.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las culturas, de todas las religiones, porque soy la Madre de cada corazón humano y soy el Vientre del cual provienen todas las cosas. Nada está separado de Mí, hijos Míos. Solo se distancia de Mi Corazón aquel que se olvida de su filiación Conmigo y que se olvida de la unidad que debe existir entre cada corazón humano y Dios.
Por eso, vengo al mundo y coloco bajo Mi manto cada nación; por eso hago de aquellos de Mis hijos que están despiertos verdaderos espejos de Mi red de luz, para iluminar los abismos internos y planetarios que todavía oscurecen este mundo, y así liberar el mal y el sufrimiento de las almas.
Hijos, hoy Mi Corazón se regocija en Brasil como en Fátima, y Mi rosario se extiende más allá de los continentes, abrazando con sus cuentas de oración todos los mares y curando así el sufrimiento de los Reinos de la Naturaleza. Es así que uniendo Fátima y Aparecida, Me valgo de las oraciones de Mis hijos para realizar una tarea planetaria más amplia, que abarque todos los Reinos y todos los corazones.
Quisiera que Me acompañaran con sus más sinceras oraciones, intentando comprender la gran necesidad de que este mundo sea bañado por la Luz de Dios Altísimo y que los corazones reciban del Padre el despertar que sus almas tanto esperan.
Hijos amados, el terror aún existe en muchas partes del mundo, material e espiritualmente, sometiendo muchas almas. Por más que ustedes estén siempre bajo Mi manto, deben ser conscientes de que esta protección que Yo les entrego es para que trabajen Conmigo por la Paz y por la redención de este planeta.
Quisiera en este día, que Mis hijos en Fátima, como en Aparecida, sean conscientes de los Espejos de Luz que allí deposité para irradiar sus oraciones al mundo entero; sin embargo, hijos, las verdades de los Cielos fueron dichas para muy pocos, y esos deben representar a toda la humanidad.
Quisiera que Mis santuarios estuvieran repletos de almas conscientes de su misión y que, con el espejo de su corazón encendido, hicieran, de cada uno de esos santuarios, verdaderas usinas de transmutación y de redención para el planeta.
Por eso, en este día, les pido que, los que están más conscientes de Mi llamado, oren Conmigo por la paz mundial. Clamen por el despertar de las almas y, solo hoy, no pidan nada para sí.
Únanse a Mí en un clamor por el planeta, por los mares, por las almas que están en la obscuridad, por los que sufren, por los que duermen, por los que someten a sus hermanos.
Unan, hijos Míos, sus rosarios al Mío, en este día, y uniendo Fátima y Aparecida, vamos a encender esa red luminosa hacia la consciencia planetaria.
Hoy los Espejos de Luz se encienden y emiten un sonido divino que resuena más allá de los universos, en todo el Cosmos, para que Dios escuche la voz orante de Sus hijos.
Les agradezco, hijos amados, por ser conscientes de la necesidad de este mundo y por trabajar Conmigo por la Paz.
Agradezco a todos Mis hijos de San Pablo y de San José de Rio Preto por reflexionar sobre la necesidad del prójimo y por ayudarme a cumplir Mis Planes de Paz. Mi manto aún debe abrazar muchas almas y cuento con sus corazones para que eso sea posible.
Los amo y les dejo Mi Paz.
Su Madre María, Rosa de la Paz
La Red de Comunicación de los Espejos Celestes
En el vasto Universo, en donde la vida infinita se expresa, existen áreas específicas dentro del universo material como el de ustedes, en donde redes de Espejos actúan como retransmisores de corrientes de energía divina, como también de impulsos que son generados a través de los siete primeros Rayos.
En esta gran red de comunicación, la vida evolutiva logra comunicarse entre sí, y al mismo tiempo toda la vida universal capta espiritual e interiormente los impulsos que genera dicha red.
Entendemos por red a una amplia agrupación de instrumentos espirituales de la Jerarquía Celeste, que se utiliza para mantener comunicada a toda la vida evolutiva con los principios de Dios, lo que en esta humanidad se conoce como Voluntad Divina.
Es esa Divina Voluntad la que proviene de la Fuente de Abba, que se retransmite universalmente a través de la red de comunicación de los Espejos Celestes.
Así como en el universo material existen Espejos de luz que cumplen funciones específicas, la red de todos los Espejos se interrelaciona entre sí, y cada uno de esos instrumentos aporta a la vida universal una posibilidad de ampliar el conocimiento como también de trabajar en el servicio al Creador.
Los espejos están formados por sutiles emanaciones de amor de los Padres Creadores, de los Elohim. En el principio, cuando los universos fueron creados, la primera forma de mantener a toda la vida universal comunicada era a través de lo que denominamos Espejos Celestes.
Fue así que los Padres Creadores pidieron a Sus ejércitos angélicos que con su poder mental superior crearan, en el universo material, grandes estanques de luz, los que más tarde y a través de los tiempos se convertirían en los llamados Espejos Celestes.
Los Espejos Celestes fueron creados a partir de la fusión que ellos tuvieron con los códigos divinos del amor y de la unidad; fue la base esencial que permitiría que todo ser que viviera en el Amor del Padre pudiera entrar en contacto con los tesoros espirituales guardados en la red de comunicación de los Espejos.
A pedido del Arcángel Uriel, los ejércitos angélicos creadores gestaron la primera red de los Espejos Celestes en el universo material, conocido como el primer Cielo. Más tarde, cuando los Espejos ya estaban creados por las corrientes espirituales que los ángeles habían traído, los mismos Espejos fueron desdoblados en seis planos o seis Cielos, para que así estuvieran presentes en todos los universos, es decir, en el universo material, mental y espiritual.
La red de comunicación de los Espejos Celestes, está presente entre los siete primeros Cielos; es de esa forma que una gran comunicación espiritual, mental y material se establece en toda la vida universal, y cada consciencia que forma parte de la Creación de Dios está integrada a ese potentísimo caudal de conocimiento y de evolución.
El Arcángel Uriel fue quien encomendó a Sus ángeles sembrar la esencia del amor y de la unidad en los Espejos Celestes; más tarde, el Arcángel Rafael envió a Sus legiones para que derramaran en todo el universo material los principios de la cura y de la redención. Después del Arcángel Rafael, el Arcángel Gabriel envió a Sus ángeles mensajeros para que guardaran en todos los Espejos el conocimiento sagrado de la Creación, con el fin de que algún día fuera revelado, como lo es en el día de hoy.
Por último, para proteger ese divino legado, el Arcángel Miguel envió a Sus huestes de luz para que por toda la eternidad fueran los porteros de los Espejos, los que incondicionalmente y por servicio a Dios protegerían las reliquias de la Creación.
Es así que, cuando la red de comunicación de los Espejos Celestes quedó formada por la intervención de los Padres Creadores y de Sus huestes de luz, Abba decidió enviar un potente impulso de Amor divino y universal al universo material y fue a través de la Sagrada Energía Femenina, a través de la Esencia Padre-Madre que depositaría sobre la red de los Espejos, los principios de la Misericordia y de la Piedad.
El Arcángel Gabriel relata que cuando este acontecimiento sucedió, todas las huestes universales estuvieron postradas durante tres días en el tiempo divino, para agradecer a Dios por haber hecho surgir desde dentro de sí el aspecto femenino de la Creación, hoy conocido como el Espíritu de la Madre Universal o la Madre del Mundo.
En aquel tiempo toda la Creación se estaba ordenando y preparando para las primeras experiencias evolutivas.
En ese entonces, el Padre Abba consideró universalmente que la vida creada necesitaría de una Consciencia Maternal lo suficientemente amorosa y misericordiosa, al punto de que el Padre la enviaría a la Tierra para encarnar como la Madre del Mesías de Israel.
Ese acto de misericordia universal permitió que también la red de comunicación de los Espejos Celestes estuviera amparada y acompañada por la Consciencia Madre de Dios.
Las primeras revelaciones sobre los Espejos llegaron a partir de los años 70 y 80, cuando la Jerarquía Celestial decidió revelar este secreto divino que está presente y vivo desde hace millones de años, después de que la humanidad estuvo a punto de autodestruirse varias veces.
El Padre concedió la Gracia de que la consciencia humana recordara su misión en el Plan, y el Universo concedió que la humanidad despertara a la verdad de la cual, por ignorancia, se había apartado durante muchos siglos.
La red de comunicación de los Espejos Celestes ha permitido que este planeta aún exista en la Creación y, sobre todo, los Espejos han generado el equilibrio del eje de la Tierra y de los polos.
De no suceder esta silenciosa intervención, la raza ya se habría autodestruido y esta ayuda incondicional de los Espejos viene desde el momento en que el aspecto del Hijo Primogénito de Dios llegó al mundo para salvarlo en todos los planos de la consciencia.
Es así que, el despertar está siendo concedido a todos, independientemente del grado de las deudas. El Plan de rescate de Cristo ya está en marcha y todos tendrán la última Gracia de poder corresponderle.
Que la red de los Espejos Celestes represente para todos la oportunidad de recordar dentro de sí que son consciencias creadas por Dios y que pueden aprender a amar y espejar la unidad para todo el Universo sin la necesidad imperiosa de destruir al planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al espejo de cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de las Américas y la intercesora ante Dios de todos los corazones perdidos y distraídos.
Soy la Gobernanta y Señora de la majestad celestial.
Soy la que permite generar la liberación de todo mal a través de los ángeles del universo.
Mi Corazón pulsa en toda América y se hace sentir en el interior de los que invocan la Presencia de la Madre Universal.
Que. en este día, todas las puertas inciertas se cierren y que las almas aún no definidas den el paso hacia la ascensión interior.
Hoy, que todo lo que impide el despertar de los corazones sea liberado y retirado del universo. Para eso, hijos, que las condiciones internas sean creadas por medio de la oración, de la fe y del amor de todas las consciencias.
Soy la Madre de las Américas y no habrá gobierno ni gobernador mayor que Nuestro Padre Celestial.
Que los temerosos, los injustos y los falsos se exilien lejos de esta humanidad, para que los pueblos sean libres y gesten la nueva humanidad.
Aún hay tiempo para que los corazones se arrepientan y para que los gobiernos de la Tierra cambien de actitud y, de esa manera, la verdad emerja y nadie más sea condenado.
Yo soy la Madre de las Américas y entrego a Mis hijos el afluente de la paz.
Que nadie tema en este tiempo, porque Yo estaré al lado de quien confíe en Mí; pues nada los separará de Dios, ni gobierno ni nación ni estado, todo está bajo la Mirada de Dios.
¡Levántense, americanos, y decreten el triunfo de la Misericordia de Cristo!
Amen para aprender a perdonar. Perdonen para aprender a reconciliarse, y así se curarán de una vez y para siempre.
Yo soy la Madre de las Américas y protejo a todos los rebaños de Mi Hijo. Mi Estrella universal los guía hacia el Propósito. Mi Amor los conduce hacia los portales de la Paz.
No teman por los que imparten el falso poder. Oren por sus enemigos para que, en el día del Juicio Final, no sean sacados de este universo.
Este planeta y este universo son la escuela perfecta del amor y del perdón. Quien no pasa por esta academia de redención, mucho demorará para aprender a servir y amar. Por eso, los Sagrados Corazones vinieron al mundo para confirmar que este universo es de redención y de perdón. Aquí aún se vive la experiencia de la reconciliación y de la paz.
Este mundo sobrevive, en este tiempo, porque debe cumplir el Proyecto Creador, a través de todos los que se autoconvoquen. Toda la humanidad ya cruzó el portal hacia su purificación, las estructuras internas y externas tiemblan; pero quien se redima, ame y se dignifique ante Dios, no perecerá.
Abran aún más las puertas de sus corazones, para que el manantial de la Gracia infinita, en el tiempo que resta, pueda derramarse sobre ustedes y el mundo.
Que los ejércitos marianos de la oración se posicionen en el campo de la batalla final, que tomen sus escudos de fe y sus espadas de amor, y hagan triunfar el Plan de la redención.
Yo estoy con ustedes y lo estaré mientras ustedes Me lo permitan.
Soy la Madre de las Américas, y aquí nacerá el nuevo Edén para el mundo.
Que así sea. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los convoca al Plan del despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre santo de Mi Hijo amado, Yo los bendigo y les entrego la Gracia de pertenecer en estos tiempos al Plan del Creador.
Abro Mis brazos y extiendo Mis manos sobre ustedes, para que Mis rayos de Perdón y de Amor colmen sus almas del Espíritu santificador de todas las formas y así se establezca la colonia de los nuevos apóstoles de Cristo. Son ellos, al igual que los misioneros de la paz en Medio Oriente, los que verán a su alrededor la miseria humana encarnada en la vida de los inocentes y de los que padecen el agravio por las guerras.
Es a través de los silenciosos apóstoles de Cristo que podrá concederse un tiempo más de paz, cuando ellos se encomienden al Plan de Dios, todos los días de sus vidas.
Queridos hijos, mientras caminan hacia la transformación y en sacrificio por el mundo, nunca estarán con las manos vacías, porque siempre tendrán el Espíritu de la Providencia para donarlo, a través de las obras, a los que en verdad necesitan ayuda espiritual.
En estos tiempos difíciles, deberán reflejar su sagrada fidelidad y su confianza en todo lo que viven, en agradecimiento a Dios por haberles permitido crecer en consciencia y en simplicidad.
Podrán ayudar y servir al mundo entero que sufre cuando sus corazones reverencien, día a día, los designios que descienden sobre ustedes como una Gracia transformadora.
Mi apoyo y Mi Luz siempre los acompañarán. Yo soy la Madre Universal que todo comprende y ama, pues Mi único propósito es que imiten a Mi Hijo y que algún día se parezcan al Cristo de los pobres, amando todo así como Él amó.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Paz viva que brota del Corazón de Dios, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos,
Podrán enfrentar la mayor y difícil prueba, pero cuando oren los misterios del rosario del corazón, así como hoy lo hicieron delante de Mi divina presencia, no habrá nudo que no se pueda desatar ni mal que no se pueda liberar.
Simplemente a través del santo rosario del corazón, Yo les traigo la resurrección espiritual de sus vidas todos los días. Yo les muestro humildemente el mismo camino de entrega que Yo, como Vuestra Madre, viví por ustedes.
Ahora, Mis queridos hijos, ustedes están comenzando a conocer ese sagrado camino que todas las almas son invitadas a recorrer en la vida espiritual.
Queridos hijos, quisiera agradecer la respuesta orante de todos ustedes, continuando con el propósito de orar por la paz en Medio Oriente, la que todavía es urgente.
Hoy vengo para invitarlos a orar la oración a la Madre Universal treinta y tres veces durante nueve días, este ejercicio será llamado la “Novena a la Madre Universal”.
Vuestra tarea será orar, proclamar y sentir en lo profundo de sus almas los atributos de la Madre Universal para que estos sigan descendiendo ampliamente en el planeta. Esta novena se comenzará el día 17 de octubre de 2015 y cuando la misma finalice, se iniciará una novena especial de oración, respondiendo al pedido de San José por la paz en el mundo.
Por ello la siguiente novena que se realizará será la Oración y Petición a Dios Altísimo por la paz mundial y por la redención, una súplica transmitida el 10 de octubre de 2015 por Mi Casto Esposo.
Queridos hijos, estamos intentando que permanezcan el mayor tiempo posible dentro de la escuela de oración, que hoy están viviendo. La oración de súplica por la paz. de San José, será rezada catorce veces durante nueve días, así el Reino Celestial estará más cerca de todos y del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce a través de la sagrada escuela de oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre del Universo en la esencia del Rayo Dorado, porque a través de él, todos los impulsos universales descienden hacia el mundo para que la humanidad alcance la redención y la conversión.
A través del Rayo Dorado, una consciencia puede acceder a la ciencia y a la sabiduría y así comprender la fusión que existe entre la materia y el espíritu.
Sus vidas son regidas universalmente por muchos Rayos, pero el Rayo Dorado concentra la unión perfecta del plano espiritual con el plano material, es el Rayo que permite unir dos realidades tan diferentes.
El Rayo Dorado es capaz de traer hacia la consciencia el entendimiento sobre lo invisible, y así este Rayo permite que cada espíritu penetre en el misterio y ame lo desconocido.
Este es un Rayo capaz de despertar la sabiduría interior y se complementa ampliamente con el Rayo Oro Rubí, creando en todos los espacios la comprensión profunda sobre los misterios celestiales.
El Rayo Dorado es un principio de regeneración de todo lo creado, él abre las puertas para que otras Leyes actúen dentro de la vida material.
El Rayo Dorado permite atraer vibraciones más elevadas y él puede mostrarse en consciencias que revelan devoción por los planos sublimes.
Es el Rayo que crea el fuego divino y lo expande en diferentes grados de manifestación.
El Rayo Dorado permite recrear espacios espirituales y genera una expansión interna del conocimiento universal cuando éste es amado con devoción.
Su esencia principal es el primer Rayo, de la Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce a la esencia divina de los Rayos de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis amados compañeros de camino:
Hoy llego a este sagrado lugar, Reino del Hijo Primogénito y de la Madre Universal, a traer para todos aquella simplicidad y aquella humildad que aprendí durante el tiempo que estuve aquí, en esta Tierra, como San José, humildad y simplicidad que Me han acompañado desde entonces.
Es esa humildad y esa simplicidad las que Me permitieron vivir la santidad, pero por sobre todas las cosas Me permitieron dejarme guiar por Dios, por Mi Hijo Jesús y por Mi amada esposa María.
Ella, con Su amoroso silencio, guiaba Mis pasos internos; silencio que Yo amé y veneré en ese tiempo como servicio a Dios.
Hoy vengo a decirles que para superar esta purificación que ustedes, Mis amados discípulos, están comenzando a vivir, solo el camino de la humildad, de la simplicidad y del amor al silencio, los llevará a superar todas las pruebas que enfrentarán para dejar atrás al viejo hombre y a la vieja mujer, aquellos que ya no deberán existir para que el odre que Mi Hijo debe llenar con Sus Códigos nuevos de Luz pueda estar preparado y vacío para Él.
Les hablo a todos por igual, pero hoy quiero hacer un especial llamado a aquellos que están confusos. A estos hijos les pido que ese silencio interior sea el que les permita escuchar la voz del corazón y que la humildad les permita aceptar la guía de la Instrucción dejada por Nosotros, los Mensajeros Divinos de Dios.
También hoy les hablo especialmente a aquellos que siempre han estado tan seguros de sí mismos, porque son fuertes y sienten claridad en su interior. Quiero que sepan que todos vivirán el derrumbe de aquellas estructuras que no los dejan dar pasos en dirección a la plena fraternidad y humildad que esta humanidad debe vivir.
Llegará el día en el que la energía de este final de ciclo toque por Ley esas estructuras, y ellas comiencen a temblar. Será en ese momento que la arrogancia y la soberbia, que han cultivado junto a lo que construyeron de ustedes mismos, comenzarán a caer para dar paso a la verdad de vuestras esencias, aquello que el Padre Altísimo diseñó para vuestros destinos.
Abran sus corazones y, así dispuestos, estudien Mis instrucciones, aquellas que les he dado desde que los visito. En ellas se guardan muchas llaves que deben ser las que los ayuden en estos tiempos tan sublimes y tan esperados por vuestras almas.
Sean fuertes y perseverantes y no se dejen amedrentar por el adversario de este Plan de Dios, que siempre querrá utilizar vuestras destrezas en su favor sin que lo puedan percibir.
Colóquense siempre por debajo de los demás, vivan para servir a sus hermanos, sin protagonismos, y así la virtud que hay guardada en vuestras esencias, aquella que el Creador colocó en sus seres, se derramará dentro y fuera de ustedes para conducir este camino de esfuerzo que deben recorrer hacia la santidad.
Yo estaré allí para guiarlos, para ampararlos y para cuidarlos de ustedes mismos. Solo Me deben aceptar como vuestro Compañero de camino.
Hoy bendigo esta casa, cuna de la Nueva Humanidad y a todos ustedes, hijos del Altísimo. Dios esté siempre en sus vidas.
Mi Casto Corazón los guarda.
San José, Obrero humilde de Dios
Queridos hijos,
Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las lenguas, de todos los seres. Toda la Creación de Dios proviene de Mi sagrado vientre materno. En Mí se gestan todas las criaturas; a través de Mí nacen y renacen los seres, los mundos, los universos. En Mi Corazón amparo y guardo mucho más que todas las almas; en Mi Corazón Inmaculado recibo y acojo a todas las criaturas de todos los reinos de este universo bendito y sagrado.
Mis amados, podrán preguntarse por qué tantas veces Me presento a ustedes y en Mis palabras digo quien soy. Digo estas cosas porque Dios Me pidió que la humanidad reconozca, en el final de los tiempos, la Fuente Creadora Femenina, el Materno Corazón de Dios que cuida todo lo que Él creó.
Tantas veces les dije “Yo soy”, porque la humanidad no Me conoce y por no conocerme verdaderamente, no Me busca y no procura Mi auxilio, ante todas las dificultades de la vida.
Mis queridos, Me presento a ustedes como la Madre de Cristo Jesús, porque así es. Mi Hijo es Omnipresente y está en todo. Su Consciencia Sacratísima hoy reina en toda la creación y, así como soy Su Madre, soy la Madre de todo lo que existe.
Les pido que reciban Mis palabras en vuestros corazones, porque solo allí podrán comprender lo que les digo. Aquel que no abra el corazón jamás podrá descubrir los misterios celestiales y aquel que no penetre esos misterios no podrá jamás encontrar la verdadera Fuente Universal que es la Consciencia de Dios Padre.
Mis palabras intentan conducirlos a la verdad, pero la humanidad está muy separada de la realidad superior y pocos se abren para profundizar en algo que no comprenden y que no aceptan, por estar tan distante de lo que viven en este mundo.
Mis amados, Mi presencia los invita a una total transformación de la vida y del corazón. Muchos no Me aceptan porque tienen miedo de perderse en la profundidad de Mis palabras y, hoy les digo, aquel que profundiza en la presencia de los Mensajeros Divinos y busca incansablemente comprender, sentir y vivir Nuestras palabras, no se reconocerá en poco tiempo y puede ser que no se encuentre como hoy es, porque dejará de vivir y de ser una ilusión, para expresar lo que es en esencia y en verdad.
Mis amados, les digo todo esto, porque a lo largo de toda la historia de la humanidad, Dios Me envió a la Tierra para conducir a los hombres, pero ahora, los campanarios celestiales están sonando y anunciando que el tiempo de vivir en la ilusión y en la ignorancia está terminando y Yo, como la Madre de todas las almas y de todos los seres que soy, decidí lanzarme a los abismos del planeta y entregar el Oro de la Verdad para aquellos que siempre se encontraron en la oscuridad de la ignorancia.
Y aunque sepa que muchos podrán cerrarme las puertas de su corazón para siempre, por no creer en lo que les digo o por no querer vivir la transformación para la cual los llamo, jamás desistiré, porque también sé que muchos Me entregarán la vida y harán de esta entrega el motivo de conversión y de despertar de muchas otras almas.
Quiero decirles en este día, Mis queridos, que no mediré esfuerzos para sacarlos del sueño en el que viven, que todo haré para verlos despiertos, conocedores de la Verdad y de la manifestación viva de la Voluntad de Dios.
Que Mis palabras hoy lleguen a lo profundo de vuestros corazones y los impulsen para dar un paso definitivo. Las almas esperan la definición de vuestros corazones para encontrar un ejemplo palpable que seguir.
Yo los amo y los espero atentos, vigilantes e incansables en esta larga trayectoria.
Paz para la humanidad.
Yo los bendigo.
Vuestra madre, María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más