Miércoles, 12 de febrero de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE GOIANIA, GOIÁS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA INMACULADA SIERVA DE DIOS, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis amados y pequeños hijos, que la paz de Jesucristo viva y reine en vuestros pequeños corazones.

Como Madre y reina de todos los seres de este mundo y del reino Celestial, llego en este momento para instruirlos y conducirlos por el camino de Paz y de Redención. Camino que los llevará al encuentro con Mi Hijo, el Rey de reyes y que los hará retornar en Gloria a la Morada Celestial de la cual provienen.

Mis amados, Mis palabras llevan al mundo la Paz que necesita, mas para que ellas se expandan y cumplan con la Misión para la cual llegan, necesito corazones que se dispongan a ser eco de Mi Voz; dispuestos a llevar a todos los rincones del mundo este Verbo que ya no puede esconderse más entre unos pocos que se abrieron para responder a Mi Llamado.

Necesito en este momento, que Mi Voz maternal alcance a las almas más perdidas y envueltas por la oscuridad. Necesito que Mi Luz llegue a los lugares más olvidados del mundo, para que todos los seres de esta Tierra reciban en sus corazones el despertar de la Esperanza y de la Fe.

Mis amados, quiero nutrir a quienes tienen hambre y sed de Espíritu. Quiero levantar a los que están caídos. Quiero encontrar a los que están perdidos y fortalecer a los que sufren, a lo largo de los siglos, las consecuencias de las acciones imperdonables de la humanidad.

Traigo al mundo el Perdón, que tocará todas las esencias que se abran a esta Poderosa Gracia. Aun el pecador más comprometido con el mal recibirá de Dios la Luz para liberarse de la situación en la que se encuentra.

Solo necesito que voces sinceras y plenas de Fe, sean eco puro de Mi Voz y que brazos fuertes, plenos del Espíritu de Dios, sean Mis brazos en el mundo, acogiendo a todos aquellos que no tienen amor y que no conocen la esperanza.

Hoy vengo a enseñarles la virtud de la maternidad, porque quiero construir en todos aquellos que Me escuchan, los espejos de Mi presencia, que reflejen en la vida el encuentro Conmigo. A su vez por medio de las acciones, de los sentimientos y de los pensamientos, expresen el Amor que recibieron de la Madre del Mundo, de la Madre Universal.

Hijos Míos, a aquellos que están llenos de valentía, los llamo a recorrer el mundo de norte a sur y de este a oeste, llevando la Buena Nueva del retorno de Mi Hijo y de la presencia de los Mensajeros de Dios en el mundo.

No teman los juicios, las críticas, las persecuciones y las maldiciones que podrán sufrir en este camino, porque así sucedió con Mi Hijo, que venció el mal a través del Amor puro por sus enemigos. De esa manera les enseñó a llevar la Buena Nueva de esperanza para el mundo.

Háganse escuchar en todos los rincones, ya sea en los buenos o en los malos corazones. Dejen que el Amor despierte a los que duermen, convierta a los que niegan y abrace a todos, en un abrazo Divino, en el cual Dios colocará Sus Brazos.

Sepan que los méritos de esta vida, podrán encontrarlos solo en el Paraíso, más les digo, que vengo al mundo desde Mi Reino. Leyendo en las historias de sus vidas sabrán que todo dolor y todo sufrimiento, toda angustia y tristeza y toda la lucha que vivieron, fue poco ante semejante Luz que ingresará no sólo en este mundo, sino también en todo el Universo.

Yo les agradezco profundamente por la persistencia en estar unidos a Mi Corazón y los convido a seguir siempre incansables.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad