MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros en Cristo:

Sé que muchos creen que repetimos las mismas palabras muchas veces y se preguntan por qué hacemos esto. ¿No será porque aún no se abrieron para la esencia de la Enseñanza y siguen en la superficialidad de entenderla, pero no en la profundidad de vivirla? ¿Será porque siguen con la información dentro de la mente, creyendo que saber es lo mismo que ser? 

Yo vengo a hablarles sobre el silencio, que es tan poco comprendido y vivido por la humanidad, sobre todo en el Occidente del planeta.

Vengo a hablarles sobre el silencio como una búsqueda del vacío y del camino a la humildad. Quiero que comprendan el silencio como algo que los saca de sí mismos y no algo que los encierra en el propio ombligo.

El silencio mal vivido los vuelve egoístas, llenos de juicios sobre los demás y con un sentimiento sutil de superioridad. Ese es un falso silencio, que calla la boca pero que descontrola la mente y los aspectos más bajos del ser. Ese es un silencio forzado, un silencio que oprime, un silencio que, partiendo de la falta de paz y al generarse por medios forzados y conflictivos, jamás dará paz al espíritu y menos aún al planeta.

El silencio del que les hablo es aquel que el alma comienza a buscar cuando ya no encuentra salida para sus imperfecciones y ya no soporta estar consigo misma. Por eso, camina ávida hacia la elevación, hacia el Dios que es el Verbo y, al mismo tiempo, es el propio Silencio, que ampara todo lo que fue creado en Su misterioso Sonido sin ruido.

En estos tiempos de purificación, el silencio será una llave maestra que, combinada con el servicio y la caridad fraterna, nunca permitirá que ustedes pierdan el camino.

En medio de tantas imperfecciones, que al mismo tiempo son tan palpables y tan ilusorias, el alma solo podrá salir de la confusión que la envuelve buscando el silencio, silenciando el tumulto de la expurgación interior, para vivir la propia evolución de una forma más armoniosa y pacífica, más consciente y efectiva. 

Ustedes no deben buscar el silencio como mutismo y pensar que ya está todo resuelto. El silencio es el medio, la elevación es lo que los motiva, y el encuentro con Dios es la verdadera meta.

Si viven el silencio con la intención de elevarse para traer un poco más de paz para el mundo, ayudarán a la humanidad a dar sus pasos. Y si, además del silencio, viven la caridad fraterna, sabrán cuándo las palabras serán necesarias.

El hablar se volverá un acto de caridad. Sabrán el momento de reír, de estar sobrios, de dar un aliento o de recogerse, de emitir un parecer o de solo observar.

Yo los llamo a buscar el equilibrio por amor al planeta y no solo por ustedes mismos.

Si ya están cansados del propio abismo, intenten estar más silenciosos, en una búsqueda permanente del Dios que se esconde en Su Creación.

Si aún no comprendieron lo que Yo les dije hoy, experimenten vivir estas palabras y vuelvan a leerlas pasado algún tiempo.

Verán cómo la consciencia se encontrará en otro punto de comprensión.

Su padre e instructor, amigo del silencio que lleva a Dios y que les muestra a los corazones las necesidades más profundas del prójimo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMAN LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Si quieres ver en el mundo la fraternidad como la premisa paralas relaciones humanas, entonces, elige ser fraterno en todas tu necesidades. Ya sabes cómo hacerlo y cómo serlo, pero aún no te dispusiste a salir de tu comodidad para ello.

Sé que para muchos es lindo admirar en el otro el espíritu de servicio y de caridad y mucho más fácil pensar que para uno mismo eso sucederá de otra forma, que serán fraternos y caritativos desde otros puntos de vista, pero no como Dios los llama a vivir.

Tu consciencia ya tiene una voz lo suficientemente retumbante en tu interior para indicarte el camino y mostrarte el momento y las situaciones que necesitan de ti. Sé maduro para decir sí de inmediato y para asumir como lo más importante un acto de caridad, por más simple que sea.

Aprende a estar en el presente sin inmadurez, a asumir, sí, tus responsabilidades y a velar por la tarea que te hayan encomendado,  pero nunca dejando de ayudar al prójimo, cuando se presente cualquier situación.

Recuerda que, antes de emprendedor de Cristo, eres Su siervo. Por eso, antes de pensar en la concreción de tus propias empresas, aunque sean para el Señor, sé tú humilde y siervo del Cristo, que habita en el interior de tus hermanos y que se esconde en el lado oculto de todas las cosas. Si así procedes, ya  verás cuán grandiosa empresa logrará el Señor por intermedio tuyo, que no solo tienes la apariencia, sino también el espíritu en Cristo.

No estés observando a tus hermanos; sé tú único, diferente, auténtico y verdadero en todas las cosas, tratando de vivir lo que ya sabes, sin esperar que los otros lo hagan. Porque también sabes que todo necesita un motor que impulse la transformación; sé tú ese motor vivo, animado por el Espíritu de Cristo.

Entrega tu cansancio en los brazos de la caridad y elige para ti el descanso eterno y no el pasajero. Ya no será el reposo el que nutrirá tus cuerpos en estos tiempos; serán solo la plenitud en el Espíritu de Dios y la vivencia del Evangelio de Cristo los que te mantendrán en pie. Por eso, sé conforme a lo que has estudiado.

No dejes que ninguna indicación de tu mundo interior pase desapercibida para ti; atiende en todo a la voz del corazón; así, ella hablará cada día más alto dentro de ti.

Tu padre y compañero, tu amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

No dejes que tus días se tornen mecánicos ni tu vida, común, “normal” para tu corazón. No dejes que el ritmo te haga automático ni que la repetición de las acciones retire la espontaneidad
de tu ser. 

Obsérvate para que no te acostumbres al caos y al desorden interno y externo; para que el Armagedón del planeta no se torne algo normal para ti y pierdas el sentido de tu papel en el Plan de Dios, así como muchos ya lo perdieron.

Sabes que es parte de la naturaleza humana tratar de adaptarse y acomodarse a todas las situaciones que se presentan en la vida, pero ese acomodamiento es fruto de la influencia de las fuerzas de la inercia, que no permiten la evolución de la consciencia.

La mayoría de los seres humanos, en este momento, está intentando acostumbrarse a la violencia, al terror y al caos actual del planeta. Aquellos que están mínimamente despiertos deberían estar ávidos por sacar del sueño a sus hermanos, porque la somnolencia está envolviendo a la humanidad.

Te digo esto, hijo, para que no busques para ti un espacio cómodo, fácil o “normal”, para que tu consciencia no viva la tensión propia de estos tiempos. Al contrario, afírmale a tus células dormidas que es hora de despertar y vivir en Cristo cada segundo, como si fuese el último.

Es hora de que escuches cada mensaje como si fuese el último y de que trates de vivirlo como si fuese el último momento para hacerlo porque, en verdad, lo es.

No intentes adaptar tus cuerpos a la tensión del día a día, como forma de no incomodarte con el asedio de la oscuridad, porque en el momento en que te acomodes en el actual escenario planetario, la victoria del caos prevalecerá en ti.

Por eso, hijo, solo trata de encontrar la paz interior. Encuentra tu fortaleza en el Propósito Divino de la existencia de este ciclo planetario y sé firme para soportar las corrientes que descienden al mundo. 

No temas titubear ni siquiera caer; solo levántate cada vez, porque también Tu Señor cayó más de tres veces.

Por el despertar del corazón humano,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros en Cristo:

Quisiera hablarles sobre la grandeza de la Creación y los Misterios Celestiales; quisiera revelarles el Amor que colma las estrellas y anima a los universos, para que así ustedes se vean fortalecidos y resguardados por un Propósito Mayor, para que cumplan con la propia misión en este final de ciclo en la Tierra.

Con Mis palabras, cada día espero que sus consciencias alcancen un nivel de comprensión que trascienda los límites de la mente humana. Intento hacerles comprender la magnitud del Plan de Dios y cómo ese Plan no puede comenzar y terminar en la existencia de este mundo.

Sé que muchos necesitan palabras simples para comprender la tarea de rescate de los Mensajeros Divinos y adherirse a ella. Muchos prefieren no creer en Nuestras Palabras y en Nuestras Presencias, cuando les revelamos algo que no comprenden y que no se ajusta a lo que ya conocen. Sin embargo, les pido que no intenten reducir la Grandeza de Dios a la comprensión de la mente humana; no intenten comparar al Amor del Único con la capacidad de amar de ustedes. Y no esperen que la Creación de Dios se restrinja a la existencia de este pequeño planeta, cuando tan vasto es el universo.

¿Para qué existirían tantas estrellas y galaxias si no es para que en ellas habiten las diferentes expresiones del Amor de Dios en Sus criaturas?       

¿O acaso piensan que las estrellas en el cielo existen para que los hombres puedan contemplarlas desde la Tierra?

Mientras un gran cambio se precipita en el mundo, los Mensajeros Divinos intentarán elevar la comprensión y el conocimiento de la humanidad; intentarán abrir los ojos del corazón humano a las verdades que no se ven con los ojos materiales.

Esto será así porque solo la certeza de un Propósito superior y de una vida superior que los ampara les dará fuerzas para vivir los tiempos que llegarán. Sin una comprensión mayor de los Planes de Dios, sus vidas perderán el sentido, así como ya lo perdieron muchos jóvenes y adultos que no encuentran motivo para estar en este mundo.

Si estuvieran fortalecidos en la esperanza de una meta espiritual y divina, podrán perseverar y mantenerse firmes para superar los obstáculos con amor, perdón y valentía; y, cuando sea el tiempo, reconstruir el mundo con el debido coraje y con los principios del espíritu.

Sabrán que nunca estarán solos y podrán contar con el auxilio de Hermanos suyos, que observan el mundo y aguardan, con santa esperanza, que la Tierra viva su aprendizaje.

En Amor y Paz, preparando sus corazones,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Tanto en el mensaje de ayer como en el de hoy, San José hace una analogía entre la Pasión de Cristo y el Armagedón, que Él llamó Pasión planetaria. En el día de hoy, Él nos mostró la semejanza entre la actitud del Cireneo en la Pasión de Cristo y de los Reinos de la Naturaleza en la Pasión planetaria, explicándonos que los diferentes fenómenos de la naturaleza que ocurrirán en el mundo no serán un castigo o una forma de prolongar el sufrimiento humano; serán el vehículo que nos dará la posibilidad de entregar todo por amor a Dios.

San José nos decía que, al mismo tiempo que la Naturaleza sustentará espiritualmente a la consciencia humana, también creará las condiciones para que lleguemos a donde debemos llegar en nuestro aprendizaje, gracias a los diferentes movimientos climáticos que viviremos.

Nos decía esto para que podamos acompañar la transición del planeta con la visión correcta. Él está intentando llevar a la humanidad a que esté delante de la Pasión planetaria con la misma intención y comprensión de Cristo durante Su Pasión, o sea, no sintiéndose castigado ni martirizado, pero sí ofreciendo cada paso con la cruz para el triunfo de Dios en el mundo, venciendo el dolor gracias al amor.

Él nos dijo:

Los Reinos de la Naturaleza también vivirán la Pasión planetaria, el llamado Armagedón. Compartirán la cruz del mundo con los seres humanos, así como el Cireneo sustentó la Cruz de Cristo y caminó con Él hasta el Gólgota.

Los Reinos de la Naturaleza aprenderán con la experiencia humana, y ese aprendizaje quedará marcado en la consciencia grupal e individual de cada especie. Esto significa que, cuando llegue el momento de la individualización de la consciencia para los Reinos Menores que compartieron la evolución de la Tierra en el fin de los tiempos, esa consciencia individual contendrá en sí los códigos de entrega, donación, sacrificio y perdón vividos en estos tiempos.

Los Reinos de la Naturaleza, así como el Cireneo, no podrán evitar el ápice de la crucifixión: sustentarán la consciencia humana y crearán las condiciones para que viva su aprendizaje. Además de esto, conducirán al hombre por el calvario del Armagedón y, por más que para muchos parezca que la Naturaleza es la responsable del sufrimiento humano, aquellos que conocen la Verdad sabrán que la Naturaleza es el vehículo para la concretización del aprendizaje humano, es el Cireneo que permite que la humanidad viva su aprendizaje y llegue al ápice de la cruz, en la entrega total y absoluta por amor a Dios y por la realización de Su Plan.

En la época de Cristo, muchos pensaron que el Cireneo prolongó el sufrimiento de Jesús cuando no permitió que Él muriera en el camino, sino que lo llevó a un momento de mayor dolor y angustia, como fue la Crucifixión.

Otros saben que Cireneo fue quien, como los ángeles, permitió que Jesús llegara al Gólgota con la Cruz y allí derramara hasta la última gota de Su Sangre, por amor a la humanidad y a toda la Creación, dando el ejemplo a todo lo que fue creado de cómo actúa el Amor de Dios.

En el tiempo del Armagedón, de la Pasión planetaria, los Reinos de la Naturaleza los llevarán a entregar todo por amor. Aquellos que abracen con gratitud la cruz del mundo y se abran para vivir la magnánima expresión del Amor y del Perdón comprenderán la acción de la Naturaleza y agradecerán a la Madre Tierra por conducirlos a la Victoria del Dios Altísimo. San José Castísimo, que los prepara y los instruye paralos tiempos que vendrán.

Que la Enseñanza fortalezca sus corazones y disipe sus temores.

Yo los bendigo.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla el mundo en el cual vives y, por un instante, silencia los pensamientos de tu mente y las emociones de tu ser.

Observa cómo tu mundo interior reconoce que la vida expresada en la Tierra en nada se asemeja al Pensamiento de Dios.

Ve cómo dentro de ti habita el arquetipo para la humanidad y para la expresión de todo el planeta.

Siente cómo tu corazón tiene ansias de vivir la fraternidad y de conocer el verdadero amor, aquel que te lleva a dar la vida por tus amigos y a perdonar a los enemigos, amándolos tal como si fueran parte de ti.

¿Qué harás con eso que habita en tu interior? ¿Callarás tu corazón, como lo hace la mayoría de los seres humanos, o renunciarás a los pareceres mundanos para instituir en el planeta una nueva vida, aunque parezcas loco a los ojos del mundo?

La era del Armagedón, hijo, ya llegó al planeta, pero la mayoría de tus hermanos está buscando conceptos científicos, filosóficos y espiritualistas que coloquen en un patrón de normalidad lo que hoy sucede en el mundo. Son las mentes humanas intentando acallar el corazón.

Aquellos que escuchan la Voz de Dios en su interior saben que un tiempo final se inició en el mundo y que, sin el establecimiento de la paz en el corazón humano, el caos establecerá su reinado y gobernará las mentes y los espíritus de los que no se abrieron a la Verdad.

Los que se unen a Dios y silencian la mente para dejar que la sabiduría de la esencia surja no temen conocer la Verdad y no quieren acallar la Voluntad de Dios. Ellos saben que, al final de toda esta batalla, triunfará el Bien. Por eso, reconocen la urgencia de la necesidad de transformación, reconocen la imperiosa voluntad interior de renunciar al viejo hombre y a sus tendencias y de abrirse para que lo Nuevo destituya el reinado de los antiguos vicios humanos, por más que para la mente humana esas energías retrógradas y degradadas, cuando se manifiestan en la materia, a veces, sean denominadas “tecnologías”.

El camino del retroceso, hijo, es conocido por la mente humana como avance. Aquellos que siguen las tendencias de esos llamados “avances” no percibieron que el camino de la evolución quedó atrás cuando la consciencia humana rechazó la simplicidad, la fraternidad y el amor y cuando, en la era industrial, que marcó el retroceso espiritual del hombre, ella se abrió a la competencia, a la esclavitud, al usufructo      obsesivo y a la negación casi absoluta de la vida espiritual.

En otras eras de decadencia, como al final de la Atlántida y de la Lemuria, el ansia de manipulación del poder espiritual hique el hombre perdiera el camino de la pureza y de la unidad. Ahora, nuevamente, el falso poder se apropia de la mente y de la aspiración de los hombres que creen que pueden colocarse por encima del Creador con el libre albedrío.

El hombre degradado cree que tiene poder sobre la vida y sobre los Reinos de la Naturaleza. Al enviar a Su Hijo, que venció la muerte y perpetuó Su Resurrección, el Creador quiso demostrarle a la humanidad que solo Suyo es el Poder y que todo lo que existe, debajo de Su Poder, pertenece a la fuerza que se pierde y se desvanece como polvo ante el fuego de la Gloria de Dios.

Pero te digo, hijo amado, que muchos de tus hermanos no aprendieron con el ejemplo de Cristo y eligieron un sufrimiento aun mayor: un aprendizaje que trascendiera la experiencia de un único hombre y que incluyera en sí a toda la humanidad y a todos los Reinos de la Naturaleza. El Armagedón es la Pasión de la consciencia planetaria. 

Podrás estar en esa Pasión de tres formas, como Cristo o como los ladrones crucificados a Su lado: ambos ladrones pensaban solo en sí mismos, aunque, al final de todo, uno de ellos aceptó la Voluntad de Dios y se convirtió a tiempo; el otro decidió permanecer en su orgullo y ni siquiera con todo el sufrimiento se rindió al Perdón de Dios. O, entonces, podrás estar como Cristo, siendo tú quien vivirá los mismos pasos de la Pasión de todos los seres de la Tierra, pero no con espíritu de castigo, de culpa, de furia, de frustración ni de dolor, solo ofreciendo al Padre cada paso con la cruz del mundo, para que una Nueva Raza redimida pueda surgir de tu ofrenda de amor y de perdón.

Hijo, deberás elegir desde ahora el camino que seguirás: si tus pisadas estarán sobre las pisadas de Cristo, confirmando la victoria de Dios; si escogerás sufrir en la ignorancia y permanecer en tu propio parecer para rendirte en la última hora; o si permanecerás en tu orgullo sin límites y, aun en Presencia de Dios, elegirás el camino del abismo.

La cruz te será entregada de todas formas. Sujétala firme y da tus pasos.

Los primeros pasos en la Pasión planetaria dictarán el destino de la humanidad. Por eso, desde ahora, en tu Getsemaní interior, renuncia a las tentaciones y acepta la redención; así, Dios estará contigo, los ángeles te ampararán y cargarás tu cruz, solo contemplando la victoria de tu Padre Altísimo.

Después de todo, reinará la paz.

San José Castísimo, que viene a abrir los ojos de la humanidad.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vive con fe los tiempos de superación de ti mismo mientras aún estás en un ambiente de armonía y de paz. Descubre cómo reacciona tu ser cuando se ve frente a los diferentes obstáculos que se te presentan en este tiempo y aprende a controlar tu consciencia y a encontrar la paz.

Obsérvate y percibe lo que te hace superar los límites y llegar más allá de lo que imaginaste que era posible para ti. Percibe el poder del Amor de Dios en tu interior, que te llama a la superación permanente.

Aunque estés superándote cada día, cuando pienses que estás en tu límite, hazlo en paz y sin perder la meta clara de tu espíritu. No dejes que las dificultades turben tus ojos y cieguen tu corazón; obsérvate con atención y aprende a dar cada paso a su tiempo.

Así como tú, muchos serán llamados a trascender sus limitaciones, pero pocos serán los preparados con anticipación para eso. Por eso, vive cada día con mucha atención, observándote detenidamente y aprendiendo de ti mismo, porque si reconoces tus propios mecanismos, podrás ayudar a otros que tienen las mismas dificultades, pero que no tuvieron la misma posibilidad de estar en un ambiente pacífico a la hora de la propia purificación.

Todo lo que hoy vives, todas las oportunidades que te son dadas, es para que te formes como servidor de Dios y te conviertas en compañero de Cristo, para que tu ejemplo y experiencia sirvan para otros. Por eso, haz todo en favor de los demás y estarás en el camino correcto.

Construye una fortaleza en tu interior con la intención de amparar a otros; así, sin que te des cuenta, habrá un Rey habitando en esa morada, porque la encontrará segura para hacer de ella Su refugio. Ese Rey no será solamente tuyo, sino también de todo el universo; es tu Señor, Cristo Jesús.

Te bendice y te protege,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA  VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que el Señor tu Dios y tu Padre derrame sobre ti Sus bendiciones y Gracias Divinas. Que construya en tu corazón una inquebrantable fortaleza, con base en la humildad y en la honestidad.

Que el Señor lave tu espíritu, limpie tu alma y retire de tu consciencia lo que aún te incita a la perdición y a descuidar el Plan de Dios.

Que el Señor vierta sobre ti Su Perdón, para que sepas perdonar al mundo a tu alrededor, borrando el pasado y aprendiendo a comprender el futuro.

Que el Señor coloque Sus Ojos en los tuyos, para que puedas ver Su Presencia en cada ser y comprender Su Voluntad en todos los acontecimientos, enseñándote a intuir y a discernir. Que coloque Sus Manos en las tuyas, para que ellas estén disponibles para recibir y ansiosas por dar. Que coloque tus pies en Sus Pisadas, porque Él no podrá caminar por ti; hayen este mundo que debes elegir con tu corazón, pero podrá indicarte el camino y aguardar frente a ti para que lo acompañes de cerca.

Que el Señor tu Padre, tu Compañero, tu Rey y tu Maestro jamás te pierda de vista. No dejes que Él quite los ojos de ti; para eso, haz siempre lo que Él te pide, aprende lo que Él ya te enseñó y Él estará siempre contigo, mostrándote nuevos horizontes, conocimientos y secretos que desconoces.

Que el Señor retire los límites de tu consciencia, amplíe la visión de tu corazón y te enseñe a amar a lo grande y a salir del amor escaso, del amor personal, individual y humano.

Que el Señor te muestre que cada gota de sudor de tu rostro corresponde a la oportunidad de salvación de un alma, siempre y cuando tus obras fueren para Dios. Así, aprenderás a trascender
los límites, a donar lo máximo de ti y, a veces, lo imposible. 

Conocerás el sentido de lo ilimitado que habita la Consciencia de Dios que no tiene fronteras.

Que el Señor te ayude a reconocer lo Sagrado, la reverencia que nace del amor del alma por lo que Dios manifiesta en tu vida. a leer los símbolos de los acontecimientos; contempla
la grandeza y la belleza de cada alma y de cada Reino de la Naturaleza. Vive para conocer la Perfección de Dios.

Por infinitas horas, días y ciclos, le pido a Dios que esté más cerca de ti y que derrame sobre ti todos Sus Dones y Virtudes, para que tú seas pleno en Dios y que colmes al mundo con tu santidad.

Quiero, con eso, enseñarte a orar por los demás, a desear para el prójimo siempre lo mejor, siempre lo divino, lo sublime, lo glorioso.

Ora por tus hermanos, así como Yo oro por ti. Aprende a pedir por los demás, así como hoy Yo pido ante tu corazón.

Oro al Creador todos los días para que Él triunfe en cada corazón humano. Ora Conmigo por el prójimo todo el tiempo.  Si tus hermanos consiguen vivir los Dones y las Virtudes Celestiales, el Reino de Dios descenderá al mundo, y tú también estarás dentro de él.

Aprende, hijo, a querer para el prójimo siempre lo mejor, y que tu súplica sea verdadera.

San José Castísimo, que te enseña a interceder por las almas.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fortalece la verdad en tu interior y sé verdadero, no solamente cuando estás solo y sabes que no puedes esconderte de Dios en tu soledad.

Consolida tus aspiraciones más puras y mantente en esa pureza lo máximo que puedas.

Recuerda la grandeza del Plan de Dios; recuerda también el sufrimiento del mundo y ofrece tu transformación, pensando en cómo debería ser el mundo y observando en qué se convirtió. Tanto en la grandeza del Plan del Señor como en la abismal situación planetaria, debes encontrar los impulsos para no ser lo que eres y caminar hacia lo que debes ser.

Busca un mayor contacto con Dios en la soledad del corazón y fortalece allí la pureza de tu interior. Cuantos más momentos de unión con Dios tengas en tu día, más fácilmente te mantendrás en el propósito y resistirás las tentaciones que se presentandelante de ti.

Sin embargo, si eliges estar ante todas las situaciones que ya sabes que no puedes superar, en vez de escoger estar en soledad con Dios y ser verdadero delante a Él, jamás podrás salir de la permanente batalla contra ti mismo. Y no será necesario que el enemigo se aproxime a ti, porque tú solo corres hacia los abismos de tu consciencia.

Hijo, ya sabes que te estás purificando al retirar el lodo en tu interior; ya sabes que, muy intensamente, las tentaciones y los deseos mundanos que aún tienes dentro de ti te llaman a que caigas. Por eso, no coloques tu consciencia en pruebas innecesarias, cuando el camino de la paz se muestra a tus ojos.

Antes de correr hacia las situaciones que te comprometen, da un paso atrás y encamínate a la soledad con Dios. Aunque sea por un instante, confiésate con Él y renueva tu aspiración a estar en la pureza de tus intenciones.

Fortalece lo puro que hay dentro de ti y deja que lo impuro pierda su fuerza y perezca por el desinterés de tu consciencia en relación a las impurezas, porque aquello que hoy estás purificando se alimenta de ti mismo y solo permanece en tu interior cuando es retenido por tus propias manos.

Escucha, entonces, lo que te digo y no reafirmes las imperfecciones y vanidades, contemplándolas delante de ti; suéltalas y dirige tus ojos a la pureza. Deja que tu interior se purifique por la intensidad de la luz de la verdad de tu esencia, que debe expandirse cada día.

Si comprendiste lo que te dije, entonces, vívelo rápidamente.

Tu padre, guía y compañero de siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para ser un compañero de Cristo, intentarás trascender las leyes y tendencias de la Tierra, porque no puedes seguir con pensamientos humanos los pasos de Aquel cuyo Espíritu y Divinidad no provienen de este mundo.

Deja el pensamiento planetario para los que solo buscan las riquezas de la Tierra, la gloria y la honra pasajeras que aquí se alcanzan. Busca para ti la gloria de Dios y, en vez de buscar ser honrado, rinde honras a Aquel que es digno de recibirlas.

Busca para ti la recompensa de los mansos, que es el corazón humilde. Sé más ambicioso que los homFbres de la Tierra y busca para ti un lugar en el Reino del Universo. Aunque seas eternamente siervo, no habrá mejor Rey al cual servir sino a Aquel que es Uno con todo lo que fue creado y cuya misericordia no se mide con los patrones existentes, ni en este mundo ni en ningún otro.

No te desanimes, hijo querido, con las derrotas que vives en la Tierra; glorifica a tu Padre y Dios, cada vez que eres humillado,porque estarás aprendiendo así, cómo se alcanzan mayores Gracias, Gracias verdaderas, Gracias Divinas.

Ríndete como siervo, como nada; sé la alfombra en la cual pisan los que buscan la gloria del mundo. Deja que los otros sean mejores y victoriosos en todo.

Piérdete, incluso de ti mismo, y harás de ti una victoria para Aquel que es el único vencedor de toda la Creación, porque se perdió de sí mismo y, así, volvió a la Esencia Divina.

¿Por qué temes tanto salir de las leyes de la Tierra?

¿Por qué temes tanto perder los tesoros del mundo?

¡Oh, hijo querido!, descubre la Gracia de ser pobre de ti y de todo y jamás querrás otra cosa sino la nada.

¿Por qué te aferras tanto a este mundo y a su forma de vida, si tú no provienes de él ni permanecerás en él para siempre?

Vive en este mundo como debes vivir; haz de él lo que él es: una escuela de trascendencia, de redención, de amor. Estás aquí para ser lo que no eres, para renunciar a lo que ves, para redimirte y para amar todo lo que existe, bueno o malo, como forma de dejar que el amor todo lo transforme.

Escoge la simplicidad, la alegría, la libertad del espíritu. Regocíjate en la humillación, tórnate pleno en la obediencia, resígnate a ser nada y verás que todo te será dado. Regocíjate en la humillación, tórnate pleno en la obediencia, resígnate a ser nada y verás que todo te será dado.

Sé libre, libre del mundo y de ti mismo. No le des al mundo un peso mayor del que ya tiene.Tórnalo leve, vaciándote de ti. Vacíate del amor propio, de quereres y pareceres, de aspiraciones. Fluye en la Voluntad Divina, fluye en lo que Dios envía para tu vida y nada, hijo, ni en el espíritu ni en la materia, te faltará. 

No temas parecer débil y renunciar a vencer en las competencias impuestas por los hombres. Da un paso atrás cuando veas que la competencia viene a tu encuentro y ríndete a la humildad. Ya verás cuán inquebrantable fortaleza se construirá en tu interior, pues es en tu humildad y pequeñez que habitará el Rey del Universo, que no busca para sí grandes castillos, pero sí, simples pesebres para nacer.

Confía en lo que digo y recuerda Mis palabras. Sigue Mis pasos, pues Yo te conduzco a Cristo, y Él te llevará a Dios.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desarrollen en este tiempo la neutralidad como primer principio, para que la paz permanezca en el interior de ustedes. No confundan esto con indiferencia, desprecio ni falta de interés por lo que sucede en el mundo.

La neutralidad es un don que nace en los corazones de los que buscan la Verdad y que, en su búsqueda, pueden contemplar la cara oculta de los hechos que se manifiestan en el mundo.

La neutralidad es un atributo que impregna el espíritu de los mansos y de los que tienen fe en el cumplimiento de los Planes de Dios, tanto en el mundo como en sí mismos y, por eso, por más que sucedan grandes desastres y desajustes en el planeta, jamás pierden el eje y la meta de sus espíritus.

Para llegar a la neutralidad, deben tener interés en conocer el Plan de Dios; deben tratar de vivir según los Principios del Padre e infundir en su interior la certeza de la perfección de Su Voluntad.

Al conocer el Plan de Dios, observando la manifestación de ese Plan, comprenderán que el Señor utiliza diversos caminos, a veces, jamás pensados por nosotros para la concreción de Sus Obras; sin embargo, siempre las manifiesta porque Su Voluntad es una Ley.

Con esa certeza infundida en el corazón, el espíritu alcanza la neutralidad y se mantiene firme en el cumplimiento de su parte en el Plan, obedeciendo y caminando independientemente de lo que sucede a su alrededor, porque sabe que algún día, en una de las curvas de ese camino, Dios manifestará Su Voluntad.

El corazón que vive en la neutralidad no se preocupa tanto con los medios utilizados por el Señor para llegar al fin esperado, porque de manera simple ese corazón sigue con fidelidad y paz las indicaciones del Creador y, a pesar de estar siempre atento a lo que vive el prójimo y preparado para ayudarlo cuando sea necesario, ese corazón no se inquieta ni se desestructura internamente por lo que sucede a su alrededor.

¿Comprenden ahora lo que Dios espera de Sus soldados? Espíritus serviciales, amorosos, mansos y listos para donar todo de sí mismos, y también rectos, inmutables y obedientes al Propósito Divino.

Traten, entonces, de encontrar el don de la neutralidad desde ahora y vívanlo en su interior.

San José Castísimo, que los prepara para cruzar en paz los tiempos que vendrán.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¡Oh! Memorable día en que el Cielo desciende a la Tierra para glorificar la Misericordia de Dios expresada en el Corazón de Su Santa Sierva, la Virgen María.

¡Oh! Día de Gracias, de júbilo y de alabanza celestial, día en que los corazones reciben de la Fuente Divina la piedad para convertir sus vidas y para encontrar la salvación y la plenitud en Dios.

Día de misericordia será este, en que el Señor sintetizará las Gracias derramadas por el vientre de la Creación, para que las almas reciban repetidas veces los códigos que perdieron en el camino.

¡Oh! Día de salvación y de regocijo en el Espíritu Santo, porque Aquella que concibe la Trinidad en Su vientre purísimo volverá Sus dulces ojos hacia el mundo, para que ese Santo Espíritu ahora fecunde los corazones y las consciencias de los puros de intención.

Hoy es el día de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, día escogido por Dios para que, antes de cerrar un ciclo e iniciar otro en la vida planetaria, las criaturas puedan renovarse en Cristo y recibir de los Sagrados Corazones las Gracias que necesitan para perseverar.

Dichosos serán aquellos que reconocerán la grandeza de este día y que la difundirán en el mundo, anunciando que la esperanza aún vive en el corazón humano.

Dichosos los que creerán en las Palabras de Dios y que recibirán de Sus Manos Divina los tesoros celestiales para el cumplimiento de Sus Planes.

Dichosos los que consagrarán sus vidas y que renunciarán a las mezquindades y a las futilidades del mundo para vivir algo puro y verdaderamente espiritual.

Dichosos aquellos que tomarán los impulsos entregados en estos días de Gracia especial y que los vivirán en cada instante de sus vidas, porque ellos serán llamados multiplicadores de la Gracia Divina.

Alégrense, regocíjense y únanse a Dios en reparación por los pecados y por la perdición de las almas que se lanzan voluntariamente a los abismos del mundo.

Que esta Tierra sea liberada y, al fin, encuentre la paz y se funda al Espíritu de Dios, que la humanidad conciba los Dones del Altísimo, porque hoy es el día de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.

San José Castísimo, siervo y esposo fiel de la Santa Virgen María

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entra en el recinto de tu corazón para comprender que, en estos tiempos, la ley primera es el amor; amar sobre todas las imperfecciones, defectos, desavenencias, orgullos y vanidades.

La única herramienta que te protegerá del mal, hijo Mío, es el amor: amor al prójimo, amor a los Reinos de la Naturaleza, amor al Plan de Dios.

Si no abres tu corazón para aprender a amar las cosas como son, y así llevarlas a que se transformen en lo que verdaderamente deben ser, te sumergirás en la incomprensión, en la arrogancia y en la permanente competencia.

Tienes delante de ti dos manos que se tienden para que escojas un camino para seguir. No hay otras opciones: una es la Mano de Dios y la otra, la mano del caos.

Muchos ya escogieron la mano del caos y hoy se encuentran en medio de una batalla tenebrosa sin reglas; pero tú, hijo, tienes delante de ti la opción consciente de trascender las tinieblas en tu interior por medio del triunfo del amor en tu corazón. Es por eso que te llamo a que pidas perdón, a que venzas tu orgullo y a que descubras la Gracia que es ser humilde y cumplir con los designios del Creador.

Yo te pido que te reconcilies con el prójimo en ofrenda a Medio Oriente, y también con tu propio corazón, que en su inmadurez e ignorancia no aprendió a amar.

Yo te pido estas cosas, hijo Mío, porque ya no tendrás tanto tiempo para plantar semillas en el cantero de tu existencia y de la vida humana. Pronto llegará el tiempo en que solo recogerás aquello que plantaste y comerás de los frutos de los árboles que crecieron en tu jardín.

Cuando te digo que pidas perdón y registres lo que haces, es para que profundices tu ejercicio de humildad y les reveles a todos tus imperfecciones, para que así des un ejemplo a la humanidad de cuán simple es dar un paso en dirección al amor.

Hoy te digo, hijo, que eso no será lo único que te pediré. Te pediré también que no solamente realices un acto de perdón, cuando todos los días vives lejos de la fraternidad. Ese acto tuyo de perdonar debe ser permanente, constante y eterno, porque cuanto más se aproxima al planeta el Armagedón, más tendrás que perdonar lo que suceda dentro y fuera de ti. 

Por eso, necesito que sigas perdonando, que sigas dando ejemplos de amor y de perdón para la humanidad, para que esos ejemplos lleguen a todos tus hermanos que necesitan de inspiración para dar sus pasos. Pero no seas solo un ejemplo registrado en un video en las redes sociales; sé tú, hijo Mío, un ejemplo diario, permanente, dejándote humillar y pedir perdón cada vez que tu corazón se separe del Dios que habita en tus hermanos.

No temas hacer lo que te pido, porque cuando pase un tiempo y ya no puedas hacerlo, no bastará arrepentirte por no haberlo hecho. Dejo en tu corazón Mi bendición y Mi impulso para que sigas adelante.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ama al prójimo sin límites, como si Dios mismo se multiplicase en cada uno de tus hermanos y te llamase a servirlo y a acompañarlo en Su desarrollo dentro de los seres.

Ama al prójimo sin límites, para que tu amor fecunde en los corazones de tus hermanos la semilla de la esperanza de un día vivir plenamente la fraternidad y la unidad entre todos.

Ama al prójimo sin límites y, aunque a veces tus obras no puedan llegar a todas las criaturas de la Tierra tan directamente, igual ama y, en tu espíritu, deja que el amor impregne a todos los seres, como lo hace el Señor tu Dios y tu Padre, que te llama a seguir Sus pasos.

Ama al prójimo sin límites, con un amor verdadero, espiritual, maduro, simple, servicial y fraterno, porque de esa forma Dios mismo podrá amar por tu intermedio.

Ama al prójimo sin límites y dona todo de ti para la concreción del Propósito Divino en los demás y en el planeta.

Ama al prójimo sin límites, ora por el mundo, clama de rodillas por los que perdieron la fe. Siente en tu pecho el dolor de los que viven sin esperanza y lleva a los pies del Creador tu súplica de forma tan verdaderacomo si fuese tuya la desesperanza de tus hermanos. 

Ama al prójimo sin límites y aprende a ayudarlo como Dios espera y no como tú quieres. Ama con el Corazón del Padre dentro de tu corazón y tú, por entero, dentro de Él. Así, sabrás amar más allá de las emociones y servir más allá de los impulsos del ego humano.

Amarás simplemente porque el amor vive en ti y no te gratificarás por vivir el amor, porque el amor es en ti y, de forma natural, te lleva a la donación de ti mismo.

¿De qué valdrá el amor sino para ser donado?

Ama al prójimo sin límites, con oraciones, con silencio, con servicio, con comprensión, con acogimiento, con una sonrisa, con una corrección, con una advertencia, con un abrazo, con el cuidado o con el distanciamiento. Ama como cada uno necesita y no como tú necesitas amar.

Ama y entrega al otro tu amor, aunque para ti la forma de hacerlo cause dolor.

Aprende a donar, a ser y a vivir en la Ley del Amor, que es la ley de esta Tierra, es el principio y el fin de la existencia humana.

Yo te acompañaré y te amaré siempre, para que te sirvas de Mi ejemplo para amar aún más al prójimo, sin límites.

Tu padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En tiempos de batalla para la mente, para el cuerpo y para el espíritu, mantén el corazón en paz.

Aférrate al propósito de estos tiempos y no tanto a las tribulaciones que perturban tu ser, dentro y fuera de ti.

Si no consigues orar, simplemente une tu corazón a Dios y pide Su auxilio. Como soldado de Su ejército de amor, el Señor jamás te negará la debida ayuda.

Sin embargo, poco a poco, conversa con tus cuerpos, con la vida que habita en tu consciencia y que se expresa de diferentes formas, porque los tiempos son otros y la propia densidad de la atmósfera planetaria buscará de ti el espíritu de la permanente trascendencia.

Solo no te rindas. Sé un poco más valiente y decidido a vencerte a ti mismo y a las energías que circundan tu consciencia, porque dentro y fuera de ti existirán resistencias para no permitir que seas un triunfo de Cristo en el mundo.

No permitas que tu consciencia sea instrumento de desunión. Valora siempre tu unidad con Dios y con tus hermanos y la de todos con el Propósito del Creador.

Deberás aprender a encontrar dentro de ti aires puros para respirar y nutrir tu alma y tu espíritu, porque existirán días en los cuales no encontrarás ningún aliento en lo que te rodea. Por eso, construye hoy  el camino de unión con tu mundo interior.

Allí se encuentran los códigos dejados por Dios en tantas veces que Él vino a tu encuentro. Allí encontrarás la paz.

Por la profundización interior de todos los seres,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sé que las fuerzas que emergen de su interior en purificación y transformación a veces son tan fuertes que ciegan sus ojos al amor y al perdón.

Sé que después de eones de existencia alimentando orgullos y vanidades, poder y posesiones, es muy difícil para la consciencia en evolución decir sí a un aprendizaje de humildad, cuando él se precipita en sus vidas.

Muchos son los que dicen querer ser humildes como el Señor en Su pesebre de Belén, pero, delante de las pruebas que Dios envía, reaccionan y no solo no las aceptan con humildad, sino que también se ofenden profundamente y buscan una forma de atacar a aquellos que sirvieron de instrumentos, de manera inconsciente, para que Dios los probase, como hasta entonces pedían.

Comprendan, queridos compañeros en Cristo, que el Señor no puede permitir que todo se les entregue sin colocar en sus vidas las pruebas que consolidan el propósito crístico en su interior.

Después de recibir tantos impulsos del Cielo, cuando ustedes fueren menospreciados, humillados, calumniados o maltratados, según la comprensión de cada uno, simplemente reciban la oportunidad como dádiva celestial y, sin miedo, dejen que las estructuras del orgullo caigan por tierra, frente a sus pies.

Sé que muchos perciben que no pasaron las pruebas que Dios les envió y que las resistentes estructuras del orgullo fueron mayores que su aspiración a la humildad, pero no importa, porque no les pedimos perfección, sino persistencia.

Ahora, levántense del abismo de la ignorancia y reconozcan su propio aprendizaje; colóquense delante del Padre disponibles para nuevas enseñanzas y prosigan.

Quiero que comprendan algo de una vez y para siempre: la humanidad necesita de sus ejemplos de humildad, códigos que se extinguen de la consciencia humana porque las reacciones y las contestaciones ya son muy conocidas por todos.

Cuando alguien los coloque delante de una situación de humillación, acéptenla con humildad, porque, independientemente de quién tenga la razón y de si esa situación es justa o injusta, el Señor espera que Sus soldados bajen la cabeza y venzan la batalla, derribando el orgullo y viviendo la humildad.

Acuérdense de lo que hoy les dije y estén atentos a las situaciones de la vida, porque si dicen sí al camino crístico, no pueden esperar otra cosa sino imitar a Aquel que fue humillado, rechazado y puesto en una cruz, para que aprendan a perdonar a la humanidad y para abrir el caudal de Su infinita Misericordia para el mundo. 

Yo los bendigo y los espero dispuestos a recomenzar sin miedo de equivocarse, porque solo con la experiencia del error y reconociendo las propias fallas es que podrán ayudar y advertir a otros.

Yo los amo y los acompaño siempre, día a día, paso a paso.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oración de Unión a la Humildad de Dios

Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
trasciende las barreras de mi ignorancia.

Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
derrota mis resistencias.

Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
abre mis ojos a la verdadera luz
y retira mi consciencia de los abismos
del orgullo y de la vanidad.

Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
disuelve mi pequeñez en tu grandeza
y muéstrame el verdadero propósito
de la creación humana.

Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
úneme al prójimo y a los Reinos de la Naturaleza
para la concreción del Plan Divino.

Permite que mi consciencia reconozca
la Presencia del Creador en todas las cosas
y glorifique Su existencia en todo tipo de vida.

Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
permíteme ahora y siempre vivirte con perfección,
así como hizo el Señor,
que disminuyó Su grandeza para estar entre los hombres
y confirma Su infinita Misericordia,
retornando al mundo.

Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
que seas Tú un principio fecundo en el corazón humano.

Amén.
 

De rodillas, oren y pidan a Dios que los ayude a imitarlo, porque solo el corazón verdaderamente humilde superará las pruebas que vendrán y el rayo de la Justicia de Dios, que partirá y destruirá las estructuras del orgullo, de la arrogancia, de la soberbia y de la vanidad del corazón humano.

Sean firmes en la humildad y ríndanse al amor. Sean valientes para que se dejen vencer por Dios. Sean fuertes para que se levanten con esperanza y disposición de renacer en Cristo, cuando el Señor derribe al viejo hombre dentro de sus consciencias.

 Humildad y paz son las claves para estos y para todos los tiempos.

San José Castísimo, padre de la sagrada humildad

 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Como Sagrada Familia, vinimos para animar a la humanidad a que responda al Llamado de Dios y a que cumpla Su Santa Voluntad.

Como Sagrada Familia, invitamos al mundo a que aprenda de la pureza de los niños y a dejar que ellos les enseñen cómo encontrar a Dios.

Como Sagrada Familia los incentivamos a que abran sus corazones para vivenciar los misterios que trascienden, absolutamente, la comprensión humana y transforman por completo todo lo que conocen sobre la vida en la Tierra e, incluso, sobre sí mismos, abriéndoles los ojos para lo que son en realidad. 

Como Sagrada Familia los animamos a que ofrezcan sus almas como instrumentos de Dios, a que venzan el miedo de perder las cosas del mundo e incluso a sí mismos, porque todo lo que guardan como tesoros, ya sea el modo de vivir, cosas materiales o relaciones afectivas de cualquier tipo, como también lo que  conocen de la propia vida, todo eso pasará con un soplo de la Justicia Divina, mientras que la vivencia de la Verdad fortalece el poder y la acción de la Misericordia.

Como Sagrada Familia los llamamos a que vivan el verdadero amor, amor que trasciende las posesiones, que no busca recompensas, que solo dona y nada recibe a no ser de Dios que, cada vez que se abren para donar algo, les infunde una mayor voluntad de entregar todo.

Como Sagrada Familia los colocamos ante la Gracia del retorno de Cristo, dádiva incomprensible para la mente y solo aceptable para el corazón que ya descubrió en sí la fe.

Como Sagrada Familia los invitamos a que descubran la posibilidad de vivir la paz en tiempos de caos y de mantener la confianza en Dios, aun delante del mayor sufrimiento, cuando el Señor nos pide incluso la propia vida por amor a Su Plan, como fue en la Pasión de Cristo.

Reciban a través de sus oraciones los códigos de la Sagrada Familia y no los dejen guardados bajo siete llaves en su interior; permitan que ellos tomen vida, que se expandan y se multipliquen en aquellos que se aproximan a ustedes, como fue con la Sagrada Familia de Nazaret.

Les dejo Mi paz y la confianza absoluta en la presencia de Cristo en el interior de los hombres, porque el Señor renació.

San José Castísimo, en la presencia sagrada de María Santísima

APARICIÓN DE SAN JOSÉ Y DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Escucho la voz de los que claman por una oportunidad y, a través de Mi Vientre Purísimo que gesta las nuevas cosas en todos los corazones de la Tierra; hoy, les traigo el Espíritu de la Natividad del Señor para que sientan la Paz, el Bien y la Misericordia que se expanden por los cuatro puntos del planeta.

Hoy, las oraciones fueron recogidas por Mis ángeles y son derramadas como Gracias en los corazones más necesitados de la Presencia infinita de Mi Hijo.

Pero hoy, no estoy sola aquí, queridos hijos, estoy con la Presencia de San José y de todos los ángeles que Nos guían hacia el Propósito infinito de Dios, con todos los Ángeles de la Guarda que rezan por sus almas y por sus familias. 

Un saludo es enviado, un saludo de Paz, es emitido desde el Corazón del Universo, el Corazón de Adonai.

Hoy, Mi Hijo está entre ustedes, abran sus corazones para poder recibirlo con humildad y en paz. No dejen, queridos hijos, de buscar a Aquel que les dio la vida, Aquel que murió por ustedes y que aún derrama Su Misericordia sobre el mundo, a pesar de las guerras y las confrontaciones, a pesar de las familias exiliadas o de las familias que han vivido la inundación en Uruguay.

El Espíritu de Dios está atento a la necesidad de todos Sus hijos en el mundo.

Hoy, ofrezcan, queridos hijos, este tiempo de transición para que pueda reinar la paz, principalmente en aquellos que no la buscan. Hoy, Mis ojos miran con dulzura sus corazones. Hoy, Mis manos tocan sus cabezas, así como Yo toqué la pequeña Cabeza de Jesús, para sentir la Presencia, entre todos, del único Dios.

Hoy, Mi Corazón les habla a todos los Cristos internos, que emergen de lo profundo de sus corazones para traer la Paz y la Luz al planeta. Es esa Luz, queridos hijos, es ese Cristo al que siempre deben buscar, a pesar del tiempo de tribulación.

Hoy, están, queridos hijos, ante el sagrado Pesebre espiritual que les recuerda el Nacimiento del Mesías, la encarnación de la Misericordia de Dios en el mundo y la oportunidad sagrada para todas las almas.

Mientras, Yo les entrego Mis Palabras de Amor y de Paz, coloquen en sus corazones a todos Mis hijos, a todos aquellos que se distancian de Dios en esta noche; pues Mis pies hoy pisan la cabeza de la mala serpiente, porque triunfa la Gracia de Dios a través de la Luz de Mi Vientre purísimo, que los renueva, que los congrega en el Amor y en la Verdad.

Hoy, todos ustedes tómense de las manos, así como Yo Me tomo de las manos de Mi Esposo, San José, ante el Reino Celestial y todo el universo congregado en este suelo sagrado. 

Aurora vuelve a amanecer en los corazones no redimidos. Las deudas son perdonadas, las cuentas son equilibradas y la balanza está en su justa ley por la donación amorosa de Nuestros Sagrados Corazones.

Honren al Dios de las Alturas. Traigan la Paz a la Tierra para todos los espíritus sufrientes, para las almas que claman por la Misericordia de Dios, para aquellos que sufren en la oscuridad, para todos los que se encuentran en su profunda soledad espiritual, para los niños y enfermos de los hospitales, para aquellos que se exiliaron de sus casas para buscar un nuevo camino de esperanza.

Congreguen, a través de esta unión, al Espíritu de la Paz de Cristo, a la sanación de los corazones, a la Paz para todos los seres de la Tierra.

Y ahora, queridos hijos, coloquen en Mi Vientre purísimo sus sublimes intenciones, para que Yo las pueda gestar y sus seres vuelvan a nacer a través de la redención del Señor.

¡Estrella de Belén, circunda al universo! 

¡Estrella de la Hermandad y de la santa fraternidad brilla en los corazones que se abren para encontrar la paz!

Oremos a Dios.  Oremos a Su Misericordia para que Sus Rayos se derramen en los que más sufren en estos tiempos de caos.
 

Oración:  Padre Nuestro.
 

Y así, queridos hijos, siempre los quiero ver unidos, en la alegría, en la tristeza, en la hermandad, en la tribulación, en el caos y en el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

Ahora, escuchen, con la suavidad de Nuestras Palabras, al Casto Corazón de San José. Aquel hombre que se ofertó, por todos ustedes, para que el Proyecto de Dios se cumpliera en todo el mundo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Solo les digo en esta noche que sean humildes de corazón, porque es en la humildad que sus aspiraciones más verdaderas se tornarán reales.

Busquen el camino de la simplicidad, porque fue en la simplicidad de esta noche, en la pura alegría de sus corazones, que los cielos volvieron a abrirse para la Tierra, en espacios olvidados del mundo, donde la Luz de Dios ya no podía brillar.

Descubran, queridos, que en esta noche la simplicidad reina en sus corazones.

Descubran el misterio de vivir con pura alegría, de ser como niños que se expresan tal cual son y lo ofrecen al Creador, para que la pureza vuelva a reinar en el corazón de los hombres.

Muchos desconocen la Presencia de Dios en el mundo y, poco a poco, la humanidad debe volver a reconocer que Dios es el Padre Supremo de todas las criaturas de esta Tierra para que, unidos a Él, Su Reino se establezca en este mundo y la unidad vuelva a ser una realidad entre todos los Reinos de la Naturaleza, incluyendo hoy el Reino de los Ángeles y de los Arcángeles, aquellos que los aguardan día y noche para que aprendan con ellos a crear Luz, a alabar a Dios, para construir en esta Tierra Su Reino de Infinita Paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, si sus brazos están cansados, eso es lo que deben sentir. Incansablemente, busquen la unidad entre todos los seres de la Tierra, porque hoy les revelo el misterio del Nacimiento de Jesús. 

La unidad de Mi Corazón con el Corazón de San José, y con todos los que se congregaron para esa tarea, hizo posible la salvación de la humanidad.

En acto de humildad y de reparación, oraremos nuevamente a Dios. Pero quiero, queridos hijos, ver en sus rostros la alegría de estar comulgando con el Niño Rey para que desaparezca la tristeza, el odio, la incomprensión, la desunión entre los corazones; y que, en nombre de Mi Corazón Inmaculado, prometan ante Mi Dios Santísimo esforzarse todos los días por esta Sagrada Unidad que está desapareciendo de la Tierra.

Recemos:

Somos una sagrada familia.
Somos semillas futuras de la Nueva Humanidad.
Somos dignos hijos de Dios.
Amén.
Amén.
Amén.

Y ahora, lleven sus manos hacia el corazón, porque Cristo nació nuevamente en los corazones que hoy le clamaron y lo buscaron en cualquier punto de esta Tierra.

Les agradezco y les agradecemos por haber respondido a Nuestro llamado.

Que suenen los cuencos y las campanas. El Rey ha nacido en el tabernáculo de los corazones de todos los seres. 

Proclamen a Dios esta grandeza. Alaben Su Nombre por los siglos que vendrán. Que así sea.

Mientras Nos elevamos, llevando las plegarias de todos los seres, cantemos. Hoy, se establece una noche de Paz. 

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que cada día que pase en sus vidas les traiga nuevas oportunidades de vivir la paz.

Que cada prueba traiga en sí el don de la superación y la dádivade la trascendencia.

Como humanidad van caminando en dirección a Belén, teniendo que hacer esfuerzos, sacrificios, superar límites y confiar en el amparo de Dios. Están delante del misterio del Nuevo Hombre, y saben que es una realidad, porque Él ya está en gestación y a punto de nacer en el vientre de la Creación Divina, que se expresa en el interior de todas las criaturas. Sin embargo, ustedes no saben lo que ese Nuevo Hombre traerá al mundo, cómo crecerá, cómo se desarrollará ni cómo cumplirá su misión.

Ustedes están en el camino hacia Belén buscando la cuna de la humildad para que Dios pueda retornar en vida a Su Creación. Como consciencias humanas, siempre quieren lo mejor para Dios y para Su Plan, pero el Creador los sorprenderá, trayendo a Su Hijo al interior de los simples, de los pequeños, de los pobres de sí, de los humildes. Cristo renacerá en los corazones de los que no temen entregar el reino de su propio interior para que el Soberano Rey Universal establezca Su Reinado. Él vendrá para vivir en el corazón de aquellos que no temen ser vencidos y que, por amor, se convertirán en siervos eternos de ese amado Rey de las Estrellas.

Ustedes están en el camino a Belén: ya no son lo que eran como raza ni como consciencia humana, porque Dios ya comenzó a descender a las esferas terrestres. Sin embargo, aún están delante del misterio que es el renacimiento de Cristo, la multiplicación de Su existencia, que se renovará en el corazón y en la carne de muchos.

Vengo al mundo como guardián de este principio divino, que es el Cristo en su interior, porque Yo ya caminé hasta Belén, ya viví la angustia de no saber en qué se convertiría el mundo después del nacimiento de Cristo y el miedo de no ser digno de proteger tal Rey, escondido en tan pequeña criatura; el miedo de no ser un buen guardián para el Dios Niño y de no ser capaz de dejarlo crecer ni manifestarse como el Señor lo esperaba.

Pero ese miedo fue vencido por la Fe y por el Amor emanado por Cristo, que aun siendo tan pequeño y frágil jamás escondió Su Gloria y Su Filiación a Dios. El miedo se desvaneció cuando percibí que Dios es el verdadero operario de Su Voluntad y que basta fluir dentro de ella para que Su Plan se cumpla.

Les digo todo esto porque están en camino a Belén, delante de un gran acontecimiento, marcado por duras pruebas y severos aprendizajes, que pierden su severidad frente a la magnitud del retorno de Cristo.

Dentro de algún tiempo, aquellos corazones que se abran comenzarán a comprender que la Voluntad de Dios Es, por sí sola; que Él no solamente “manda”, sino que también envía los medios y promueve el cumplimiento de Sus Obras. Solo es necesario confiar y dejar que el Señor haga de sus vidas simples instrumentos para la concreción de Su Plan, que ya es una verdad y una realidad que necesita manifestarse.

No dejen de caminar en dirección a Belén y, ahora que ya saben dónde quiere nacer Dios, no busquen la comodidad, el lujo ni el rebuscamiento de buenas moradas, según los conceptos humanos; sigan el camino que los conduce a la simplicidad, a la paz y a la humildad verdadera, pues es ahí donde Dios manifestará Su Gloria.

Alabado sea el Señor que retorna a los corazones de los hombres, para un día retornar, no solo en Espíritu y en Divinidad, sino también en perfecta semejanza con Sus criaturas, en carne y humanidad santificada y resplandeciente, mostrando a los hombres el camino de su evolución.

San José Castísimo, que prepara el nacimiento, el renacimiento y el retorno de Cristo, Nuestro Salvador.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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