MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ROMA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS
Hoy vengo con el Cetro de Dios en Mis manos, para aplacar nuevamente las injusticias del mundo, revelando la verdad a los corazones de los hombres, renovando su fe y lavando sus almas para que puedan restablecer su vínculo con el Padre.
He aquí, hijos Míos, a la Señora Vestida de Sol, que nuevamente posa Sus pies sobre el mundo, apartando de él, el mal y la falsedad, que ciegan los ojos de aquellos que vinieron para vivir el Amor.
El Universo entero se detiene para contemplar la Presencia de Su Divina Señora en la Tierra, la que, en humildad, viene a advertirles a Sus hijos que ya no es tiempo de intentar engañar a Dios ni a sí mismos, proclamando una falsa fe, que engrandece a los hombres y no al Creador de todas las cosas.
Vengo a ayudar a erguir a los justos y a los simples con Mis santas manos, para devolverles la paz que perdieron por no encontrar en la Tierra un ejemplo que fortalezca su fe.
Vengo, hijos, para colocar sus ojos nuevamente ante el ejemplo de Cristo y a buscar en Él, que hoy está más allá de las estrellas y los contempla desde el Infinito, el único Camino, Verdad y Vida.
Vengo a renovar el Evangelio de Mi Hijo, con las Palabras que Dios le entrega a Sus criaturas a través de Sus Mensajeros, porque es hora de que sean guiados por Dios y no más por los hombres.
Es tiempo de renovar la fe, retirar las barreras que los estancaron en el tiempo, aprisionados en la limitación de la mente humana. Yo vengo, amados hijos, para retirarlos de los muros de la ignorancia, y que ya no encierren las palabras y designios divinos en una comprensión humana.
No limiten a Dios a una doctrina, no encierren su propia fe en las palabras humanas. Busquen la renovación constante que proviene de la unidad con el Todo, de la unidad de los unos con los otros y con toda la Vida, con el Universo que los aguarda más allá de este mundo.
Hoy vengo con el Cetro de Dios en Mis manos, porque el Creador Me pidió que sea Su Intercesora en este tiempo y en este lugar. Me concedió Su Poder de Renovación para que la humanidad despierte y vea en el horizonte el verdadero sentido de su existencia.