MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprendan a sentir en el propio corazón los dolores del mundo y a hacer suyo el padecimiento del Sacratísimo Corazón de Dios.

Contemplen en sus corazones la Creación y todo lo que ella manifiesta, cómo se expresa en el universo. Contemplen la perfección y la armonía de la naturaleza, del sol, de los ciclos de la Tierra. Sientan en sus corazones el potencial de la Perfección Divina que está latente en su interior. Pregúntense todos los días ¿cuál es el camino para manifestar ese potencial?

Quisiera que en el corazón de los seres humanos el amor a la Creación Divina fuese mayor que el amor a la creación humana, pero ustedes están mucho más aferrados a lo que proviene
de sus propias ideas que a lo que proviene del Pensamiento Divino. 

Los seres humanos aprendieron a amar y a admirar lo que fue creado por su limitada mente, y el orgullo adquirido fue tan grande, que quedaron presos de la propia pequeñez, en mezquindades, y no pudieron amar algo superior ni siquiera creer en su existencia.

Con pesar en Mi Corazón, les digo que muchos no se transforman porque no creen verdaderamente en la existencia de Dios, de su Plan, ni en la de Sus Mensajeros. Las consciencias observan el caos y el mal avanzando en el mundo y prefieren pensar que siempre fue así; o se aíslan en los pequeños problemas y en las preocupaciones de sus vidas para no percibir que la verdadera barca que se está hundiendo no solo es en Medio Oriente, sino en el mundo entero.

Es la consciencia humana, Mis queridos, que se está sumergiendo cada vez más en lo profundo de la oscuridad. Y cuando los tiempos necesitan verlos más despiertos y preparados, entregados y con fe en lo invisible, ustedes se están escondiendo de la verdad y sumergiéndose más y más en la ilusión, para no percibir que los tiempos finales ya llegaron.

El Cielo siempre agradecerá sus oraciones y, con el poco esfuerzo de todos los seres, intentará retirar el peso de la balanza de la Justicia, que se inclina hacia la desaparición de la humanidad.

Ustedes, compañeros, son células vivas del Corazón de Dios, por eso es tan grande Su pesar por este mundo.

El proyecto del Creador es perfecto y ya todo les fue entregado para que puedan vivirlo, pero ustedes necesitan decidirse y levantarse de la cama en la cual duermen en ilusión todos los días, para actuar en pro de la humanidad.

Yo los amo; por eso, les advierto.

Son tiempos de emergencia; ya es hora de despertar. 

Si caminan a Mi lado y escuchan Mis palabras, así como todas las palabras de los Mensajeros Divinos, ustedes se darán cuenta de que ya tienen todas las llaves para abrir la puerta hacia una Nueva Humanidad.

Que permanezcan en paz, pero siempre atentos y vigilantes, despiertos y listos para vivir la transformación.

Yo los amo y los bendigo.

San José Castísimo, por el despertar de toda la humanidad

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros y siervos de Cristo:

Hoy quiero hablarles de la esencia del perdón y de la importanciade aprender a perdonar en estos tiempos y en los que vendrán.

El perdón es la puerta para la redención de las almas. Una consciencia que verdaderamente es perdonada se libera de las corrientes que le impiden seguir su trayectoria evolutiva.

Cuando ustedes no son capaces de perdonar algo en sí mismos o en los demás, están obstaculizando no solo su propia evolución, sino también la de toda la humanidad.

En el actual ciclo planetario las almas tomarán iniciativas movidas por fuerzas descontroladas que surgirán del propio interior y, muchas veces, no comprenderán la razón de las propias acciones. Principalmente los seres que no se conocen a sí mismos, y que ignoran todo lo que generaron en esta y en otras vidas, sufrirán por el propio descontrol mental, emocional y físico durante la etapa de purificación más aguda del planeta.

Muchos de los que acompañan Nuestros pasos podrán sufrir las consecuencias de esas acciones descontroladas y, para impulsar el crecimiento del amor en su interior, deben aprender a perdonar.

El perdón del que les hablo no es un perdón mental, que la boca proclama, pero que el corazón no admite. Les hablo del verdadero perdón; el perdón que, cuando toca a los seres, los transforma y los hace percibir la ilusión en la que estaba sumergida la consciencia al equivocarse. Les hablo del perdón que eleva a los seres y los impulsa a descubrir el verdadero amor.

Deben aprender a perdonar de verdad, ejercitando, desde ahora, el perdón en cada instante de sus vidas. Perdonen aquello que nunca fueron capaces de perdonar, sobre todo a sí mismos, reconociendo la ignorancia y abriéndose para descubrir la verdad de esta Creación Divina, que es la consciencia humana.

Todos los seres humanos que asumen un camino de transformación, a diario, dejan de ser lo que fueron el día anterior. Al comprender un error o una equivocación, deben perdonarse; pero perdonarse sin descuidar el aprendizaje, comprendiendo la razón de su error y consolidando en la consciencia el necesario aprendizaje.

Aquellos que aprendan a perdonar, Mis queridos, estarán más próximos de la liberación de sí mismos y de los atavismos de esta vida material.

Ingresen en la esencia del perdón con el reconocimiento de un propósito superior

Yo los guío y los conduzco a la redención de todas las almas.

San José Castísimo, en la esencia del Perdón de Dios
 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: A pedido de San José, cuando leamos este mensaje, no pensemos que está dirigido a los otros, porque Él está hablando con todos y cada uno de los que lo escuchan.

Contemplen en sus corazones el Plan de Dios y observen la grandeza del Pensamiento Divino para la humanidad.

Queridos compañeros:

Ahora les pregunto, en dónde están sus aspiraciones más profundas. ¿Piensan por lo menos una vez al día en la manifestación de ese Plan o están continuamente aferrados a las realizaciones materiales? 

Ya les dije una vez que un obrero de Dios es aquel que hace todo por la manifestación de Su Plan. Sin embargo, observando el interior de las almas y las profundas intenciones de todos los seres, veo que casi no existen, en el mundo entero, aquellos que simplemente trabajan por la manifestación de los Planes de Dios.

Estén atentos, porque la humanidad se está sumergiendo en una profunda ilusión y nada puede detener el avance de la oscuridad. Si se dejan llevar por las tendencias humanas y pasan todos los días entretenidos solo con las tareas materiales, por más que esas tareas sean para el cumplimiento de una Obra Divina, Yo les digo, Mis queridos, que si en lo profundo de sus intenciones no está el Plan de Dios, se sumergirán con el común de la humanidad y no lo percibirán.

Cuanto mayor sea el compromiso con Dios, más atentos y esforzados deben ser, porque más sutilmente serán engañados por ustedes mismos y por el adversario del Creador.

El planeta no soporta más la presión del caos y los Reinos de la Naturaleza no pueden sustentar solos toda la lucha contra la oscuridad en el mundo.

El potencial de los seres humanos continúa latente, porque poco les interesa conocerse a sí mismos y descubrir lo que verdaderamente son, porque para eso, deberán dejar de ser todo aquello que es tan apreciado por ustedes y por el mundo entero.

Debo ser claro y directo porque los amo y, en presencia de María Santísima, Yo los aconsejo, para que Su Amor Universal los ampare y los impulse.

Nuestra Señora necesita de motivos para interceder por el mundo, al igual que Cristo, y las oraciones de ustedes de una hora por día no son suficientes. Es necesario entregar la vida y todo el tiempo que estén en este mundo y también más allá de él: entregar la eternidad al Creador.

Si oran por el mundo durante una hora y en las horas restantes no son capaces de salir de sí mismos ni de sus propias aspiraciones para cumplir un propósito mayor, ¿perciben que el Plan de Dios no se manifestará?

¿Están dispuestos a dejar de ser lo que son? ¿A abandonar las tareas y las posiciones tan apreciadas por el mundo, para servir humildemente a Dios?

Deben reflexionar sobre aquello a lo que no pueden renunciar y preguntarse el porqué de eso. Pues les digo que muchos de sus hermanos están renunciando a la propia vida para mantener su fe en Cristo y perseveran, creyendo en Su Misericordia, por más que sufran constantemente las injusticias de los hombres.

Reflexionen de corazón y transformen sus vidas.

Les dije que vendría al mundo todos los días para conducirlos hacia una Nueva Humanidad. Y ¿quién buscó Mis palabras? ¿Quién se sacrifica diariamente para vivirlas, al menos en la intención?

Con amor Yo los instruyo; a la transformación Yo los conduzco; y a la desaparición de lo que ustedes son hoy Yo los llevaré, porque deben descubrir en dónde está el núcleo más profundo de sus seres, que se asemeja a Dios.

Bajo la bendición del Espíritu Santo, Yo los protejo y les doy Mi paz, para que se transformen siempre en paz.

San José, su padre y guía para estos tiempos

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE MONTEVIDEO, URUGUAY Y SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Vengo a enseñarles sobre la esencia de la compasión para que, por medio del amor compasivo de sus corazones, puedan transitar por los tiempos que vendrán.

La compasión, que proviene del Corazón de Dios, es el atributo espiritual que comprende el estado evolutivo de todos los seres; comprende la situación en que se encuentran las consciencias y, de esa manera, puede ayudar al prójimo, elevándolo, en el espíritu del amor, hasta donde debe llegar como consciencia.

La compasión, como esencia divina, es lo que les permitirá colaborar con el rescate de las almas en los tiempos en que llegarán, a los Centros Marianos, almas de diferentes proveniencias en busca de auxilio y de paz. La compasión les aportará sabiduría para conducir a esas almas y auxiliarlas en aquello que verdaderamente necesitan.

Sin ojos compasivos, podrán caer en el error de dejar que las apariencias prevalezcan delante del espíritu y no podrán reconocer a un hijo de Dios con vestiduras no redimidas.

Hoy les digo que muchos de los que se comprometieron con Dios, en el principio, se perdieron en las ilusiones de la vida material y hoy están muy distantes del Propósito Divino. Pero un compromiso con Dios no se deshace solo por las distracciones del alma y, en algún momento, esos compañeros de Cristo recordarán su compromiso y, así como están, tocarán a sus puertas. Si no despiertan la compasión en sus corazones, no podrán reconocerlos ni recibirlos tal como el hijo pródigo que regresa a casa.

De la misma manera, sin la sabiduría del mirar compasivo, podrán encaminar las almas hacia lugares que no les corresponden y colocar sobre alguien una responsabilidad que no podrá soportar ni sustentar por sí solo.

Por eso les digo que, en sus oraciones, clamen al Santo Espíritu de Dios para que los ayude a despertar el don de la compasión.

Para este propósito, los encaminaré siempre que sigan Mis pasos de padre e instructor.

Yo los amo y los bendigo bajo la protección del Espíritu de Dios.

San José, siervo compasivo de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros y siervos de Cristo:

Hoy quiero enseñarles algo que aprendí con Mi Hijo Jesús, cuando Él aún era niño.

Jesús fue descubriendo la esencia del Plan de Dios para la humanidad cuanto tenía cinco años, y era capaz de ver en los corazones de los hombres el Pensamiento Perfecto de Dios para cada uno de ellos. Así era como el pequeño Jesús procuraba ver en cada ser solo la perfección y, aunque ese ser en nada se asemejase al Pensamiento de Dios para él, Jesús solo veía el Pensamiento Divino. Y era tanto el amor que nacía en Jesús al ver la Perfección de Dios en cada criatura, que ese amor, por sí solo, comenzaba a expulsar de los corazones de los hombres aquello que los separaba del Creador.

A este misterio quiero invitarlos hoy, porque a lo largo de los siglos la humanidad solo respondió a los estímulos capitales y muy poco a los divinos; fue así que solo creció en el corazón humano la costumbre de buscar en el prójimo siempre lo peor, como una forma de sentirse mejor que los demás.

Por esa razón, los seres desconocen el Amor de Dios por Sus criaturas, porque la consciencia que solo vislumbra las miserias de cada ser no puede comprender cómo Dios ama seres tan miserables y se pregunta de dónde surgirá una humanidad redimida, si todos alrededor están sumergidos en sus defectos.

Hoy les digo que dentro de cada alma están latentes la Perfección de Dios y la posibilidad de vivir y manifestar esa perfección. Ustedes deben aprender a buscar lo más maravilloso que expresa una consciencia, porque ahí están los Ojos de Dios.

Por esa posibilaidad de unirse a los Principios del Creador, es que Él aspira, incesantemente, a que de esta humanidad nazca el nuevo hombre, capaz de transformar a toda Su Creación.

Aprendan a desterrar del propio interior la necesidad de observar y buscar los defectos ajenos, por el contrario, alégrense por la manifestación de una virtud en el prójimo e imítenlo en lo que él expresa con perfección.

Encuentren en el atributo que cada ser manifiesta la posibilidad del surgimiento de una Nueva Raza y aspiren, de todo corazón, a que cada uno pueda crecer en virtud. Ayúdense unos a otros para que maduren bajo el espíritu de la fraternidad y del amor, y borren de la propia consciencia, y de la consciencia humana, el mal de la competición permanente.

Si siguen esos ejemplos tan simples, poco a poco aprenderán todo lo que Cristo enseñó a la Sagrada Familia y podrán atraer al Espíritu Crístico hacia el planeta. 

Yo los amo y los bendigo bajo Mi divina humildad, para que sean colmados por ese bálsamo celestial y puedan comprender y vivir lo que les digo.

Su padre y compañero,

San José, humilde y casto obrero de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para comprender la realidad planetaria, es necesario que el alma, el espíritu y los cuerpos materiales se dispongan a la transformación, porque la incomprensión de la verdadera realidad del mundo en el cual viven es un artificio de la mente y, a veces, del alma que no quiere abandonar las cosas superfluas y superficiales.

Queridos compañeros y siervos de Cristo:

La imposibilidad que muchos sienten de responder a la urgencia de los tiempos, con una consciencia real de la situación de la humanidad, es causada por la no adhesión de ciertos aspectos del ser al Propósito Divino.

Deben meditar de corazón en lo que les digo y buscar aquellos espacios de la consciencia que aún aspiran a vivir su propia voluntad e insisten en responder a los estímulos de la vida material, por el placer y la comodidad que ocasionan a los cuerpos.

Busquen un camino de santidad verdadera; sigan los ejemplos dejados para el mundo por aquellos que hoy los guían en los planos internos del planeta.

Les pido que reflexionen un poco más profundamente sobre sí mismos y que se encaminen hacia una definición en todos los aspectos de la consciencia.

Encuentren aquellos espacios oscuros del propio ser que aún necesitan que el espíritu los ilumine y, sin miedo, angustias ni preocupaciones con lo que encontrarán, solo encamínense con
madurez hacia la transformación. 

Ya saben lo que deben dejar de hacer. Si ustedes están en duda con respecto a los pasos que deben comenzar a dar, entonces no den aquellos que saben que los llevarán por caminos que no son los de Dios.

Sepan, queridos, que el Creador cuenta con muy pocos. Con madurez, asuman la responsabilidad de formar parte de esos pocos que tienen la posibilidad de responder a Dios y entréguense sin demora a Su Divina Voluntad, que es perfecta para cada uno de ustedes.

Con pocas palabras, les digo lo que necesitan escuchar.

Que Mis instrucciones se tornen vivas por medio de sus corazones, de sus almas y de sus espíritus.

Les dejo Mi bendición paternal.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESUS

Hermana Lucía de Jesús: Hoy San José demoró en aparecer y, cuando los portales comenzaron a abrirse en el Cielo, vi que venía de algún lugar del planeta. Vi un lugar destruido,un escenario de color gris, y San José apareció con un joven negro en los brazos, desfallecido. Percibí mucha tristeza en Su rostro. Durante un tiempo, San José me mostraba que estaba retirando muchas almas de aquel lugar que yo no sabía dónde era, hasta que comenzó a entregarnos Su mensaje diario.

Hijos de Dios y compañeros de Mi Casto Corazón:

Hoy les digo que Mi espíritu de amor recibió del Padre la posibilidad de interceder por una parte de la humanidad.

Ante a los Altares Celestiales, deposité a los pies del Creador Mi Corazón, como forma de ofrecerle lo más puro que existe en Mi Consciencia, para equilibrar así las impurezas de la humanidad.

Como parte espiritual del corazón humano, abro las puertas del Reino de Dios para todos aquellos que seguirán Mis pasos, con la esperanza de encontrar a Cristo y fundirse con Él, en Su Espíritu Resplandeciente.

Les digo que, por sus oraciones, Mi ofrenda fue aceptada por el Altísimo y estaré, en los próximos días, ingresando en Espíritu de Divinidad en los continentes africano y asiático para permanecer, en el mundo interno del planeta, en vigilia y oración por la paz en el mundo.

Les pido que, con sus corazones Me acompañen y jamás se olviden de que los dolores y los sufrimientos que la humanidad le causa a Dios son responsabilidad de todos los seres del mundo.

Al orar con María Santísima, ofrezcan también la intercesión de Mi Casto Corazón y, como humanidad, todos los días eleven un pedido de Misericordia. Todas las ofrendas, por menores que sean, serán aceptadas, porque la urgencia es infinita y la necesidad del planeta trasciende su comprensión.

Solo les pido que oren Conmigo y permitan que Mi presencia les haga comprender que ya son tiempos agudos de purificación del planeta.

Tomen consciencia de la vida superior, de las necesidades espirituales más que de las físicas. Sepan que todo lo que sucede en el plano físico tiene una contraparte espiritual aún más difícil de ser curada.

Con la consciencia en el Plan de Rescate de Cristo, oren de corazón, únanse a Mí y ayúdenme a interceder por el mundo.

Paz para todos los corazones que sufren. Perdón y redención a los que se perdieron de Dios.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy solo les pediré que intenten, todos los días, vivir el Propósito Divino; que intenten ser mansos de corazón, puros de intención y verdaderos en su camino.

Intenten, todos los días, vivir la fraternidad y el amor; reconocer en el prójimo la presencia de Dios y, así, ser humildes delante de todos.

Les pido que intenten pensar un poco menos en sí mismos y cada día dejen de hacer algo que sea una prioridad personal para servir al prójimo.

Intenten amar más a los Reinos de la Naturaleza, observarlos, aunque sea por un breve instante, todos los días, dejando que el alma se inspire en ellos.

Les pido que intenten orar de corazón, conversar con Dios, y delante de Su Altar Celestial, ofrecerle lo mejor que hay en su interior, para equilibrar las faltas de la humanidad.

Intenten encontrar en los más perdidos un corazón necesitado de paz.

Intenten disolver el odio de sus corazones, como también la ira y el rencor. Comprendan que todos se equivocan por ignorancia, y que el amor, el perdón y la reconciliación son capaces de curar cosas que ustedes desconocen por completo.

Intenten, todos los días, olvidar el pasado, no para que sean indiferentes a todo lo que vivieron ni para olvidarse de aquellos que los acompañaron en otros tiempos. Olviden el pasado para liberar el espíritu, para que vivan algo nuevo. Olvidar el pasado es liberar la mente, las emociones y el corazón de todo lo que pasó. Los aprendizajes y recuerdos permanecen en la consciencia, pero el espíritu se libera, con la certeza de que aquello que es real aún aguarda su despertar.

Queridos compañeros, hoy les pido que intenten ser más simples de corazón. Intenten aceptar las correcciones de la vida e inmediatamente enderezar sus caminos, sin temor, sin rencor, pero con mucha paz y gratitud por dar pasos en sus vidas. 

Les pido que intenten amar más la Creación de Dios, Su Plan y la grandeza de Su Propósito para este planeta. Intenten dejarse permear por la Misericordia y por el Amor de los Mensajeros Divinos.

Si intentan todos los días vivir un principio superior, el Cielo escuchará sus corazones y, en el primer paso que den en la dirección correcta, Dios se encargará de hacerlos llegar a Su Divina Meta. El secreto está en nunca dejar de intentar y perseverar todos los días, aunque caigan y se levanten innumerables veces.

Intenten, hoy, sentir Mi Casto Corazón y hagan de la bendición que les entrego todos los días el impulso perfecto para su elevación y transformación permanente.

Yo los amo y los bendigo siempre.

San José Castísimo, en el eterno intento de llevar a la humanidad al Corazón de Dios.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que un corazón aprenda a ser instrumento de la Humildad de Dios, el Señor le permite que viva la experiencia que necesita, aunque ponga en riesgo un Proyecto de Él.

Cuando Pedro negó a Jesús por tres veces, el Señor le permitió que cometiese ese error y no le advirtió en el momento en que lo cometería, porque Pedro necesitaba aprender a ser humilde.

Sobre Pedro el Señor aspiraba a construir una gran fortaleza. De las palabras que procederían de su boca, surgirían el don del Espíritu de Dios, la conversión y el despertar de muchas almas. Pedro debería proclamar el Reino de Dios no solo con palabras, sino con su propia existencia, con el ejemplo de su vida, de su conversión y transformación.

Si Pedro no hubiese negado a Jesús, jamás habría atraído hacia sí el don de la humildad y jamás habría descubierto la esencia del Perdón de Cristo.

Cada aprendizaje que Dios les envía tiene una finalidad espiritual superior.

Sepan que Dios aspira a transformar a muchos de ustedes en los “Pedros” de este tiempo, construyendo Su Fortaleza en aquellos que deberán llevar adelante una transformación verdadera y una unión perfecta con el espíritu crístico.

Acepten con humildad los aprendizajes de la vida y, al percibir un error, observen lo que Dios les enseña por medio de él, aprendan y crezcan de corazón.

Yo los amo y los guío para que se manifieste la fortaleza interior de todos los seres.

San José Castísimo, siervo humilde de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un alma ora de corazón, crea las condiciones para la aproximación del espíritu. Cuando él está despierto, permite que leyes superiores permeen la materia y conduzcan los acontecimientos de la vida de acuerdo con principios divinos y universales, que responden a la Voluntad de Dios.

Solo cuando un ser se abre para la vida espiritual y despierta la fe en lo que no puede ver con sus ojos físicos, todo aquello que es una realidad en el cosmos puede hacerse sentir en su corazón. 

Cuando el alma despierta es que la personalidad siente la imperiosa necesidad de descubrir lo que está más allá de la vida material. Es el alma quien hace que la mente y las emociones no estén conformes con la vida de superficie y, así, dispone los cuerpos tridimensionales para una búsqueda superior.

Mientras ustedes aprenden y crecen en espíritu, el alma lucha constantemente con los aspectos que aún están muy arraigados en las tendencias de la vida material planetaria. Por esta razón es que, al mismo tiempo en que aspiran a lanzarse al abismo de la Voluntad Divina y entregarse al misterio que es vivir bajo esa Voluntad, otra parte del ser duda de la existencia de ese abismo, de la posibilidad de vivir la Voluntad de Dios y, según las propias resistencias, ustedes pueden dudar, incluso de la Existencia Divina.

Cuando el espíritu se aproxima a la materia, el alma se fortalece y sus convicciones se convierten en la verdad que rige la vida. Las dudas y los cuestionamientos no dejarán de existir, porque en cuanto estén en el mundo siempre habrá algún aspecto que purificar; aspecto que no quiere sacrificarse y que prefiere mantenerse en la vida común de las gratificaciones y los placeres mundanos. Pero será como un adulto que vive como un niño reclamando, a veces más, a veces menos, al demandar atención para hacer su voluntad.

¿Por qué les digo esto?

Porque ustedes necesitan dejar de darle tanta atención al niño dentro de ustedes que no quiere crecer; deben comenzar a actuar con la consciencia del espíritu, con el adulto espiritual que comprende la realidad planetaria y que está dispuesto a vivir según los designios superiores, sin importarle las circunstancias.

Muchos niños internos están disfrazados de grandes héroes, porque están totalmente dispuestos a cambiar el mundo, siempre y cuando protagonicen grandes papeles en el fin de los tiempos. Sin embargo, cuando se habla de transformarse por medio de las pequeñas cosas de la vida, ya no le dan tanta importancia y piensan, por ejemplo: “¿Para qué aceptar humillaciones, vivir en obediencia, silencio y sacrificio, cuando puedo realizar un gran servicio en África?”.

Sepan, Mis queridos, que les hablo a sus corazones. Sin embargo, hoy les hablo sobre todo a sus consciencias, porque llegó el tiempo de comprender que la única salida, para que la humanidad no sea un proyecto muerto en la memoria de la Creación, es que cada uno asuma la propia transformación y viva en sí los Principios de Dios, depositando en la consciencia humana los códigos de una raza redimida.

Si no redescubren la vida del espíritu y no se dejan transformar por el poder de la oración, jamás descubrirán que la salvación y la redención de las almas del mundo entero dependen de cada uno.

Nuevamente les digo que permitan que la prioridad de sus vidas sea la oración por el planeta, el servicio y el amor que todo lo transforma.

Yo los amo y los guío en los pequeños detalles, para que sus consciencias despierten a la vida superior.

Oren y transfórmense. Imiten a Cristo todos los días, sigan Sus Pasos. El mundo necesita que así sea.

Su amado padre y compañero,

San José

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos del Dios Altísimo:

La agonía del mundo no terminó, y el Corazón de Cristo sigue siendo flagelado todos los días por las acciones injustas de la humanidad. Abran los ojos y vean a su alrededor que el Apocalipsis se precipita en el mundo. Transformen sus vidas, vivan del bálsamo de la oración y den de beber de esta agua de vida, que es la unión con Dios, a las almas sedientas y desamparadas.

¡Que la humanidad escuche el llamado definitivo de los Mensajeros de Dios! Que todos aquellos que se consideran despiertos y conscientes caminen a grandes pasos en su transformación.

¡No pierdan más tiempo con las mezquindades de la vida! Reconcíliense con aquellos que no les permiten vivir en el espíritu de la paz. Amen a sus enemigos y que estos ya no existan entre hermanos de una misma raza, unidos por un único Propósito Divino.

Perciban que ustedes ya están transitando los últimos tiempos del planeta y que ya no es hora de pensar en sí mismos, ni de concretizar planes ni aspiraciones personales. ¿De qué les valdrá construir un proyecto de una vida material si aquellos que no se sustenten en la fortaleza del espíritu desaparecerán en medio de la tormenta del caos y del mal?

Queridos compañeros, les hablo con palabras claras porque naciones enteras se están perdiendo por el avance de la oscuridad. ¿En dónde están los soldados de Dios? ¿Qué están haciendo los que se comprometieron con Cristo?

Ya no es hora de emociones ni de entrega a medias. Oren con el corazón, con el espíritu y vivan como verdaderos discípulos de Cristo. Demuéstrenle al mundo que hay una única salida para la tribulación en que vive el planeta, y esa salida es el Corazón Infinito de Dios.

Ustedes fueron traídos hasta aquí, hasta este mundo, para vivir el amor y el perdón; entonces, vívanlo. Mi corazón de padre les advierte, porque, en el Cielo, el Creador aguarda la respuesta de los seres humanos para darles nuevas indicaciones sobre el desarrollo de Sus Planes.

No permitan que el tesoro más precioso del universo se pierda. Ustedes aún están a tiempo de corregir los errores de sus vidas, pero sean rápidos y estén dispuestos a responder al llamado de los Mensajeros de Dios.

Oración, conversión y fe es todo lo que el mundo necesita.

San José Castísimo, en la conducción de las almas para los tiempos de definición y entrega.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Gloria eterna al Dios de las Alturas y paz a los corazones que perseveren en la búsqueda del Misericordioso Corazón de Cristo.

Queridos compañeros:

Les agradezco en nombre de Dios, Supremo Padre de toda la Creación, por estar respondiendo al pedido de oración de Su santa Sierva, la Virgen María. Sus oraciones son escuchadas en el Reino de los Cielos y muchas almas son retiradas de los abismos y de los infiernos de este mundo.

Les pido, con Mi Casto Corazón de Amor, que sigan orando por el mundo y no detengan el poder de salvación que se genera en sus corazones.

Les pido que den prioridad a esta urgente necesidad planetaria y se acuerden, en todos los instantes de sus vidas, de las almas que están muriendo olvidadas por el mundo, como algo normal. Mi Casto Corazón viene hoy para decirles que no permitan que las atrocidades mundiales se vuelvan comunes para el corazón humano.

No asocien a Medio Oriente con guerras ni conflictos permanentes, ni con la muerte, el suicidio ni las masacres, porque aquella tierra debe ser reconocida como el suelo sagrado en el que vivió la Familia de Cristo, y en donde Su Misericordioso Corazón de Amor aprendió a servir a Dios y al prójimo.

El adversario del Proyecto de Dios está intentando borrar de la memoria de la humanidad y, sobre todo de Medio Oriente, los códigos dejados por Cristo, por Su Familia y por Sus apóstoles y discípulos. Pero el enemigo desconoce, Mis queridos, que esos códigos de amor son inextinguibles y que siempre se encenderán ante a un corazón puro que los invoque por la redencióndel mundo.

La Sangre de Cristo no se derramó sobre aquel suelo por casualidad, y toda la sangre que hoy allí se derrama debe ser convertida por las oraciones de todos los pacificadores del mundo entero.

Jamás se olviden de las almas que se pierden día a día en el mundo entero y, sobre todo, en África y en Medio Oriente. Oren sin cesar y ofrezcan sus dificultades por aquellos que no tienen una oportunidad de recorrer un camino espiritual.

Vivan, todos los días, en el espíritu de la gratitud por todo lo que el Dios Creador les entrega, para que puedan cumplir Su Plan y ser un puente de salvación para los corazones perdidos.

Despierten y caminen rápidamente hacia la unión con Cristo. La salvación de este mundo comienza con las pequeñas transformaciones de sus vidas.

Sepan que sus almas y sus espíritus son sagrados delante de los Ojos de Dios, porque guardan en sí un potencial único para imitar a Su Hijo.

Yo los amo y los espero en oración y vigilia, en transformación, esfuerzo y sacrificio, todos los días.

San José, vigía y guardián del santo Plan de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Camina con pies descalzos, simbolizando el desapego de los resultados y la entrega de todas las metas en tus caminos.

Únete al Propósito de Dios y a Su Plan de Rescate y deja que el Creador se encargue de todo lo demás. 

Sé, tú, el que proclame la Misericordia de Cristo en todos tus actos, pensamientos y palabras, sentimientos y aspiraciones. Jamás pierdas de vista el Manantial de Misericordia y sé misericordioso, como buen y verdadero discípulo de tu Señor.

No dejes que las demandas del día a día te impidan servir a los demás. No dejes que tu prisa te cierre los ojos para lo que tienes al lado, y no te permitas ignorar a los Reinos de la Naturaleza que piden tu ayuda.

Vive con atención y vigila tus pasos, buscando, en cada segundo, dónde te espera el Señor y cuál es la necesidad de Él que suplirás.

Permítete ser siervo del Dios que habita en todos los seres y en todos los Reinos de la Naturaleza y no proclames Su Presencia solo con palabras, sino, sobre todo, con el ejemplo puro de
tus acciones.

Trata de comprender al prójimo y vive bajo la Ley del Amor o, por lo menos, intenta vivirla todos los días.

El mundo está colapsando con una humanidad que no sabe amar, a pesar de tener una oportunidad única, en todo el universo, de aprender sobre el amor. Sé aquel que impulse el paso de esta raza. No esperes la transformación ajena, solo recuerda todos los días que la transformación de los que tienes a tu alrededor proviene de ti.

Sé aquello que buscas en los demás y, antes de exigirle algo al prójimo, exígete primero a ti y entrega al otro un amoroso y silencioso ejemplo de vida.

Únete todos los días a los que son verdaderos de corazón. Ora por este mundo y transfórmate también por él, porque el Proyecto de Dios necesita cumplirse en ti y en todo el planeta.

Hoy te pido que te unas a todos los cristianos que, sinceros de corazón, aspiran a encontrar la paz. Ora y ayuna como pudieres en el día de mañana, respondiendo al Llamado de Dios enla
voz del Papa Francisco.

Sé verdadero en tus oraciones y trata de orar, no con emoción, sino con espíritu y corazón. Siente, en lo profundo de tu ser, el dolor de Dios por todo lo que sucede en el mundo y déjate llevar hacia una transformación verdadera.

La paz se expande en el planeta por medio de los corazones pacíficos que pueden vivirla.

Que todos los corazones del mundo se unan para proclamar la paz.

San José, pacificador y humilde siervo del Dios Altísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Hoy quiero decirles que, a medida que las consciencias se disponen a vivir grados más amplios de madurez espiritual, Dios les da a conocer verdades mundiales que trascienden las barbaridades físicas que viven los hombres en el mundo.

El gran pesar de Dios es el sufrimiento de las almas que mueren día a día sumergidas en la incomprensión y, así, no consiguen salir de los estados de consciencia que son los infiernos creados por el caos y por el mal.

Ustedes son llamados, en este momento, para ser verdaderos compañeros de Dios y de Su Hijo y, de esa forma, compartir con Él Sus dolores y no permanecer en las mezquindades diarias de sus vidas.

Dios los llama a la madurez y, cuando Su Hijo les hace conocer Su constante agonía, causada por el mundo, es para que caminen rápido hacia el olvido de sí y reconozcan que existe un Plan Superior, cuya manifestación depende del despertar y de la madurez de aquellos que se comprometieron con el Creador en el principio.

Este momento que ustedes viven está indicando la hora de salir de sí y asumir la tarea planetaria que, como grupo, les corresponde.

El Señor está dando a conocer realidades que muchos no están preparados para enfrentar, porque el mal se precipita en el mundo y avanza cada vez más, logrando que las almas pierdan la fe y la esperanza y que las esencias se extingan por completo.

Una esencia que se extingue y se desintegra, Mis amados, es como una parte de Dios que deja de existir. Recuerden que cada esencia creada por Él es una parte viva de Su Divina Consciencia, enviada a la Creación manifestada para cumplir una misión.

Les pido ahora que acepten este ofrecimiento que les fue entregado como una gracia para servir a Dios conscientemente y que no se pierdan en los problemas banales de sus vidas; sino que se dejen transformar y moldear por el rayo de la divina humildad y se unan en oración al Padre por la salvación del planeta.

Cada paso que ustedes dan en dirección a la Luz es un paso de toda la humanidad rumbo a un nuevo tiempo.

Maduren de corazón y en consciencia, pues no hay más tiempo que perder consigo mismos.

Yo los amo y los conduzco a un nuevo ciclo planetario.

San José, eterno siervo de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Santifiquen sus vidas, adorando al Dios Vivo que habita en todo lo que fue creado.

En la esencia del acto de adorar, puramente interior, encontrarán el verdadero sentido del servicio y de la caridad, que es la búsqueda de la unidad con el Dios existente en todas las cosas.

En un pasado lejano, los seres humanos reconocían lo sagrado como algo más natural y podían sentirlo como parte de sus  vidas. Hoy en día, enseñarles a reverenciar y a adorar a Dios, internamente, es como ofrecerles un gran desafío.

En Jerusalén, como en todo el Oriente, muchos pasaron la vida entera buscando al Salvador y esperando al Mesías, creyendo que vivían y respiraban solo para encontrarlo.

Sin embargo, cuando estuvieron delante de Él, no lo aceptaron y negaron la Humildad de Dios, que era el símbolo purísimo de Su manifestación entre los hombres.

No corran el riesgo de repetir lo mismo que la humanidad de tiempo atrás vivió. Ella creía que buscaba a Dios y que vivía para Él y, sin embargo, nunca creyó en la autenticidad de su búsqueda y menos aún de su meta. Recibía la enseñanza como algo sagrado, pero solo para mantenerse en la teoría y organizar la vida social y éticamente, de manera de poder vivir con un poco más de paz en tiempos de tantas guerras, conflictos y de búsqueda incesante de poder.

Que las palabras de los Mensajeros Divinos, hoy sagradas para muchos, no sean solo bellas teorías, sino que los torne más pacíficos delante del común de la sociedad en que viven.

Destierren de su interior la duda oculta sobre la veracidad de la enseñanza y no permitan que el inconsciente de la humanidad los haga creer que Cristo nunca regresará, porque, si ustedes reflexionan y buscan en lo profundo de la inconsciencia, encontrarán en ustedes muchos aspectos que niegan la existencia de Dios y de Su Plan, como también del retorno de Su Hijo. Esos son los resquicios de una humanidad degradada que, hace más de dos mil años, no creyó en la encarnación del Mesías.

Abran los ojos y purifíquense. Caminen verdaderamente hacia la transformación, para que así no sean sorprendidos por sí mismos en un futuro próximo.

Yo los amo y los conduzco hacia la transparencia interior, para que se conozcan a sí mismos y destierren el viejo ser.

San José Castísimo, fiel guardián del retorno de Cristo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si observas el universo, verás una infinidad de estrellas, sentirás la grandeza de Dios y de Su Creación, aspirarás a sumergirte en el Todo que se expresa delante de tus ojos. Contempla el cielo estrellado y reconoce la Presencia de Dios en una dimensión en que, al mismo tiempo que parece tan distante, impregna todo lo que fue creado.

Si no puedes encontrar la vida del espíritu en lo invisible del propio mundo interior, contempla el cielo estrellado y sentirás la presencia de los que son Bienaventurados, que te observan y aguardan tu despertar.

Si tu alma no consigue aspirar a nada superior a la vida material, dirige tus ojos físicos hacia arriba, contempla el azul del cielo en un día soleado y siente que, por detrás de ese azul, está Dios esperando que tu aspiración sea más pura y verdadera.

Busca, en la belleza que hay a tu alrededor, la grandeza de Dios y encontrarás en tu interior la verdad del espíritu. Si te parece muy distante alcanzar un descubrimiento espiritual solo con el corazón, descubre en el lado oculto de los Reinos de la Naturaleza las mismas verdades que buscas en el silencio de tu mundo interior.

Toda la Creación está impregnada por los mismos principios divinos. Algunos descubrirán la magnitud del Espíritu de Dios en el silencio del corazón; otros, lo encontrarán contemplando el cielo azul; otros lo buscarán en la expresión de los Reinos de la Naturaleza; otros en el ejemplo puro de un hermano que es verdadero en su caminar. El Creador está en todo, y aquel  que lo busca, según sus posibilidades y de forma cristalina, lo encontrará.

Los misterios solo son misterios para aquellos que no quieren desvelarlos, porque el mismo principio que crea y recrea la vida en el universo es el que anima a todos los seres del mundo. Dios está en todas las cosas. Búsquenlo, únanse a Él. Tornen la vida sagrada, por medio de esa búsqueda permanente del Creador de todo.

Este es Mi mensaje para hoy. La búsqueda de Dios dignificael corazón humano y le da un sentido a su existencia, que es el retorno al Origen.

Su amado padre y guía,

San José

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ingresa en la plenitud de Dios, que existe en tu corazón, y jamás pierdas la esperanza de alcanzar Su Propósito.

Cuando estuve sobre la Tierra como José de Nazaret, el caos de Mi época y la ignorancia de los que Me rodeaban, Me llevaron a buscar con mayor asiduidad el Espíritu Divino. En Mi búsqueda, comprendí que Yo debería ser el motor para la elevación y la transformación de todos los que convivían Conmigo.

Era la propia fe que habitaba en Mi interior la que, por sí sola, tocaba los corazones de los hombres y los llevaba a preguntarse internamente cuál era el misterio que se vivía en aquella Familia y si no era el mismo Dios en persona que estaba entre Ellos.

Sepan que Dios mismo está entre ustedes, y que deben anunciar esa gracia en el silencio de su transformación y en la vivencia de los sagrados atributos que el Señor infundió en sus consciencias.

Que todas las almas que se aproximen a sus seres sean impulsadas a buscar lo Divino y, aunque aún no conozcan muy bien el foco de su búsqueda, sientan que ella los conduce hacia lo Alto, hacia el Universo, hacia el Infinito.

Ustedes viven hoy, como grupo, una de las mayores gracias entregadas a la humanidad.

El espíritu del Amor debe hacerse carne en cada uno de los que acompañan a los Mensajeros Divinos y, de esa forma, ese Amor se expandirá a toda la humanidad.

Cada paso que den, a lo largo del día, ustedes deben ofrecerlo a Dios, conscientes de que muchas esencias dependen de ese despertar y del camino evolutivo que están recorriendo.

Beban de la Fuente de las Palabras Divinas de Cristo y colmen sus seres con la certeza de que Él es quien las pronuncia. Déjense moldear y madurar por los impulsos espirituales de María y consagren, poco a poco, toda la consciencia a lo Divino. Sumérganse en la simplicidad de Mis palabras y hagan de ellas un manual para la vida sobre la Tierra.

Sean simples de corazón y nunca se cansen de buscar el espíritu de la simplicidad. Solo de esa forma cruzarán los Portales Celestiales con la humildad de un niño.

No pierdan la fe y confíen en la imprevisibilidad del corazón humano. Busquen el potencial que desconocen de sí mismos y, en oración y reflexión, develen los misterios del proprio mundo interior.

Les dejo Mi paz.

San José, su padre y guardián para estos tiempos

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fui creado en el espíritu de la humildad en el Reino de los Cielos, teniendo ese atributo como primordial para la historia que escribiría en el mundo. Así como traigo este atributo divino, cada alma y cada esencia contienen en su interior un atributo para manifestar.

Mi creación no fue diferente de la de ustedes; solo tuve la misión de ser un ejemplo para la humanidad y, a lo largo de Mi existencia en el mundo, fui ayudado para eso.

Desde niño, sabía que algo dentro de Mí no podía vivir la misma vida que vislumbraban Mis hermanos. Muchas veces, esa búsqueda del propósito que el Creador tenía para Mí, Me hizo apartar del mundo e incluso de aquellos a quienes Yo amaba.

Viví muchos momentos de soledad, intentando encontrar el sentido de la vida y, cuando lo encontré en la unión con Dios, descubrí que en Mi soledad se encontraban todos aquellos a quienes amaba.

A pesar de no haber sido comprendido por muchos, Me sustenté en la fe y en la confianza en que aquella vida era vivida por el bien y por la evolución de todos los que estaban a Mi alrededor y que, sin saber exactamente cómo, lo que Yo vivía los estaba ayudando.

Cuando tenía doce años, en el silencio fui a buscar lo que Dios tenía para Mí, y que no encontraba en la vida cotidiana que llevaba junto a Mis hermanos. En silencio y en oración, comencé a crecer en espíritu y a descubrir que la madurez no estaba en la edad que Yo tenía, y que, a pesar de ser tan pequeño, encontraba en el espíritu todas las explicaciones que necesitaba para crecer.

Fue así como consagré Mi existencia a Dios. Él Me escuchó y aceptó Mi ofrenda, mostrándome el Plan que tenía para Mí, en esta y en otras vidas. En aquel momento, Yo aún no sabía la magnitud de la misión que Me esperaba, y fue sólo delante de Jesús Niño que pude comprender y superar pruebas mayores.

Les cuento todo esto porque Dios también vino al encuentro de ustedes, los colocó delante de todos los absurdos de este mundo y los impulsó a buscar el verdadero sentido de la vida. Los llevó al camino de la consagración del alma; a algunos, del espíritu; y a otros, de todos los aspectos de su ser.

Por medio de Su Espíritu Trino, les reveló una misión: preparar el retorno de Cristo y volverse un ejemplo para las almas que no tendrán rumbo en tiempos de tanta confusión.

Si se sumergen en el propio mundo interior, encontrarán toda la madurez del espíritu y crecerán rápidamente, mucho más allá de los cuerpos materiales. Comprenderán lo que es incomprensible para la mente humana que no está unida al espíritu y, aunque no sepan realizar grandes tesis ni explicaciones científicas sobre lo que viven, conocerán a Dios y lo vivirán. Manifestarán Su Propósito y pasarán por muchas pruebas, hasta que cumplan con la misión primordial, encomendada por Él.

Sin embargo, delante del Cristo Vivo, todos los pesares se volverán pequeños y pasajeros. No habrá sufrimiento ni tribulación que no sean recompensados delante de la grandeza de Su Amor y de la Gloria de Su Espíritu Resplandeciente.

Es por eso que vengo al mundo: para enseñarles a repetir lo que viví como José de Nazaret; para que comprendan que la esencia de la trayectoria humana es la misma y que, con la misma naturalidad con la que tantas veces repetimos los errores, la gloria también se repite, la santidad se repite, el nacimiento y el retorno de Cristo se repetirán. Así como resucitó en Espíritu y abrió los Cielos para Su Ascensión, Él retornará y abrirá los Cielos para posar Sus Pies en el suelo de este mundo.

Yo los bendigo y los guío en el cumplimiento de la misión espiritual del corazón humano.

San José, siervo seguro y fiel de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sean agradecidos y tórnense dignos de escuchar las Palabras de Dios por medio de Sus Mensajeros.

En la simplicidad del corazón, agradezcan por no estar sumergidos en el común de la humanidad que ignora la existencia de Dios.

Mientras están hoy delante de Mi Corazón, existen muchos otros que deberían estar al lado de ustedes y, sin embargo, ignoran su compromiso con Dios y con Su Plan. Mientras la humanidad se purifica a través del sufrimiento y del caos, ustedes se purifican por la consciencia.

Mientras el mundo se pierde en las tecnologías y en los supuestos avances materiales, sus espíritus intentan crecer y avanzar en el cumplimiento de un Plan Superior.

Los Ojos de Dios están fijos en la pequeña parte de la humanidad que aún tendrá una oportunidad de manifestar Su Propósito, pero para esto, ustedes deben asumir la propia transformación con madurez y no con pesar.

No lloren más ni pidan perdón por los errores cometidos. Reconozcan la gracia que recibieron para dar nuevos pasos y no pierdan la oportunidad de crecer.

La Voz de Dios siempre se pronuncia para llevarlos a la evolución. Escuchen con atención las correcciones de la vida y sigan el camino señalado por el Creador, y no los propios caminos.

La cura de todos los males está en jamás perder la fe del corazón y, con esa fe inquebrantable, dar los pasos rumbo a la transformación, sin lamentarse, solo con profunda gratitud.

La gratitud es la llave para vivir la Voluntad de Dios y dejarse moldear por ella. Nunca la pierdan de vista.

Si tomaran con seriedad y madurez las metas propuestas por el Señor y caminaran decididos hacia ellas, todo lo que sucede a su alrededor se acomodaría, porque el Rayo de la Voluntad de Dios vendrá en su auxilio.

Cada uno tome para sí todas las palabras pronunciadas hasta el día de hoy y camine sin miedo a perderse de sí mismo.

Por el crecimiento espiritual de la humanidad y por el despertar de todos los seres, Yo los bendigo.

San José Castísimo, servidor del Supremo Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En la esencia de los seres humanos se encuentra todo el potencial que podrán desarrollar para el despertar del amor y de la fraternidad. La esencia es el tabernáculo de uno de los misterios más grandes de la Creación Universal, porque allí se encuentra lo más perfecto que Dios creó para que se desarrollase y manifestase, más allá de este mundo, en pro de la evolución de todas las criaturas.

Este tesoro que habita dentro de cada uno de ustedes es silencioso, humilde, y jamás se mostrará si no salen en su búsqueda.

Todo lo que necesitan para expresar con perfección lo que son, verdaderamente, se encuentra dentro de cada uno. Lo que sucede es que ustedes siempre están muy ocupados en mostrar al mundo algo que no son, y colocan todo su empeño para no salirse ni lo mínimo de ese lugar, para no perder la imagen ya alcanzada, el respeto que consiguieron y el ejemplo en que se convirtieron.

Cada vez que intentan aparentar algo para agradar a los demás, más se apartan de lo que son en esencia, porque mientras más conquistan buenas apariencias más se despreocupan de buscar lo que deben ser, que se encuentra en lo opuesto a lo que el ser humano aprendió a manifestar.

No teman no ser reconocidos, porque cuanto menor es el reconocimiento y mayor el anonimato, tendrán más libertad para alejarse del viejo hombre y sumergirse en el propio mundo
interior, en búsqueda de las verdades esenciales de la existencia de la humanidad.

Los seres humanos están enredados en sus propias trampas y viajan leguas buscando una verdad que se encuentra en el propio interior, solo por el miedo de estar solos consigo mismos.

Queridos compañeros, Dios Me permitió traer al mundo grandes verdades con palabras simples, para llevarlos a la humildad sin herir sus corazones. Solo necesitan penetrar, profundamente, en el amor que deposito en cada frase y dejarse impregnar por el descubrimiento de estos misterios del mundo interior que les estoy revelando.

Con amor y paciencia, tomen cada impulso e intenten vivir cada día algo diferente, aunque nunca lleguen a percibir los resultados de la propia transformación.

Yo los amo y les dejo Mi bendición, Mi paz y Mi serenidad, para que avancen en el descubrimiento de la propia verdad interior.

San José, padre e instructor de todas las almas que caminan hacia el Corazón de Cristo.

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