MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA LOCALIDAD DE LOS COCOS, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para seguir los pasos de Cristo, les digo: deberán renunciar a todo camino personal. El Señor vendrá a dictarles sus pasos y no serán aquellos que ustedes quieren seguir, porque esos, hijos, engrandecen su condición humana y no los conducen hacia la Verdad.

Para seguir los pasos de Cristo, les digo: deberán dejar atrás sus aspiraciones, “sueños” y deseos humanos, para encontrar así Su Voluntad Divina, Perfecta y Única para sus vidas.

Para encontrar el Camino de Cristo, les digo: deberán cerrar sus ojos a la codicia de la vida ajena y ya no desearán vivir como “este” o “aquel”, porque para cada ser el Pensamiento Divino es único y cada hijo Suyo debe buscar lo que le pertenece y desear nada más que la Voluntad Divina para sí mismo.

Para encontrar la Verdad de Cristo, les digo: deberán renunciar a todo conocimiento vano, a toda búsqueda desmedida por engrandecer sus mentes y egos espirituales con verdades a medias y muchas vanidades. Gran parte de la humanidad, hijos, necesitaría de la “ciencia del no saber”, para llegar a la verdadera esencia del Conocimiento Divino. Mientras buscan y buscan, beben y se hartan en falsas fuentes, jamás le darán espacio en su interior para lo que es Verdadero y Puro, que sacia y calma esa sed desmedida por lo que no es real.

Para estar en el Amor de Cristo, les digo: deberán renunciar a todo amor vano, sobre todo a sí mismos; a aquello que llaman amor y que Yo llamo vanidad y celo por la ignorancia y por la ilusión. Porque aquel que alimenta el amor a su propia imagen y a las cosas de este mundo, no hace otra cosa que celar por su condición de ignorancia.

Para encontrar el Silencio de Cristo, les digo: deberán silenciarse por dentro, en lo profundo del corazón y buscar esa unión más en la soledad que en la apariencia; más en la acción que en las palabras; más en la Verdad que en la ignorancia espiritual.

Si están cansados de sí mismos y quieren salir del punto en el que se encuentran, Yo les digo: amen y en todo busquen amar. Que sus acciones sean movidas por el amor, corregidas por el amor y reflejadas con amor cuando erren. Que su verbo y su pensamiento nazcan del amor y, aun cuando sientan que no tienen qué amar, amen a Dios, a Su Plan y en Él, amarán todas las cosas.

La carencia humana, hijos, no es de conocimiento, de gracias, de oportunidades, de posibilidades, de caminos abiertos… Lo que les falta es voluntad, voluntad para amar y amor verdadero que se multiplica y nunca cesa en el corazón que ama.

Su cura se encuentra en el arte de Amar y de donar Amor. Así, encontrarán los pasos de Cristo, la Verdad de Cristo, el Camino de Cristo, la puerta hacia Cristo, los Ojos de Cristo, cuando Él retorne al mundo, y Su Verbo que les dirá, con Verdad y Poder: “Mis Compañeros”.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos, reconózcanse como parte de un infinito, al que ignoran, por su propia pequeñez.

El hecho de que la Creación les resulte incomprensible o que no todos los conocimientos estén en sus mentes, no significa que ellos no existan.

La Obra de Dios en este tiempo debe ser definitiva y generar el despertar que las almas tanto esperan desde hace cientos de años.

En todas las religiones, como también en todos los grupos espirituales que existieron en la Tierra y que comenzaron con principios puros, la interferencia de la mente humana desvió muchas veces el Propósito de Dios, y eso hizo que las almas se preguntaran si las religiones son guiadas, en realidad, por Dios o por los hombres.

Así fue que la fe se comenzó a perder en el corazón humano y el Creador envió a Sus Mensajeros para que guíen a la humanidad.

Los Mensajeros Divinos, hijos, no estamos solo con ustedes. También procuramos guiar y advertir a otros grupos y religiones, pero aún así, ellos no fueron capaces de escuchar.

La Voz de Dios está intentando acallar al hombre para enderezar su camino y apartar el poder y la potestad humanos, que algunos piensan que tienen sobre las almas a lo largo del mundo entero.

El corazón humano perdió la confianza en sus semejantes, porque aquel que no es confiable no puede confiar en el prójimo. Es por esto, hijos, que muchos niegan las Palabras de Dios, pronunciadas a través de los tiempos.

Aquel que es transparente y verdadero en su fe, reconoce la verdad cuando ella está ante sus ojos y no teme ni duda cuando escucha las Palabras de Dios, porque sabe que es capaz de seguirlas, inclusive más allá de sí mismo.

Hijos, si quieren reconocer la verdad, sean verdaderos. Si quieren vivir la plenitud y lanzarse a la Voluntad Divina sin miedo de engañarse, entonces no engañen al prójimo, no mientan, no manipulen, atraigan hacia sí solo la sabiduría y la verdad.

Vivirán en paz y sin desconfiar cuando puedan sembrar la paz y la confianza en el mundo por medio de sus obras, de sus sentimientos y de sus palabras.

Solo podrán autoproclamarse apóstoles de Cristo cuando en verdad sigan Sus Palabras y vivan para Él y no para sí mismos.

Los hombres no temerían por la destrucción de la iglesia si no supieran que ella está por caer debido a sus propias acciones. No necesitarían temer por la destrucción de la Obra de Dios si supieran que ella, en verdad, es de Dios y no de los hombres y si supieran que harán todo en obediencia a los Designios del Padre para que esta Obra se mantenga.

Hoy, hijos, les enseño a ser verdaderos, porque así reconocerán la verdad. No hay otra forma de perpetuar una Obra sino con la verdad y con el ejemplo vivo que ofrecen al mundo.

No teman las palabras de los hombres, porque quien señala falsas mentiras en el prójimo es porque intenta esconder las propias.

Sigan a la verdad y trabajen todos los días para ser cada vez más trasparentes ante Dios. Así, las máscaras de la ilusión caerán por sí mismas.

Aquel que los advierte para que sean verdaderos y humildes,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Todo está cumplido cuando el corazón es humilde delante de Dios y del prójimo.

Todo está cumplido cuando la consciencia comprende la importancia de cada Reino de la Naturaleza y de cada esencia viva en la manifestación del Plan de Dios.

Todo está cumplido cuando la fe trasciende las apariencias. Todo está cumplido cuando el amor vence a la individualidad y al egoísmo, y los seres comprenden y viven el principio de la unidad.

Todo está cumplido cuando la mente se silencia y da espacio a la voz del corazón. Todo está cumplido cuando la ignorancia cede lugar a la verdad y las dudas son disipadas ante la expresión de la luz.

Todo está cumplido cuando la búsqueda de la felicidad da espacio al encuentro con la verdadera alegría de cumplir la Voluntad Divina.

Todo está cumplido cuando la materia se rinde y, entregando sus aparentes límites, descubre en sí misma al Infinito.

Todo está cumplido cuando la transformación alcanza a la consciencia, y el espíritu se encuentra preparado para recordar su origen.

Todo está cumplido cuando los seres aprenden a perdonar, y ese perdón abre las puertas a la redención planetaria.

Todo está cumplido cuando la paz triunfa en el interior de los seres, y los pacificadores la establecen en el suelo sagrado de la Tierra.

Todo está cumplido cuando la oración se torna el único idioma, la única forma de expresión del verbo humano, extirpando de su boca y de su consciencia toda crítica, todo juicio y toda separatividad.

Todo está cumplido cuando los hombres escuchan la Voz de Dios y responden a Su Llamado.

Todo está cumplido cuando los corazones se reconocen jardineros de la nueva vida en este mundo y preparan, con virtudes y Leyes divinas, el suelo fecundo de la Tierra.

Hijos, todo estará cumplido cuando lean Mis palabras y las vivan. Ustedes podrán, un día, mirarse a sí mismos y comprender que allí se encuentra el libro vivo que, a pedido de Dios, escribí en la consciencia humana.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

El crecimiento humano muchas veces es difícil y doloroso. Cruzar tantas etapas de maduración física, emocional y mental requiere el esfuerzo y el empeño de quien las vive.

El crecimiento espiritual es semejante al crecimiento humano: los seres viven diferentes ciclos evolutivos que demandan de sus consciencias una madurez cada vez más profunda y consolidada.

En la vida humana física, el ser que crece va asumiendo cada vez más su papel en la sociedad y se responsabiliza de su sustentación y de la construcción de su futuro. En la vida espiritual, el ser que crece y madura va asumiendo su responsabilidad ante el Plan de Dios y se reconoce responsable, no solo de su evolución, sino también de la evolución de toda la humanidad, del planeta y, en consecuencia, del universo.

Este último ciclo evolutivo del despertar de los nuevos soles marca el umbral entre el viejo y el nuevo hombre. Será la hora, hijos, de cruzar espiritualmente ese umbral y de enfrentar los cambios que eso ocasionará en sus vidas; enfrentar las resistencias y los obstáculos impuestos por ustedes mismos a esa maduración, así como lo hace un joven que está en transición hacia la vida adulta y, muchas veces, se resiste a dar ese paso.

Muchos quieren vivir la vida espiritual, aspiran a conocer la verdad sobre sí mismos, sobre este mundo y sobre muchos otros; pero lo que deben comprender ahora, hijos, es que ese paso en la vida espiritual que les permite conocer la verdad sobre toda la existencia genera un compromiso que requiere cierto esfuerzo y transformación.

Eso es lo que sucede con muchos jóvenes que quieren vivir solos, tener la propia casa y el propio empleo, pero que no comprenden que la vida independiente les exigirá un crecimiento mental y emocional inmediato.

No correspondería que consciencias con determinado grado de instrucción no tuvieran el mismo grado de compromiso consciente con el Plan de Dios. Esta, hijos, es la Ley de los universos, de la vida, de la Creación.

Para que nuevos mundos se revelen frente a sus ojos, deberán madurar espiritualmente. Y como ahora el cambio de los tiempos es urgente, y la verdad surge hasta para los que no la quieren ver, la propia condición del planeta exigirá a todos un crecimiento espiritual inmediato y concreto.

Este crecimiento no es más que una transformación verdadera en la consciencia, una respuesta al Creador, con ejemplos diarios de que ustedes comprenden los tiempos en que viven y su responsabilidad en el Plan de Dios.

Hijos, les digo estas cosas porque ya estamos en la última hora, y no leerán más tantas hojas de instrucciones como antes, porque todo ya fue dicho y es hora de ponerlo en práctica.

Por el crecimiento espiritual de la humanidad,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Si te sientes perdido de ti mismo, no te busques. No quieras encontrar lo que Dios retiró de ti. Busca en Dios la verdad, lo nuevo, el renacimiento de tu materia humana en todos sus niveles.

Los impulsos de un nuevo tiempo están llegando a tu vida, impulsos que ya sabes que te llevan a una definición absoluta y no parcial.

En este tiempo, en este ciclo, es momento de dar pasos más concretos, que consoliden la transformación en la consciencia.

Pero no solamente por medio de Mis palabras debe llegarte esta información. La certeza de que tienes que ser otro, ahora y no después, debe partir de tu interior. La necesidad de transformar tu consciencia debe venir de ti mismo.

Cada ser humano, en lo profundo de su ser, ya sabe cuáles son los pasos que debe dar, porque la verdad se oculta en el mundo interior de cada uno. Lo que sucede es que las capas que la cubren van cayendo a medida que la consciencia recibe impulsos reales de transformación y el Universo sabe que, al encontrar la verdad, la consciencia la vivirá.

La verdad se revela por partes a los ojos internos de cada ser; a medida que el ser madura y crece lo suficiente para vivirla, ella se va revelando.

Es el crecimiento de cada uno lo que dicta el grado del despertar y de la transformación. Esas proporciones forman parte de Leyes universales que rigen la vida más allá de este mundo, que rigen la evolución y las esencias, que trascienden la comprensión o la adhesión humanas.

Hijo, no esperes que tu ser tenga la fuerza interior suficiente para dar los pasos que necesitas dar, porque cuando comienzas a caminar, es que la Gracia hace descender sobre ti la fortaleza que necesitas, según el camino que recorrerás.

Solo el hecho de que ese camino esté visible en el horizonte de tus ojos ya debe simbolizar para ti, hijo, que llegó la hora de recorrerlo y que tienes todo el potencial para seguir adelante.

Todo es Ley de Correspondencia: anda y los caminos enseguida se te abrirán. Busca y encontrarás. Acepta la verdad y la conocerás. Lánzate a lo desconocido de los Planes de Dios y, cuando todo esté cumplido, comprenderás.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Que este nuevo ciclo sea de nacimiento de nuevos frutos en la consciencia de todos, para después ver crecer y madurar esos frutos, y que de ellos surjan nuevas semillas.

Los frutos que nacieron en las consciencias son la representación del resultado de la acción de la Gracia en sus vidas. Hasta hoy ustedes recibieron muchos impulsos, instrucciones, gracias y bendiciones, a fin de que estén preparados para cruzar con perseverancia y paz interior los tiempos que ya llegaron.

Este nuevo ciclo estará marcado por el nacimiento y maduración de esos frutos, de los que cada uno deberá hacerse 11 agosto responsable. Esto significa, hijos, que ustedes deberán cuidar del jardín de la consciencia con sus manos y preparar, para el nuevo tiempo, las semillas que plantarán en el suelo de la Tierra.

Este ciclo requerirá de más esfuerzo y dedicación de cada uno de ustedes para su madurez. Será el momento en que la consciencia deberá confirmarse en este camino y hacer sus propios esfuerzos para mantenerse en él.

Hasta ahora, venimos sustentando e impulsando a muchos de los que se comprometieron con Cristo, pero que aún no había madurado, dentro de sí, su potencial de dar pasos en la evolución y sustentarse sobre sus pies, en su propia fortaleza interior.

Ahora, llegó el momento de que los discípulos reconozcan la verdad sobre sí mismos en todos los sentidos; que enfrenten lo que debe ser transformado y que se sustenten en el propio potencial de maduración interior. Será la transición entre la adolescencia espiritual y la vida adulta, cuando la consciencia se hace responsable de sí misma.

Los que despertarán en la última hora serán llevados por la Gracia a dar sus pasos e ingresar en los mismos ciclos de aquellos que hace tanto tiempo recorren el camino evolutivo. Les hablo de una madurez interior, en la consciencia, y no en los cuerpos materiales, porque la materia siempre necesitará ser educada para que expresar su mundo interno.

Hijos, cuiden este ciclo como si fuera el último, aprovechando cada día y cada instante para encontrar la Verdad y expresarla. Que el esfuerzo consciente de todos para estar cada día más en el Propósito divino sea permanente.

Después de este ciclo, en los ciclos que vendrán, será la hora de colocar en práctica lo que aprendieron, pues las corrientes que descenderán al planeta ya no esperarán a que ustedes estén listos para que ellas puedan actuar en la consciencia planetaria. Esas corrientes arrastrarán consigo a los que estuvieron tibios de corazón, indefinidos y fuera del Propósito superior.

Que este ciclo sea marcado por el esfuerzo de cada ser. Que todos asuman sus puestos y, así como un joven que sale de casa y asume su vida, que cada uno asuma su transformación, la propia entrega, la construcción de aquello que verdaderamente espera poder ofrecer un día a Cristo.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ser nada es descubrir la verdad sobre sí mismo. Perder la propia identidad o individualidad es llegar al origen de todo, donde no existe otra cosa sino la unidad con el Todo.

Llegar a ser nada es un gran desafío, porque la identidad individual de cada consciencia fue construida más allá de este mundo y de esta vida, en otras experiencias del alma y del espíritu que trascienden lo que hoy ustedes conocen sobre sí mismos.

Hijos, grande es el misterio de la Voluntad Divina, pues el Creador que era Único, se dividió en Tres y, de esa forma, en muchas otras partículas de vida, cuya verdadera misión es descubrirse, nuevamente, en unidad con Él. El Creador se multiplicó en los universos, en las galaxias, en las constelaciones, en las estrellas, en los planetas, en los seres, en los Reinos de la Naturaleza; creó la escala evolutiva, que es nada menos que el camino de retorno al origen.

El Creador abrió las dimensiones, desde la materia hasta los suprauniversos, y cerró, de arriba abajo, las puertas que llevaban a Él. Y la única llave que abre esas puertas es el amor. 

Ser nada, hijos, es descubrir la verdad sobre sí mismo. Ser nada, como individuo, como personalidad, como partícula separada de Dios, es saber que el Creador es quien vive dentro de cada ser; Él es quien anima la vida. Aquel que se descubre en Dios y descubre a Dios en él vive la plenitud.

Pierdan el miedo de perderse, pues perdiéndose de sí mismos se encontrarán. Ser nada es descubrir la verdad sobre sí mismo.

Ilusión de ilusiones es creerse algo, festejar méritos y llorar derrotas. Dios es quien vive en cada criatura; de Él es la victoria de sus vidas, a Él pertenece su evolución, hacia Él es el camino de retorno; en Él están contenidas todas las ciencias, todos los rayos, todos los mundos, toda la vida.

El Creador emana la vida, que a Él debe retornar. Es el eterno ciclo de construirse y creerse algo para, entonces, desconstruirse; saberse nada y, en la nada, descubrir al Todo, Dios, Único e Inmutable en Su Infinitud, estático en Su movimiento permanente.

La búsqueda de la nada no es triste. Perderse no es morir, es encontrarse. Morir no es terminar, es comenzar de nuevo.

Saber no es ser. Por eso les digo estas cosas.

Hijos, más que saber la ciencia de la nada, ustedes deben vivirla. Por eso les digo cosas que muchas veces ya saben, porque ayer fue la era del saber, y hoy es hora de ser.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo Mío:

Sé verdadero y transparente primero contigo y después en todo. Permite que tu consciencia esté delante de la verdad sin miedo y sin necesidad de esconder lo que ve ni de aparentar ser algo diferente de lo que encontraste en ti.

Mírate más que en un espejo; mira lo profundo de tu mundo interior, reconociendo ahí los miedos, las dificultades, lo que debe ser transformado, curado, perdonado, liberado. Observa también las virtudes, los dones, lo que debe ser estimulado, alimentado; lo que debe crecer espiritualmente, aún en el silencio y en el anonimato.

Permanece delante de la verdad sobre ti para extirpar la mentira de tu consciencia y, así, ayudar a la humanidad. Vence la necesidad de aparentar algo, de agradar, de conquistar, de convencer, de manipular; pues todo eso, hijo, es parte de una mentira milenaria que le impide a la humanidad encontrar la Verdad.

Cuando los seres humanos no se conocen y se distancian cada vez más de la verdad en relación a sí mismos, también se distancian de Dios, del universo, de la realidad; por eso, hijo, en estos tiempos, ser verdadero contigo y con el mundo es un gran servicio.

Sé ejemplo para los que están perdidos de sí mismos; ejemplo de un corazón que se encontró y que no temió verse tal como es, tanto en la miseria como en la virtud, para trascender así las miserias y simplificar las virtudes, sabiendo que todo lo que uno es forma parte de un aprendizaje, de una experiencia que lleva a algo mayor: a la Consciencia de Dios.

Cuando el ser está delante de sí mismo con simplicidad, no le asombran las miserias ni le envanecen las virtudes, porque sabe que el camino es ser nada, para encontrar una verdad aún más profunda de la que encontró cuando venció la mentira milenaria que lo envolvía.

Hijo, camina hacia la verdad sin temor y, trascendiendo una ilusión tras otra, descubre que la verdad se encuentra en el vacío de sí, en donde la nada se convierte en todo.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Cuando les hablo de la vida universal, muchos miran a su alrededor y ven la distancia abismal que existe entre lo que les digo y lo que viven como humanidad.

La aproximación a la vida universal debe darse primero en la consciencia; porque les digo que, para muchos, será de un día para otro que las barreras de la ilusión caerán por tierra y la Verdad se hará visible a los ojos humanos.  Aquellos que siempre la ignoraron temerán y creerán que están locos; aquellos que tenían una mera idea sobre ella, temerán y no ingresarán en los portales que se abrirán frente a sus ojos; y aquellos que la conocen y que la viven, la esperarán y, ansiosos por encontrarla, la reconocerán delante de sus ojos y cruzarán sin miedo los portales que los llevan a una nueva vida.

Crean en lo que les digo, hijos: no es un cuento ni fantasía.  Bienaventurados los que se lanzan de corazón a la revelación de los misterios celestiales y que, en humildad, vacían su interior para ser receptáculos de la Verdad universal.

Estén atentos a la guía celestial y traten, con esmero y esperanza, de vivir lo que les decimos. Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entren en el Corazón de Dios y encuentren allí la posibilidad de superar obstáculos y límites y vivir aquello que hoy les parece imposible e impensable.

Hijos:

Este es el tiempo, no solo de los milagros, sino también de las verdades. Es el tiempo en que la consciencia humana debe aproximarse a lo que ella realmente es y no estar más presa de las limitaciones que son impuestas por la ignorancia y por la ceguera de este mundo.

En muchos ciclos y muchas eras, la humanidad se aproximó a la Verdad, pero le demostró al Universo que aún no había alcanzado un grado de amor suficiente para poder recordar el pasado, el origen, y con eso, recordar todo aquello que debe ser curado y redimido en lo profundo de cada ser.

Después del ejemplo dado por Mi Hijo Jesús, y después de que Su Espíritu de Amor siguió despertando a cada corazón que se abrió y enseñándole a amar y a perdonar, al menos una parte de la consciencia humana ya está mínimamente lista para encontrar la Verdad.

Para que no se confundan y no cometan los mismos errores del pasado, cuando el Creador intentó revelarles la vida universal, ustedes deben ser humildes de mente, de emociones, de intenciones, de corazón, de alma y de espíritu. Y esa humildad no proviene de un descuido consigo mismo ni de un automartirio.

La humildad de la cual les hablo es el simple acto de reconocer que siempre estuvieron adormecidos en este mundo, y aunque aquello que son, en verdad y en espíritu, parezca ser grande y lleno de poder, sepan que no hay poder mayor que el Poder de Dios y que todo poder que intenta sobreponerse al Poder divino es mera fuerza humana que con un soplo del Altísimo se transforma en polvo, en nada.

Para ingresar en la vida universal, deben primero sentirla, dejarse impregnar por ella como niños que están delante de un nuevo mundo. No quieran saber y no piensen que ya saben. No quieran ser y no piensen que son algo. Solo estén delante de los portales al cosmos, sabiendo que la única cosa necesaria en este momento es la humildad del corazón y la certeza de que, para cruzar esos portales, deben tener dentro de sí mismos la experiencia del amor, del verdadero amor, que trasciende las necesidades personales y que, incluso, trasciende la propia vida.

Coloquen el espíritu ante el cosmos, el universo, el origen, y pidan al Padre la gracia de ser humilde, de aprender y vivenciar el verdadero amor, porque está llegando la hora de retornar y de consagrar este mundo a la Verdad, derribando con el Poder de la Luz divina los falsos reinos construidos sobre la Tierra.

Hijos, esta es la última hora para que construyan en su interior, la fortaleza que cruzará los portales y las dimensiones; que reconocerá el pasado, el origen, los errores cometidos; que aceptará la redención; que pedirá perdón y que entregará al cosmos, en el cristal del corazón, la experiencia de amor como símbolo de adhesión absoluta a la Voluntad divina y como señal visible para el universo de que los mil años de paz comenzaron.

Guarden hoy Mis palabras en el corazón y dejen que ellas los aproximen un poco a la Verdad, porque, aunque sea poco a poco, es hora de recordar.

Su padre y amigo de todas las eras y de todos los ciclos,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ser verdadero es un atributo espiritual de aquellos que aspiran a transformarse y que no temen ser nada; por eso, se muestran tal como son. De esa forma, Dios podrá moldearlos como Él necesita.

Aunque todos los días se esmeren por ser otros, jamás fuercen algo que aún no alcanzaron. Los pasos que den deben ser verdaderos, aunque sean pocos o lentos. Toda transformación en sus vidas debe darse de forma natural y simple, porque si ustedes se acostumbran a ser verdaderos, poco a poco podrán ir descubriendo lo que en realidad son y harán emerger aquello que existe originalmente en sus esencias.

Lo más importante en este momento es que sean simples, que no teman ser lo que son y entreguen eso todos los días al Altar Celestial.

A los que son verdaderos, Dios les entregará la verdad sobre sí mismos, sobre la humanidad, sobre el planeta, sobre el universo y sobre Su Plan. Los que son verdaderos y simples encontrarán el camino para que puedan fundirse con Aquel que es la propia Verdad Universal, la Verdad de la Creación, en la que se guardan todos los arquetipos originales de todo lo que fue creado.

¿Perciben, entonces, que quiero llevarlos a algo más amplio, que abarca no solo a sus pequeñas vidas ni solo a este mundo?

Ustedes, mis queridos, son criaturas que pueden unirse con Dios por su naturaleza, pues ese es un atributo que guardan como civilización humana. Esa posibilidad de unión con Dios debe ser anclada al universo, para que conformen la unidad con las demás civilizaciones del cosmos y coloquen en la mesa de la Creación su parte, para que todos comulguen de lo mejor que cada criatura de este universo puede proporcionar para que la Perfección de Dios se manifieste.

Comiencen por las cosas simples, siendo verdaderos en su día a día, sin temer expresarse tal como son, pero siempre sabiendo que el propósito de ser verdadero es encontrar la Verdad, que en nada se asemeja a lo que ustedes son hoy. Tengan también siempre en el corazón que toda la vida en la Tierra camina hacia la unidad con Dios. 

Piensen ampliamente, sientan ampliamente, oren trascendiendo la vida planetaria, sirvan a un propósito universal, vivan para el cumplimiento de un Plan Cósmico.

Mis manos disuelven las fronteras delante de sus ojos y pueden cruzar el infinito.

San José Castísimo, por el despertar y por la madurez de la verdadera consciencia humana.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Buscar la Verdad debe ser la única aspiración existente en el corazón de aquellos que caminan hacia Dios.

Mira, por un instante, dentro de tu interior y siente la presencia del Creador en ti, llamándote a reconocer la verdadera razón de la vida manifestada en el mundo.

Respira profundo y siente el principio de la unidad en el aire que llena tu cuerpo. Sé para el planeta como el aire que te da la vida y, que en perfecta unidad contigo, nutre cada espacio de tu ser, lo equilibra y lo lleva a la perfección.

Sé para el planeta como el aire que respiras en el campo. Deja que, en tu presencia, la consciencia de esta Tierra respire profundo, aliviada por encontrar algo puro y limpio.

Eres un puente entre el Cielo y la Tierra; para eso, existes como ser humano, para generar equilibrio y atraer la unidad con Dios.

Sé como el viento fresco en un día de mucho sol y calor. Con tus oraciones y con tu unidad con Dios, atrae no solamente la vida hacia la Tierra, sino también aliento, alivio y paz.

Dirígete a un campo y, en silencio, cierra los ojos y siente la naturaleza; respira profundo el aire que te rodea; deja que tu alma se alegre al escuchar el loor de un pájaro. Siéntete aliviado de la presión de la vida en la Tierra: ve cómo, delante de la naturaleza, tu alma encuentra sentido para existir en el mundo.

Así debes ser para el planeta. Que en tus oraciones él encuentre alivio; en tu unidad con el prójimo, encuentre esperanza; en tu comunión con los Reinos, encuentre paz. Que en tu consciencia de la existencia  de un espíritu mayor que te ampara, dando vida a tu planeta, ese espíritu encuentre la razón de su existencia y la fe en la concreción de su misión.

Percibe con el corazón que este mundo tiene un espíritu, un espíritu que sufre con las guerras y que encuentra aliento en la fraternidad; un espíritu que es llagado por la depredación y restaurado por la hermandad entre los Reinos.

Siéntete a ti mismo como parte de esa consciencia. Puedes ser una célula enferma que genere un cáncer en el mundo, o puedes ser una célula milagrosa que convierta a otras y proporcione la cura para el cuerpo planetario.

Toma consciencia de la Vida. Sé parte de un Todo y disuelve la tan amada individualidad de la consciencia humana. Sé uno con el prójimo, con los Reinos, con Dios. Lleva el Reino Celestial como principio vivo en tu interior.

Arroja fuera el viejo hombre y sé tú el principio fecundo del nuevo mundo, de la nueva Tierra redimida.

Que la paz y la esperanza sean una realidad en el corazón humano y que impulsen a la humanidad a la renovación de la vida y del espíritu.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando les entregamos pautas de oración, no es para que ocupen las horas de sus días. El mundo está agonizando y, en medio de una perspectiva de caos inalterable, Dios sigue enviando Sus Mensajeros a la Tierra para que, con Su Divina Esperanza, consigan, al menos de un corazón, oraciones sinceras que equilibren la realidad planetaria. 

Hoy vine para pedirles que no solo oren para cumplir mentalmente un pedido de María y, así, quitarse un peso de la propia consciencia.

Les pido que oren de verdad, con el corazón, teniendo presente la realidad planetaria y el destino de la humanidad, que dependen, en gran parte, de los seres que oran.

A veces, Nos entristece más ver a uno de Nuestros soldados repitiendo palabras muertas al viento, para terminar rápido con sus oraciones, que ver en el mundo a un hijo ignorante que no ora, porque este no ora por su ignorancia, en tanto que el primero se engaña a sí mismo.

Al conocer la situación espiritual del planeta y siendo conscientes del poder de la oración, aquellos que no oran de verdad solo suplen la necesidad de la mente de no estar en falta con Dios, pues además de no ayudar en nada, aumentan el peso de la Justicia en la balanza de la humanidad.

Por esa razón les ruego una mayor consciencia en sus oraciones, más amor y más verdad, porque si no podemos contar con los que Nos escuchan día a día, poca esperanza tendremos con los que Nos desconocen completamente.

Yo los amo y por eso los guío y los aconsejo siempre, corrigiendo sus caminos para que un día encuentren la perfección y la santidad.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE DESDE FLORIANÓPOLIS, HASTA PORTO ALEGRE, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si ustedes son pacíficos en sus vidas y en todo buscan la armoníay la unidad, podrán percibir la unión de los tiempos y lo que esto causa en la consciencia de la humanidad.

Si entran en oración todos los días, tratando de sentir verdaderamente lo que sucede en la vida espiritual del planeta, podrán percibir que los conflictos y las guerras que hoy suceden en el mundo no son como los que sucedieron en tiempos anteriores.

Así como el bien que impregna los corazones en este tiempo los santifica y los torna plenos de modo que los lleva a la cristificación, el mal que vive hoy en algunos seres humanos es destructivo aun para las esencias y para los espíritus de los seres. Todo se está intensificando, todo está creciendo en proporciones desenfrenadas, tanto para el bien como para el mal, y el corazón que ora puede sentirlo y vivirlo. Les digo esto, queridos, porque deben aprender a lidiar con las situaciones que se presentan actualmente en el mundo.

El tiempo real del universo está comenzando a unirse al tiempo de la Tierra, y la consciencia humana también comenzará a sentir su verdadero potencial creador, tanto positivo como negativo. El pensamiento y el verbo tendrán más poder que nunca; por eso, les pedimos que oren, oren sin cesar para equilibrar y contraponer las oraciones a las ideas malignas que, de planos infernales, intentan plasmarse en las mentes de los seres humanos y manifestarse en la vida de la Tierra.

Ustedes no deben temer jamás, porque la mayor herramienta del ser humano es el corazón y no la mente. No habrá pensamiento maligno que no sea destruido y borrado por la oración sincera y plena de un corazón que responde al Llamado de Dios. Solo es necesario que oren, oren de verdad, con amor, con consciencia, llenando el verbo con la intención de que la Voluntad de Dios se plasme en la consciencia planetaria. 

Cuando el tiempo de Dios se aproxima a la Tierra, sus espíritus también se aproximan y sus almas son colmadas por los impulsosdel verdadero ser. Por eso, al entrar en oración, busquen lo que ustedes son de verdad. Entren en contacto con la propia esencia por intermedio del silencio y de la paz, y de ahí reciban todo lo que necesitan para vivir los días actuales en unión con Dios y con Su Plan.

Ustedes saben que la humanidad es muy ignorante en relación con la Verdad, y pocos comprenden lo que los Mensajeros Divinos intentan transmitir al mundo. Por eso, es muy importante que aquellos que son conscientes y que comprenden, al menos un poco, la Voluntad de Dios, puedan vivir lo que enseñamos, abriendo así la puerta para que otros sigan el mismo camino.

A medida que den sus pasos, queridos, nuevas oportunidades se abrirán para que puedan conocer verdades cada vez más amplias y para que los que están estancados en su evolución sean impulsados y den el primer paso.

Yo los amo y, por eso, los instruyo para que no solo conozcan la Voluntad de Dios, sino que también la vivan.

Su compañero de siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mediten en este día sobre el retorno al Origen y no busquen los conceptos mentales que dentro de su consciencia se confunden, por la distancia que existe entre lo que el hombre sabe
sobre la verdad y la propia Verdad.

Están en un tiempo en el que recibirán muchas claves, para que, de manera armoniosa, el ser encuentre la unidad con la Creación y se reconozca incluido en ella, dentro de sus leyes y en obediencia al curso de su evolución. 

Sé que muchos se sienten sin recursos internos ni externos para meditar sobre algo tan sublime y aparentemente tan distante.  Pero el Origen, así como toda la historia de sus espíritus, se encuentra dentro del propio corazón. Lo que sucede es que ustedes se ocupan mucho más en pensar que todas estas cosas no existen o en cómo ellas son inaccesibles, que en buscarlas y seguir las instrucciones que les entrego.

Solo les pido que sean humildes para que no confundan ni interpreten con la mente lo que únicamente el corazón puede comprender, porque de la misma forma que la mente toma muchas decisiones que el corazón no entiende y no acepta, también el corazón tiene dentro de sí verdades que solo él puede comprender.

El tiempo de este mundo, marcado por las agujas del reloj, está dejando de existir para dar lugar a un tiempo eterno, en donde solo el presente es la realidad y todo lo demás está guardado como experiencia en la consciencia.

Por eso deben comenzar, desde ya, a desestructurar los conceptos de la existencia humana, de la vida sobre la Tierra y también los conceptos que tienen formulados en la mente sobre Dios, Su Plan y toda la Creación, porque la Verdad saldrá a la luz, y en nada se asemejará a lo que ustedes conocen.

La consciencia humana mezcló principios de verdad con fantasías en todas las formas de comunicación del mundo y, así, ustedes dieron una señal a sí mismos de que la única verdad que existía era la gran ilusión que vivían en la materia.

Una vez más les pido que Me escuchen con el corazón. Contemplen su interior y busquen ahí la verdad sobre sí mismos y la unión que hay entre lo que está vivo en la propia esencia y todo lo que les digo. 

Yo los amo y por eso les entrego pequeñas claves e impulsos para el despertar de la consciencia.

San José Castísimo

MENSAJE DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando una nación vive las consecuencias de acciones humanas milenarias, tan intensas que se plasmaron en su cultura política y social, como es el caso de Venezuela y de muchas otras naciones, la única salida para semejante ilusión e ignorancia es la vida de oración verdadera.

Si al menos un pequeño grupo, en cada nación, orara verdaderamente todos los días y si, aún más, pudiera transformar sus vidas en un acto permanente de oración, podría cambiar por completo la consciencia de la nación y, en consecuencia, su destino físico y espiritual.

Eso ocurre porque un ser que ora permanentemente va ingresando con el corazón en la Consciencia de Dios y allí reconoce el verdadero propósito de su vida sobre la Tierra o, por lo menos, puede reconocer lo que está fuera de ese propósito y, de esa forma, las ilusiones de la materia le resultan disonantes y no las puede soportar. Es en ese momento que el alma es impulsada hacia la búsqueda constante de la Verdad y vive su elevación. Esa experiencia queda marcada en la consciencia de la nación, que poco a poco es conducida hacia una búsqueda superior por medio de sus habitantes, de sus guardianes, ya que aquellos que viven en cada nación son, para Dios, los guardianes del propósito para ella.

Es por eso que los Mensajeros Divinos llegaron a Venezuela en el inicio de su crisis y ahora retornan para renovar el impulso de los corazones venezolanos como también los del mundo entero.

Los Sagrados Corazones llegan a Venezuela no para terminar con la crisis social, política, económica y espiritual que vive este país hoy, sino para que, como nación, aprenda a superar los acontecimientos materiales por medio de la vida de oración y mantenga vivo el propósito de la nación, aquel atributo que Dios depositó en todos los seres que viven bajo su aura, para que lo desarrollen y, así, ayuden a que se cumpla el Plan Divino para toda la humanidad.

Si Venezuela, como consciencia, pudiera vivir esta experiencia de encontrar la verdad y salir de la ilusión material por medio de la vida orante, ese aprendizaje servirá para muchas otras naciones y para toda la humanidad en los tiempos que vendrán; tiempos en los cuales la crisis espiritual, con consecuencias físicas, será el vivir diario de la humanidad.

Es por eso que Mi Casto Corazón hoy bendice a esta nación y a todos los venezolanos, impulsándolos a la vida orante verdadera y pacífica, para que así vivan como un servicio que realizan a toda la humanidad.

Recuerden estas palabras en los días que vendrán, porque hoy Yo las pronuncio para Venezuela, pero en un futuro cercano servirán para muchas otras naciones.

Yo los amo y les doy Mi paz, para que mantengan sus corazones pacíficos ante todos los acontecimientos de la vida.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En medio de un mundo que se sumerge cada día más en la oscuridad de la propia ignorancia, Yo vengo a llamarlos a que despierten la llama crística en su interior.

Mientras el común de la humanidad intenta avanzar en la creación de nuevas tecnologías que hipnoticen y sometan aún más a los seres, Yo los llamo a descubrir la verdad sobre lo que ustedes son y para qué vinieron al mundo.

Hoy les digo, compañeros, que esa búsqueda incesante del poder y de la manipulación es fruto de una semilla que ustedes trajeron del universo, donde también existen espíritus que no buscan nada más que su propio desarrollo mental y formas de conquistar las consciencias a través del poder material y de la fuerza. Pero Yo les digo que mayor que esas dos energías es el Amor Invencible de Cristo.

El Amor es desconocido para los que solo buscan su crecimiento material porque, si conociesen la verdadera esencia del Amor, sabrían que no hay mayor riqueza que las virtudes que se consolidan en los corazones de los que renuncian a sí mismos. Sabrían también que no hay mayor reino a ser conquistado que el Reino de Dios, que se encuentra dentro de cada ser que se abre para vivir el Amor sobre todas las cosas.

Hoy responderé una pregunta que muchos hacen al observar los mals del mundo: “¿En dónde está Dios? ¿Cómo Él puede permitir estas cosas?”.

Sepan que los males del mundo son causados por el descontrol de las fuerzas que los propios seres humanos del planeta trajeron del universo, para que fuesen curados por la potencia del amor que aquí se puede vivir.

En los días actuales, sobre todo, esas energías descontrolada emergerán de las consciencias y las fuerzas caóticas estimularán su crecimiento en los seres. Si ustedes tienen un corazón puro y fortalecido por el poder de la oración, podrán equilibrar esas fuerzas con la luz generada por el propio espíritu en redención.

Si ustedes se abren para vivir el Amor, más allá de su propio juicio mental y más allá de toda la enseñanza desvirtuada que recibieron por herencia, podrán vencer toda la oscuridad que habita en sus seres y que muchas veces desconocen.

Esa es una lucha muy solitaria, que solo es asumida por los valientes, porque deberán ir en contra de todos los principios humanos decadentes que ya están impresos en las células de los seres de este mundo.

Pero todo es posible, porque inmensa es la luz que les está siendo entregada para que iluminen los abismos del mundo interior. Solo les pido, amados compañeros, que confíen en la conducción de los Mensajeros Divinos y no teman perderse a sí mismos para encontrar un nuevo y verdadero ser.

Yo los amo y los conduzco bajo la Bendición Celestial de Cristo.

Por el poder que Mi Hijo Me concedió, los impulso al surgimiento de una Nueva Raza.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÙS

Para que no se establezca el odio entre las almas, es necesario que se viva el amor.

Hoy, Mi Casto Corazón les muestra el dolor que siente por lo que están sembrando en el interior de todos los niños que, sin comprender, padecen el terror de las guerras en el mundo.

Solo la vivencia de un amor profundo y verdadero es capaz de equilibrar esas acciones de la humanidad. Por eso, hoy les pido que, como un acto de paz por la humanidad y sobre todo por los niños del mundo, disuelvan el odio de sus corazones y amen a aquellos que saben que guardan algún tipo de rencor en sus corazones.

Hagan eso como un servicio, yendo a un lugar que necesite de mucho amor o incluso dentro de sus familias, venzan el orgullo y el temor, y realicen un acto de amor según como sus corazones les indiquen.

Les pido que sean verdaderos y que no se muevan basándose en las emociones, sino en el sentir profundo del corazón.

Por más que sientan que lo que viven no está relacionado con lo que sucede en otras regiones del mundo, ustedes verán que, realizar un verdadero acto de amor, borrarán de una parte de la consciencia humana el odio que existe y también el que está siendo sembrado por las guerras actuales en el mundo.

Los invito a realizar una campaña que se llamará Sembrando el  Amor en la Humanidad. Las experiencias que se vivan durante la campaña podrán ser registradas como cada uno lo sienta, y luego reunidas y llevadas para los niños que emigran de sus países, en Medio Oriente, que hoy necesitan ver que una parte de la humanidad está haciendo algo para equilibrar el dolor de sus corazones.

Será un acto simple, pero que llevará el principio de la cura a muchos corazones. 

Difundan este llamado como una gran red de amor y de servicio, para borrar el odio de los seres humanos.

Yo los amo y los acompañaré en esta misión.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Hoy quiero decirles que, a medida que las consciencias se disponen a vivir grados más amplios de madurez espiritual, Dios les da a conocer verdades mundiales que trascienden las barbaridades físicas que viven los hombres en el mundo.

El gran pesar de Dios es el sufrimiento de las almas que mueren día a día sumergidas en la incomprensión y, así, no consiguen salir de los estados de consciencia que son los infiernos creados por el caos y por el mal.

Ustedes son llamados, en este momento, para ser verdaderos compañeros de Dios y de Su Hijo y, de esa forma, compartir con Él Sus dolores y no permanecer en las mezquindades diarias de sus vidas.

Dios los llama a la madurez y, cuando Su Hijo les hace conocer Su constante agonía, causada por el mundo, es para que caminen rápido hacia el olvido de sí y reconozcan que existe un Plan Superior, cuya manifestación depende del despertar y de la madurez de aquellos que se comprometieron con el Creador en el principio.

Este momento que ustedes viven está indicando la hora de salir de sí y asumir la tarea planetaria que, como grupo, les corresponde.

El Señor está dando a conocer realidades que muchos no están preparados para enfrentar, porque el mal se precipita en el mundo y avanza cada vez más, logrando que las almas pierdan la fe y la esperanza y que las esencias se extingan por completo.

Una esencia que se extingue y se desintegra, Mis amados, es como una parte de Dios que deja de existir. Recuerden que cada esencia creada por Él es una parte viva de Su Divina Consciencia, enviada a la Creación manifestada para cumplir una misión.

Les pido ahora que acepten este ofrecimiento que les fue entregado como una gracia para servir a Dios conscientemente y que no se pierdan en los problemas banales de sus vidas; sino que se dejen transformar y moldear por el rayo de la divina humildad y se unan en oración al Padre por la salvación del planeta.

Cada paso que ustedes dan en dirección a la Luz es un paso de toda la humanidad rumbo a un nuevo tiempo.

Maduren de corazón y en consciencia, pues no hay más tiempo que perder consigo mismos.

Yo los amo y los conduzco a un nuevo ciclo planetario.

San José, eterno siervo de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En la esencia de los seres humanos se encuentra todo el potencial que podrán desarrollar para el despertar del amor y de la fraternidad. La esencia es el tabernáculo de uno de los misterios más grandes de la Creación Universal, porque allí se encuentra lo más perfecto que Dios creó para que se desarrollase y manifestase, más allá de este mundo, en pro de la evolución de todas las criaturas.

Este tesoro que habita dentro de cada uno de ustedes es silencioso, humilde, y jamás se mostrará si no salen en su búsqueda.

Todo lo que necesitan para expresar con perfección lo que son, verdaderamente, se encuentra dentro de cada uno. Lo que sucede es que ustedes siempre están muy ocupados en mostrar al mundo algo que no son, y colocan todo su empeño para no salirse ni lo mínimo de ese lugar, para no perder la imagen ya alcanzada, el respeto que consiguieron y el ejemplo en que se convirtieron.

Cada vez que intentan aparentar algo para agradar a los demás, más se apartan de lo que son en esencia, porque mientras más conquistan buenas apariencias más se despreocupan de buscar lo que deben ser, que se encuentra en lo opuesto a lo que el ser humano aprendió a manifestar.

No teman no ser reconocidos, porque cuanto menor es el reconocimiento y mayor el anonimato, tendrán más libertad para alejarse del viejo hombre y sumergirse en el propio mundo
interior, en búsqueda de las verdades esenciales de la existencia de la humanidad.

Los seres humanos están enredados en sus propias trampas y viajan leguas buscando una verdad que se encuentra en el propio interior, solo por el miedo de estar solos consigo mismos.

Queridos compañeros, Dios Me permitió traer al mundo grandes verdades con palabras simples, para llevarlos a la humildad sin herir sus corazones. Solo necesitan penetrar, profundamente, en el amor que deposito en cada frase y dejarse impregnar por el descubrimiento de estos misterios del mundo interior que les estoy revelando.

Con amor y paciencia, tomen cada impulso e intenten vivir cada día algo diferente, aunque nunca lleguen a percibir los resultados de la propia transformación.

Yo los amo y les dejo Mi bendición, Mi paz y Mi serenidad, para que avancen en el descubrimiento de la propia verdad interior.

San José, padre e instructor de todas las almas que caminan hacia el Corazón de Cristo.

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