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Hoy, un número mayor de personas se reunió alrededor del naranjo de las Apariciones, para el encuentro con la Madre Divina.
Se inició el trabajo de oración a las 6:30 h, como en los días anteriores.
En un momento, luego de aproximadamente una hora de oración, Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie. Minutos más tarde, Fray Elías comienza a relatar lo que está viendo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cuando el sol estaba despuntando, apareció una Luz celeste brillante que bañó todo el árbol y allí apareció manifestada la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.
Llevaba en Sus Brazos a un pequeño niño, de algunos meses de edad, que estaba alegre y sonriendo.
Mientras la Madre lo mecía nos decía: "Si son como niños y vienen hacia Mí, serán salvos".
Repitió esa frase dos veces y después la imagen cambió.
Entonces, la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad apareció con los Brazos extendidos hacia abajo y desde las palmas de Sus Manos irradió una energía celeste intensa, que llegó a tocar el suelo. Detrás de Su Cabeza, aparecieron tres rayos de color dorado intenso y hacia arriba se abrió un cielo que llegaba hasta otro plano, desde donde algunos grupos de ángeles la acompañan.
Más tarde, también aparecieron sobre Su Cabeza las doce estrellas doradas con la palabra MIRNAHE escrita.
Después de esa visión, en otro momento, Ella nos ofreció un cáliz dorado con el borde tallado, cáliz que estaba vacío.
Emergió un profundo silencio y, en un momento, Fray Elías comenzó a trasmitir las Palabras de la Madre Divina.
Les doy la bienvenida a todos Mis hijos que han llegado hasta aquí y especialmente a algunos de Mis hijos que retoman la senda después de haber perdido el camino.
Si no creen en Mí, no es lo más importante, pues lo más importante es encender el espíritu y unirse a lo Mayor.
Ahora, oren Conmigo la “Oración de consagración a la Madre de la Divina Misericordia”, para establecer, en este amanecer, la Luz sobre esta parte del mundo.
Todos los presentes oramos la oración indicada algunas veces. Luego, la Madre Divina vuelve a comunicar Sus Palabras.
Reconozcan las faltas en sus corazones y hoy, entréguenmelas a Mí, pues el corazón humilde es aquel que reconoce lo que ha hecho y que no teme descubrir y extirpar su pasado. Quien viene a Mí llegará más cerca de Cristo y podrá vivir la redención en estos tiempos.
El mal y la confusión son los emblemas de este mundo, por eso necesito corazones en paz que oren Conmigo y que Me ayuden a aliviar el sufrimiento.
No teman, no necesitan esconderme nada, Yo los veo y los conozco desde antes que nacieran, como a muchos otros hijos. Sientan la paz por recibirme en este día y no cuiden de la cáscara que deberá caer. Ha llegado la hora de lanzarse a lo superior y trascender el camino en dirección hacia Mí.
Calmen sus corazones a través de Mi Amor Maternal y si no me creen, crean en el Amor, llamen al Amor Superior para que los compenetre y los resguarde.
Yo asisto, día a día, a ese mismo Amor, ese Amor que es la Fuente de Mi Padre.
Hoy, vengo a anunciarles que coloquen un cirio perpetuo dentro de esta sala de oración, para que Mi Luz se represente a través de la Llama Sagrada, Llama que nunca muere y que siempre vuelve a nacer. Colocarán este cirio a la derecha de la imagen de la Divina Concepción de la Trinidad para que las almas vigilen en oración junto Conmigo.
Hoy, derramo Gracias especiales sobre este suelo de Aurora, Gracias que no sentirán ni verán porque primero el alma debe hacerse de buena fe para unirse al Creador y para vivir en un estado sublime de unión con el Espíritu Único de la Misericordia.
Ustedes y muchos de Mis hijos fueron tocados por la Misericordia y, aunque esto parezca distante de sus comprensiones, deben tratar de percibir la Llama Interior, que es el Fuego Eterno de la Misericordia en estos tiempos.
Si todos son como niños podrán permanecer en Mí y Yo en ustedes. Si ustedes, hijos Míos, son como niños, podrán retornar a Mí y Yo permaneceré con ustedes eternamente. Unan sus esencias a Mi Corazón para encontrar firmeza en las pruebas que vendrán.
Para seguir el camino de Dios, que es perfecto y piadoso, el alma debe vaciarse de sí, para comprender así los designios mayores que son santos entendimientos. Este Centro vivirá pruebas de confirmación, pues los soldados que siguen esta senda deberán confirmarse a través de la fe en lo desconocido, en lo que es inmaterial.
Hoy, oremos para aliviar el sufrimiento y la ceguera del mundo. Sepan que ustedes viven Gracias especiales que aún no merecen, pero Yo como Protectora, Guardiana y Madre los he acogido dentro de Mis oraciones.
Hoy, todas sus faltas son perdonadas, alegren sus corazones por renacer a la vida, vida que antes era incierta. Si Me reencuentran en sus caminos, este es el símbolo del llamado para que el corazón responda a lo Superior y siga adelante, unido a Mí, a Mi Amor predilecto.
Soy la Estrella Celestial que alumbra la oscuridad. Llamo a Mis hijos para que se unan a esa Luz, que es del Padre, para que encuentren el descanso del corazón en Mi Llama Maternal. Así, como en los comienzos, podré alzarlos en Mis Brazos como alcé a Jesús, para que reciban Mi Paz Interior y Mi resguardo. Muchas veces ustedes han estado en Mis Brazos, pero pocos lo han percibido y pocos lo han sentido.
¿Será que creen en Mi existencia?
¿Qué más debo hacer con todos Mis hijos para que oren Conmigo aunque sea solo una vez?
Estoy aquí, como en Medjugorje, para traer la Buena Nueva que viene de Cristo, de Nuestro Altísimo Señor del Universo.
Abran sus corazones en estos tiempos finales y dejen correr el agua turbia que estanca el amor del corazón. Pues si todos oramos a Nuestro Señor, la tiniebla que parece oscura se disipará y el amor renacerá.
Están siendo llamados a vivir en fraternidad y a representar Mi Faz de la Divina Trinidad Superior sobre este suelo. Están siendo llamados a concebir a Mis nuevos hijos, que nacerán de las tinieblas, de los lugares oscuros y que deberán ser rescatados por la simple oración del corazón.
Eleven sus pensamientos hacia Mi Alma Mayor, para que Yo pueda penetrar los mundos internos del corazón y dirigir el Propósito Divino hacia todos Mis hijos.
Recuerden Mi tiempo de preparación en Nazaret, cuando estaba en oración y en unión con Dios, bebiendo también del Cáliz del compromiso como Mi Hijo, el Redentor, que lo aceptó como alianza divina en el Getsemaní.
Hoy, les entrego Mi Cáliz de la Paz, para que lo den a beber a los que están sedientos de Mi Amor y a los que Me desconocen por confusos temores.
En la Luz infinita de la Resurrección de Mi Hijo, les entrego el código de Mi Paz, para que sea sembrado en sus corazones que están dormidos.
Ahora, están despertando frente a Mí, para nacer a una vida nueva unida a lo Divino.
Ahora, Me estoy elevando.
Les pido que protejan a los grupos de oración. Yo convoco aquí a los siete primeros grupos de oración, para que vigilen Conmigo en esta, Mi Casa predilecta, para que colaboren en profundizar la paz que los corazones necesitan por estar sin luz y sin amor.
Yo Soy la Reina de la Paz, Soy la Divina Concepción de la Trinidad. Reciban el Espíritu de la Trinidad que es el origen de los comienzos.
En el amor prodigioso de Cristo, quédense hoy con Mi Paz Interior.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Aparición se desvanece y la silueta se eleva hacia el Infinito.
Monjes y residentes se reunieron en este día, a la hora indicada, para orar en el área de las Apariciones, esperando la llegada de la Madre Celestial.
En un momento de la oración, las hermanas del Monasterio de la Eterna Fe comienzan a entonar el cántico “Ave María”. En ese momento el sol comienza a despuntar sobre el horizonte y a iluminar todo el campo.
Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie y, en profunda oración, contemplan hacia la copa del naranjo.
Un tiempo después Fray Elías nos relata lo siguiente.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Al comienzo, sobre el árbol que está frente a nosotros, se manifestó un gran haz de Luz celeste que venía del cielo y que descendía sobre el área donde nos encontramos.
Momentos más tarde, el árbol de las apariciones se vió totalmente rodeado de una energía dorada y luego tres anillos de energía, también dorada, envolvieron el árbol.
Entonces, se manifestó una gran esfera de Luz que cruzó desde otra dimensión hacia una realidad más cercana a la nuestra. Esta esfera descendió sobre la copa del naranjo y de ella surgió la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, que hoy viene vestida con un Manto dorado.
Al principio, tenía sus manos juntas y sostenía un orandio, pero luego aparece sosteniendo una cruz cristiana, dorada con su mano derecha. Ella posaba Sus Pies sobre una pequeña nube blanca.
La Madre Divina lleva un doble cordón dorado, hecho con tela, que da dos vueltas a Su Cintura y que cuelga con dos lazos a un lado de Su Cuerpo, el lazo izquierdo tiene tres nudos. Dijo que a la pintura de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad le faltaba ese detalle.
Detrás de Ella se manifiestan siete anillos de oro, uno dentro del otro, que se dirigen hacia el Infinito.
Al principio nos sonreía, luego en un momento elevó Su mirada hacia los Cielos y en otro momento abrió Sus Manos e irradió una Luz blanca sobre nuestras cabezas.
Ahora, estamos frente a la resplandecencia de la Madre Universal, que nuevamente viene acompañada por dos ángeles que parecen ser guardianes.
En este día, la manifestación lumínica de la Madre es más potente que en los días anteriores.
Luego de un silencio en el cual todos se mantienen atentos, Fray Elías comienza a trasmitir las Palabras de la Madre Divina.
¡Están Conmigo, están Conmigo, están Conmigo!
Por la Preciosísima Sangre que se vertió desde la Cruz del Redentor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy, vengo a pedirles que coloquen una cruz de la Nueva Humanidad sobre la entrada de esta Casa, para que los cuatro elementos de este mundo se rediman y puedan nacer de nuevo en un próximo ciclo.
Lleven con ustedes la Luz de Mi Corazón, para que sientan la Paz y el Amor de esta Madre. Hoy, los veo aquí, pero también los he visto en otros momentos.
Siembren la mansedumbre en sus corazones, para que la ola que acarrea el mal no los toque. Si están bajo Mi Manto, seguirán Mi guía y sabrán qué hacer a su debido tiempo.
Hoy, vengo como la Reina del Sol, como la Estrella del Mañana, como el Portal del Arca de la Alianza para que el Espíritu Divino descienda a la Tierra. Hoy, están frente a Mi Divina Trinidad, que una vez brotó desde el corazón del universo y que no deben olvidar.
Amanezcan en este día con los cánticos del Gloria, para que los Cielos hagan sonar sus trompetas y la humanidad se redima.
Lleven en ustedes el amor fiel de Mis ángeles, para que encuentren la Luz en los caminos y así puedan conducir a Mis hijos que están dispersos por el sufrimiento.
Estoy aquí para anunciarles un nuevo emblema de Paz: “Amar la oración sobre todas las cosas”, más que a ustedes mismos, más que a sus pensamientos y a sus sentimientos, porque Yo cuento con esos instrumentos para poder verter Mi Paz en esta parte del mundo.
Mis anuncios están terminando, ustedes ya lo saben. Sepan que Mi tarea redentora se extiende por el mundo, uniendo las luces de los grupos de oración que se sustentan en Mi Fe para que así nada los pueda derrumbar.
El silencio del corazón será la llave en estos tiempos para quien busque encontrarme en su interior, dentro de cada corazón y de cada esencia.
Sepan que cuento con sus oraciones, por más pequeñas que sean, pues las esencias que están oscuras deben renacer antes del último tiempo.
La hora de la paz llega por poco tiempo, antes del ciclo de la Justicia, que es divina e insondable.
Les entrego a ustedes la Luz de Mi oración, para que se unan a Mí y encuentren a Cristo en sus corazones.
Que no haya confusión en sus pensamientos, pues la tiniebla se está aproximando y cuando así sea, hijos Míos de todos los grupos de oración, deben buscarme y tener confianza en Mi plenitud de Madre y Guardiana.
Los días oscuros se acercan, los profetas lo han escrito, pero puntos de Luz, emanaciones de Dios, que son sembradas a través de Mi tarea universal, resplandecen en estos tiempos.
Para que las obras de la Luz, que son divinas y misericordiosas, puedan prevalecer, necesito de fieles seguidores que a pesar de las caídas se levanten y Me sigan.
Hoy, vengo a pedirles el símbolo de la cruz en esta Casa, como en la Casa que está en las sierras del Brasil donde he aparecido.
Una tercera Casa de Oración deberá ser construida para que las tres representen Mi Trinidad sobre esta parte del mundo. En las sierras de Córdoba será Mi próximo descenso, para que esa casa se afirme en Mi Luz y abra el portal de la redención a los que están con el espíritu caído dentro de esa nación. Argentina ha sido Mi tarea predilecta, donde estoy auxiliando en el rescate de almas preciosas.
Lleven con ustedes el símbolo de Mi Cruz, la Cruz que ha cargado el Redentor, para que recuerden que el sacrificio por el Todo es la llave que supera la oscuridad y la vence.
A partir de los espíritus orantes se construyen nuevos templos, como este que aquí está naciendo, Mi predilecto hogar de oración al igual que Fátima, Lourdes y Medjugorje. En cada lugar en donde Me aparezco les anuncio algo distinto, a ustedes como hijos y como humanidad en redención. Pero la tarea de esta casa será redimir el corazón, redimir el dolor y elevar hacia Mi Corazón el sufrimiento del pasado.
Quiero construir la Nueva Iglesia que deberá descender desde los Cielos, la que desde los comienzos no fue comprendida en las enseñanzas que Cristo transmitió con simplicidad y humildad.
Yo Soy María, la Reina de la Luz en estos tiempos. Conozco y sé del caminar de este mundo desde los inicios.
Los primeros patriarcas sembraron un legado para los pueblos y las tribus, pero la humanidad se ha dormido y ha caído; el Padre Me encomendó rescatarla de los suburbios en que ella vive desde hace siglos.
Que Mi Luz nazca en sus corazones, para que la llama que se enciende brille y permanezca unida a Mí a pesar de todo. Oren para establecer la paz en esta parte del mundo; las almas claman por ella y la necesitan.
Lleven Mi Luz Maternal a todos y recuerden cuando fueron niños y encontraban reposo en sus madres. Así Soy Yo, la Guardiana del Amor, la Madre de la Paz, el Sol que brilla en el corazón del universo y que trae Luz en estos tiempos.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Llegó el día del Encuentro con la Madre Celestial. El grupo del monasterio se trasladó hasta el área de las apariciones, frente a la Casa de Oración. En ese sitio se inicia la coligación con María orando a la Madre Universal. El grupo ora durante un tiempo a la espera de la Aparición de la Madre Divina.
Al despuntar el sol del amanecer, Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie. Fray Elías contempla con mucha devoción un punto sobre el naranjo que está frente al grupo. Posteriormente nos relata:
Fray Elías: Comenzó a manifestarse la presencia de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad sobre el naranjo y nos dice:
En el preciosísimo y resplandeciente Fuego del Padre: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He venido aquí para pedirles que construyan un jardín de rosas, para que el sufrimiento sea elevado hacia Mi Corazón.
Fray Elías: Ella sostiene con Su mano izquierda un libro abierto y con la mano derecha señala hacia arriba. Lleva en el cuello, un orandio, con más de 72 cuentas. Está rodeada por una luz blanca y celeste intensa. Posa sus pies sobre una forma de pequeña nube y sobre las siete rosas de color rojo. A su derecha y a su izquierda, en un lugar más elevado, se encuentran dos ángeles, quienes sostienen un cáliz dorado, mientras lo elevan con sus manos, miran a los Cielos.
Ahora, Ella desciende desde la copa del árbol hacia donde todo el grupo se encuentra, y permanece a un metro del suelo, en el aire. La Madre abre sus brazos hacia ambos costados y desde sus manos se irradia una luz blanca, que nos baña.
La Madre Divina dice:
¡Oren, oren, oren!, porque los hombres no escuchan Mis palabras. El sufrimiento debe aliviarse a través de la luz que ustedes conocen.
He solicitado que estuvieran aquí, presentes en este lugar, todos Mis hijos. ¿Por qué no han venido? ¿Han escuchado bien Mi llamado? Los esperaré.
En el lugar se encontraban presentes solo los hermanos y hermanas del monasterio. En ese momento un hermano se levanta y va a buscar a todos los que estaban presentes en el campo ese día.
Se espera en oración hasta la llegada de todos.
Soy la misma Virgen que nació de la Fuente para rescatar a las almas. Hoy como la Divina Concepción de la Trinidad, les traigo Mi Eterno Amor de protectora y de guardiana.
Realicen este jardín semejante al de los mundos sublimes, para que junto a la cura que nace desde aquí, se disipe el sufrimiento y sus corazones sean elevados.
Las peregrinaciones, el caminar interior, comenzará con pequeños grupos, pero después a lo largo de los meses y años, este Centro de Mi Luz recibirá a grupos más numerosos. Serán preparados, durante estos ocho días de Encuentro, para los tiempos que vendrán, al igual que muchos de Mis hijos en otras partes de este mundo.
Mi mensaje quiere tener más eco en los corazones y ustedes deben ser portavoces de Mi mensaje, así como otros hijos a los que me aparezco.
Ustedes conocen pocas facetas de Mi Corazón, pero hoy les presento una: Mi Rosa de Luz.
La Madre Divina nos muestra, en este momento una rosa, color rosa intenso, en la región de Su Corazón.
Espero que ustedes compartan Conmigo la fraternidad del corazón, para que esta esencia interior se irradie hacia todos sus hermanos.
Encuentren la paz en sus corazones y no teman, Yo estoy con cada uno de ustedes, pues como lo he dicho, cada uno me ayudará a recibir a los que lleguen aquí.
La hora vespertina será Mi hora predilecta para las procesiones, Mi hora Inmaculada, Mi sello de luz, para que el alma en el caminar se despoje de sus vestiduras y llegue hasta Mi Templo para reverenciarme y beber de la Fuente de Mi Amor.
Conmigo, en confianza y fe, beban del cáliz que Mis ángeles elevan para la redención.
Durante estos días dediquen horas a la profunda oración. Lleven este mensaje a sus hermanos que necesitan volver a escuchar Mi Voz, para que tengan ansias de seguir esta senda que les estoy mostrando.
Gracias por responder a Mi llamado y gracias a todos Mis hijos que oran con confianza aunque no me ven. Están recibiendo una Gracia, la que pocos comprenderán. Velen por ella, para que no se disipe, para que se afiance y se irradie en cada corazón, ya es la hora.
Para los dos últimos días, aguardo aquí la presencia de Mis hijas de la oración, de Mis cuatro hijas que fundaron Mi Red de Luz Orante (Red Fraternidad de Oración: Red mundial de grupos de oración).
La Nueva Lis (*) Esencial está despertando y ustedes deben prepararse para acoger a los que están distantes y a los que despiertan en este nuevo impulso de Fátima. La devoción debe permanecer en cada esencia interior; ustedes busquen esa esencia en sus corazones y digan a sus hermanos que también la busquen, pues allí Yo me afirmaré para poder derramar la Misericordia de Mi Hijo.
Gracias por responder a Mi llamado y anúncienlo a todo el mundo, a todos los corazones que me siguen en esta Faz de la Divina Concepción de la Trinidad. Anuncien al mundo, portavoces de Mi Voz, Mi mensaje durante estos días, para que todos acompañen esta peregrinación interior que hoy iniciamos. Si están aquí, es porque ustedes han estado en otro tiempo Conmigo.
Mediten en lo que les digo, confíen en Mi Luz Redentora.
Soy la Divina Concepción que irradia la Trinidad del Universo a los corazones que se abren. Yo Soy María, Yo Soy la nueva Consciencia Femenina que resurge delante de ustedes y de todos Mis hijos para rescatarlos.
La hora de la salvación y de Mi compromiso ha llegado.
Sepan que estos son Mis últimos encuentros con ustedes, para que a partir de aquí caminen en la senda de este Centro de Oración.
Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
(*) Lis: Centro Planetario que se manifiesta en Europa. Tiene su epicentro en Fátima, Portugal y también se proyecta hacia la zona de Lourdes. Este Centro Planetario trabaja, en la humanidad, esencialmente activando la energía de la devoción y los códigos de la pureza original.
Finalizada la liturgia matutina en el Monasterio de la Divina Reverencia, Fray Elías recibe una señal interior para ir, junto con Madre Shimani, al lugar donde se iniciaron hace algunos años, las Apariciones de la Madre Divina en Casa Redención; lugar donde hoy se construye Su Casa de Oración.
Al llegar al área, esperaron en oración alguna señal. En un determinado momento un viento fuerte los envuelve y los naranjos comienzan a balancearse de un lado hacia otro.
Fray Elías relata que en ese instante ve aparecer, en otros planos, una esfera luminosa blanca que se posa sobre uno de los naranjos.
Continúan en oración, hasta que Fray Elías dice: Ella aparece como la Reina de la Paz. Nos pide que oremos por los que están agonizando.
Se oran algunas cuentas de la oración “Madre Universal”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La Madre Divina nos dice:
Mi Corazón resplandece de nuevo por retornar a una de Mis casas. He venido aquí para anunciar Mi retorno a este lugar. Yo estoy aquí aunque Mi obra, Mi Casa de Oración, no esté terminada.
Yo Soy la Reina de la Paz, la Guardiana de las Puertas del Cielo, Soy la Divina Concepción de la Trinidad, nacida del Amor de Dios, de la Fuente Misericordiosa de la Creación.
Vengo a pedirles que se reúnan aquí para recibirme, del día 22 hasta al día 29 de agosto(*), en este horario. Cada día les diré qué quiero de este lugar y cuál es la Voluntad de Dios.
Estén alegres, estoy entre ustedes, Soy la Guardiana de la Fe, la Protectora Universal de las almas.
Vengo a pedirles que construyan, a través del símbolo de una escultura, la Divina Concepción de la Trinidad a imagen y semejanza de Dios. Si dan este paso hacia Mí, no solo estarán siendo cristianos, hijos de Cristo, sino almas en consagración. Colocarán esa imagen dentro de esta casa, la Casa de Oración, para que esta parte del mundo Me venere y para que Yo, al fin de estos tiempos, pueda curar y reconvertir a los espíritus.
Desde el día 22 hasta el día 29 de agosto, todos podrán participar de Mis Apariciones, aquellos que creen en Mí y los que no creen en Mí; aquellos que alguna vez escucharon Mis Mensajes en otros tiempos y aquellos que se han olvidado de ellos. Mi Corazón resplandece de alegría por este encuentro maternal de amor y de paz.
La imagen de la Divina Concepción de la Trinidad será la protección de esta casa, así el mal que se encuentra en otros puntos y que tienta a los seres, no entrará porque Yo estaré allí, protegiendo la Gran Puerta.
Estoy aquí, entre ustedes, para irradiarles Mi Paz y para que sientan Mi acogimiento de Madre y de Guardiana. Los llamo a profundizar en la oración, instrumento del Creador, que curará a las almas Conmigo.
Soy la Guardiana del Amor, la Inmaculada Concepción, la Señora de la Contemplación y de las Oraciones, que se anuncia al mundo para ofrecerles el rescate, la salvación definitiva, la última puerta de Luz que Yo estoy abriendo en estos tiempos.
Su Señor, Cristo, que está en los Cielos, que penetra las dimensiones y los espacios de este universo, Me ha encomendado que reciten oraciones que reconstruyan las almas. De esta manera, la Fuente de Mi Corazón se vertirá en este lugar, como fue en los comienzos.
Quiero anunciarles que Mi imagen no será un antiguo patrón, sino que será el símbolo de Mi resplandor que desciende de los Cielos hacia este lugar para consagrarlo. Será importante, especialmente, para todos aquellos que persiguen Mis Obras por no comprenderlas.
La Divina Concepción de la Trinidad es el símbolo de unión Conmigo, es el sello de unión con Mi Espíritu Inmaculado, desde donde Yo podré verter la Fuente sobre sus corazones, sobre los corazones que están sin luz y sin consuelo. La Divina Concepción de la Trinidad unirá a las religiones y a las creencias, para que todos se unifiquen en Mi Consciencia Universal y para que, a partir de ahora, se cumplan las profecías que anuncian la llegada de la Reina Coronada de Estrellas.
Estoy pisando el mal para que este desaparezca y para que, a través del amor, Me ayuden a redimirlo.
Les anuncio que este lugar no obrará solo en la cura, sino en la profunda oración Conmigo, en la devoción a Mi Faz concebida por el Espíritu de la Trinidad. A todos ustedes los acojo en Mis Brazos, para que sientan Mi Maternal Espíritu, para que estén cerca de Mí al igual que estuvo Jesús cuando pequeño y cuando adulto. Siempre estaré allí como la misma Madre, el mismo Sol que resplandece en el corazón y que abre las puertas para los tiempos.
Se iniciará una gran ceremonia en conmemoración a Mi llegada a este país y a esta región en redención, para que conozcan Mi Consciencia desde otros niveles, desde otros Cielos.
Estoy con ustedes, no teman lo que dirán; deberán estar firmes en el propósito de Mi Voz y de Mi Voto.
Soy la Luz que alumbra los caminos, Soy la Madre que marca la senda que siguen sus pies. Los que quieran ser perdonados deberán llegar descalzos a Mí, así como Yo lo estoy. Entreguen todo a Nuestro Señor que está en los Cielos, que rige los universos, que nos ha creado con Su Amor y Voluntad.
Todos ustedes están Conmigo, en Mi Corazón, y reparto Gracias urgentes para estos tiempos, en donde el mundo vive su último ciclo. De esta forma, podré llegar como Consciencia, como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, a otras partes de este mundo para poder colocar Mi Manto de cura sobre los corazones caídos y para que las esencias que están en los abismos puedan resurgir por la acción y la obra de Mi Amor.
Les anuncio a todos los que lleguen, que los días 12 y 13 de cada mes serán días dedicados a la cura mediante la oración; deberán anunciar que estaré presente, acompañándolos de cerca, en cada corazón.
A partir del próximo mes, septiembre de 2011, se iniciará la procesión desde la entrada de Casa Redención hasta esta, Mi Casa, para que todos sean bañados por el espíritu de la oración y para que Mi energía curadora y redentora pueda llegar a los que estén presentes.
Les abro Mis Brazos y Mi Corazón a todos los que quieran llegar aquí durante esos dos días, pero sepan que estoy derramando una Gracia especial en estos tiempos críticos, pues así lo he asumido.
Llamo a todos Mis hijos para que me acompañen en oración y en presencia aquí del día 22 al día 29 de agosto, para que reciban de Mí lo que Dios me encomendó entregar a cada uno.
Existe un gran secreto que hoy les confío: MIRNAHE significa Divina Trinidad.
Lleven en sus manos Mi bandera de la Paz y dejen que Mi Amor los impregne para que se disuelvan los conflictos y las asechanzas.
En la Paz de nuestro Señor Cristo,
Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.
(*) Las Apariciones se extendieron hasta el 2 de septiembre de 2011.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más