Apariciones extraordinarias
PRIMERA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 10:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como nos fue pedido el 5 de septiembre, y respondiendo al llamado de la Madre Divina, un grupo de aproximadamente mil quinientas personas se dirigió al “Morro do Cristal”(1)  a las 9:00 h.

La Colina de las Apariciones se localiza en un lugar silvestre, por donde casi no circulan personas. Para llegar a lo alto de la Colina es necesario subir por un camino de tierra, con una pendiente pronunciada y rodeado de abundante vegetación nativa. Ese día, el firmamento se presentó despejado, sin una sola nube, y el sol radiante elevaba la temperatura a cada minuto.

Como el llamado de la Madre Divina fue imprevisto, el lugar no pudo ser acondicionado para recibir a un grupo tan grande. La vegetación hizo que la mayoría de las personas se mantuviera de pie, mientras algunas pocas buscaron un espacio entre los arbustos y el pasto crecido para sentarse. Todos, superando el calor y la falta de comodidad, se dispusieron a recibir a la Madre Celestial.

Por otro lado, un pequeño grupo se ubicó en la parte más alta de la Colina. Ese grupo estaba integrado por Madre Shimani, José Trigueirinho, Fray Elías y algunos otros hermanos.

Madre Shimani hizo una breve introducción, explicando qué sucedería y cuál debía ser la actitud adecuada para recibir a la Madre Divina.

Entonces, comenzó el trabajo de oración, que se extendió por un largo tiempo. Cuando se percibió la aproximación de la Madre Divina, las voces femeninas entonaron el “Ave María”, mientras las masculinas continuaron en oración.

Pasados algunos minutos, Fray Elías se colocó de pie, señal que indica que la Madre ha aparecido, y dirigió su mirada hacia un punto en el cielo. Se lo veía profundamente concentrado y compenetrado contemplando a la Madre Divina.

Un tiempo después comunicó al pequeño grupo que estaba con él, lo que la Virgen le transmitía, y en ese momento todos descendieron desde lo más alto de la Colina hacia donde se encontraba todo el grupo de personas.

Fray Elías se dirigió, apresuradamente, pero en profundo silencio y concentración, hasta un árbol que se encontraba en medio de un gran grupo de personas en oración.

Cuando todo el grupo se reorganizó nuevamente, alrededor del árbol, se interrumpió la oración y se hizo un profundo silencio y, así, todos esperaron en estática y reverente quietud.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando la Madre Divina apareció en lo alto de la Colina, acompañada de dos ángeles, nos dijo: "La Voluntad del Señor es que Yo esté entre todos Mis hijos, por eso descenderé".

Y, en ese momento, descendió de la Colina y se colocó sobre este árbol.

Apareció como la Reina de la Paz y envolvió el árbol con un gran orandio.


¡Mi Paz a todo el Brasil!

He venido a pedirles que estén aquí, desde el día 9 hasta el 15, pues vendré todos los días a las 20:00 h.


También, nos pidió que, durante todos los días de ese período, vengamos en procesión con velas para encender a las almas que están afligidas.


Ahora, Yo hablaré.

Queridos Míos, ¡cuántas almas preciosas se reúnen en torno a Mi Manto! Yo las estoy protegiendo.

Soy la Reina del Amor, la Redentora de las almas, después de Cristo.

Hoy, Me anuncio a ustedes como la Reina de la Paz, la Protectora y Guardiana de los corazones, la que escucha el llamado de las almas y de todos aquellos que quieran retornar a Mí.

Estoy aquí para pedirles que vengan en procesión hasta aquí; no por ustedes, sino por los que están dormidos y no reciben la Gracia, como hoy la reciben ustedes en sus corazones.

Hoy, abro Mis Brazos para sembrar en ustedes Mi Corazón.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella está abriendo Sus Brazos e irradiando mucha Luz hacia nosotros. En el centro de Su Pecho está pulsando un Corazón de Luz rosada, que señala con Su Mano derecha.


Vean Mi Corazón, cargado con espinas, Él debe ser curado por las oraciones.

He venido aquí a fundar un Centro de Oración permanente, diurno y nocturno, por la paz y por la elevación del mundo.  Este es Mi último aviso, ya lo comprenderán.

Vean que Yo Soy la Madre de todos ustedes, que los levanta cuando caen; especialmente levanto a aquellos que se olvidan de Mí y que no responden a Mi llamado porque no Me ven.

Ahora, Yo estoy aquí, entre ustedes, para acogerlos y acompañarlos, para que tengan confianza en Mí, para que sigan Mi camino de Paz y de Salvación. Estoy llamando a los que se han comprometido Conmigo, desde la antigua Nazaret hasta la Nueva Jerusalén.

Somos una sola voz que debe ascender a los Cielos, para que el Padre responda con Sus Gracias a todos sus corazones. Yo estoy aquí como la Intercesora de las almas.

Les pido que vengan aquí, durante la noche, porque Mi Presencia será más nítida y en sus corazones se reflejará más.

¿Será que ustedes se animarán a responder a un llamado inmaterial, a Mi Voz Divina, durante estos días?

El Señor Me entregó a ustedes y Yo los entrego al Padre, porque ya es la hora. Estamos en el último tiempo, en el tiempo de cruzar el portal hacia la Luz y la Redención.

Elevo Mi Corona de Estrellas hacia ustedes y la coloco sobre sus seres, que simboliza las doce puertas que serán abiertas en este cercano futuro de la Nueva Humanidad. Cada Estrella representa un designio que descenderá desde los Cielos sobre este mundo dolorido.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, está mostrando un orandio pequeño, que tiene una medalla de plata con una pequeña imagen del Padre Pío.


El Padre Pío es quien regirá sus almas, un fiel compañero. Como Yo estuve en él, así estoy en ustedes, aunque no Me sientan y poco comprendan Mi llamado.

Abran sus corazones, los estoy llamando a que respondan a la Voluntad Mayor, que ahora está descendiendo sobre este lugar. Quiero poder penetrar los corazones quebrados, los que no Me sienten desde hace tiempo y no confían en la Madre de Dios. Yo los estoy llamando una vez más, para que retomen el camino hacia Cristo, el Redentor.

Ya lo he dicho: la Misericordia está en el último tiempo, antes de que los ángeles abran la puerta de la Justicia Divina sobre este mundo y otros.

Todas las razas, que están separadas, serán un solo pueblo en el fin de este tiempo; porque Me verán caminar sobre varios continentes, en los que Mi Paz se encenderá, dentro del caos.

Ahora, Yo los invito a que comulguen Conmigo, a que confíen en Mi Inmaculado Corazón, que nació en Oriente.

Ahora, ya estoy aquí, resguardándolos y protegiéndolos con Mi Amor desde los Cielos, por más que no Me vean. Yo Soy la Madre que todo lo observa en cada interior; aún más en aquellos que se esconden de Mí, porque temen confiar en Mí.

He venido aquí para consagrar este lugar como un Centro de Peregrinación, como un Centro de Rescate de almas y de apertura de corazones caídos. Ustedes deben ser las columnas de esos corazones, para que ellos revivan y renazcan en Cristo, que los aguarda porque aún Él tiene sed.

Ustedes deben ser el manantial para sus hermanos, para aquellos que se niegan a abrir sus corazones y que los cierran, para aquellos que sufren en sus incomprensiones. Por todos ellos, deben abrirse a la Divina Paciencia, que Yo vivo desde hace siglos.

Yo Soy la Madre de la Misericordia y quiero traerles la Paz en este tiempo final.

Se ha escrito mucho en los Libros Sagrados, que están en los Cielos, sobre el Mensaje del Señor a lo largo de los tiempos, tiempos que se unirán en uno solo, para aquellos que se unan a Mí en oración y en paz.

Les dejo Mi Corazón Maternal, para que lo sostengan con sus manos en los tiempos de tribulación y de pruebas, pues quien confía en Él será salvo y no saldrá de la senda ni de Mi rebaño.

La Voz de Dios desciende a través de Mí, porque Yo Soy Su Sierva al igual que ustedes, aunque ustedes no lo crean.

Todos tienen un compromiso a cumplir Conmigo y con el Señor. Elevo Mi Voz hacia el Cielo como una gran plegaria, para que encuentren la Luz y la Paz en este tiempo.

El último día, diré qué es lo que más quiero para este lugar y para esta nación, a la cual amo con predilección porque sé que responde a Mi Voz desde hace tiempo.

No teman a los juicios ni a las persecuciones, porque los 144 000 deben despertar, antes que los 72 que Yo enviaré a este mundo.

Hoy, abro Mis Brazos para acogerlos.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella está abriendo Sus Brazos y extendiéndolos hacia abajo. Está proyectando una Luz blanca desde las palmas de Sus Manos y el árbol está siendo envuelto por una energía blanca brillante.


Hoy, Me enciendo dentro de sus corazones para que Me escuchen, pues no es Mi Voluntad, sino la que está más allá de Mí.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, está señalando hacia arriba, donde hay Cielos abiertos de color celeste.


Este es Mi Emblema de Paz, Mi Corazón Sagrado, el que siempre deben anhelar a pesar de todo y deben buscar cuando todo esté a oscuras; pues saben que Yo estaré allí cuando oren Conmigo, cuando no se cansen de orar y de hablar Conmigo. Así, pasará la tiniebla y no los tocará, pues estarán en oración Conmigo, perpetuamente.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, Ella está elevando Su Mirada hacia el cielo y colocando Sus Manos en señal de oración, y nos pide que todos hagamos lo mismo.


Vamos a orar por las almas que están en los suburbios oscuros y que no reciben la Gracia que ustedes están recibiendo.

Hoy, ustedes tienen consciencia de Mi Presencia, pero Yo debo ir a todos esos lugares donde la paz no se encuentra y donde las cadenas aún no se han quebrado porque Mi Luz no ha entrado y solo entrará por medio de sus oraciones.
 

Todo el grupo ora una oración que la Madre Divina transmitió en Sus Apariciones en Uruguay:


Bendita Tú eres,
 entre todas las criaturas,
 porque fuiste concebida
 por una Gracia Mayor.
Amén.


Mientras se realiza la oración, algunas personas del público se retiran, descendiendo de la Colina.


Recuerden, todos los que se alejaron de Mí, que Yo estuve aquí para llamarlos.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad.

Por el Poder Divino del Espíritu Santo y de la Gracia Sublime de Dios para todos los corazones, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cantemos, para que los corazones se alegren, una canción que nació en Aurora.
 
Todos los presentes entonan el cántico “La mujer que nos guía”, en gratitud.

 
(1)   El nombre dado posteriormente por la Madre Divina al “Morro do Cristal” fue “Colina de las Apariciones”.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SAN PABLO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Posterior a las veintidós apariciones ocurridas en Casa Redención, en el norte del departamento de Paysandú, Uruguay, y en víspera del Encuentro General de Colaboradores de la Comunidad Figueira, María, la Madre de Jesús, apareció y dirigió un mensaje a todos los presentes en dicho evento.

En esta carta Ella transmitió que aparecería el día 9 de septiembre, en la Comunidad-Luz Figueira, para entregar un mensaje a todos Sus hijos.

 

Queridos Míos:

Hoy me anuncio a sus corazones como la Madre de la Eterna Paz.

Pido, a cada una de sus almas, que se una a Mí y al Misericordioso Redentor el día(1) de revelación de Mi mensaje de amor y de Paz.

Hoy me manifiesto a ustedes como la bondadosa y servidora Madre de la Paz y de la Divina Misericordia.

Les pido que guarden en sus corazones el pasaje del nacimiento del Mesías, en el antiguo pueblo de Belén, para que la radiante Estrella que iluminó y elevó Nuestros Espíritus, sea la misma que brille en sus corazones que buscan el constante aliento y refugio en Mi Corazón.

Estoy junto a ustedes en estos días de Encuentro de Instrucción y de Revelaciones(2), guiándolos con Mi emblema de la Paz y del Amor.

He venido a anunciarles que en el día 9 de septiembre a la hora 10, estaré apareciendo para todos Mis hijos seguidores de la oración, creyentes o no creyentes, fieles o no fieles, abiertos o no abiertos de corazón, para que Mi Voz de Paz sea sembrada en sus almas y corazones, que me esperan desde hace tiempo.

El punto de encuentro para Mi aparición, será en lo alto del monte llamado Cristal(3), donde Mi energía maternal se irradia a todo Brasil.

Espero a todos Mis hijos que llegarán peregrinando a este Encuentro General de almas y de consciencias comprometidas con el Plan Divino de Dios, para que, unidos en oración, sus voces penetren los Cielos, para que Yo, con Mi Gracia Inmaculada, descienda. Estaré consagrando esta Sagrada Área de oración y de silencio a Mi Eterna Paz y a Mi Espíritu de Madre y Sierva del Señor.

Ese será el momento en el cual toda la Comunidad Figueira, que sigue hace años la oración silenciosa con las Consciencias Divinas (Jerarquías), active el verbo orante para toda la región. Quiero poder llegar a todos Mis hijos que estarán presentes, sin que ninguna alma quede sin poder recibir Mi Gracia Celestial.

Les pido que en ese día sea consagrada la actual Casa de Oración en Figueira con la presencia de Mi imagen de la Divina Concepción de la Trinidad, pues quiero poder llegar a todos los hijos que llegan a esa sagrada casa.

Puedo decirles, queridos Míos, que esa Casa de Oración, me recuerda al Monte Tabor, lugar en donde Nuestro Señor Cristo encendió la Luz de Su Corazón para todo el mundo.

Desde ese día, 9 de septiembre, me presentare para irradiar a todos Mis hijos,  antes de Mi retorno al naranjal de Mi Casa en Uruguay.

La Voluntad del Señor, Dios Padre Todo Poderoso, es que formen grupos eficientes que acompañen Mi oración, para bendecir y rescatar a toda la nación brasilera.

Las almas sufren y necesitan que la humanidad responda, para que Yo, la Madre Vestida del Sol, pueda interceder. Estos son Mis últimos avisos, para que cada alma se sumerja en el océano de Mi oración protectora y redentora para todo el mundo.

A ustedes, les corresponderá abrir las puertas del Cielo, donde Yo siempre me encontraré para salvaguardarlos en Mi Corazón de Paz. Están todos en Mi Corazón.

En ese día, espero que todos Mis hijos estén con sus corazones ardientes, y que anhelen verme reflejada en su interior. Estoy con ustedes acompañándolos para que revelen Mis anuncios de Paz durante los días de Encuentro.

En el día 8 de septiembre, momento en que se celebra el surgimiento de Mi Consciencia Universal(4), los invito a que oren Conmigo las 72 Cuentas de la Contemplación (Orandio), para irradiar Paz a las almas que sufren y que mueren sin ver la Luz de Dios.

Transmitan este, Mi mensaje de llegada al centro del Monte de Cristal, a todas las almas, y anuncien este mensaje el día de revelación de Mis mensajes de Paz durante el Encuentro General en Figueira. Así, estarán respondiendo a lo Mayor y lo Mayor responderá el día de Mi Presencia entre ustedes, con Gracias especiales para los corazones.

Yo Soy la Reina de la Paz.

Soy la Divina Concepción de la Trinidad.

Gracias por responder a Mi llamado.

Prosigamos en constante oración.

 

 

1. La Madre se refiere al día viernes 9 de septiembre, día en que se realizó, por pedido de Ella, un estudio dedicado a la Madre Divina y a Sus apariciones ocurridas pocos días antes en Casa Redención, Uruguay.

2. 48° Encuentro General de Colaboradores, realizado desde día 8 al 11 de septiembre de 2011.

3. Monte de Cristal o “Morro de Cristal”, pequeño cerro existente en una de las áreas de la Comunidad-Luz Figueira. Nombrado posteriormente por la Madre Divina como: “Colina de las Apariciones”.

4. El día 8 de septiembre se celebra el nacimiento de la Santísima Virgen María.

Apariciones extraordinarias
VIGÉSIMA PRIMERA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 12:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En este último día de apariciones un pequeño grupo se aproximó al árbol de las apariciones a orar las 150 cuentas del “Ave María”.

En determinado momento, se percibió la aproximación de la Madre Divina.

Fray Elías se colocó de pie cerca de donde la Madre ha aparecido y todos continúan orando hasta recibir alguna indicación.

Momentos más tarde Fray Elías relata lo que ha sucedido.

 

Fray Elías: La Madre ha aparecido como Reina de la Paz, está sonriendo y dijo:

 

Un millón, un millón y una, un millón y dos, un millón y tres... de almas han sido rescatadas en todos estos días. Aún falta rescatar seis millones más.

 

Sobre Ella hay un canal de luz celeste. Es un tubo de luz que desciende y dentro de ese tubo existen varios grados de Cielos. La Madre está muy manifestada y sobre Su manto aparecen dos estrellas doradas de seis puntas, una en el lado derecho y la otra el lado izquierdo. Y nos dice:

 

He venido a orar con todos Mis hijos la oración “Ave Luminosa”, para poder rescatar más almas.

Mientras unos corazones se abren, otros se cierran, pero aún así, Mi célula de luz entra en todos.

Hoy nuevamente quiero derramar Gracia aquí.

 

Fray Elías: Ella nos pidió que construyamos un gran orandio de 150 cuentas. Cada cuenta debe ser grande y gruesa, en la cuenta mayor debe tener la imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, y nos dice:

 

Esto es para que Mi Luz esté presente, por medio de la oración, dentro de esta Casa de Oración. Les doy este símbolo de las cuentas que unirá a todos, a religiones y creencias, a movimientos espirituales y a dogmas. Porque Yo soy la Madre de todos, aunque muchos no lo crean.

Que Mi mensaje resuene en sus corazones. Reflexionen sobre todo lo que les he dicho, pues encontrarán en Mis palabras llave para muchos.

 

Fray Elías: Ahora vamos a continuar orando hasta que lleguen todos.

 

En este momento, uno de los hermanos se retira a buscar a todos los demás que están en diferentes partes del campo. Cuando todos se reúnen Fray Elías hace un relato de lo que ha sucedido.

 

Fray Elías: Estos últimos días hemos trabajado aquí con la Madre Divina a través de la oración “Ave María”. En especial este horario del medio día ha sido muy especial, pues energéticamente es más intenso espiritualmente y físicamente.

Hoy, Nuestra Madre apareció como la Reina de la Paz. Estábamos orando cuando apareció y luego seguimos orando, apoyando el proceso de liberación de las almas que la Madre Divina estaba realizando.

Ella estaba contando el número de almas que eran rescatadas. Y Ella decía un millón y una, un millón y dos, un millón y tres, y Ella seguía contando. Nos decía que era el número de almas que habían sido rescatadas.

Más tarde colocó Sus brazos abiertos hacia abajo y decía:

 

Yo Soy la Señora vestida del Sol.

 

Luego, sobre Ella apareció un canal celeste de luz, donde habían ángeles querubines, esos pequeñitos, andaban de un lado hacia otro.

Cuando el grupo llego y comenzamos a orar todos juntos, apareció en Su mano derecha una antorcha encendida y repetía: “Yo Soy la Señora vestida del Sol”.

En ese momento comenzó a irradiar más luz y los Cielos comenzaron a abrirse. Poco después, en un lugar elevado del Cielo, apareció Cristo con una túnica blanca y una parte de Su tronco desnudo. Se veía en la parte derecha de Su tórax, una llaga que estaba cicatrizando. En Su mano derecha tenía una cruz cristiana de madera, y sobre Él una tela blanca abierta que tenía escrito:

"Yo Soy el Misericordioso Redentor, aún tengo Sed."

En ese momento la Madre Celestial hizo aparecer muchos ramos de rosas en varias partes del cielo, eran infinitos, y ellos descendían con mucha delicadeza.

En un momento cambió la imagen, y pidió que me acercara al árbol. Al llegar, la veo desde abajo, estaba posando Sus pies sobre el árbol, vestía como la Reina de la Paz y sostenía con Sus manos abiertas un orandio. Entonces, dentro del orandio apareció una Sábana blanca que tenia la imagen del rostro de Jesús con la corona de espinas y Ella dijo:

 

Este es el símbolo de quien nos ha dado la vida y de quien ha dado la vida por el mundo. Esta es la Sábana que tuvo Verónica en sus manos, Verónica cuando le secó el rostro a Jesús.

 

Al final, la Madre Celestial quedó inmóvil contemplando la Sábana por un tiempo y desapareció.

Apariciones extraordinarias
VIGÉSIMA SEGUNDA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 20:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por pedido de la Madre Divina, a las 19.30 se inició la procesión de velas desde el Auditorio de Casa Redención hasta el naranjo de las apariciones.

Desde las primeras horas de la tarde, el viento comenzó a soplar intensamente y se mantuvo así hasta la aparición.

El grupo se sentó al rededor del naranjo y comenzó a orar de forma muy intensa esperando la última aparición de la Madre Divina. Se percibía en el aire el cierre de un ciclo, y el comienzo de uno nuevo, desconocido.

Cerca de las las 20.00 se comenzó a percibir la aproximación de la Madre Divina y Fray Elías se coloca de pie, contemplando el naranjo.

Mientras todos continuaban orando la Madre Universal, Fray Elías y otro hermano de monasterio, se acercaron al árbol y oraron el “Ave María” por algunas veces.

Luego, Fray Elías anuncia que la Madre ha solicitado que una de las colaboradoras de Casa Redención se aproxime y se presentara ante Ella. Fray Elías transmite algunas palabras de Nuestra Señora a esta hermana.

Terminado ese diálogo Fray Elías transmite al grupo lo que ha sucedido.

 

Fray Elías: Cuando la Madre Divina apareció proyectó un Corazón de Luz, que emergió de Ella y se proyectó hacia todos nosotros. La imagen del Inmaculado Corazón, era de color magenta, resplandeciente, y tenía una corona de rosas a Su alrededor. Había escrito sobre y debajo de él: “Yo Soy el Ave María”. Después con Sus manos abrió una tela blanca que tenia dentro de ese corazón.

La Madre Divina nos dice:
 

Hoy vengo a anunciarles que estaré retornando.

Como les dije hoy, al mediodía, esta noche todos realizarán la ceremonia de comunión Conmigo. Todos ahora recibirán un fruto de este árbol, para llevarlo consigo, para comerlo en gracia y en reverencia por Mi presencia aquí. Hoy les entrego Mi Corazón Inmaculado, Mi Corazón Misericordioso para que encuentren en Mí la Paz. No hay nada que temer, Yo estoy con ustedes.

 

Fray Elías: La Madre Divina pidió que todos se colocaran de pie y que sintieran confianza cuando escucharan Su mensaje.

Hace unos momentos, del lado derecho de la Madre Celestial, apareció Jesús como el Sagrado Corazón. Elevó Su mano derecha hacia el Cielo y los Cielos se abrieron. En lo alto apareció un corazón de fuego, rodeado por un aro de fuego. A los costados de ese corazón aparecieron los apóstoles y los 24 Ancianos.

Nos está hablando Cristo:
 

Queridos Míos, hoy vengo a anunciarles Mi retorno.

Les doy Mi Paz y Mi Paz les dejo en el Nombre del Señor.

Yo Soy Cristo, el Mesías, el Redentor.

 

Fray Elías: Ahora comenzó a hablar la Madre Divina:
 

Queridos hijos, hoy les anuncio que Mi Luz está retornando a los Cielos, pero quien esté en oración no perecerá, el alma prevalecerá delante de Mi Corazón, que es Misericordioso e Inmaculado.

Agradezco a todos por haber acogido Mi Voz de Fe en sus corazones. Esperen Mi llegada para el mes de noviembre, donde convocaré a más almas para que escuchen Mi llamado.

Hoy los estoy reuniendo aquí como el primer grupo de oración, que deberá asumir esta Casa, a la cual Yo he consagrado desde los Cielos para este mundo, para este país, para Mi querida Argentina y Mi amado Brasil.

Esas tres naciones deberán transitar por grandes pruebas, pero los corazones que se unan a Mí no serán tocados, ni siquiera por la llama del mal, porque todos se irán purificando sin percibirlo. Aquellos que se unan a Mi Corazón y se nutran en Mi Oración, verán lo que les digo, tendrán consciencia de lo que estoy anunciando como Madre de la Fe, como el Ave Misericordiosa.

He venido aquí a pedido de Dios, aunque sus consciencias no alcancen esta comprensión, pero sus corazones sí me responden.

Escuchen Mi Voz Interior, ustedes deben ser la columna de luz para estos tiempos y deben difundir Mi mensaje de redención y de paz, que estoy entregando a esta Nación y a todos Mis hijos que están confusos en este mundo.

Una parte del hemisferio norte está contestando a Mi llamado, mes a mes. Ahora Yo los convoco a que hagan lo mismo, para reencontrarme aquí, desde noviembre hasta el próximo año (2012), para que juntos nos preparemos para cruzar el portal hacia Mi Corazón. Así, no habrá tiniebla que los toque y no habrá corazón que se ciegue, porque habrán escuchado Mi llamado antes de que las trompetas suenen y antes de que los libros se abran anunciando la palabra de Dios, que será Ley y Justicia Divina para el fin de este tiempo.

El mundo debe nacer de nuevo y el parto está llegando. Mis estrellas están resistiendo y sosteniendo la luz de este mundo. Cada vez que oran Conmigo y creen en Mi Voz, que es invisible y Divina, estarán respondiendo a Dios, al Padre de todos, desde el Alfa hasta el Omega, desde el principio hasta el fin.

Cada mes Mi presencia será más fuerte, y atraerá a más corazones que buscan una respuesta, una cura interior, que buscan aliviar sus dolencias y cicatrizar sus heridas que están abiertas desde hace tiempo.

Yo Soy el bálsamo que todo lo cura, Soy la Fuente que lava las heridas, Soy la Divina Concepción de la Trinidad, Soy el Ave Mensajera de la Paz, Soy la Madre Misericordiosa, Soy el Fuego Ardiente para los corazones que están sin luz.

Ahora, ustedes han visto nacer sus almas que estaban dormidas y espero que sus vidas retornen a Mí en la oración. Espero que juntos ayudemos a nuestros hermanos, a todos Mis hijos, que no reciben esta oportunidad de los Cielos, oportunidad de ser bendecidos como lo han sido ustedes a lo largo de estos trece días.

¿Será que han comprendido Mi mensaje?

Por eso todo lo tendrán; abajo estará Mi firma, en la Tierra y en el Cielo, como lo es la palabra del Señor. Pues Yo fui glorificada por los ángeles y arcángeles para descender a este mundo, el cual me pertenece como tarea y como Misionera de la Paz.

Hoy les entrego Mi Corazón resplandeciente, el llamado Corazón Inmaculado, para que lo siembren en sus corazones como el sello que libera el mal y como la luz que corta las asechanzas, las confusiones en el corazón y la distorsión en las mentes. Pero para fortalecerse en Mi Corazón, deberán orar más para penetrar en los Cielos y encontrar la luz en el camino, esa luz que hoy están recibiendo.

Hoy les pido a todos ustedes, hijos Míos, que no vuelvan a la normalidad de este tiempo y que se abran a comprender lo que está sucediendo.

Una vez estuve en Fátima, estoy pasando por Medjugorje y ahora estoy aquí, en esta parte del mundo, difundiendo Mi mensaje de Paz, el llamado al rescate de las almas a través de la oración, de una simple oración. Abran sus consciencias para lo desconocido y permitan que el corazón les hable, que Mi Voz llegue allí en oración y en paz.

Dichosos los que creen sin haberme visto, pues como dicen los discípulos y lo que ellos han escrito: “Es la hora de la Señora del Sol, la que está vestida de Paz, la que irradia Su Amor de Madre y de Protectora”.

Aquí estoy, al lado de Mi Hijo, El Redentor, que hoy ha venido Conmigo para traerles Su Misericordia y para que, a partir de mañana, sus vidas sean otras. Porque Yo estaré allí, en sus corazones, comenzando a obrar como la Madre Celestial de la Luz, como la Guardiana del Amor, la llamada Inmaculada Concepción, la Madre de las Gracias, la Señora de los Ángeles, la Divina Concepción.

Guarden Mis palabras en sus corazones, sientan Mi Paz.

 

Fray Elías: Ahora desde Su mano está manifestándose una paloma de luz, que es blanca y brillante, nos la está ofreciendo.

La Madre Divina dice:

 

Este es Mi Espíritu, el que nació desde el Origen, el que trae para ustedes el renacer de la vida, el sello para el pasado, el cual se debe trascender para alcanzar la paz.

Dejen hoy en Mi Corazón sus miserias, en nombre de Cristo, para que todo sea curado y aquello que sólo Yo conozco, pueda revertirse y redimirse.

 

Fray Elías: Ahora está abriendo Su corona de estrellas y colocándola sobre el árbol, de izquierda a derecha. Nuevamente nos muestra Su Corazón que tiene espinas, pero que también está lleno de fuego. Está iluminando Su manto celeste, Su rostro está brillando de paz y de amor. Coloca Sus manos en posición de oración.

La Madre Divina dice:
 

Yo Soy la misma que nací como María y hoy Soy la Madre Universal, la Consciencia Sublime de la Paz, el Amor de Dios manifestado a través de Mi Esencia. Sepan queridos Míos, que ustedes tienen lo mismo que Yo, sólo que está dormido.

¿Por qué he venido durante estos trece días?

He venido para decirles hoy, que deben abrir sus Fuentes. Ellas se unen a Dios a través de la oración y del amor, de la caridad y de la compasión, porque el Señor nos está pidiendo salvar almas desconocidas para ustedes y que sufren. Si quieren comprender, abran las puertas de sus casas para que los últimos entren.

Pero recuerden, como Yo le dije a Lucía en Fátima: llegarán los tiempos en que la oración será la barrera invisible contra el mal, será el escudo protector, será la alianza con Dios, la religación con Su Presencia, la esperanza para cada alma y cada ser que no haya escuchado Mi llamado como la Madre de la Paz, la Señora de la Divina Misericordia.

Todos se reunirán en sus casas para orar junto Conmigo y para crear la Luz de Mi Corazón sobre sus hogares. Verán pasar por sus puertas el sufrimiento que deberá ser curado por la oración; una oración verdadera que se una a Mí para que las almas encuentren descanso, el mismo que ustedes han recibido hoy por la presencia de Mi Gracia Inmaculada.

Elevo hoy Mis brazos hacia el Creador, para que encuentren de nuevo refugio en Mí y descansen. Sepan que Yo los protejo cuando cumplen con Mi llamado y comprenden lo que es incomprensible. Porque así es la Voluntad, una Voluntad que no es de los hombres, que no es de este mundo, al igual que el amor, el cual debe verterse en sus corazones a través de esta Madre de la Paz.

El Espíritu de la Trinidad ha descendido sobre los que lo han escuchado en su ser interno, y se han abierto para que éste siembre la semilla del amor, la que no será extirpada por el mal. Queridos hijos, Mi Amor es tan bondadoso y compasivo, que penetra el corazón y disipa el dolor, este mismo Amor que Yo he repartido en los lugares en los que he aparecido para rescatar a las almas en multitud.

Verán llegar nuevos cambios sobre este lugar y sobre esta nación (Uruguay), porque Mi Corazón deberá triunfar antes de que la puerta se abra y que la batalla comience. Allí estaremos en oración, sin miedo, con fe y fervor, unidos a Mi sublime devoción, una devoción que despertó como la Madre del Mesías a los pies de la Cruz.

Les entrego hoy el Espíritu Inmaculado de la Paz, que nace desde la Fuente, el cual está descendiendo hoy sobre este lugar. Beban de ella ya que están a tiempo.

Dichosos los que comprenden las Voluntades Superiores.

Dichosos los que responden a Mi llamado sin comprender.

Dichosos los humildes que viven en la fe y en la devoción.

Dichosos los simples, como lo fui Yo, una Madre de Nazareth, una Pastora de almas que conduce el rebaño hacia Mi Hijo para estos tiempos.

Gracias por responder a Mi llamado.

Apariciones extraordinarias
VIGÉSIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:30 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Todos llegaron con mucha disposición para orar y acompañar este último día de Apariciones de la Madre Divina.

Después de varias cuentas, cuando los rayos del sol comenzaron a iluminar el campo, Fray Elías se colocó de pie y se aproximó adonde la Madre Divina había aparecido.

Entonces, un monje del monasterio de Aurora fue llamado por la Madre Divina para decirle algunas Palabras.

Pasado un tiempo, Fray Elías nos relató lo sucedido.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando la Madre Divina apareció en lo alto del Cielo, había grupos de ángeles que oraban silenciosamente. Caminaban de una forma pausada y contemplativa, formando el símbolo del infinito. Era un movimiento constante y armonioso.

Ella traía en Su Mano derecha un Cetro dorado y en Su Mano izquierda una pequeña cruz cristiana y una rosa.

Cuando se posó sobre el Naranjo, brotó de Su Corazón una rosa de color naranja claro.
Momentos más tarde, aparecieron algunos santos orando junto al grupo, y hacia un costado del Árbol apareció Padre Pío, también en oración.

Luego, a través de un intenso movimiento de Luz, apareció el Arcángel Rafael, un ser resplandeciente de Luz en toda su silueta, que se presentó con una espada en su mano y dijo:

“Mi hora ha llegado. Yo soy el Ángel Curador, el Arcángel Rafael”.

Diciendo esto, de forma poderosa y magnánima, voló hacia lo alto de los Cielos, en donde apareció una puerta de Luz de forma circular y de energía celeste, rodeada por varios anillos concéntricos de color dorado.

La Madre Divina me indicó que mirara hacia el centro de esa puerta, y allí vi un gran Libro abierto. Las hojas pasaban de un lado hacia otro, como si un viento las moviera. En ese Libro, aparecieron varios Evangelios escritos en la época del Mesías.

Las hojas continuaban pasando a mucha velocidad, hasta que en un momento se detuvieron y apareció el número 12. Entonces, la Madre Divina dijo:

“Capítulo 12 del Apocalipsis de Juan. Quiero que lean ese capítulo”.

En ese momento, le pregunté a Nuestra Señora si era correcto lo que estaba escuchando y contestó que sí.

Después, comenzó a orar el Ave María y pidió que de hora en hora se realizara una oración y se tocaran 33 campanadas.

Nos dijo también que la forma de poder establecer los Mil Años de Paz será a través de la oración, y que debe comenzar a construirse a partir de estos momentos. Ese fue Su pedido de hoy.

Ella apareció como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, con Su Manto verde claro y rodeada de una Corona de Estrellas doradas.


Yo Soy la Señora de la Infinita y Melodiosa Vibración, que parte del Corazón del Universo, de la Fuente Infinita de Dios. Por eso, la música, que es divina y que debe ser el sonido de los corazones, abre Mi canal de Paz y expande Mi Luz. Así, Mi Plan de Luz se establece sobre la superficie de la Tierra.

Vean cómo los ángeles cantan y los coros Me alaban, así como fue en Mi Asunción a los Cielos como la Patrona de las almas, la Señora de los Ángeles y de los Arcángeles.

Hoy, quédense con este símbolo: la Señora de los Ángeles y de los Arcángeles, para que comprendan la Voluntad de Dios y para que sus almas reconozcan Mi Paz, que fluye con Amor.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, desde Su Pecho emergió una flor de tres pétalos, incolora y brillante, como de energía plata transparente.


Esta es la Flor de la Concepción.


Después de que la Madre Divina comunicó algunas Palabras al hermano que había llamado, pidió que todos oráramos la oración “Bendita, Tú eres”.

Finalmente, la Madre Celestial nos pidió que cantáramos el Ave María.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre se está elevando, pero todavía está presente. Con delicadeza vamos a colocarnos de pie, para despedirla.


Yo los amo.

Gracias por responder a Mi llamado.

Hoy, a la noche, les hablaré a todos.

Hoy, he venido para que oren Conmigo como lo han hecho ayer. Que a cada hora un grupo se reúna a orar en este lugar y se anuncie con 33 campanadas, para que las esencias puedan brillar, aquellas que deberán ser rescatadas.

Hoy, en especial, las oraciones serán dedicadas a África y a Medio Oriente, lugares en los que necesitaré misioneros que puedan llevar Mi Paz a través de la oración y de compartir las tareas de Cristo con otros hermanos que también se unen a Mi Espíritu.

Hoy, mediten en la Presencia de la Reina de la Paz y comprenderán Mi Presencia en Medjugorje. Nada está separado, todo es un hilo de Luz que lleva a Dios para que ustedes se reencuentren Conmigo una vez más.

Hoy, busquen la fe dentro de sus corazones para que Yo pueda obrar como la Madre de la Paz en todos Mis hijos, hijos que necesito llevar a Mi Reino, hijos que ustedes no conocen pero que están distantes de la Luz, sobre todo aquellos que se distancian de Mí por no creer en una Madre Maternal y que se alejan del camino cuando no están rodeados por Mi Luz. A ellos, Yo vengo a buscar en esta parte del mundo, en América, en Uruguay.

Lleven Mi Mensaje de Paz más allá de los fenómenos que serán relatados, los que ustedes aún no ven, pero que Yo escribo con Mis Manos sobre el éter de Aurora.

Que sus vidas sean una eterna comunión Conmigo y que retornen al Padre a través de Mí. Están a tiempo, no se dejen vencer. Antes de que el puente se quiebre, crúcenlo hacia Mí.

Yo Soy para ustedes, en este lugar, la Divina Concepción de la Trinidad, el Espíritu de la Paz, la Llama Trina del Espíritu, la Emanación Original de la Fuente, el Ave Misericordiosa que llega a ustedes para darles Amor y para curar el espíritu doliente.

Paz, Paz, Paz para la Tierra, que está dormida.

Apariciones extraordinarias
DECIMOCTAVA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7.30 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Al igual que en los últimos días, un importante grupo de personas se reunió a orar y a cantar para esperar el Mensaje de la Madre Divina.

Poco antes de la hora marcada por Ella, la naturaleza comenzó a manifestar un movimiento diferente, y cuando los primeros rayos del sol tocaron la copa del Árbol, Fray Elías se puso de pie y se aproximó a donde Nuestra Madre había aparecido.

Después de unos minutos, se pidió silencio y todos escucharon con atención el relato de lo que había sucedido.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Cuando comenzamos a orar, apareció un manto de Luz rodeando al Árbol, desde abajo hacia arriba, que se encendió con mucha intensidad.

La Madre Divina apareció con una Túnica blanca y un Manto celeste, y tenía una rosa dorada entre Sus Manos. Oraba y oraba, sonreía y oraba. Detrás de Ella, desde los Cielos, descendió una cruz egipcia.

Pidió que nos acercáramos y, cuando lo hicimos, comenzó a irradiar desde el centro de Su Corazón dos rayos de Luz.

Hoy, nos invitó a orar más por las almas y por la tarea que Ella está realizando en varias partes del mundo.

Hoy, pidió especialmente, que fuera un día totalmente dedicado a la oración; que se formarán grupos que orarán de hora en hora, comenzando en el momento que terminemos este encuentro con Ella y hasta las 17:00 h. Dijo que quería que los colaboradores de Casa Redención oraran en grupo, en los diferentes horarios, la oración de la Madre Universal.

También, quiere que hoy se planten rosales en Su jardín, dijo que lo está esperando. Dijo que, de hora en hora, mientras una parte de los grupos reza, otra parte se dedica a la construcción del jardín; pues antes del anochecer, Ella lo quiere ver terminado.

Pidió que hoy colocáramos en la oración, la intención de orar por las almas que están en el caos y que están envueltas por la energía material, la energía del materialismo; almas que, por esa energía, están muy perdidas.

Después, la Madre se desplazó desde la copa del Árbol y se acercó al grupo.  Entonces, pude verla de espaldas y vi que tenía una estrella dorada de seis puntas, toda rellena. La estrella abarcaba todo el Manto, que era muy bonito y la cubría de la cabeza a los pies.

Cuando ya estaba junto a ustedes, comenzó a bendecirlos. Se aproximó a cada uno de ustedes y les tocó la cabeza. De Sus Manos salía mucha Luz, y esa Luz renovaba sus seres.

Después de la bendición, se elevó y volvió a la copa del Árbol. Mientras estaba suspendida en el aire, nos invitó a leer el Capítulo 5 del Apocalipsis de San Juan, y nos dijo que teníamos que estudiarlo.

En ese momento, mostró algo que comprendí como una profecía sobre el final de los tiempos, referido a lo que trata el Capítulo 5 del Apocalipsis de San Juan.

En la visión, los ángeles batallaban contra el mal. El planeta aparecía en total oscuridad, una oscuridad generada por un eclipse. Cuando el planeta estaba pasando por ese eclipse, no logré identificar en qué hemisferio se producía, había fuerzas involutivas que sofocaban a las almas. Entonces, con el sonido de algunas trompetas, descendían desde el universo muchos ejércitos angélicos que eran guiados por muchos arcángeles.

En lo que sería el centro del planeta, el meridiano de Greenwich que lo divide en sentido vertical, se enfrentaba el mal con la Luz, y comenzaba una batalla. En ese momento, la Madre Divina apareció en otro lado del planeta, intentando resolver y ayudar en esa situación. Observaba desde afuera, no participaba. En ese momento, terminó la visión.

Cuando Ella apareció, dijo que se nombraba como el “Ave de la Paz” y escribió en el cielo un Mensaje. Yo le pregunté cuál era el significado porque no lo comprendí muy bien. El Mensaje era:
“Si vienen a Mí y si oran por la paz, alcanzarán la vida eterna”.

En esa frase, nos quiso decir que si oramos por la paz vamos a alcanzar la vida eterna, promesa que nos hizo el Maestro y que hoy Ella nos está haciendo nuevamente a todos nosotros.

Al final, cuando se elevó, permaneció muy resplandeciente, y detrás de Ella apareció Cristo, en Su Faz de Cristo Misericordioso, y Santa Faustina a Su lado. Nos saludaron y después los Tres desaparecieron.

Apariciones extraordinarias
DECIMONOVENA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 17:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Mientras un grupo construía el jardín de rosas pedido por la Madre Divina en Su Aparición matinal, otro grupo oraba debajo de un naranjo cercano, a algunos metros del Naranjo de las Apariciones. Durante la oración, la Madre Divina apareció. Fray Elías se puso de pie y le transmitió algunas palabras al grupo reunido.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina apareció con Su Faz de Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Tenía una estola con una cruz de brazos iguales en cada extremo.

Nos dijo que hoy nos entregaba una parte de Su Manso Corazón para que lo sembremos en nuestros corazones.

Nos dijo también que el mal genera confusión en los corazones, pero que cuando Ella llega, todo eso se disipa en Sus hijos. Esa es una lucha constante que se vive entre dos reinos.

Pidió que esta oración, el Ave Luminosa, se cante durante el Encuentro General en la Comunidad-Luz Figueira. Que lo único que se va a extraer de esa oración es la palabra “amén”, que no se cantará.

Nos dijo que ha abierto Su Reino aquí, para que lleguen todos los corazones, para que lleguen todos Sus hijos, y que cada uno sabrá qué parte deberá llevar de Su Mensaje.
 


Les estoy abriendo las puertas de los Cielos a los corazones dormidos y a los que no confían en Mi Voz. A través de Mis Palabras, emito Mi Voz a todos.

Gracias por responder a Mi Llamado y por concretar estas Obras de Dios. Gracias por transmitir Mis predilectos Mensajes, inclusive a aquellos que no los comprenden y que no sienten lo que aquí está sucediendo.

Lo importante para todos ustedes será mantenerse siempre unidos en la Paz, en la Comunión de Cristo, en la Luz de Mi Corazón, para fortalecerse ante los enfrentamientos del mal. Sepan que, si están unidos a Mi oración, Mi espada de Luz, Mi espada de Paz y la espada de plata del Arcángel Gabriel estarán frente a ustedes para resguardarlos.

Que ninguna nube interior los rodee, la llamada tiniebla que es el caos que sofoca al mundo. Oren Conmigo, dejen todo lo que están haciendo, para que sus corazones se iluminen y así se detenga el mal, porque donde Yo reino, prevalece la Luz del Padre.

Acepten Mi Amor, por más que no lo hayan sentido, y si aún no Me han visto, aquí Me tienen.

Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad, que les trae la Paz de los Cielos y el Amor incondicional de los ángeles, querubines y serafines, los que Me recibieron en la Asunción de Mi Cuerpo y de Mi Alma, cuando llegué al centro de esta Galaxia, para aprender a vivir el Amor Universal.

Como Mi Esencia es parte de una Fuente de donde brota el manantial de vida para las almas que están en este y en otros mundos, hoy les doy Mi Paz y Mi Amor para que nutran sus corazones y para que sepan que cuando están Conmigo, están con Dios, están en contacto con Mi Fuente, Mi Fuente de Luz, Mi Fuente de Redención.

Yo Soy la Señora que trae a esta Tierra y a este pueblo de Uruguay, así como a todas las naciones hermanas, el lema de la redención a través de la Trinidad y de la Luz del Padre en este tiempo.

El Arcángel Gabriel Me acompaña en esta tarea y enciende los núcleos de los corazones, para que reverberen en el Amor que les estoy irradiando desde hace siglos. Me han conocido como María, la Madre del Mesías; hoy Me conocen como la Reina de la Paz, la Divina Concepción de la Trinidad, la Madre Universal de las criaturas, el Manto de la Paz, y también como la Llama del Amor Inmaculado.

Hoy, les dije que estudien el capítulo 5 del Apocalipsis de Juan. Ese mensaje es simbólico para sus mentes. No desistan, necesito que abran sus sentidos, los sentidos internos, que se unan a Mi Amor y a Mi Luz, para que comprendan lo que todo eso quiere decir. Esa parte de la historia está llegando de una forma que los corazones no perciben, pero sí lo sienten cuando oran Conmigo.

Vayan en paz y reúnan a los corazones para que escuchen Mi Mensaje. Reúnan a los corazones que residen en este lugar y a los que el Cielo les está confiando una promesa que no es de la Tierra, que es una promesa divina que hace fluir Luz a los corazones para que estos reconozcan la Voluntad Mayor.

Quiero pedirles a todos que hoy escuchen Mis Palabras, para que comprendan lo que estoy haciendo aquí como Madre y Señora de la Divina Concepción de la Trinidad.

Ha llegado la hora de que Mi Corazón triunfe en este lugar por segunda vez, y que el Propósito, que no es Mío, sino que viene desde lo más Alto, pueda descender a sus consciencias, a sus comprensiones, por intermedio de Mi Consciencia Universal.

Aurora en estos días se ha vuelto refugio de Mi Corazón, y todos aquellos que acompañan esta Obra, que es Celestial y Divina, que están aquí desde hace tiempo, cumplen este Propósito y responden a Mi Voz como Madre de todos.

Que los santos y ángeles, consciencias resplandecientes, seres que han aprendido en el amor y en la humildad, lleguen a sus corazones, para que en ellos reconozcan el camino que es único y que los lleva a Mí, que los lleva a Cristo, que los lleva al Omnipresente Señor que está en los Cielos.

Muchos vendrán aquí en busca de milagros y curas, pero Mi tarea aquí es la redención, la apertura del corazón, rasgar los velos que están ocultos, abrirlos a la Luz y colocar Luz en donde todo está oscuro.

Esta es Mi tarea sobre esta Nueva Aurora; que es, en este lugar, el amanecer a través de Mí.

Gracias por responder a Mi llamado.

Apariciones extraordinarias
DECIMOSEXTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 13:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, un grupo pequeño se reunió al mediodía, en el Árbol de las Apariciones para orar 150 cuentas del Ave María. Pasadas algunas decenas, la Madre Divina apareció y pidió que todos se pusieran de pie. Enseguida, Fray Elías comenzó a transmitir Sus Palabras.


Mi Corazón está creciendo dentro de sus corazones. ¿Se animan a acogerlo?

Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad, la Reina de la Paz y la Señora del Rosario. ¿Acaso Me han comprendido?

Vengo aquí para pedirles que coloquen, en el lugar donde ustedes se encuentran, Mi Inmaculada Faz y una placa donde se lea: “Yo Soy la Señora y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, nacida por el Espíritu Santo Sagrado”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando Nuestra Señora apareció, mostró un símbolo: una cruz cristiana de plata que en la parte superior tenía una pequeña figura del Cristo Redentor, también de plata.

Después, en otra visión, apareció el Cristo Misericordioso, colocando Su Mano izquierda en el Corazón y Su Mano derecha en alto; luego de unos instantes desapareció.

En otro momento, Ella bajó Su velo y mostró Su cabello, que era de color marrón claro, brillante; se sacó la Corona de Estrellas y la colocó sobre nosotros.

Después, mostró una medalla que tenía la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Desde que apareció, estuvo rodeada de muchos ángeles pequeños.

La Madre Divina nos dijo: “Llamad a los otros, que también están dentro de Mi Corazón”.

 

En ese momento, un hermano se retiró a buscar a todos los presentes en el campo y, mientras todos llegaban, el grupo que permaneció entonó el cántico Ave María, en forma de alabanza.

Cuando todos llegaron al Árbol, se comenzó a orar la oración de la Madre Universal. Después de un tiempo, Fray Elías pidió silencio y nos dijo que repitiéramos, frase por frase, una oración que la Madre Divina nos pasó ayer, pidiéndonos que la hagamos todos juntos.


Porque Tú eres el Corazón Sagrado para nuestras vidas.

Porque Tú eres la Trinidad para nuestras almas.


Todos repitieron. Todos oraron algunas veces frase por frase y luego todos juntos.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Estamos orando junto con Ella.


Se sigue orando.

En determinado momento el grupo comenzó a orar cada vez más rápido, hasta que Fray Elías interrumpió y nos transmitió lo siguiente.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina dice que tenemos que orar más despacio, entre oración y oración tenemos que hacer un pequeño silencio para contemplar lo que acabamos de decir. Dice que está intentando enseñarnos un ejercicio de oración y nos dijo que comenzáramos de nuevo.


Todos comenzaron a orar nuevamente la oración, marcando una pausa entre cada frase.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Al final vamos a agregar:

Tú nos das Tu Inmaculada Paz, Señor.


Todos continuaron orando, marcando la pausa después de cada una de las tres frases.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, diremos la siguiente oración:

En reverencia a Ti, Señor.
Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Todos repetiremos varias veces, junto con Ella. Esta parece ser una oración de cierre.
Luego, la Madre Divina continuó transmitiendo Sus Palabras.


Por el Poder del Espíritu Santo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vengo a pedirles que escriban esta oración sobre una plaqueta, para que todos la lean y que esté debajo de este Árbol.

Esta forma de orar, la aprendí con el Maestro, cuando era Jesús, cuando solo tenía siete años.

Esta es una oración para llamar a la Trinidad. Esta oración representa a la Divina Concepción de la Trinidad, la oración a Mi Presencia aquí. Es una oración que rescata los núcleos profundos de las almas, el espíritu en cada ser, mediante el contacto con la energía de la Trinidad.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Por eso, nos dice que ha aparecido aquí, para enseñarnos a orar de una forma pausada y amorosa, como Ella aprendió cuando estuvo en Nazaret viviendo una parte del tiempo con Jesús y preparando el camino del Cáliz.

 

Se hizo un pequeño silencio, luego Fray Elías prosiguió.
 

Está diciendo otra oración que nos quiere enseñar ahora. Dice así:

Ave Luminosa,
nuestras vidas resplandecen
 bajo Tu Presencia Universal.


Todos repitieron varias veces.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Agregó otra parte a esta oración, que dice así:

Que el Corazón de Tu Divina Misericordia,
 nos alivie de todo dolor.


Todos repitieron varias veces.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, agregó otra parte que falta:

Que el corazón de Tu Divina Misericordia,
 nos alivie de todo dolor
 y nos resguarde de todo mal.

Madre Divina,
siempre Tu Luz reinará.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Dice que tenemos que ir un poco más despacio, ir al ritmo de Ella. Entre cada frase un silencio, para meditar lo que estamos diciendo y después continuar.

Vamos a seguir con la oración “Ave Luminosa”.


Todos continuaron orando.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Dice “amén” tres veces al final:

Amén. Amén. Amén.

 La Madre Divina se despidió diciéndonos:

“Gracias por responder a Mi llamado”.

Apariciones extraordinarias
DECIMOSÉPTIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 20:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como fue pedido, el grupo realizó una procesión de velas desde el auditorio de Casa Redención hasta el Árbol de las Apariciones.

Al llegar al lugar, todos se sentaron y comenzaron el trabajo de oración.

Mientras todos oraban, Fray Elías y otro hermano se aproximaron al Árbol, poco después lo hicieron las hermanas de la Red Fraternidad de Oración y más tarde también se aproximaron otros dos hermanos orantes muy fieles a la Obra de la Madre Divina, quienes, junto al grupo que ya estaba, permanecieron un tiempo bajo el Árbol.

Finalmente, se pidió silencio.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina dice que ahora nos va a bendecir, que nos va a irradiar Su Corazón de Paz.
Nos pide que todos los que puedan se pongan de rodillas para recibir Su bendición.

 

Por el resplandor de Mi Amor Maternal, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Mientras la Madre Divina nos bendice, vamos a repetir una oración que le enseñó al comienzo de la Aparición a este grupo que está cerca del Árbol. Nos pidió que todos la oremos, que es el verdadero Mensaje que le dio el Arcángel Gabriel cuando le anunció el Nacimiento del Mesías.

Vamos comenzar orando los hermanos que estamos aquí y cada uno irá uniéndose a medida que se sienta seguro. Mientras oramos, vamos a dejar que la energía de la Madre llegue a nosotros. Ella va a emanar esa energía desde Su Centro Cardíaco, desde Su Corazón de Paz, hacia todos. Aceptemos esta oferta.


Todos los presentes comenzaron a orar la siguiente oración:

Bendita Tú eres entre todas las criaturas,
porque fuiste concebida por una Gracia Mayor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina dijo que pronto volverá por más tiempo. Ahora, se está elevando, pero Su Corazón de Paz continúa irradiando. Está muy alegre por la respuesta que le hemos dado.

En lo alto del cielo, Ella nos dice:
 

¡Paz y resucitarán!

¡Confíen en Mi Paz y resucitarán!


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella se proyectó hacia el infinito como una esfera de Luz. Vamos a apagar las velas y a cantarle la canción “La Patrona”, para despedirla.


Se canta la canción pedida.


Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a hacer un pequeño relato de la Aparición para que todos puedan comprender lo que sucedió.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando llegamos aquí, ya existían condiciones creadas para la Aparición, y Ella dijo, internamente, que estaba abriendo los Cielos para aparecer.

Hoy, vino con un Manto verde y coronada de estrellas, y nos explicó: “El Manto celeste es para establecer la paz y el Manto verde es para curar el corazón”.

La Madre Divina vino desde la luna. Cuando se aproximó, una esfera de Luz dibujó en el cielo un gran símbolo del infinito a mucha velocidad. El infinito se dibujó en sentido horizontal, pero luego, esa misma esfera comenzó a realizar otro infinito en sentido vertical.

Mientras esto sucedía, los cielos comenzaron a abrirse y una energía celeste bañó todo el espacio sobre nosotros. Aparecieron varios coros de ángeles y dos esferas más que comenzaron a hacer el mismo diseño que realizó la primera. Esas tres esferas estaban cerca, una de las otras, se movían juntas en la misma dirección, al mismo tiempo cada una dibujaba, en un punto del espacio, una flor.

Luego, la Madre apareció traspasando las tres flores dibujadas en el cielo, trayendo en Sus Manos el símbolo de la Flor de Lys y nos dijo: “Yo Soy la Señora de Lys, Soy la Flor de Lys”.

Ella descendió hasta la copa del Árbol e hizo desaparecer el símbolo de la Flor de Lys. Con las Manos abiertas, nos bañó con Su Luz. Ella nos sonreía en silencio y Su Rostro se iluminaba cada vez más, hasta quedar totalmente resplandeciente. Su silueta y Su imagen eran muy reales y estaban en constante movimiento.

En otro momento, me indicó que mirara hacia un lugar, al lado del Árbol, donde aparecieron los apóstoles. Nos saludaron, hicieron una reverencia como hacen los orientales y desaparecieron.

Cuando nos llamó (a Fray Elías y al otro hermano del monasterio), no entendimos muy bien el porqué de Su sonrisa. Ella nos explicó que era para que aceptáramos Su Amor en silencio.

Entonces, Ella comenzó a hablar y transmitió la oración que ustedes acaban de conocer.

Más tarde, llamó a las hermanas de la Red de Oración, a las que también les transmitió algunas Palabras.

Luego, llamó a otros dos hermanos orantes, los bendijo y les transmitió algunas Palabras de instrucción para su trabajo.
Todos los que han pasado al frente lo han hecho por indicación de Ella. Los llama por el nombre y por la consciencia; no solo llama a nuestro ser planetario, a nuestra personalidad, sino que también llama a nuestro ser interno, a nuestra alma. Cuando la llama, lo hace por el nombre de esa alma.

Hoy, la Madre Divina llamó a algunas personas que necesitan asumir ciertos compromisos que tienen con Ella. Cuando se acercaron al Árbol y estuvieron delante de la Madre Divina, Ella descendió un poco más para que algunos tocaran Sus Pies.
A algunos les entregó una corona de rosas, a otros les entregó una rosa dorada que Ella, inclinándose, retiraba de Su Manto.

Cuando hizo esto, dijo: “Esta es la Flor de la Inmaculada Concepción”.

Mientras hablaba, decía que estaba alegre por nuestra respuesta, porque nosotros creíamos en lo que Ella nos decía.

En un determinado momento, Ella elevó Sus Brazos, colocó las palmas de las Manos hacia arriba, Su mirada se fijó en los Cielos, en el profundo universo, y realizó una poderosa oración.

En ese momento, comenzaron a abrirse los Cielos de una forma grandiosa.

Transcribimos la oración realizada por la Madre Divina:


¡Oh, Señor de todos los universos!,
 que brotaste de la pureza de la existencia,
que parta de Ti la llama
hacia todas estas criaturas
 que consagran sus seres a Mi Inmaculado Corazón.

Que la Divina Trinidad,
 que surge de la sublime esperanza en todas las almas,
 encienda las esencias
 para que se cumpla el Plan de Amor y de Luz
  que Tú Me has confiado, Bendito Señor.

Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad,
 la Guardiana del Amor,
 la Protectora y Madre de la Paz.

Te suplico, con Mi pura esperanza,
 que des Luz a todos los corazones que están caídos
 y que reconcilies a todos Tus Hijos
 a través de la llama de Mi Amor.

Tú Me has concebido como Señora de los Cielos,
 como el amanecer en la vida de las almas,
 como el fruto de Tu Corazón.

Ahora, Te llamo, Señor,
  junto con Mis hijos,
  para que escuches Mi súplica,
 que Te ruega desde lo profundo de Mi Consciencia.

Soy Tuya,
 y elevada Soy por Tu Gracia y por Tu Amor.

Ángeles y Arcángeles entonan los coros del Amor
 para que Tu Voluntad se cumpla, Señor,
 y el Propósito se siembre en los corazones.

Aguardo, Señor, con sublime esperanza,
 como la Madre María, Reina de la Paz,
 para que Tu Luz descienda
 y el mal se extirpe de todas las consciencias;
 porque la espada que Tú Me has concedido,
 Sagrado Arcángel Gabriel,
 corta las asechanzas y las amarras
 que sofocan a los corazones.

Enciendo Mi Luz ahora y siempre,
por toda la eternidad, por los siglos de los siglos,
 como Tu Guardiana del Amor,
 Tu Mensajera de la Paz,
 la Sierva infinita de la Misericordia.

Yo Soy, Yo Soy, Yo Soy
 la Madre de la Paz.

 Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Comprendimos que esta oración surgía espontáneamente de Ella, llena de amor y de vida. Es una plegaria que hizo por la humanidad, en la que une Sus Apariciones, desde Fátima hasta Medjugorje, como la Reina de la Paz, y también como la Divina Concepción de la Trinidad.

Esa oración relaciona Sus Apariciones con María, la Madre de Nazaret. Mientras hacía esta oración, la Madre proyectó algunas imágenes muy expresivas e instructivas, donde mostraba cómo Ella se conectaba con el Padre cuando oraba y cómo el Padre respondía a Sus oraciones.

En esta oración, oraba no solo por los corazones que están caídos, sino también por aquellos que no creen en lo que está pasando y por aquellos que no escuchan Su Mensaje en este tiempo.

La Madre Divina oró en voz alta, de forma contundente y poderosa. Y se percibió que el Padre le contestó desde el Universo Espiritual, pues comenzó a descender una Luz que parecía abstracta, era una energía muy sutil y superior que venía desde lo Alto y que descendió sobre Ella, impregnándola, colmándola, una Luz que se expandió hacia el mundo entero.

Después de esa oración, Ella transmitió algunas Palabras.


Por la Gracia y la Paz que emanan de Mi Corazón, Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les pido que sean mansos y esperen a las multitudes.

Yo Soy María, la de Nazaret, la Madre Universal, que fue concebida como la Inmaculada Concepción y que fue concebida por la Divina Trinidad.

Digan a todos sus hermanos que de Mi Corazón brota alegría porque confiaron en Mi llamado.

Acojan a todos los que llegarán, comprendiendo o no comprendiendo.

Les traigo Mi Paz desde el centro de Medjugorje. Allí, Mi Llama Trina desciende como aquí. Pero aquí y ahora, es a través de la Luz de la oración y de Mi Aparición constante.

Quiero que se cumpla un único propósito que es rescatar a las almas, a través de la colaboración de todos ustedes.

Quien ve sin ver, quien siente sin saber, y quien hace sin comprender ganará el Reino de los Cielos. Yo le abriré la puerta.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, también nos preguntó que quién se animaría a aceptar Su Amor, que quién se animaría a arriesgarse por Ella.

Los hermanos, que fueron llamados por Ella, recibieron un pedido. Ella les dijo algunas cosas no solo a sus consciencias, sino también a sus seres internos, y les encomendó tareas.

Parte de este movimiento es para comprender que debemos estar preparados para ser llamados en cualquier momento, a estar atentos para escuchar Sus Palabras, que son Palabras de Amor y Palabras de Paz.

Como todos saben, al final de la Aparición, dijo que nos bendeciría. Después de la bendición, comenzó a elevarse y a desmaterializarse. Paulatinamente fue convirtiéndose en una esfera de Luz y se fueron plasmando los portales del Cielo, que Ella llama “Puertas de los Cielos”.

Mientras aparecían esas puertas, la esfera de Luz comenzó a desaparecer con mucha lentitud. Mientras desaparecía, se sentía que Ella proyectaba hacia nosotros Su Corazón de Paz. Ese Corazón, en otros planos, se ve como un corazón humano que late, que está vivo, que emana Luz; y, en ese momento, lo proyectó por medio de dos rayos de Luz blanca.

Esta noche, nos invitó a que cada uno lleve Su Corazón consigo cuando fuera a dormir y que busque sentirla.

Gracias a todos.

Apariciones extraordinarias
DECIMOQUINTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:00h, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÙS

Hoy, en el undécimo día de apariciones, como en los días anteriores un numeroso grupo se reunió a orar y escuchar el mensaje de hoy de la Madre Divina.

Mientras el grupo oraba, Fray Elías y Madre Shimani se aproximaron al árbol y estuvieron un largo tiempo conversando con la Madre Divina.

Luego, pidieron para que se aproximara una monja del Monasterio de la Eterna Fe y también estuvo un largo tiempo cerca del árbol. Fray Elías le transmitía a la hermana lo que la Madre Divina decía. En ese momento la Madre Celestial consagraba a esta hermana como una nueva Madre(1) dentro de la congregación.

En cierto momento, Fray Elías se dirige al público para transmitir lo que la Madre Divina había dicho.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

La Señora dijo: "Yo Soy la Señora y la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad".

Ella nos dijo que está muy contenta con estas oraciones y nos pidió que sigamos orando, porque está salvando muchas almas, por más que no lo veamos ni lo sintamos.

Cuando apareció, lo hizo como la Reina de la Paz, muy resplandeciente, con una gran corona de estrellas con forma de arcada que abarcaba de un lado al otro del árbol. En Su cintura tenía una faja grande y bien firme, y nos miraba con mucha bondad, con mucha compasión.

Nos hizo recordar el pasaje de Su encuentro con Isabel, Su prima, y también Su encuentro con algunas de Sus hijas espirituales, que en estos tiempos están presentes aquí para cumplir con una parte de Su llamado.

Nos pidió que sigamos orando, que sigamos ayudándola con la oración, que en algún otro momento del día nos llamará, pero no sabemos cuándo.

También dijo que hoy tenemos que trabajar con la pauta de las 150 Ave Marías en los tres horarios, y dijo que al mediodía va a retornar, que después nos dirá si será para todos.

Gracias a todos.

 

 


(1) En la Orden Gracia Misericordia, por pedido de la Madre Divina, a las consagradas femeninas se las llama de “Hermanas”, a los consagrados masculinos de “Frays”, que viene de la palabra fratello, y quiere decir fraterno, por lo tanto son aquellos que buscan vivir en fraternidad, y algunas hermanas que han dado algunos pasos, mostrando una gran entrega y dedicación a los demás, así como una gran capacidad para amar y orientar espiritualmente a sus hermanas y hermanos, se las denomina de “Madres”.

Apariciones extraordinarias
DÉCIMA TERCERA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como en los días anteriores, un grupo numeroso se congregó próximo al árbol de las apariciones para, en oración, recibir a la Madre Celestial.

En determinado momento, mientras todos cantan, la Madre Divina apareció y Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie.

Pasados algunos minutos se pide silencio y Fray Elías relata lo sucedido.

 

Fray Elías: La aparición de la Madre fue muy corta.

Cuando la Madre Divina apareció, estaba desatando una cuerda que tenía tres nudos. Padre Pío estaba cerca de Ella ayudándola.

Vino como Nuestra Señora desatora de nudos.

Ella dijo que si los corazones y las almas no se transforman por la oración, van a padecer dolor.

Eso fue todo lo que dijo y nos pidió que continuáramos orando.

Apariciones extraordinarias
DÉCIMA CUARTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 12:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como en los días anteriores, un grupo pequeño se reunión en el árbol de las apariciones para orar 150 cuentas del “Ave María”.

Pasadas algunas decenas la Madre Divina apareció y llamó a los presentes en el campo pues daría un mensaje a todos.

Mientras uno de los presentes se retiró a buscar al resto del grupo, el resto continuó orando hasta que todos llegaron y la Madre Divina comenzó a dirigir Sus palabras.


Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Vengan a Mí, Yo los protejo y los amparo. Yo soy el Inmaculado Corazón de Dios, la Guardiana de las almas.

 

Fray Elías: Cuando Ella apareció, tenía en cada mano un escudo dorado rodeado de estrellas. Cada escudo tenía gravado una letra: el de Su mano derecha, la letra M y el de Su mano izquierda, la letra S. Estas letras significaban “Madre Sagrada”.

Luego cambió la imagen y Ella apareció con un solo escudo en Su mano derecha, el que tenía las letras M y S fundidas una sobre la otra.

En otro momento apareció con una llave dorada, Ella decía que era la “Señora de las Llaves”, la que abre la puerta del corazón y dijo:

 

Todo pasará, todo pasará.

 

Luego la llave desapareció y junto al movimiento del viento, la Madre abrió Sus brazos y colocó las palmas de Sus manos hacia arriba. Detrás de Ella había más de siete coros de ángeles en diferentes niveles y planos. En un momento, con una ráfaga de viento, Ella envió a un grupo de ángeles pasar sobre nuestros cuerpos, y ellos acariciaron nuestra alma, limpiaron y purificaron nuestros seres. María nos dijo que esto era como una caricia que Ella nos daba como Madre a cada uno de nosotros.

Dijo que nos anunciaba, a todos los presentes, que nos llevará a Su Reino, a algunos antes y a otros más tarde; porque algunos deberán quedarse para colaborar al fin de estos tiempos. Nos hizo recordar a Lucía, a Francisco y a Jacinta, que Ella les anunció esto y que ahora nos lo viene a decir a nosotros.

La Madre Divina dice:

 

Yo soy la Señora que desata los nudos, como lo he dicho esta mañana.

Vengo a anunciarles que construyan aquí, a algunos metros de este árbol, en el lugar donde ustedes se sientan a recibirme, una fuente. Una fuente que representará la presencia de Mi renovación como Madre Inmaculada para todos los que lleguen aquí. Una fuente que dará agua para beber desde la profundidad de este suelo, el cual deberán cavar para que vierta. Busquen el punto cierto, no se confundan. Será una fuente de tres platos que no solo refrescará los corazones a través de este elemento, sino que dará vida para las almas a través de Mi presencia en este lugar.

Vengo a pedirles que visiten a Mi hija Esmeralda (Madre Esmeralda), pues Yo la he convocado a los mundos internos. Vayan, para que se reúnan las realidades que están separadas y que pertenecen a Mi misma Ley. Ahora, una tarea en ella está terminando; el momento ha llegado para elevarse, pero la tarea debe continuar. Deben tener en sus corazones a las almas que ella ha atraído a través de Mi Voz y a los anuncios que los Cielos le han brindado. Saben que Mi Uruguay es un país de espíritus santos, de sagrados hijos de Dios, que en la simplicidad lo tienen todo, porque no son conocidos, mas son escuchados y Mi Voz ha repercutido en ellos en los tiempos pasados.

Yo soy la Madre Milagrosa del Amor,  la que vierte la Luz sobre los corazones para que se enciendan.

Vengo a pedirles que lleguen aquí todos Mis hijos, sin distinción: los que creen y los que no creen, creyentes en Dios y ateos, porque este es el punto donde se anuncia Mi Voz.

Vean el Espíritu que está descendiendo...

 

Fray Elías: Ella está señalando aquella ave, aquella que está allá arriba.

 

En este momento un ave sobre vuela al grupo.

 

Fray Elías: La Madre Divina nos dice:

 

Como Jesús fue bautizado por la Fuente, todos se bautizarán a través de esta simple fuente de Paz que intentará abrir los corazones. La humanidad necesita de elementos para poder creer y seguirme.

Yo les estoy dando mucho en estos días, lo digo así para que comprendan y Me sigan. He venido aquí una vez más para irradiar sus corazones, para que encuentren aliento en sus caminos que serán duros pero gloriosos, porque Mi Corazón Inmaculado a todos protegerá para que todos estén amparados bajo Mis rayos y respondan al llamado para este tiempo.

¿Dónde están Mis hijos?

Llámenlos, Yo los acojo, estoy abriendo las puertas de los Cielos.

 

Fray Elías: Ahora está elevando los brazos hacia arriba.


La Gran Consciencia del Padre quiere penetrarlos, para que encuentren descanso y refugio en Su Corazón.

Espero aquí a Mis hijos.

Oren.

Gracias por responder a Mi llamado.

 

Se plasma un profundo silencio en todos los presentes. El viento comienza a intensificarse mientras Fray Elías mantiene su mirada hacia donde está manifestada la Madre Divina. Luego nos dice:

 

Fray Elías: Mientras la Madre se elevaba, en un instante, se abrió un Cielo más profundo, más elevado, en el que apareció el Arcángel Gabriel. Él descendió de forma muy rápida hasta quedar cerca de la Madre Divina, un poco más arriba y a Su derecha. Trajo un cambio en la energía, él hace sentir de forma muy intensa la energía de la redención, energía que irradia a todos los presente y a toda la humanidad.

La Madre Divina nos dice:

 

¡Esta es la hora, esta es la hora, acepten la oferta!

 

Todos oran el Padre Nuestro varias veces.

 

Fray Elías: La Madre Divina nos dice:

 

¡Acepten la oferta, la hora está llegando, la hora final!

¡Arcángel Gabriel que Tu espada y escudo corten el mal en las almas!

¡Que por el rayo todopoderoso que brota desde Mi Corazón las almas sean liberadas del fuego del infierno, que las almas resuciten delante de los ojos de Cristo!

¡Que el poder que viene de Dios a todos colme y los libere de las amarras. Este es el poder de Mi Aurora y así lo conocerán para sus vidas!

Yo soy la Madre Guerrera de la Paz, la guardiana de todos los internos, la llama sublime de la oración. Ahora están frente a Mí, Yo no los dejo, confíen en Mí. Sientan los Cielos abiertos, el poder de los ángeles que cumplen la obediencia que ustedes deben de aprender.

Es la hora de seguir el camino y no dejarse caer.

Mi Sagrado Corazón prevalecerá y todo serán inmaculados junto Conmigo.

 

Fray Elías: El Arcángel Gabriel se está elevando.

 

Yo sé que hay ojos oscuros que no Me ven porque sus vidas pesan más que los designios, pero Yo confío en ustedes. Soy la Reina del Amor, la que vierte este rayo en este momento y sobre  este suelo de Uruguay.

Me verán caminar junto a ustedes si oran Conmigo. No hay tiempo que perder, hay almas que se pierden.

¿Quién llevará Mi Corazón Inmaculado?

Escuchen Mi Voz, Yo los reclamo, Soy la Divina Concepción de la Trinidad y ahora les traigo el Espíritu, siéntanlo....

 

Repentinamente se hace silencio y se percibe un movimiento intenso del viento.

 

Fray Elías: La Madre Divina continúa diciendo:


Gracias por responder a Mi llamado y no desistan cuando Yo aparezca poco. ¿Será que tienen poca fe?

Yo los acojo y los amparo en el Nombre del Señor.

Por el poder del Espíritu de la Trinidad, vallan en Paz y esperen Mi nuevo llamado.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Las hermanas del Monasterio de la Eterna Fe entonan “Ave María” en agradecimiento.

Apariciones extraordinarias
DÉCIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:30 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En ese día de Aparición, los participantes llegaron en peregrinación hasta la Casa de Oración y a continuación, respondiendo al pedido, el grupo comenzó a orar para esperar el encuentro con la Madre Divina.

Después de una hora de oración, se percibió la Presencia de la Madre Divina y las hermanas del Monasterio de la Eterna Fe entonaron el cántico “Madre Celestial”.

A las 7:33 h la Madre apareció y Fray Elías se puso de pie. Después de unos minutos de contemplar hacia la copa del árbol, nos hizo el siguiente relato.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando la Madre Divina apareció en el Cielo, había tres soles dorados y brillantes sobre Ella, formando una perfecta triangulación, un triángulo de lados iguales. En el centro de ese triángulo, se manifestó una cruz dorada unida a una letra M; la cruz estaba por encima de la M. Ese símbolo comenzó a crecer y a expandirse por toda el área.

Después de algunos instantes la Madre Divina descendió hasta la copa del árbol, acompañada por el Arcángel Miguel que emergió del triángulo formado por los soles que se mantenía en el Cielo. Él la tomó de Su Mano izquierda y la escoltó en Su descenso.

Ya sobre el naranjo, soltaron Sus Manos, y apareció en la mano izquierda del Arcángel Miguel un escudo de plata, en el centro del triángulo de soles, que tenía grabado el símbolo de la letra M y la cruz; también tenía muchas estrellas pequeñas en todo el borde del escudo. En la mano derecha, Miguel llevaba una lanza.

Luego, en Presencia de la Madre Celestial y del Arcángel Miguel, aparecieron algunos seres que vivieron la santidad y que dejaron grandes enseñanzas a la humanidad. A la derecha de la Madre Divina se vio, por unos instantes, a San Expedito que nos saludó y luego desapareció. Enseguida aparecieron Santa Clara y San Francisco, quienes también saludaron y luego desaparecieron.

Después, la Madre Divina pidió que mirara hacia arriba y a través de ese símbolo que permanecía en el Cielo, en el medio del triángulo de soles (la letra M con la cruz), se manifestó un aspecto de la Consciencia de Dios. Del símbolo emergió una gran esfera de Luz que se colocó sobre el lugar donde nos encontrábamos. Percibí que provenía de una dimensión muy superior y que había descendido hacia la nuestra para colmarnos.

Esa imagen duró varios minutos y, a continuación, la Madre Divina caminó sobre los tres árboles que están frente a nosotros, que también forman un triángulo y clavó sobre cada uno de ellos una cruz cristiana, y luego clavó una cuarta cruz sobre este suelo. Parecía que, con ese acto, Ella decretaba y proclamaba la presencia de la Luz sobre este lugar.

Después, Ella se elevó, se ubicó en el Cielo sobre los tres naranjos y con Sus Brazos y Manos bien abiertos irradió Su Luz de forma muy intensa.

Momentos más tarde, permaneciendo en el Cielo, Ella nos mostró que estaba escribiendo un libro. Usaba una ramita de palma para escribir y lo hacía en arameo.

Luego cambió la imagen nuevamente, Ella descendió sobre la copa del árbol de las Apariciones y, en ese momento, comenzó a abrir aún más los Cielos hacia Su izquierda, hacia Su derecha y hacia arriba.

Entonces, nos pidió que nos pusiéramos de pie porque haría una irradiación de Luz a cada uno de nosotros y al mundo entero.


Todos, en silencio, se pusieron de pie y con los ojos cerrados se dispusieron a recibir la Luz de la Madre Divina.

Después de unos minutos, Fray Elías continuó relatando lo que percibía.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los Cielos están abiertos y hay mucha energía Celeste. Hay algunos seres angélicos que tocan trompetas y se escucha un sonido como un trueno profundo que resuena en todo el universo.

La Madre está, en este momento, rodeada de muchos ángeles y se ve con claridad Su Corona de Estrellas muy iluminada y brillante; entre las estrellas se lee la palabra MIRNA HE, también resplandeciente.

La Madre Divina aparece con un Manto celeste y lleva el cinturón de tela dorada en Su cintura. Mientras ora, nos mira con mucha compasión y nos dice:


Sientan y escuchen Mi Voz, Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad.


En ese momento, y por pedido de la Madre Divina, las monjas cantaron una vez el “Ave María”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina nos dice:


No teman, Yo Soy la Reina de la Redención que viene a extirpar el mal de los corazones.

El mundo enfrentará una gran enfermedad en el espíritu y en la fe si ustedes no se unen a Mí en oración.

Escuchen Mi Mensaje, los estoy llamando para que se establezca la Paz y el Amor dentro de la oscuridad, para que el mal sea vencido y los corazones se iluminen a través de Mí.

Este es un momento de Paz. Quédense en Paz, pues nada más pasará. Todo pasará por Mí.

Encuentren refugio dentro de Mí, ya se los he dicho una y otra vez. Tengan fe en Mí, sientan el brillo de Mi Corazón, vean la Luz que está descendiendo.

Yo Soy la Reina de la Redención, la Reina de la Divinidad, concebida por el Espíritu Santo, la Madre de los afligidos y de los caídos.

Vengo a anunciarles que, a partir de hoy y durante 33 días, deberán orar Conmigo la oración a la Madre Universal, para que Yo pueda rescatar, a través de esas oraciones, a Mis hijos.

Sientan Mi Paz, Yo Soy la Madre de Nazaret, la Guardiana del silencio orante. 

El mundo enfrentará sufrimientos que lo purificarán, y a ustedes, hijos Míos, les corresponderá ser guardianes de la oración Conmigo; así, Mi espada podrá cortar los lazos con lo que no es de la Luz.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre está pasando una espada en forma horizontal, en todo el espacio, una espada de plata. Oremos.


El grupo oró la oración: “Consagración a la Madre de la Divina Misericordia”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Dijo que hasta ahora hemos orado por el Hijo y por el Espíritu Santo, y que ahora debemos orar por el Padre.


Se cumplió ese pedido orando la misma oración.


El mundo pasará por su perdición, pero Mi Corazón triunfará si oran Conmigo y si Mi Corazón encuentra luces encendidas en sus corazones.

La batalla debe terminar a partir de la llegada del Redentor, el Maestro de los Cielos y de los Tiempos, que se está dejando ver por los que lo escuchan y responden a Su Voz.

Hoy, les entrego el Sagrado Manto que envolvió a Jesús para que se envuelvan con él y se refugien en Su Corazón.

La Misericordia está terminando de fluir y está llegando el momento de que fluya la Justicia Divina.

En ese momento, seré la Madre de todos los que quieran escuchar Mi Voz y Mi llamado.

Sepan que siempre extenderé Mis Brazos hacia ustedes para que encuentren Mi Paz y Mi Corazón, Corazón que está surgiendo una vez más.

Les dejo este Manto para que los proteja y para que se unan al compromiso de Cristo, de ser portavoces de Su Paz y de Su Misericordia provenientes de los Cielos. Son las mismas energías que Me han permeado como Madre de esta Tierra, como Guardiana del Corazón de Jesús, como Discípula de Su Instrucción.

Vean hoy Mis Pies descalzos, que tanto han caminado en busca de las almas para que encuentren resguardo en Mí.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre está mostrando Sus Pies, que son de Luz, y continúa diciéndonos:


Hoy, les reparto Mis rosas para que sientan Mis aromas sublimes.

La rosa es el misterio del nacimiento de Mi Corazón, que fue glorificado después de haber pasado por esta Tierra y de haber aprendido, como ustedes están aprendiendo, sobre el Amor y el Perdón. La rosa es la esencia resplandeciente de Mi Ser, la Concepción que Me ha dado Dios como Madre de las criaturas en pureza y en ascensión.

Hoy, dejo entre ustedes a Mis ángeles, para que oren junto con ellos por el rescate de las almas, las que están dormidas y las que no encuentran la paz desde hace mucho tiempo.

Estoy llegando aquí como la Madre concebida por el Espíritu Santo, la Mensajera de la Paz, la Guardiana de los corazones, el Alma sincera para cada uno de ustedes, que acoge en Sus brazos las miserias y las transforma en Amor, el mismo Amor con el que sostuve en Mis Brazos a Jesús, el Cristo Redentor.

Él Me entregó a ustedes para que estén en Mis Brazos, como también a todos Mis hijos de todas las formas, creencias y pensamientos. Yo Soy el verdadero movimiento de la Luz, Soy la Llama de Dios que viene a encender sus corazones en este tiempo de caos y de perdición.

Lleven en sus manos Mi bandera de la Paz para que Mi Corona de Estrellas resplandezca en sus corazones y sus almas se eleven hacia Mí, para encontrar los nuevos caminos que parecen estar oscuros por tanta distracción.

Profundicen en la oración contemplativa; están a tiempo, no hay más tiempo que perder.

¿Qué están haciendo con sus vidas, queridos Míos?

Aguardo escuchar en Mi Corazón sus llamados para cumplir con las Gracias que vienen desde lo Alto.

Yo Soy la misma Señora que instauró el Rosario y ahora el Sagrado Orandio, el vínculo interno con los grandes patriarcas que oraban de forma continua para profesar la Voz del Señor en los corazones. Ellos, en ese entonces, no conocían Mi existencia ni la existencia de Mi Hijo, el Redentor.

Pero ahora, todos estamos en la misma escuela, aprendiendo a abrir los corazones que están cerrados. Para eso, Yo he venido aquí, a este país, a anunciar Mi llamado de Paz y de Redención.

Convoco a todos a vivir en la reconciliación antes de que la Justicia Divina llegue, y si esta pasara por ustedes, sus corazones estarán abiertos en oración y la Ley será leve en las criaturas.

Yo vengo a anunciarles, a pedido de Nuestro Altísimo Señor, el Dios Omnipotente, la Resplandeciente Mente Única que nos ha creado a Su imagen y semejanza, a imagen de Su Amor y Perdón, que abran ahora sus corazones para que Mi Corazón triunfe y el legado de la Paz, que proviene de Mis ángeles, pueda instaurarse en todas estas naciones que carecen de amor y de redención.

Yo Soy la Mensajera de la Paz, el Corazón Iluminado de Cristo, que viene como Madre y Protectora de las criaturas, para aquellos que no encuentran refugio en este mundo material y que aguardan elevarse y salir de las ilusiones.

Escuchen Mi Voz, Yo los estoy llamando una vez más, como ya lo he hecho en otras partes del mundo. Sientan Mi eco en Medjugorje, en Fátima, en Lourdes, en Guadalupe y en otros lugares en los que no se ha oficializado Mi Mensaje por carecer de comprensiones celestiales que afirman la presencia de Mi Voz en todos los corazones a los que Yo busco.

Los Reinos de la Naturaleza están en Mi Corazón, ellos también son Mis hijos, que aguardan por las oraciones de ustedes en este tiempo de caos.

¿Quién orará por la planta que está muriendo? ¿Quién tendrá compasión por los animales que mueren? ¿Ustedes saben a dónde van sus almas?

Sí, existe un purgatorio de los Reinos de la Naturaleza que aguardan ser rescatados para que Mi Corazón los sublime y los eleve hacia los esenciales Lagos Celestiales, en donde volverán a nacer como luces para aprender y vivir en esta eterna evolución.

Reciban hoy la Luz de Mi Corazón, escuchen y mediten en Mi llamado, oren Conmigo a través de estas Palabras, porque así encontrarán más llaves para que se unan a Mí y crean en lo que les estoy diciendo.

Como ha dicho una vez el Señor: “Cielo y Tierra pasarán, mas Mis Palabras aquí se quedarán”.

Yo Soy el Ave de la Divina y Compasiva Misericordia para los corazones que están derrumbados por las guerras y la desesperación.

¿Acaso han leído Mis profecías de Fátima?

La tercera guerra está queriendo descender, una guerra en el pensamiento y en el conflicto por la propiedad; propiedad que es una ilusión de los corazones que están caídos y que no escuchan a Dios.

Yo vengo aquí, a este lugar, a establecer Mi Redención, Mi Paz en los corazones, el Amor en todas las consciencias que creen en Mí y también en los que no creen en Mí, que pertenecen a otros lugares y movimientos.

Al final, verán pasar Mi Voz y Mi Luz frente a sus corazones y ahí deberán resguardarse en Mi Amor que es Misericordioso y Divino.

Hoy, los aguardo aquí, en las primeras horas de la noche, para que Conmigo enciendan la Luz en los corazones que ustedes no están viendo, y que están en el sufrimiento y en el dolor.

Yo Soy la Reina de la Paz y quiero establecer Mi Paz, en este día, en más grupos de almas que esperan que Yo extienda Mi Corazón y Mis Brazos hacia ellos, almas que tienen la consciencia y la mente en la oscuridad.

Mi llamado es superior, Mi Voz es predilecta porque Mi anuncio viene de Dios, no viene de Mí. Yo solo cumplo con la Voluntad de esparcir el Amor que Dios Me ha entregado como María la Madre de Jesús, y hoy como la Madre Glorificada entre los ángeles y los arcángeles.

Mi Esencia está abierta a ustedes y a todos aquellos que se animen a cruzar hacia el portal de Mi Corazón, que dará la Paz y la Redención en este tiempo a todos los corazones. Aquí los esperaré, en este Centro de Oración, que a través de Mi Voz y de Mi Presencia Inmaculada les abre las puertas a todos.

No teman por lo que vendrá; aguarden en el silencio orante junto a Mí. Mi Rosa de Luz se derramará sobre sus cabezas para que los pétalos cubran sus cuerpos de luz.

A las 19:30 h iniciarán la primera procesión, con las llamas encendidas y los corazones abiertos.

Ustedes realmente no saben lo que significa Mi Presencia aquí y por qué les estoy diciendo estas Palabras que deben nutrir sus corazones para que encuentren refugio y amparo en Mí.

Esta será la primera procesión para encender los corazones de este mundo. La segunda será el día viernes, la que cerrará el encuentro con Mi Luz Maternal hasta los próximos momentos que vendré a darles Mi Paz.

Por el resplandor de Mi Inmaculado Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Vayan en paz y oren.

Apariciones extraordinarias
UNDÉCIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 12 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A las 12 h y a pedido de la Madre Divina, un pequeño grupo se aproximó al árbol de las Apariciones para orar 150 cuentas del Ave María.

En determinado momento de la oración, se sintió fuertemente la energía de la Madre Divina aproximándose. Entonces, Fray Elías se puso de pie y después de un largo tiempo en el que permaneció contemplando hacia la copa del árbol, transmitió lo que la Madre Divina le dijo.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina apareció como la Reina de la Paz. Llevaba un Manto celeste y en Sus Manos un orandio cuya cuenta mayor tenía una imagen del Padre Pío de un lado y una imagen del Cristo Misericordioso del otro.

Estaba en el cielo, a la izquierda del árbol, y detrás de Ella había un gran sol dorado. En el empeine de cada pie llevaba una rosa de color plata y más abajo, en la nube sobre la cual estaba posada, aparecían las siete rosas que mostró en la primera Aparición en agosto de 2007.

Nos dijo que estábamos orando con Ella, que la estábamos acompañando.

Cuando apareció se abrieron tres canales de energía dorada, un poco distantes de esta área, por los cuales pasaban muchas almas que venían de diferentes partes del planeta.

En esta Aparición, Ella nos dio algunas orientaciones para el Centro de Oración.

Nos dijo que teníamos que pensar en el ordenamiento este espacio, por ejemplo, en algunas estructuras para poder encender las velas que serán utilizadas solamente en los días de peregrinación, que son el tercer fin de semana de cada mes y los 12 y 13 de cada mes.

También nos dijo que debe colocarse una reja dorada, circular, con el símbolo de la Cruz de la Nueva Humanidad en los cuatro puntos cardinales, cercando a este árbol, el naranjo de las Apariciones.

Con respecto al ritmo de esta Casa de Oración y del campanario, nos pidió que encargáramos la campana y que Ella espera que esa campana suene, con 33 campanadas, el próximo mes de septiembre de 2011, en estos horarios: a las 6, a las 9, a las 12, a las 15 y a las 18 horas.
 
Nos dijo que esos horarios son los más importantes en cuanto la oración, en ellos se harán oraciones más profundas. En los horarios restantes, de hora en hora, se harán oraciones más cortas, de 10 en 10 cuentas, para poder sustentar el canal.

Nos dijo que algunos de Sus hijos harán vigilia en la Casa de Oración a las 21, a las 24 y a las 3 horas de la madrugada, que también serán oraciones cortas, solamente para sustentar. Y que el comienzo del día será a las 6 h, con las campanadas.

En el mes de septiembre se van a tocar las 33 campanadas, inaugurando el despertar en este lugar, aunque la Casa aún no esté terminada. Después, diariamente, se tocarán 14 campanadas en los horarios ya mencionados. Solo los días 12 y 13, y los terceros fines de semana de cada mes se tocarán las 33 campanadas, el resto de los días serán solo 14.

Dijo que el 33 simboliza las 33 Faces de Cristo, las que manifestará a través de los seres en estos tiempos, y que el número 14 simboliza los 14 pasos diferentes que la Consciencia de la Madre dio hasta Su Asunción a los Cielos.

Dijo que después nos dirá más y que ahora oremos.

Apariciones extraordinarias
DUODÉCIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 20:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El grupo se reunió a la 19.30 para comenzar la procesión. La luz de las velas trajo una belleza particular al ambiente que despertó la devoción y la alegría en todos los presentes. Para muchos era la primera vez que participaban de un evento semejante.

La procesión comenzó en el Auditorio de Casa Redención, a unos seiscientos metros de la Casa de Oración. Todos caminaron en silencio, permitiendo que se plasmara una profunda reverencia en todo momento.

Al llegar frente al árbol de las apariciones, todos tomaron asiento y comenzó el trabajo de oración y cánticos en esperar a la Madre Divina.

Al rededor de las 20.00 la Madre Divina hace sentir su energía. Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie. En determinado momento se pide silencio y se comienza con la transmisión del mensaje de la Madre Celestial.

 

Fray Elías: La Madre divina dice:

 

Por el fuego que brota desde Mi Inmaculado Corazón, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías: La Madre pidió que las hermanas del monasterio, las monjas mantuvieran las velas encendidas y que todos los demás las apaguen.

Ella apareció en el Cielo, abriendo una puerta celeste con forma de infinito. Viene como la Reina de la Paz, con un manto celeste, un cinturón de dos lazos también celeste y está rodeada de estrellas. Entre Sus manos tiene una llama encendida.

En un momento, junto con Ella aparecieron los apóstoles y luego desaparecieron.

La Madre Divina dice:

 

Vengo a anunciarles que, por haber dado respuesta a la Luz de Mi Corazón, estaré también aquí con ustedes el miércoles a la noche, en otra procesión con velas. Varias luces internas se han encendido en este mundo a través de la fe que ustedes tienen en Mí y hacia Mi Corazón.

Yo Soy el lucero que ilumina las almas, Soy la llama que proviene de la Trinidad y que les trae la Paz en los momentos de oscuridad.

He sido sincera con ustedes esta mañana, cuando los invité a que encuentren en Mí el verdadero camino de la paz, el camino de la reconciliación. Muchas almas han sido recogidas desde los lugares oscuros, a través de las oraciones que han ofertado a Mi Inmaculado Corazón. Ahora debemos ofrecer más oraciones y afianzar el Cielo en la Tierra, los ángeles sobre los seres humanos, sobre las almas que necesitan luz y perdón.

Todos están aquí respondiendo a un llamado desconocido, y por eso abro la Luz de Mi Corazón, para encender vuestros corazones e irradiarlos.

Dios Todopoderoso me ha traído hasta aquí para darles una oportunidad más, para abrir sus caminos a través de Mis caminos, que los conducirán hacia los Cielos, al lugar donde deben retornar y permanecer a pesar de todo lo que pase sobre esta Tierra dolorida.

Abro hoy Mis manos a todos ustedes, para que acepten Mi luz, para que encuentren en el antiguo pesebre el refugio de la Madre de la Devoción. Coloquen sus seres dentro de ese pesebre y permanezcan allí; Yo los vigilaré durante la noche.

Cuando se unan a Mí en la oración, encontrarán la luz para el camino a pesar de que esté oscuro y de que sus pies no puedan caminar, pues Yo abriré con Mi antorcha de fuego cada uno de sus caminos, cuando permitan que Yo reine en ustedes y en todos Mis hijos, los que aguardo desde hace tiempo.

Lleven Mi llama en sus seres internos, permitan que el Espíritu Mayor actúe y abra sus corazones para comprender los designios que desconocen; si se unen a Mí, encontrarán comprensiones y sus corazones no se cerrarán porque estará Mi llama profundizando el camino hacia el Amor y la Verdad.

Vengo a anunciarles que las procesiones serán nocturnas; las luces de la velas se encenderán para dar Luz al mundo que cada día está más oscuro por su humanidad. Mi luz desciende aquí para reencontrarlos y abrir sus corazones que en algunos, aún está cerrado.

Como Madre de la Ciencia Celestial aguardaré el momento en que una pequeña puerta en sus seres se abra para que Yo entre junto a Mi Hijo, el Redentor, y ahí reinemos en la Paz y en la verdadera comunión con los Cielos y el infinito.

Recuerden orar Conmigo durante estos días por el rescate de las almas que desconocen; sólo una oración remueve los Cielos y las montañas cambian de lugar para abrir caminos a los que están en redención, para que estos encuentren el aliento de seguir dentro de la Luz, buscando la Paz y el Perdón.

Lleven con ustedes Mi Luz durante esta noche para que alumbre lo que está oscuro; no teman, porque ahí Yo estaré, si dan permiso para que Mi Corazón maternal abra sus corazones. Entonces encontrarán la Paz, que es Mi Paz, la Paz de Cristo, la verdadera Paz de la Misericordia, la Paz de la Luz.

Sus Corazones están siendo colocados en compromisos desconocidos por haber respondido a Mi Voz en este tiempo, como también lo estoy haciendo en muchas almas de Medjugorje. Mis apariciones no están separadas, están unidas en la Omnipresencia de Dios, y Mi Voz puede resonar en varias partes del mundo al mismo tiempo; ustedes desconocen esta realidad, por la vida que han llevado.

Hoy Yo les traigo la Buena Nueva de poder reconciliarse a través de la redención con Nuestro Padre y de encontrar el refugio prometido en Mi Corazón Inmaculado.

¿Saben qué es Mi Corazón Inmaculado? ¿Qué han comprendido de esto? ¿Han sentido Mi llama en sus corazones?

Por eso les he pedido que enciendan estas velas en nombre de sus hermanos que pierden sus Cristos internos por la vida amarga que llevan. Ustedes están siendo bendecidos por la Luz de Mi Corazón, aunque no lo sientan.

Mi Corazón Inmaculado representa el Corazón Glorificado que nació de los Lagos Celestiales cuando fui concebida. Los Padres Arcángeles de la Luz me han cedido esta llave, la de llevar el Amor a este mundo. Una vez, cuando llegué a la Tierra como la Madre del Mesías, y antes de que Él fuera profeta de Dios para poder beber del cáliz, el Arcángel Gabriel -a través de las constantes oraciones- consagró Mi corazón con la Luz de la Divinidad por solo decir a todos Mis hijos, hijos que en estos tiempos recogería desde los infiernos.

El Padre me ha dado el permiso de recoger a estas almas de los infiernos. Esta es tarea de los Cielos, no es tarea de hombres. Deben conocer este Ministerio que es celestial y que a través de Mí está descendiendo a sus corazones, al corazón de todos Mis hijos. Por eso traigo hasta ustedes el Espíritu Santo, el bálsamo de la Trinidad, la Divinidad Única, para que reencuentren en nuestro Padre la Gracia de poder estar en Él continuamente.

Hoy abro Mi corazón a ustedes, para que junto a Mí y aquí, recibamos a los hijos que buscan la Luz, la verdadera Luz que viene de Mí como Madre de todos, como Reina de la Paz.

Gracias por responder a Mi llamado.

Apariciones extraordinarias
OCTAVA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:35 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el octavo día de Apariciones de la Madre Celestial en Aurora, el grupo que estaba presente continuó aumentando.

En silencio, llegaron todos cerca del árbol de las Apariciones para comenzar con la oración. En determinado momento, mientras todos oraban, las hermanas del Monasterio de la Eterna Fe, monasterio femenino, entonaron el cántico “Madre Celestial”.

Fray Elías y Madre Shimani se pusieron de pie, contemplando la copa del naranjo y poco después, Fray Elías, Madre Shimani y otra hermana más se aproximaron al árbol para después regresar junto al grupo.

Luego, Fray Elías relató lo que había percibido.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando las hermanas entonaron el cántico, se abrieron varias puertas celestiales sobre toda el área donde se encontraba el grupo. 

La Madre Divina apareció trayendo en Su Mano derecha una cruz crística dorada. De cada extremo del brazo horizontal (se llama PATIBULUM) colgaba un plato dorado, formando una balanza.

En ese momento se veían en los Cielos muchos coros de ángeles que cantaban y alababan a la Madre Divina.

Entonces, desde los Cielos, Ella hizo una expansión e irradiación de energía sobre todos nosotros. Nuestras almas se elevaron rápidamente hasta donde la Madre Celestial se encontraba y Ella las colocó cerca de Su Corazón. Después las hizo descender de regreso a nuestros seres.

Momentos más tarde, manifestó dos grandes medallas de color plata, una en cada Mano. Cada una de esas medallas tenía la imagen del Cristo Redentor; Él estaba con los Brazos abiertos irradiando mucha Luz. En ese momento, la Madre Divina repitió varias veces:

“Redención, Redención, Redención”.

Después, detrás de Ella se abrió otro Cielo, más profundo, donde había más seres angélicos que estaban muy distantes. En un punto más alto en el Cielo, encima de la Madre Divina, apareció Cristo con Su aspecto de Cristo Redentor y sobre Él, en un punto más elevado aún, se manifestó una paloma blanca, que movía sus alas como si estuviera volando, pero se mantenía siempre en el mismo lugar. Esa imagen emanaba mucha Luz a partir de esas Tres Presencias.

Luego de unos momentos la imagen cambió. Ella descendió hasta el naranjo sobre el que apareció una corona de rosas y otras flores que tenía la forma de una arcada, era muy bella y con muchas flores.

En ese momento, la Madre Divina manifestó frente a Su Pecho una gran rosa roja que sostenía con ambas Manos. Y nos dijo:

Yo Soy la Rosa Mística, vengan a Mí, toquen Mi Manto.

Yo Soy la Rosa Mística, vengan a Mí, toquen Mi Manto.

Luego, la Madre Divina nos pidió, a los tres hermanos que estuvimos presentes en Sus Apariciones durante el año 2007, que nos acercáramos al árbol. Al aproximarnos, Ella descendió un poco más y extendió Su Pie izquierdo, apoyándolo sobre una naranja. Nos pidió que tocáramos Su Pie y que sintiéramos Su energía. Nos transmitió algunas Palabras y al final nos dijo que no tuviéramos miedo, porque Ella nos protegerá.

Después de este relato, Fray Elías nos transmitió que la Madre nos pidió que todos oren la oración a la Madre Universal.

Pasadas algunas cuentas, Fray Elías comenzó la transmisión de las Palabras de la Madre Divina.
 

Hoy, vengo a pedirles que lleven en sus corazones Mi Rosa Mística, una Rosa Espiritual que nació en Nazaret.

Entre la oración y la carpintería de José brotó la devoción cuando aceptamos, como padres e hijos el cáliz; algo que estaba lejos de Nuestra comprensión. Pero la Luz de los ángeles Nos guio en el Propósito del cumplimiento de lo desconocido.

El Arcángel Gabriel se Me presentó treinta y tres veces después de la elevación de Mi Hijo, y allí comenzó Mi tarea como profeta de los nuevos tiempos, como la Madre que debía comenzar a acoger a todos Sus hijos para llevarlos hacia el Padre.

Cuando me elevé, Mi tarea se amplió en todos los niveles y en todos los sentidos, niveles que hoy no comprenderán, pero que son luces divinas que todos pueden acoger dentro de sus corazones.

Hoy, Mi Rosa Mística se manifiesta delante de ustedes para que reciban Mi Paz y Mi Redención.

Yo Soy la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, el Espíritu Superior que está descendiendo a los corazones en este último tiempo.

Lleven con ustedes Mi Mensaje de Paz, para que en sus corazones brote Mi Corazón Inmaculado. Encuentren refugio dentro de Mí, sobre Mis rosas y debajo de Mi Manto, para que puedan caminar lejos de los senderos de las tinieblas que se están asentando primero en las mentes y después en los corazones.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, la Madre Divina, está levantando un cetro, que en la parte superior tiene una cruz dorada.


Esta es la redención para la humanidad, la llegada del Cristo Nuevo, de un Cristo aún más misericordioso de lo que podemos comprender con el intelecto.

Yo estoy aquí desde hace siglos y en varias partes del mundo, custodiando a los corazones hasta la llegada del Maestro. Ustedes ya saben, Él está reapareciendo, primero en la consciencia, después en los corazones, y así Él descenderá a Su antigua Tierra. Él retornará renovado como un Corazón Sublime de Paz y de Amor para las almas.

Pero primero, pasará la Justicia Divina y la profecía inicial que Él ha dado: “La paja se está separando del trigo”, tiene que florecer a través de Mí y luego nacerá el fruto.

No busquen y no esperen encuentros sublimes, sino oraciones más profundas en las que se unan a Mí y a Mi Inmaculado Corazón, el que debe resplandecer sobre sus seres y sobre todos Mis hijos que claman por Mi Voz.

Yo Soy la Reina del Amor, la misma Reina de la Paz, la que les trae el Mensaje victorioso a los que han caído, a todos los que no pueden levantarse y a todos aquellos que deben curar el dolor profundo que solo Yo conozco.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre está elevando Sus manos hacia el Cielo y ha comenzado a descender una luz celeste.


Elevo hoy Mis Manos al Cielo, para que encuentren refugio en cada parte de Mi Ser. Así podré protegerlos como a pequeños niños que deben caminar en este tiempo final.

Guarden Mis Mensajes en sus corazones y prometan orar por Mi Paz, porque así Yo confiaré en cada uno de ustedes y en cada uno de Mis hijos. Enseñen a todos cómo orar de un forma simple y sincera, venciendo los límites de esta realidad y abriendo el corazón para encontrarme.

Yo Soy la Llama Resplandeciente de la Trinidad, el Nuevo Espíritu Santo que desciende, un Espíritu que todos conocerán y que no estará distante de sus realidades.

Una Gracia desciende, aun cuando este mundo se purifica. Todos pasarán por la puerta de la purificación, pero quien se recoja en Mí encontrará la fuerza para seguir adelante unido a Mi Corazón que brillará en su camino, para poder andar sin descanso.

Estos son Mis Mensajes en estos tiempos, en que se unen las realidades superiores, los Cielos con la Tierra, y ahí deberán estar preparados para encontrarme como la Guardiana de la Oración y para que contemplemos juntos los misterios que ocurrieron en Jerusalén.

Estamos reapareciendo no solo en el centro de este mundo, sino en todas las partes de él, para que Mi Mensaje de Paz se difunda hacia más corazones que sufren.

Hoy, están recibiendo una Gracia especial: la Rosa Mística de Mi Corazón, que se debe difundir en la oración.

Si piensan en Mi Rosa, pensarán en Mí y Yo estaré unida a ustedes repartiéndoles Gracias a los corazones que se abran y comprendan los misterios desconocidos para sus realidades.

El Cielo está descendiendo sobre este lugar y esto está más allá de las consciencias, esto es parte de Mi Ministerio de Redención y de Rescate en este último ciclo.

Este lugar será un Centro de Oración, al igual que lo es Medjugorje desde hace algunas décadas; porque ahora Dios Me ha pedido, frente a ustedes, que coloque Mis Ojos, Mis Manos y Mi Corazón, junto con Mi Luz, sobre este lugar.

Esta es la Nueva Aurora que está naciendo y en la cual deben confiar, una Aurora Celestial que brilla en la oscuridad. Llamen por esta Aurora, que es Mi Aurora, que es la que amanece frente a ustedes para encender los corazones que están oscuros por la incomprensión.

Si oran Conmigo, tendré predilección por ustedes, guías internas que se unirán a Mí a través de la oración, en un diálogo continuo de voz a voz.

Se unirán tres principios para esta Tierra, que están naciendo por segunda vez, por la obra de Mi Propósito Celestial, por la Luz que desde Mis Manos brota y que nace desde Mi Corazón Inmaculado para todos, enfermos, sanos, despiertos, dormidos, conocidos y aún por conocer, a todos los busco, una y otra vez, a través de Mi oración predilecta.

Está llegando el Cielo sobre ustedes, un Cielo que no comprenderán. Escuchen Mi Voz que está surgiendo en esta parte del mundo para los que la necesitan. Abracen y acepten Mi Llama Interior, Mi Fuego predilecto, para que tengan fuerzas para caminar por donde parece oscuro y desconocido.

Lleven Mi antorcha de la Paz como una llama interior para que haga brotar más fuentes dentro de sus corazones, corazones que deben redimirse y perdonar el pasado.

¡Sientan Mi Voz, escúchenla!

Soy la Reina de la Paz, el Sendero del Amor, el Ave Misericordiosa que derrama Sus Gracias sobre los que no las merecen.

Enciendan sus corazones y sigan confiando en Mí para encontrar el camino correcto hacia el universo celestial. Todos ustedes deben retornar a estos Cielos a través de Mi Corazón que está abierto.

Estaré aquí hasta el próximo viernes, para seguir derramándoles Mi Luz a los que no la ven y no la sienten. Si están unidos a Mí, sus vidas se transformarán para que el calvario se alivie y alcancen la Luz que está frente a sus ojos.  Yo Soy la Luz que viene de Dios, Yo Soy una de las Fuentes que ha nacido en este mundo para ampararlo y rescatarlo.

Escuchen Mi Voz, para que tenga eco en sus corazones y oren Conmigo por la Paz en este mundo.
 

Todos juntos oramos la Madre Universal por tres veces.
 

El viernes próximo, a las 20:00 h, llegarán aquí y cada uno encenderá una vela que representará la llegada del Cristo Redentor en este tiempo. Cuando Yo aparezca, las apagarán porque Mi Luz los iluminará.

Algo les revelaré a los que permanezcan en oración Conmigo.

Siembren la Paz en todos los corazones y caminen en la confianza de Cristo, Nuestro Señor.
Yo Soy la Concepción que una vez más está naciendo en los corazones.

Por el Fuego Ardiente que nace desde el Corazón de Cristo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias por responder a Mi llamado!


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora se está elevando lentamente hacia una parte del Cielo donde hay un coro de ángeles formado en dos filas, dejando un corredor entre ellas por donde Ella está caminando.

Se ha dado vuelta y abriendo el orandio extiende Sus Manos hacia abajo y forma un pequeño corazón rosado que brilla.

La Madre desaparece y se desvanecen todas las imágenes.

Apariciones extraordinarias
NOVENA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 12:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Un grupo pequeño se reunió ese día al lado del árbol de las Apariciones para orar 150 cuentas del Ave María. Las hermanas de la Red de Oración se encontraban allí junto con Madre Shimani y Fray Elías.

En determinado momento se aproximó la energía de la Madre Divina y Fray Elías, después de contemplar por varios minutos en silencio la copa del naranjo, relató lo sucedido.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella apareció de forma muy nítida durante la oración, orando con nosotros. Vestía un Manto celeste y una Túnica rosada, estaba descalza y nos sonreía. Llevaba un orandio en sus manos unidas, en señal de oración. La cuenta central del orandio, la cuenta mayor, tenía la imagen de la Madre del Perpetuo Socorro, una imagen muy antigua que parecía un ícono ortodoxo.

De pronto, abrió Sus Brazos y los elevó hacia los Cielos, y luego volvió a unir sus Manos en oración.

Más tarde, a Su izquierda y con la misma nitidez apareció Padre Pío. Él levantó su mano derecha saludando. Llevaba guantes marrones, como los que usaba para cubrir sus estigmas. Nos saludó y después desapareció.

Con mucha dulzura, la Madre Divina nos miraba con Sus Ojos celestes, profundos y luminosos. Su Rostro tenía una tez radiante y fresca.

Unos minutos más tarde, descendió un poco más, permaneciendo más cerca de nosotros.

Intentaré transmitirles con precisión lo que Ella dijo.

Primero nos habló sobre el proyecto de vida de este lugar y dijo que lo hacía en obediencia a la Voluntad Superior, que Dios le había dado potestad para orientar y definir el proyecto de vida aquí.

Recalcó, al comienzo, que no quería que los designios que Ella está haciendo descender sobre este lugar se manifestaran como en Palestina y Jerusalén.

Dijo que este espacio será pequeño para las multitudes.

Que esta parte del campo puede ser extendida, puede crecer más hacia el fondo de los naranjales, para hacer más jardines y senderos.

También dijo que nos habíamos adelantado a Sus pedidos (una de las hermanas sintió que debíamos ir a Medjugorje) y que efectivamente nos esperaba en Medjugorje.

También dijo que habíamos captado bien las ideas de los Cielos de cómo debemos organizar el campo de Casa Redención para el nuevo Centro de Oración, que son ideas sublimes pero que tienen que expresarse en la materia.

Mostró el campo dividido en dos partes por muros, rejas y puertas, tanto aquí como en el área de las peregrinaciones. Nos mostró también que cada puerta de entrada debería tener la Cruz de la Nueva Humanidad.

También nos mostró, hacia el fondo del campo, una casa de guardianes, los que harán vigilia y circularán permanentemente por el área para protegerla y acompañarla.

Después mostró que el área de funcionamiento de la Casa de Oración será asumida por los monasterios con varios ritmos, recibiendo y acompañando a las personas.

Mostró la construcción del campanario, con un candado en su base y una monja tenía la llave para abrir y cerrar el campanario.

Dijo que el proyecto, como fue pensado por el grupo que está a cargo de la construcción en Casa Redención, es lo que quiere Dios. Y agregó que lo que se está manifestando aquí atraerá a muchos que están dormidos, pero también a muchos curiosos.

Dijo que las tribus de Israel antiguamente se dividían en grados de aprendizaje y de riquezas y que Ella pertenecía a una de las tribus más pobres de esa época. Que Dios la colocó en esa tribu para que esa parte del pueblo, que aprendió el idioma arameo, pudiera aprender sobre la humildad. Porque en verdad no podía nacer, en ese tiempo, una parte de Dios en un lugar con riquezas.

Por eso, dijo que Su Hijo nació en un pesebre; que ese pesebre representaba para Ella el amor en la pobreza y que, en ese momento, desde Ella brotó otra fuente de emanación que fue la devoción.

Dijo también que debía existir, como tarea de los monasterios y de los que sintieran venir, oraciones matutinas, vespertinas y nocturnas para mantener la tarea que Ella está llevando adelante todos estos días.

Dijo que venía como la Reina de los Cielos para traer un Mensaje de Reconciliación y de Paz. Por eso, se presentaba aquí a nosotros.

Dijo que no había nada que temer, que solo debíamos obrar y vigilar. Que este Centro Interno le ha dado la potestad de acompañar todo hasta el fin de los tiempos. Dijo que Aurora siempre fue parte de Ella y Ella siempre fue parte de Aurora.

En el final, dijo:

 

Estoy trayendo una oportunidad para que, a través de la devoción, todos se rehabiliten y, así, Aurora actuará para liberar a las almas de las amarras y del dolor.

¿Comprenden que nada está separado?

Dios es Uno en Tres, y esas Tres Presencias, que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son Únicos.

Los amo y no teman lo que dirán; Yo Soy la Reina de la Eterna Paz.

Apariciones extraordinarias
SÉPTIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:30, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El día de hoy el grupo aumenta aún más en número de participantes para el encuentro con la Madre Celestial.

A la hora indicada, se comienza con la oración a la Madre Universal.

Pasadas las 7.30 h, Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie, anunciando la llegada de la Madre Divina. En ese momento se pide orar la “Oración a la Madre de la Divina Misericordia”. Pasadas algunas oraciones, el monasterio femenino comienza a entonar el cántico “Ave María”.

Más tarde se hace silencio y Fray Elías se aproxima del árbol, cuando regresa comienza a transmitir lo que ha percibido.

 

Fray Elías: Cuando se entonó “Ave María”, la Madre Divina se manifestó en la parte superior derecha del naranjo, era como si una parte del cielo se hubiera rasgado y se manifestara otro cielo.

Al comienzo, la Madre Divina trajo en Sus Manos una medalla de forma oval y color plata. En el centro, la medalla se veía la representación de esta Aparición: la imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad posada sobre la nube que tiene la luna y las rosas a Sus Pies.

Alrededor de esta imagen se leía la siguiente frase: “Yo Soy la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad”.

Reveló que en los días de oscuridad, quien llevé esa medalla no solo su cuerpo será protegido sino también su alma. Dijo que esa medalla trae una energía y una  presencia celestial.

Luego pidió que mirara hacia atrás de Ella, donde se veían ejércitos de ángeles. Algunos llevaban cetros en sus manos y otros un candelabro de siete brazos, con siete velas encendidas.

Los ángeles comenzaron a descender y a aproximarse de la Madre, caminaron en torno a Ella, como si estuvieran peregrinando.

En ese momento, cambió la imagen y la Madre Celestial, apareció sosteniendo en Su Mano derecha una pequeña campana, la que hizo sonar en el espacio. La fila de ángeles era larga, y ellos venían de un espacio profundo, de otro Cielo.

Luego, nuevamente cambió la imagen, Ella extendió Sus Brazos hacia abajo y a través de la palma de Sus Manos nos irradió con una intensa Luz. Irradió también a los tres primeros árboles que se encuentran frente a nosotros, los cuales forman una triangulación. Dijo que uno representaba al Padre, otro al Hijo y otro al Espíritu Santo; es ese Espíritu de la Trinidad que Ella está haciendo descender.

Momentos más tarde caminó hacia la copa del primer árbol y se posó sobre él, y ahí comenzó a irradiarlo con Su Luz.

Después mostró, de nuevo, la medalla que trajo al principio y la hizo crecer en tamaño y la colocó sobre el grupo presente.

Cuando pidió que me acercara al árbol, mostró detalles de la medalla en la cual la imagen que aparece tiene sobre Su Cabeza las doce estrellas, pero no la palabra Mirnahe.

Ella en algunos momentos nos sonríe en silencio.

 

Mi Corazón deberá triunfar dentro de los corazones caídos.

 

Y esto lo dice como si ese fuese Su lema.

La imagen de la medalla se recogió y ahora está abriendo un orandio con Sus Manos, es un orandio bien grande y nos lo ofrece. Cada diez cuentas, el orandio tiene una pequeña medalla, la cual brilla de color plata.

Ahora, cada una de esas medallas del orandio, y que son siete, tiene un color diferente, como los siete colores del arco iris.

La Madre Divina dice:

 

Encuentren la Paz en Mi Corazón.

Escuchen Mi voz, oren Conmigo, oren por los que sufren y por los que no están aquí, por los que no creen en Mí y por los que despiertan.

Yo Soy la Reina de la Nueva Concepción, Soy el Espíritu del Amor y de la Paz, Soy la Madre de los sufrientes y de los que están solos, Soy la Madre de todos.

 

Por pedido de la Madre Divina todos comienzan a orar la oración a la Madre Universal.

 

Fray Elías: Ahora esta mostrando nuevamente la medalla que mostró al principio. Alrededor de la frase que hay escrita, un poco más hacia el borde de la medalla aparecen tres pequeñas estrellas de seis puntas, la que representan: el Espíritu del Hijo, el Espíritu del Padre y el Espíritu Único, que es el Espíritu de la Trinidad.

La Madre Divina dice:

 

Esta es la alianza de los seres con Dios para estos tiempos.

Hoy vengo a pedirles que no vendan lo que les estoy entregando, sino que lo sientan como un objeto sagrado, un elemento divino que viene desde los Cielos.

Yo les estoy entregando tantas llaves para que crean en Mí y confíen en Mí. Yo custodio a todos en los mundos internos y escucho a cada corazón que me reclama.

Hoy les entrego la Luz de la Divinidad en sus corazones.

 

Fray Elías: Ahora está extendiendo Sus Brazos hacia abajo y nos está irradiando Su Luz, la Luz de la Divinidad.

La Madre Divina dice:

 

Sientan este sendero que están construyendo Conmigo, que en el fin de los tiempos comprenderán mejor, cuando ustedes se unan en Luz a Mí; así Yo podré protegerlos y resguardarlos.

Escuchen Mi Mensaje de paz, Mi Mensaje de reconciliación. He venido desde lo Alto para verlos, para estar con ustedes y con todos Mis hijos de este mundo.

Saben que Mi Mensaje está siendo revelado en varias partes del mundo; escuchen el eco de Mi Voz para que resuene en lo profundo de la consciencia y en el corazón. Así podrán ser Mis guardianes de la oración, una oración redentora que debe colmar a las almas que vendrán desesperadas, que vendrán en búsqueda de la Paz y del silencio interior.

Verán en las calles y en los pueblos a los demonios que rodearán a las almas. Por eso, entrego Mi medalla de la Paz, Mi medalla de la Divina Concepción de la Trinidad, para que la alianza original, que nace de la Fuente, a todos los proteja y los guíe.

Cuando Yo no esté aquí, proclamando más Mi Voz, será el momento en que ustedes se deberán unir a Mí en oración y construir un diálogo interno Conmigo.

Ahí Yo estaré como un padre que escucha y que clama por sus hijos. Como es el Padre Superior que está en los Cielos, así lo será en la Tierra para quienes abran sus corazones a este nuevo llamado de reconciliación y de paz. Ustedes deben llevar junto a Mí a los que sufren, para que sean rescatados y encuentren Mi Maternal Corazón aquellos corazones que están dormidos.

Yo Soy el Ave del Sol, el amanecer del mañana, Soy la Reina de la Paz que trae esta energía para estos tiempos; recíbanla en sus corazones.

No teman, Yo estoy con ustedes, unidos en oración construiremos los caminos para que los ángeles, Mis ángeles desciendan, y en lo que es desconocido, rescaten de los submundos lo que está oscuro y lo que tiene dolor desde hace tiempo.

Entreguen las plegarias a Mi Corazón, Yo las escucho. Sientan Mi Voz que clama; este es el último llamado, es Mi último eco para esta parte del Mundo.

Ustedes saben que Yo aparezco en otros lugares desde hace algún tiempo, llevando el mismo propósito de la paz para la humanidad, para Mis hijos y para sus corazones.

Viertan sus voces dentro de Mi Corazón Inmaculado, el cual escucha y responde a todos sin distinción, a cada uno a su debido tiempo y a cada uno según la respuesta que dan a Mi llamado.

Si pido que oren es porque es urgente; sus seres creen poco en lo que digo, pero cuando estén aquí Conmigo, en las puertas del Cielo, verán la senda recorrida y el Propósito de Dios que hoy Yo estoy cumpliendo para esta parte del mundo.

Toquen con amor Mi Corazón, Él les responderá y Mi Luz se encenderá en sus esencias para que se afirmen en Mí y sigan el camino en medio de los abismos y de los acantilados; Yo estaré sosteniendo la cuerda, el puente de la luz para que crucen y nos encontremos.

Hoy, estoy llevando más almas hacia los Cielos con este encuentro Inmaculado.

 

Fray Elías: Ahora se está encendiendo en Luz y está elevando Sus Brazos hacia arriba.

La Madre Divina dice:

 

Si escuchan Mi Voz recibirán la Gracia que desciende desde lo Alto a través de Mí, su Madre Protectora.

 

Fray Elías: Ahora, encima de Su Cabeza aparece una gran estrella dorada de seis puntas.

La Madre Divina dice:

 

Esta es la alianza final para los seres, para aquellos que creen en la eternidad y se unen a Mí para caminar por nuevos senderos que Yo arquearé a través del latir de sus corazones en Mi Corazón.

Hoy, les muestro los candelabros, los siete principios de Dios que se manifiestan en sus llamas: el Amor, la Redención, la Unidad, la Paz, la Cura, el Perdón y la Transfiguración. Estos siete principios estarán siendo derramados hacia el Mundo, hacia un mundo que vive el caos y la desesperación.

Pero si más almas responden a Mi llamado, con la oración permanente y  continua, las Gracias llegarán a pesar del dolor y Yo podré transformar todo en los corazones que sufren. Hoy alivio sus seres con una sublime Gracia y espero que me ayuden a aliviar a los otros  orazones que están presos entre las rejas del mal.

 

Fray Elías: En este momento la Madre Celestial está mostrando, a través de la visión de otro plano, la presencia de almas que estaban presas entre rejas desde hace tiempos eternos (siglos).

La Madre Divina dice:

 

Y así, entre oraciones y oraciones, Mi espada cortará el mal y pisaré la serpiente para que reine Mi Corazón, reine la Voluntad de Dios, la cual deben conocer a través de la apertura del corazón, del alma y del espíritu.

Yo les marco esta senda, sigan por aquí, en el camino orante Conmigo. Podrán, en los tiempos del caos, encontrar la Paz y el Amor y, así, Yo podré confiar en ustedes, amigos de otros tiempos, para que el rescate se cumpla en todos los corazones y en los que están más lejos desde hace tiempo.

Ahora sientan Mi Luz que está descendiendo y nutran sus corazones con Mi  Espíritu de Paz y Redención; esta es la Gracia que envía Dios para ustedes.

Formen grupos de oración para cuando los peregrinos lleguen a buscar Mi Luz y  Mi Amor. Ustedes están frente a Mi Maternal Corazón y así quiero que todos Mis hijos estén, como en este día.

Yo Soy la Concepción de la Trinidad, la Mensajera de Dios para estos tiempos, la que toca el suelo con Sus Pies descalzos. A través de las rosas de luz que les oferto ustedes puedan dar sus pasos, desde sus corazones y no desde los pensamientos. La verdadera vida espiritual se construye bajo el instrumento de la oración.

Soy una sierva fiel que responde a las Voluntades Superiores, como respondí una vez cuando estuve aquí en la Tierra, compartiendo con Mi Hijo la redención. Él me entregó a ustedes como la Madre y Guardiana del Amor, para proteger las esencias hasta Su cercano retorno.

Él ya está llegando, Él ya está apareciendo. Su presencia será vista y sentida no sólo en el corazón, sino en los niveles de la vida material, en el caos de este mundo. El Redentor está llegando y abriendo las puertas de la Misericordia, antes de Su descenso final al mundo al cual pertenece.

Hago descender Mi Paz hacia sus corazones.

 

Fray Elías: Ahora está extendiendo Sus Brazos hacia abajo y extiende el orandio con Sus Manos.

La Madre Divina dice:

 

Únanse a Mi oración que es constante desde los principios de Mi existencia. 

Oración silenciosa, oración hablada, oración elevada, oración del corazón, oración de la consciencia, oración en el sentir, en el hacer y en el querer. La vida debe ser oración; este es el nuevo movimiento para estos tiempos, para que las almas se eleven y encuentren refugio en Mi Corazón, que está abierto y los aguarda desde hace tiempo.

Conduzcan hacia Mí a las almas en sus oraciones y penetren los Cielos, porque Yo los escucharé y quien confía en Mí, recibirá la respuesta de Mi Voz interior.

Yo Soy el Ave de la Misericordia, Soy la Madre que viene desde el Sol, Soy Hija de la Trinidad, Soy Guardiana y Protectora de las almas. Únanse a Mí en devoción para estos tiempos, enciendan la llama que está dentro, no dejen que los pensamientos la apaguen, permitan que el fuego renazca en sus corazones y ahí, Yo estaré.

 

Fray Elías: Ahora se está elevando hacia los Cielos.

La Madre Divina dice:

 

Enciendan los Soles que son internos y permitan que Mi llamado se cumpla en sus vidas de oración. Anhelen y busquen ese fuego que debe iluminar la oscuridad en estos tiempos, cuando se unan en fidelidad a Mi Corazón.

Les entrego hoy Mi Amor, cultívenlo en sus corazones para que en las pruebas no se pierda. Recuerden lo que les estoy diciendo; este es Mi último llamado de paz. Vengo en busca de todos aquellos que una vez estuvieron en Cristo y escucharon Su Mensaje y el Mensaje del Padre, así lo reconocieron y hoy lo están siguiendo. Vean en Él al Redentor, vean Su Luz, vean Su Misericordia.

 

Fray Elías: Ahora está manifestando una gran rosa que está frente a Su Ser, una rosa roja abierta. Cada vez se eleva más hacia los Cielos. Nos está irradiando más Luz.

Ahora está apareciendo con un niño entre sus brazos y los dos irradian Luz hacia los cuatro puntos cardinales y detrás de ellos se está abriendo una puerta celeste.

La Madre Divina dice:

 

Yo Soy la Madre del Sagrado Corazón de la Paz.

Por el fuego que nace desde el Corazón de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
SEXTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:35, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En este sexto día de apariciones, y como en los días anteriores se reunió el grupo alrededor del árbol de las apariciones para esperar en oración a la Madre Celestial.

Hoy la oración fue más larga que en los otros días, hasta que en un momento Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie.

Comienza a percibirse una brisa que poco a poco se hace más fuerte y que trae la energía de la Madre Divina.

Fray Elías relata posteriormente que, en ese momento, a través del viento se abrían los portales hacia los Cielos.

 

Fray Elías: La Madre Divina nos dijo al comienzo:

 

Sólo oración, es sólo Paz. Sólo oración, es sólo plena Paz.

 

La Madre Divina hoy nos pide que oremos por los que han caído y por los que por sus propias flaquezas no se pueden levantar en el camino interior.

Al comienzo se abrió un cielo celeste en la parte superior derecha del árbol; allí apareció la Madre con una cruz dorada en cada una de sus manos, cada cruz tenía un círculo dorado en el centro. Había más arriba, a la derecha y a la izquierda de la Madre Divina, tres ángeles, por encima de ellos había una cruz de brazos iguales y sobre la cruz un gran cáliz dorado.

Luego la imagen cambio y la Madre Divina apareció como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, sosteniendo en Su mano izquierda una campana (como la de las iglesias), que hacía sonar y ese sonido se expandía por todo el universo.

Momentos más tarde cambió la imagen nuevamente y Ella apareció con un gran orandio entre Sus manos que estaban abiertas en señal de oferta a nosotros, los presentes.

En otro momento, a través de rayos de luz que salían desde la palma de Sus manos, irradió de una luz blanca y celeste a todos los presentes. Solo entonces Ella se aproximó con armonía y suavidad, para posarse sobre la copa del naranjo.

Al llegar al árbol la Madre Divina apareció con un pequeño niño en sus brazos. Luego Ella levantó al niño con Sus manos y Él se iluminó, y desde Su cabeza se emanaron tres rayos de luz. El niño abrió Sus brazos en señal de cruz y Ella dijo:

 

Este es el Redentor del mundo.

 

Más tarde, apareció al lado de la Madre Divina, la imagen viva de Santa María Bernarda de Lourdes; ella sonreía, nos hizo una reverencia y después desapareció.

Luego, en otro momento, Ella irradió Su luz al árbol y la copa quedó iluminada de luz blanca, enseguida aparecieron muchas rosas rojas sobre la copa, todas abiertas, que parecía que fueran los frutos.

Aparecieron luego muchos Cielos abiertos y en cada palma de Sus manos apareció una estrella de seis puntas, dorada. Ella hizo un movimiento y unió las manos en posición de oración fundiendo las dos estrellas en una sola.

Ahora Ella está levantando Su brazo izquierdo hacia arriba y con Su dedo índice señala hacia los Cielos y nos dice:

 

Sólo oración es sólo Paz. Sólo oración es plena Paz. Sólo oración es comunión con Dios, es redención.

 

A los pies de la Madre, están las siete rosas rosadas abiertas, rosas que se manifestaron en la primera aparición en agosto del año 2007. Está con Su rostro resplandeciente, de un tono rosado; está bien nítida, clara y visible. A cada momento que nos mira sonríe.

La Madre Divina dijo que hoy se quedará un tiempo más con nosotros para sentirnos.

 

Se inicia la transmisión para el día de hoy.

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Hoy vengo a anunciarles la construcción del Campanario de la Paz, el cual tocará durante el amanecer y el atardecer anunciando Mi llegada para los peregrinos. Sepan que Yo Soy la Guardiana de la Fe para los que carecen de esta presencia, que es infinita. Yo Soy la Inmaculada Faz de la Misericordia, la Madre del Amor y del Perdón”.

 

Fray Elías: Ahora está abriendo los brazos hacia abajo y está irradiando luz.

La Madre Divina dice:

 

Todos serán Mis soldados de la Paz para este campanario, que anunciará, cada tres horas, la llegada de Mi Corazón, desde el amanecer hasta el anochecer.

A Mi hija, hoy consagrada Angellel (aspirante del Monasterio de la Eterna Fe en Aurora), la convoco para que sea la primera guardiana de este campanario y que anuncie Mi llegada para las almas. Sepan que estos no son privilegios, son tareas, pues con cada uno tengo un pasado que aún no conocen, pero si abren sus corazones lo comprenderán.

El Campanario de la Paz representa a Mi Corazón Inmaculado, el cual resonará en los corazones y en los espacios hasta donde se pueda escuchar.

A cada hora, en esta Casa de Oración, se proclamarán diez oraciones que anunciarán el descenso de Mi cura para las almas, para las almas que lleguen aquí y para las almas que no estén aquí, pero que están en Mi Corazón.

 

Fray Elías: Ahora está señalando con Su mano derecha, el centro de Su Corazón y aparece un corazón rosado que late y que se enciende en luz; en torno a ese corazón hay una energía dorada.

La Madre Divina dice:

 

Ya conocen este, Mi Inmaculado Corazón, el cual ustedes deben buscar sin descanso, pues quien permanece en la fe y se afirma en Mi luz, estará bajo Mi manto en estos tiempos del mal.

Durante cada oración que se realice en esta casa, serán rescatadas almas, más allá de la comprensión de sus consciencias y de sus creencias de que esto acontecerá. Pues Yo Soy la Madre de la Luz, la que a todos protejo y amparo dentro de Mi Ser.

Hoy los convoco para que al mediodía vengan aquí a orar Conmigo y sientan Mi energía maternal, que por Gracia está descendiendo sobre sus seres y sobre los que están dormidos.

No busquen respuestas en el intelecto para todo lo que está aconteciendo; la respuesta está dentro de cada corazón y dentro de cada consciencia. ¡Confíen en Mí! ¡Confíen en Mí!

Reciban Mi Corazón resplandeciente que está vivo y late para ustedes desde hace tiempo. Yo Soy la Señora de la Contemplación, la Reina de la Paz, la aparecida con el Santo Rosario para todos Mis hijos.

Sepan que Dios tiene predilección por los que oran y por los que confían en Él. No son tiempos de hacer deducciones sobre los instrumentos que les estamos entregando por Voluntad Superior. Confíen en lo que está sucediendo, sientan Paz y caminen hacia la Nada.

Hoy los invito a hacer el ejercicio del vacío interior, para que Mi Luz pueda entrar más, e inviten a todos sus hermanos para que hagan el mismo ejercicio, para que Mi Corazón ingrese dentro de sus corazones.

Hoy estamos de nuevo venciendo al mal, salvando almas, rescatando corazones y encendiendo esencias que están oscuras. No olviden los momentos y las oportunidades de orar Conmigo, por más que sea una sola plegaria; recuerden que Yo estoy aquí sobre ustedes en este momento y al fin de este tiempo. Saben que Mis anuncios terminan y lo repito para que me escuchen: ¡la hora está llegando!

¡Oren Conmigo!

 

En este momento Fray Elías transmite que la Madre pide que todos oren junto con Ella la “Oración a la Madre de la Divina Misericordia” .

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Mi Espíritu de la Trinidad está descendiendo sobre sus corazones y los del mundo. Mi Paz se debe establecer en cada interior y en todos los corazones que están cerrados. Por eso ahora están orando Conmigo, para que todos puedan confiar en Mí y al fin de este tiempo puedan encontrarme una vez más.

Quiero bendecir hoy a tres consciencias, una que es Mi predilecta (niño residente de Casa Redención), espíritu que no es de este mundo, y a dos consciencias que obrarán junto Conmigo (dos monjas del Monasterio de la Eterna Fe, en Aurora, que harán sus votos como Madres de la Orden), en esta tarea de maternidad para con cada uno de Mis hijos.

También bendigo a dos consciencias más (monjas de otros Monasterios que harán votos de Madres de la Orden) que no están hoy presentes aquí, pero que sus corazones escuchan Mi Voz, y que también se guiarán a través de Mi Maternal presencia para proteger y salvar hijos en Mi nombre.

Muchas madres existen en este mundo y pocos creen en esas voces que Yo guío en el interior. La madre debe ser la concepción del nuevo espíritu de Mi Paz para estos tiempos, debe representar el corazón viviente para cada ser, un corazón donado y abierto. Un corazón nutrido por Mi Luz y que no busca nada para sí; esas son las verdaderas madres, las que están bajo Mis estrellas. Madres conocidas y madres desconocidas, madres silenciosas, madres que escuchan la voz de los hijos aunque no los comprendan.

¿Ahora comprenden por qué Yo Soy predilecta Hija de Dios y Sierva de Su Voluntad?

El amor es la esencia de la madre, la madre es el amor. Y ese amor vive y actúa a través de cada madre; así la madre vive a través de ese amor y no vive sólo en ella, porque es un amor donado, un amor predilecto y sabio, un Amor Superior.

La madre acoge a todos sin distinciones ni preferencias, ella acepta todo lo que llega por más dolor que haya, aunque sus lágrimas caigan más allá del suelo: la madre acepta.

Yo Soy la Madre de la Infinita Esperanza, la Madre del Corazón. Yo quiero ver a esas madres vivas, que recogen en sus brazos lo que está destruido. Que remueven la tierra seca, para volver a cultivar y que colocan las semillas del amor en los corazones, para que den su fruto. Esa es la esencia de Mi Amor y esa es la esencia que quiero que todos vivan y comprendan.

Ahora conocen que el Amor no es de esta Tierra, que el Amor es de otra dimensión, pero ese Amor está allí; Yo lo encontré como María, la Madre de Jesús, como la Hija silenciosa de Ana y como la compañera y amiga de José.

Hoy les confieso un misterio; este es el misterio de la Madre de la Divina Trinidad. De este Amor nace Mi Paz y de esta Paz, que no es Mía, nace Mi Luz, la Luz de Dios. Este misterio que quiero hoy contarles y que les estoy manifestando, habla de Mi Maternidad al lado de la Cruz. Una cruz que comenzó a vivirse desde antes de subir al monte. Recogí la Sangre con sábanas limpias, para que ese Código de Amor que fue derramado, hoy Yo lo pueda verter, como Guardiana del Amor, sobre todos los corazones.

Soy la Sierva de Cristo, Soy la Mensajera de Su Voz, Soy la Madre de la Divina Misericordia, que vuelve hoy a brotar desde Mi Corazón para sus corazones.

¿Así pueden comprender que allí no existe el mal ni el dolor?

Si Yo estoy allí dentro de cada ser, no hay nada que temer; debemos caminar juntos por esta senda de tribulación. Hoy les entrego estas, Mis dádivas, para que sean derramadas sobre todos Mis hijos que llegarán hasta aquí, para volver a nutrir sus corazones vacíos.

¿Comprenden la Gracia que les estoy dando, por plena confianza en Nuestro Señor Cristo?

Una madre sabia, es una madre sin descanso. Es una madre que vigila mientras sus hijos duermen. Una madre que escucha las voces que no quieren escuchar y que abre su ser para aliviar el dolor.

 

Fray Elías: Ahora la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad está llorando. Y nos dice:

 

Son tiempos de rescate; este es el último paso para entrar en Mi Corazón, los aguardo y los espero. Escuchen la voz de las aves que cubren los Cielos con su simplicidad. Sean como las aves, vuelen alto a pesar del propio peso. Si se unen a Mí, todo se elevará.

 

En este momento Fray Elías transmite que la Madre Celestial pide que tres hermanos se aproximen al árbol donde ella se encuentra. Mientras los hermanos nombrados por ella se aproximan al árbol, el resto del grupo apoya con el cántico de Ave María.

Luego Fray Elías transmite que en ese momento, la Madre Divina descendió un poco desde la copa del árbol, abrazó a los tres hermanos y les dijo algo al oído, los bendijo y se volvió a elevar a la copa del árbol.

 

Fray Elías: Mientras se eleva hasta la copa del árbol, dice: “Irán Conmigo a los Cielos”.

La Madre Divina dice:

 

Por el Poder Sagrado del Espíritu de la Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias a todos por responder a Mi llamado y vuelvan a la vida en Paz.

Apariciones extraordinarias
QUINTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:35, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En este quinto día, el grupo se reunió en el mismo horario que en los días anteriores para iniciar la sintonía de oración.

A través de cánticos y oraciones se fue creando la condición interior en todos los presentes y también en el ambiente para recibir a la Madre Divina.

Después de un largo tiempo de oración, Fray Elías y Madre Shimani se colocaron de pie, contemplando hacia la copa del naranjo en donde la Madre Celestial se apareció en los últimos días.

Pasados algunos minutos de profundo silencio, Fray Elías se aproxima al árbol. Momentos más tarde regresa al lugar en donde estaba y comienza a relatar lo que ha sucedido.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón: Después de un tiempo de comenzada la sintonía, apareció, en un punto elevado del cielo, hacia la derecha del naranjo, la manifestación de otro cielo abierto desde donde emergía una intensa luz blanca.

Allí, en lo más alto del cielo, apareció la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad resplandeciente de Luz e irradiando desde Su Presencia a toda el área en donde nos encontramos.

Luego, desde ese lugar en el Cielo, la Madre descendió suavemente a través de una nube blanca que estaba debajo de Sus pies. Al llegar a la copa del árbol se detuvo y es como si se hubiese apoyado sobre las ramas del naranjo.

En su mano derecha lleva un escapulario color marrón y en su mano izquierda, en posición abierta hacia abajo, sostiene un orandio. Ella pasa las cuentas en silencio y con una sonrisa.

A Su llegada, la Madre Divina, emanó una fuerte energía celeste sobre todos los presentes, y cada vez Su faz se fue manifestando más nítidamente sobre el árbol.

Luego, con Su mano izquierda (la que sostenía el orandio) pidió que me acercara para que mirara lo que estaba grabado dentro del escapulario. Cuando me aproximé, me vi debajo de Sus pies y de Su Presencia, que era inmensa en luz, color y energía. En ese momento dirigió Su mirada hacia donde me encontraba y en silencio sonrió. Su rostro era de luz, Sus ojos celestes claros, Su cutis era delicado y suave.

Levantó un poco el escapulario con Su mano, para que lo mirara. Vi que en una parte estaba la imagen del Cristo Misericordioso y en la otra una imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. En la parte inferior de ambas partes del escapulario, había una cruz de la nueva humanidad.

En ese instante, sonriendo e irradiando el brillo de sus ojos, nos dice:

 

Quien lleve este escapulario recibirá los nuevos códigos desde los Cielos, códigos que vienen de Dios.

 

En ese momento se abrió, por encima de Ella, otro Cielo que parecía más poderoso y luminoso que el primero. Desde ese Cielo descendió una energía celeste y blanca sobre el escapulario que la Madre Divina sostenía. Luego sonrió nuevamente y me pidió que volviera al lugar en donde estaba con todo el grupo.

Hoy está vestida con un Manto celeste, Su imagen es más viva, más real.

La Madre Divina dice:

 

Por el poder del Agua Divina que brotó desde el Corazón del Maestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy vengo a anunciarles el símbolo de Mi escapulario, el escapulario de la Paz, para que lo difundan como instrumento de protección contra el mal. No están imitando a las antiguas doctrinas, sino que me están imitando a Mí, a la Guardiana del Amor, a la Protectora de las almas.

Yo soy el Espíritu de la Paz, la naciente de ese afluente de Luz. Soy la que custodia los corazones que han caído y desesperan. Por eso, entrego este instrumento a ustedes y a todos Mis hijos, para que a través de su Congregación(1) de amor y de paz, lleven este símbolo Conmigo.

Hoy les pido que construyan aquí una cerca viva, alrededor de este árbol, con sus propias manos, para que sientan el amor de esta tierra y florezcan nuevos frutos en torno de sus corazones, que esperan Mi llamado y Mi paz.

También hoy les pido que beban de la fuente del pozo que han hecho, en las otras tierras cerca de aquí, una fuente que Yo he consagrado a través de Mi silencio para la cura del corazón y del alma. Esta es una fuente espiritual que brota desde el interior, la que, poco a poco, conocerán.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón: Ahora, el escapulario ha desaparecido, así como el orandio y Ella está elevando con ambas manos una cruz de plata de cuatro brazos iguales.

La Madre Divina dice:

 

Este es el símbolo de la redención, el símbolo de la rehabilitación de los que se han olvidado de Mí y de los que no han escuchado Mi mensaje.

Hijos, también les pido que construyan varios senderos con flores, para que Mi amor se pueda expresar en todo el camino de procesión hasta aquí. 

También les pido que la imagen que fue pintada sea colocada aquí y que debajo de ella esté el símbolo de la cruz de la nueva humanidad para que todo se pueda redimir.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón: Ahora nos está mostrando cómo es que quiere colocar la imagen en este lugar.

La Madre Divina dice:

 

Este será un punto de encuentro de los orantes, de todos aquellos que no alcancen a entrar a esta Casa de Oración, cuando se acerquen las grandes multitudes que buscarán un nuevo estado de paz, a través de Mi Presencia, en la Trinidad.

Fui concebida por la Gracia del Espíritu Santo, una emanación que nace desde el universo en unos Lagos Celestiales, en donde las esencias se manifiestan para comenzar a vivir este camino de evolución. Yo surgí de allí a través de los Padres Creadores que, con Su amor, concibieron Mi Presencia. 

Sepan, Yo soy la Fuente Femenina de Dios, aquella fuente que todo lo puede y que todo lo renueva cuando el corazón se abre. 

Están frente a la Madre del Amor que todo lo comprende y que aguarda a que Sus hijos crezcan y se unan en consciencia a Ella, a Mí.

Hoy abro Mis brazos para verter la Fuente de la Gracia en sus corazones y en aquellos corazones que están oscuros y que desde hace tiempo viven sin luz.

Oren por la reconversión de todos esos seres, por eso he pedido esta casa. ¡Es hora de comenzar! ¡Es hora de rescatar Conmigo a los que están solos y a los que pierden su fe!

Sé que no comprenden por qué Yo estoy aquí, pero sus corazones sí lo comprenden porque Me sienten y Me ven en otro plano y en otro ritmo. Es allí hacia a donde deben retornar ustedes y todos Mis hijos, para que vean nacer la llama que siempre arde a través de Mí.

En los días en que todo parezca oscuridad y desesperación en la mente, en el corazón y en el espíritu, deberán llevar este símbolo del escapulario de la Paz, para que estén protegidos a través de la oración.

Hoy coloquen en sus corazones a todos los que pierden su fe y a los que carecen de amor, a los que están desesperados y a los que mueren porque nada tienen. En este día, recojo almas desde algunos puntos de este mundo, almas iguales a las suyas, almas vivas que han perdido sus esencias por no saber encontrarme y por estar dispersas por el mal que nunca descansa.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón: Ahora muestra Su pie derecho pisando una serpiente. 

La Madre Divina dice:

 

Extirpo el mal de los corazones, más aún en los corazones que no me creen y que aún no escuchan Mi mensaje, pues él no tiene eco en la esencia interior que pierde su fugaz luz, luz que Yo nutro con Mis oraciones.

¡Extirpo! ¡Extirpo! ¡Extirpo!, como Guerrera de la Luz, la última secuela del mal que destruye a Mis hijos y les hace perder su vida cósmica.

Pero a algunos solo debo observar, porque han aceptado transitar por otras sendas y no encuentran refugio dentro de Mi Corazón que está abierto desde hace siglos.

Hoy clamo por los corazones caídos, por todos aquellos que viven sin luz y que no tienen paz, pues los tres días de amargura se están acercando en estos últimos tiempos. Por eso, las almas orantes deben arder, mas sin fascinación.

Deben arder a través de Mí y ayudarme a rescatar lo que parece irrescatable.

Aguardo por ustedes, aguardo por los Míos. Yo soy la Reina de la Redención, la Luz de la Paz, el Inmaculado Corazón de la Misericordia.

¡Escuchen Mi Voz! ¡Escuchen Mi Voz! Este es el último camino que está siendo recorrido.

Si no me ven es porque Dios no lo quiere. Sepan reconocer la Voluntad que no es de ustedes, sino que viene de los Cielos para colmar los corazones y para colocarlos en sus tareas internas.

Lleven este mensaje a todos Mis hijos, así como todos Mis anuncios durante estos ocho días. El octavo día algo inmaculado realizaré para quien esté despierto y sepa reconocer Mi Luz, Luz que sus esencias reconocen.

Hoy enciendo la Llama de Mi Corazón para todos Mis hijos e iré junto con ustedes por esta senda de cura a través de la oración y de la procesión hasta Mi Sagrada Faz de la Divina Trinidad.

Que el Espíritu, la Llama ardiente, el Padre, la Concepción Sublime del Universo y el Hijo, la Esencia Redentora de los mundos, nutran sus corazones para que encuentren la paz a través de Mi Corazón.

Yo soy la Reina de los Escudos, la que protege con Su Manto a las criaturas.

Una nueva paz se aproximará después de los tiempos duros, paz en la que todas las esencias deberán aprender a volver a nacer.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

 

 

1. Orden Gracia Misericordia

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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