Viernes, 2 de septiembre de 2011

Apariciones extraordinarias
VIGÉSIMA PRIMERA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 12:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En este último día de apariciones un pequeño grupo se aproximó al árbol de las apariciones a orar las 150 cuentas del “Ave María”.

En determinado momento, se percibió la aproximación de la Madre Divina.

Fray Elías se colocó de pie cerca de donde la Madre ha aparecido y todos continúan orando hasta recibir alguna indicación.

Momentos más tarde Fray Elías relata lo que ha sucedido.

 

Fray Elías: La Madre ha aparecido como Reina de la Paz, está sonriendo y dijo:

 

Un millón, un millón y una, un millón y dos, un millón y tres... de almas han sido rescatadas en todos estos días. Aún falta rescatar seis millones más.

 

Sobre Ella hay un canal de luz celeste. Es un tubo de luz que desciende y dentro de ese tubo existen varios grados de Cielos. La Madre está muy manifestada y sobre Su manto aparecen dos estrellas doradas de seis puntas, una en el lado derecho y la otra el lado izquierdo. Y nos dice:

 

He venido a orar con todos Mis hijos la oración “Ave Luminosa”, para poder rescatar más almas.

Mientras unos corazones se abren, otros se cierran, pero aún así, Mi célula de luz entra en todos.

Hoy nuevamente quiero derramar Gracia aquí.

 

Fray Elías: Ella nos pidió que construyamos un gran orandio de 150 cuentas. Cada cuenta debe ser grande y gruesa, en la cuenta mayor debe tener la imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, y nos dice:

 

Esto es para que Mi Luz esté presente, por medio de la oración, dentro de esta Casa de Oración. Les doy este símbolo de las cuentas que unirá a todos, a religiones y creencias, a movimientos espirituales y a dogmas. Porque Yo soy la Madre de todos, aunque muchos no lo crean.

Que Mi mensaje resuene en sus corazones. Reflexionen sobre todo lo que les he dicho, pues encontrarán en Mis palabras llave para muchos.

 

Fray Elías: Ahora vamos a continuar orando hasta que lleguen todos.

 

En este momento, uno de los hermanos se retira a buscar a todos los demás que están en diferentes partes del campo. Cuando todos se reúnen Fray Elías hace un relato de lo que ha sucedido.

 

Fray Elías: Estos últimos días hemos trabajado aquí con la Madre Divina a través de la oración “Ave María”. En especial este horario del medio día ha sido muy especial, pues energéticamente es más intenso espiritualmente y físicamente.

Hoy, Nuestra Madre apareció como la Reina de la Paz. Estábamos orando cuando apareció y luego seguimos orando, apoyando el proceso de liberación de las almas que la Madre Divina estaba realizando.

Ella estaba contando el número de almas que eran rescatadas. Y Ella decía un millón y una, un millón y dos, un millón y tres, y Ella seguía contando. Nos decía que era el número de almas que habían sido rescatadas.

Más tarde colocó Sus brazos abiertos hacia abajo y decía:

 

Yo Soy la Señora vestida del Sol.

 

Luego, sobre Ella apareció un canal celeste de luz, donde habían ángeles querubines, esos pequeñitos, andaban de un lado hacia otro.

Cuando el grupo llego y comenzamos a orar todos juntos, apareció en Su mano derecha una antorcha encendida y repetía: “Yo Soy la Señora vestida del Sol”.

En ese momento comenzó a irradiar más luz y los Cielos comenzaron a abrirse. Poco después, en un lugar elevado del Cielo, apareció Cristo con una túnica blanca y una parte de Su tronco desnudo. Se veía en la parte derecha de Su tórax, una llaga que estaba cicatrizando. En Su mano derecha tenía una cruz cristiana de madera, y sobre Él una tela blanca abierta que tenía escrito:

"Yo Soy el Misericordioso Redentor, aún tengo Sed."

En ese momento la Madre Celestial hizo aparecer muchos ramos de rosas en varias partes del cielo, eran infinitos, y ellos descendían con mucha delicadeza.

En un momento cambió la imagen, y pidió que me acercara al árbol. Al llegar, la veo desde abajo, estaba posando Sus pies sobre el árbol, vestía como la Reina de la Paz y sostenía con Sus manos abiertas un orandio. Entonces, dentro del orandio apareció una Sábana blanca que tenia la imagen del rostro de Jesús con la corona de espinas y Ella dijo:

 

Este es el símbolo de quien nos ha dado la vida y de quien ha dado la vida por el mundo. Esta es la Sábana que tuvo Verónica en sus manos, Verónica cuando le secó el rostro a Jesús.

 

Al final, la Madre Celestial quedó inmóvil contemplando la Sábana por un tiempo y desapareció.