Lunes, 12 de septiembre de 2011

Apariciones extraordinarias
QUINTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 20:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En el atardecer de este cuarto día de apariciones, el grupo se reunió una hora antes de la hora marcada para el encuentro con la Madre Divina.

Como todas las noches, subieron a la Colina de las Apariciones en procesión con velas.

Se comenzó orando la “Oración a la Madre Universal”. En cierto momento, simultáneamente con la oración, se escuchó el “Ave María” anunciado la próxima llegada de la Madre Divina.

Poco después, Fray Elías se colocó de pie y se aproximó al árbol de las apariciones, donde la Madre Divina apareció. Se pidió guardar silencio y comenzó la transmisión del mensaje.

 

Fray Elías: La Madre Celestial, María, está presente desde hace un tiempo y quiere que relate lo que he visto.

Antes de Ella aparecer, se manifestó el Ángel de la Reverberación de la Paz.

Después, por una escalera blanca la Madre Divina descendió y recorrió las diferentes partes del árbol.

 

En este momento se hace un silencio, y comienza a soplar una suave y refrescante brisa.

 

Fray Elías: La Madre Divina dijo:

 

Sientan la brisa de Mi Corazón.

 

Fray Elías: Ella está plenamente manifestada, junto a quien fue Su madre cuando estuvo en la Tierra, Ana.

También aparecieron al rededor del árbol doce ángeles, seres de luz que tenían una forma casi humana.

Ella hoy aparece con un vestido color rosado brillante y un manto celeste. Su rostro brilla y Sus ojos también; apoya Sus pies en una de las ramas del árbol. Las flores de Sus pies son de color celestes.

Ella dijo que Dios se comunica con los corazones abiertos y que Él está alegre con nuestras oraciones. Dijo que continuemos orando, que Ella aparecerá hasta el día 15 en este horario y todos los mediodía.

Dijo que a partir del día 15 al 25 de septiembre, también aparecerá, porque el Señor se lo ha encomendado. Que a partir del día 15 hasta el último día, el 25 de septiembre, aparecerá a mediodía, día por medio.

También dijo que el día 15 se cumple un ciclo, y por eso aparecerá al mediodía también.

La Madre Divina dice:

 

Hoy estoy aquí sosteniendo al mundo entre ustedes y sus corazones. Hoy vengo a pedirles que vigilen durante esta noche en el silencio de la oración, en unión interna Conmigo, para que los ángeles puedan descender y obrar en los lugares oscuros.

Este es un Centro de Amor y de Luz construido por los esfuerzos de los pioneros; así fue la gran obra que ocurrió desde Nazareth hasta Jerusalén, junto a Mi Hijo, a José, a Ana y Joaquín. Recuerden el pasaje de Mi alabanza al Señor en la visitación a Mi prima Isabel, hoy Santa entre Santas.

Todo lo aprendido sobre ese suelo, fue colocado en los Centros de Amor, los cuales guardan las llaves para el fin de este tiempo.

Hoy vengo a pedirles que coloquen sus corazones sobre todos los Centros de Luz Interna.

Medjugorje también es un Centro de Luz, aún no descubierto, que está redimiendo a Europa al igual que Fátima y Lourdes. Pero a Medjugorje, que llegará en consciencia a sus vidas, lo podrán convocar a través de la presencia de Mi Paz, de la Reina de la Paz. Allí estarán dentro de ese Centro de Amor.

Las profecías de Juan se están revelando, por eso les he pedido que lean con paciencia y sin interpretación el Apocalipsis. Lo escrito allí ha sido modificado, pero deben ver la esencia, el sentido del mensaje que fue transmitido.

El Antiguo Testamento es el legado de la humanidad desde sus orígenes, antes de Mi llegada a esta Tierra como María, la Madre de Jesús. Un legado anterior a los hermanos orientales, que conocían los designios antes que medio oriente.

La Nueva Jerusalén vendrá sobre los corazones que despierten a Mi Voz y a Mi Llamado, Mi último Llamado. Por eso he venido aquí durante esta noche, para decirles cuánto han recibido a partir de Mi Luz Maternal como la Madre de la Misericordia.

La noche es la Misericordia, el contacto profundo con esta Ley; el día es la Gracia, es la Providencia, es el reencuentro con el Padre, Nuestro Señor Omnipotente.

Muchos han recibido Gracias especiales durante este mediodía; pero recuerden que no son para sus mentes sino para sus corazones, corazones que me esperan.

 

Fray Elías: Ahora, vamos a hacer una oración que Ella transmitió y que pidió que oremos individualmente y en grupo diariamente por 72 veces. La oración es así:

 

Madre Divina, 
Fuente Espiritual de Vida,
gracias por cuanto nos das.

 

El grupo ora algunas veces.

 

Fray Elías: La Señora pide que los miembros del Monasterio, con mucha armonía y lentitud, se coloquen detrás de este árbol.

 

El grupo se mantiene en oración, mientras los hermanos y hermanas de los diferentes monasterios se ubican en el lugar solicitado.

 

Fray Elías: Ahora, Ella giró y observando con mucha bondad a los hermanos y hermanas miembros del Monasterio, abrió Sus manos hacia ellos.

La Madre Divina dice:

 

Hoy los consagro a Mi Inmaculado Corazón, a la resplandecencia Inmaculada que surgió de Mí, desde el Origen, desde la Fuente.

Hoy les pido que lleven Mi Paz a las diferentes partes del mundo y que se unan Conmigo en esta misión de fin de tiempo.

 

Fray Elías: Ahora, Ella abrió Sus brazos y desde las palmas de Sus manos está irradiando luz. Desde los Cielos está descendiendo una paloma blanca.

Ella continúa diciendo:

 

Sólo les pido que lleven Mi Paz en sus corazones y que escuchen Mi Voz, pues quien me imita, encontrará la luz dentro de las tinieblas que el mundo está manifestando. Sólo únanse en oración a los que no son comprendidos y a aquellos que practican otras doctrinas, algunos que se distancian de Mí, de Mi Corazón de Amor, de Mi Corazón de Madre.

Sólo les pido que se amen y que se respeten, cuando estén juntos y cuando estén separados, porque cuando los tres días oscuros lleguen, deberán tomar firme de la mano a sus hermanos y cruzar el abismo para encontrarme. Allí no existirán separaciones ni conflictos, porque quien no esté en armonía Conmigo no estará en unión con Dios.

Amen la Obra que les estoy confiando, esta Orden, que debe surgir a través de la humildad y la simplicidad. Recuerden Mi pasaje como María, una sierva del Señor que escuchó una Voz Superior y que confió en lo invisible, en el Sagrado Espíritu.

Cuando se lancen a la transformación de sus corazones, me tendrán a su lado, aun cuando caigan y sientan que todo está perdido. No dejen que sus corazones se engañen con todo lo que verán; sólo lleven la Paz del Reino hacia las naciones, y compartan Mi Paz, Su Paz, con los demás hermanos.

Es hora de unificar lo que está separado desde hace siglos, ésta ha sido la concepción de esta Orden, que debe ser Inmaculada como Yo en el corazón y en la consciencia.

Gracias por responder a Mi Llamado.

 

Todos oran la “Oración de consagración a la Madre de la Divina Misericordia”.

 

Fray Elías: Ahora vamos a seguir orando junto con Ella. Pide que dentro de esta área del árbol, dentro de este círculo, se aproximen los pioneros de Figueira, los miembros de la Junta y del Consejo.

 

Todos continúan en oración.

 

Fray Elías: Dice que en estos días han sido tocadas un millón ochocientas mil almas a través de las oraciones.

 

Mientras todos oran los integrantes del consejo se ubican frente al árbol.

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Quiero decirles hijos Míos, que los bendigo y los amo, y que sigan haciendo florecer la semilla que han cultivado a través de Mi Corazón. Por eso estoy con ustedes en este tiempo final, para que sigan Mis pasos a través del camino profundo que lleva a Mi Reino.

Ahora los bendeciré, y escuchen el instrumento de la voz que les estoy ofreciendo.

 

Mientras se ora la “Oración de consagración a la Madre de la Divina Misericordia”, se entona el cántico “Ave María”.

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

El Reino me está llamando, por lo que contestaré las tres preguntas.

 

En este momento, Madre Shimani y Fray Artur leen, una a una las tres preguntas que han sido escogidas al azar. Preguntas que la Madre Divina responde a través de Fray Elías.

 

Luego de las tres preguntas la Madre Divina se despidió diciendo:

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Ahora regreso. Hasta mañana.

Continúen en oración Conmigo por los que llegarán.

Gracias por responder a Mi Llamado.

 

Fray Elías: ¡Todos, miren hacia arriba! Tal vez no vean nada, pero Ella nos saluda de entre medio de esas nubes.

 

En gratitud y despedida se entona el cántico “La Mujer que nos guía”.