Miércoles, 20 de enero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

De la misma manera como el enemigo intenta debilitar las diferentes religiones en Medio Oriente y mezcla intereses económicos y de poder con conflictos religiosos para que la humanidad ya no quiera religarse con Dios, así también el enemigo debilita el papel de la consciencia indígena en el mundo, colocando a los pueblos originarios frente a las llamadas “tecnologías”. El adversario de Dios intenta imprimir en la consciencia humana la idea de que los pueblos indígenas son primitivos y, siendo así, atrasan la evolución del planeta en general.

¡Estén atentos, porque este es un pensamiento destructivo y que los desvía de los Planes de Dios!

Como les dije anteriormente, los pueblos originarios que se mantuvieron fieles al principio puro de su existencia son guardianes de atributos primordiales del espiritu para el desarrollo de la humanidad.

Los indígenas se mueven y actúan basándose en la intuición, en la sabiduría, en el sentir del corazón, en la unión con la Naturaleza y en la reverencia a lo sagrado. ¡Imaginen al ser humano sin estos atributos espirituales! Perdería su vida, su esencia, su vínculo con Dios.

Que la misión en Chaco no sea solo para prestar un servicio, sino que también ustedes se permitan vivir un intercambio mutuo: proteger, amparar y auxiliar a aquellos que los mantienen espiritualmente unidos a la Sabiduría de Dios.

Estas dos misiones, tanto para Medio Oriente como para Chaco, deben renovar los principios de la fe, de la fraternidad y de la unidad en el corazón humano. Todo servicio, toda oración y toda liberación deben tener ese propósito, porque con fe, fraternidad y unidad, el corazón podrá un día conocer el amor.

Estén en una postura de mucha humildad, porque tanto en una misión como en la otra, aunque tengan muchos recursos para ayudar, al colocarse en una postura de aprender, además de auxiliar en grandes procesos de liberación espiritual, atraerán hacia sus consciencias muchos códigos de madurez y sabiduría.

La humildad es la clave del servicio. Aquel que sirve con la intención de ser un puente entre Dios y la humanidad, trascendiendo sus expectativas y aspiraciones, cumplirá con el Propósito del Señor, no solo para su meta de servicio, sino también para la propia transformación y la transformación de la consciencia humana en su conjunto.

Yo los amo y, en omnipresencia, acompaño tanto a las dos misiones como a todos los seres orantes que las amparan. Que todo sea por el cumplimiento de los Planes de Dios.

Que la paz y el amor se establezcan en el mundo.

San José Castísimo