Sábado, 10 de agosto de 2019

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Abre tu corazón y te mostraré que Mi presencia está más allá de lo que tus ojos pueden ver y que Mi silencio revela más misterios que mil palabras pronunciadas todos los días. 

Abre tu corazón y te mostraré que el camino de renuncia es un puente que el alma crea para cruzar los abismos del mundo y llegar a Dios.

Abre tu corazón y te mostraré que los misterios universales se encuentran cuando permites que todo concepto sobre ti mismo se pierda. 

Abre tu corazón y te mostraré un camino silencioso y humilde, revelado y profundo; el mismo camino que le señalé a María Santísima cuando expiré en Sus brazos; el mismo camino que Ella Me mostró a través de su mirada, cuando Me dijo: "ve". 

Abre tu corazón y deja ingresar en tu interior la libertad del vacío, la profundidad de saberse unido a todas las cosas, más allá de los sentidos, de los sentimientos o de los pensamientos. Deja que se te revelen los sentidos de Dios, de Su Esencia, de Su Corazón.

Te quiero mostrar un camino nuevo, un ciclo nuevo, en el cual Mi Corazón estará contigo y te enseñará a encontrar el infinito en tu propio corazón, a través del silencio y de la simple unión con Dios 

Siente, hijo, en tu corazón, el mismo amor que sintió tu Madre Santísima y el pequeño Niño Jesús cuando, en silencio, vieron a Mi Espíritu fundirse con el Espíritu Divino y descubrieron la esencia de la Eternidad, de la Omnipresencia. 

Mi Corazón respira en el Soplo de Dios y vive dentro de Su Gracia; por eso, siempre Me encontrarás, silencioso como el aire, en todos los instantes de la vida. 

Abre tu corazón para un nuevo ciclo, un nuevo tiempo, un tiempo que será vivido por toda la humanidad, un ciclo que será vivido por toda la Creación. 

Llegó el momento de subir al Calvario de este mundo, de descubrir lo que es ser un ser humano. Ya tienes todas las llaves para eso; ahora, camina rumbo a la cruz, rumbo a la revelación del Amor, rumbo a Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo