Miércoles, 8 de junio de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE ENTRE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA Y EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El gran secreto de la pacificación del corazón está en vigilarse a sí mismo todo el tiempo y elegir vivir en el Corazón de Dios, independientemente de las influencias internas y externas de este mundo.

Clamar por la paz es el inicio de un camino, es adentrarse en el espíritu que los llevará a una senda infinita de transformación, aunque la paz sea lo que la humanidad y el planeta más necesitan, buscarla no está entre las prioridades del corazón humano.

La paz es un estado de unión con Dios, estado en el cual, por un instante, la consciencia se disuelve en la Consciencia Divina del Padre Creador, y allí ya no hay individuos, sino la plena unidad.

La paz es un estado de plenitud espiritual. La paz es cuando las consciencias experimentan lo que en verdad son: partículas de vida divina.

Muchos confunden la paz con el hecho de poder hacer libremente la propia voluntad, de poder afirmar en sí mismos sus personalidades. Muchos creen que buscan la paz, no obstante tratan de establecer la propia comodidad y el propio parecer.

La verdadera paz no está separada de la vida espiritual, no es algo material. La verdadera paz refleja la alegría común entre los corazones. En la verdadera paz, los espíritus se tornan plenos juntos, porque no hay diferencias, solo hay unidad y comunión con el Creador.

Busquen la verdadera paz, que proviene de la unión con Dios.

Proclamen la paz, vigilando en sí mismos aquellos aspectos de la consciencia que los separan de Dios y del prójimo y que no les permiten crecer en espíritu.

Clamen por la paz, sabiendo siempre que clamar es solo el primer paso.

Sean pacificadores, con la certeza de que el espíritu de la paz desciende al mundo cuando los seres deciden vivirlo.

Vivir la paz es lo que transformará la consciencia planetaria.

Paz es unidad; unidad con Dios, con los Reinos de la Naturaleza, con el prójimo; unidad con el Plan y disposición absoluta para vivirlo con armonía.

La paz es la expresión de la Verdad en los seres. Ser lo que se es, es estar en paz. Crear las condiciones para que el prójimo se pueda encontrar es sembrar la paz. Donde existe la Verdad no existen conflictos.

En el final de ese camino, descubrirán que el Creador, que es Único, contiene en sí todas las cosas y todos los atributos, por los cuales claman y que tanto buscan, los encontrarán a todos juntos dentro de la propia esencia. La unidad será el resultado de la concreción de los Planes de Dios. La unidad es develar todos los misterios. Ustedes descubrirán en la propia esencia el sentido de la unidad. Descubrirán que, en la diversidad de la Creación, dentro de cada criatura, existe algo único, inmutable e incorruptible: Dios.

Hoy hijos, Yo solo los llamo a que quieran descubrir un poco del Dios que habita dentro de ustedes, y es en Él que aprenderán a vivir la paz como principio de la unidad y la unidad como establecimiento de la paz.

San José Castísimo