Jueves, 9 de junio de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Estábamos en el Centro Mariano de Aurora, Uruguay, y era el día del Trabajo Grupal de Reparación, un encuentro quincenal de actividades grupales de servicio, instituido por San José. Trabajamos durante la mañana y, al medio día, nos reunimos para recibir Su mensaje diario.

Mientras orábamos el Devocionario al Castísimo Corazón de San José, comencé a ver que algunas puertas se abrían en el suelo y a través de ellas yo veía lugares oscuros, que parecían verdaderos infiernos. Veía muchos ángeles que se aproximaban a esas aberturas en el suelo y creaban alrededor de ellas canales de luz en dirección al Cielo.

Comenzaron, entonces, a salir de esos infiernos cuerpos de animales de todos los tamaños, en diferentes situaciones de sufrimiento. Los ángeles nos pidieron que continuáramos cantando y pidiendo misericordia para los Reinos, mientras ellos realizaban esa liberación.

Después de un tiempo, los portales del Reino Celestial se fueron abriendo y San José se aproximó para entregar Su mensaje. Él pidió que mientras lo transmitía, el grupo orase el rosario por los Reinos de la Naturaleza. Durante todo el tiempo que San José estuvo con nosotros, los ángeles ayudaban a la consciencia de los Reinos.

San José me mostró varias imágenes de mataderos y de almas de animales quedaban aprisionadas en situaciones de sufrimiento. Después, me mostró imágenes de laboratorios donde se manipulaban genéticamente a los animales y se creaban animales sin pelo, sin plumas, deformados, solo para el consumo. Él explicaba que esos animales no contienen en sí una esencia divina, porque no fueron creados por Dios, sino por el hombre, y el hecho de que los seres humanos manipulen la vida de esta forma es lo que hace que la vida espiritual del planeta muera poco a poco.

San José explicaba que el hecho de que los seres humanos maten y coman animales está quitando de la humanidad su capacidad de amar, y se comienza a confundir el amor con el sentimiento de posesión, o sea, creemos que amamos, pero en el fondo solo queremos poseer, por ejemplo, a nuestras familias. Dijo que poco a poco el amor se va apagando en las esencias, sin que lo percibamos.

Él mostraba todo eso mientras transmitía Su mensaje.

 

El sustento de la vida planetaria proviene no solo de la evolución humana, sino también de la evolución de todos los Reinos de la Naturaleza. Para que haya vida, debe haber equilibrio entre todas las manifestaciones de Dios en cada una de Sus criaturas.

Hijos:

Hoy y siempre les pediré que clamen por los Reinos de la Naturaleza y que construyan en sus vidas la unidad con los Reinos, unidad que la humanidad no supo vivir. La degradación de la consciencia humana ocurre en parte por la incapacidad de muchos de aprender a través del amor y de la donación de los Reinos.

La falta de amor y de compasión en el corazón humano, que hace que los hombres maten y coman animales, está haciendo desaparecer la posibilidad de amar de muchos corazones. La consciencia humana está sustituyendo el sentido del amor por el sentido de la posesión y no percibe que, en lo profundo de su esencia, cada vez más se oculta la llama del verdadero amor.

Si no son capaces de amar a los Reinos de la Naturaleza y matan y comen animales, ¿cómo podrán clamar por la paz entre los hombres?

¿Cómo podrá el corazón humano dejar de matarse los unos a otros, si cada día crece el ansia de matar animales?

Hijos, llegó la hora de que la humanidad profundice su camino espiritual, porque ya no serán suficientes algunos instantes de oración si en sus vidas no fuesen consecuentes con lo que piden.

¿Cómo serán instrumentos de Dios para el descenso de Su Paz si no son pacíficos con los Reinos, si no son amorosos ni cuidadosos con la vida que está a su alrededor?

¿Cómo querrán establecer el equilibrio interno y psíquico en los seres, si a diario crean el desequilibrio en el mundo interior de los animales, que ya nacen sintiendo la angustia del sufrimiento?

Hoy quiero revelarles que el progresivo desequilibrio psíquico y emocional que viven los seres humanos y el aumento de las enfermedades sin cura que muchos están padeciendo son causados por el desequilibrio en la consciencia de los Reinos de la Naturaleza.

El hecho de manipular la vida en laboratorios para crear animales y vegetales solo para el consumo material está generando en toda la consciencia planetaria* un desequilibrio que desestabiliza a las almas. Esos animales y vegetales creados en laboratorios no contienen en sí la esencia que proviene del Creador y son materia sin vida espiritual. Esto significa que la vida espiritual ha comenzado a morir en la consciencia planetaria. De esa forma, los seres humanos pierden la posibilidad de amar y de unirse a Dios, así como ocurre con los Reinos de la Naturaleza.

Hijos, existen muchas realidades que ustedes ignoran y por eso no comprenden la importancia de que, más que orar por los Reinos, sean ejemplos de cuidado y de amor por esas criaturas de Dios. No dejen que ellos pierdan la posibilidad de evolucionar, porque podrá llegar el momento en que el Creador tenga que retirar la esencia de los Reinos de la Naturaleza del planeta para que ella no se pierda por la manipulación de los hombres.

¿Comprenden ahora la urgencia de los tiempos?

Así como esos acontecimientos, muchos otros están siendo evitados por sus oraciones, sin embargo es necesario algo más. Es necesario un ejemplo que se irradie al mundo y que demuestre que el amor todavía vive en el interior de los seres y que aún es posible vivir en comunión con las diversas formas de vida de este mundo y de todos los otros.

Hoy les agradezco a todos los que conscientemente trabajan para ayudar a los Reinos de la Naturaleza, porque muchas
veces, sin saberlo, son los guardianes de la vida, son los sustentadores de la existencia espiritual de los Reinos en el planeta.

Es por el despertar de la humanidad que les digo estas cosas.

Yo los bendigo y les agradezco nuevamente por escucharme y por vivir lo que les digo.

San José Castísimo