Miércoles, 13 de julio de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Bienaventurados los puros de corazón y valientes de espíritu, los que serán llamados débiles a los ojos del mundo, porque renunciarán a los placeres de los sentidos y a las fuerzas capitales.

Bienaventurados aquellos entre los hombres que no temen perderlo todo, ni a sí mismos, para encontrar a Dios; los que renuncian a los méritos y a las honras de este mundo, porque saben que la mayor riqueza es ser nada y no tener nada, para entonces ser colmado por el Creador.

Bienaventurados los que no tratan de dar forma a las Palabras de Dios con su comprensión humana, sino que rompen las barreras de la propia mente para ingresar en la Sabiduría divina.

Bienaventurados los que verán las ruinas del mundo con ojos de compasión y no de temor; los que saben que el verdadero Reino, eterno e imperecedero, se edifica solo en el espíritu.

Bienaventurados los que escucharán las profecías que vienen de Dios y se prepararán para vivirlas como su mayor verdad; los que no esperan que los acontecimientos se manifiesten para comenzar a creer en las Palabras divinas.

Bienaventurados los que son humildes de corazón y simples de espíritu y pueden percibir la Presencia de Dios cuando Él se aproxima; aquellos que tendrán los ojos limpios para ver y comprender la Verdad en los tiempos que vendrán.

Bienaventurados los que beben de la oración y de la Gracia de Dios y la dan de beber a otros del cáliz de las acciones misericordiosas. Ellos prepararán la llegada del Reino y, a pesar de ser los últimos en entrar, tendrán su lugar a la derecha de Aquel que está a la derecha de Dios y lo adorarán eternamente.

Bienaventurados los que no se saben bienaventurados, pero que buscan la Gracia y la Misericordia Divina perpetuamente.

San José Castísimo