Jueves, 1 de octubre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El principio de todo aprendizaje en este mundo debe ser el amor, la vivencia del amor, de la unidad y de la fraternidad, y dentro de esos tres atributos encontrarán todas las demás virtudes
que componen el Sacratísimo Espíritu de Dios.

Del universo, sus espíritus los observan permanentemente. Algunos aprenden con el amor que se desarrolla en aquellos de ustedes que cumplen con la Voluntad de Dios; otros aprenden con el amor que reciben del prójimo, y otros aprenden observando los registros generados por los errores del pasado y que se reflejan en la materia. Pero todos aquellos que llegaron a este mundo algo tendrán que aprender.

Cuando un niño va a la escuela, puede aprender muchas cosas. Algunos aprenden todo lo que la escuela tiene para ofrecer; otros solo aprenden con la consciencia grupal y muy poco de lo que la escuela les ofrece; y otros no se abren para aprender nada, e incluso, dificultan mucho el aprendizaje de los demás. Sin embargo, estos últimos crecerán y, desde una mirada más madura, podrán observar la oportunidad que tuvieron. A partir de ese momento se dará su aprendizaje y, por haber participado de esa escuela, algo llevarán en sus consciencias.

Ustedes están en la escuela más amplia y profunda de toda la Creación de Dios. Aquí se sintetizan todas las enseñanzas del universo. De la postura de cada uno delante de los Maestros y Guías de esta escuela resultará el desarrollo de la humanidad.

Mientras ustedes tengan la gracia de permanecer aún en este mundo, intenten sin demora aprender en él todo lo que aún no pudieron conocer. Den de sí a los demás, dónense lo más que puedan, no solo a los pobres, sino a todos y a todo.Traten de descubrir el poder del amor y pidan a Dios que conduzca sus pasos, pues Él los escuchará. 

Yo los bendigo y les agradezco por abrirme las puertas de esta gran escuela del corazón, para enseñarles la esencia del Proyecto de Dios para la humanidad.

San José Castísimo