Viernes, 31 de diciembre de 2021

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN MONTE SUBASIO, ASÍS, PERUSA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, POR LA CONMEMORACIÓN ANUAL DE LA MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo Soy la Madre del Mundo, Soy la Madre de las Montañas.

Y hoy están aquí, en este lugar, como parte de esta humanidad, representando a toda la raza, a todas las almas y consciencias que están en algún punto de esa subida de la montaña; momento en el cual la cuesta arriba se hace más difícil y dura para todos, porque este es un momento de inflexión, en donde un cambio no solo en la consciencia, sino también en lo material, se tiene que dar. 

Pero mientras el mundo, es decir la raza humana, no haga silencio y vaya hacia dentro de sí, el Plan de Rescate no se cumplirá.

En el fin de este año, no solo vengo con toda la Gracia de Dios para volver a bendecirlos y para volver a estar con ustedes, sino vengo con un Mensaje de advertencia, pero también con un Mensaje de despertar. Este es el tiempo de cruzar el gran portal de la salvación y del rescate que la Jerarquía les está presentando.

Sabemos que no todos escuchan Nuestras Palabras, que no todos practican Nuestros Mensajes, que muy pocos son el ejemplo de una vida crística y fraterna sobre la superficie de la Tierra. Pero hoy, no vengo a indicarles sus errores, sus culpas o sus traumas; hoy, vengo a pedirles que sigan subiendo, cuesta arriba, esa montaña, porque en la cima estará su liberación.

Allí, encontrarán a Mi Hijo, el Resucitado, el Resplandeciente, el Verdadero Cristo que hasta ahora nadie ha conocido. En la cima de la montaña, reconocerán Su verdadera Faz y sabrán profundamente de donde Él viene y cuál fue la razón de haber sido creado.

Él usó una imagen para que todos lo pudieran comprender, pero en Su Corazón y, sobre todo, en Su Espíritu, en Su Divinidad estaba Dios. Era la forma de que el mundo pudiera comprender Su Mensaje de salvación y el anuncio de que el Reino de Dios vive y mora dentro de cada ser.

Ahora, todas las religiones también deben ser rescatadas y reerguidas, porque en estos tiempos de tribulación las consciencias pierden el sentido de su espiritualidad.

Yo los llamo a estar atentos, los llamo a estar vigilantes, los llamo a ser colaboradores de la paz y del bien en esta humanidad. Por más que puedan ser actos pequeños y hasta insignificantes, los invito y los llamo a seguir haciéndolos.

Todo el bien que pueda ser generado en esta raza humana, aliviará el caos de estos tiempos y permitirá que el Armagedón, la gran puerta del Apocalipsis, sea más pasajero para todos y no más doloroso como lo es hasta hoy.

De esa forma, los que se sirven de los más marginados, los que se aprovechan de los más pobres, retirando los bienes que Dios les envía para poder sobrevivir y rehacer sus vidas, los hacen vivir en una injusticia global. Por eso, la Jerarquía se une, en este momento, para trabajar también en aquellas situaciones muy materiales, aunque no lo parezca. 

Pero el estado de la consciencia, del despertar y del discernimiento de cada ser, les proporcionará la sabiduría que necesitan para seguir adelante.

Yo vengo aquí, una vez más, como una Mensajera de Dios; porque, junto con ustedes, estoy subiendo esta dolorosa montaña que es la consciencia corrupta de la humanidad; es este calvario planetario que todos están atravesando, algunos con mayor contundencia y otros con mayor alivio; pero si se unen a Mi Espíritu Mariano, a Mi Espíritu de Amor y de Fraternidad, muchas más almas serán tocadas para que puedan despertar y tomar consciencia de que, hasta los días de hoy, estaban dormidas.

Yo vengo también como la Sierva de Mi Hijo, el Cristo. Vengo, en Su Nombre y a Su pedido, para decirles este Mensaje: no se dejen arrastrar, en este momento, por las adversidades del mundo, por todo lo que hacen los gobiernos, por el condicionamiento que las almas viven en este ciclo, a pesar de estar sumergidos y presionados por un sistema global, sigan adelante.

Que su fe los lleve a trascender todas estas situaciones. 

Que su amor por el Plan de Dios los lleve a superar todas estas situaciones.

Y que sean capaces, en este momento, de amar como Mi Hijo los amó hasta la Cruz, en cada momento de Su martirio, de Su flagelación, de Su pesar y de Su dolor.  

¿Quién se ofrecerá como un gran servidor del mundo, un gran servidor humilde y pacífico, para ayudar a Mi Hijo a transmutar y liberar internamente esta situación planetaria?

Por eso, les pido, Mis amados hijos, que no se queden en lo superficial; que no permanezcan en lo material; que sean libres de ustedes mismos, de los comentarios, de los juicios, de todo lo que ven, observan o contemplan de este mundo. No sean un peso más para el alma de este planeta. Alivien la consciencia de la naturaleza y de todos los Reinos Menores; porque así, la Justicia será más leve para todos.

De esa forma, el parto planetario se aproxima, la consciencia del planeta tiembla y se estremece, porque es el tiempo del despertar; pero también es el tiempo de la purificación de este mundo, de todos los males, adversidades y errores que fueron cometidos por esta raza y por todas las civilizaciones anteriores.

Por esa razón, la Gran Hermandad Celestial se encuentra aquí, en los planos invisibles y silenciosos, en donde reina la paz, la soberanía y la verdad, para guiar a todas las consciencias posibles, especialmente a las más dormidas e ignorantes.      

Por eso, abriendo Mis brazos y extendiendo Mis Manos hacia ustedes, Yo les suplico, amados hijos, que sigan el camino de la verdad interior. No se dejen confundir e influenciar por las espiritualidades de estos tiempos, ustedes ya lo saben y ya han escuchado que existe una única Verdad, que es Mi Hijo. Él es el Camino, Él es la Verdad, Él es la Vida para cada uno de ustedes.

¿Qué es lo que más necesitan en este momento?

Sigan remando en este momento planetario, porque la barca de Mi Hijo debe llegar a un buen puerto. Esa barca está formada por todas las consciencias servidoras del mundo, independientemente de su religión o aun de su creencia.

Yo los necesito en otro nivel de consciencia. Los necesito en lo alto de la montaña, para poder vislumbrar y comprender la realidad del mundo, porque si están a los pies de la montaña, serán sumergidos por el mal.

Abran sus ojos y, sobre todo, abran su corazón, para poder sentir lo que Yo les digo, porque este es un tiempo de gran transición, un fin de año que culmina con muchas derrotas en la consciencia de este mundo, en la consciencia de la humanidad; pero la Fe, la Paz, el Amor, la Luz y la Misericordia de Dios no han dejado de descender sobre este mundo.

Si esos atributos hubieran dejado de descender al mundo por medio de las almas que verdaderamente oran y se comprometen Conmigo día a día, ¿qué hubiera sucedido, Mis amados hijos? 

Piensen, por un momento, en todo lo que les digo. Que Mis Palabras no sean llevadas por el viento, como muchas veces fueron llevadas. Que Mis Palabras queden en el corazón de cada uno de ustedes y en el corazón de sus hermanos, porque en la Palabra de la Jerarquía, ustedes encuentran la fuerza para la superación, la fuerza para la transformación, para la trascendencia de estos tiempos.

No les venimos a pedir algo imposible e inalcanzable, les venimos a pedir lo que es real y lo que es posible, que es el cambio completo de sus vidas.

Han recibido muchas dádivas, han recibido muchos tesoros espirituales, han recibidos muchas Gracias y, hasta diría, muchas amnistías y expiaciones. Este es el tiempo de que los apóstoles de Mi Hijo, los compañeros y compañeras de Mi Hijo, estén definidos y vivan y cumplan lo que vinieron a hacer a este mundo. 

Ya no son tiempos de teorías, son tiempos de que la Enseñanza esté en la práctica, en cada detalle, en cada paso que se da día a día.

Es así, que adquirirán una consciencia madura, de una forma rápida y sorprendente, porque Mi Hijo lo necesita, Mi Hijo necesita de las virtudes y de los talentos que Él les dejó, para que Él pueda retornar. Así permitirán, Mis amados hijos, que la Obra de Dios se fortalezca en este mundo, y que en lo pequeño y hasta en lo insignificante, se pueda transformar esta humanidad.

Yo vengo con un fin, vengo con un propósito, de que cada día puedan crecer más interiormente, de que en la disposición y donación de sus vidas exista la cura para este mundo; porque, como a muchos servidores a través de los tiempos, a alguien siempre le tocará dar su vida por el otro, dar la vida por el Plan de Dios. 

Y es en eso que, en este fin de año, cada uno es llamado a pensar y a meditar, a reflexionar y a sentir en su corazón Mis Palabras que solo tienen la misión de elevarlos, de trascenderlos, de hacerlos cada vez más conscientes y despiertos delante de la realidad de este mundo cruel y difícil.

Sé que muchas veces habrán pensado que sus vidas y que sus caminos serían otros. No estoy hablando de que en sus vidas falte la felicidad o la alegría de servir, hasta de compartir en familia o en hermandad; les hablo de la postura interior, de la actitud que cada hijo Mío debe tener en este tiempo. Mientras eso no suceda, mientras eso no se cumpla, mientras eso no se realice, las Gracias permanecerán guardadas en el Cielo.

Ustedes deben seguir abriendo las puertas del universo, porque hay consciencias que están definidas a no querer cambiar y eso es algo que solo lo podrá resolver Mi Hijo cuando Él retorne.

Yo los impulso a ingresar, en este próximo año 2022, bajo el espíritu de la Sabiduría Divina que conduce, guía y concreta las Aspiraciones del Padre en los tres planos: espiritual, mental y material. Que esta importante red de almas, esta importante red de luz, de amor y de servicio, formada por ustedes, se expanda y alimente a todos los corazones posibles que esperan por una oportunidad. 

Dejo Mi Luz y Mi Paz en este momento, bendiciendo así al mundo entero en este día, en este último día del año 2021; para que no solo los principios espirituales sean respetados por la humanidad, sean valorados y reconocidos, sino también los principios materiales, la dignidad humana, el bien común, la fraternidad y el amor al prójimo, el auxilio al necesitado sean la tónica que movilice a las consciencias; para que la gran deuda de este mundo sea aplacada por el servicio, el amor y la paz de los que se donan verdaderamente; y esto ayude a que también las religiones se donen más, y aun que los no creyentes también se donen para que se den cuenta de que todos son hijos de la Fuente.

Les agradezco por tener la valentía de escuchar Mis Palabras y detener la atención en cada una de Mis Palabras, en cada parte de Mi Mensaje.

Yo Soy la Madre del Mundo, la Madre de la Nueva Humanidad, la Reina de Aurora.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Viernes, 24 de diciembre de 2021

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL 25 DE DICIEMBRE DE 2021

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Traigan aquí al Niño Rey. 

He aquí, Aquel que ha dado la vida por el mundo y que la seguiría dando por toda la eternidad.

He aquí, el Niño que fue profetizado y anunciado por los ángeles.

He aquí, el Mesías, el Redentor y Salvador que, en Divinidad y Espíritu, hoy renace en el corazón de los hombres, en todos los seres de buena voluntad.

He aquí, Aquel que los ama, que los conoce profundamente, que los espera, y que los aguarda con Su Corazón abierto para que reciban Sus Gracias y Sus Misericordias.

He aquí, el Hijo de Dios, el Hijo de David, Aquel que fue visitado en la simple y humilde Gruta de Belén por los pastores y por los Reyes del desierto.

He aquí, Aquel que estuvo en los brazos de San José y en los brazos de la Madre de Dios.

He aquí, Aquel que sabía lo que venía a cumplir en este mundo y que no dudó ni un momento de todo lo que Dios le pidió desde el principio de Su Nacimiento hasta Su Muerte en la Cruz.

He aquí, el Dios de la Vida, el Dios de la Misericordia, el Dios de la Paz.

Que en esta Natividad se reencienda en ustedes el Cristo Interno y que, al igual que el Niño Jesús, ustedes puedan estar en los Brazos de Dios, en los Brazos de la Madre Divina.

Y tengan algo muy presente en la memoria de cada uno: que Aquel que nació en el Humilde Pesebre de Belén; Aquel que predicó, curó, exorcizó y liberó a las almas de este mundo; Aquel que cargó la Cruz del mundo y llevó sobre Sus Espaldas todos los pecados del mundo, como los lleva en Su Corazón hasta los días de hoy; el Niño de la Anunciación, hoy el Rey y Gobernante de este universo, será el que retornará en Victoria y en Luz a este mundo en tinieblas, para que vuelva a erguir a las almas hacia el Corazón de Dios, para que separe la paja del trigo, para que convoque a todos los que siguieron Su Camino a través de los tiempos y de las generaciones.

He aquí, Quien fue bendecido y protegido por la Sagrada Estrella de Belén; Aquel que vendrá entre las nubes como lo anunció a Sus compañeros y a todos los que lo seguían en aquel tiempo.

He aquí, la Presencia de Dios, vivo en los Sacramentos y, especialmente, en la Sagrada Eucaristía. Dios se hizo hombre, se hizo humilde y simple, se hizo pequeño y hasta inofensivo para que lo pudieran comprender, reconocer y amar.

Es este Amor del Pequeño Niño Jesús que hoy puede nacer en sus almas y corazones, que hoy está presente, que hoy desciende al mundo en Espíritu de Amor y de Gracia; porque sépanlo bien, Su Amor es inmutable, Su Amor es intransferible, Su Amor es eterno, Su Amor es divino y sublime.

Este es el Niño que estuvo en Mis brazos, como hoy ustedes pueden estar en Mis brazos, confiando plenamente, a pesar de las pruebas y de los desiertos, a pesar de los embates y de los desafíos o aun a pesar de las dudas, que el Cristo Interno de cada uno de ustedes puede volver a renacer.

Comprendan este Mensaje que hoy les traigo, porque el Pequeño Niño nació en un Pesebre, para que todos comprendieran la inmensidad de la Humildad de Dios, y que Su Poder no se basa en autoridad, en monarquía o en imposición. Su Poder es regido por el Amor, y ese Amor, es el que a través de los tiempos y de las generaciones, ha conducido y guiado a las almas. Es ese Amor el que desciende de la Fuente por medio de la Natividad del Señor.

Ahora, como este Pequeño Niño, siéntanse por un instante en Mis brazos, en los brazos de la Madre de Dios. Y, por un momento, así como lo estuvo Jesús en los brazos de la Sierva de Dios, siendo cuidado, acompañado y hasta acariciado por Mis besos, sientan, en su Cristo Interior, el gran beso de la Madre de Dios.

Recuerden cuando eran niños pequeños, tal vez no tengan memoria, pero sí sus madres de la Tierra saben lo que fue ese momento, no solo para ellas, sino también para sus familias.

¿No es maravilloso, hijos Míos, estar regocijados por el Amor de Dios, sabiendo que ese Amor es sencillo y que renueva todas las cosas?

Por eso, confíen que están en Mis brazos y que todas sus dudas se disuelven, todas sus amarguras y tristezas desaparecen, e impulsados por Mi Amor, el Amor de la Virgen de Nazaret, vuelven a sentirse en Mis brazos por un momento; para que sepan que, a través de Mi Corazón, Dios los ama y ama al mundo entero a pesar de sus errores, de sus equivocaciones y hasta de su distanciamiento de Dios.

Junto a los ángeles, que hoy Me acompañan, alegremos el corazón, porque el Niño Rey ha nacido en el mundo y está retornando a todos Su Luz Divina, aquella misma Luz que brilló en la sagrada noche, en la Gruta de Belén; cuando los pastores, Reyes del desierto y hasta los pequeños animales, con su calor y cercanía, cuidaron del Pequeño Niño Jesús; mientras Su Madre Celeste, en un profundo éxtasis, al igual que San José contemplaban la grandeza del Amor de Dios en el Pequeño Niño recién nacido.

Todas las madres de este mundo saben lo que les estoy diciendo, saben lo que significa y representa haber tenido a sus hijos en brazos, haberlos amamantado, haberlos ayudado a dar sus primeros pasos.

¿No harían cualquier cosa o cualquier esfuerzo por resguardar el Proyecto de la familia, que es un Proyecto de Dios?  

¿No serían capaces de dar la vida para que los niños de este mundo que están huérfanos, solos y abandonados, tengan un digno hogar en donde vivir? 

¿O que los niños hambrientos tengan el alimento que necesitan para nutrir sus cuerpos, tengan manos en donación y servicio de hombres y mujeres de la Tierra que los puedan abrazar, besar y contener?  

¿Aún no han descubierto lo maravilloso del Amor de Dios? Por eso, Él se hizo pequeño para hacerse semejante a todos Sus hijos y criaturas.

Que este Niño, que hoy puede volver a nacer en el corazón de los que dicen sí, este Pequeño Niño los bendiga y siempre les haga recordar su inocencia y humildad interior.

Ahora, volvamos a llevarlo a Su lugar, porque recién ha nacido. 

Oremos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, para que esta simplicidad y humildad que hoy les traigo, de lo profundo de Mi Corazón Materno, despierte en muchas más almas, sobre todo, en las almas necesitadas de Amor, de Luz, de Paz y de Misericordia.

Que la Luz de la Sagrada Familia de Nazaret los acompañe y los impulse a seguir caminando, para que puedan ver las Huellas de Cristo en sus caminos hasta alcanzar algún día el Eterno Paraíso de Dios.   

Nos recogeremos con una canción que resuena mucho en Mi Corazón y que ha resonado y seguirá resonando en el corazón de Mis hijos, que es la canción “Sagrado Corazón de Jesús”. 

Porque Dios al haber nacido, ofreció Su Templo para guardar nuestras moradas. Él ofreció Su Fuego Divino y lo seguirá ofreciendo, a través del Espíritu Santo, para iluminar nuestros caminos. Ese es el Sagrado Corazón de Jesús, Fuente insondable de Amor y Unidad, que alimenta a las almas a través de Su Fuego Divino y de Su Paz.  

Los bendigo, en esta Natividad del Señor, y bendigo al mundo entero, a todos los que confían en Mí, porque Yo Soy la Virgen de Nazaret, la Señora del Santísimo Rosario, la Reina de la Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.       

Jueves, 23 de diciembre de 2021

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DE NOCHEBUENA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a escuchar ahora, el Ave María cantado por Piedad.

 

Gracias, hija Mía, por haberme cantado con tanta dulzura y devoción, porque son esta dulzura y esta devoción, que surgen de lo profundo de Mi Maternidad, que hoy quiero compartir con todos Mis hijos. 

Porque, al igual que tuve a Jesús en Mis brazos, hoy quiero tener en Mi regazo a cada uno de ustedes, porque Soy la Madre de la Esencia Crística, de los Cristos del nuevo tiempo, de los Apóstoles de los últimos tiempos, de todos los que deben permitir en esta hora crucial del planeta que el Cristo Interno pueda renacer.

Este es un compromiso anual de todos. Cada vez que se aproxima la Natividad del Señor, coyunturas celestiales y cósmicas se aproximan al planeta, semejantes a aquella coyuntura especial de la Estrella de Belén.

¿Qué será lo que verdaderamente sucedió en aquel tiempo, cuando la Estrella de Belén no solo en este planeta, sino también en todo el universo, anunciaba y guardaba la llegada del Mesías?, porque su presencia protegía ese gran acontecimiento.

Hoy, después de dos mil años, sus corazones vuelven a estar ante el mismo acontecimiento; pero ahora, de un acontecimiento interior y espiritual que Yo vengo a acompañar, y a ayudarlos para que lo puedan vivir, porque Mi Hijo tiene todas Sus Aspiraciones en Sus Manos, aguardando el momento más propicio para cumplir esas Aspiraciones de Dios, que son Sus promesas, y para que esas promesas se puedan cumplir en cada uno de Mis hijos.

Por eso, les vuelvo a decir que, como Madre, como Sierva y como Guardiana de los corazones del mundo entero, sé que esta humanidad no vivió ningún otro tiempo como este, un tiempo doloroso, un tiempo de gran indiferencia y, diría, de gran crueldad   ¡

Pero Yo les pido, hijos amados, que en esta coyuntura especial de la Natividad del Señor y a las puertas de poder renacer Cristo en cada ser, coloquen su mirada en lo Alto, porque desde lo Alto, desde la Fuente Única, desde el propio Padre Celestial y de todos Sus ángeles, llegará la ayuda que el mundo necesita. Porque ustedes, como raza, como civilización presente en la superficie de la Tierra, están en un momento semejante al que estuvo la humanidad hace más de dos mil años.

¿Por qué esta coyuntura, tan semejante, vuelve a suceder en este ciclo definitivo? 

Porque es necesario, hijos amados, en cada nueva Natividad del Señor que celebran y que contemplan con el corazón, que renueven sus votos internos.

¿Será que Mi Amado Hijo necesita que renueven sus votos internos para que pueda renacer el Cristo Interior en cada tiempo?

Yo les puedo decir que sí, Mi Hijo necesita que renueven sus votos anualmente, porque es la forma de que sus consciencias comprendan el sentido del Plan de Dios. 

Sé que, en un punto de la consciencia humana, el Plan de Dios no es comprendido. Pero si en cada nueva Natividad del Señor, ante la oportunidad de renovar sus votos internos cada año, ustedes aman con fervor y devoción este misterio, como en este momento lo están amando, ¿cuánto más podrían comprender y sentir el Plan de Dios, y que dejara de ser algo abstracto e inalcanzable para todos?

Pero tengan presente una cosa, Mis amados, que es muy importante que comprendan: si están nuevamente en un momento semejante al que estuvo Mi Hijo Jesús, hace más de dos mil años, es porque están ante la oportunidad de presenciar en su interior no solo el Cristo Interno, sino que están ante la oportunidad, delante del Sagrado Pesebre de la Familia de Nazaret, de poder comprender que el Plan de Dios es humilde y simple, así como el Nacimiento de Cristo fue humilde y simple.

Porque es a través de esa simplicidad y humildad, de esa pura sencillez del corazón, que Dios realiza Su Obra en este mundo y en otros.

Los invito a preparar con alegría y, diría, con entusiasmo, fervor y esperanza, el Renacimiento de Cristo en cada corazón humano; porque no hay otra salida para esta humanidad, ante todo lo que vive y sufre diariamente. 

Si las almas se vuelven a Dios, si las almas se vuelven hacia su Cristo Interno, ¡cuántas situaciones podrían ser evitadas y resueltas!

Aún Mi enemigo sigue trabajando en contra del Plan de Dios. Pero que la fuerza y el poder del amor, que ustedes sienten por el Nacimiento del Pequeño Niño de Nazaret, sea la premisa y también sea el impulso que los lleve a trascenderse a ustedes mismos y, así, puedan trascender estos tiempos.

Porque si Dios encarnó a través de Su Hijo, en un Humilde Pesebre, para entregarse por el mundo entero; ustedes, en esta analogía del Renacimiento de Cristo en el corazón humano, ¿cuánto más se arriesgarían a hacer por el cumplimiento de la Voluntad del Padre, ante el incumplimiento del Plan de Dios que muchas almas viven?

Pero hoy, con dulzura y devoción, coloco a sus Cristos Internos en Mi regazo y, así, coloco a sus almas; coloco en Mis brazos su vida y hasta todas sus situaciones internas, porque sé que, en este tiempo, así como muchos aprenden a renacer en Cristo, día a día, también muchos de Mis hijos aprenden a cargar su propia cruz, que es la cruz de la deuda de este mundo.

Pero Mi Amor, dulzura y devoción, en nombre de Mi Hijo, vienen a renovar todas las cosas y a todas las consciencias posibles que abran su corazón para acoger la Natividad del Señor.

Les agradezco profundamente, una vez más, por la “Novena por la Reconsagración de las Familias a la Sagrada Familia de Nazaret”, porque han permitido que Nuestros Tres Sagrados Corazones: el Sagrado Corazón de Jesús, el Inmaculado Corazón de María y el Castísimo Corazón de San José, los Tres juntos al mismo tiempo, hayan podido intervenir en la situación delicada de muchas familias del mundo entero, no solo separadas por esta pandemia, sino también separadas por el asedio de Mi enemigo.

Que para el núcleo de las familias que hoy se reconsagran, ante las Aspiraciones y el Plan de Dios, sea un momento de alegría, de júbilo, por poder reconstruir el Proyecto de Dios en esta humanidad, más allá de todo lo que siga sucediendo. 

Si las familias imitan a Nuestra Sagrada Familia de Nazaret, ¡cuántas situaciones podrían resolverse en el mundo!

Si las familias viven la oración, los Sacramentos, la Adoración y el servicio a Dios como medios de reparación, de alivio del sufrimiento y de cura de esta humanidad; y si esto se multiplicara en todas las familias del mundo, ¿cuál sería el efecto de ese gran movimiento?   

Porque en verdad, Mis amados, es una actitud interna la que Yo los invito a vivir en este tiempo, que es la misma actitud interior y espiritual que el Corazón de su Madre Celeste y el Corazón de San José vivieron en aquel tiempo, días previos al Nacimiento de Cristo, siguiendo en obediencia el Llamado de Dios.

Esto es lo que siempre deben recordar las familias: seguir en obediencia y en oración el Llamado de Dios. Así, estarán protegidos, todos los miembros de la familia, de las influencias de estos tiempos, de las interferencias de estos tiempos y de las tendencias de estos tiempos; porque el Proyecto de Dios en cada familia del mundo aún es importante, no está desestimado.

El Proyecto de la célula de la familia ha sido transgredido e interferido, y esto es lo que debe ser reparado por cada miembro de la familia. Es un compromiso interior de cada miembro de la familia que las dádivas, aspiraciones y hasta los tesoros internos del Padre Celestial estén resguardados en la célula de cada familia de este mundo.

Hoy, de manera especial, la Virgen de Nazaret contempla y acoge en Su Seno, en el Vientre Purísimo de la Madre de Dios, a todas las familias refugiadas, desplazadas y descartadas por sus hermanos de este mundo; porque, a pesar de las diferencias o de las creencias que viva esta humanidad, no se olviden de que ante el Padre no solo todos son Sus hijos, sino también todos ustedes son hermanos en un mismo Proyecto y en una misma Aspiración. 

Y eso no cambió; por eso, los invito a mirar a través de Mis ojos lo que Mi Corazón siente y ve de todas las familias refugiadas y de la urgente necesidad de buscar una solución duradera, real, para todas las situaciones de las familias del mundo, no solo las refugiadas, sino también las familias divididas por la discordia y la desunión.

Que el Sagrado Amor, que fue expresado en la Gruta de Belén, hoy esté presente en todos los hogares que escuchan este Mensaje; porque Mi aspiración es que no solo sean buenas personas, sino que sean dignos hijos de Dios.

En el silencio de Mi Corazón, intento reparar a los mundos internos, a todos los que tienen necesidades que deben ser atendidas por el Cielo, por los Sagrados Corazones.

Por eso, les digo que, ante las puertas del Renacimiento de Cristo en cada corazón humano, todos ustedes, Mis hijos, puedan salir fortalecidos de esta prueba mundial, puedan estar firmes y decididos a seguir los Pasos de Cristo, preparando así Su próximo Retorno.

Así como contemplo, en este momento, a todas las familias del mundo como la Señora de Kibeho, aún sigo contemplando, con ardor en Mi Corazón, la aspiración de llegar a Angola.

Por esa razón, deben tener presente Mi aspiración y, por medio de sus oraciones y ofertas, proteger a Mi aspiración de descender en las tierras de Angola, para que Mi Gracia descienda sobre toda África; porque Yo Soy la Señora del Verbo, Soy la Señora de la Palabra, de la Palabra de Dios.

Y así, como en Mi regazo tengo a todas las almas del mundo que aceptan Mi llamado, hoy también tengo en Mi regazo a todos Mis hijos de la Casa Santa Isabel, en Luanda, que a pesar de la adversidad, de la tempestad o aun de los asedios, siempre han sido y siguen siendo valientes, porque aun sin percibir que el amor y la fe de sus corazones mueven montañas, mueven acontecimientos que no son vistos ni percibidos por la mayoría.

Espero que esa fe, ese amor y esa devoción, que ellos tienen a Mi Inmaculado Corazón, sigan construyendo ese puente interno que permitirá algún día, porque esa es Mi Palabra, que la Madre de Dios llegue a África, no solo para bendecirlos, no solo para consolarlos, sino también para que estén en Mis brazos, así como lo estuvo el pequeño Niño Jesús.

Les digo a Mis hijos de Angola, de la Casa Santa Isabel, que así como Yo visité a Mi prima hace dos mil años atrás, también los visitaré cuando el momento lo indique. Solo recen y no dejen de rezar; porque un punto de Luz se ha fortalecido en Angola, a pesar de las circunstancias no solo de ese país, sino también de todo el continente africano.

Mi prima Santa Isabel es la guardiana de su casa, la Casa Santa Isabel, en Luanda, y también es Santa Isabel quien los protege; porque ella fue una gran pionera de las primeras comunidades cristianas, cuando aún Cristo predicaba en Tierra Santa.

Ella sabe que la Casa de los Niños Santa Isabel, en Luanda, es una preciosa y delicada célula del Proyecto de Dios, del Proyecto de Redención de Mi Hijo; porque es así como Dios hace nuevas todas las cosas.

Seguiré rezando, en estos días, para que todos los Cristos Internos puedan despertar, y así puedan despertar los apóstoles de Mi Hijo, los que deberán llevar adelante el Plan preparatorio de Su Retorno en los cuatro puntos de la Tierra.

En honor al esfuerzo de los pequeños niños, adolescentes y jóvenes de la Casa Santa Isabel, en Luanda, deseo escuchar la canción de la Virgen de Kibeho, para que toda la humanidad recuerde que una vez la Madre de Dios apareció para salvar y rescatar a todos Sus hijos, y para decirle al mundo que la Virgen Morena es la Madre de África y de todos los que allí viven, con la esperanza de rehacer sus vidas de una vez y para siempre.

Yo los bendigo y rezo por el Renacimiento de Cristo en cada ser, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Escuchamos la canción de la Virgen de Kibeho.

Sábado, 18 de diciembre de 2021

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Como la brisa del mar y de todos los océanos, llego a este bendito lugar para bendecirlos y entregarles Mi Paz.

En este día, vengo a repetir el último llamado de Mi Hijo: que los corazones despierten en Su Amor Redentor.

Para eso, hijos Míos, ustedes deben buscar, dentro de sí mismos, al Cristo Interior. Es muy urgente y fundamental que esté presente en ustedes para que el planeta se pueda sostener, no solo en su equilibrio espiritual, sino también en su armonía material.

A través de los últimos acontecimientos de la actual pandemia las almas están confundidas, muchas están desorientadas y la mayoría no sabe, en este momento, qué camino seguir.

Díganles a todos que son Mis hijos, que estoy aquí como Sierva y Señora del mundo para que, a través de la Luz de Mi Corazón, muchos más puedan llegar a Dios, puedan retornar al Padre Celestial.

Hijos amados, este es Mi principal Mensaje para todos: dejen que el amor, que confía, renazca en el centro de su ser; para que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo puedan tener una predilecta morada en el corazón de Mis hijos.

Por eso, todos los que oran a la Madre de Dios que lo sigan haciendo, porque el Retorno del Señor está cerca y la mayoría de Mis hijos tiene que estar despierta.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los acompaña,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Lunes, 13 de diciembre de 2021

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Recemos todos juntos:
 

Ave María 
(transliteración del ruso)
(tres veces)

Raduisja, Maria
Blagadatnaja!
Gaspogy s Taboju.
Blagaslavjenna Ty sregyi zsencsin
i Blagaslavjen plot
csrjeva tvajevo
Jisus.

Svjataja Maria,
Matyerj Bozsia.
Malisj za nas grjeshnych,
Nynye i f csas smjertyi nashei.

Aminy

 

Hoy, vengo hacia Mis hijos para que vuelvan a escuchar la Voz de la Madre de Dios.

Hoy, Soy la Señora de Czestochowa, la Madre de Polonia, la Madre de toda la cultura de Europa Oriental.

Vean a la Madre de Dios con Su rostro lastimado por la impiedad de los hombres, por los conflictos y por las guerras, por la ostentación que tienen algunas naciones de colocar en juego a toda la humanidad por medio de las armas y de la opresión.

Polonia, como el resto de Europa, hace pocas décadas atrás, ya vivió la guerra dos veces. 

Casi al final de la Primera Guerra Mundial, Yo vine a Fátima no solo como la Mensajera de la Paz, sino para rescatar a Mis hijos a través de la conversión y del Llamado de Dios, el Llamado que Él les enviaba a través de Mi Corazón Inmaculado.

Pero hoy, vengo como la Señora de Czestochowa, que es la Madre de todo el pueblo de Europa Oriental, porque Su Presencia y la devoción a su Santa Imagen han trascendido todos los tiempos y todas las generaciones.

Quiero que hoy vean Mi rostro lastimado, el rostro herido de la Señora de Czestochowa, el rostro lastimado por el miedo de todos Mis hijos, por la liberación que pierden muchas almas en el mundo, por la esclavitud y la opresión del sistema mundial de este momento.

Yo vengo a pedirles que recen mucho más y, especialmente que, en esta hora tan culminante para todos, coloquen un poco más su atención en la “Oración por la Paz en Europa Oriental”. Así, ayudarán a la Señora de Czestochowa a impedir una invasión inesperada de una gran nación sobre una pequeña nación. Y, aquí, no solo está en juego el pueblo, la cultura, las tradiciones, sino que se compromete a las almas y a la vida de las personas porque no pueden vivir la paz.

¡Ya basta de transgredir las leyes!

¡Ya basta de hacer más corrupto a este mundo!

Mi Hijo derramó Su Sangre por ustedes para salvarlos y ni siquiera eso hace cambiar a los que se dicen poderosos en esta humanidad, porque desconocen el poder de la Sangre de Jesús, no solo una Sangre que redime, sino también que libera.

Hoy, quisiera traerles un Mensaje de esperanza, como tantas veces lo deseo y lo siento. Pero ahora es tiempo, Mis amados hijos, de que a través de Nuestros Sagrados Corazones todos ustedes, día a día, conozcan la verdad en Nuestras Palabras y las advertencias que les traemos a todos, no para generar miedo, sino para generar consciencia, discernimiento y sabiduría, atributos que la humanidad perdió completamente.

Pero Mi Amor abre una puerta muy grande para que los Espejos de la Misericordia se puedan refractar sobre este planeta, no solo a través de las almas orantes y fieles, no solo a través de los servidores y consecuentes, de los adoradores, de los devotos y de todos los creyentes, sino también a través de los Sagrados Espejos de la Creación, que la Madre de Dios trae al mundo cada vez que desciende para estar muy cerca de Sus hijos, para que entren en el Universo de Mi Paz.

La Paz, en este mundo, ha sido interferida. Muchas almas ya no saben lo que es la Paz, porque han perdido la paz del corazón. Pero con el esfuerzo de los que ayunan, de los que oran todos los días, de los que se consagran, de los que sirven sin nada a cambio, Mi Paz, que es la Paz de Dios, en cada nuevo encuentro Conmigo puede descender al mundo, como un suave Rayo de Luz ante tanta oscuridad, para liberar a las almas de la esclavitud y de la opresión espiritual.

Hoy, la Señora de Czestochowa viene a revelar, a través de esta Faz, lo que nunca más puede suceder en este mundo; porque todos son hermanos a pesar de las lenguas, de las naciones, de los pueblos o aun de las culturas. Aunque sean diferentes, en esencia todos son hijos de Dios, todos son contemplados por igual, están bajo la misma Gracia y bajo la misma Luz que viene a ustedes para redimirlos.

Por eso, a pedido de Mi Hijo, vuelvo a encender la Luz en el mundo para que la Luz interior, en cada corazón, no desaparezca. Porque si la Luz de Mi Hijo desaparece del corazón de los hombres o aun de la consciencia de las naciones, ¿cómo terminará todo esto?

Yo vengo a traerles este Mensaje porque es una emergencia. No puedo decirles más que esto, hijos Míos. Pero a través de Mis Palabras y, sobre todo, a través del sentimiento de Mi Amor por ustedes, hoy pueden comprender que algo serio está por suceder.

Pero aún la puerta del Cielo está abierta a través de Mi Presencia entre ustedes. Y, a través de esa puerta, sus oraciones y súplicas pueden llegar a Dios, porque los Ángeles de la Guarda pueden llevar esa oferta hacia el Corazón del Padre.

Si al menos, en este mundo, existiera más de un alma verdaderamente sincera y comprometida con la oración del corazón, ¡cuántas cosas se podrían evitar en este momento! 

No es suficiente orar, es necesario que crean en la oración y en el poder del verbo que expresa cada oración recitada.

Sigan fortaleciendo en este tiempo la red de oración planetaria, formada por todos Mis hijos en el mundo, y unan esa red de oración a todas las almas que oran al Corazón de Mi Hijo; porque así, los Espejos de la Misericordia de Dios trabajarán en este mundo y podrán transformarlo todo, y todo será aliviado.

También coloco Mi Corazón y Mi mirada en todas las necesidades y situaciones del mundo, en Mis hijos que atraviesan el cambio climático, el exilio de sus propias naciones o aun aquellos que atraviesan la enfermedad.

Pero la violencia en este mundo se ha cristalizado y eso hace del mundo un planeta en caos, en adversidad y en peligro, en un peligro inminente, porque las personas ya no se respetan y menos se reverencian unas a otras, porque solo viven la agresión y se lastiman entre hermanos.

Esto hace a la sociedad de todos los pueblos de este planeta, una sociedad vulnerable, hostil y frágil. Pero todo esto puede ser resuelto a través de la oración.

No esperen grandes resultados; porque recuerden, Mis amados hijos, que están atravesando el Armagedón y esto aún no comenzó. Por eso, es importante que se fortalezcan y que fortalezcan la unidad en sus familias, aunque estén juntos o separados. La unidad de la familia también ha sido destruida en esta última década pasada, al punto de que entre familiares no se reconocen ni se respetan.

Entréguenme todas sus dificultades y pruebas, y Yo cuidaré de sus familias. Sean pacificadores, sean instrumentos en las Manos de Mi Hijo, para que la célula principal del Proyecto de Dios cumpla con la Voluntad que vino a realizar.

Hoy, todo es urgente. Por eso, la Señora de Czestochowa se presenta para abrir los ojos de Sus hijos, ya que el cambio no está sucediendo. Por eso, debemos rezar y entrar en vigilia ante el Santísimo Sacramento del Altar, para que los Códigos del Cristo Redentor desciendan al planeta.

Hoy, vengo con una humilde petición para ustedes: que adoren Conmigo a Mi Hijo, para que acompañen el sentimiento de la Madre de Dios de que todos Sus hijos puedan salir de la oscuridad en la cual se encuentran.

Por eso, Mi Hijo necesita de víctimas de Su Amor, capaces de vivir algo, capaces de ofrecer algo que tal vez creerían que no podrían hacer, al igual que muchos santos y muchos sabios que, a través de los tiempos, se ofrecieron como víctimas del Amor de Cristo.

Este es el único remedio que tengo para poder intervenir con Mi Gracia en este planeta, que haya postulantes a ser víctimas del Amor de Dios, porque es una actitud interior que los lleva al discernimiento y a la madurez ante lo que significa el Plan de Dios para este momento.

Y antes de que pasemos, amados hijos, a la Adoración del Santísimo Sacramento del Altar, por la paz en Europa Oriental, sepan que ese será el momento en el que sus corazones y almas, en el silencio de la Adoración, podrán ofrecer a Dios cada una de sus intenciones y súplicas, no solo por ustedes, sino también por el mundo entero, por todo lo que sucede, a fin de que una mayor estabilidad se establezca y un mayor equilibrio se exprese en los corazones distanciados de Dios, en los corazones que viven la injusticia de este mundo.

Antes de eso, quiero decirles algo importante: que Nuestros Sagrados Corazones, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, en el próximo año, tendrán la Gracia de trabajar espiritualmente en los países nórdicos para llevar un Mensaje de paz y de alivio.

En ese momento, el hemisferio norte de este planeta tendrá la oportunidad de fortalecerse en los planos internos. Quisiera que oren por esa causa, ya que será una tarea importante que Mis hijos aquí, en Portugal, realizarán por todos ustedes y por la humanidad.

Por primera vez, podré ingresar en Rusia. Hace años que espero ese momento, para que Mi Corazón Inmaculado sea sembrado en el suelo de esa nación. Por eso, les pido que oren mucho por esto, para que Mis ángeles lleven adelante, junto a Mis hijos, esta sagrada misión.

Adoremos al Señor por la paz en el mundo y el fin de la guerra, de los conflictos y de todas las tensiones entre los pueblos y las naciones.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Adoramos el Santísimo Cuerpo Eucarístico de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos juntos:
 

Padre Celestial que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti,
guíanos por el Camino del Amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.
(tres veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos Señor.

Sábado, 11 de diciembre de 2021

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis hijos:

Ustedes son cristales preciosos que, día a día, están siendo pulidos por las Manos del Redentor. 

Que el mayor brillo que hay dentro de ustedes resplandezca, para que este mundo no pierda la capacidad de amar y de perdonar. 

Sus vidas son cristales preciosos en las Manos de Mi Hijo, para que siendo purificados alcancen el propósito interior que Él tiene pensado para cada uno de ustedes.

Un cristal en bruto precisa ser pulido con delicadeza y cuidado. En ese trabajo de la purificación del cristal, las asperezas son retiradas para que la belleza que hay dentro del cristal se exprese. 

En ese momento se encuentra cada uno de ustedes. No se resistan y dejen que Mi Hijo haga nuevas todas las cosas, porque Su fiel Propósito es convertir sus vidas según el proyecto que Él pensó una vez para cada uno de ustedes. Confíen y no teman. 

Algunas asperezas de la vida son difíciles de arrancar, pero no es imposible; porque el Amor de Mi Hijo llegó al mundo para demostrar a todos que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Permitan, Mis hijos, que todo sea removido de su lugar, para que el gran cristal de sus vidas refleje la belleza inconmensurable del Cristo interno, porque este es el tiempo de que los Cristos internos puedan gobernar en este ciclo, a través del Amor.

Que el Amor de Dios repare y cure a las almas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Sábado, 4 de diciembre de 2021

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Les pido que, a partir de hoy, sus vidas sean rosas en las manos de la Madre de Dios, a fin de que Yo pueda depositarlas como oferta de amor consolador a los pies de los Tronos de Dios.

Hijos amados, ser una rosa en las manos de la Madre Celeste es santificar sus vidas todos los días, a través del servicio incondicional y de la oración que brota como llama de amor y de devoción del corazón.

Las rosas de la vida son las que Yo necesito, en este momento, para justificar ante la Ley Divina todos los errores e indiferencias cometidos en contra del Corazón de Dios. 

Por eso, a través de una determinación constante y de un empeño verdadero, Mis amados, sean rosas en las manos de la Madre de Dios, para que la Madre Celeste tenga la dicha de poder interceder, salvar y rescatar a todos los que padecen y sufren en este momento.

Si son rosas en Mis manos, podrán transformar la vida en una vida digna en el Señor.

Cuando Me ofrecen rosas en Mis altares, Yo las acepto porque sé que, las flores ofrecidas por Mis hijos a la Madre de Dios, no solo tienen el fin de honrarme y de reconocerme.

Con esa simple oferta de traer flores a la Madre de Dios, Yo, como Sierva y Esclava, recojo ese cariño de Mis hijos para verter ese amor que recibo sobre los oscuros abismos de la Tierra. Así, aquellas almas condenadas reciben la Gracia de la liberación. Así, todas las almas se liberan.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto