MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que, en la víspera de la Natividad del Señor, en los corazones y también en las familias puedan nacer valores de hermandad y de amor, de solidaridad y de comprensión, para que en el mundo se pueda alcanzar la paz.

Por eso, con la mirada puesta en el Santo Pesebre, reconsagren sus vidas como familia a la Sagrada Familia de Nazaret, para que todos los valores que hoy se están disolviendo en el mundo vuelvan a surgir a través de la consciencia de Mis hijos.

A través de la contemplación del Sagrado Pesebre, recibirán en esta jornada lo mismo que la Sagrada Familia recibió como inspiración de Dios, porque tuvimos la Gracia de ser parte del gran acontecimiento que simplemente cambió la historia de la humanidad.

Hijos Míos, quisiera que, en estos últimos días de la novena por la reconsagración de las familias, coloquen en sus oraciones y dentro de la esencia del Santo Pesebre a cuantos hoy en la humanidad no podrán vivir la Natividad del Señor, debido a sus situaciones de vida y a sus condiciones.

Quisiera que la Luz, que descendió en la humilde gruta de Belén, descienda sobre las familias que más lo necesitan en este momento.

Como siempre, Yo estaré unida a cada uno de Mis hijos, a todos los que en esta próxima Natividad del Señor celebrarán solemnemente el Nacimiento de Jesús, para que así Cristo vuelva a nacer en el corazón de todos Mis hijos, a fin de que exista una humanidad más justa, fraterna y servicial.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Que, en este mes de la Natividad del Señor, ustedes, al igual que los pastores de Belén, reciban con alegría el anuncio de la llegada y del nacimiento del Cristo Interno.

Este acontecimiento, que sucede año tras año, debería ser considerado especial y único por las almas; porque, inclusive las familias se ven en la oportunidad interna y espiritual de renovar sus votos como familia; y también cada miembro de la familia, más allá de la edad, sepa que espiritualmente podrá estar ante su propio Cristo Interno y, a través de Él, más cerca del Propósito espiritual de su vida.

Por ese motivo en el mes de diciembre, la Natividad del Señor les concede también una amnistía por los errores cometidos y a su vez les otorga a las almas la Gracia de poder redimensionar sus perspectivas internas, para que toda aspiración esté bajo el amparo de Dios y de Su Voluntad.

El Nacimiento de Cristo es algo más que un acontecimiento histórico, que es recordado por todos, es un momento en el que el Sagrado Espíritu del Amor y de la Paz de Dios puede traer alivio, aceptación, claridad y entendimiento en todas las situaciones de la vida.

Este es el principal motivo espiritual por el cual las familias del mundo son llamadas a rezar a los pies del Sagrado Pesebre, para que los miembros de cada familia estén bajo la misma protección y resguardo como lo estuvo la Sagrada Familia de Nazaret.

Representa y significa la posibilidad de recibir las mismas Gracias santificantes que la Sagrada Familia recibió; a saber: la Gracia de la fidelidad al Plan de Dios, la Gracia de la unidad, la Gracia del servicio abnegado, la Gracia de la compasión y la Gracia del amor por el semejante.

Estas Gracias obraron en los Corazones de Jesús, de María y de San José, para que nuestras personas pudieran ser el ejemplo de la Presencia Divina en la Tierra.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Una vez más, los invito a todos ustedes a preparar en sus hogares la llegada de Cristo a cada corazón humano en esta próxima Natividad.

Yo los invito, de forma especial, a que preparen sus pesebres para que, como la Sagrada Familia de Nazaret, esperen la llegada del Niño Dios.

Este gesto amoroso de Mis hijos, de dedicar un espacio para preparar el pesebre, permitirá que internamente se vayan abriendo las puertas celestiales sobre el planeta para que toda la humanidad pueda ser ayudada.

Por eso, en nombre de la Natividad del Señor y por amor a todas las familias, Yo deseo que en la preparación del pesebre en cada hogar pueda comenzar a brillar la Luz de la Sagrada Estrella de Belén.

Esta unión con el símbolo espiritual del Santo Pesebre ayudará a millones de familias en el mundo; familias que, como células del Proyecto de Dios, atraviesan en estos tiempos innumerables situaciones y aprendizajes dolorosos que necesitan del bálsamo de la paz y del alivio de Dios.

En la preparación de los diferentes pesebres, en los hogares del mundo, se les concederá a los miembros de cada familia, por un momento, que tengan la Gracia espiritual de estar ante uno de los hechos de Amor y de Misericordia más importante de la historia de la humanidad.

Quisiera, como Madre, que esta próxima Natividad del Señor sea celebrada en reconciliación y perdón por todas las familias que atraviesan el horror de la guerra en sus pueblos y naciones, como también la guerra en las propias familias, a fin de que el Santo Espíritu de la Paz, de aquella Paz que colmó la Gruta de Belén, pueda estar presente en estos tiempos en todas las familias.

Recuerden, hijos Míos, que las familias son el futuro de la Nueva Humanidad. Por eso, debemos rezar por las familias para que cada familia alcance la expresión del deseo ardiente de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 109.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el silencio, intento que puedan escuchar a Dios. La falta de silencio en el mundo provoca ausencia de paz y al faltar paz en este mundo, no hay armonía.

Por eso, este es el gran momento de que las almas se vuelvan hacia su silencio interior; porque hasta el presente, Dios espera poder hablarles a Sus Hijos, a Sus Criaturas, para que escuchen Su Llamado y Su Voz, para que las almas sean conducidas hacia el Propósito y, formando parte de ese Propósito Espiritual y Divino, los corazones aprendan en el día a día a expresar Su Divina Voluntad.

Es la falta de silencio en el mundo la que provoca el caos y la guerra; es la que provoca no poder escuchar, no poder sentir ni poder reconocer todo lo que le sucede al prójimo.

Por eso, el mundo y la humanidad están confundidos, perdidos y perturbados, porque la falta de paz desorienta a las consciencias de la superficie y las aleja lentamente del Propósito de Dios.

Pero en este día, una vez más, a través de las puertas a Mi Divina e Insondable Misericordia, por medio de la Llaga de Mi Costado, Yo vengo a concederle a las almas la oportunidad de reintegrarse al camino evolutivo, para que no solo aprendan a escuchar a Dios en el silencio del corazón, sino que también sean impulsadas a llevar adelante la preparación de Mi Retorno al mundo. Y aunque esto está por suceder en la humanidad, aún en la superficie sucederán cosas muy difíciles.

A través del Verbo Divino de Mi Palabra, a través de Mi Nuevo Evangelio que nace de lo más profundo de Mi Corazón, Yo vengo a preparar a las almas para ese momento.

Mientras tanto, Yo les pido que se sostengan en Mí, porque en Mí podrán seguir adelante a pesar de los tiempos de tribulación y de oscuridad; a pesar de que vean a estas naciones oponerse unas a otras; a pesar de que un pueblo se levante contra otro pueblo; a pesar de que la indiferencia, para muchos, sea la tónica de esta época.

Compañeros, Yo los invito a levantarse y a comenzar cada día como si fuera la primera vez; sabiendo que en sus corazones debe brotar la ardiente aspiración de cumplir Mi Propósito a pesar de lo que suceda, a pesar de lo que se manifieste, a pesar de lo que se lleve adelante en este mundo.

No busquen la solución en lo que es material y concreto. Busquen la respuesta en sus mundos internos y en lo que es espiritual; porque quien busque una respuesta en el plano material nunca la encontrará, ya que toda esta superficie necesita redimirse y rehabilitarse, desde el ser humano hasta los Reinos de la Naturaleza.

Toda la Creación espera por el gran momento de la redención del planeta. Todas las consciencias evolutivas del universo aguardan por el despertar del ser humano, para que tome consciencia, de una vez y para siempre, de todo lo que le ha hecho a este mundo, de todo lo que ha dañado a esta Creación.

Pero de los corazones valientes y anónimos surgirá ese poder espiritual a través del amor, de la adhesión y de la unidad de las almas, que permitirá convertir a los pecadores más empedernidos, que ya se condenaron al fuego del infierno.

No existiría otra razón de tener presente en esta Creación a Mi Divina Misericordia, si no fuera por las almas que están perdidas y condenadas.

Mi Divina e Insondable Misericordia viene a traerles la expiación a todos. Viene a sustituir la Justicia a través de la presencia de la Gracia y de la Compasión.

Por eso, cuando vean todo lo que sucederá en este mundo, como hoy sucede, fortalezcan dentro de ustedes la aspiración de estar en Mí y de servirme, para que Yo pueda tener instrumentos en la superficie de la Tierra, de los que Yo Me pueda servir y obrar en estos tiempos tan definitivos del planeta, en los que se vivirán situaciones desconocidas e increíbles; en los que su fe, la fe de cada uno de mis discípulos, deberá tener el primer lugar en la vida de todos, a pesar de lo que suceda, así como les dije.

Porque será esa ciencia de la fe la que los ayudará a amar la cruz planetaria, también los ayudará a cargar con su propia cruz y, por medio de la fe, aprenderán a trascenderse un poco más todos los días.

Imaginen, tan solo por un momento, qué hubiera sido de Mí si no hubiera tenido fe para entregarme en sacrificio a través de la Última Cena, para que Me condenaran, Me humillaran, Me flagelaran y luego Me crucificarán, como si fuera menos que un cordero.

¡Qué hubiera sido sin la presencia de la fe!

El Dios Vivo se hizo pequeño y humilde en un perdido lugar de Belén. El Dios Vivo espera, en este momento y en este tiempo, en vísperas de la Natividad del Señor, poder volver a nacer en los corazones que lo aguardan, y así poder cambiar esta situación planetaria a través de todos los que profesan su fe y su confianza en Cristo, a través de todos los que aman la ciencia de los Sacramentos.

Es de esta forma que, una vez más, el Señor de la Noche, el Señor de las Montañas, el Hijo Primogénito, el Cristo Redentor, viene a ungirlos a través de Su Espíritu para que se animen a cruzar los umbrales del fin de los tiempos y para que nunca pierdan de vista el Divino Propósito, la llama flamante de la Paz y de la Voluntad del Padre para todas Sus Criaturas en esta Creación.

Por eso, ni su Maestro y Señor ni otra Jerarquía levantarán Su espada a pesar de que la batalla sea dura y difícil. En los planos espirituales de la consciencia, Yo llamo a todas las Jerarquías, así como los llamo a ustedes, Mis compañeros, a expresar el Amor Crístico que supera los errores, que disuelve las indiferencias, que trasciende los pecados, que libera el sufrimiento y que abre las puertas hacia la esperanza y la paz.

A esos atributos, como a esos espacios de la consciencia, el mal no los conoce; y cuantos más vivan esos atributos y sean fuentes de esas experiencias crísticas, el mal no podrá sostenerse más tiempo porque se disolverá a sí mismo al reinar la Luz, el Amor y la Unidad.

Yo los invito a abandonar la ira. Yo los invito a dejar atrás la disconformidad planetaria. Es tiempo de que vivan lo que Yo les enseñé con tanto Amor; porque el Padre solo espera que Sus Hijos sean los Cristos del Nuevo Tiempo.

En este segundo día de encuentro Conmigo, Yo vengo a hacerlos pensar en todas estas cosas porque, como les dije, ya no queda tiempo y Mis Instrucciones no pueden pasar desapercibidas.

Mis Instrucciones deben ser vividas en plenitud y en consciencia para que algún día, siendo seres despiertos, adheridos y disponibles, sean parte de Mi Reino Celestial en la Tierra; sean el preámbulo del surgimiento de la Nueva Humanidad, libre del pecado, del sufrimiento, del dolor, siendo portadores de la paz.

 

Adonai,
Tú que miras con Ojos de angustia a este mundo,
así como confiaste en Tu Hijo,
confía en aquellos que siguen Mis Pasos en la fe.
Vacía los corazones, para que Tú puedas entrar en ellos
y todos Tus Hijos puedan comulgar de Ti,
así como Tu Hijo comulgó de Ti
en el momento más culminante del Huerto Getsemaní.
Ayuda a Tus Criaturas a atravesar el fin de estos tiempos,
a amar cada día más lo desconocido,
para que todos encuentren la sagrada promesa
de pertenecer a Tu Reino.
Amén.


Sigamos orando por el descenso de la Divina e Insondable Misericordia en el mundo entero.

Que estos impulsos que Yo les entrego, sean el motivo de cumplir el Sagrado Plan a través de la entrega de sus vidas y esencias, a través de su adhesión al Divino Propósito.

Que Mi Paz esté en ustedes y en este lugar.

Que Mi Paz se infunda en este mundo. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.    

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DE NOCHEBUENA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a escuchar ahora, el Ave María cantado por Piedad.

 

Gracias, hija Mía, por haberme cantado con tanta dulzura y devoción, porque son esta dulzura y esta devoción, que surgen de lo profundo de Mi Maternidad, que hoy quiero compartir con todos Mis hijos. 

Porque, al igual que tuve a Jesús en Mis brazos, hoy quiero tener en Mi regazo a cada uno de ustedes, porque Soy la Madre de la Esencia Crística, de los Cristos del nuevo tiempo, de los Apóstoles de los últimos tiempos, de todos los que deben permitir en esta hora crucial del planeta que el Cristo Interno pueda renacer.

Este es un compromiso anual de todos. Cada vez que se aproxima la Natividad del Señor, coyunturas celestiales y cósmicas se aproximan al planeta, semejantes a aquella coyuntura especial de la Estrella de Belén.

¿Qué será lo que verdaderamente sucedió en aquel tiempo, cuando la Estrella de Belén no solo en este planeta, sino también en todo el universo, anunciaba y guardaba la llegada del Mesías?, porque su presencia protegía ese gran acontecimiento.

Hoy, después de dos mil años, sus corazones vuelven a estar ante el mismo acontecimiento; pero ahora, de un acontecimiento interior y espiritual que Yo vengo a acompañar, y a ayudarlos para que lo puedan vivir, porque Mi Hijo tiene todas Sus Aspiraciones en Sus Manos, aguardando el momento más propicio para cumplir esas Aspiraciones de Dios, que son Sus promesas, y para que esas promesas se puedan cumplir en cada uno de Mis hijos.

Por eso, les vuelvo a decir que, como Madre, como Sierva y como Guardiana de los corazones del mundo entero, sé que esta humanidad no vivió ningún otro tiempo como este, un tiempo doloroso, un tiempo de gran indiferencia y, diría, de gran crueldad   ¡

Pero Yo les pido, hijos amados, que en esta coyuntura especial de la Natividad del Señor y a las puertas de poder renacer Cristo en cada ser, coloquen su mirada en lo Alto, porque desde lo Alto, desde la Fuente Única, desde el propio Padre Celestial y de todos Sus ángeles, llegará la ayuda que el mundo necesita. Porque ustedes, como raza, como civilización presente en la superficie de la Tierra, están en un momento semejante al que estuvo la humanidad hace más de dos mil años.

¿Por qué esta coyuntura, tan semejante, vuelve a suceder en este ciclo definitivo? 

Porque es necesario, hijos amados, en cada nueva Natividad del Señor que celebran y que contemplan con el corazón, que renueven sus votos internos.

¿Será que Mi Amado Hijo necesita que renueven sus votos internos para que pueda renacer el Cristo Interior en cada tiempo?

Yo les puedo decir que sí, Mi Hijo necesita que renueven sus votos anualmente, porque es la forma de que sus consciencias comprendan el sentido del Plan de Dios. 

Sé que, en un punto de la consciencia humana, el Plan de Dios no es comprendido. Pero si en cada nueva Natividad del Señor, ante la oportunidad de renovar sus votos internos cada año, ustedes aman con fervor y devoción este misterio, como en este momento lo están amando, ¿cuánto más podrían comprender y sentir el Plan de Dios, y que dejara de ser algo abstracto e inalcanzable para todos?

Pero tengan presente una cosa, Mis amados, que es muy importante que comprendan: si están nuevamente en un momento semejante al que estuvo Mi Hijo Jesús, hace más de dos mil años, es porque están ante la oportunidad de presenciar en su interior no solo el Cristo Interno, sino que están ante la oportunidad, delante del Sagrado Pesebre de la Familia de Nazaret, de poder comprender que el Plan de Dios es humilde y simple, así como el Nacimiento de Cristo fue humilde y simple.

Porque es a través de esa simplicidad y humildad, de esa pura sencillez del corazón, que Dios realiza Su Obra en este mundo y en otros.

Los invito a preparar con alegría y, diría, con entusiasmo, fervor y esperanza, el Renacimiento de Cristo en cada corazón humano; porque no hay otra salida para esta humanidad, ante todo lo que vive y sufre diariamente. 

Si las almas se vuelven a Dios, si las almas se vuelven hacia su Cristo Interno, ¡cuántas situaciones podrían ser evitadas y resueltas!

Aún Mi enemigo sigue trabajando en contra del Plan de Dios. Pero que la fuerza y el poder del amor, que ustedes sienten por el Nacimiento del Pequeño Niño de Nazaret, sea la premisa y también sea el impulso que los lleve a trascenderse a ustedes mismos y, así, puedan trascender estos tiempos.

Porque si Dios encarnó a través de Su Hijo, en un Humilde Pesebre, para entregarse por el mundo entero; ustedes, en esta analogía del Renacimiento de Cristo en el corazón humano, ¿cuánto más se arriesgarían a hacer por el cumplimiento de la Voluntad del Padre, ante el incumplimiento del Plan de Dios que muchas almas viven?

Pero hoy, con dulzura y devoción, coloco a sus Cristos Internos en Mi regazo y, así, coloco a sus almas; coloco en Mis brazos su vida y hasta todas sus situaciones internas, porque sé que, en este tiempo, así como muchos aprenden a renacer en Cristo, día a día, también muchos de Mis hijos aprenden a cargar su propia cruz, que es la cruz de la deuda de este mundo.

Pero Mi Amor, dulzura y devoción, en nombre de Mi Hijo, vienen a renovar todas las cosas y a todas las consciencias posibles que abran su corazón para acoger la Natividad del Señor.

Les agradezco profundamente, una vez más, por la “Novena por la Reconsagración de las Familias a la Sagrada Familia de Nazaret”, porque han permitido que Nuestros Tres Sagrados Corazones: el Sagrado Corazón de Jesús, el Inmaculado Corazón de María y el Castísimo Corazón de San José, los Tres juntos al mismo tiempo, hayan podido intervenir en la situación delicada de muchas familias del mundo entero, no solo separadas por esta pandemia, sino también separadas por el asedio de Mi enemigo.

Que para el núcleo de las familias que hoy se reconsagran, ante las Aspiraciones y el Plan de Dios, sea un momento de alegría, de júbilo, por poder reconstruir el Proyecto de Dios en esta humanidad, más allá de todo lo que siga sucediendo. 

Si las familias imitan a Nuestra Sagrada Familia de Nazaret, ¡cuántas situaciones podrían resolverse en el mundo!

Si las familias viven la oración, los Sacramentos, la Adoración y el servicio a Dios como medios de reparación, de alivio del sufrimiento y de cura de esta humanidad; y si esto se multiplicara en todas las familias del mundo, ¿cuál sería el efecto de ese gran movimiento?   

Porque en verdad, Mis amados, es una actitud interna la que Yo los invito a vivir en este tiempo, que es la misma actitud interior y espiritual que el Corazón de su Madre Celeste y el Corazón de San José vivieron en aquel tiempo, días previos al Nacimiento de Cristo, siguiendo en obediencia el Llamado de Dios.

Esto es lo que siempre deben recordar las familias: seguir en obediencia y en oración el Llamado de Dios. Así, estarán protegidos, todos los miembros de la familia, de las influencias de estos tiempos, de las interferencias de estos tiempos y de las tendencias de estos tiempos; porque el Proyecto de Dios en cada familia del mundo aún es importante, no está desestimado.

El Proyecto de la célula de la familia ha sido transgredido e interferido, y esto es lo que debe ser reparado por cada miembro de la familia. Es un compromiso interior de cada miembro de la familia que las dádivas, aspiraciones y hasta los tesoros internos del Padre Celestial estén resguardados en la célula de cada familia de este mundo.

Hoy, de manera especial, la Virgen de Nazaret contempla y acoge en Su Seno, en el Vientre Purísimo de la Madre de Dios, a todas las familias refugiadas, desplazadas y descartadas por sus hermanos de este mundo; porque, a pesar de las diferencias o de las creencias que viva esta humanidad, no se olviden de que ante el Padre no solo todos son Sus hijos, sino también todos ustedes son hermanos en un mismo Proyecto y en una misma Aspiración. 

Y eso no cambió; por eso, los invito a mirar a través de Mis ojos lo que Mi Corazón siente y ve de todas las familias refugiadas y de la urgente necesidad de buscar una solución duradera, real, para todas las situaciones de las familias del mundo, no solo las refugiadas, sino también las familias divididas por la discordia y la desunión.

Que el Sagrado Amor, que fue expresado en la Gruta de Belén, hoy esté presente en todos los hogares que escuchan este Mensaje; porque Mi aspiración es que no solo sean buenas personas, sino que sean dignos hijos de Dios.

En el silencio de Mi Corazón, intento reparar a los mundos internos, a todos los que tienen necesidades que deben ser atendidas por el Cielo, por los Sagrados Corazones.

Por eso, les digo que, ante las puertas del Renacimiento de Cristo en cada corazón humano, todos ustedes, Mis hijos, puedan salir fortalecidos de esta prueba mundial, puedan estar firmes y decididos a seguir los Pasos de Cristo, preparando así Su próximo Retorno.

Así como contemplo, en este momento, a todas las familias del mundo como la Señora de Kibeho, aún sigo contemplando, con ardor en Mi Corazón, la aspiración de llegar a Angola.

Por esa razón, deben tener presente Mi aspiración y, por medio de sus oraciones y ofertas, proteger a Mi aspiración de descender en las tierras de Angola, para que Mi Gracia descienda sobre toda África; porque Yo Soy la Señora del Verbo, Soy la Señora de la Palabra, de la Palabra de Dios.

Y así, como en Mi regazo tengo a todas las almas del mundo que aceptan Mi llamado, hoy también tengo en Mi regazo a todos Mis hijos de la Casa Santa Isabel, en Luanda, que a pesar de la adversidad, de la tempestad o aun de los asedios, siempre han sido y siguen siendo valientes, porque aun sin percibir que el amor y la fe de sus corazones mueven montañas, mueven acontecimientos que no son vistos ni percibidos por la mayoría.

Espero que esa fe, ese amor y esa devoción, que ellos tienen a Mi Inmaculado Corazón, sigan construyendo ese puente interno que permitirá algún día, porque esa es Mi Palabra, que la Madre de Dios llegue a África, no solo para bendecirlos, no solo para consolarlos, sino también para que estén en Mis brazos, así como lo estuvo el pequeño Niño Jesús.

Les digo a Mis hijos de Angola, de la Casa Santa Isabel, que así como Yo visité a Mi prima hace dos mil años atrás, también los visitaré cuando el momento lo indique. Solo recen y no dejen de rezar; porque un punto de Luz se ha fortalecido en Angola, a pesar de las circunstancias no solo de ese país, sino también de todo el continente africano.

Mi prima Santa Isabel es la guardiana de su casa, la Casa Santa Isabel, en Luanda, y también es Santa Isabel quien los protege; porque ella fue una gran pionera de las primeras comunidades cristianas, cuando aún Cristo predicaba en Tierra Santa.

Ella sabe que la Casa de los Niños Santa Isabel, en Luanda, es una preciosa y delicada célula del Proyecto de Dios, del Proyecto de Redención de Mi Hijo; porque es así como Dios hace nuevas todas las cosas.

Seguiré rezando, en estos días, para que todos los Cristos Internos puedan despertar, y así puedan despertar los apóstoles de Mi Hijo, los que deberán llevar adelante el Plan preparatorio de Su Retorno en los cuatro puntos de la Tierra.

En honor al esfuerzo de los pequeños niños, adolescentes y jóvenes de la Casa Santa Isabel, en Luanda, deseo escuchar la canción de la Virgen de Kibeho, para que toda la humanidad recuerde que una vez la Madre de Dios apareció para salvar y rescatar a todos Sus hijos, y para decirle al mundo que la Virgen Morena es la Madre de África y de todos los que allí viven, con la esperanza de rehacer sus vidas de una vez y para siempre.

Yo los bendigo y rezo por el Renacimiento de Cristo en cada ser, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Escuchamos la canción de la Virgen de Kibeho.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

Reverenciamos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración: “Padre Nuestro”.

Vengo al mundo con Mi Gobierno Espiritual, Celestial y Divino para poder renacer en el corazón de los hombres, en la vida de todas las almas que Me dicen sí. 

De esa forma, no hay nada que los separe de Mí, no hay mal que pueda prevalecer, no hay obstáculo que pueda reinar, porque aquel que cree en Mi Nombre será bendito, será llamado “hijo de Mi Padre”.

Para esta Natividad que se aproxima, la Natividad de vuestro Maestro y Señor, deseo ardientemente, por medio del Fuego de Amor de Mi Corazón, que todos sepan en este momento que aún tengo gran sed por las almas; y Mi Corazón, repleto de Misericordia y Bondad, agoniza día a día por no poder derramar Mi Luz y Mi Amor en los corazones.

Después de mucho tiempo y bajo esta coyuntura espiritual de la Natividad de vuestro Maestro y Señor; hoy sí, puedo derramar Mi Amor y Mi Bondad en sus corazones; hoy sí, puedo abrazar a sus almas, contemplar el espíritu de cada compañero Mío y esposarlos Conmigo en esta sagrada alianza con el Redentor.

Le digo al mundo que no pierda la esperanza, que fortalezca la fe. Los tiempos son muy duros y difíciles, pero Mi Reino Celestial se aproxima a ustedes para elevar sus consciencias, para elevar sus corazones, para que Cristo vuelva a renacer en el corazón humano.

No le teman a sus purificaciones y pruebas, no se amedrenten. Yo estoy aquí, Soy su Amor Superior, Soy la manifestación de Dios, el Amor Sabiduría expresado ante ustedes como el Rey y Gobernante del universo.

Entren en Mi Corazón, por medio del camino de Luz que hoy les muestro. 

Retornen a Mi Amor para que puedan retornar a la Verdad, porque ante tanta necesidad planetaria, quiero entrar en comunión con aquellos que Me dicen sí; porque piensen por un instante: ¿cuántas veces, a pesar de las circunstancias, de los momentos y hasta de los desafíos, comulgaron de Mí?, ¿cuántas Gracias pudieron recibir a través de los tiempos y de todos los momentos que compartieron Conmigo?

Esto es lo que permite que Yo vuelva a llegar aquí, no solo a Fátima, a la bendita casa de Mi Madre, que es la bendita casa de todos ustedes que están aquí, bajo Su Reino Maternal, sino que también puedo llegar al mundo entero a través de este momento, para atender a la desesperación y a la angustia de muchos corazones que siguen enfrentando este tiempo de Armagedón, este ciclo de Apocalipsis.

Pero confíen, porque Yo ya estoy retornando. Tengan fe que estarán, cara a cara, delante del Maestro del Amor, delante del Maestro del Camino, delante del Maestro de la Vida. Porque lo que deseo ardientemente es estar con ustedes y con sus hermanos, no solo para que vuelvan a escuchar Mi Voz, que es la Voz del Amor del Padre Celeste, sino para que también puedan estar al lado Mío para sentir Mi Consciencia, para comulgar de Mi Espíritu, para recibir la cura y la sanación en todos sus seres.

Por eso, extiendo Mis Manos hacia el mundo para decirles a todos Mis compañeros, a todos Mis siervos, creyentes y devotos del Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, que hoy Mi Luz desciende al mundo para disipar las tinieblas de la consciencia, para retirar del infierno terrestre a cuantos están perdidos en la oscuridad. 

Y esto es posible a través de todos los corazones que Me adoran y que Me aman, que son fieles a la sagrada liturgia de la oración, de la Comunión, de los Sacramentos, de la Adoración y del servicio. 

Todo esto atrae méritos incalculables para el mundo, como hoy que Mi Corazón está atento a la necesidad y al sufrimiento de todos Mis hijos de Afganistán, que viven un cautiverio sin precedentes, que viven la prueba más difícil de su nación.

Porque Mi Amor no es solo para los cristianos, Mi Amor es para el mundo entero, Mi Amor no es religión, Mi Amor es sideral, divino y mayor; es un Amor inconmensurable que impulsa a las almas a vivir en la bondad, en la solidaridad y en la generosidad. 

No se olviden de estos tres pilares: bondad, generosidad y solidaridad. Esto permitirá curar al mundo; esto erradicará para siempre la pandemia, porque las almas despertarán a su propósito interior, aquel propósito que fue gestado en la Fuente Suprema, cuando aún cada uno de ustedes era una pequeñísima esencia de Luz en los Grandes Estanques del Universo.

A través de esta próxima Natividad, permitan que en sus esencias resurja el Cristo Interno; porque el Amor está terminando en el mundo, y al acabar el Amor no puede estar presente la paz y aún menos puede estar presente el bien en las almas.

Sigan Mis Pasos con firmeza y determinación.

Así como hoy, puedo renacer en los corazones que me dicen sí, a pesar de sus dificultades y pruebas, ¿no sería maravilloso que, de una vez y para siempre, sean víctimas de Mi Amor y que todo lo que vivan en este momento sea un ofrecimiento sincero de sus corazones, para el triunfo del Retorno de Cristo?

Hay hijos Míos en el mundo, en África, en Medio Oriente y aun en Afganistán que, como fue con el pueblo de Israel, esperan la llegada del Mesías, del Redentor.

Abriendo Mi Corazón para cada uno de ustedes, les revelo Mis más puras intenciones; porque no se olviden que Yo Soy parte de ustedes, que vengo del Padre, así como ustedes vienen del Padre; que somos hermanos, pero también somos hijos del Creador; porque por más que Yo haya ascendido a los Cielos, Mi Corazón es un corazón humano, trascendido y glorificado. 

¿Acaso creen que son capaces de glorificar sus corazones, de ser transformados por la transverberación del Señor?  

No estoy hablando de misticismo ni tampoco de grandes experiencias, estoy hablando de la transformación de la vida por medio de la bondad, la generosidad y la solidaridad que puede vivir cada uno de sus corazones.

Es así que, en vísperas de la próxima Natividad de Su Señor, el Amor de sus vidas, su Pastor, Redentor y Señor coloca a los pies de este mundo Su más pura y soberana intención, Su Divina Aspiración de que las almas vivan el Amor de Cristo, viviendo el amor entre hermanos en generosidad, solidaridad y bondad. 

Esto transformará al mundo rápidamente. Porque es en lo más pequeño y no en lo más grande en donde deben aprender a vivir la Obra de Dios. Y esa Obra es formada por todas las almas, a pesar de sus diferencias o aun a pesar de sus naciones; porque llegó el tiempo de que, en esta Natividad, las almas sean parte del Cuerpo Místico de su Maestro y Señor; a fin de que los impulsos de Mi Espíritu rediman al planeta y transformen a las almas, a través de todos los que se postulen a ser víctimas de Mi Amor.

Por eso, el Padre Celestial sabe que todo lo que les digo es posible. 

Ahora es tiempo de que no solo escuchen Mis Palabras, sino de que sean Mis Palabras en acción, en bondad, en generosidad, en solidaridad para que este mundo se transforme.

La semilla del Amor Crístico hoy retorna a los corazones que la perdieron, porque este momento y este ofertorio realizado por los corazones devotos ha atraído hacia la Tierra esta Gracia y oportunidad.

Sé que en profundidad no comprenderán lo que les digo; pero no se preocupen, porque son sus mundos internos los que tienen que escuchar, comprender y saber todo lo que les digo, es allí en donde comienza el cambio.

Dejando la puerta abierta del Sagrario de Mi Corazón, les muestro la Llama de Mi Espíritu,flameante en el centro de Mi Ser, en donde las almas pueden adorar, contemplar y reconocer la Sabiduría del Amor de Dios. Porque fue ese Amor, como una Llama Flameante del Espíritu de Dios, que concibió no solo a la Creación en el principio, sino también creó a sus esencias a imagen y semejanza de Dios. 

Tengan en su memoria esta imagen, la Llama Flameante de Dios en el Sagrario de Mi Corazón, en el centro de Mi Ser, en el centro de Mi Alma, en el centro de Mi Divinidad.

Que este amor, más profundo y eterno, que hoy les revelo a todos, cure al planeta, restaure a las almas, santifique a los corazones, rescate a los que están perdidos y bendiga a todos los que claman por ayuda espiritual.

Oremos:

Sol de Dios, 
que alumbras la oscuridad de nuestras vidas. 
Espíritu de Dios,
 que liberas las faltas de nuestros seres. 
¡Ven Sagrado Cuerpo y Preciosa Sangre de Jesús!,
para que unidos a Ti, 
alcancemos la eternidad y el paraíso.
Amén.
(tres veces) 
 

En los días 24 y 25 de diciembre de este año, por medio del Inmaculado Corazón de María y de Sus huestes angélicas, el Gobierno del Amor de Mi Universo Espiritual estará descendiendo en todos aquellos corazones que se ofrezcan a rezar por la paz, durante la Vigilia de Oración de Nochebuena y también durante la Aparición del 25 de diciembre.

En esos días, que sus mundos internos estén atentos, porque Gracias especiales podrán descender a las almas y al planeta para aliviarlo de este calvario en el cual vive.

Les agradezco, compañeros y compañeras Míos, por haberse abierto a reconocer, adorar y contemplar la Llama Flameante del Espíritu de Dios, en el centro de Mi Ser.

Y, a través de la poderosa Luz de Mis Cinco Llagas, los bendigo, como Hijo del Sol, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ENCUENTRO DE MÚSICA PARA LA CURA Y LA ELEVACIÓN DE LA HUMANIDAD

Amados hijos:

Hoy la voz de los más pequeños conmoverá el Corazón de Dios, porque su canto será como una súplica por todos los pequeños inocentes y por los huérfanos, los que en esta próxima Natividad estarán solos y sin sus padres.

La voz de los más pequeños consolará, en esta noche, al Corazón de Dios por todos los que perdieron y pierden el contacto con su niño interno.

Será la voz de los más pequeños, la que en esta noche de gala, preparará en el corazón de los adultos, el nacimiento del Niño Rey, para que la inocencia y la pureza, que hoy no vive la humanidad, sea recuperada para toda la consciencia planetaria.

Pero también se elevará la voz de los adultos, de los cantores y pacificadores de Cristo, para que los graves acontecimientos y conflictos de estos tiempos sean disueltos por el amor de los que imploran a Dios de corazón. 

La voz de los adultos hoy clamará por el despertar de la paz, en todos los que la perdieron. La voz de los adultos hoy pedirá por Misericordia, para que también sean recuperados el propósito y la meta espiritual que las naciones heridas de Sudamérica perdieron. 

Esta es la noche de gala que preparará, en los planos internos, la llegada de Cristo a los corazones que están vacíos y sin amor interior.

Sobre el escenario de la presentación de esta noche, los Ángeles de la Guarda de las naciones de Sudamérica se colocarán en oferta para acompañar este amoroso momento, en el que por una vez más se abrirán los Portales Celestiales para que descienda la esperanza, y la llama de la fe se encienda como un flameante fuego en los que perdieron su unión con Cristo. 

Estaré al lado de Mis hijos cantores acompañando este importante momento de oferta por la humanidad y el planeta. 

Que hoy las voces brillen como las estrellas hermanas de la Estrella de Belén, para que una noche de paz como esta se expanda al mundo entero.

Les deseo una gloriosa noche de gala y de adoración al Niño Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz 

MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN PIRIÁPOLIS, MALDONADO, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como Madre y Señora de la Natividad del Señor preparo los corazones orantes para que en este fin de año pueda renacer, con mayor consciencia, el Amor consolador que les trae Mi Hijo Jesús. Ese Amor divino que fue y es capaz de dar la vida por todos para generar, también en estos tiempos, la redención del género humano.

Es así, hijos Míos, que con Mi rosario en las manos, nos prepararemos en oración y devoción, confiando en el Nacimiento de Cristo como Luz en el corazón de los hombres y como Protector espiritual de las familias.

Para que eso sea alcanzado, vengo en este día para decirles que los acompañaré en ese importante ejercicio de la novena especial, por la reconsagración de las familias, para que el principio de la familia universal y sus atributos sean la luz que guíe y conduzca a las familias del mundo; sabiendo que esta novena especial, que será rezada, colaborará en la unión y en la comprensión que deben vivir las familias que atraviesan, en este tiempo, la división y el desamor.

Que cada cuenta de oración que será ofrecida por las necesitadas familias del mundo, sea una estrella que se encienda en el corazón del alma que necesite de auxilio.

Que esta novena sea el gran ofertorio a ser colocado a los Pies del Creador por cada uno de Mis hijos orantes.

Desde ahora, Yo estaré muy agradecida por todas las sinceras ofertas que serán entregadas en cada oración.

Por la unión de las familias, les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN PIRIÁPOLIS, MALDONADO, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Como Señora de la Natividad de Jesús hoy los invito a que, en este tiempo, a través de la oración, construyan en ustedes un pesebre interior para que sus almas, unidas a la de Cristo, puedan renacer y renovarse en los atributos de la Sagrada Familia, para que esa Sagrada Familia Universal hoy pueda ser una realidad en este planeta. 

Para eso, hijos Míos, hoy muchos preparan la llegada del Niño Rey armando sus pesebres para recordar ese importante hecho del Nacimiento de Jesús como una puerta a la liberación de la esclavitud humana y a la redención de los errores del hombre de la superficie de la Tierra.

Hoy, su Divina Madre contempla de manera especial la creatividad en la preparación de los pesebres, y eso es muy importante, porque cuantas más almas preparen amorosamente sus pesebres, permitirán que el Sagrado Espíritu de la Santa Familia de Nazaret pueda estar presente en el núcleo de las familias.

Para la vigilia especial de nochebuena, del 24 de diciembre de 2019, invito a todos Mis hijos a que este año envíen sus fotos de los pesebres para que sean presentados como una oferta interna de compromiso en la protección del amor en las familias.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Abre ahora el sagrario de tu corazón para que, en esta próxima Natividad del Señor, Yo pueda entrar y finalmente ser parte de tu pequeña vida.

Entre tú y Yo solo existe un soplo de Amor. Entre las almas y Dios existe una poderosa unión divina.

Abre el sagrario de tu corazón para que Yo pueda depositar Mis más preciosas dádivas dentro de ti y para que esas dádivas que, algún día se convertirán en sagrados talentos, estén al servicio del Plan de Dios.

Solo abre el sagrario de tu corazón y todo se realizará y se cumplirá en tu vida, conforme a la Voluntad del Altísimo.

Deja tu sagrario interior abierto para que tu alma y toda tu consciencia vivan la unión predilecta Conmigo, a través de la Comunión Reparadora con Mi Cuerpo y con Mi Divina Sangre.

Espero entrar al sagrario de tu corazón para que puedas recibir la ayuda inmaterial y espiritual que necesitas.

Deja abierto el sagrario de tu corazón para Mí, porque deseo que seamos uno, para que en simplicidad y en amor perfectos podamos ser uno en el Padre para ser uno en la Verdad y en la Justicia.

Que en la víspera del renacimiento del Rey Universal tu sagrario interior esté abierto en vigilia y en oración para que el Espíritu del Hijo Supremo esté en los Cristos del Nuevo Tiempo.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Lo que el mundo les ofrece para estas fechas importantes de la Natividad del Señor es solo distracción y más ilusión; al punto de que los seres humanos consumen todos sus recursos en algo que materialmente es pasajero y no es benéfico porque no se comparte con nadie.

A todas esas personas, que en esas fechas de mayor interiorización deberían estar meditando y contemplando el Nacimiento de Cristo en su interior, les pido que las coloquen en oración para que esas almas despierten y sean retiradas de la ilusión mundial, promovida fantasía del consumismo y la ignorancia de la consciencia.

Que para estas fechas en las que el Cristo interior deberá tener, por un momento, el primer lugar en sus vidas, Yo los invito a la conscientización para que la humanidad, en parte, esté consciente de lo que significa, espiritualmente, el descenso de atributos universales sobre la necesitada consciencia humana.

Los invito a participar del Renacimiento de Cristo, de verdad, para que más almas tengan la dicha de trasformar sus vidas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Compañeros:

En vísperas de la Natividad quiero decirles que, a partir de este momento, sus corazones estén preparados para recibir los impulsos internos que vendrán directamente de Mi Corazón, porque para este ciclo esos impulsos los colocarán en el camino de concretar y de representar la Obra de Cristo en la Tierra.

Por eso, este ciclo para ustedes, significará una oportunidad de colocar toda su atención en la coyuntura verdadera que representa y no en la fiesta que popularmente se hace, año tras año.

La Natividad es una oportunidad interior de renovación de votos con el Cristo interno de cada ser, es la oportunidad de ampliar el compromiso que cada alma adquirió antes de encarnar en la Tierra.

Por eso, compañeros, la Natividad significa la aproximación de las Leyes Crísticas sobre la consciencia planetaria para toda la humanidad.

Quien, de verdad, sepa aprovechar esa coyuntura será más beneficiado, y no estará distraído con el jolgorio que el enemigo creó a través de los tiempos en esta fecha especial.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Congregados en el Amor de Dios para que, en esta nueva celebración de la Natividad del Señor, sus corazones desborden de alegría porque el Cristo interior volverá a contactar a cada una de las almas que se dispongan a abrirse para la llegada de Cristo.

Hijos Míos, este ya es el último tiempo y el último ciclo de poder perdonar y reconciliarse con lo Alto.

Por esa razón, los invito a entrar en comunión constante con Mi Hijo para que, en esa comunión interior, las puertas al sufrimiento y a la perdición se cierren en este ciclo, en el que la humanidad entera tiene la oportunidad de celebrar el renacimiento de Cristo en el interior de cada ser para que exista un mejor planeta y una elevada humanidad que pueda representar al Plan de Dios en la Tierra a través de la vivencia del perdón y de la redención, atributos ofrecidos por el Cielo.

Queridos hijos, díganle al mundo que hay tiempo de revertir la situación planetaria y que la Jerarquía Espiritual de nuevo llegará en auxilio de todos para socorrer a la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Sírvanse de los impulsos espirituales e internos que les dejará Mi Amado Hijo para cada uno de ustedes; y que esos mismos impulsos, que serán únicos, los ayuden en estas próximas fechas de la Natividad a ejercer y a manifestar profundos actos de reconciliación, de amor y de perdón entre ustedes y entre sus hermanos.

Realizando esas acciones de manera consciente, ustedes crearán la condición para que las puertas a la Divina Misericordia también se abran para sus hermanos y para sus seres queridos.

Así, todos serán colmados y no sentirán ese vacío interior y esa sensación de abandono o de olvido que las personas viven durante estas fechas, las que definen nuevas etapas para todos.

Que en esta Natividad despierte el espíritu de la reconciliación, del amor, del perdón y de la fe, para que las almas se liberen de cualquier sentimiento de culpa y de agonía.

Ofrezcan a Dios sus oraciones para que el espíritu de la unidad y del amor sea recuperado nuevamente en las familias más olvidadas del mundo.

De manera simple, Yo les traigo la posibilidad de profundizar en los actos de amor y de paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

En este nuevo mes que comienza, profundizaremos en la Natividad del Señor, un momento importante para que los votos con el Cristo interno de cada ser sean renovados y el compromiso con el Plan de Amor sea fortalecido.

Por eso, hijos Míos, los llamo a poner atención en este detalle de su renovación, porque, por más que, día a día, mediante la comunión con Mi Hijo ustedes también se renueven, es importante para sus almas unirse a la Sagrada Natividad del Señor, para que sus espíritus sean bendecidos con los impulsos de amor que Mi propio Hijo estará derramando por medio de estas fechas en que la humanidad entera coloca su atención en otro lugar.

Por esa razón, cuando un alma, mediante la intercesión del Divino Hijo, se ofrece a Dios y renueva sus votos, otras posibilidades se presentan para la vida planetaria y, especialmente, otras oportunidades se presentan para una humanidad muy necesitada de verdadero amor.

En esa renovación interior, en esa confirmación que Yo los invito a vivir durante esta próxima Natividad, ustedes permitirán atraer hacia la Tierra los atributos espirituales que la humanidad necesita para ser reconfigurada.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vivan el Amor de Dios, queridos hijos, y el mundo alcanzará la paz. Este es Mi principal deseo para esta esta Natividad de Nuestro Señor.

Quiero que, en el nacimiento de esta Luz interior, queridos hijos, ustedes puedan abrir más el corazón para que Dios pueda colmarlos completamente y así llevar adelante Su Proyecto en cada uno de sus días.

Vengo aquí como la Madre que todo lo puede, como la Madre que extiende Sus brazos y Sus manos para tomar a Sus hijos, así como ha tomado en brazos a Jesús cuando estuvo en el pesebre.

Pero hoy quiero tener en Mi regazo a cada uno de ustedes, a cada ser de este planeta que no vive la paz, que no practica el amor y que no lleva adelante su misión en estos tiempos definitivos.

Necesito, hijos, que sigan a Mi lado, por más que desconozcan Mis Planes, por más que duden de ellos, por más que no los comprendan. 

A través de los Planes de Dios, les llevo y les entrego todo Mi Amor, el Amor de una Madre que comprende, que acepta y que vive junto a Sus hijos el sufrimiento del planeta y de su humanidad.

Hoy vengo rodeada de los Ángeles de Dios, aquellos ángeles que anunciarán los nuevos tiempos, las nuevas etapas y los nuevos ciclos. Por eso, en los planos internos ellos están haciendo sonar sus trompetas, porque son los que anuncian, en vísperas de este tiempo, el Retorno de Nuestro Señor.

Vengo a dejar en ustedes, queridos hijos, una semilla de Luz, de entendimiento, pero también de súplica, para que aprendan todos los días, por medio de su transformación y entrega; para que hagan cumplir el Plan de Dios en cada nuevo paso.

De las almas de esta Tierra depende la concreción del Plan de Dios y de su continuidad a través de los tiempos. Por eso, son llamados a vivir algo que nunca vivieron y que aún no aprendieron.

Por eso, deben pasar por estos tiempos con valentía y experimentando el amor en cada minuto, en cada segundo y en todos los momentos de la vida, para que sus espíritus, queridos hijos, se enriquezcan con lo que es verdadero, para que el amor los lleve a ser transparentes, para que todos crean que su camino es en verdad una entrega.

En el camino de la oración encontrarán una llave, una fortaleza y el ímpetu para trascender las pruebas y los tiempos que llegarán.

No dejen de beber de la fuente de la caridad y de los buenos ejemplos.

Permitan que la Piedad de Dios los transforme por medio de cada nuevo servicio, de cada oportunidad de expresar la entrega y el amor.

Mi Hijo ha venido a nacer, en este tiempo, en los corazones simples. Mi Hijo ha venido, en este año, para terminar de concretar Su esperado Plan de Retorno al mundo.

Cuando no consiguen dar los pasos en el Plan de Dios, detienen los Planes del Creador.

Nuestras Manos y Nuestros Sagrados Corazones se donan, incansablemente, para ayudar a los hijos de Dios a sentirse seguros en el camino de la entrega, de la renuncia y del sacrificio.

No todos vivirán lo que Yo les pido, pero es posible realizarlo y experimentarlo. Cada entrega incondicional de sus corazones mueve el Corazón del Padre y Él, nuevamente, les confía Su Plan de Misericordia y Redención.

Ya no piensen, queridos hijos del mundo entero, que fueron estrellas caídas. Ahora, con el impulso de su Cristo interior sean estrellas redimidas en el firmamento. Sean estrellas más brillantes y radiantes que la gran Estrella de Belén, porque en sus corazones existe el Don del Temor de Dios; existe Su Esencia Divina que aún no es comprendida por el mundo.

Para vivir ese misterio, queridos hijos, Yo les traigo en donación Mi Inmaculado Corazón, para que puedan ingresar en él sin miedo y con confianza.

En Mi Corazón existe el Fuego de Dios que todo lo transforma. 

En Mi Corazón existe la Morada de Dios, que a todos refugia, especialmente a las almas heridas, a las almas mediocres, sufridas; a las almas que hacen el mal y no saben cómo salir de él.

Yo vengo a ofrecerles, queridos hijos, en esta Natividad, el gran Presente de Dios: Mi Inmaculado Corazón, para que sea esa llama viva en sus vidas, que todo ilumina, purifica y transmuta.

Crean, queridos hijos, que es posible alcanzar la transparencia, la consagración y la entrega al Plan de Dios.

Los ángeles anuncian con sus trompetas los nuevos ciclos, las nuevas enseñanzas y las experiencias que vendrán a sus caminos para tornarlos, algún día, libres de sí mismos, libres de la arrogancia, libres de la soberbia, libres de la vanidad, libres del pecado y de la mentira.

Deseo, como Madre incansable y perpetua, hacerlos semejantes a Mi Inmaculado Corazón, hacerlos verdaderos en cada paso de la vida y con cada hermano que encuentren en sus caminos.

Así, hijos amados, construiremos en este tiempo la unidad entre las almas y los corazones; la Sagrada Unidad, a la cual le teme Mi adversario porque no la conoce. 

La esencia de la Unidad es el Amor y la Verdad que siempre los salvará, que siempre será su tabla de salvación, que siempre los socorrerá y los auxiliará en estos tiempos difíciles.

Necesito, queridos hijos, que vean Mi Obra como una obra mundial, como la gran Obra de Jesús, el Redentor que viene en este tiempo a prepararlos interiormente para Su Retorno.

Después de más de dos mil años, Nuestras Palabras ya no solo serán Mensajes, sino realidad. Verán cumplirse lo que les digo. Por eso, para que sean partícipes del momento del Retorno de Nuestro Señor, fortalezcan su confianza y su credibilidad en la Mensajera fiel de Dios.

Vengo caminando como Madre Peregrina a través de los tiempos, de los siglos y de los años, para anunciar en cada lugar del planeta ese esperado momento. 

Ustedes junto a Mí, queridos hijos, tienen una gran misión que no la comprenderán por el resto de sus vidas, solo la terminarán de comprender después de esta vida, cuando todo ya haya sucedido como lo ha pedido Dios.

Ustedes forman parte de una misión transitoria, del pasaje de un viejo tiempo a un nuevo tiempo.

Ustedes, hijos Míos, son la primera célula dentro de Mi Obra que se forma para generar vida en nuevas almas. Por eso, queridos hijos, no todo lo comprenderán ni tampoco lo sabrán por más que así lo crean.

Sean humildes en el camino de la transformación y alcanzarán el Reino de los Cielos que aún tiene las puertas abiertas para los corazones sinceros, para los corazones que clamen de verdad por Misericordia y Redención.

En esta noche, su Madre Celeste prepara Su próxima misión a Perú y Ecuador. Desde ahora, queridos hijos, los invito a acompañarme en la concreción de este designio que viene del Padre y que se pronuncia a través de Mi Inmaculado Corazón. Perú y Ecuador serán el preámbulo para Asia y África.

Aún Mi Obra no ha terminado, pero luego ella se recogerá, cumpliendo así el tiempo que Dios Me ha permitido vivir entre ustedes y con ustedes. Ese será el momento en donde deberán ser Mi Mensaje vivo sobre la superficie de la Tierra. Será el momento en que todas las enseñanzas de Nuestros Corazones ya no solo estarán en los libros, sino vivamente en sus vidas.

Será el momento tan esperado para ayudar y socorrer a las almas del mundo, a las naciones y a los continentes que vivirán su gran y última purificación.

Cuando eso esté por suceder, queridos hijos, estén atentos en vigilia, adoración y oración, porque el Retorno de Mi Hijo estará próximo.

Las Cruces Azules que Él ha pedido instaurar en los Centros Marianos serán la señal e indicarán, en el momento cierto, Su llegada. Por eso, ellas deberán estar encendidas para que las almas reconozcan a dónde llegará el Redentor y dónde Él congregará a las naciones y a los pueblos para volver a hablarles y a anunciarles Su última Buena Nueva.

Que se cumpla entonces, queridos hijos, el advenimiento de los Cristos de los últimos días.

Que este Cristo interior que ha nacido en los corazones del mundo, que vive en la fe y en la oración no solo more interiormente, sino que en este tiempo se exprese en cada detalle, en cada momento como en cada oración. Así permitirán, hijos amados, preparar la Tierra y el planeta para Su Retorno.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Así, comprendan que lo que Yo vengo a construir en este mundo, a través de ustedes, les es desconocido.

Por eso, en esta noche, hijos Míos, les traigo una parte del Plan de Dios para esta Obra, para sus vidas, para sus corazones que deben estar plenamente unidos al Mío.

Les revelo una parte de esta misión que tanto aspiran a conocer para que, siendo conscientes de ella, caminen hacia ese destino, caminen hacia esa meta.

Hoy, les entrego Mi Inmaculado Corazón como una dádiva única, por un pedido del Creador para que, de esta forma, hijos Míos, bajo la renuncia, la entrega, el vacío y el silencio de Mi Inmaculado Corazón, puedan cumplir todas las cosas que hoy Yo les anuncié.

Este nuevo ciclo representará para sus vidas un ciclo de mayor entrega, de mayor renuncia y de mayor silencio. 

Mi Corazón comenzará a silenciarse junto con el de ustedes para que, de esta forma, hijos Míos, preparen a este mundo con el ejemplo, con el ejemplo vivo de que son siervos y compañeros de los Sagrados Corazones y del Creador de todos los Universos.

Por eso, se purifican tan intensamente. Por eso, el Universo los coloca ante pruebas y desafíos que desconocen, para que así, hijos, encuentren el vacío, encuentren al Padre en el propio interior.

Hoy, vengo para despojar a sus  espíritus, mentes y corazones de las propias destrezas, de las vanidades y de los orgullos de este mundo, para que den espacio a Mi Inmaculado Corazón. 

Dejen que él ingrese en sus esencias, en sus cuerpos, como una nueva célula que convertirá no solo a sus consciencias y a sus espíritus, sino también a su carne y a lo profundo de su condición humana, para que estén libres del viejo ser, del viejo hombre.

Dejen que Mi Corazón ingrese en los suyos como un corazón nuevo; que pulse un nuevo ciclo, un nuevo ser; aquél que, en verdad, hijos Míos, es lo que ustedes son desde el principio. 

Dejen que Mi Corazón les traiga la Gracia de la renovación y que, con esta Gracia, descubran que el verdadero triunfo del Redentor se construye desde adentro hacia afuera; que  esta Obra, Yo la estoy construyendo desde adentro hacia afuera.

El Creador Nos pidió transformar sus vidas por completo; transformar sus seres y sus corazones; quemar con el fuego del Espíritu Divino de Dios a sus viejas vestiduras para que puedan estar vestidos con las túnicas de la humildad, descalzos del pasado en esta Tierra y en otros mundos para que, de esa forma, hijos, sean semejantes a Aquél que caminó descalzo sobre este mundo y preparen Conmigo Su Retorno, que está próximo.

Crean en el Retorno del Redentor. Sientan que Él puede llegar en cualquier momento y, de esa forma, todos los días aspiren a estar prontos para verlo faz a Faz, sin temor, sin vergüenza, porque hoy Mi Inmaculado Corazón los limpió, los redimió, les perdonó sus faltas y los invita a una nueva vida y a un nuevo ciclo, junto a Mí, al Redentor, a su Padre Universal y Divino, y a todos aquellos que responden y responderán eternamente al comando de Su Voz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Antes de retirarme al Universo de Dios quiero decirles, queridos hijos, que siempre les diré la verdad por más dura y difícil que parezca.

Cuando no consigan escucharme, comprenderme o aceptarme, oren de corazón y permitan que sus corazones se expandan y así el fuego de Mi Espíritu Divino los abrazará como un misterio, les traerá sabiduría y comprensión; sobre todo, les traerá la paz.

Antes de retirarme al Universo de Dios, también he venido a consagrar a los nuevos Hijos de María, que deseo que se aproximen, porque serán los primeros en este ciclo que vivirán el Fuego transformador de Dios en nombre de toda la humanidad, sabiendo que será necesario, hijos amados, que siempre se mantengan firmes en el servicio y en la oración para poder perseverar y trascender estos tiempos definitivos.

Hoy bendeciré a los nuevos hijos de Mi Inmaculado Corazón con el bálsamo de Mi Luz maternal, para que esta Luz también se expanda por el mundo y por los lugares que más necesitan de Redención y de Misericordia, en los corazones que aún no escuchan a Dios.

Coloquen sus manos en señal de recepción para pedirle al Padre Eterno, hijos amados, que los haga fuertes, perseverantes y que aprendan en este ciclo a trascender los errores, las faltas y los pecados para que siempre brille el Cristo interno en el alma de cada ser de este planeta, para que siempre prevalezca el Amor de Dios y Su consuelo, y así se reúnan los rebaños del Señor cuando Él los llame a todos ustedes por segunda vez.

Los bendigo y los consagro como hijos, siervos y esclavos de Mi materno Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Eleven al Cielo el canto y el himno de su consagración, para que Yo lleve, como Madre de la Providencia y de la Gracia, esta ofrenda a los Pies de Nuestro Padre, el Creador.

Les agradezco por responder a Mi llamado y los dejo dentro de la luz de Aurora.

Que así sea.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En la víspera de esta Natividad del Señor, quisiera que todos Mis hijos trabajasen, todos los días, bajo el espíritu de la alegría y del amor por estar sirviendo a Dios.

Quisiera que en sus rostros se reflejase su sonrisa por recibir esta próxima Natividad como algo especial y único, para que así también el espíritu de las familias siga siendo ayudado.

Para eso, hijos, los invito día a día a renovarse, a estar en Cristo y por Cristo, viviendo cada momento como algo primordial, sabiendo que todo lo que hagan repercutirá en el mundo.

Quisiera que sus labios no se cansaran de alabar al Señor, por que grande es Su Gloria y Su Misericordia para con el mundo; mundo que necesita en este tiempo de infinitas intervenciones y gracias.

Celebren todos los días y no se cansen de hacerlo; celebren de corazón y háganlo por sus hermanos del mundo que pierden el sentido de vivir y la oportunidad de amar, así como Yo les enseño todos los días.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE WEED, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Natividad de Jesús…

En aquel tiempo en que la presencia de Cristo fue fundamental para la redención de la humanidad, la Sagrada Familia, después de haber pasado tres días en Belén, a pedido de Dios se dirigió a Nazaret en donde la Divina Familia se prepararía para acompañar los primeros e importantes años de la vida de Jesús.

En el momento del nacimiento de Cristo, después de la visita de los reyes de Oriente, la Sagrada Familia fue buscada por otras consciencias que, como peregrinos de Dios, iban al encuentro del pequeño niño en Nazaret.

Recordamos que la profecía sobre el nacimiento del Mesías también fue confirmada por la sagrada estrella de Belén y por todos los ángeles, que anunciaron el nacimiento de Cristo en diferentes pueblos de toda Israel.

Fue tan importante la venida del Mesías que hasta los más apartados de la verdad y del amor, en sueños, tomaron consciencia de que una luz infinita había llegado al planeta.

La Sagrada Familia siempre se mantuvo austera, humilde y simple; esa era su misión principal, mostrarse como verdaderamente era para que los principios de la Misericordia del Universo, a través de Jesús, de María y de San José, pudieran llegar a la humanidad.

Recuerden, queridos hijos, que hace más de dos mil años la humanidad estaba a punto de autodestruirse y de salir definitivamente del Plan del Creador, porque podría haber ingresado en una profunda decadencia.

El nacimiento de Jesús le trajo al mundo la posibilidad de reintegrar su vínculo espiritual y su filiación con el Padre, algo que se estaba corrompiendo por las acciones de los hombres.

Jesús, en Nazaret, aún siendo niño trabajó en los primeros pasos internos para la redención de la humanidad y en la construcción de una nueva consciencia en la Tierra, por medio de la reaproximación a la Fuente Divina.

La Gracia de Dios estuvo en todo momento, especialmente en Nazaret, cuando la Sagrada Familia vivió una etapa de unión más profunda con el Creador a partir de la presencia de Jesús como el pequeño Salvador.

Jesús siendo niño tenía consciencia sobre la urgencia de rescatar a la humanidad. Cuando el Pequeño Niño tenía tres años de edad, abrazó con amor y simplicidad la manifestación de este Propósito que el Padre le colocaría a sus treinta y tres años.

Aun Jesús siendo niño trabajó junto a los ángeles que lo rodeaban, en los mundos internos de la humanidad.

Veamos un ejemplo de esto:

Puedo decirles, queridos hijos, que a los tres años, Jesús ya ofrecía con Su pequeña consciencia algunos sacrificios que eran bien visibles para todos, como el de no tomar agua ni tampoco alimentarse por algunos días.

Sabíamos, como parte de Su Familia, que el Padre en aquel tiempo ya estaba cumpliendo con Sus Designios, porque toda la vida de Jesús estuvo colmada por el Espíritu Santo; era el propio Dios hecho hombre y consciencia humana que venía para rescatar la consciencia de la humanidad.

Jesús siendo niño desenvolvía acciones espirituales y sobrenaturales al momento de tomar contacto con la Fuente del Padre, que con amor y dulzura brotaba desde Su pequeño Corazón.

El Niño Jesús concedía muchas Gracias, estados para las consciencias que permitían revertir la condición humana y su deuda ante la Ley. El Pequeño Niño trabajaba silenciosamente y, a pesar de ser tan pequeño, los Arcángeles muchas veces obraban a través de Él. Por ejemplo, en una etapa de la vida de Jesús, el Arcángel Gabriel concedía cierto tipo de milagros a las almas, las que no solo transformaban sus vidas, sino que también liberaban los lazos que ellas tenían, al tomar contacto con el pequeño Niño Jesús.

La Sagrada Familia dedicó los primeros años de vida de Jesús para realizar servicio, y uno de los principales oficios de San José fue lo que ustedes conocen como la carpintería; en verdad, la humilde carpintería de San José era el templo de los milagros y de las conversiones.

El servicio que ofreció la Sagrada Familia físicamente a la humanidad, en los primeros años de vida de Jesús, fue para restablecer en la consciencia humana la necesidad de servir al otro, al semejante, con el fin de reactivar el espíritu de la caridad y de la fraternidad.

San José se empeñó para que esa simple carpintería en Nazaret fuera capaz de acoger a las almas sufrientes, para convertirlas en almas plenas por el alivio del Señor.

Mientras San José llevaba adelante Sus trabajos en la carpintería, al mismo tiempo enseñaba a los niños de Nazaret a construir algo evolutivo en sus pequeñas consciencias. Así Jesús en muchas ocasiones participaba de esos encuentros, y la unión y el amor que se daba entre Jesús y San José eran capaces de tornar esa carpintería en un momento de elevación y de devoción a Dios, al punto que de forma inexplicable los trabajos de carpintería eran milagrosamente finalizados por los ángeles.

La Sagrada Familia a través de la esencia del servicio, consiguió ayudar a revertir la precariedad espiritual humana con una potente energía de amor y de caridad.

La Santísima Madre dedicaba Sus espacios de oración para entablar una unión más profunda con Dios y también para revivir en Su Espíritu el sacrificio que Su Amado Hijo viviría y que, por revelación del Arcángel Gabriel, María ya tenía consciencia de ese momento.

Durante los primeros doce años de Jesús, los santos arcángeles le mostraron a la Santa Madre la preparación espiritual y consciente que el Divino Hijo viviría en aquel entonces.

La Santa Madre desde aquel tiempo se resignó como esclava ante Su Padre Eterno, dejando en completa y humilde libertad al joven Jesús para que Su Misión se cumpliera así como la sagrada profecía lo indicaba.

En toda la etapa primaria de la vida de Jesús, la Sagrada Familia fue conducida por los santos ángeles hacia las necesidades que debían ser suplidas en la consciencia de la humanidad. En ese sentido, la Sagrada Familia aportó a la consciencia humana la oportunidad de ser reintegrada en el Proyecto del Creador a través del sacrificio de Cristo.

Fueron muchos los Dones y las Gracias durante la primera etapa de la vida de Jesús, los que crearon las bases principales para todo lo que el Pequeño Niño viviría en Su santa adultez.

Desde el nacimiento de Jesús, la humanidad tuvo la oportunidad de conectarse con la esencia del amor, aun después de que Cristo hizo Su entrega final en la Cruz.

En este tiempo en donde los valores de la Sagrada Familia perdieron la atención del hombre de superficie, los Mensajeros Celestiales vienen a su encuentro, al encuentro de una humanidad nuevamente precaria en todos los sentidos para que, por amor y misericordia, ella despierte del profundo sueño de la ilusión y recuerde que debe amar a su semejante, que debe servirlo y ayudarlo a curar su consciencia por medio de actos de fraternidad y de hermandad.

La Sagrada Familia se aproxima a la humanidad con el fin de reparar la consciencia humana y de retirarla de todos los errores que ella comete por medio de las guerras, de los conflictos, de la indiferencia así como de la destrucción y el dominio de los Reinos de la Naturaleza.

La Sagrada Familia invita a todos a que en esta Navidad el Cristo Interior pueda nacer a partir de una comunión íntima con el Creador, así la Tierra será repolarizada hacia la Luz que ya perdió.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Por todos los que se esforzarán para concretar esta última parte de la peregrinación, estaré muy agradecida.

Los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi silencio habla de todo el mundo, de los que aún no claman, de los que no piden a Dios por Su Divina Intercesión a través de los Sagrados Corazones.

Pero, he venido en esta Natividad a bendecirlos con el Espíritu de la Gracia de Mi Hijo, que participó en la Divina Concepción del Niño Rey.

Es ese Espíritu, queridos hijos, que hoy les ofrezco desde Mi Corazón Inmaculado y desde la Luz de Mi Vientre purísimo, donde se gesta la vida universal y la fraternidad entre todos los seres.

Hoy, los estoy invitando, queridos hijos, con el clamor de Mi Corazón de Madre, a que no bajen los brazos, a que sigan adelante, trabajando por este Proyecto de Dios que es infinito e interminable.

Si sus pasos son dados hacia el Corazón de Mi Hijo amado, si sus Cristos internos consiguieran manifestarse en estos tiempos, muchas más almas llegarán a Mi encuentro a través de los grupos de oración.

Mi Hijo vino a instituir, en este tiempo y para esta parte de América, los verdaderos grupos de oración, los verdaderos principios de la Red-Luz que se basan en la transparencia y en la fidelidad a todo lo que les oferta Mi Hijo, a través de Su infinita Misericordia.

Pero si esos pilares no estuvieran firmes y aún no se separaran de todo lo que sucede alrededor de cada grupo, muchos podrían sufrir por estar lejos del Principio de Mi Hijo amado. Mi Hijo los fundó como Sus Brazos y Sus Manos, como Sus Pies caminantes que van en busca de todas las almas perdidas.

Por eso, llegó en esta Navidad el momento, queridos hijos, de renovar los principios de la Red-Luz, para que no solamente sean servidores de Dios, sino portadores de la unidad, de la verdadera palabra, la palabra de vida y de aliento, de la oración consoladora, de la fe que debe unir a cada uno de sus miembros.

He participado, queridos hijos, de los acontecimientos que han sucedido en el sur del Brasil, a través de estos grupos de oración que Yo amorosamente he congregado, más allá de la vida terrenal y de todas las formas, para servir a Mi Proyecto de Paz en el mundo.

Es como si ustedes, queridos hijos, cuando se sumergen en sus incomprensiones y dudas, abriéndole las puertas al enemigo, Me dieran las espaldas y no escucharan Mi Voz dulce que los llama a servir; no solamente al mundo, sino también a sus hermanos que conviven con ustedes todos los días, siguiendo este propósito con la esperanza de concretar el Plan de Dios.

¿Qué haremos, queridos hijos, cuando las verdaderas cosas sucedan en el mundo? Ustedes son portadores de la Luz de los Centros Sagrados. Ustedes son las células futuras de ese nuevo Orden de la Hermandad que debe estar expresado en el planeta.

¿Cómo podremos, queridos hijos, atender a otras cosas en el mundo si los más pequeños y amados Míos, en el mundo, se separan por cosas tan insignificantes?

Queridos hijos, no quiero revelarles qué es lo que en verdad siente Dios con estas cosas, ante todo el Conocimiento Sagrado que amorosamente les fue entregado en sus vidas.

Verdaderamente, queridos hijos, si ustedes no se unen a través de Mis manos, para que Yo los lleve a recorrer el camino del infinito, su purificación será muy dura.

Queridos hijos, Yo no quiero que sufran por sus propias cosas. Quiero que sufran por el mundo; quiero que sufran por aquellos que no tienen nada y ni siquiera reciben la Mirada de Dios, sino solo la Justicia que en el universo los condena diariamente.

Queridos hijos, Yo les traigo la visión universal de las cosas. Ya no hay tiempo que perder, Mis amados. La Red-Luz debe crecer y debe estar formada por nuevos miembros que respondan a este llamado de servir al Plan de Dios, a pesar de las consecuencias, porque Yo nunca los abandonaré, aun en el tiempo de mayor oscuridad.

Por eso, abran sus ojos; no sus ojos físicos que juzgan y que son indiferentes en muchos momentos de la vida, abran los ojos del corazón y sientan Mi Sagrada Palabra como un Espíritu renovador y divino que viene a traerles la esperanza y la cura de todas las heridas.

Hoy, vengo a abrirles la puerta a la Consciencia Mayor. Hoy, Me tomo este tiempo y les doy este Mensaje para que las cosas no se precipiten dentro de ustedes cuando venga la gran ola de la purificación del planeta.

Queridos hijos, a través de su ayuda y colaboración, muchas cosas se pueden impedir en el mundo; así, como servidores de Cristo, que también pertenecen a la Obra de los Mensajeros Divinos, creen las condiciones necesarias para que las cosas no se precipiten día a día.

Por eso, queridos hijos, no solo los llamo al servicio, sino también a la importante unidad en estos tiempos, que debe estar por encima de sus cuestiones y formas para que siempre puedan ver la Luz del Propósito.

Cada vez, queridos hijos, que ustedes se pierden en las cosas insignificantes, un alma pierde la oportunidad de despertar, ¿y quién se hace responsable de esto? Cuando sus corazones ya estando maduros pueden dar los pasos seguros a la fraternidad.

Queridos hijos, lo más imposible para la Jerarquía de la Luz, es la unidad entre los servidores. Yo no vengo a juzgarlos, hijos Míos, quiero que sus corazones estén abiertos para escuchar estas cosas. ¿Cómo serán portadores de la Luz Divina de Dios, para que pueda llegar a las almas sufrientes de Medio Oriente y del mundo, si sus corazones están cerrados por cosas que ya no tienen importancia?

Necesito, queridos hijos, que, en esta Natividad del Señor, sus corazones estén receptivos al Espíritu de Cristo que, por obra de la Gracia y de la Misericordia, viene nuevamente a su encuentro para unificarlos.

Por eso, queridos hijos, recemos. Recen Conmigo ante los Tronos de Dios para que el Proyecto se cumpla en todos los corazones de la Tierra, y el auxilio infinito de la Misericordia de Dios llegue a través de Mis amados hijos que, a través de los años, Yo he congregado para esta sagrada misión.

Oremos:

Sagrada Unidad de Dios,
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén.
(siete veces)

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Y les digo todas estas cosas porque Dios Me permitió amparar con Mis propias manos aquellos de Mis soldados que se comprometieron Conmigo desde el principio.

Mucho aún vendrá, hijos Míos, muchas pruebas que deberán superar, muchas barreras que deberán quebrar en sí mismos antes de que Mi Hijo retorne al mundo y procure a todos prontos para fundirse con Su Espíritu Divino.

Les digo todas estas cosas porque el Señor ya no tiene tantos compañeros en esta Tierra así como los tiene en el Cielo. Y, los soldados que aún tengo, necesito cuidarlos porque necesito que despierten a otros por medio del ejemplo de su fortaleza. 

Los Atributos de Dios se están extinguiendo de esta Tierra. La unidad, la fraternidad y el amor, que deberían llevar al ser humano a la manifestación del arquetipo divino para esta raza, casi no existen en la consciencia de los seres de la Tierra. Y un día, Mis amados, ustedes dijeron sí a la vivencia de todas estas cosas. 

Yo Me aferro a sus palabras y al compromiso que hicieron con Mi Corazón, porque sus almas claman frente a Mi Altar para que Yo nunca permita que se sumerjan en los abismos de este mundo.

El Señor Me pide, día a día, que Yo sea incansable, que recuerde que Soy Madre de esta Tierra, que, así como Soy la Madre de Jesús, que es el principio perfecto de la humanidad, también Soy Madre, hijos Míos, de todos ustedes, de aquellos que escuchan y de los que no escuchan Mis palabras, de aquellos que creen y de los que no creen en Mi Presencia, porque no puedo negar Mi Maternidad. 

Sus esencias provienen de Mi Vientre Purísimo, así como proviene Jesús, y debo cuidarlos y ampararlos siempre, como amparé a Mi Hijo.

Deberé conducirlos al sacrificio, a la transformación y aunque no pueda impedir su sufrimiento, como no pude impedir el sufrimiento de Cristo, siempre estaré a su lado, con los ojos fijos en sus almas, padeciendo con cada ser de esta Tierra la transformación que los llevará a la victoria de Dios.

Por eso, solo les pido que confíen en Mi Corazón, que confíen en Mis correcciones, así como confió el Niño Jesús, porque Él sabía que esas correcciones también provenían de Dios. 

El Señor confiaba todo el tiempo, desde Su Nacimiento, en la unión de Su Madre Divina con Dios Altísimo y escuchaba cada palabra pronunciada por Mi boca, vivía cada una de Mis instrucciones y, aun siendo Rey, respetaba y amaba a Su Sierva. Por eso, les pido, Mis amados, que imiten los pasos de Cristo y que, con humildad, escuchen a Mi Inmaculado Corazón. 

Deseo que Mis ejércitos crezcan y que se fortalezcan en el amor, porque la humanidad necesitará de su ejemplo, necesitará de su amor para trascender el miedo, necesitará de su fraternidad para trascender el odio, necesitará de su esperanza y de su fe para trascender la angustia, el temor y la desesperanza de sus corazones.

Reciban hoy la Gracia que les entrego, de estar ante el Espíritu de Cristo. Dejen que sus almas contemplen la grandeza de este momento, y que esta grandeza disuelva la pequeñez de todos sus problemas, porque no debería existir nada que les impidiera llegar al Corazón de Dios, cuando las Puertas del Cielo se abren delante de sus ojos.

Sientan Mi Amor y Mi Compasión, porque deseo en esta noche que crezcan y maduren, para que la semilla que deposito en el interior de sus seres no pase más un año sin germinar. Y que, en la próxima Navidad, Nuestro Señor no solo renazca, sino que también crezca y se multiplique en la esencia de aquellos que nunca escucharon Mi llamado.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, como un acto de piedad, como un acto de sembrar el amor en la consciencia de la humanidad, a pedido de San José, ¿serían capaces de llamar a aquel hermano que no han comprendido ni entendido?, para decirle misericordiosamente: “Querido hermano, no te he comprendido. Debo aprender a amar para poder aceptarte”, simplemente con eso, Mi Corazón triunfará.

Por eso, en esta noche, les dejo una lección, una enseñanza para que recuerden lo que su Madre Celestial, que los ama profundamente, siente de esta humanidad.

En cuanto llamo a los divinos hijos que hoy se consagrarán, escucharán: “Encuentro con María en el corazón”.

Les agradezco.

Estoy aquí para escuchar.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Pueden acercarse los que se van a consagrar como Hijos de María, por favor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Bajo el espíritu de la Paz, Yo los bendigo y, a través de la Misericordia de Mi Hijo, Yo los ilumino para que siempre reine la redención en los seres, el estado de Gracia que los colma perpetuamente desde Mi Corazón de Madre.

Por eso, extendiendo Mis manos sobre sus cabezas, derramo Mis Gracias para que ellas maduren como frutos en los corazones que escuchan a la Madre de Dios; y que, a través del espíritu de la santidad, sus vidas se renueven en la fe, porque un Hijo de María es aquel que escucha con atención al Corazón de su amada Madre Celestial. Y así, como lo tuve a Jesús; en esta Natividad, entre Mis brazos, los tengo a cada uno de ustedes, esperando que crezcan y que caminen hacia su verdadera misión: el retorno al Universo Celestial.

Yo los bendigo y bendigo a todos Mis hijos que en esta hora Me escuchan, en cada punto de esta Tierra, junto con sus Ángeles de la Guarda.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por escuchar la Voz de Mi Corazón!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

El advenimiento de Cristo está próximo, por eso conscientemente preparen vuestro mundo interior para poder recibirlo.

En este mes especial de Su Natividad sagrada, Mi Hijo, el que estará por nacer espiritualmente en ustedes, traerá un impulso interior para los que sepan reconocer la importancia de vivir ese momento bendito.

No habrá en este momento nada que los pueda separar de Su Corazón Santo. Todas las veces que para ustedes fue difícil y costoso mantener esa sagrada unión con Cristo, durante esta Natividad eso se volverá posible.

Es por eso, Mis hijos, que hoy los llamo para que despierten del letargo en donde el enemigo a veces los ha colocado, para que no puedan participar de la vida divina. Necesito, Mis valientes, que inviten con vuestro entusiasmo a todos los que se olvidan de Cristo y principalmente a las almas que lo sustituyen por el placer y el conformismo.

La vida pagana debe desaparecer de la consciencia humana, por eso en estas fechas de navidad las Jerarquías Angélicas y Arcangélicas, trabajarán para que las almas cada vez más despierten al camino de la perfección y al tiempo de su purificación.

Queridos hijos, todo el universo celestial se prepara para retirar las vendas de vuestros ojos y para que vean que la vida superior siempre los aguarda, mismo cuando estén purificándose ustedes mismos.

En este día que quede grabado en vuestras consciencias el momento de vivir una oportunidad divina que es concedida por el propio Cristo, Mi amado Hijo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los espera para estar alrededor del sagrado pesebre de luz,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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