Mis queridos hijos:
Como Madre Naturaleza y Madre de la Vida, hoy desciendo con la Luz de Dios sobre esta sagrada sierra para volver a encontrarme con Mis hijos de esta humanidad.
Vengo en este día a auxiliar y a socorrer a todos los hijos Míos que en este tiempo sufren y padecen sus purificaciones y pruebas, enfrentando de la noche a la mañana situaciones inesperadas que cambian el destino de la vida de muchas personas.
Pero quisiera decirles, Mis hijos, que eso no significa que Dios esté lejos del sufrimiento o de la enfermedad. Él está más cerca de lo que parece y sufre junto con todos los enfermos y necesitados a través de Su Hijo, Jesucristo, que también sufre junto con los Hijos del Padre.
Este es el tiempo de tener que aceptar, pero también es el tiempo de tener que reconocer los aprendizajes de la vida, teniendo presente que cada momento es una sagrada oportunidad de crecimiento interior para todos.
Cada alma, en este ciclo final, vivirá lo que más necesita aprender, a fin de que en cada hijo Mío nazca y emerja el amor crístico, que le permitirá comprender la vida en su esencia profunda.
Como Sagrados Corazones, antes de Nuestro recogimiento, vemos cómo la humanidad no está preparada para el fin del tiempo. Por eso, la Jerarquía Espiritual dedica cada momento y cada encuentro para auxiliar en todas las situaciones posibles.
Que, en este momento tan turbulento y hostil del planeta, ustedes aprendan a perpetuar la luz de la oración y no pierdan la oportunidad de orar, de pedir Mis Gracias y de interceder por todas las causas, por todas las situaciones y por todos sus hermanos; porque en este tiempo solo bastará orar, pero orar de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de todos los enfermos de cuerpo y de espíritu
Mis queridos hijos:
Hoy, como Madre de la Misericordia y ante el océano infinito de la Misericordia de Mi Hijo, recojo de los corazones las ofertas y las oraciones que son dirigidas a Cristo, a fin de que, en este tiempo, Él transforme la miseria humana en Misericordia y en Compasión.
Por eso, hijos Míos, una vez más, la vida y el espíritu de cada uno de ustedes está delante del umbral de la Divina Misericordia, esperando que la Ley de la Expiación actúe en la humanidad ante tantos acontecimientos que se viven en el mundo.
Que sus almas sean depositarias del Amor de Mi Hijo y de Su Misericordia Insondable.
Que sus actos, gestos y acciones sean misericordiosos para que esta civilización, de los tiempos de hoy, recupere su contacto con la esencia del Amor-Sabiduría, para que la maldad, el odio, la venganza y la impunidad se disuelvan en el corazón humano, y para que cada hijo Mío recuerde que puede regresar a Dios y conocerlo dentro de sí mismo, en lo más profundo del silencio y de la oración suplicante.
Queridos hijos, aún la Divina Misericordia necesita ser conocida en el mundo, necesita ser practicada y vivida por todos; porque mientras no hayan almas misericordiosas, no habrá paz en el mundo, la guerra no se detendrá.
La Misericordia es la puerta de salvación que Mi Hijo abrió en Su Costado, en donde los afluentes del Agua y de la Sangre son misterios de expiación y de perdón para los que se rinden al Amor de Jesús.
Hijos, que la Misericordia sea el anuncio de la esperanza y de la paz para el mundo herido.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Que hoy pueda brotar de ustedes la dicha por este reencuentro con los Sagrados Corazones en mayo, cuando sus almas podrán celebrar el mes de Mi Materno e Inmaculado Corazón.
Después de toda la obra especial, llevada adelante por Cristo en Israel; hoy, retorna su Madre Celeste, la Señora de Figueira, para volver a abrir la Fuente de las Gracias, para que estas Gracias tan necesarias se derramen sobre Mis hijos.
También, de manera especial, su Madre Aparecida regresa para proteger el Propósito Espiritual de Brasil y ayudar al ángel de la nación brasileña; porque Brasil, como pueblo, siempre saldrá adelante, más allá de todo lo poco transparente que suceda en estos tiempos.
Recuerden, Mis hijos, que, en Fátima, la Señora del Santísimo Rosario les reveló a los videntes la misión espiritual que Brasil, como corazón del mundo, tendría en el fin de los tiempos.
Ahora, que en el mes de mayo las almas tomarán sus últimas decisiones, después de todas las Gracias recibidas desde Israel a través de Mi Amado Hijo; su Santísima Madre regresa a Brasil para fortalecer la misión que tiene como país y que también deberá reflejarse a través de los corazones de todos los brasileños.
Es así que, respondiendo a los Pedidos del Altísimo Padre Eterno, los Tres Sagrados Corazones vuelven a reunirse en el mes de mayo en Sudamérica; a fin de que esta región del planeta no se olvide de que siempre Nuestra amorosa mirada está sobre el Nuevo Edén de Dios, está sobre Brasil y sus naciones hermanas.
Los invito a preparar estos próximos encuentros bajo el don de la alegría, del júbilo, bajo la Gracia del reencuentro de hermanos en Cristo Jesús.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Figueira
Queridos hijos:
Mi Amor es la caricia de Dios a Sus Criaturas.
Es Su Amor tan abundante e infinito, que muchas veces las almas no lo saben distinguir.
Por eso, Él Me envía, en nombre de Mi Hijo, como Madre del Amor de Dios para que las almas y, sobre todo, las esencias recuerden que, en sí mismas, guardan una pequeña partícula del Amor Mayor en su interior; y que sin este Amor Supremo no es posible aprender ni evolucionar en este mundo.
Mi Hijo vino al mundo para enseñarles sobre el Amor; sobre un Amor maduro, donado e incondicional; un Amor que se entregaba por aquellos que eran rechazados, discriminados y repudiados.
El Amor de Cristo es el Amor por los pecadores, por los perdidos y por los que ya no encuentran, dentro de sí, el amor.
Como Madre del Amor Divino, vengo en este día a recordarles que, más allá de toda imperfección o error, dentro de ustedes vive ese Amor que los hace parte de este planeta escuela y de este grandioso universo que los espera, una y otra vez, para que aprendan a evolucionar.
Pero, Mis Hijos, no se olviden de que la expresión de ese Amor Crístico comienza en lo más pequeño, en el día a día, con todos los que conviven y están a su alrededor.
Todo lo que Mi Hijo les enseñó, no puede ser en vano y quedar sin efecto.
Denle al Amor Mayor el lugar que merece en sus vidas y con sus hermanos, porque así se disolverán las barreras, se cicatrizarán heridas y las almas, en su caminar, renacerán por la fuerza auténtica del Amor del Padre Eterno.
Hoy, como si fuera la primera vez, les pido esto; porque el mundo sigue caminando hacia la indiferencia, hacia una forma de vida vacía de Dios y vacía de Su Presencia, en la que las tendencias e ideologías toman el primer lugar en la vida de las personas para distanciarlas de Dios y de su verdadera esencia.
Por eso, mediten:
¿En qué lugar de mi vida actúa el Amor de Cristo?
¿Dejo espacio y no me resisto para que ese Amor me pueda transformar y transformar al mundo?
¿Creo en el poder del Amor Mayor?
Así, Mis hijos, Mis Palabras no serán solo palabras, no serán un Mensaje más que solo se escucha y no sucede nada en Mis hijos.
El mundo necesita de columnas auténticas de Amor para que, a tiempo, se corrija el desvío global de la humanidad de su verdadero y único Propósito.
Les agradezco por responder a Mi llamado con atención.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis hijos predilectos:
En este día, su Madre Celeste vuelve a estar ante la situación interna y espiritual de los Estados Unidos, a fin de que, a través de la redención y de la cura de las almas, esta nación vuelva a encontrar el camino hacia el Propósito que perdió.
Si, desde el principio, Estados Unidos hubiera sido un país de brazos abiertos, una nación que acoge, atiende y cuida a los más descartados y vulnerables de toda América Latina, les aseguro que gran parte de su deuda espiritual, causada por la comercialización de armas, hubiera sido aplacada.
Pero en estos tiempos, en este lugar como en otros lugares, solo nos resta seguir orando para que ciertas acciones, que este país quiere realizar, no continúen dejando a su pueblo bajo una condición sin salida espiritual.
Dependerá de los corazones orantes, presentes en los Estados Unidos, que puedan crear la condición correcta para que ciertas situaciones ya no coloquen al país en un lugar sin salida.
Vuelvo a repetir esto a todos Mis hijos para que les quede bien claro que será necesario hacer algo, es tiempo de actuar. Porque también existen naciones en las Américas que son condicionadas por los Estados Unidos, algo que todavía nadie se arriesgó a resolver.
El verdadero sentido de la igualdad y de los bienes está tergiversado. Por eso, hijos, Yo los invito a permanecer en el ejercicio de la oración reparadora y pacífica para que, en los Estados Unidos y en las demás naciones del mundo, los pueblos marginados por el desorden, por los conflictos y por las guerras, que dejan muchas heridas abiertas, tengan la Gracia de ser gobernados bajo un principio espiritual de equilibrio y de equidad.
Desde el Cielo, su Madre Celeste intercede junto con Su Hijo para que la humanidad cambie a tiempo.
Recemos para que nadie más sufra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy, vengo al mundo como el Gran Espejo Mayor de Dios.
Vengo como Instrumento simple del Padre Eterno para que en Brasil y en el mundo, a través del Espejo Interior de Mi Corazón, se reflejen y se depositen, una vez más, los méritos victoriosos alcanzados por Mi Hijo Jesús, méritos guardados preciosamente en el Arca de la Santa Alianza.
Será de esta forma, hijos Míos, que Brasil y el mundo serán aliviados de las invasivas informaciones y estímulos que el ser humano recibe en estos tiempos, volviendo su vida insensible, autónoma de Dios e indiferente ante las graves situaciones dolorosas que atraviesa la actual humanidad.
Como ese Gran Espejo Mayor de Dios, hoy, llega su Madre Celeste para que el mayor número de almas tome contacto, en los planos internos, con los Atributos de la Fuente Suprema. Esto es urgente, porque a medida que el tiempo corre, en esta caótica superficie, muchas almas son desconectadas de lo que es verdadero y de lo que es esencial.
Por ese motivo, una vez más, el Padre Celestial Me envía al mundo, al mundo sufrido; para recordarles, a los creyentes y a los no creyentes, que muchos se están dejando arrastrar hacia el abismo de la bestia; y ella, por medio de su astucia, de su soberbia y de su arrogancia, engaña y retiene con sus garras a muchos sacerdotes de la Iglesia, a muchos pueblos y naciones que ya se están convirtiendo en el territorio de la extensa oscuridad espiritual.
Con ruegos y más consciencia, vengo una vez más para pedirles que sigan orando por Brasil y por Sudamérica, porque está en sus manos el destino del Brasil y del mundo entero.
Mientras tanto, la Madre de los Espejos de Dios reúne, en este tiempo, a todo Su ejército sobre la superficie de la Tierra, para despertarlos y para llamarlos a la realidad, de la cual muchos se quieren esconder, por temer enfrentar esa realidad.
Pero Mi Hijo les dio Su Palabra, les entregó Su Mensaje a través de los últimos años y les otorgó el camino de su conversión y de su perdón a través de la ciencia espiritual de los Sacramentos.
Recuerden, entonces, todas las Gracias recibidas y actúen conforme a la Voluntad de Dios, porque llegarán momentos de mayor vigilancia y de discernimiento.
Confíen en el Espíritu Santo y no dejen de dar los pasos hacia el Corazón de Dios.
No se olviden de los actos de Misericordia. No se cristalicen en el camino espiritual y orante.
Sean guerreros disponibles en el amor, en la tolerancia y en la paz.
Cultiven el diálogo, manifiesten coherencia en sus elecciones, pero sigan fielmente los Atributos de Dios. Así, harán un planeta más libre de la oscuridad, de la violencia y de la impunidad.
Amen la vida y respétenla. No permitan que la Creación siga siendo ultrajada.
Rezo por Brasil, por su destino, por todo su querido pueblo de Dios.
Sean pacificadores de Mi Hijo. Les pedimos, una vez más, que no se involucren con las mentiras y con los comentarios, que amen el Silencio de Dios.
Les agradezco por responder, en consciencia, a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Que esta noche y el día de mañana, a través de las 1.000 Ave Marías, sean dedicados a un estado interno de vigilia y de oración, para que las almas de Brasil y sobre todo sus Ángeles de la Guarda guíen a las consciencias a través del camino del discernimiento y de la Sabiduría Divina.
Mientras tanto, hijos Míos, su Madre Celeste junto con el Cristo Redentor estarán acompañando el día de mañana, implorándole a Dios, a través de las oraciones de todos los Ángeles del Cielo, que el Ángel del Brasil y todo su pueblo estén amparados, siguiendo el camino de la fe, de la esperanza y de la justicia.
Por eso, queridos hijos, el día dedicado a las 1.000 Ave Marías será culminante para Brasil.
A pesar de lo que suceda, hijos Míos, no se olviden de que Yo siempre seré su Madre, la Señora del Brasil y Guardiana de los corazones.
Mantengamos encendida la llama de la fe.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy, su Madre Celeste ya peregrina, en los Planos Celestiales, hacia Brasilia, para acompañar la Sagrada Tarea que llevará adelante el Casto Corazón de San José y también para poder estar muy unida a Mi Hijo por la importantísima ayuda espiritual e interna que Él ofrecerá, a través de las almas de Brasilia, a todo el Brasil.
Queridos hijos, de la misma forma, su Madre Celeste los llama para que, desde donde ustedes estén y a través de la Oración por la Paz en Brasil, también peregrinen internamente acompañando a toda la Divinidad en esta próxima etapa de peregrinación.
Queridos hijos, también los invito a difundir Nuestro amoroso llamado en todos los lugares posibles; para que más almas, necesitadas de luz, de amor y sobre todo de esperanza, puedan llegar, aproximándose a los cálidos y devotos Encuentros de Oración que serán ofrecidos en Brasilia.
Desde ahora, su Santísima Madre los acompaña y, desde ya, les agradezco por todo lo que será construido.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este momento, Mi Corazón Inmaculado aún se encuentra unido al corazón esencial de cada pequeño hijo de África, a fin de que estas pequeñas almas alcancen el alivio espiritual y moral que necesitan.
Deseo, de forma ardiente, que se abra la puerta de Mi Gracia en África, de una Gracia de oportunidades y de esperanzas para los adolescentes y jóvenes; para que Mis hijos de África sepan que es posible vivir otra experiencia sobre la superficie de la Tierra. Una experiencia que permita el despertar de sus valores espirituales e internos, de los valores que los ayudarán a ser buenas personas, así como son buenos y simples de espíritu; algo de lo que todos Mis hijos del mundo deberían aprender a reconocer.
África debe ser ella misma, como lo fue en sus orígenes, desde sus más profundas raíces de unión con lo Divino y Cósmico.
Por eso, a través de la actual misión humanitaria en curso, los tres Mensajeros Divinos preparan otro escenario interior, a fin de que el escenario exterior pueda ser mejorado, armonizado y corregido; para que todos Mis hijos tengan la dignidad que perdieron, no solo como seres humanos, sino también la dignidad de reconocerse y de sentirse merecedores Hijos de Dios.
Por eso, en África recién comienzan a gestarse el don de la esperanza, las oportunidades y la Nueva Tierra.
África Mía, eres parte de Mi Corazón; eres Mi aspiración de la nueva cuna de la Nueva Humanidad.
Oremos para que África sea ella misma y ya no sea de los explotadores y bandidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, Mis oraciones son dirigidas a todos los que continúan atravesando esta pandemia y, en especial, a los que perdieron la vida por ella, de una manera inesperada para todos.
Hoy, les pido que, más que nunca, se unan en oración Conmigo, para que su Madre Celeste pueda liberar del plano terrestre a los que quedaron presos y no consiguieron continuar su camino de ascensión.
Por eso, Mis amados, la oración del corazón, hecha con amor, es la gran llave que abre todas las puertas y que concede no solo la paz, sino también la liberación de las almas de la prisión espiritual.
Quisiera, en este momento, que todos los familiares, que hayan perdido a un ser querido y amado, estén en paz y busquen alivio en Mi Corazón de Madre, porque Mi promesa es interceder por las almas que, traumáticamente, sufrieron esta pandemia.
Les pido que sean obedientes y que todos se cuiden para que, poco a poco, esta situación planetaria sea aplacada, y que ya no se permita que almas tan preciosas de este mundo, sean retiradas de su camino terrestre por consecuencias inesperadas y generadas por esta pandemia.
Mis queridos hijos, que la fe nunca se debilite en ustedes. Que la fe y la confianza en el Padre Celestial les concedan la Gracia tan necesaria de la cura y de la redención de esta humanidad.
Recuerden que Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que los ama eternamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que el Sagrado Manto Protector de Mi Hijo cure y proteja, en este momento, a cuantos continúan atravesando esta pandemia.
Mi consuelo y amor de Madre están en cada corazón que vive, en este momento, la enfermedad y el sufrimiento.
Por eso, hoy, pido de manera especial que el Manto Sagrado de Cristo cure y alivie a los que necesitan ayuda espiritual y física, porque las almas deberán salir fortalecidas después de esta experiencia con la pandemia.
Mi Corazón y Mi Vida rezan por ustedes en todo momento, pidiéndole y rogándole al Padre que envíe a Sus ángeles curadores para que estén al lado de las personas enfermas y para que, a través de la ayuda angélica, las almas tengan fuerza suficiente para atravesar esta nueva escuela que toda la humanidad, desde hace dos años, atraviesa.
Como Madre, también rezo por otras causas que agravan la situación del planeta y de la humanidad. Rezo por todo el movimiento que la naturaleza ferozmente realiza para que, en los planos internos, se establezca el orden y la paz, a fin de que el cambio climático ya no sea el motivo o la causa de miles de desplazados y desfavorecidos.
También, ruego a Dios por los más vulnerables y solicito que el Bendito Manto Protector de Cristo proteja y resguarde a los que, violentamente, viven el fin de los tiempos.
Este momento, queridos hijos, lleva a cada uno a mirar y a pensar en el otro, no como un problema, sino como una necesidad de llevarle amor, amparo y refugio, no solo espiritual, sino también material.
Cuando realmente exista una consciencia fraterna en esta humanidad, Yo les aseguro que muchas situaciones serán resueltas; mientras tanto, los más vulnerables están sometidos por los que se sirven del caos y lo diseminan en el mundo.
Oremos con más fervor. Que Dios escuche las oraciones de todos Sus hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis hijos:
Ustedes son cristales preciosos que, día a día, están siendo pulidos por las Manos del Redentor.
Que el mayor brillo que hay dentro de ustedes resplandezca, para que este mundo no pierda la capacidad de amar y de perdonar.
Sus vidas son cristales preciosos en las Manos de Mi Hijo, para que siendo purificados alcancen el propósito interior que Él tiene pensado para cada uno de ustedes.
Un cristal en bruto precisa ser pulido con delicadeza y cuidado. En ese trabajo de la purificación del cristal, las asperezas son retiradas para que la belleza que hay dentro del cristal se exprese.
En ese momento se encuentra cada uno de ustedes. No se resistan y dejen que Mi Hijo haga nuevas todas las cosas, porque Su fiel Propósito es convertir sus vidas según el proyecto que Él pensó una vez para cada uno de ustedes. Confíen y no teman.
Algunas asperezas de la vida son difíciles de arrancar, pero no es imposible; porque el Amor de Mi Hijo llegó al mundo para demostrar a todos que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.
Permitan, Mis hijos, que todo sea removido de su lugar, para que el gran cristal de sus vidas refleje la belleza inconmensurable del Cristo interno, porque este es el tiempo de que los Cristos internos puedan gobernar en este ciclo, a través del Amor.
Que el Amor de Dios repare y cure a las almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, bajo la bendición espiritual de San Gabriel Arcángel, las almas despierten al Llamado de Dios para que cada ser de este planeta cumpla Su Divina Voluntad.
En este día, les transmito la "Novena Espiritual a San Gabriel Arcángel", para que sea rezada por los devotos corazones que, junto a la Madre Celeste, implorarán por el despertar de la humanidad a fin de que, por intercesión de San Gabriel Arcángel, las almas reciban en su interior la Llamada de Dios y las consciencias sean retiradas de la ilusión mundial, para que los nuevos apóstoles y misioneros de Cristo estén al servicio del momento del Retorno del Señor.
Que el Ángel de la Anunciación los impulse en el camino del cumplimiento de la Sagrada Voluntad de Dios.
Novena Espiritual a San Gabriel Arcángel
Cuenta de unión
¡Oh, San Gabriel Arcángel!
Fiel Mensajero de Dios,
que despierte en nosotros el Cristo interior.
Amén.
Primera decena
Por la dulce voz de San Gabriel Arcángel,
que pudo escuchar la Virgen María,
Señor, que podamos también escuchar
el Llamado de Dios.
Amén.
Segunda decena
Por la Anunciación dictada por San Gabriel Arcángel,
que podamos encarnar en nosotros
el Llamado de Dios.
Amén.
Tercera decena
Por la solemne Presencia de San Gabriel Arcángel,
que las almas despierten
al Llamado de Dios.
Amén.
Cuarta decena
Por la Luz y el Poder pronunciados por San Gabriel Arcángel
a la Santísima Virgen María,
que seamos bendecidos y protegidos
en nuestro camino espiritual.
Amén.
Quinta decena
Por el Mensaje de Paz y de Gracia,
anunciado por San Gabriel Arcángel,
que estemos abiertos a escuchar y a reconocer
la Voluntad de Dios.
Amén.
Oración final
(tres veces)
¡Oh, San Gabriel Arcángel!
Que podamos ser los nuevos apóstoles de Cristo,
para que a través del ejemplo y del servicio abnegado,
anunciemos la Venida de nuestro Redentor.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Estos son los tiempos en los que las verdaderas definiciones se presentan, son los tiempos en los que lo intermedio o lo indeciso ya no tienen espacio en la consciencia humana.
Estos son los tiempos de ver y de reconocer la propia realidad interior. Es tiempo de corregir, es tiempo de enmendar, es tiempo de madurar rápido. Nada de lo que les pueda suceder está fuera de un sentido o causa.
Por eso, hijos Míos, cada segundo que pasa, sus consciencias deben buscar y buscar vivir la Voluntad de Dios; porque cuando esa Voluntad y ese Designio no se viven plenamente, las almas sufren hasta el punto de creer, por sí mismas, que Dios las abandonó.
Por eso, hijos amados, aprendan a medir las consecuencias de lo que deciden y de lo que hacen. No pierdan la sagrada oportunidad de estar en el camino del apostolado de Mi Hijo, pero el cambio o el pasaje de estado interior depende solo de ustedes.
Perseveren y estén firmes a través del Amor de Mi Hijo. Eso les permitirá percibir, cada día más, cuán importante es la redención de la humanidad para que, finalmente, este planeta ultrajado sea liberado de todo lo que sufre por parte de los hombres y mujeres de la Tierra.
Les agradezco por buscar la verdadera consciencia interior.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Que el poder transformador del Santo Cáliz los transubstancie por dentro y por fuera.
Que la unión con el Santo Cáliz los eleve como almas, pero también como consciencias.
Que la alianza con el Santo Cáliz los santifique y que expanda sus consciencias en el Amor bondadoso de Cristo.
Que la Adoración al Santo Cáliz les revele los misterios del Amor.
Que los secretos sagrados de la Última Cena sean develados y que el espíritu insondable del sacerdocio crístico los impulse para alcanzar la sagrada transformación.
Que se reúnan en torno al Altar los últimos apóstoles y que, uniendo sus espadas de fe como una sola, se establezca la sagrada e inquebrantable hermandad. Así, que se encienda en el discípulo el fuego del Propósito Divino, y que este se cumpla milagrosamente en estos tiempos.
Sin escudos ni armas, los Templarios de hoy renacen para llevar sobre su pecho el sagrado emblema de la Estrella de la Paz.
Que se levanten los que están caídos.
Que se consagren los que se autoconvocaron, porque ha llegado el tiempo de la gran misión por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Deseo, con ardiente amor, que en la próxima Vigilia de Oración del 12 de julio, todos los Centros Marianos ofrezcan al menos una decena del Santo Rosario, a fin de apoyar y de acompañar a su Madre Celeste en la sagrada tarea de liberación y de rescate de las almas más perdidas.
También deseo, con ardiente devoción, que las familias se reúnan en sus hogares y grupos de oración, para acompañar espiritualmente esta tarea de la Madre de Dios. De esa forma, Mis amados, estarán unidos de corazón a la misión especial que la Divina Madre llevará adelante en ese día.
El próximo 12 de julio, la Sagrada Señora de la Paz estará ingresando en espacios de la humanidad en donde, dolorosamente, muchas almas desaparecen sin explicación.
Mi deseo es poder llegar a cada una de ellas, como Madre auxiliadora y protectora de los que padecen injustamente el tráfico de personas y de órganos, gravísima flecha clavada en el Corazón de Mi Señor.
Por eso, desde ahora, los invito a que sus oraciones sean fervorosas para que la inquebrantable cadena del mal, sostenida por muchos hijos Míos perdidos, sea cortada por la poderosa intervención de San Miguel Arcángel, y así las almas sean liberadas de la esclavitud revestida de estos tiempos.
Deseo, con pureza ardiente, que el mundo escuche Mis súplicas; así también, podré aplacar está dolorosa ola de la pandemia que lleva al infierno a muchas almas que no se confiesan ni piden perdón.
Desde ahora y siempre, les estaré agradecida.
Quien los lleva a la Paz del Corazón del Reino de Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Yo soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, reflejo los principios de la Creación Universal a todo el planeta.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, traigo a la humanidad los Atributos de Dios.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, espejo al mundo la cura y la regeneración.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, sostengo el equilibrio universal del planeta.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, establezco la belleza de la paz.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, permito que Mis hijos retornen a su origen interior.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, enciendo Mis Espejos del cosmos y así, libero al planeta de la constante opresión.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, gesto espiritualmente la reconstrucción moral e interna de la humanidad.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, purifico y curo a las almas sufridas.
Soy la Señora de los Lagos, porque llevo a Mis hijos hacia la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos de Brasil:
Como su Madre Celeste, espero que las humildes pero profundas palabras enviadas por el Santo Padre a cada uno de ustedes, conforte a sus almas y alivie a sus corazones de este durísimo y difícil momento que todos están atravesando.
En Sudamérica, Brasil es el Corazón de la Madre Celeste. Un Corazón cansado de sufrir y de padecer junto con Sus hijos, pero un Corazón que trabaja y que lucha silenciosamente por la salvación y la conversión de las almas.
Queridos hijos de Brasil, estoy aquí y soy su Madre, la Madre que nunca los abandonará. Les pido que todos vuelvan sus miradas hacia Dios y que confíen en el poder de Su Misericordia.
Mi Hijo murió por ustedes, por todos ustedes. Él llegó exhausto hasta la Cruz y cumplió Su promesa. Que cada vida, que cada hijo de Brasil coloque su rostro en el suelo por todos los que salieron de la Ley y por los que fueron castigados injustamente por la pandemia.
Hijos Míos, no se olviden de Mi Corazón. Que, en este próximo mes de mayo, sus corazones entren en Mi Corazón para que Dios, el Padre Eterno, los pueda consolar.
Hijos amados, los necesito más orantes que nunca. Brasil enfrenta los primeros pasos de su desconocido Armagedón; pero Brasil nunca perderá su semilla interna que un día germinará en los corazones redimidos y rendidos ante Cristo, Nuestro Señor.
Oro por ustedes. Acompaño sus acontecimientos diarios. Tómense de Mi mano y Yo les daré Mi abrazo de Paz.
Que todas las almas inocentes y no inocentes sean elevadas al Cielo.
Este es el tiempo en el que la vida de cada hijo Mío sea el mismo Rosario.
Los bendigo y les agradezco por escuchar de corazón,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo en el que sus vidas deben ser el ejemplo de una transformación concretada. Es el tiempo de ser el mismo Mensaje de Mi Hijo. Es el tiempo de expresar lo que Mi Hijo tanto espera.
Mientras eso no suceda, Él no podrá retornar. Él necesita que los pilares de Sus divinos Dones estén afirmados en su interior.
En simples palabras, queridos hijos, Mi Hijo necesita que ya sean otras personas y que sus almas, y no sus personalidades, puedan gobernar.
Como Madre, rezo por cada uno de ustedes para que, cada día que pasa, consigan salir de ustedes mismos y se coloquen en el lugar que Mi Hijo les indicó desde el comienzo de su caminata de fe.
Mis hijos, es hora de que abracen con amor la dolorosa situación planetaria, que puedan ser fieles trabajadores de la paz y que protejan, de sí mismos y de los demás, la Palabra de la Jerarquía.
De esa forma, Mis queridos hijos, serán apóstoles del fin de los tiempos, reflejarán todo lo que Mi Hijo espera desde el comienzo de sus caminos de transformación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo de los apóstoles de Mi Hijo, es el tiempo de su madurez, es el tiempo de su acción para el cumplimiento de la Voluntad de Cristo.
Los apóstoles de Mi Hijo son los que prepararán Su llegada en el momento más culminante de la humanidad.
Sean apóstoles decididos, abiertos a enfrentar los desafíos de estos tiempos.
Yo, como Madre de los apóstoles, los llamo a subir un escalón más en esta escalera que los llevará a asumir las responsabilidades que Mi Hijo espera que cada uno pueda asumir.
Hijos, no les hablo de una responsabilidad material, sino de un compromiso espiritual con Mi Hijo de ayudarlo a cargar la pesada cruz de este tiempo, porque es mayor el peso de la cruz que los que, de corazón, están disponibles para cargarla junto a Cristo, su Maestro y Señor.
Que, en este tiempo, los apóstoles de Mi Hijo se confirmen pero que también se definan.
Muchas son las necesidades, pero una de ellas, la más importante, es la necesidad que tienen las almas de recibir amor y perdón.
Que los apóstoles del fin de los tiempos se abran para asumir lo que no les corresponde. Que lo hagan como un acto de Amor y de Misericordia, a fin de que cada apóstol de Cristo descubra dentro de sí el universo del Amor de Dios para que el misterio de la entrega absoluta de Mi Hijo sea develado al mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más