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Hijos:
La llave que abrirá la puerta principal de la Iglesia Celestial será un corazón sincero unido a este importante momento espiritual.
Mi Hijo necesita corazones sinceros y no perfectos para que los atributos de la Iglesia Celestial se depositen en los hijos del Padre.
Un corazón sincero, aunque humano, puede ingresar en la consciencia de la Iglesia Celestial y allí recibir, misericordiosamente, el legado de Amor de Mi Hijo.
Por eso, hoy los llamo a que tengan un corazón sincero para que sus almas pasen por la Iglesia Celestial y sean nuevamente bendecidas por los impulsos de Luz y de Redención que traerá Mi Hijo desde el universo.
Con un corazón sincero serán pacificadores de Cristo. En este momento culminante de la humanidad, las almas tendrán la Gracia de recibir las dádivas del Cielo si tan solo tienen un corazón sincero.
Hijos Míos, abiertos de corazón, reciban con gratitud y devoción la llegada de la Iglesia Celestial y, unidos a sus Ángeles de la Guarda, ofrezcan todo lo mejor de sí mismos a fin de enmendar y de reparar las ofensas que aún genera el mundo.
Que sus corazones sean puentes que hagan descender la Misericordia y la Paz al mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Siempre que clamen por paz, Yo allí estaré. Mi Corazón está atento a cada súplica, a cada clamor, a cada corazón sincero que enciende la luz de su esencia, aun en los abismos más profundos de la consciencia planetaria.
Cuando oran de corazón, sus voces son como melodías que resuenan entre las dimensiones y que llegan a los Altares Celestiales, conmoviendo al Corazón de Dios, que responde a la súplica de Sus hijos con piedad, cura y Misericordia, con la Verdad que los despierta del sueño del mundo y los hace retornar a Su Corazón.
Siempre que oren, recuerden hacerlo de verdad, con atención en cada palabra, con vida en todo lo que pronuncien, canten y oferten, porque el milagro de la oración es aún un misterio para el corazón humano. Pero hoy les digo, hijos, que es este misterio, guardado en sus corazones, el que revela el verdadero potencial de los seres humanos.
Es cuando oran con sinceridad, venciendo toda vergüenza, temor y condición humana, que pueden experimentar lo que son y descubrir sus potencialidades más puras y espirituales.
No les hablo de la vida universal, no les hablo sobre realidades materiales, sino de sus esencias, de aquello que los hace semejantes a Dios y que muchos piensan conocer, sentir y vivir bajo su guía, y no es de esa forma.
Cuanto más oren, más podrán ir ascendiendo a ese espacio profundo de la consciencia. Cuando dejan de lado los temores y todo lo que piensan de sí mismos, cuando se colocan en la Presencia de Dios, y solo de Él, para entrar en un diálogo profundo con el Creador, es entonces que pueden comenzar a conocerse a sí mismos.
El autoconocimiento comienza con la confesión cuando se permiten ser transparentes, sin capas, sin velos, y se permiten no solo exponerse ante Dios, sino también que Dios sea Quien los toque con Sus Manos y les muestre aquello de ustedes mismos que aún desconocen.
¿Por qué les digo estas cosas hoy?
Porque, de los últimos años, esta es la síntesis de todo lo que tengo para decirles: oren de verdad, en confesión, delante de Dios, deshaciéndose de todo lo que creen de sí mismos. Pierdan el miedo y la vergüenza de no ser lo que construyeron durante tanto tiempo en la Tierra y más allá de ella, y dejen que la Mano de Dios los limpie y les muestre algo maravilloso sobre sí mismos, que nada son, sino una esencia, pura, divina, parte del Creador, capaz de recrear y renovar toda Su Creación.
Cada vez que oren, que sea de verdad y, poco a poco, sus vidas serán una constante confesión, en la cual ya no necesitarán estar solos para ser transparentes, sino que se encontrarán en la Presencia de Dios en todo momento, y todo cuanto hagan será verdadero, en todo se expresará su esencia.
En este día de renovación y de Gracias, vengo a decirles algo que ya creen saber, pero que en verdad aún necesitan arriesgarse a descubrir. Oren y sigan orando, hasta ser nada y encontrar todo, hasta que los misterios dejen de ser misterios.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Para llegar al Corazón de Dios no necesitas grandes ciencias ni profundas filosofías, no necesitas fórmulas y ni siquiera prácticas eternas. Lo que necesitas, hijo, es un corazón sincero, puro y rendido delante del Padre.
Todas las prácticas y ejercicios espirituales forjarán en ti la transformación de tu consciencia y permitirán que permanezcas en unión con el Creador, y que eso no sea solo por un instante, sino que se torne un estado permanente de consciencia.
Pero para tocar el Corazón de Dios, sentirlo y conocerlo, solo necesitas un corazón sincero que se disponga a estar delante del Padre en confesión, en adoración, en comunión y en entrega, para así sentirlo, experimentar en el propio interior lo que es real y, conociendo a Dios, conocerte también a ti mismo.
Por eso, ante de nada más, y aunque no tengas fuerzas o inspiración, solo quédate con el corazón sincero delante del Creador, solo quédate con el corazón rendido frente a Su Altar. Colócate como ofrenda a Sus Pies y deja que Él se haga sentir. En la Presencia Divina, todo en tu vida recobrará su sentido, tus esfuerzos tendrán valor y su peso será menor, porque el Amor de Dios en ti hablará más alto; tus batallas te serán leves, no porque serán más fáciles, sino porque tu corazón ya no estará suelto en los vientos de la oscuridad, sino cimentado en la Presencia de Dios, de donde ningún viento te podrá retirar.
Todo comienza, hijo, con la confesión, la rendición, la entrega, la adoración y, así, la comunión perfecta con Dios. Y eso puede suceder en el silencio, en la alegría espiritual, en el llanto profundo del alma, en la oración o en la adoración, en la propia vida. Solo necesitas un corazón sincero.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Cuando sientas en tu camino el peso de los errores del pasado que, como un asedio, el enemigo te entrega para detener tus pasos, solo pon tus ojos sobre la Cruz, sobre la Eucaristía, sobre el Corazón de Cristo y permanece allí.
En la Cruz, hijo, tus pecados más profundos fueron perdonados. En la Cruz, tus mayores errores fueron justificados.
En la Cruz no solo está la memoria del perdón, sino también el perdón vivo y eterno que se renueva, de tiempo en tiempo, cuando un corazón sincero es capaz de arrepentirse por los méritos de la Cruz de Cristo.
Sin embargo, en la Cruz no se encuentra solo el perdón de tus pecados, en la Cruz se encuentra también tu camino. En ella se escribe el manual para tus próximos pasos, para que no vuelvas a pecar, para que sepas por donde ir.
En la Cruz, descubres el perdón de Dios, pero también la forma que tu Creador te concede de hacer fecundo ese perdón. A través de la entrega, de la humildad, del sacrificio y, por encima de todo, del amor sin condiciones es que imitas los pasos del Cristo del Calvario, es que bebes del Cáliz que Su Padre le ofreció para restituir la Alianza entre Dios y los hombres.
Es allí, hijos, a los pies de la Cruz, que tu camino comienza. Pero es cuando Tu Señor desciende de ella y asciende a los Cielos que tu eres llamado a multiplicar los dones de tu redención, dando testimonio del Amor que te curó y que está siendo derramado constantemente sobre el mundo, del Corazón de Cristo hacia todos los que saben buscar y encontrar los méritos de la Cruz.
Por eso, cuando el enemigo coloque delante de ti tus errores y pecados, que tus ojos se vuelvan hacia la Cruz, que tu corazón recuerde que ya fue perdonado y que ahora se trata de seguir los pasos de tu Señor, Cristo Jesús.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Cuando los corazones oran, acompañando a los Mensajeros Divinos en su peregrinar por este mundo, están abriendo las puertas del Cielo para que una nueva vida se instituya en la Tierra.
La oración sincera de sus corazones despierta el potencial del corazón humano para unir el Cielo a la Tierra y, poco a poco, comiencen a expresar el verdadero propósito de la humanidad.
Cuando los corazones despiertan, generan méritos para que más almas puedan también despertar y para que los que están en los abismos de este mundo reciban una oportunidad de encontrar la luz.
Solo quien ya estuvo en los abismos de la Tierra, hijos, conoce el dolor y la angustia de estar distante de Dios y prisionero del yugo de las fuerzas oscuras que rodean a este mundo. Por eso, lo más importante es clamar y rogar por las almas perdidas, es decir "sí" a Dios, sin condiciones, y acompañar los pasos de Sus Mensajeros, aunque no conozcan totalmente cuál es la misión que estamos realizando en este mundo, en este tiempo.
Lo que hacemos, al peregrinar por las naciones, es mucho más amplio que lo que les podemos revelar. Estamos retirando a este planeta del abismo de su autodestrucción y colocándolo en el punto correcto de su transformación para que pueda cruzar el umbral entre el tiempo de la ilusión y el Tiempo de Dios, en el que nunca más nada será igual, en el que la verdad les será revelada, conocerán lo que son y porqué están aquí.
Por eso, hijos, tan simple como la oración sincera es la respuesta que deben dar a Dios todos los días, para que cumplan con su parte en esta misión de amor. Solo acompañen Nuestros pasos con el corazón y dondequiera que estén anuncien, a través de la oración, su adhesión a este Plan de amor y de rescate de la vida en la Tierra.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Lleven el Relicario de Mi Corazón a donde vayan. Porque como peregrino, silenciosamente, derramaré las Gracias de Dios sobre las almas, irradiando la pureza y la humildad que los corazones necesitan para encontrar al Padre y el camino de retorno a Su Morada Celestial.
El Relicario peregrino de Mi Casto Corazón revelará a los seres su propia pureza y verdad para que, ante él, las almas reconozcan quiénes son y lo que vinieron a hacer a este mundo.
El Relicario peregrino de Mi Casto Corazón será como un espejo para las almas, las que verán reflejado en él su esencia más pura y, poco a poco, descubrirán cómo expresarla y cómo ser lo que están descubriendo de sí mismos.
El Relicario peregrino de Mi Casto Corazón existe con el simple propósito de traer la paz y de revelar a los hombres el camino de retorno hacia el Corazón de Dios.
Cuando fueran sinceros delante de Mi Corazón podrán recibir las mismas Gracias que Yo recibí para encontrar a Dios y unirme a Él.
Mi Corazón no es el Camino, la Verdad y la Vida; pero sí es aquel que supo rendirse a Dios para recorrer ese Camino, para conocer esa Verdad y tornarse plenos de la verdadera Vida, que es la Vida en Dios.
Que la paz, que de él proviene, les revele sus orígenes y los inspire para que sepan retornar en espíritu al Corazón de Dios, aun estando con los pies en la Tierra.
Que sus almas conozcan el camino hacia el Corazón del Padre.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Para cumplir con el Plan de Dios todos los días, basta ser sincero de corazón, buscar siempre el camino de la humildad y de la superación de sí.
En estos tiempos, hijo, cuando la purificación se torna más intensa en el interior de muchos seres y, sobre todo, en la consciencia del planeta; es cuando más necesitas elevar tu corazón y buscar en él, la fuerza y el valor para persistir en tu camino todos los días.
Coloca siempre tu corazón y tu mente en lo que Dios necesita de ti.
Cuando tus deseos se mezclaran o se confundieran con los deseos del mundo, vuelve tu corazón hacia Dios y ofrece a Él tu ser para que Él lo vuelva cristalino y puro, transparente y verdadero, delante de Su Voluntad.
Dios te llamará a la superación todos los días, pero no a la superación por orgullo, por competición o por vanidad; te llamará a la superación por amor, te llamará a vencer los obstáculos en tu mundo interior; experiencias que sucederán entre tu corazón y el Corazón de Dios.
La superación en estos tiempos no es solo física, sino por encima de todo es interna. Y no son los obstáculos del planeta o las dificultades externas lo que vas a superar.
En tu interior se encuentra tu mayor desafío, en donde nadie ve, en donde nadie llega, solamente tú y Tu Padre. Es ahí, hijo, que entablarás tu mayor batalla, y es por ese triunfo que te superarás a ti mismo y superarás el Amor de Dios.
Por eso, no pongas tu atención tanto en las cosas externas, en los defectos ajenos, sino en la verdad y en la transparencia que debe haber dentro de ti, para que puedas cumplir con la Voluntad Divina.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Abre tu corazón para percibir lo que Dios aspira de ti. Recibe siempre Sus Palabras, colocándolas en tu propio ser, para que ellas te transformen en un testimonio vivo de la Presencia Divina.
No solo escuches las Palabras de Dios, sino deja, hijo, que ellas te transformen en lo que en verdad eres. Deja que ellas liberen las capas de tu ilusión y arrogancia, para que así puedas ver la verdad que se esconde debajo de tu condición humana.
Escucha cada mensaje como un diálogo de Dios contigo y no temas profundizar en lo que Él te dice. Es así que te transformarás de verdad y tu transformación será un servicio para el planeta.
La vida interna de los seres, su transformación y su contacto con Dios, puede ser un servicio incalculable para la consciencia humana y para el planeta, con toda la vida que en él habita. Pero, para eso, hijo, tu corazón debe ser sincero y transparente, y así mires más para ti mismo que hacia los demás cuando llegue el momento de corregirte y de transformarte. Mira al prójimo si tu mirar fuera de compasión y de Misericordia, y si en ti estuviera la firme aspiración de servir a tus hermanos y no de buscar sus defectos.
¿Por qué te digo todo esto hoy? Porque el planeta agoniza, las almas agonizan, los Reinos de la Naturaleza agonizan y los corazones aún están despertando, muy lentamente, hacia esta realidad planetaria.
No pierdas tu tiempo y tu verbo. Ora por el prójimo y por el planeta, y transforma y purifica tu corazón. Haz de ti, hijo Mío, un verdadero discípulo de Cristo, para que cuando Él te llame "compañero" no esté solo refiriéndose a tu espíritu, sino a todo lo que tú eres.
Acoge Mis Palabras con amor y esperanza, por saber que puedes servir y cambiar el destino de este mundo, donde quiera que estés. Basta que mires hacia dentro y tomes la decisión de definitivamente expresar lo que Dios quiere para ti, de finalmente ser lo que Dios espera de tu corazón.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Serie – Manifestación de Aurora – Parte X
Si se cumplen todas las etapas anteriores, Aurora podrá tener la condición para expresar su tarea hacia la superficie y, especialmente, su trabajo con los principios de la cura, será posible.
Cada etapa que se llevará adelante, dentro de este proyecto de la finalización y de la manifestación de Aurora, no solo le mostrará al Universo que los servidores y los seguidores de la Obra están comprendiendo lo que habla y pide la Jerarquía, sino que también otras serán las oportunidades para el Uruguay, como país, y para la región.
En este sentido, será importante que todos colaboren en cada una de las fases de la nueva manifestación de Aurora, independientemente de si pertenecen a un grupo de sustentación o no. De esa forma, las consciencias podrán constatar que cuando existe unidad de propósito es posible llevar adelante cualquier pedido de la Jerarquía.
Si existiera esa respuesta inmediata y precisa, sin dejar nada hacia atrás, mayor será la consciencia del propósito grupal que se construirá para la Nueva Aurora.
Espero que cada obrero del Plan sepa la importancia de ir construyendo Aurora día a día, hasta que se cumpla el propósito, y de no dejar de colaborar en todos los sentidos, hasta que todos vean el Centro Aurora manifestado en su máximo esplendor.
Para eso, la organización del grupo a través de una programación mensual que detalle etapa por etapa, ayudará a que toda la Obra tome consciencia de los posibles retrasos, así como de las diferentes metas.
En ese organigrama mensual, que será acompañado por un arquitecto y por un constructor, toda la Obra se podrá actualizar de lo que está faltando para finalizar cada etapa.
Es importante que cada servidor de la Obra sepa que, a medida que se vayan completando las diferentes fases de la manifestación de Aurora, también se irán estableciendo los tesoros de la Jerarquía, para que estén activos, ayudando a la humanidad.
Cada paso en la manifestación de Aurora, el acompañamiento y el esfuerzo sincero del grupo para con la Jerarquía, le concederá esa esperada oportunidad al Uruguay y a Sudamérica; algo espiritual que Aurora tiene para ofrecerle a las almas.
En esa actitud de prontitud, de respuesta inmediata y sin demora; en esa actitud verdaderamente fraterna para con Aurora, Yo los invito a estar todo el tiempo, sin vacilar.
¡Les agradezco a todos los que harán posible la nueva etapa de Aurora!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Solo ámense los unos a los otros, así como Yo los amé, como Padre y Señor, desde Mi Nacimiento hasta Mi Ascensión.
Ámense siempre y que ese amor del corazón no les falte, por más que sea pobre o imperfecto; que sea un amor verdadero y sano, capaz de comprenderlo todo y de aceptarlo todo.
Ámense mucho más de lo que Yo los amo y supérenme en el amor y en la entrega. Ya les dije que harían cosas más grandes que las que Yo hice, y eso sigue siendo real y actual para Mí.
Ámense hasta que consigan expresar la compasión, la honestidad y la transparencia.
Ámense sin tener miedo de desenmascarar a sus personajes y de solo vivir por el amor y en el amor.
Ámense, porque será el amor entre hermanos, discípulos y amigos el que los librará de ustedes mismos.
Amen sin tener miedo de siempre decir "sí" y de donarse, mucho más de lo que Yo Me doné.
Ámense para que el amor abunde en la Tierra y para que sea el amor el que derrote al mal, a la falsedad y a toda soberbia.
Ámense de verdad y cumplirán Mi gran Mandamiento.
Ámense y la paz no faltará.
Les agradezco a todos los que en este año hicieron posible cumplir Mi Llamado y a los que lo cumplirán en el próximo año, para que las Gracias abunden en la Tierra.
Los bendice siempre,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos y amados hijos:
En estos tiempos agudos de purificación de la consciencia, sepan que Dios no espera la perfección inmediata de los hombres, sino la simplicidad y la verdad de los corazones.
Dios los invita a que, por medio de la simplicidad, pueda nacer en ustedes el Amor de Dios, una y otra vez; un Amor que los confortará, un Amor que no los abandonará, un Amor digno y fiel.
No detengan su atención en los defectos de la vida humana, porque será a través de la imperfección redimida que nacerá el nuevo ser, el que será portador de la esperanza y de la confianza de Dios.
Por eso, hijos Míos, abracen con humildad y simplicidad cada nueva etapa de purificación.
Siempre tendrán, por medio de la oración, Mi consuelo y guía, y en los momentos culminantes de su purificación contarán con Mi asistencia; porque Yo los amo y, como Madre, conozco la necesidad interior de cada hijo Mío.
Dejen de sentir ese vacío que no los lleva a nada. Dejen de sumergirse en ese árido desierto de la vida.
Yo les traigo, a través de Mis Palabras, la Fuente que saciará su sed.
Hijos, no se desesperen, no se perturben, ya no se castiguen. Ustedes vinieron a participar de una transición que recién ha comenzado.
Tengan fe, la fuerza del Amor de Mi Corazón será su constante fortaleza.
Dios hoy les concede Su Perdón y Su Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo traigo muchísimas e infinitas Gracias para el mundo, pero solo la minoría de la humanidad las recibe con gozo y plenitud. Por esa razón, no descansaré hasta poder entregarles a Mis hijos todas las oportunidades que tengo para esta sufrida humanidad.
Mis Gracias permiten potentísimas conversiones y redenciones en los corazones del mundo, así como también posibilidades grandiosas para poder revertir la vida espiritual y material de los seres.
Este es el tiempo en que las almas de la Tierra deberán tener, aún más, su atención dirigida al Cielo, porque desde allí vendrá la ayuda tan necesaria para estos momentos críticos; desde allí vendrá lo que cada ser necesita para sus diferentes etapas de purificación y de redención hasta que alcance la consagración total de su alma a Dios.
Que la humanidad sepa que Mi Corazón está lleno de Gracias para las almas y que espero que las pidan por medio de una sincera oración.
Deseo que esa petición no sea personal, sino planetaria; que sea un pedido de Misericordia por cientos de almas que, día a día, caminan hacia los portales de la perdición.
Les agradezco el esmero en orar por las naciones del mundo; ellas, en este tiempo, necesitan de mucha intervención y de ayuda espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Su Madre Celeste, junto a Sus hijos peregrinos, camina dando pasos de luz hacia las tierras del Brasil, a fin de que Yo pueda estar más cerca de todos Mis hijos brasileros en este momento en que el destino del país se definirá por el discernimiento y la elección de los hijos de Dios.
Por esa razón, Su Madre Celeste ya se encuentra en vigilia y en oración para estas próximas horas, y todo el Amor que le tengo al pueblo brasilero lo derramo inagotablemente sobre las esencias que están y que estarán en oración Conmigo.
Hijos Míos, en esta hora, uno Mi Rosario de Luz a los rosarios de todos Mis hijos orantes y con maternal gratitud escucho las voces de los que pronuncian al Cielo las oraciones del Ave María.
Mis ángeles, en este momento, trabajan de manera incansable para poder recoger todas las intenciones sinceras y las oraciones de los que, por amor, le piden al Padre Celestial por el Brasil.
Así, Me uno a cada corazón sincero y en los planos internos rezamos juntos por el establecimiento de una soberana paz.
¡Les agradezco a todos los que se unen a la Madre de Dios por el bien y por la justicia en el Brasil!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios solo espera de ti un corazón dirigido hacia lo Alto, un corazón que contempla las estrellas que brillan en el Cielo y que sabe que un propósito superior se diseña en la vida sobre la Tierra; un corazón que reverencia la vida, la escuela del amor y la existencia; que sabe que todo lo que vive y construye en la Tierra no tiene un propósito material, sino divino; que sabe que su triunfo no es humano y que su lucha no es por la sobrevivencia, por el placer o por las destrezas, sino por la victoria divina, por el amor, por la paz, por el establecimiento de una nueva vida, por la redención de la humanidad.
Dios solo espera de ti un corazón que se llene con la Verdad; que sabe salir de sí para contemplar el todo; que sabe renunciar a sus voluntades y aspiraciones para cumplir con el Plan Mayor; que sabe decir "sí" al Padre y no para sí mismo, con la certeza de que la plenitud se encuentra en el Triunfo Divino y no en las realizaciones humanas.
Dios solo espera de ti un corazón que conoce y vive el poder de la oración, que multiplica y difunde la Gracia a través del verbo, que le da a conocer al mundo la Presencia de Dios y de Sus Mensajeros.
Dios solo espera de ti un corazón que confía en Su Plan; que tiene sus metas en las estrellas; que supera las pruebas de la Tierra afirmándose en la unidad con sus hermanos; que sabe pedir ayuda, perdón y Misericordia; que sabe agradecerle al prójimo y al Padre por todo lo que recibe; que ama la vida y que sabe que ella va más allá de la Tierra; que ama a la humanidad, pues sabe que su esencia es sagrada; que ama a los Reinos de la Naturaleza, pues sabe que su servicio incondicional es digno de eterna reverencia y eterno amor.
Dios solo espera de ti un corazón que sabe mirar hacia adentro y preguntar cuál es la Voluntad Divina para sí mismo; un corazón que se interesa por cumplir el Plan de Dios y que siempre está buscando el próximo paso para manifestarlo.
Dios solo espera de ti un celador de Su Triunfo en el corazón del prójimo, que crea oportunidades para que otros lleguen a la meta y que se inspira en los triunfos de sus hermanos.
Dios solo espera de ti, hijo, un corazón sincero y dispuesto, que ama y que dice "sí" sin condiciones.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque la oración hecha con el corazón tiene más efecto que la oración mental.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque esa oración toca el Corazón de Dios y Él hace descender las Gracias necesarias sobre el mundo y sobre las naciones, transformando el caos en un paraíso.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque es una oración colmada del Amor de Dios que impulsa a los cambios y eleva de plano a las consciencias.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque es una oración capaz de modificar los acontecimientos y de abrir la puerta de la redención para la humanidad.
La oración verdadera y sincera cumple las promesas de Cristo, restaura el plano psíquico del planeta, exorciza regiones comprometidas con el mal, libera de la esclavitud espiritual a cuantos están inmersos en esas realidades y no lo perciben; concibe la paz, la unidad y fortalece la fe en los que creen en Dios y en la segunda venida de Cristo.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque es una oración que está unida al Corazón del Gran Maestro y establece la comunión con la Divinidad del Salvador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Padre, en el desierto de los corazones de los hombres, construye Tu Templo. Encuentra, entre las arenas frágiles y susceptibles al viento, la roca de la consolidación de la unión entre Tu Amor y la consciencia humana.
En medio de las distracciones del mundo y del ruido sin fin que causan los hombres para no escuchar Tus advertencias, recibe, ¡Oh, Señor!, el grito que se emite en el silencio de un corazón sincero.
Tus hijos muchas veces no tienen fuerzas para elevar su verbo y alzar su voz, pero en lo profundo de su interior, en donde Tu Cosmos encuentra al microcosmos del corazón humano, allí se eleva, en el silencio, el clamor de las almas que Te buscan.
Tú, que escuchas al que grita en el silencio, recibe las plegarias de los que están débiles y hazlos fuertes en Ti, para que puedan erguirse en Tu Nombre.
A los que reconozcan su nada y se encuentren postrados en su pequeñez, Tú, Señor, los erguirás, porque Te dieron espacio y permiso para que en ellos no habite ningún poder humano, solo el Poder que viene de Ti.
Arranca, de las entrañas de los que Te claman, su condición humana más retrógrada y convierte el pecado que vive en sus células en Pureza Original.
Demuestra Tu Gracia a través de los humildes y que, en ellos, los soberbios encuentren inspiración y se rindan a Ti.
Que aprendan a quebrarse los que están llenos de sí. Que aprendan a entregarse al Señor y verán surgir del polvo el Espíritu, y del Espíritu, la Nueva Vida.
Que así sea.
San José Castísimo
Mis queridos hijos:
Mi caricia es como el pasar del suave viento.
Mi regazo es como recibir el cálido calor del Sol en el invierno.
Mi Amor es como la ternura de una madre con su pequeño hijo.
Mi oración es como la lluvia que cae constantemente.
Mi esperanza es como la flor que se abre a los rayos del Sol.
Mi fe es como la bóveda celeste en la noche.
Mi súplica es como el llamado del Universo a todos los seres.
Mi devoción es como el fuego de la noche.
Mi paz es como las olas que golpean armoniosamente en los océanos.
Mi cura es como el rayo del Sol que penetra la tierra oscura.
Mi unidad es como el equilibrio y la armonía del Universo local.
Mi luz es como el Sol en el amanecer hasta que alcanza su punto más alto.
Mi alegría es la consagración de los hijos de Dios.
Mi júbilo es la concreción de la vida sacerdotal.
Mi paciencia es como el fruto que madura lentamente en el árbol.
Mi dulzura es como la fruta más dulce del planeta.
Mi misión es como el servicio abnegado de los que sirven a Dios sin cansancio.
¿Y cómo son, hijo Mío, tus virtudes?
¿Has encontrado la semejanza de tus acciones en la Creación?
Deja que fluya en ti ese principio del Don de Dios.
Permite que despierten los talentos de estos tiempos para que la Tierra sea repoblada de simples, pero verdaderos valores.
Anímate a decirle "sí" a la virtud del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que emerja siempre de tu corazón, querido hijo, esa convicción espiritual de que Dios mora y vive dentro de ti, porque así cada aspecto humano de la vida y de la personalidad quedará pequeño ante el verdadero impulso de la esencia.
En la esencia de las criaturas de la Tierra está la realización de la Obra de Dios y ese Proyecto Divino debe despertar en este tiempo dentro de los seres.
La esencia en cada ser es un tesoro incalculable y, al mismo tiempo, el propio ser humano no puede concebir lo que significa la Esencia Original en sí mismo.
Para tener al menos un pequeño contacto con esa realidad, la escuela de la oración les ofrece ese portal que los llevará siempre hacia el encuentro íntimo y profundo con lo que verdaderamente son.
Que más y más corazones se animen, en este tiempo, a ingresar a lo más íntimo de su esencia interior para que los principios de la fe y de la comunión con Cristo hagan de cada alma un instrumento de paz, en las Manos de Dios, para este planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente el latir de Mi Corazón, un Corazón que pulsa de amor por la humanidad y el planeta, un Corazón que siente el amor de Sus semejantes, pero también el rechazo de los no creyentes.
Este es el Corazón vivo de Cristo, un Corazón que vive por cada ser, aspirando a que cada alma de este planeta despierte a su realidad interior y responda al Universo.
Este es el Corazón que se alegra por Sus compañeros, pero es un Corazón que llora por los que lo decepcionaron, por los que una vez estuvieron al lado de Él y después se olvidaron de todo el amor recibido, porque lo cambiaron por otros amores.
Este es el Corazón sincero, un Corazón que se abre como refugio, como tabernáculo de adoración, un Corazón que es herido y también flagelado.
Este es el Corazón de Cristo, un Corazón que se ha abierto a la Vida y se ha entregado por todos, un Corazón que se dona y que pacifica a todos los mundos internos.
Este es el Corazón que espera a los que aún no retornaron, es el Corazón que espera consuelo, un Corazón que escucha a quien se quiera confesar.
Este es el Sagrado Corazón del Señor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más