Sábado, 7 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oren con el corazón por la paz en el planeta y hagan de este Centro Mariano (1) un gran espejo de luz que irradie la redención, el amor, la fe y la paz para aquellos de sus hermanos queestán en el mundo y que no conocen el poder de Dios.

Oren por los que están en el último momento de sus vidas y que están dejando este mundo en la ignorancia, en el abandono y en la tristeza de sus almas, por no haber cumplido su misión, ni siquiera haber conocido la existencia de ella.

Oren hoy por los que están presos de las ilusiones del mundo, los que tienen todo materialmente y, entre tanto, están vacíos de Dios.

Oren para que la humanidad comprenda que el mayor tesoro es aquel que se encuentra cuando los seres dan todo de sí por amor al prójimo y por amor a los Reinos de la Naturale porque vacíos de sí mismos, serán colmados por el Espíritu de Dios.

Oren por los pobres y hambrientos, para que entiendan la pobreza como una oportunidad de encontrar la simplicidad. Pero oren también por los desequilibrios del mundo, porque los ricos y los que tienen todo, deben aprender que todo les fue dado por Dios para que lo compartieran con el prójimo.

Oren para que los jóvenes del mundo despierten a la vida superior, para que encuentren el camino de unión con el Espíritu de Dios y que, así, reviertan el futuro del planeta y puedan ser los constructores de la Nueva Tierra redimida.

Oren por los Reinos de la Naturaleza, para que los espíritus de cada especie, que ya están cansados de sustentar al mundo, puedan cumplir su misión hasta el final y, así, también  coloquen en la experiencia del planeta su aprendizaje de perpetua donación.

Oren, pero también sirvan. Donen su verbo, pero también sus manos y el sudor de sus rostros.

Pidan por los Reinos, pero también cuiden de los que tienen al lado y de los que llegan a sus vidas pidiendo auxilio.

Sean simples y alegres en todo. Sean conscientes en este mundo, que está ciego. Irradien luz a los ojos de los hombres con sus ejemplos. Y, en vez de seguir las corrientes de ilusión del planeta, sean como una barca que va contra esa corriente, llevando a las almas hacia lo nuevo, hacia la redención, atrayendo, con sus redes en el mar, a los seres que quieren salir de la vida retrógrada.

Yo los amo y les agradezco, en nombre de Dios, por orar todo el día de hoy preparando con tanto amor la llegada de San Miguel Arcángel. Que la liberación ofrecida por el siervo de Dios, San Miguel, llegue a todos los espacios del mundo.

Paz y redención para el planeta.

San José Castísimo

 

1.Se refiere al Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay