Sábado, 16 de febrero de 2019

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ve, hijo, el mundo comienza a ingresar en un nuevo ciclo, en un nuevo tiempo, y  el corazón de la Tierra ya no pulsará más con su propio ritmo, sino con el ritmo del Corazón de Dios.

Ve que tu corazón también empieza a pulsar de una forma diferente. Los impulsos que llegan a tu alma ya no son los mismos. La luz se intensifica, sus rayos iluminan o ciegan según lo que hay en el interior de los seres.

Ve, hijo, que las capas que separan el planeta de la realidad universal comienzan a disolverse. Las estaciones ya no serán las mismas, el aire ya no será el mismo y todo, dentro y fuera de los hombres, comienza a transformarse.

Este no es un tiempo para temer, sino para despertar. Un tiempo para profundizar en tu vida interior y reconocer lo que te trajo hasta aquí. Un tiempo para mirar hacia dentro y conocerse a sí mismo para, así, conocer el Infinito. Un tiempo no para pensar, sino para ser.

Ve, hijo, que hoy cada paso tuyo define tu historia y parte de la historia de este mundo. Tienes en tus manos una pluma que escribe en el libro de la historia de la evolución humana a través de tus actos, sentimientos y pensamientos.

Deja que tu mente, siempre tan infantil, pueda comprender la realidad de estos tiempos tal como es. Ya no veas la vida espiritual como si asistieras a una película que en algún momento va a terminar y luego volverás a tu vida de siempre, porque las Leyes ya no te permitirán ver la evolución de esta forma.

Es tiempo de descubrir. Este es un ciclo de revelaciones y, más que eso, un ciclo de definiciones internas y planetarias.

Después de tanto tiempo recorriendo este camino de errores y aciertos, de desvíos y de renovaciones, ha llegado la hora de concretar el Pensamiento Divino. Y eso se dará con aquellos que sepan decir "sí" hasta el final, pasando todos los días por encima de su condición retrógrada, sublimando con la luz del espíritu aquello que se resiste a cambiar y que quiere permanecer en los ciclos que ya pasaron.

Medita en lo que te digo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo