Miércoles, 20 de mayo de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como el Soplo del Espíritu Santo sobre los apóstoles de Cristo, hoy este Soplo Divino inunda sus espíritus, para que viviendo el ciclo de la rehabilitación interior, confirmen ahora su unión con Cristo, Nuestro Señor.

Así, Mi Hijo encontrará apóstoles dispuestos a servirlo por encima de todo, porque verdaderamente su purificación es el preámbulo para ingresar al estado de la Consciencia Divina.

Entre sus seres terrestres y el alma de cada hijo Mío no puede existir ningún abismo que los separe del Propósito y del cumplimiento de la tarea que Mi Hijo les encomendó desde el principio.

Ahora, este Soplo Divino los llevará al descubrimiento de todo aquello a lo que le ha llegado la hora de vivir su muerte para que, cruzando el portal hacia los Cielos, sus células se divinicen en Cristo, el Señor.

Entre un ciclo y otro encontrarán los abismos de la consciencia, abismos que deben ser iluminados por el poder del amor y de la unidad entre las almas. Esta es la llave que les abrirá la puerta a la liberación de sí, y crean desde ahora que deben dejarse amar y deben abandonar el calvario que por incomprensión están viviendo en ustedes mismos.

Sus almas deben estar en constante unidad y fraternidad, los pareceres y las ideas concretas ya no pueden reinar en el pensamiento colectivo de las almas. Su fuente de renovación debe ser el Amor de Dios, Amor que todo lo soporta, todo lo perdona y todo lo entiende.

Así, estarán libres de mirar todo el tiempo la imperfección y despertarán a las virtudes de la unidad y del amor que Mi Hijo les enseñó. Por eso, hijos, están a tiempo de recapacitar y de no permitir que las ideas de Mi adversario invadan por completo sus consciencias.

Ya comenzó la batalla espiritual del fin de los tiempos que vendrá de la mano de la purificación acelerada e intensa que muchos enfrentarán, para después poder ingresar en el Reino de Dios.

Durante la batalla, será el momento en el que deberán estar más unidos que nunca, para que el Soplo Divino de la Sabiduría los coloque siempre en el camino correcto. De esa forma, podrán colaborar y ayudar a que todos los que se perderán, por ignorancia o por engaño, se coloquen en el camino correcto.

Sean testigos de todo el Legado Divino que les ha sido entregado. Nada es por acaso, ese Legado será su fortaleza y su conocimiento, así como también lo serán Nuestros Sagrados Corazones.

Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado por la paz, en este tiempo de batalla espiritual del fin de los tiempos.

Los reúne en el Corazón Luminoso de Cristo,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz