Domingo, 1 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PAUJÍ, GRAN SABANA, VENEZUELA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

A Mi amado pueblo de Venezuela

Queridos hijos:

Con alegría los reencuentro en el bendito oratorio de Mi Corazón Inmaculado. Hoy vengo desde el Cielo para entregarles Mi Paz, aquella poderosa energía que nadie puede quitarles porque cuando la paz vive y mora en ustedes, todo es diferente y eso se refleja en la vida de sus seres.

Sé, como Vuestra Madre, que a muchos de ustedes les falta la verdadera paz por no haber perdonado, por no haberse confesado con aquel hermano al que una vez le hicieron mal, por no haber encontrado el sentido de vuestra existencia. Pero hoy desde el corazón sagrado de Roraima, he venido para darles esa misma paz que el Arcángel Gabriel Me entregó en la primera anunciación.

Hijos Míos, si sus vidas están en paz, vuestro pueblo rápidamente abandonará este naufragio en el cual se colocó. La falta de amor, de caridad y de fraternidad convirtió a vuestra santa tierra en un escenario de errores y de deudas. Pero Yo que los amo y rezo por ustedes, vengo hoy para ofrecerles esta paz verdadera y espiritual que liberará a sus seres de los constantes errores que los llevan a nunca encontrar el Amor de Dios.

Mi amado pueblo de Venezuela: El Padre los ama, el Padre les dio uno de los lugares más perfectos de toda la Tierra, el Padre les dio las sagradas montañas y los hermosos valles para que pudieran expresar la profunda devoción del corazón. Yo los invito a caminar entre las tinieblas de estos tiempos con fe verdadera y con determinación de cambiar este destino de todo un país, por la ofrenda amorosa de unos pocos. Será de esa forma, queridos hijos, que ustedes también en este lugar bendito creado por Dios, harán triunfar Mi Inmaculado Corazón. Pero mientras se perturben y perturben a los demás e instiguen con el pensamiento la vida de sus semejantes, no podrán encontrar la paz que los transformará y transformará a todo vuestro pueblo.

Queridos hijos, así como en guerras humanas del pasado y del presente, los seres humanos se olvidan que todos son hermanos. Quien es hermano no castiga. Quien es hermano ayuda. Quien es hermano ama y al mismo tiempo perdona y es compasivo. Yo los llamo, amado pueblo, a vivir algo que nunca conocieron. Yo les abro la puerta perfecta para esa experiencia de amor y de redención en donde siempre el bienestar del hermano será vuestra fructífera meta. Eso hará a la humanidad merecedora del sagrado Reino de Dios.

¡Les agradezco por rezar junto a Mi!

Los une en hermandad,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz