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Mis queridos hijos:
Hoy culmina el primer ciclo de trabajo junto a la Jerarquía Divina en Buenos Aires.
Ahora es el momento en el que cada corazón que fue llamado para el encuentro con los Sagrados Corazones tenga la oportunidad de escoger el destino espiritual e interno de este país, para el próximo tiempo.
Por esa razón, la Divinidad solicitó y encomendó a los Tres Sagrados Corazones que estuvieran en Argentina con la finalidad de que las almas pudieran recibir todos los impulsos necesarios para poder tomar sus grandes decisiones de vida.
Fue así que primero llegó Mi amado Hijo con un mensaje de revelación para Argentina y de reconciliación y de redención de los corazones con el Padre Eterno.
Luego, el 8 de agosto, cuando el ciclo espiritual de la humanidad cambió llegó en su auxilio la Madre del Altísimo, la que hasta el 13 de agosto los condujo hacia el reconocimiento de su verdadera y única existencia.
Luego regresó Mi amado Hijo, el 16 de agosto, y llevó a cada uno a estar delante de Dios mediante la verdad interior y pura que cada uno es.
Y hoy, 18 de agosto, estará llegando el Castísimo Corazón de San José que aparecerá para que, guiados por Su santa mano, caminen por el sendero de la humildad. De una humildad que conceda, a cada argentino, la posibilidad de meditar y de decidir para que nunca se deje de cumplir el Propósito Divino.
San José, Padre y Obrero de Dios, llegará a la Argentina para impulsar la construcción de un país pacífico, humilde y resignado a Dios, dispuesto a vivir y a cumplir la Voluntad Divina.
Toda esta preparación ha sido la base para los próximos pasos que dará la Jerarquía Divina por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A partir del comienzo del primer Encuentro de Oración en Buenos Aires, Argentina, durante los primeros días del mes de agosto y a continuación del ejercicio espiritual de los Sacramentos, ya estará preparada la condición interna y espiritual para que su Redentor regrese a Sudamérica y desde Argentina lleve adelante, no solo la tarea de liberación y de perdón, sino también el gran momento de la Celebración Eucarística con las almas.
Es de esa forma, compañeros, que en los primeros días de agosto el Universo Espiritual de Dios estará concediendo a la Argentina, y también a la región, una amnistía, la que de manera inexplicable abrirá la puerta de la redención y del perdón para aquellas almas que no los merecerían.
Por la acción sublime de la Divina Misericordia, por los cantos y oraciones que serán ofrecidos, un período de paz interior podrá establecerse en la consciencia espiritual de Argentina para que, colmados por el Fuego del Espíritu Santo, los argentinos tomen su gran y última decisión, la que colocará a su pueblo y nación en la Misericordia Eterna o en la Justicia Divina.
Será la fe del corazón de los argentinos la que llevará a Su Maestro y Señor a poder interceder y obrar milagros en muchas más almas. Así se construirá el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A los Jóvenes de la Paz
Queridos hijos:
Con alegría y gratitud le ofrecemos al Universo el encuentro de la juventud de hoy, para que nuevas semillas de Luz sean sembradas en todos los seres que deberán despertar a un nuevo estado de consciencia, como una forma de preparación interior para los tiempos que llegarán.
Cada actividad que hoy fue ofrecida con entusiasmo, contribuyó a la manifestación espiritual de ese estado de consciencia que la presente humanidad necesita adquirir para los tiempos actuales.
Para este séptimo Festival de la Juventud, la ciudad de Buenos Aires ha sido escogida como anfitriona del encuentro ecuménico de la juventud; la preparación del mismo, con esfuerzo, amor, servicio y dedicación, les ha demostrado a todos los jóvenes que es posible llevar adelante la Obra de la Jerarquía y hacerla parte de sus vidas en este ciclo.
El séptimo Festival de la Juventud representa un ciclo de madurez, de aprendizajes y de experiencias para los jóvenes pioneros que dieron los primeros impulsos para la materialización de la Campaña de la Juventud por la Paz.
En este sentido, el número siete significa que todos los jóvenes pasaron por siete ciclos y siete escuelas de aprendizajes, las que ayudaron a fortalecer el compromiso de amor por la Jerarquía y por la humanidad.
Hoy una síntesis interna y espiritual ha sucedido en el mundo interno de cada joven colaborador de esta Obra de amor, la que va más allá de encuentros de paz, de integración, de servicio, de oración y de misiones humanitarias.
A partir de este séptimo Festival de la Juventud por la Paz, sucedido preciosamente en la ciudad de Buenos Aires, ha quedado establecida una integración entre los jóvenes de las diferentes naciones, los que, junto a la Jerarquía y desde este nuevo ciclo, se animarán a reconstruir espiritualmente la consciencia de la juventud planetaria viviendo nuevos patrones de conducta, de convivencia, de fraternidad y de servicio por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza.
Los Festivales de la Juventud por la Paz representaron para la Jerarquía Celestial una oportunidad de cura, de renovación y de servicio por un planeta que sufre y agoniza día a día.
Desde el Universo Espiritual nuevas virtudes y nuevos talentos serán colocados en el corazón de cada joven, a fin de seguir construyendo esta red de amor y de servicio para aliviar el dolor humano e interno.
Los animamos a todos a seguir trabajando, a vivir cada aprendizaje y cada experiencia como una oportunidad de crecer interiormente, sabiendo que espíritus tan antiguos, como los de los jóvenes, deberán retomar sus puestos dentro de este Plan de Amor por la humanidad.
Queridos hijos y jóvenes Míos, celebremos este día como parte de una victoria celestial en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Bienaventurados serán los que abren los ojos y el corazón a las verdades universales y que en vida recuerdan que existe un origen hacia el cual deben retornar.
Hijos, en estos tiempos en que la humanidad se pierde por las astucias del enemigo, los invito para que sean soldados de Mi ejército mariano, para que, a través de la oración, puedan sacar de las redes del mal a todos aquellos que se pierden cada día.
Quiero que en este tiempo también sean inteligentes y a través del corazón descubran que la oración es la llave que los liberará de toda oscuridad y mantendrá frente a sus ojos un camino iluminado, por el cual deberán seguir para cumplir con los Planes del Señor y con Su Divina Voluntad.
Hoy les digo que mientras el mal somete a muchas almas en este mundo, deben existir aquellos capaces de transformar en vida todas las palabras que les fueron entregadas a lo largo de estos siete años en los que estoy al lado de todos ustedes.
Mis amados, quiero que se esfuercen en este tiempo que llega, a vivir los atributos de Mi Inmaculado Corazón; atributos que hace tanto tiempo les entregué, para que pudieran alcanzar los principios de una nueva raza.
Mis palabras no deben volverse bellas palabras para los momentos en que necesitan consuelo. Mis palabras deben impulsarlos a un nuevo tiempo, a una nueva raza que sea capaz de reflejar la semejanza con el Creador de todas las cosas.
Mis queridos, cada día más la humanidad se aparta de la semejanza con Dios y la esencia Divina, que el Señor Todopoderoso depositó en todas Sus creaturas, en muchos comienza a apagarse. Por eso les pido que no escatimen esfuerzos para encender otra vez la esencia Divina en vuestros hermanos y en ustedes mismos. Para eso, no se cansen de orar y de cruzar los umbrales de este universo de oración, que aún es tan desconocido para todos.
Mis amados, respondan a Mi Llamado para que no sean sorprendidos en estos tiempos que vendrán. Comprendan ahora que todo lo que les pido es urgente y vital, no solo para vuestras vidas, sino para toda la humanidad.
Hoy quiero dejar Mi bendición sobre la ciudad de Buenos Aires y sobre todos los hogares del mundo, que de alguna forma Me abrieron las puertas. Les pido que estas bendiciones y gracias que les entregaré no queden solo en vuestras vidas, pues existen muchas almas que no Me conocen y que no saben que Yo estoy aquí, esperando que Me abran las puertas del corazón. Por eso, vayan y sean portadores de todas las gracias entregadas, para que los más olvidados de Dios sean tocados por las células de Su Reino Divino, que hoy les dejo a través de Mi Verbo, en vuestras vidas y en vuestras esencias.
Multipliquen las bendiciones que reciben por medio de la oración y del testimonio vivo de Mi presencia en el mundo. Anuncien que un nuevo tiempo deberá llegar.
A través del amor, enseñen a amar. A través del corazón, enseñen a orar. A través de la paz, enseñen a pacificar este mundo tan lleno de dolor.
Cuento con vuestros corazones, que deben ser en este tiempo, la puerta de ingreso para que Mi Inmaculado Corazón llegue al mundo.
Yo los amo y les agradezco a todos por escuchar Mi Llamado.
María, Madre y Reina de la Paz
3.ª Maratón de la Divina Misericordia – segundo día
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, el encuentro con el Maestro fue verdaderamente especial para cada uno de nosotros, porque antes de Su llegada tuvimos la visita del Arcángel Miguel, que abrió una puerta al Universo Celestial para que el Maestro pasara.
La Presencia del Arcángel Miguel era verdaderamente impactante, Su Luz era muy brillante y Su Poder muy fuerte. Él, con todo Su Amor, nos fue envolviendo con Su aura azul, preparando la llegada del Maestro.
Nuestro Maestro pasó por una puerta de forma octogonal, abriendo el universo hacia la Tierra, hasta llegar a este lugar.
Él llegó como un gran Sol, un gran Sol de energía blanca que fue expandiendo Sus Rayos por cada provincia de Argentina. Esos rayos estaban impregnados de mucho Amor, de mucha Misericordia, y a pesar de que el Maestro mostraba la miseria del mundo, Su Compasión era más fuerte. Esos rayos transfiguraban, transformaban esas miserias que Él veía y las convertía en Amor.
Así, Él hoy nos transmitía Su Compasión y al mismo tiempo irradiaba mucha gratitud, algo muy nuevo que nos estaba entregando, una emanación de Su Corazón que era algo diferente para nosotros.
Pudimos comprender y sentir a la gratitud como algo profundo, sagrado, reverente, devocional y también podríamos decir como algo contemplativo que Él irradiaba.
Eran varios Rayos que Él expresaba en uno solo y todos esos Códigos de Luz los depositó sobre ustedes. Él, en ese momento, confiaba en lo que les estaba entregando a cada uno. No sabemos qué era lo que le entregaba a cada uno, pero sí sabemos, por lo que nos mostró, que Él le entregó Sus Rayos. Es una tarea que iniciará con cada uno, tal vez un compromiso que cada uno renueva con Su Consciencia, en esa unidad perfecta con Cristo.
Comprendimos que, seguramente, Él nos pide algo a cambio, un paso a dar, según nos dijo.
Esta Tercera Maratón de la Misericordia despertó una especial alegría en Mi Sagrado Corazón, porque desde el principio quería demostrarles a todos Mis discípulos que es posible hacer cosas más grandes de las que Yo realicé en otros tiempos.
En verdad, hoy les agradezco porque esta ofrenda de oraciones ayudó espiritualmente en los siguientes puntos, que Yo quiero compartir con todos.
Primero, la Maratón en Argentina congregó almas sedientas de Mí, y esto ayudó para que todas ellas encontraran el camino de la fe y de la renovación.
Segundo, esta oración misericordiosa colaboró para que los Planes Celestiales en Argentina sean guiados por la Luz de Dios y no por la voluntad de los hombres.
Tercero, Mi principal agradecimiento se debe a la unión fraterna y ecuménica con el Santo Padre Francisco. Yo les aseguro que Argentina, el 13 de octubre de este año, será la primera nación consagrada en el Cielo al Inmaculado Corazón de María.
Yo los invito a descubrir los resultados de cada maratón en sus corazones.
Mi Esperanza Pastoral es unirlos cada día más hasta que sean finalmente uno entre ustedes y Uno Conmigo.
Será necesario que la Ley se cumpla en toda la humanidad; pero siempre será la fe en Mi Infinita Misericordia la que les permitirá ver la luz en el horizonte de la vida, en cada situación interior.
Queridas ovejas de Mi nuevo rebaño, Yo quiero tener cerca a los que se apartaron de Mi Amor, para eso recibiré día y noche la ofrenda simple de sus corazones para que Mi Plan Redentor se pueda cumplir.
Esta Tercera Maratón logró unir esencias con el Reino Sagrado de Mi Padre; problemas graves serán resueltos, asuntos confusos en sus vidas se disiparán porque han confiado en Mi Misericordia.
Como buenos apóstoles, les pido que oren por aquellos que no escuchan Mi Voz de amor, para que en el día de mañana estos hijos de Mi Padre encuentren un camino de luz y de esperanza.
Quisiera volver a la Argentina, si ustedes Me lo permiten, pues Mi Propósito es consagrar la nación a Mi Sagrado Corazón. Si esto fuera así, al igual que con el Uruguay y con el Brasil, estas tres naciones servirán de amparo y resguardo a las almas de otras naciones cuando lleguen los tiempos de la confirmación.
Espero que depositen su fe en Mi Propósito, de esta forma, el Señor los bendecirá todos los días.
Es hora de unir los corazones y de llevarlos al Océano de Mi Divina Misericordia.
Aguardo en el silencio la permanente respuesta de ustedes; que este encuentro Conmigo, en el día de hoy, sea el motivo de vivir en la Alegría de Dios. Sean alegres, sigan adelante viendo en sus caminos Mis Sagradas Huellas de Luz. Quiero corazones pecadores para convertirlos en almas misericordiosas.
Gracias por haberse animado durante estos dos días a ingresar en Mi Océano de Piedad y Misericordia.
Bajo la Luz Infinita de Dios, sean todos bienaventurados.
Gracias por permanecer todos los días en Mi Corazón.
Cristo Jesús
3.ª Maratón de la Divina Misericordia – primer día
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, el Maestro vino a nuestro encuentro con un presente especial.
Él abrió las puertas del Cielo e hizo descender una cantidad innumerable de palomas que comenzaron a rodear nuestras cabezas.
Algunos de los hermanos presentes fueron bendecidos con Cálices; ya que algunos Ángeles del Señor derramaban el líquido de los Cálices sobre ellos y, a través de este encuentro interior con Cristo, nos transmitió Su Mensaje.
Cuando Él llegó, abrió Sus Brazos y Sus Manos para bendecirnos; y en Sus Brazos había dos cintas, una cinta azul y otra cinta roja que representaban, según nos dijo, Su Sangre y Su Agua, y tenían escritas las siguientes palabras: “Paz Infinita”.
Así, Él nos comenzó a instruir en este día.
Paz Infinita será el nuevo bautismo de sus seres, porque solo por la Paz Infinita sus almas alcanzarán la misión que Dios les ha encomendado en estos tiempos.
Queridos compañeros:
Este es el amor que Yo les quiero revelar: a través de Mi Paz Infinita sus vidas se podrán unir al Universo, y la Tierra y el Cielo serán uno como estaba previsto desde el principio.
Para que esto suceda, primero deberán encarnar la Paz Infinita en sus corazones porque ella será el camino perfecto para que ustedes se puedan amar de verdad, como Yo les enseñé desde el principio, cuando Mi Vida estuvo entre ustedes.
Solo a través de la Paz Infinita encontrarán el sendero predilecto de la humildad y así sus almas resplandecerán ante Mi Reino, porque estarán cumpliendo con el don precioso de vivir en paz.
El mundo se apaga por la falta de verdadera Paz; busquen esta Paz Infinita en el Origen, en la Naturaleza, en el corazón de cada hermano pacificador.
Hoy, les pido que sean ejemplo de paz, para que al menos los grandes acontecimientos de la Ley de Dios sean leves sobre los que no son pacificadores.
Que a través de esta Tercera Maratón de Oración a Mi Infinita Misericordia, ustedes, como soldados de la oración por la paz, puedan salir fortalecidos y amparados, salir listos para realizar la tarea misionera y de apostolado a la que Yo los invito en estos tiempos.
Hermanos, siento una profunda alegría por ver corazones argentinos un poco más maduros y dispuestos a colaborar con el Plan de Mi Padre.
Que en este encuentro sus seres puedan renacer y recibir el Espíritu de Dios, para que obren unidos de corazón y de alma con el prójimo.
Buena jornada misericordiosa para el día de mañana.
Mi Corazón acompaña sus plegarias de amor.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús de la Argentina
Amados hijos:
Nuevamente Mi Misericordia está sobre toda Argentina y en especial sobre Buenos Aires, esta necesitada ciudad del mundo.
Queridos hijos, hoy los llamo al despertar de la consciencia, en el final de estos tiempos, mediante la oración del corazón, porque un nuevo ciclo se aproxima y vuestros corazones deberán estar preparados para recibirlo. Para algunos, este ciclo será una Buena Nueva que cambiará el estado de la consciencia, pero para otros serán cambios profundos que los llevarán a definir el camino a seguir en este tiempo.
Por eso, queridos hijos, ustedes, que viven el día a día en esta ciudad de Buenos Aires, al igual que otras almas en diferentes ciudades del mundo, deben orar con fervor y desde el corazón para que la Gracia de Dios y la Misericordia de Mi Hijo se difundan en los corazones más necesitados de amor y de redención.
Hijos Míos de Argentina, en el día de ayer los invité a peregrinar a Luján de una manera diferente; esta vez para un servicio verdadero y abnegado, porque sepan, que las grandes colonias de almas también deberán ser apoyadas por la oración. Para eso, son necesarios grupos de oración que, consagrados a Mi Espíritu Maternal, persistan y caminen en la fe de Mi Hijo. Cada grupo deberá comenzar a ejercitar la fraternidad porque así, en vuestros núcleos de trabajo y de tarea, hallarán Mi Paz Universal.
Quiero formar, para estos tiempos, soldados despiertos que dejen atrás las comodidades de la vida y, como sinceros discípulos, sean instrumentos en las Manos de Dios en el final de los tiempos.
Ustedes, mediante la oración, tienen la llave para definir la salvación de toda la humanidad. Por eso, hace ya treinta y un años en Medjugorje, Mi Corazón Materno pronuncia y clama por ¡oración!, ¡oración! y ¡oración! Eso es lo que ustedes deberán ingerir como alimento espiritual en este tiempo permitiendo así que Mi Corazón redima los caminos que desvían a millones de almas, los caminos de la modernidad y del confort.
Estoy aquí, queridos hijos, en nombre del Altísimo, para abrir vuestros ojos aspirando, como Madre del Cielo, a que vuestras consciencias maduren y puedan socorrer a la propia humanidad por medio de la oración.
Hijos Míos, ¡alguien debe hacer algo por el mundo! Porque cada día se enciende en llamas por sus propias acciones, y ese alguien son todos Mis fieles soldados, los soldados de Mi Corazón.
Hoy llego al mundo para abrir las Puertas de los Cielos a vuestras vidas, para que la esperanza y la Misericordia sean cultivadas en el mayor número posible de almas.
Queridos hijos, Dios los está escuchando, por eso, continúen orando todos los días. Les estaré universalmente agradecida.
Que este mes de noviembre sea para todos ustedes una preparación para Mi próxima llegada a Buenos Aires en diciembre.
Gracias por responder a Mi llamado por la humanidad.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Como Señora de la Divina Defensa, hoy los llamo a orar por la protección de los Centros Marianos, y en especial por Mi Centro Mariano Nacional de Luján que en estos días ha vivido situaciones límite.
Por eso, hijos Míos, con la bandera de la paz en Mis manos, Yo los invito a peregrinar, por amor, hacia los hogares más necesitados de esa región y, a través del servicio y la donación, suplir lo que Mis hijos de la región de Luján necesiten.
Queridos hijos, Mis Centros Marianos están en vuestras manos, y Dios contempla la honorable Gracia que todos Mis hijos pueden ofrecer y realizar a través del servicio de ayuda y de oración a los más necesitados. Hoy no solo los invito a la oración, también a servir en el final de estos tiempos.
Mi Hijo los llama a ser misericordiosos y ya llegó la hora de entregar todo al Señor por la salvación de las almas.
Hijos de Mi Hijo Jesús, ovejas de Su amoroso rebaño, como Madre Universal y Madre del Perpetuo Socorro los estoy llamando a orar por los Centros de Paz y también a servir, de manera abnegada y verdadera, a Mis hijos que, durante estos días, han sufrido las consecuencias de la inundación en sus hogares y familias, pero sobre todo en el interior del corazón.
Con reverencia, los llamo a tomar consciencia y a colaborar con Mi tarea universal de salvación.
Queridos hijos, Mi Manto Protector de Misericordia y Amor está sobre ustedes. Oro por ustedes perpetuamente. Oro por ustedes pidiendo a Dios por vuestra salvación, pidiendo Su Misericordia. El tiempo corre rápido y la humanidad debe orar más para impedir acontecimientos irreparables.
Por eso, hijos Míos, estoy con ustedes caminando como Madre, paso a paso, a vuestro lado y como Guardiana de la Fe para vuestros corazones.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la purificación de la mente y del corazón, por eso, los invito a orar sinceramente porque así estarán resguardados bajo Mi Luz Maternal.
Queridos hijos, abriendo Mis brazos para socorrer a todas las almas, en especial al Santuario de Luján, les pido, en este día, que peregrinen sirviendo a Dios y donando vuestro amor a los hermanos, fieles devotos de Mi Inmaculado Corazón.
Les pido que vayan en estos días a Luján a llevar el Amor de Mi Hijo Resucitado y también para que vuestras manos donen caridad y humildad a los que han sido afectados por el temporal que se desencadenó sobre esa región.
Queridos hijos, dos tareas tendrán para cumplir ante Dios:
- Servir a los hermanos de Luján y orar con ellos para que los corazones de Mis hijos sean reparados. Les agradeceré por contestar a este importante llamado.
- Encontrarse Conmigo en Mi Aparición mensual que se realizará, este mes, en la ciudad de Buenos Aires, el día 3 a las 19.30, cuando Mi Corazón Maternal preparará vuestros corazones y vuestras manos para que vayan a servir a Luján en nombre de Cristo. Esta tarea de servicio se extenderá hasta que vuestro corazón se los indique.
Queridos hijos, ¿Me ayudarán?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Señora de la Divina Defensa
Como Madre de todos los seres del mundo, hoy contemplo el nuevo tiempo entre Mis manos. Por eso, queridos hijos, solo les pido que alcen Sus brazos hacia Mi Paz, pues muchas almas que sufren necesitan aliviar su dolor.
Ustedes, queridos hijos, que escuchan Mi llamado, deben difundir el poder de la Gracia que Yo estoy derramando sobre esta ciudad de Buenos Aires.
Esto es así, hijos Míos, para que ustedes sepan que Jesús, el Rey Redentor del Universo, los ama y los contempla a través de Mi Amor Maternal. Es hora de que todos los grupos de oración consagrados a la Luz de Mi Inmaculado Corazón oren más por la paz, por la verdadera paz que viene desde Mi Hijo para todos ustedes en este nuevo tiempo que Yo anuncio.
Queridos hijos, dejen atrás el pasado, nazcan hoy de nuevo en Mis brazos porque Mi Corazón Inmaculado los ama y los conoce. Él sabe cuánto necesitan de Paz Interior.
Hoy los invito, hijos Míos, a ser fundadores activos de Mi Paz para el mundo, y esa tarea podrá ser real cuando los grupos orantes tengan esa meta celestial en sus corazones.
Mi Hijo los espera día a día para que, en este nuevo tiempo que llegará, sus corazones adoren y contemplen a Dios a través de los Rayos misericordiosos de Jesús, Mi Hijo Glorificado. Mis pequeños, hoy quiero decirles que el mundo necesita del perdón de Dios por todas las causas que él mismo genera, causas que lastiman Nuestros Corazones: el Corazón de Jesús y Mi Inmaculado Corazón.
A ustedes, que están más conscientes de todo, les pido que ejerciten como tarea primordial la oración del corazón para que más Gracias Celestiales puedan descender desde Mi Corazón de Paz sobre muchos de Mis hijos en el mundo.
En especial, corresponde a la humanidad más orante intervenir amorosamente delante de Dios, para que Mi Corazón y el Corazón Misericordioso de Mi Hijo la puedan guiar y ayudar en el tiempo que vendrá para este mundo.
Abiertos en espíritu a Mi llamado, solo deben colocar sus vidas en las Manos del Único Dios del Universo para que Mi Hijo los vuelva a guiar como una vez lo hizo en este mundo como un humilde Pastor de Nazaret.
Queridos hijos, que hoy se refleje en cada una de sus vidas la Luz del Rostro del Padre para que, en devoción, ustedes estén siempre en Su Amor Restaurador.
¡Mi Luz Maternal para toda Buenos Aires!
¡Les agradezco por todo!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más