Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BAD VÖSLAU, AUSTRIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que Mi Corazón de Paz sea la guía que los lleve a Cristo

Hijos Míos:

Vengo en un tiempo de caos, de ignorancia y de indiferencia para con Dios, para con Su Plan y Su Verdad, para abrir los ojos de una generación que se está perdiendo en las heridas y en las memorias del pasado.

Vengo para revelarles un Propósito Divino que borra para siempre de sus consciencias los obstáculos que los separan de Dios.

Y ese mismo Propósito les revela no solo lo que el Corazón del Padre les ofrece, sino sobre todo, hijos, los aproxima a la Verdad del Corazón de Dios. Verdad que estuvo oculta a lo largo de toda la evolución humana y que ahora debe revelarse.

Vengo como la Madre del Mundo, como su Madre Universal, para que comprendan que no solo la eternidad, después de esta vida, está llena de misterios, sino que la vida en sí guarda secretos que aún no fueron revelados, guarda verdades que están comenzado a emerger en este tiempo, como una última oportunidad de despertar para las almas.

Mi Corazón no les ofrece nada más que el despertar al camino de la oración, de la entrega, del servicio y del sacrificio. Y es ese mismo camino el que abrirá en sus vidas las puertas a lo nuevo y traerá, finalmente, el sentido que sus almas esperaban conocer sobre la existencia de la vida sobre la Tierra.

Ya pueden sentir y percibir la propia ignorancia, no solo ante el Universo y la Creación, sino también acerca de sí mismos.

Lo que vengo a hacer en estos tiempos, hijos Míos, es a abrir sus ojos mediante el poder de la oración para que, transformados bajo el espíritu de la humildad, puedan adentrar en la verdad que habita dentro de sí, un Universo tan vasto y tan amplio como el que ven en una noche estrellada en el cielo de la Tierra.

Como la inmensidad del Cielo, como la infinidad de las estrellas, así también es dentro de cada uno de Mis hijos, porque Aquel que los creó a Su imagen y semejanza, es infinito y desconocido.

La semejanza con Dios no se limita a la apariencia del hombre. La semejanza con Dios se guarda en un misterio profundo que habita en sus corazones y que guarda en sí el verdadero motivo por el cual Dios creó a esta humanidad.

Cada ser de esta Tierra, hijos Míos, es un potencial renovador de la Consciencia Divina. De sus más profundas y sinceras experiencias de amor, el Creador extrae su renovación, la recreación de Su Creación Divina.

Sé que este es un misterio casi incomprensible para las criaturas de la Tierra, pero esto es así debido a la gran ceguera e ignorancia de la humanidad.

Para adentrar en los Misterios celestiales deben tener un corazón humilde y simple, y su Madre Celeste les concede ese corazón mediante la oración que los transforma, por dentro y por fuera, que transforma sus vidas y, como consecuencia de eso, la vida sobre la Tierra.

Vengo como su Madre Divina para conducirlos de la mano hacia un Propósito Superior.

Quiero, hijos Míos, que en este último tiempo de despertar no solo conozcan a Cristo, sino que sean en Cristo aquello que Dios pensó para sus vidas y para este mundo.

Aún están a tiempo de transformar a este planeta en un planeta sagrado, de construir y de habitar las Islas de Salvación que servirán como principio de lo nuevo cuando llegue el tiempo.

Pero eso, hijos amados, comienza en lo pequeño y en lo verdadero; comienza con el rosario en sus manos y el corazón en Dios; comienza con el servicio sincero y el verdadero interés de que sus hermanos también reciban lo mejor; comienza escuchando las Palabras de Dios a través de Sus Mensajeros y siguiendo y viviendo esas Palabras, porque cuando menos lo esperen ellas estarán vivas y consolidadas en su mundo interior.
Y será allí cuando todos los ojos que los vean encontrarán un ejemplo y todos los corazones, que los sientan, sentirán a Dios porque ustedes serán llamados Sus instrumentos, Sus compañeros.

Hoy les revelo un camino y les tiendo Mis Manos para que Me permitan conducirlos hacia lo nuevo, al eterno e insondable Corazón de Cristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado y por seguir Mis pasos de Madre y Peregrina!

Las almas que despiertan están en júbilo y el planeta siente alivio en su corazón.
Todo esto se da por el esfuerzo de cada uno de Mis hijos.

Yo los bendigo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE ARCHAMPS, ALTA SABOYA, FRANCIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando la Gracia y la Misericordia de Dios descienden al mundo

Cuando la Gracia de Dios desciende al mundo, hijos Míos, abran sus brazos y sus corazones y no la ignoren.

Reciban con gratitud las misericordias del Señor, porque en este tiempo Él envía a Sus Mensajeros para pacificar a los corazones y transformarlos, rompiendo las barreras de la indiferencia y de la ignorancia.

La Misericordia del Señor viene antes del tiempo de la Justicia, para que los corazones se preparen para un nuevo ciclo y un nuevo tiempo, y sepan mantener la propia fe viva e independiente de los acontecimientos que sucedan en esta Tierra.

La Misericordia de Dios desciende sobre Sus hijos para enseñarles a perdonar, a unir los corazones en un propósito de Paz, a servir a los que más necesitan para que haya equilibrio en este mundo, para que haya amor.

La Misericordia de Dios desciende sobre la Tierra con la Presencia de Sus Mensajeros, para ayudar en la definición de Sus hijos, para apartarlos del engaño y para despertar en sus corazones la Gracia de la Sabiduría en tiempos de profunda ignorancia.

Para recibir la Gracia y la Misericordia de Dios, hijos Míos, deben estar con el corazón simple delante de lo que Él les ofrece, sin conceptos, sin elucubraciones, con la mente quieta por un instante, dándole lugar al corazón para que él sepa sentir y recibir lo que su Creador le entrega.

La Misericordia de Dios desciende sobre el mundo y se derrama, no solo sobre los hombres, sino también sobre todos los Reinos de la Naturaleza.

Y para perpetuar esta Misericordia, permitiendo que todas las criaturas sedientas puedan vivir de esa Fuente insondable e infinita, deben orar, deben clamar, deben rendir sus corazones delante de Dios, pidiendo por una nueva oportunidad para la vida sobre la Tierra.

La Misericordia de Dios desciende sobre el mundo y les enseña a los corazones a reconocerse unos a otros, les enseña a los hermanos, hijos de un Único Padre, a servir a su Señor y Dios, en unidad, sin importar su religión, su raza o su cultura.

La Misericordia de Dios los torna verdaderos y en esa verdad pueden estar unidos, a pesar de las aparentes diferencias que sus corazones expresan en la Tierra.

La Misericordia de Dios desciende sobre los seres para despertar en su interior el propósito de la paz, para que instituyan la paz en la Tierra, a través del respeto, de la comprensión, de la donación de sí y del servicio abnegado a todo tipo de vida.

La Misericordia de Dios desciende sobre cada ser, como también sobre sus almas, espíritus y corazones, enseñándoles a estar en el nuevo y eterno Corazón de Dios, rindiendo al viejo hombre, al viejo ser, para que él sea transformado en una unidad con Cristo, y en Cristo, esté en Dios.

Para recibir esta Misericordia infinita, que desciende al mundo antes del Tiempo de la Justicia, hijos Míos, oren y clamen al Padre por Misericordia. Sirvan y lleven la misericordia en sus actos, perdonen los errores de sus semejantes, los de sus corazones, y aquellos errores que fueron cometidos en el pasado, para que este mundo sea digno de recibir Misericordia.

Todo está disponible para los corazones de los hombres.

Las Gracias no paran de descender sobre la Tierra, la Misericordia se derrama desde el Corazón de Dios.

Sepan ver, sepan clamar, sepan recibir y sepan donar Misericordia. Así todo se cumplirá según los Designios de Dios y el mundo alcanzará un tiempo mayor de paz.

¡Yo los bendigo y les agradezco por orar Conmigo para que este mundo reciba Misericordia!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y VIRGEN DE SCHOENSTATT, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE EINSIEDELN, SCHWYZ, SUIZA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cómo recibir Misericordia

Hijos Míos: 

Vengo al mundo, en este tiempo, no solo para enseñarles a clamar por Misericordia, sino también a generar méritos para que sean merecedores de la expiación celestial que la Divina Misericordia trae para sus vidas y para el mundo.

Vengo para advertirlos sobre la realidad del planeta, el que agoniza delante de los ojos indiferentes de la mayor parte de los seres humanos de la Tierra.

Vengo para retirarlos de la ignorancia, porque la ignorancia y la indiferencia humana no tienen nación, no tienen religión y no tienen cultura.

La ignorancia y la indiferencia están en la consciencia humana, como raíces profundas que fueron creciendo y ganando espacio a lo largo de todo su desarrollo como humanidad. 

Y hoy estas raíces son alimentadas por las modernidades, por las comodidades y por las facilidades que este mundo les ofrece, a través de cosas que son creadas a costa del sacrificio de los hombres y de los Reinos, y por el ultraje de la Tierra.

Por eso, hijos Míos, llego en este tiempo para cortar esas raíces, para conducirlos hacia una nueva vida, para mostrarles una opción que el mundo no les muestra, porque la oscuridad se apoderó del día a día de muchos seres humanos.

Es con la finalidad de despertar en sus corazones el amor que los conduce a la Verdad que los llamo al servicio y a la caridad, los llamo a la oración.

Solo el corazón que comienza a servir puede comprender lo que les digo y, si no experimentan por sí mismos, jamás beberán de la Fuente de la Sabiduría, la que nace de la experiencia y no tanto de las palabras.

Mis Palabras son impulsos divinos, son como la Luz que se enciende en un cuarto oscuro para que encuentren la puerta para salir de la prisión de estos tiempos. Por eso, hijos Míos, escuchen hoy Mi llamado, Mi Voz que se pronuncia por una Voluntad Divina, superior a todas las cosas y que trasciende el entendimiento humano. 

Escuchen Mi Voz y síganla.

Este mundo está ciego y su Madre Celeste viene, a pedido de Dios, para traerles la Luz para que puedan volver a ver, para traerles la vida a los que murieron y no lo percibieron, porque día a día se caen en los abismos de la ignorancia y de la indiferencia.

Vengo a una nación que está llena de conocimientos, colmada de ciencias y de filosofías, con la aspiración de transformarse; pero hoy Yo les digo, hijos Míos, que no solo deben cuidar de sus propias vidas. Este mundo, como un todo, es su casa y todos los seres que en él habitan, en todos los Reinos de la Naturaleza, son sus hermanos y son criaturas sagradas de su Padre Celestial.

Hoy vengo a llamarlos para dejar de lado las ciencias y las filosofías, y todo el conocimiento que colma sus mentes en estos tiempos, para que reciban de Dios el Conocimiento, el Entendimiento y la Sabiduría Divina.
Y les digo que no hay otra forma de recibir lo que el Padre les ofrece que no sea cruzando la puerta de la humildad y, de rodillas y en oración, clamar por Misericordia.

No son las riquezas del mundo las que colmarán sus almas, sino la plenitud de saber que todo lo hicieron para que todos sus hermanos tuvieran una oportunidad de sentir y de vivir el amor y la verdadera alegría; la plenitud de saber que cumplieron con su parte y de poder llegar al Padre, delante de Su Altar Celestial, con el corazón limpio y en paz.

Escuchen, hijos Míos, las advertencias de su Madre Celestial. Sirvan, oren y clamen por Misericordia. 

Vayan al encuentro de los que más necesitan, y que la caridad actúe en sus corazones transformando su condición humana, cortando las raíces más profundas de la ignorancia y de la indiferencia. Así sabrán y comprenderán lo que Yo les digo.

¡Les agradezco por escuchar Mis Palabras y por abrirse de corazón a los impulsos divinos que hoy les traigo!

Yo los bendigo y los amo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Schoenstatt

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE CRACOVIA, POLONIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Virgen Negra de Polonia

Que desde Mi Inmaculado Corazón surja la Paz y que ella se expanda hacia los corazones del mundo.

Hijos Míos:

Vengo a perpetuar la Fuente de Gracias que nace del Corazón de Dios para que las almas no solo reciban Misericordia, sino que reconviertan sus vidas y puedan retornar al Corazón del Padre.

Vengo como la Virgen Negra, Nuestra Señora de Czestochowa, para darles una señal de que en Mi Reino no hay diferencias de razas ni de colores, de culturas ni de naciones. En Mi Reino vive y habita la Unidad, y es esa unidad la que lo Yo les revelo a través de Mi Faz en Polonia.

Hijos, vengo a gestar en sus corazones el amor por la vida y la unidad entre los corazones.

Vengo a gestar en sus espíritus, no solo la capacidad de perdonar y de reconciliarse sino, sobre todo, la posibilidad de volver a amar y la esperanza de reconstruir la vida en profunda unión con Dios.

Quiero que sus corazones sean los testimonios vivos para el mundo de que es posible vivir el perdón, la paz y la esperanza, a pesar de los conflictos y de la desunión que aún viven en el corazón humano.

Quiero que le enseñen al mundo herido cómo hacer para curar lo profundo del corazón, simplemente dejando que las Manos de Dios los toquen, los restauren y los purifiquen.

Con unos pocos su Padre Creador opera milagros infinitos y todas las Gracias recibidas en los últimos días son un símbolo fiel de esa verdad.

Demuéstrenle al mundo, hijos Míos, cómo con tan poco pueden transformar la vida sobre la Tierra.

Demuestren, a través de la alegría que surge de sus corazones al encontrar a Dios, cómo el planeta puede ser curado, y anuncien un tiempo mayor de paz, que es posible cuando los corazones se unen en amor al Padre Celestial.

Dejen que desde lo profundo de sus corazones emerja la cura, no solo para esta nación, sino para el mundo entero. Unan sus espíritus a la Fuente de la Divina Misericordia y aspiren, todos los días, a ser instrumentos de la Misericordia para el mundo.

El planeta necesita de la Fuente que aquí emerge a través de la devoción de los corazones; la humanidad necesita encontrar la paz y a través de la Misericordia pueden encontrarla.

Por eso, hijos Míos, aunque sean pocos y se sientan solitarios en un mundo que se sumerge en la ilusión, persistan y crean que, si con Su único Hijo el Creador transformó el destino de Su Creación, con ustedes, hijos Míos, Él renovará esa transformación y le dará al mundo una nueva oportunidad de recomenzar cuando todo haya sido purificado.

Anímense a ser instrumentos de la Divina Misericordia, a unir culturas, razas y religiones en un único corazón que clama por la paz.

Como la Virgen de Czestochowa vengo a enseñarles a curar y a perdonar, a unir y a elevar al Corazón de Dios esta humanidad, el planeta y sus Reinos de la Naturaleza.

Que todas las Gracias que Dios les concedió, sean multiplicadas y que, después de transformar lo más profundo de la consciencia polaca, transformen al mundo entero.

Después de ser curados, aprendan a curar.

Después de ser bendecidos, aprendan a bendecir.

Después de recibir los frutos de las oraciones de sus hermanos, aprendan a orar por los que más necesitan.

Después de recibir el Amor de Dios, aprendan a amar y, de esa forma, hijos Míos, vivan en comunión.

¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entren en Mi Corazón de Paz

Entren en Mi Corazón de Paz para que les revele en este tiempo la Gracia de Mi Presencia y que, a través de los testimonios de sus vidas, le hable al mundo.

Tomen con sus manos el rosario para clamar por la paz y verán establecerse la paz en el interior de sus corazones y en todos los que se aproximen a ustedes. Esa será la señal viva de aquellos que responden a Mi llamado.

Sepan amar y comprender a pesar de los juzgamientos humanos, y la pacificación de sus corazones hablará más alto que todas las críticas emitidas por el mundo.

Vivan en Mi Iglesia Celestial y en Mi Corazón de Paz; ingresen en Mi Reino y aprendan allí sobre los misterios divinos que el Creador les revela a los corazones puros.

De esta forma, la sabiduría de sus espíritus, adquirida en el Reino Celestial, será impregnada por una Verdad que no proviene de este mundo, y ni el más sabio de los sabios ni el más letrado de los doctores de las ciencias y de las filosofías de este mundo sabrá explicar la ciencia divina que habita en el corazón de Mis hijos.

Respondan a Mi llamado sin miedo y déjense guiar.

No teman romper dentro de ustedes los preconceptos y las resistencias, porque Yo no los estoy conduciendo hacia lo viejo. Yo vengo a renovar sus vidas y a la consciencia humana.

Vengo para enseñarles a renacer en espíritu y a profundizar en la Presencia de Dios que, desde el principio de Su Creación, intenta conducirlos a la Verdad.

Yo vengo para ayudarles a encontrar el camino de la cura del pecado original, para que conviertan no solo en sus espíritus, sino también en su más profunda condición humana, aquello que les impide llegar a Dios.

Dejen de lado, hijos Míos, por un instante, todos los conceptos de sus mentes y sientan en Mis Palabras la Presencia de Dios.

La humanidad está en su último tiempo de despertar y de arrepentimiento; ahora es el momento de rendirse a los Pies de Dios y clamar por perdón, porque Su Espíritu Consolador aún está sobre el mundo, atento a las súplicas de la humanidad, para limpiarlos de toda mancha y prepararlos para un nuevo tiempo.

Porque pronto llegará el día en que los Cielos se abrirán con toda su potencia por segunda vez, para que el Hijo del Hombre retorne a la Tierra y, mirando a los ojos de Sus compañeros, traiga la Justicia para unos y la Gracia para otros que, siendo consecuentes con Su Evangelio y fieles a Sus promesas, aguardaron con amor Su llegada.

Las profecías se cumplirán, como se cumplieron a lo largo de toda la historia de la humanidad, y Yo estoy aquí, más brillante que el sol y tan viva como sus corazones, para enseñarles a elevar, no solo sus súplicas, sino también sus almas, a través de una oración verdadera que los transforma y los conduce al Reino de Dios, aun estando en vida.

Cada misterio que Yo revelo, cada espacio divino que Yo les doy a conocer, es para que aspiren a algo más allá de este mundo; es para que sus almas renueven la esperanza de llegar a Dios; es para que sus corazones, en la eterna aspiración de conocer el Cielo, puedan llegar a él y atraerlo hacia la Tierra.

En sus oraciones, hijos Míos, contemplen con amor lo que Yo les muestro y dejen que su Madre Divina despierte en su interior la pureza que los hace dignos de estar en Dios y participar de Su Verdad.

Con estas palabras los bendigo y les agradezco profundamente por responder a Mi llamado.

Oren por la paz y eleven sus corazones a Dios, pues el mundo así lo necesita.

Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz

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MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Retorno de la Madre de Dios

Silenciosa como la brisa y más brillante que el Sol, también retornará la Madre del Sol, la Estrella de la Mañana.

Primero, hijos, será Mi silencio el que preparará a sus corazones y el que permitirá que maduren y que vivan aquellas experiencias que confirmarán a sus espíritus en la adhesión al Plan de Dios.

Antes de que todo suceda y que el Triunfo de Dios se manifieste, verán dentro de sí mismos, los frutos de los últimos años de Gracias y de enseñanzas. Y será la propia expresión de sus vidas el testimonio de esta Obra y de la Presencia Divina que los guió, los condujo y los instruyó por tantos años.

Llegará el día en el que Nuestros Sagrados Corazones se silenciarán para que se manifiesten los profetas, los apóstoles, los santos y los Cristos de los últimos días y del Nuevo Tiempo.

Nuestros Corazones se silenciarán porque es parte del Plan de Dios que ustedes puedan crecer por sí mismos y hacer fructificar las semillas crecidas de la Gracia y del Amor.

Así como Dios se silenció en el Corazón de Cristo para que Él manifestara el Amor y la Cristificación en Su Corazón humano, así también Dios se silenciará en el corazón de los hombres que hoy escuchan y responden a Su llamado.

Pero esto no es para castigarlos, hijos Míos; eso es para que nazca de su interior un amor único, que surge del potencial humano cuando este se ve ante una gran necesidad de amar.

Antes de que Nuestros Corazones se silencien, ya le habremos entregado todo a la humanidad, y nada les faltará para cumplir el Plan de Dios.

El Silencio de Dios tendrá un tiempo y durante ese tiempo parecerá eterno y doloroso. Buscarán al Padre dentro y fuera de sí mismos y parecerá que no lo encuentran, a pesar de que Él siempre estará allí.

Su Silencio es el símbolo de la noche oscura que todo el planeta vivirá, porque es necesario.

Es necesario que exista la noche para que el sol vuelva a nacer.

Es necesario que exista la oscuridad para que la luz tenga sentido, para que el día pueda existir.

Entonces, hijos, no teman, pero tengan fe en las nuevas promesas de Cristo y en las revelaciones de su Madre Celeste.

Cuando llegue la noche sobre el mundo, y el silencio y la soledad se apoderen de los corazones de los hombres, recuerden lo que ahora les diré: más brillante que el Sol, nacerá en el firmamento una Estrella que será el anuncio del retorno del día, del día físico y espiritual que volverá a iluminar dentro y fuera de los seres.

Esa Estrella traerá consigo un sentimiento profundo de paz, de amparo y de esperanza; traerá el alivio que los corazones necesitan para cruzar los últimos momentos, y los más intensos, de esta noche oscura. 

Permanecerá silenciosa en el Cielo, hasta que el Sol pueda volver a nacer, hasta que el Hijo del Hombre tenga el permiso de Su Padre para retornar al mundo y, como el Gran Agricultor, buscar los frutos que nacieron en los corazones de los seres, y multiplicarlos.

La Estrella de la Mañana, que anuncia la llegada del Sol para este momento, permanecerá silenciosa. Pero, después de que todo se cumpla, Mis Pies también tocarán la Tierra y, con Mi Hijo, vendré para concretar el Plan de Dios y revelarles Mi verdadera Faz.

El misterio de Mi Retorno, hijos Míos, es para terminar de unir pueblos, razas y religiones y para traer hacia Mi Inmaculado Corazón a aquellos que por ignorancia negaron Mi Maternidad universal.

Yo retornaré para recibir de Mi Hijo las almas más perdidas; las lavaré en las Fuentes de la Gracia y las encaminaré para que tengan un nuevo destino y reciban una nueva oportunidad.

El Retorno de la Madre del Mundo ocurrirá para sellar la unión entre el Cielo y la Tierra, entre las diferentes Faces de Dios y Sus criaturas.

Y allí, hijos Míos, se les revelarán todas las verdades que hoy están ocultas, porque haré reflejar en los espejos de sus corazones la verdadera historia de la Creación y, solo allí, cuando todo se haya cumplido, es que comprenderán el verdadero sentido de esta experiencia en la Tierra.

A partir de ese momento, el Cetro de Dios será colocado en la Tierra y se establecerán un nuevo mundo y un nuevo ser.

Sientan la Gracia de Mis Palabras y despierten la fe en las nuevas y eternas Profecías de Dios, pues, se cumplirán, como se cumplió desde el principio todo lo que el Creador habló a través de los profetas.

Yo los bendigo y les agradezco por escuchar Mis Palabras y por responder a Mi llamado.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ser testimonio vivo de la Presencia de Dios

Hijos Míos:

Hoy los llamo a ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres.

Que sus vidas le hablen al mundo y que sus ejemplos hagan que aquellos que los encuentren busquen la paz y se cuestionen sobre lo que están haciendo de sus propias vidas.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en la Tierra, primero deben purificar sus corazones de toda mancha, de toda crítica, de toda falta de unidad con el prójimo y con Dios.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres, deben asumir un camino de oración y de servicio donde quiera que estén. Ya saben que pueden hacer de la propia vida un acto eterno de servicio en cada instante.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres, deben aprender a perdonar al prójimo y a sí mismos, y abrirse para comprender las debilidades ajenas; colocándose siempre en el lugar de sus hermanos, para entonces comprender su sentir y su pensar.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben perder la vergüenza y el temor de ser verdaderos y transparentes todos los días, deben vivir la propia fe y ser simples delante del juzgamiento de los hombres.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben estar dispuestos a purificar la propia voluntad, el propio dominio y el poder sobre el prójimo y sobre todo.

Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben hacer la diferencia entre los hombres, debe estar dispuestos a entregar aquello que la humanidad siempre aspira a engrandecer; dispuestos a la humildad y al silencio; dispuestos al anonimato y a la soledad; aunque, hijos Míos, Dios los coloque en medio de multitudes.

Nunca pueden perder la sed de estar solos con Dios, porque solo aquellos que saben silenciar con el Padre, sabrán hablar en público en Su Nombre.

Hoy, hijos amados, Yo los llamo a un paso más que el apostolado; los llamo a entregar sus vidas a Dios, como testimonios vivos de Su Presencia en el mundo.

Es tiempo de anunciar y eso se hace con el ejemplo que resuena más allá de las palabras y traspasa las capas de la mente para llegar al corazón y allí perpetuarse.

Hoy los llamo a ser testimonios de los últimos tiempos, los santos de los últimos días; porque para equilibrar lo que en este momento acontece en el mundo es necesario, hijos, renovar el apostolado, renovar el espíritu del Evangelio con la vida y tornarse verdaderos discípulos de Cristo, como Él los necesita.

En este día de bendición especial y de infinitas Gracias, que su Madre Celeste derrama desde el Séptimo Cielo y más allá de él, Yo los llamo a ser aquellos que ofrecerán el propio destino a Dios, que seguirán Sus pasos de forma incondicional y que vencerán el miedo, transcendiéndolo con la potencia del Amor de Cristo.

Hoy Yo los llamo a ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo; y si no pudieran serlo, oren por aquellos que sí rendirán sus almas a los Pies del Creador y en todos los instantes de sus vidas le preguntarán: Señor y Dios, ¿qué necesitas de mí hoy?

Oren por los que entregarán su corazón a Dios y que con fervor testimoniarán Su Presencia en el mundo, y sean parte del apostolado de estos tiempos.

Hijos Míos, el mundo necesita de ejemplos palpables y de entregas verdaderas; por eso todos los días renueven su entrega al Padre y busquen la forma de que ella sea cada vez más transparente.

Hoy, hijos, les pediré que oren con fervor por aquellos que fueron llamados a entregar sus vidas a Dios y que, sin comprender y sin saber, se tornaron Sus testimonios vivos para estos tiempos.

Oren para que los instrumentos del Padre perseveren hasta el fin, porque de la entrega de unos pocos surgirán los méritos para la salvación de todos.

Oren para que las Gracias se multipliquen y para que la Misericordia encuentre espacio para derramarse en el mundo.

Y, al fin, oren para que existan nuevos y eternos testimonios de la Presencia de Dios entre Sus hijos.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado y los bendigo.

En este día, de forma especial, bendigo a Mi amado hijo que rindiendo su corazón al Padre permitió que el Creador hiciese de su existencia un testimonio vivo de la Presencia de Dios en el mundo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DEL SANTO ROSARIO DE FÁTIMA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mi Rosario de Luz se extiende al mundo

Hijos Míos:

Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y los llama a la verdadera oración del corazón, para que, más allá de celebrar Conmigo un aniversario más de Mis Apariciones en Fátima, sus corazones sepan interceder junto a Mí por este mundo lleno de dolor y de angustia.

Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y a cada corazón humano, llamándolos a todos para que oren y reparen el Corazón de Dios, herido por las guerras y conflictos; herido por los ultrajes cometidos a los Reinos de la Naturaleza; herido por no poder derramar sobre Sus hijos el manantial de Amor y de Gracia que proviene de Su Sagrado Corazón.

Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo llamándolos para orar un poco más por este planeta, para que las profecías que un día Yo anuncié en Fátima no se cumplan, no se manifiesten delante de sus ojos.

El mundo aún corre el riesgo de ver cumplir Mis Palabras, porque no estuvo atento a las advertencias que Yo le hice ni a los pedidos que realicé para que un tiempo mayor de misericordia estuviese sobre la Tierra.

Hijos Míos, hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y los llama para orar más por la vida en el planeta, porque ella se está perdiendo, se está degradando y se está corrompiendo por la distancia que hay entre los hombres y Dios.

Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo para que oren por el fin de las guerras y de los conflictos, oren por la perdición que viven los jóvenes, para que ellos encuentren el camino que los lleva al Padre y ya no se pierdan en las distracciones de estos tiempos.

Hoy, hijos Míos, como Señora del Santo Rosario, extiendo estas cuentas al mundo y los llamo para orar Conmigo por un tiempo mayor de paz.

Encuentren en la oración la puerta para develar los misterios de este tiempo.

Encuentren en la oración el bálsamo para curar las enfermedades de esta era.

Encuentren en la oración el secreto para vivir la paz y establecer la paz en el mundo.

Encuentren en la oración el camino que los une como consciencia humana.

Encuentren en la oración la comprensión que les hace trascender culturas, razas y religiones, y descubrir la Unidad que hay entre todas las criaturas, porque todas ellas son partes vivas de un Dios Único.

Hoy, hijos Míos, su Madre Celeste, extiende Su Rosario de Luz al mundo, demostrándoles que la oración y la unión con Dios es el único camino seguro en este tiempo de tribulaciones y de caos.

Oren para comprender los acontecimientos del mundo y oren para que sean ustedes una luz para los que están ciegos. La humanidad necesita de ejemplos vivos para seguir y Mis hijos deben ser esos ejemplos.

Hoy, su Madre y Señora los llama para dar un paso más en la oración consciente por la vida sobre la Tierra y así, hijos Míos, podrán adentrarse en los misterios que Yo guardo para los corazones que despiertan.

Quisiera revelarles muchos misterios; quisiera entregarles muchas Gracias; quisiera traerles conocimientos divinos, ante los cuales permanecen ignorantes desde que los velos cubrieron sus rostros al llegar a la Tierra.

Pero hoy, hijos amados, delante de la necesidad del mundo, Yo solo extiendo Mi Rosario de Luz a todos ustedes y los llamo para orar Conmigo por la paz.

Que se unan culturas, razas, naciones y religiones; que se unan los corazones en la semejanza con Dios; que se unan sus manos a Mi Rosario de Luz y así se establezca la paz, dentro y fuera de los hombres.

¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santísimo Rosario de Fátima

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE UNIVERSAL, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Del Corazón de Dios emanan Dones y Gracias en este día para la liberación del planeta, y su Madre Celeste viene a decretar Su triunfo en este lugar, a través de la liberación y de la Paz que emanan de Mi Inmaculado Corazón.

Los Sagrados Rayos Inmateriales que provienen del Corazón del Creador hoy tocan la Tierra y sus señales se hacen visibles a través de la Naturaleza. Nada quedará como está, dentro y fuera de los hombres, y su lodo será extirpado y purificado.

Vengo como su Madre Celeste, como su Madre Universal, a preparar el camino para el nuevo despuntar de la Aurora, que en agosto próximo volverá a brillar en los corazones de los hombres y en el horizonte de la Tierra.

Vengo a unir Mi Corazón al corazón de Aurora para darle una señal al mundo, que su liberación no solo está próxima, sino que ya se inicia con Mi Presencia.

El corazón de Aurora vuelve a dar señales para que el pulsar de su vida ilumine nuevamente los abismos de este mundo. Pero para que Aurora retome su lugar, hijos Míos, es necesario que la humanidad sepa conducir los acontecimientos en unión al Corazón de la Jerarquía y que siga, paso a paso, la Voluntad que Dios emana hacia la Tierra.

El silencio de Aurora, poco a poco, le dará lugar a su verbo curador y la expansión de su luz será visible. Pero, mientras ese momento se prepara, acompañen a su Madre Celeste paso a paso, porque todo tiene su hora y su lugar.

La expansión del corazón de Aurora se dará poco a poco, para que su luz cruce los horizontes y llegue a los corazones de los hombres, a los Reinos de la Naturaleza y a lo profundo de la consciencia del planeta, liberando todo tipo de vida de la oscuridad que aún habita en este mundo.

Pero eso debe darse sin herir; su fuego debe arder, pero no herir. Su corazón se expande y toma vida, respetando las Leyes que rigen este mundo, porque así la humanidad eligió aprender.

A los que no comprenden Mis Palabras, porque no conocen la Aurora de la cual Yo les hablo, les digo que solo sientan en sus corazones su Gracia y dejen que ella se expanda, tomando el lugar que le corresponde, porque esta es la Voluntad de Dios.

Hijos Míos, su Madre Celeste, en este día viene para preparar un momento muy importante: la expansión y el retorno de la Aurora del amanecer para iluminar los corazones del mundo.

Oren Conmigo, oren para que las naciones se abran a la Voluntad de Dios; oren para que los Planes del Creador se cumplan en la Tierra; oren para que, en lo profundo de una oración verdadera, su Padre que está en los Cielos encuentre el permiso necesario para auxiliar a este mundo.

Aún hay mucho que debe suceder para que los Planes de Dios se concreten y, con Poder y Paz, su Madre Celeste viene a unir el Cetro de Dios al Cetro que rige la Aurora de Mi Corazón, para así decretar, poco a poco, su retorno y su triunfo.

Hijos amados, hoy también les vengo a entregar una Gracia especial, a través del alma amada que se ofrece todos los días para que Mi Plan se siga cumpliendo. Alma que, como Yo, unió su corazón al corazón de Aurora, para que este mundo siempre tuviera una oportunidad de ser curado.

Sepan, hijos Míos, que con la simple entrega de unos pocos Mi Corazón operará milagros en la Tierra.

Con eso les digo que no desistan de entregar sus vidas a Dios; no desistan de dar los pasos en dirección a la unión con el Corazón del Padre y, a pesar de todo lo que acontezca en el planeta, jamás pierdan la esperanza de que la cura, que proviene del corazón de Aurora, se extienda al mundo y toque toda la vida, trayendo de vuelta a lo sagrado lo que se perdió y se distorsionó por la incomprensión y por la ignorancia humana.

Yo Soy su Madre Celeste, Aquella que les muestra el camino para llegar a Cristo y, en la Tierra, les dejé una madre espiritual terrena, para que señalara al Padre junto con Mi Corazón y que, unida a Mí, obrara incansablemente por el rescate de las almas.

Únanse a esta alma madre que Yo les entregué, porque hoy les digo que, sobre ella, su Padre, que está en los Cielos, colocó Su confianza.

Por eso hoy, no solo oren para que la Aurora vuelva a amanecer; oren también por el despertar de la Unidad en toda esta obra de Amor y que los corazones sepan reconocer los instrumentos que el Padre colocó en sus caminos para que jamás se perdieran.

Todo es parte de una construcción única; escuchen Mi Voz y únanse a Mí, y así, hijos Míos, no se confundirán y podrán hacer triunfar el Corazón de Dios a través de sus vidas.

Yo los bendigo y les pido que Me acompañen, preparando con el corazón el despertar final de la Aurora del amanecer.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre Universal

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Como en pergaminos de luz, los Designios de Dios descienden al mundo y son entregados en las manos de los hombres a través de Sus Mensajeros. 

El Padre Creador les dice: 

“Vayan y cumplan Mi Plan, sin comprender, sin analizar, sin resistir. Vayan y cumplan Mi Plan con amor, con valentía, con la gratitud que nace del espíritu y se manifiesta en las obras y en las acciones humanas”. 

El Creador, hijos, los invita en este tiempo a manifestar una Obra verdaderamente fraterna y renovada por Su Espíritu, en donde lo sagrado puede habitar y todas las almas encuentran su espacio, su lugar, único e insustituible. 

Contemplen la Voluntad de Dios para este mundo, así como para cada ser, y comprenderán que Yo vengo en este tiempo para enseñarles a amar y a transformar este mundo de caos y guerra. 

Hijos amados, con los portales abiertos hacia el Cielo, vengo a invitarlos a que permitan que este Reino Celestial, hoy aún oculto para el corazón humano, se manifieste en la Tierra. 

Vengo a llamarlos, no solo a la oración y al despertar a una vida superior que para muchos aún es invisible, vengo para que aprendan a manifestar en la Tierra aquello que buscan en lo más alto de los Cielos y que, de esa forma, ya no pasen sus vidas buscando algo que nunca alcanzan, sino que sean constructores de eso que la humanidad está buscando encontrar y que ustedes, hijos, sean las manos que se extienden delante de las almas para que ellas vean y sientan que es palpable aquello que tanto buscaron. 

Vengo a invitarlos a ser los que concretan Mis Planes, manifestadores de la vida superior y que ella ya no sea solo espiritual, sino que sea también palpable y forme parte de su humanidad, que componga en el espíritu lo que el hombre manifiesta en la materia. 

En un mundo de guerras, en un mundo de abismos dentro y fuera de los seres, vengo a llamarlos para que ustedes sean lo nuevo y que siempre estén dispuestos a ser otros, acompañando el flujo de la transformación del Universo, para que en todas las etapas del planeta las almas encuentren en ustedes aquello que necesitan. 

Les pido, hijos Míos, que observen los Designios celestiales, que comprendan cómo se mueve la Voluntad de Dios; porque Yo no estaré siempre aquí para dictarles el camino, y en ese momento sus corazones deberán ser uno con la Voluntad y la Sabiduría Divina, porque la aman, la respetan y la reverencian; porque la viven y la saben, la experimentan todos los días. 

Llegó el momento de que las islas de salvación cumplan con su papel. El mundo está agonizando y la vida del espíritu ya no debe ser selectiva, todos deben poder encontrar su lugar y la puerta abierta para descubrir su forma de servir a Dios. 

Este ciclo es un ciclo de últimas oportunidades para muchos espíritus. Comprendan que su evolución y la de muchos de sus hermanos se define en este tiempo, en este ciclo del planeta. Por eso, todo lo que puedan hacer para que otros conozcan a Dios, es poco. 

Mis hijos están perdidos en este mundo y Yo vengo para encontrarlos. Para eso debo hacer de aquellos que ya Me escuchan, Mis Pies que caminan en el mundo, Mis Brazos que amparan a las almas, Mis Manos que se extienden en auxilio, Mis Ojos que encuentran a los perdidos, Mi Corazón que acoge a los que se sentían abandonados y olvidados por Dios y por el mundo. 

Por eso, hijos, acepten hoy, más que la vida de oración, la vida que los lleva a ser instrumentos de Dios en el mundo y sean parte de Mi Corazón y prolongamientos de Mi Presencia. 

Que esta Obra sea la embajada de Mi Paz en la Tierra y que todos ustedes sean los que proclaman Mi Presencia. 

¡Yo los amo y les agradezco por responder a Mi llamado! 

Los bendice, 

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Coloquen sus ojos y sus corazones en la Verdad de Dios, porque hoy, y a partir de este nuevo ciclo, Yo vengo a despertarlos del sueño de este mundo y a liberarlos de los cautiverios de la vida material.

Yo vendré para remover de su interior aquello que los ata a este mundo, les hablaré al corazón y también a todos los aspectos de sus consciencias que se resisten a la transformación; porque ya llegó el momento de ser otros y, ante todo lo que saben y todo lo que recibieron, no pueden continuar sus vidas como si fueran los mismos tiempos de hace quince o veinte años atrás.

Hijos, ya no deben basar su entrega y su donación en la falta de entrega y en la crisis material que vive el mundo en este tiempo. Esta crisis es el anuncio de un tiempo de pruebas y, cuanto más difícil sea la vida sobre la Tierra, cuanto más les cueste donar material o espiritualmente algo de sí, más deben saber, hijos Míos, que es hora de hacerlo, porque el hecho de que el mundo esté en crisis significa que Mi Corazón, así como el Sagrado Corazón de Jesús y el Casto Corazón de San José, deben llegar a las almas y a las naciones que necesitan despertar.

No midan los Planes de Dios de acuerdo con las necesidades humanas. No piensen que, si las naciones están en crisis y la economía es escasa, los Sagrados Corazones ya no deberían peregrinar por las naciones; porque estos pensamientos son semillas de árboles dañinos que están naciendo en sus consciencias para distraerlos y hacerles olvidar el Plan de Dios.

No tengan miedo ni resistencias al escuchar Mis Palabras, porque Yo vengo a tocar en donde la humanidad no se quiere transformar, Yo vengo a abrirles los ojos a aquello que no quieren ver.

Sí, el mundo está en crisis. Sí, las personas en las naciones están con dificultades económicas y cada vez lo estarán aún más, porque las bases de sus vidas no deben estar formadas según las necesidades materiales.

No es para acumular bienes físicos, disfrutar ni usufructuar del planeta que vinieron al mundo, hijos Míos.

Vinieron al mundo para vivir este exacto momento por el cual hoy están transitando. Momento en el que Dios los llama a transformar la condición humana, a no tener miedo de donar aquello que no tienen, más allá de lo que les sobra. Y les hablo de todos los niveles de donación, no sólo material como también espiritual.

La crisis del planeta se expandirá por todos los sectores de la vida, y ustedes son llamados a consagrarse cada vez más a los Planes de Dios.

Muchos los verán como locos y criticarán Mis Palabras, pero no tendrán precio las Gracias que las almas y el planeta recibirán durante su mayor crisis, cuando los Mensajeros permanezcan en el mundo y fortalezcan los corazones para su prueba mayor.

Aún necesitaremos llegar a muchas naciones de este mundo para abrazar y alcanzar a aquellos hijos Míos que, en lugares remotos, condenan la propia existencia, y para curar heridas planetarias que de otra manera no podrían ser curadas.

Porque no son muchos, hijos Míos, los que tienen la dádiva de ser conscientes de lo que Dios realiza espiritualmente en el mundo por intermedio de Sus Mensajeros. Y, a esos pocos, a los que les damos todo, también les pediremos todo, porque a través de sus conciencias es que transformaremos los conceptos humanos y, a través de sus vidas, testimoniaremos al mundo que es posible entregarse, aún en tiempos de crisis, de miedo y de caos.

Sus corazones deben estar en el establecimiento de los Planes de Dios y, de esa forma, vacíos de conceptos humanos en un mundo lleno de miedo, ustedes, hijos, serán como antorchas que simbolizan el despuntar de una nueva vida.

Y es en esas bases, formadas por sus corazones y en las que rendirán al viejo hombre, que Mi Hijo vendrá para reconstruir la Tierra.

Crean y tengan fe de que cuando les hablo estas cosas estoy preparando, en ustedes y en este planeta, el esperado Retorno de Cristo al mundo.

Yo los bendigo y los llamo a la profunda reflexión del corazón.

 Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo Soy el Sol que ilumina este mundo en su último tiempo, antes de la noche.

Soy la Trompeta que toca en los Cielos advirtiéndoles a las almas que el ciclo de la definición para sus vidas, así como para todo el Universo, ya llegó.

Yo Soy la Mano que detiene la Justicia, para que haya un tiempo mayor de Misericordia para las almas. Pero Mi Corazón no puede transformar las Leyes si sus corazones no se deciden a acompañarme incondicionalmente en este tiempo.

Yo también Soy parte del Verbo Vivo de Dios para este mundo y para toda la Creación, la Voz que resuena más allá de las dimensiones Divinas y de cuyo sonido proviene la Pureza, pero también la Verdad. Porque es hora de que conozcan la Verdad, no solo la Verdad que les trae las Gracias que descienden de los Cielos, sino también el verdadero despertar, la consciencia y la definición.

Ser parte de Mi Obra en este tiempo, hijos, es más que tener el rosario entre sus manos. Es querer ser parte de los comandos de su Madre Celeste que, con el Cetro de Dios en las manos, se abrirá camino en las tinieblas para rescatar hasta la última de las almas perdidas y, sin temor ni condiciones, enfrentará los abismos con el amparo de la Voluntad Divina para establecer Su Paz en donde hoy no existe.

Los sellos ya no existen en los libros ni en los pergaminos sagrados. Ha llegado el momento de la definición de las almas y eso se verá en sus menores acciones y elecciones.

Sé que es difícil decirle "sí" a la cruz de estos tiempos. Sé que muchos son llamados a vivir lo que nunca vivieron y a dar de sí lo que nunca dieron. Pero, ¿cómo renovar al propio Dios, sino con entregas extremas, con nuevas Leyes, una nueva Vida, un nuevo "sí"?

El despertar para este tiempo es desconocido, no solo para la humanidad sino para toda la Vida, para toda la Creación, e incluso para el mismo Dios, que se renovará a través de Sus hijos.

Por eso, les digo: No basta con poco, no basta con lo conocido, no basta con lo tibio, no basta con tener afinidad con Mis Palabras.

Los que Me escuchan en estos tiempos llegaron hasta aquí por una razón y sus vidas fueron transformadas por un motivo que trasciende a ellas mismas. No solo están aquí para que sientan la Paz y para escucharme.

La paz que habita en sus corazones es un instrumento de fortaleza para que vivan algo nuevo, para que sean la Luz del mundo, colocadas sobre las mesas en el centro de las naciones oscuras.

Quiero llevar esta Obra hacia un destino que ninguno de ustedes jamás imaginó, hijos Míos, y para acompañarme es necesario definirse.

Yo los conduciré por este mundo, aun cuando las tinieblas parezcan haberse apoderado de todas las cosas. Su fortaleza y sabiduría nacerán de Mi Corazón y colmarán sus corazones y sus mentes. En un mundo de confusiones no tendrán ninguna duda, porque estarán en otras Leyes, en otro tiempo, dentro del tiempo de este mundo.

Caminarán a su lado los perdidos y no comprenderán de dónde proviene la claridad de sus caminos. Su ejemplo hablará más alto que los truenos y que las trompetas del Apocalipsis.

No habrá comprensión fuera de Mi Manto, fuera de las Leyes de la Nueva Vida que Yo estoy gestando en los que Me dicen "sí".

Mi Voz, hijos, no les trae una nueva profecía sino una realidad.

Quiero que abran sus ojos a una verdad y a una necesidad que está más allá de sus necesidades diarias, de sus quehaceres mundanos y de todo lo que, hasta hoy, pensaron que era importante para sus vidas.

No les digo que sus vidas no sean importantes, sino que hoy coloco sus ojos en los Míos y les muestro la real necesidad de esta Creación, y no solo de este pequeño mundo.

Ya se están abriendo las grietas en el corazón de la Tierra y todo estará permitido, solo es necesario decirme "sí".

Que se terminen hoy las mezquindades, las competiciones, las medias entregas y la tibieza de los corazones. Mi Hijo vendrá para colocar en su frente el sello definitivo de Sus apóstoles y, antes de Él, Yo vengo al mundo como la Estrella de la Mañana, antes del nacimiento del Sol, para decirles, hijos Míos: defínanse y despierten.

Es hora de que sus vidas ya no sean suyas, sino que estén puestas a los pies de Dios como una ofrenda verdadera y que no haya nada más importante que cumplir con Su Plan, ni siquiera sus propias vidas.

A algunos, Dios les pedirá todo, pero éstos serán los herederos verdaderos de Su Reino, los portadores de Su Legado, los pioneros de la Nueva Vida más allá de este mundo, partes renovadas de la Consciencia Divina, como células de cura en la consciencia herida y enferma de la Creación, que se degradó por sus propias elecciones y sus caminos.

Son llamados a ser parte de una Nueva Ley, precursores de una Nueva Vida. Defínanse y déjense guiar. La obediencia irrestricta y la adhesión absoluta de sus corazones y de sus consciencias, se reflejarán en sus acciones y le hablarán al mundo.

Aquellos que tengan oídos que oigan la Voz de la Madre de Dios que, en nombre del Creador y de su Hijo, se pronuncia en el mundo.

Yo los bendigo y les agradezco por despertar y por definirse en este tiempo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE QUITO, ECUADOR, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde donde nace el Soplo del Espíritu de Dios, de allí proviene Mi Inmaculado Corazón, de la emanación más pura del Amor del Creador por Sus criaturas; de allí proviene el Vientre Divino de la Creación, que da vida y espíritu a todos los seres, que no solo crea, sino que ampara y acompaña todo lo que fue creado.

Un puente hacia el Corazón de Dios, hijos Míos, así es como Mi Inmaculado Corazón se expresa y se manifiesta en sus vidas y en toda la Creación.

Más que la Madre del Hijo del Hombre, Yo Soy la Madre de la Vida, vida que nace y emana del más profundo Amor de Dios, y hacia esta verdadera Vida es que Yo vengo a conducirlos.

Vengo para que coloquen sus ojos en el Cielo, en el íntimo misterio de la Creación; pero también vengo para que coloquen sus ojos en la Tierra, en el íntimo misterio que se guarda en la razón de la creación de este planeta.

Yo vengo para revelarles el Infinito que se muestra a través de los Portales que abro para llegar al mundo, y también vengo para revelarles los misterios que emergen de la Tierra cuando Mis Pies tocan el suelo.

Hijos, esta es una vida de misterios en donde el caos habita junto con el más profundo Amor de Dios y donde el mayor tesoro de la Creación se esconde entre los hombres, como perlas en los pantanos del mundo.

Mi Inmaculado Corazón llega hasta ustedes en este tiempo, no solo para reescribir sus historias y darles una nueva oportunidad de servir a Dios. Mi Corazón también llega para que conozcan su origen, su historia divina y universal, y que, así, reconociendo lo que deben transformar en lo profundo de sus espíritus y al mismo tiempo sabiendo el potencial que tienen para hacerlo, ustedes, hijos amados, sepan escribir la historia de la Redención de este planeta.

Su historia no comienza en este mundo. El Origen de la Creación es más que el barro que surge del hombre. Sus seres provienen de una Esencia Perfecta y de Fuentes inimaginables de eterno Amor y donación, las que crean y recrean los Universos.

Si quieren encontrar la verdad sobre sus espíritus, hijos Míos, hoy Yo les abro las puertas para eso. Solo coloquen sus ojos en el Cielo, pero también sepan contemplar la Tierra. Sepan leer en los símbolos de las estrellas y ver esos símbolos en sus corazones; pero también sepan leer en los símbolos de la Tierra, que se renueva a sí misma a través de la naturaleza, que les demuestra a los seres el camino para recrear esta creación.

Yo soy también la Madre de la naturaleza, la Madre que dona la vida y que entrega la propia vida para la renovación del mundo y de sus criaturas.

Sepan ver en las entrañas de la Tierra la historia de entrega y de amor que este planeta vivió a lo largo de los siglos de su evolución.

Sepan ver como la vida se mueve para que las criaturas crezcan y, a pesar de que a veces la naturaleza parezca demostrar furia, hijos Míos, sepan ver la Gracia de Dios y Su Justicia. La naturaleza no se enfurece, la naturaleza se renueva y les da a los hombres la posibilidad de renovarse.

Sepan ver en los ciclos de la naturaleza cómo este planeta se dona constantemente para que exista vida en su superficie, para que sean posibles la evolución y el amor.

Entren en comunión con la naturaleza, hijos Míos, y podrán conocer los misterios que están escritos en su silencio.

La naturaleza les habla a los hombres a través de su simple existencia y guarda en sí la historia de la evolución de la humanidad, transmutando y transformando aquello que no corresponde al propósito de este mundo, y ofreciéndole a los hombres en su más bella expresión, lo que los mueve a descubrir el amor y la unidad con Dios.

En la naturaleza se guarda la historia de la humanidad desde el principio. Lo más bello y puro que el hombre pudo alcanzar y vivir está guardado en lo profundo de los Cielos, así como en las entrañas de la Tierra.

Estén delante la naturaleza, hijos, así como de las estrellas y sabrán, sin comprender, que esta vida es mucho más amplia que lo que se guarda en los Libros Sagrados.

Y para descubrir la propia historia es necesario mirar al Cielo, así como en lo profundo de la Tierra; es necesario mirar hacia el espíritu y dejarse guiar por el alma, y también conocer lo que se guarda en lo profundo de su condición humana, que no son solo energías capitales e ilusiones.

Este es el tiempo de la Verdad, y la Verdad se expresa en todas las cosas que provienen del Corazón de Dios. Su Consciencia habita en todo, basta con silenciar el corazón y observar, darse una oportunidad de profundizar en la propia evolución y, así, servir a este mundo que duerme en medio del caos, que se pierde en la ilusión.

Hoy, hijos amados, vengo a traerles impulsos que los llevan a profundizar su vida espiritual, al despertar de la verdad en su interior y a su profunda unión con Dios. Bastará con que escuchen Mi Voz y la sigan.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE QUITO, ECUADOR, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Llegará el día, hijos Míos, en que los misterios dejarán de ser misterios y la Verdad se revelará al corazón humano.

Llegará el día en que la ilusión se apartará de los corazones de los hombres y la vida material ya no será una realidad distante de Dios.

Llegará el día en que las naciones despertarán a lo Sagrado que un día el Creador hizo nacer en sus corazones, a través de la pureza que se expresaba en la esencia de los hombres.

Llegará el día en que sus espíritus podrán aportarle al mundo lo mejor de sí, lo que verdaderamente son, y que hoy se oculta detrás de todas las cosas que piensan que son.

En el pasado, hijos Míos, durante un ciclo, la humanidad permitió que la pureza se expresara en su corazón, y fue esa misma pureza la que les abrió las puertas hacia la unión con Dios, con el Infinito y con realidades que hoy para la humanidad no son más que una fantasía; porque las mentes y los corazones de los hombres están muy distantes de la verdad, distantes, incluso, de la verdad que habita en el propio interior.

Cuando Yo les pido, hijos, que retornen a sus raíces, les pido que retornen a la pureza de sus corazones, esa pureza que no le impone límites a Dios ni a Su grandeza, pureza que se abre al Infinito y a sus misterios, pureza que abre el camino hacia conocimientos que trascienden la mente humana y su pequeña comprensión.

Yo no les pido que vuelvan a vivir como los pueblos originarios, sino que encuentren dentro de ustedes ese espíritu de unidad con la vida, la consciencia de la pequeñez que el hombre perdió, al no reconocerse como una parte pequeña de Dios, disminuyendo la grandeza celestial y encerrando los misterios de la Creación en las doctrinas y en las comprensiones de los hombres.

Ni aún el libro más sagrado de este mundo podrá contener en sí toda la verdad y la historia de esta Tierra. Ni siquiera todos los escritos juntos, hijos Míos, les revelarán lo que el Creador intenta que encuentren en sus corazones, en lo infinito que se guarda en ustedes mismos y que los hace semejantes al Padre de toda la Vida.

Retornen a sus orígenes y a sus raíces, no solo en este mundo sino también en el Corazón de Dios. Dejen que los misterios de los pueblos originarios no solo les revelen un conocimiento, sino que los conduzcan hacia las Leyes: la Ley de la Verdad, de la Transparencia, la Ley de la Pureza, la Ley de la Unidad con la vida. Leyes que los hacen uno con todo lo que fue creado, que los hacen sentir parte de un todo, de una Obra perfecta que se manifiesta en la expresión de sus corazones.

Dejen, hijos Míos, que lo Sagrado que habitó un día en este planeta, por la Gracia de Dios y por la pureza oculta en el corazón humano, vuelva a expresarse.

Vean emerger dentro de ustedes la necesidad de encontrar un sentido superior para esta vida, un sentido verdadero que les dé a conocer la razón por la cual Dios creó sus esencias.

En este tiempo de definiciones, de batallas y de purificación, déjense transformar como los niños. Estén delante de la Verdad con sus corazones vacíos para que las Palabras de Dios, transmitidas al mundo a través de Sus Mensajeros, encuentren el espacio correcto dentro de sus seres para despertarlos y tornarlos partes conscientes de esta Obra de Amor que el Creador está construyendo en la Tierra.

Llegó el momento, hijos amados, de crecer en espíritu como humanidad y de asumir estos tiempos y estos últimos ciclos de la raza humana como les corresponde.

Yo vengo hasta aquí, como a cada nación por la cual pasé, para darles a conocer los tesoros guardados en sus espíritus, para entregarles todo lo que necesitan para superar estas pruebas planetarias y vivir estos tiempos.

Tomen entre sus manos estos tesoros espirituales, inmutables y eternos, y guárdenlos en lo profundo de sus seres. Cuando más lo necesiten, ellos estarán ahí, dentro de sus corazones.

Estos tesoros, de los cuales Yo les hablo, son el despertar, la unión con el Creador y con el prójimo a través de la oración, del servicio y del conocimiento divino que ennoblece y hace madurar a sus espíritus.

Multipliquen lo que hoy les doy.

Mi Gracia está en sus vidas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD LIMA, PERÚ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oración: una Puerta a la Liberación

Con el Rosario divino en Mis Manos, vengo del Cielo a revelarles un simple misterio en el que se oculta el Poder de Dios: oren y serán libres.

Oren y serán libres de los dolores y de las amarras del pasado. Oren y serán libres de los conceptos de la mente, de la división, de la falta de perdón y de amor, de la incapacidad de reconciliarse con el prójimo y con Dios.

Oren y serán libres para renacer y dejar atrás lo que les causa dolor. Oren y sabrán comprender sus caminos, porque Dios les presenta las diferentes situaciones de sus vidas y cómo hacer de las aparentes dificultades un servicio para la consciencia de toda la humanidad.

Oren y serán libres para comprender los misterios celestiales. No dudarán de la Verdad y no temerán conocerla, porque no limitarán la grandeza de Dios a la pequeña comprensión humana.

Oren de verdad y vivirán su propia unión con Dios, su propio contacto interior que los elevará a los Cielos, aunque sus pies estén sobre la Tierra.

Lo que Yo vengo a pedirles, hijos Míos, es que oren y en el simple acto de orar las virtudes les serán reveladas, la Luz del Verbo Divino los liberará de las tinieblas y el Don de Dios los conducirá para que, a pesar de las tribulaciones del mundo, no pierdan jamás la fe y el amor en sus corazones.

Mientras todo está permitido, en estos tiempos de definición, coloquen sus rosarios en sus manos y hablen con Dios, clamen por Su Misericordia en esta época de miserias e imperfecciones y dejen que el Padre les responda al corazón con un simple sentir, con un aliento, con un alivio o incluso compartiendo el dolor que Él siente por este mundo tan perdido.

Lo que Yo vengo a pedirles, hijos Míos, es que oren y abran sus corazones a un nuevo tiempo, pues es el momento de la unidad, de vivir en comunión en pro de la Paz y de la Redención de este mundo.

Es el momento de que las religiones se unan para orar con el corazón a un Dios Único y que cada uno, en su idioma, clame al Padre para que el Propósito de Dios se cumpla.

Es hora de que haya respeto entre las razas y entre las creencias, que las religiones aprendan a orar unas por las otras para que el Propósito que Dios tenía, cuando inspiró a cada una de ellas, se cumpla en este tiempo.

Si todas las religiones retoman su pureza y retornan al propósito de su origen, que es la expresión del Amor y el establecimiento de la Paz, los corazones serán dignos de reconocer a Aquel que vendrá para unir todas las cosas en un camino único y poner fin a las divisiones y a las guerras humanas.

Reconocerán al Último Profeta que retornará para que los que no lo reconocieron en el pasado puedan rendirse a Su Amor en este último tiempo.

El Hijo de Dios volverá a colocar Sus Pies sobre la Tierra, y Su última promesa se cumplirá para que el Amor viva en los corazones de los hombres y el mismo Dios se renueve a través de Sus criaturas.

Mientras tanto, hijos Míos, oren para que la Luz divina ilumine sus caminos, oren para que sepan cumplir la Voluntad de Dios, oren para liberarse de lo que les impide caminar hacia el Corazón del Padre.

Oren para crecer en espíritu y, al fin, oren para que definitivamente triunfe el Amor de Dios entre las dimensiones, y que no solo el Apocalipsis sino también los mil años de paz sean una realidad.

Así como están viendo cumplirse el caos previsto en el Apocalipsis, también verán el triunfo final de Dios en el resplandor de Su Hijo.

Solo oren para que la humanidad persevere en su fe y supere las pruebas de la ilusión hasta llegar a la esencia de la Verdad.

Unan sus rosarios al Mío y nunca se perderán.

Mis Pies de Madre y Peregrina siempre marcarán el ritmo de sus pasos, hasta entregarlos al Corazón del Padre Celestial.

Yo los bendigo y les agradezco por orar conmigo por el establecimiento de la Paz y por la liberación de este mundo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el viento del Espíritu de Dios sopla sobre el mundo, remueve las capas que ocultan los abismos, las miserias, las mentiras y los egoísmos de los hombres. Todo parece estar en caos y en desasosiego, pero la Presencia Divina viene para renovar y limpiar a la Tierra.

Cuando el Espíritu de Dios sopla dentro de los seres, expulsa de su interior lo que no corresponde a la Voluntad Divina. Todo se mueve, todo parece estar en inquietud y desasosiego, pero Yo les digo, hijos, que es el Espíritu de Dios removiendo de sus mundos internos las impurezas y las miserias que estaban ocultas, incluso para sus propios ojos.

Cuando el Espíritu de Dios sopla sobre el mundo y dentro de los seres, no vean solo al viento y no se lamenten por lo que él remueve de lugar. Permitan que sople, mueva y transforme; abran las puertas y las ventanas de la casa de este mundo y dejen que el Espíritu de Dios los limpie por dentro y por fuera.

Este es el tiempo de que el Espíritu de Dios llegue al mundo con fuego, con viento, con lluvias de gracias y de purificaciones. No miren el lodo, sino la perla que se revela cuando él es retirado de la consciencia humana.

Vean el Propósito, ténganlo siempre por encima de los acontecimientos de este mundo y no confundirán con un castigo lo que Dios les envía para transformarlos y retirarlos del estancamiento y de la inercia humana.

El Espíritu de Dios vendrá con el fuego, con el viento para limpiar y renovar, para incendiar y retirar de la oscuridad y de la ignorancia a los tibios que solo apuntan a los errores ajenos y a los errores del mundo, pero que no perciben el propio adormecimiento.

Hijos Míos, todos ustedes son partes vivas del Corazón de Dios, principios de perfección nacidos de la Fuente más sublime del Universo. Pero, como las perlas perdidas en los pantanos de la Tierra, la perfección se escondió dentro de ustedes, y en estos tiempos, la purificación del planeta no es más que la venida del Espíritu de Dios para rescatar esas perlas perdidas del Collar Celestial.

Por eso, no miren el lodo y no teman al viento, al fuego o a la lluvia que lava el mundo. Miren hacia la fortaleza que nace de la superación de las dificultades. Miren hacia la humildad que nace en el corazón que ve su orgullo derrotado y sus ilusiones puestas en el suelo por la Gracia del despertar.

Miren hacia la fe que nace en el corazón de los que confían sin comprender y caminan sin ver adónde van a llegar. Dirijan sus ojos hacia el Triunfo de Dios que se diseña en lo desconocido y en lo imprevisible de sus corazones.

El Espíritu de Dios viene para devolver lo sagrado de sus espíritus, para que en el Retorno de Mi Hijo, sus esencias sean la mayor oferta de amor que pueden hacer al Redentor de sus almas.

Y, derrotados, rendidos y humillados por la Presencia Divina, vean surgir en sus pechos lo que los eleva, lo que hace renacer y resucitar a sus pequeños espíritus, de la muerte a la vida. 

Déjense soplar, quemar y lavar. Permitan que el Espíritu de Dios, que llega al mundo, transforme sus vidas y las renueve para una nueva y pura etapa de la evolución, de verdadero retorno al Corazón de Dios.

Cuando se desilusionen de las alegrías del mundo, conocerán el júbilo celestial de unirse al Padre.

Yo los bendigo y los renuevo bajo la Presencia del Espíritu de Dios, que viene para transformarlos.

Su Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oren cuando la noche parezca caer sobre el cielo de la Tierra.

Oren cuando las dificultades sean grandes y los desafíos parezcan imposibles, porque así, hijos Míos, la Gracia de Dios siempre vendrá en su auxilio.

Oren para que el mundo reciba la cura que tanto necesita, y que ni las guerras ni el caos hagan debilitar la fe de sus corazones.

Oren cuando la oscuridad se aproxime, cuando la soledad parezca infinita y el vacío se apropie de su mundo interior, y perseveren.

De la perseverancia de sus corazones nacerán los méritos para una nueva vida.

De la cura de sus almas nacerán los méritos para la cura del planeta.

Del sol encendido en sus corazones, a pesar de las dificultades, nacerán los méritos para que Aurora vuelva a amanecer en el cielo de la Tierra y en el interior de los seres.

De la fortaleza de sus corazones nacerán los méritos para que los débiles de espíritu puedan volver a erguirse.

En lo invisible de sus corazones construyo el triunfo universal de Dios.

En el silencio de sus vidas les enseño a imitar Mis Pasos y a transformar la Tierra, en el anonimato de una victoria celestial.

Para que el mundo conozca la Gracia de la vida superior, perseveren y tengan fe en lo invisible.

Lo que hoy es un misterio, un día les será palpable. Pero, antes que tocarlo, deben creer, sentir y vivir bajo la Gracia de aquello que no se ve.

Tengan fe y fortalezcan la fe en sus corazones.

La confianza los liberará de las dudas y sabrán reconocer en el propio interior los portales de la nueva vida, porque ya serán parte de ella.

Construyan ahora, dentro de ustedes, lo que los tornará guías de la nueva humanidad, pues, sabiendo superarse a sí mismos y a las dificultades de estos tiempos es que podrán guiar a otros.

Es confiando en lo que hoy les es invisible que podrán guiar a los seres hacia el camino de su redención, aun cuando no hubiera luz sobre el mundo; porque ustedes, hijos, no dependerán de la luz de la Tierra, sino de la luz que ilumina el propio interior.

Oren delante de la duda, oren delante del error, oren delante de las tentaciones, oren delante de la indiferencia, oren cuando se sientan separados y distantes unos de los otros y, más que esto, oren, oren mucho cuando se sientan distantes de Dios.

Hoy Yo les digo, hijos Míos, que un gran misterio se aproxima a sus vidas.

El planeta está ante el parto del nuevo hombre, que será doloroso, pero también está ante una luz que desconocen a pesar de que ella estuvo aquí desde el principio.

Oren para reconocer la verdad, oren para que la verdad pueda estar delante de sus ojos y, aunque ella sea invisible, que la puedan ver.

Los rayos de la Aurora que nacen en el interior de la Tierra ya iluminan una parte del planeta y aquellos que se abran a sus rayos y a su luz jamás estarán en la oscuridad de este mundo.

Oren, hijos Míos, y sientan que Yo Soy parte de esta Nueva Aurora que, así como nace en la Tierra también nace en el Cielo, en lo profundo del Infinito e ilumina todos los espacios, renovándolos con el bálsamo de la Luz de Dios.

Oren para saber confiar, oren para despertar la fe y no se dejen engañar u oscurecer, no se dejen enfriar por esta noche que viven en la Tierra.

Que los rayos de la Nueva Aurora enciendan sus corazones y les revelen un nuevo camino en donde el Cielo y la Tierra se unen, en donde aquella luz, que se encendió en lo profundo de la Tierra, encuentra parte de sí misma en el Infinito. Y en este misterio el Creador les revela que la misma Aurora nace en el Cielo y en la Tierra, y allí está Mi Inmaculado Corazón.

Oren para que más que comprender lo que les digo, puedan vivirlo.

Yo los bendigo, hoy y siempre.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, CON MOTIVO DE LA CONMEMORACIÓN DEL DÍA DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD

He aquí que se abrieron los Cielos y los Señores del Tiempo dieron inicio a un nuevo ciclo para la Tierra.

Los Universos colocaron sus ojos de Sabiduría sobre los hombres, y Aquel que no tiene forma y está en todo contempló con amor a las criaturas de la Tierra.

Hoy es un día más del Silencio de Dios. Pero Su Silencio transmite a los hombres la Serenidad y la Paz del Creador.

Benditos los que ingresen en esta paz y vivan en ella el ciclo que llegará.

He aquí que el Cielo se abrió, como se abre y se abrirá todos los días 31 de diciembre, para anunciar a los corazones humanos una nueva y única voluntad: la renovación del Plan del Creador y Sus designios para las criaturas.

El Cielo se abrió para que la Mensajera de Dios llegara a la Tierra; Su Palabra es como fuego sutil y espiritual que transforma, pero que también pacifica a los corazones.

Que se silencien las mentes y que escuchen los corazones.

Es tiempo de definición, de ver delante de sus ojos los caminos que se presentan, y elegir.

No tengan miedo de seguir; pero sepan, hijos, antes de dar un paso, deben tener en sus corazones la certeza de que es Dios quien guía su caminar.

La humanidad ya creció y conoce las consecuencias de sus acciones, así como de sus pensamientos.

Ya experimentaron lo suficiente la vida sobre la Tierra para saber definir hoy sus propios pasos.

Por eso, delante de los Cielos que se abren sobre la Tierra, encuentren la Mirada silenciosa del Creador que los observa y proclamen ante Él su propia definición.

Llegó la hora del diálogo con Dios, porque el Creador necesita saber con quién contará en este último tiempo.

Su Plan ya no se redefinirá a cada instante, porque los Cielos ya están abiertos y la Misericordia, pero también la Justicia, se preparan para descender al mundo.

Los cálices de la consciencia humana están abiertos y libres para ser colmados con aquello que las consciencias escogieron beber en estos tiempos.

Por eso, hijos Míos, ya no son niños y ya no pueden jugar con la evolución de la Tierra.

No les digo que tengan miedo; no les traigo el terror, sino el Don del Espíritu de Dios, que es la consciencia del temor de apartarse de Su Camino.

Tomen el Don del Temor de Dios y dejen que Él los auxilie en este nuevo y último ciclo, para que sepan mirar en los Ojos de fuego y silencio de su Padre Celestial y declarar su propia definición, su elección para este tiempo.

Con base en esto, hijos, su Padre y Creador diseñará para sus vidas aquel camino que escogieron vivir; porque Su Amor, inalterable, respeta las elecciones de sus criaturas, por más que sean imperfectas y, a veces, muy inmaduras.

He aquí que el Cielo hoy se abre y la Mirada silenciosa de Dios contempla el mundo.

Que las criaturas sepan percibir Su Presencia y no comiencen este ciclo definitivo en la ceguera y en la profunda ignorancia.

Hoy, oren por los que se pierden en los abismos de su propia ignorancia y en las festividades de este mundo, y no perciben que el planeta está agonizando por su indiferencia.

Oren por los que están solitarios, enfermos de espíritu y de corazón, y no encuentran sentido para sus vidas.

Y también oren por los que le dirán “sí” a Dios y comenzarán este nuevo ciclo a Su lado, para que su fe sea mayor que las tentaciones del mundo y la Grandeza y la Fortaleza de Dios tomen el lugar de su pequeñez y de su fragilidad humana.

Yo los amo, los bendigo y los invito a mirar al Cielo que hoy se abre y, mirando a los Ojos del Creador, proclamen su "sí" a Su Amor infinito.

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Estrella de Belén brilló en lo más alto y profundo de los Cielos, anunciando al mundo la llegada de una nueva y última oportunidad de redención.

Aquellos que miraron hacia el firmamento y la encontraron, como un corazón que pulsa en el infinito, siguieron sus pasos y llegaron hasta donde los llamaba la Voz y la Voluntad del Padre Celestial.

El silencio de la Estrella de Belén guarda su profundo e insondable misterio.

Los corazones pueden seguirla, porque Ella se refleja en el Cielo, así como en el interior de los que se abren a sus señales.

Siguiendo a la Estrella de Belén lleguen al Portal de la humildad, de la pobreza de sí, del misterio, del vacío. Allí podrán encontrar lo que Yo vengo gestando para cada uno de Mis hijos.

Sigan hacia el Portal de la humildad de Belén que guardan en su interior. Allí, Yo los aguardo con todo el Universo, en la Presencia de su Padre Creador, para dar a luz a un nuevo ser, a un nuevo tiempo.

Gracia infinita, hijos Míos, es abrirse al Misterio de la Natividad de su Señor, cuando la memoria del perdón de los pecados humanos vuelve a perdonar y a limpiar los corazones de los hombres que se abren, al menos un poco, para el Camino de la Redención.

Gracia infinita es la Natividad de su Señor, cuando la memoria de la entrega y de la Humildad de Dios le da a los hombres la posibilidad de entregarse y de caminar por una nueva senda, en la que las vanidades, las mentiras y el orgullo quedarán del lado de afuera, pues, tan pequeña y simple es la Gruta de Belén que solo caben en ella la Humildad de Dios y de Sus siervos.

Gracia insondable es el Misterio de la Natividad de su Señor, cuando delante de la memoria viva del momento en el que toda la Creación se detuvo para contemplar a la Tierra, nuevamente el Creador detiene la atención del Infinito, para que, por menor que sea la apertura de las almas, Su Misericordia pueda inundar los corazones.

Pocos conocen la verdadera Gracia de la Natividad del Señor.

Pocos saben todo lo que su Dios y Creador realiza en lo invisible de este mundo y en lo profundo de las almas, cuando los corazones se dejan tocar por la pureza de este momento.

El Nacimiento de Cristo, así como su eterna memoria, hijos Míos, es un misterio aún insondable para los corazones del mundo, pero para vivirlo basta que permitan que sus corazones sean tocados por Su Pureza, lavados por Su Misericordia y renovados por la sagrada humildad que se guarda en este momento, tan santo y único, para toda la Creación.

Cielos y Tierra se detienen para contemplar la Natividad del Señor, porque desde que Dios se hizo carne entre los hombres, una Gracia desconocida se vive en toda la Creación.

Allí, hijos, Dios, dio inicio a un Plan de redención que aún está por cumplirse y que, año tras año, se renueva para la Tierra, a través de los corazones que creen en este misterio y que, sin comprenderlo, se abren para recibir sus Gracias.

Hoy les pediré que oren.

Oren por los que no creen en la esencia de la Natividad y olvidan el verdadero sentido que la humanidad se une para celebrar.

Oren por los que están solitarios, abandonados e infelices, porque no conocen a Dios, no se abren a Su infinito Amor y más que eso, Hijos Míos, porque no tienen en la Tierra quien les dé la dádiva de ser verdaderamente amados.

Oren por las guerras que no se detienen ante este acontecimiento Celestial y dejen que las Gracias que hoy reciben, por abrir las puertas para Dios, lleguen a los cuatro puntos de este mundo.

Oren para que los que se comprometieron con Cristo, desde el principio, se fortalezcan y se renueven en su humildad y en su entrega, por los méritos del Nacimiento del Señor entre los hombres.

Y oren, hijos Míos, para que así como conmemoran la alegría del Nacimiento de Cristo, conmemoren un día la Gracia Mayor de Su Retorno y estén preparados para ese momento, porque pronto llegará.

Yo los amo y bendigo,

Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo Soy la Madre de las Américas, así como del mundo entero.

Soy Aquella que ampara en Sus Brazos a los hijos de Dios, porque desde que gesté en Mi Vientre al Redentor, el Creador Me concedió la potestad de ser Madre y Guardiana de todas las almas que provienen de Su Sagrado y Glorioso Corazón, de Su Fuente Creadora de Paz.

Hijos, Mi Maternidad es silenciosa y oculta para muchos, pero Mi Corazón siempre está atento a las necesidades de este mundo.

Mi Misión espiritual es cumplir, tanto en la Tierra como en el Cielo, la Voluntad de Dios; y así como sostuve y amparé a Mi Hijo desde Su Nacimiento hasta la Cruz, también debo amparar y sostener a todos los seres, a todas las naciones, a toda la humanidad, desde su surgimiento hasta el cumplimiento de su misión espiritual.

Como las almas, las naciones también tienen un propósito espiritual que cumplir; algo que construye el camino para el descenso del Reino de Dios sobre la Tierra, para que la nueva y esperada Jerusalén Espiritual pueda instituirse en la vida del planeta, como parte de la Promesa Divina para este mundo. Y para que las naciones despierten y este propósito esté resguardado, es que Yo estoy aquí y los guío.

Hijos amados, desde que estuve con Mi Hijo Jesús y Mi Casto Esposo José, entre los hombres, Dios Me entregó la misión de resguardar a los compañeros de Cristo, de mantener viva la promesa de Su Retorno, de preparar Su Camino y no permitir que se pierda de la consciencia humana todo el legado de Amor que Él dejó sobre la Tierra desde Su Nacimiento en Belén.

Por eso, hijos, Yo Soy la Guardiana del Amor, del Amor que nació en el Corazón de Cristo y también del Amor que debe despertar y crecer en los corazones de todos Mis hijos. Porque hoy les digo que este Amor que despertará en ustedes, es él que sonará como un diapasón celestial y hará despertar todos los códigos que Mi Hijo dejó en lo profundo de este planeta.

Es con el despertar del Amor en sus corazones que harán emerger todo el tesoro espiritual que Dios guardó en la Tierra, ese que necesitarán para cruzar los tiempos y las pruebas que vendrán.

Es el despertar del Amor en sus corazones, lo que abrirá las puertas al legado espiritual y divino, hasta hoy oculto y desconocido para la humanidad.

Es por este motivo que voy de nación en nación, con el simple propósito de enseñarles a Amar.

El Plan de Dios se guarda en la simplicidad y allí radica su misterio: por ser tan simple, los hombres no lo buscan y no lo encuentran.

Hoy vengo para despertar en sus corazones la nota del Amor y para que sus voces suenen como un gran diapasón universal y divino, para que este Amor se expanda y encuentre a los corazones de aquellos que más necesitan aprender a amar. De esa forma curarán el planeta, como un secreto, como un misterio que se oculta en el poder de la oración.

Que las naciones eleven sus voces en una oración verdadera y que este clamor encienda la llama de sus espíritus y disipe la oscuridad. Para eso estoy aquí con ustedes.

Hijos Míos, cuando oran de corazón, nunca están solos. Mi Rosario pasa junto con los suyos. Mi Verbo eleva sus voces a los Altares Celestiales y cuando piensan que nadie los escucha, Yo los hago llegar a Dios.

Para que el Propósito y la Voluntad del Padre se cumplan, solo confíen en Mis palabras, oren y amen desde lo profundo del corazón.

Yo los bendigo y bendigo a todas las naciones que hoy Me abren las puertas, para que las Gracias que traigo del Cielo se extiendan más allá de la Argentina y lleguen al mundo entero.

Que el Amor convierta el miedo, el rencor y el dolor de los corazones humanos. Que las fronteras den lugar a la Unidad y la Nueva Jerusalén Espiritual encuentre su espacio entre los hombres.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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