MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Mientras el mundo está herido, Mi Corazón encuentra aliento en la devoción de las almas simples que responden a Mi llamado y vienen a Mi encuentro para despertar sus espíritus y corazones.

Es a través de las almas simples que Mi Plan se cumple, porque las dificultades de sus vidas no son obstáculos para vivir el amor y perseverar en la fe.

En las almas simples, Dios encuentra Su reposo, pues sabe que ellas siempre le responderán y siempre le dirán “sí”.

Las almas simples no se niegan a vivir el sufrimiento y el sacrificio es parte de sus vidas. Ellas reconocen el valor de la Cruz de Cristo y encuentran en esa Cruz su fuerza y la renovación de su fe. Cimentadas en las bases del Amor del Hijo de Dios, las almas simples están unidas al Padre, y por más que sus mentes no conozcan los misterios celestiales, sus corazones son partes vivas de estos misterios y no se asustarán, ni perderán la fe, cuando la verdad emerja ante los ojos del mundo.

Las almas simples, tantas veces olvidadas por el mundo, construyen en su anonimato la humildad que abre las puertas para el verdadero amor.

Su unión con Dios se guarda en lo profundo del espíritu y es amparada por su vida de humildad y llena de desafíos.

Dios puede probar a las almas simples y forjar su fortaleza a base de muchas pruebas. Puede hacer nacer en ellas una fe inquebrantable, porque Sus ojos no solo ven el sufrimiento.

Como ellas siempre aceptan la Voluntad de Dios, aunque no la comprendan, Él vendrá en su auxilio y las ayudará para que superen sus dificultades, porque el Padre prueba a Sus hijos, no para que sufran, sino para que crezcan.

Es así como Dios construye en las almas simples el espíritu de la sabiduría y, aunque muchos no conozcan los libros de este mundo, sus corazones pueden leer en los Libros Celestiales y su sabiduría interior vale más que toda la inteligencia de los letrados de esta Tierra.

Los corazones verdaderamente simples también son puros y en ellos habita Mi Corazón.

Puedo contar con sus oraciones, porque ellas son verdaderas.

Puedo abrir las puertas en sus caminos hacia nuevos rumbos y sé que ellos Me seguirán, sin preguntarme porqué.

Las almas simples, tantas veces olvidadas por el mundo, son las que están más próximas de Dios.

El mundo las olvida por no saber cómo llegar al Padre y pierde la oportunidad de aprender de la humildad que abre las puertas del Cielo.

Mi Hijo vendrá y buscará entre las almas simples a Sus compañeros de otrora. Formará con ellos el ejército de Su Retorno y triunfará sobre el mal con la simplicidad de sus corazones.

Las almas simples no necesitan puestos importantes, reconocimientos o recompensas. Por no tener nada en este mundo, aprendieron que la verdadera alegría está en Dios, porque ellas la experimentaron y viven en ella, todo el tiempo.

Hoy, hijos, los llamo a aprender con las almas simples.

Los llamo a vivir en la simplicidad, porque es allí que se encuentra el camino hacia la fidelidad y el despertar de la verdadera fe.

Siendo simples es que conocerán a Dios.

Siendo simples es que vivirán en la esencia de las Bienaventuranzas y no correrán el riesgo de pensar que sirven al Padre, cuando, en verdad, sean ustedes mismos los únicos señores de sus vidas.

Hoy, con el ejemplo de las almas simples, déjense transformar y verdaderamente rindan sus corazones al Padre y a Su Santa Voluntad.

El Creador aún tiene muchos designios y Gracias para cumplir en la humanidad y es con la simplicidad de sus corazones que le abrirán las puertas.

Yo los amo y les agradezco por buscar la simplicidad y la pureza de sus corazones como el mayor servicio a ser prestado por la humanidad en este tiempo.

Les dejo la Gracia del Padre y la Unción del Espíritu Santo, para que vivan en paz y difundan la paz al mundo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Gracia y la Alegría de ser Fiel

Queridos hijos:

Hoy quiero contarles una historia para que, inspirados por Mi ejemplo, puedan dar nuevos pasos en los tiempos que se aproximan. De esta forma, vengo a despertar en sus corazones la Gracia y la alegría de la Fidelidad.

Dios Me llamó para cumplir Su Voluntad, mucho antes del Nacimiento de Jesús, antes, incluso, de que Yo llegara a este mundo; así como Él los llamó a cada uno de ustedes.

Aún siendo pequeña reconocí el Llamado y la Voluntad de Dios, y a lo largo de Mi Vida en la Tierra una y otra vez tuve que confirmar Mi Fidelidad para con el Creador. Mi Corazón pertenecía al Señor desde el principio, pero eso no lo dejaba libre de dificultades y de padecimientos.

Su Madre Celeste tuvo que superar muchas pruebas espirituales, materiales, mentales y emocionales, como parte de la humanidad. Lo mismo tuvieron que vivir Mi Hijo y San José Castísimo.

La humanidad de aquella época, hijos, era precaria y escaso era el amor en sus corazones. Por eso Dios enviaba al mundo un impulso tan grande de Amor y de Verdad a través de la Sagrada Familia. Pero, para que este impulso se hiciera vida, Nosotros, como parte de la consciencia humana, tuvimos que trascender esa condición de limitación y romper las capas del desamor y de la ignorancia para cumplir lo que nos fue pedido.

Por cada prueba que el Creador Me concedía vivir, Él también dejaba emerger un Don en Mi Inmaculado Corazón. Cada vez que Me confirmaba delante de Dios, veía emerger la Fortaleza del Padre y Su Gracia, y era en Él, que encontraba la fuerza para proseguir.

Así fue cuando el Espíritu Santo gestó en Mi Vientre al Mesías. Así fue cuando llegamos a Belén y no había lugar en los hospedajes. Así fue cuando mandaron a matar al Niño y, a pesar de huir con Él, sentí en Mi Pecho el dolor de cada madre que perdía a su hijo injustamente. Así fue cuando lo perdimos en Jerusalén. Así fue cuando Él fue negado en Galilea y cuando escuchaba los insultos proferidos al Hijo de Dios, por la ignorancia y la ceguera humana. Mis Ojos, que veían la Verdad más allá de cualquier comprensión, tuvieron que superar las injusticias causadas por la ceguera de los hombres, y todo lo viví en silencio.

La Gracia y el Don de Dios también emergieron en Mi Interior, cuando Jesús fue condenado, flagelado y subió al Calvario, únicamente con el Poder de Su Amor. Yo sentí cada Llaga Suya en Mi Pecho, y cada "sí" que Él le decía al Padre, Yo lo repetía en Mi Interior.

De la misma forma, perseveré Fiel a Dios, cuando lo vi expirar. Y en la misma certeza Me mantuve cuando Él resucitó y ascendió a los Cielos, dejándome la misión de seguir con Sus Apóstoles y compañeros, fortaleciéndolos hasta el final.

En la misma Fidelidad Me mantuve cuando el Señor Me elevó a Su Reino y allí Me entregó, no solo el Cetro de la Paz, sino también la Maternidad de toda la Creación, para que, de la misma forma como fui Fiel en la Tierra, Yo lo fuera en el Cielo; y así como acompañé la Pasión de Mi Hijo, acompañara hoy la Pasión de este planeta y de cada uno de Mis hijos.

Yo los veo sufrir y siento su dolor en Mi Corazón. Así como sentí cada Llaga de Jesús, hoy siento cada llaga de cada uno de Mis hijos de la humanidad y, en ningún momento, hijos Míos, deseé que fuera diferente.

Solo quiero ayudarlos a crecer, como vi crecer al pequeño Jesús. Vengo a enseñarles a ser fieles y a no dejarse desanimar por las pequeñas o grandes dificultades de esta vida.

El Calvario de este mundo está en el principio, y les falta mucho aún para vivir plenamente el Amor que se esconde en sus corazones.

Dios los probará en la fidelidad y en la perseverancia, como probó a cada uno de los que Él más ama. Y Yo estaré a su lado, ayudándoles a renovarse, siempre y cuando abracen la cruz y den los primeros pasos.

Descubran, hijos amados, que la fidelidad a Dios trasciende la vida en la Tierra, trasciende su pequeña comprensión. Aprendan a amar Su Plan por encima de todas las cosas, y fortalezcan su vínculo con Él, para que los Cielos y la Tierra pasen, y ustedes se mantengan fieles y firmes en el Propósito que Él les entregó.

Yo los amo y hoy les dejo la Gracia y la alegría de la Fidelidad, para que, a pesar de todo, la hagan florecer y la multipliquen con ejemplos y con amor, en los corazones de sus hermanos de este mundo.

Yo los bendigo hoy y siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Ciencia del Amor Superior

Queridos hijos:

Vengo de una dimensión que desconocen, de un Universo Divino, en el cual jamás estuvieron como criaturas materiales, sino solo como una parte única de la Consciencia del Padre, antes que sus vidas se manifestaran. Y fue allí, en el origen de su existencia, que experimentaron y sintieron la Ciencia del verdadero Amor Superior.

Hoy les hablo del Amor que proviene del Corazón de Dios, Amor que trasciende todo lo que ya fue experimentado por Sus criaturas en este Universo y en todos los otros.

Con Mi Verbo Divino y Celestial vengo para hacerles sentir eso que está oculto, escondido, dentro de sus corazones.

Hoy traigo en Mis Manos las siete llaves que abren las puertas de sus pechos y que, así, los colocan delante de una realidad desconocida, a pesar de tratarse de algo, hijos, que está dentro de cada uno de ustedes.

Hoy quiero enseñarles la Ciencia del Amor Superior, que, en verdad, es la ciencia del retorno al Corazón de Dios. El camino que deben comenzar a recorrer aún en esta vida, para que, cruzando los portales de la Eternidad, encuentren un espacio seguro, en donde podrán dar continuidad a su propia redención.

La Ciencia del Amor Superior comienza a ser vivida cuando el ser emite su “sí” al Universo, reconociendo su limitada condición humana y su gran necesidad de Dios.

Es allí, hijos, en donde surge en el interior el Principio de la humildad que, poco a poco, derriba la falsa fortaleza de la arrogancia, de la soberbia y del orgullo humano.

Antes de reconocerse pequeños y pobres, con la sinceridad del corazón, no hay cómo darle lugar para que este Amor Superior se desarrolle dentro de ustedes.

Cuando el ser se reconoce miserable, es capaz de buscar la cura de sus miserias en el servicio, en el perdón de sus fallas y de las fallas cometidas por sus hermanos. Porque al reconocer sus imperfecciones y al dejar nacer en el propio interior el Principio de la humildad, por menor que este sea, el ser puede comprender también la imperfección y la miseria ajenas.

Cuanto más sirvan y descubran dentro de ustedes el espíritu de la abnegación, más vivirán en la Ciencia del Amor Superior y dejarán que la química universal se realice en sus espíritus y, sobre todo, en sus personalidades, que tantas veces impiden su caminar hacia el retorno al Origen.

Descubran en este camino el poder de la oración, la oración desinteresada, que no busca otra cosa, sino la redención del mundo.

Dejen que sus ansias por conseguir esto o aquello se conviertan en una posibilidad de unión con el Verbo Divino, por la redención de la vida, por el perdón de los errores humanos, que no comenzaron en este mundo.

Poco a poco, descubrirán que las raíces de sus miserias no solo se encuentran en lo que conocen de ustedes mismos, sino que se adentran en misterios de la consciencia humana que les parecen inalcanzables.

Pero cuando lleguen a ese momento, cuando les parezca imposible curarse, porque escapa de sus posibilidades de comprensión, es allí, hijos Míos, que Dios les dará a conocer algo más sobre ustedes mismos, algo más allá de sus miserias e imperfecciones.

Ese es el Amor Superior, que también está más allá de lo que conocen de este mundo y, al mismo tiempo, tiene como morada lo profundo de sus corazones. Lugar que hoy les es oculto y que no conocen, aunque piensen que saben amar.

Cuando el ser va revelando sus miserias y derrumbando las barreras de su ignorancia, es que la Ciencia del Amor Superior se revela, porque se tornan mansos y humildes, delante de Aquel que es el único que les puede ayudar: Dios Altísimo.

El Creador, entonces, los fortalecerá y los animará a ir más allá, a unirse a Su Espíritu y a la Vida Universal.

Y a encontrar en el verdadero sentido de la existencia de la Tierra, su fortaleza, no solo para vivir la propia purificación y la purificación del planeta, sino para dar testimonio en el Universo de la redención de sus espíritus.

Todo lo que les digo hoy, hijos Míos, es para que se levanten del abismo de la ignorancia y de la resistencia, y se abran a la vivencia del Amor Superior.

De esta forma, los conduciré al despertar de verdades mayores y descubrirán que hoy, no solo hablé con sus almas y con sus corazones; hablé con sus espíritus, con sus antiguos Guerreros y Comandantes universales, con sus esencias, y con eso que desconocen y que proviene de Dios, para despertar hoy en sus vidas la Ciencia del Amor Superior.

Anímense a comprender lo que les digo con la propia experiencia. Den un paso en la confianza y en la fe, en el servicio y en la abnegación, en la redención y en la purificación de sus miserias, y vivan la Ciencia del Amor Superior.

Yo los bendigo y los guío por este camino, y les agradezco por venir a Mi encuentro y por confiar en que, a partir de hoy, sus vidas jamás serán las mismas.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA LOCALIDAD DE LOS COCOS, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

He aquí que vendrá, más brillante que el Sol, la Sierva de Dios a preparar el retorno de Su Hijo, así como un día preparó Su sagrado Nacimiento en la Tierra.

He aquí que la silenciosa y humilde Sierva se tornó Reina y Madre Celestial, porque Su silencio reveló Su Majestad y Unidad con Dios Padre y con Su Amado Hijo.

Así como los Cielos se abrieron para recibirla en Cuerpo, Alma y Divinidad en el Misterio de Su Asunción, nuevamente los Cielos se abren para el descenso de Su Divinidad y para el anuncio de Su Sagrado Verbo; porque la Bienaventurada Madre del Señor ya no puede permanecer en silencio ante todo lo que acontece en el mundo. Su silencio de otros tiempos sustentó el eco de la Voz de Su Hijo, en los valles y en los pueblos de Oriente, y ahora, Su Verbo viene para preparar el Triunfo Universal de Cristo, porque Él ya no vendrá a predicar y a enseñar entre los hombres: la potencia de Su Presencia será la propia conversión; el poder de Sus Pies puestos sobre la Tierra será la propia redención para el planeta. De Su Boca saldrán solo oraciones y decretos que unirán el Cielo y la Tierra, cerrarán los infiernos y los abismos, calmarán los desesperos e instituirán la paz.

Por eso, antes del Hijo, nuevamente se aproximan Su Madre Celeste y Su Padre adoptivo, humilde y fiel, para que sean Ellos los que preparen el corazón humano.

Hijos, hoy les digo que escuchen con atención los Designios de Dios, traídos por Sus Mensajeros. Ellos son como las verdades dichas por los Profetas en el pasado para preparar la llegada del Mesías al mundo.

Nuestro Verbo no solo los instruye, también los transforma y los une a la Enseñanza Universal que vendrá con el Hijo de Dios como una expresión viva de la Realidad que habita en los Universos.

Con simplicidad les abrimos las puertas del corazón y los ojos del espíritu, para que reconozcan las Leyes que dictan la evolución universal e ingresen en ellas, en obediencia y amor, mientras hay tiempo.

Todos los Misterios se revelan en la Ley del Amor y de la Obediencia, Principios que rigen toda la vida evolutiva, así en el Cielo como en la Tierra. La vida espiritual se revela a los que saben amar, y todo misterio revelado se torna simple y comprensible para aquellos que conocen el Amor, porque sus mentes se vuelven puras y sus corazones son simples.

Con esto, hijos amados, quiero decirles que la Sierva Fiel e Incansable de Dios viene al mundo con palabras simples para revelar verdades sublimes. Vengo para despertar el amor en sus corazones, para que Me puedan comprender y, sin dificultades, vivir lo que les digo.

Lo que les impide vivir Mis Instrucciones no es la condición humana, no es el karma material y no es la ignorancia; es la falta de verdadero Amor y de verdadera Humildad.

En un mundo de misticismos llenos de vanidad y de falsas bases sobre el conocimiento verdadero, Yo vengo a conducirlos a la Verdad. Pero antes, debo destituir de sus corazones el orgullo y la ambición por el poder y por el conocimiento.

Por eso, les enseño a amar y a obedecer, por sobre todas las cosas, los simples Designios de Dios. Y es así como los preparo, los transformo y les revelo la Nueva Vida, que surgirá en los corazones sin que ellos lo perciban.

Es así como los uno a la verdadera Hermandad Celestial y Cósmica; y torno sus corazones aptos para ser verdaderos compañeros de su Rey y Maestro Universal y Divino: Cristo.

He aquí que estoy como Reina y Madre Celestial y en la simplicidad de Mis palabras se oculta el Poder de Dios y la Verdad que Yo Soy. En Mi Presencia se oculta la Unidad con el Infinito. Y así les digo que, si se unen a Mí, se unirán al Todo, al Cosmos, a la Vida, a la Creación de Dios.

Preparen junto Conmigo el Retorno de Mi Hijo, y anuncien, hijos, que es tiempo de arrepentirse de estar en caminos vanos que tan solo llevan a perderse, no solo de Dios, sino también de sí mismos.

He aquí que vengo para encontrarlos y para conducirlos al encuentro de sí mismos, para que sepan quiénes son y qué vinieron a hacer a este mundo. Ya no estén perdidos. Sigan Mis pasos y Yo los guiaré siempre.

Yo los bendigo y los amo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un camino hacia el Corazón de Dios

Queridos hijos:

Vengo a abrirles un camino hacia el Corazón de Dios, porque la Consciencia de su Padre Altísimo aspira, en este tiempo, llegar a cada corazón humano, para ser Él mismo, el Principio de renovación que los despierta y los transforma.

Tan grande y tan profundo es el Amor del Padre por Sus hijos de la Tierra que, mientras la esperanza se pierde en los corazones que ven el crecimiento del dolor y del caos, el Corazón de Dios crece en esperanza, crece en Amor, crece en compasión por Sus hijos.

El Creador también aprende con la humanidad y se renueva a través de Sus hijos, desde aquellos que siguen Sus Pasos, hasta aquellos que lo niegan, que no lo buscan y no lo conocen; porque estos, hijos, hacen que un Amor Superior surja en el Corazón de Dios.

El Creador de todas las cosas, aparentemente tan distante y oculto para el corazón humano, espera revelarse a la humanidad, como en tiempos pasados y aún más profundamente. Esto es así, Mis amados, para que los corazones despierten definitivamente a la Unidad con el Creador.

En el tiempo de los Patriarcas y de los Profetas, Dios se manifestaba a Sus hijos para conducirlos a un nuevo ciclo. La humanidad de aquel tiempo necesitaba dejar de ser tan primitiva y confundida por el poco amor que había en su corazón.

Allí, el Creador comenzó a construir el camino para el corazón humano, porque los hombres no conocían el Amor, ni el respeto verdadero, más allá de lo que les era impuesto por la mente humana, y no conocían la compasión, que solo nacía humildemente en el corazón de muy pocos.

Dios hablaba a través de Sus Aspectos Divinos y también a través de Sus Arcángeles. El-Shadai se manifestó a los Patriarcas, tiempos atrás, para que ellos iniciaran un nuevo ciclo, un camino de encuentro con el Dios Único, que a todos ama, ampara y guía.

Hoy, hijos míos, El-Shadai vuelve a aproximarse y a revelarse a los corazones humanos, para que les sea mostrado un nuevo camino. La humanidad ya comprende la existencia de un Dios Único, Perfecto y Misericordioso, y ahora debe conocer Sus Faces Universales, la Verdad Cósmica y Superior que se oculta en la Eternidad, donde el tiempo de este mundo no puede llegar, donde el reloj no marca las horas y la evolución es la que dicta el crecimiento de las criaturas y no su edad.

El-Shadai llegó al mundo para que la humanidad despierte para este Tiempo Eterno, en el que las almas reconocen el camino de la Redención y este camino se fortalece por el conocimiento de la Vida Superior, por la vida fraterna y por la trascendencia de la condición degenerada de la humanidad.

Hoy les digo, hijos, que Dios en este lugar, se vale de la pureza de los niños, del esfuerzo de los jóvenes y del amor que nace en el corazón de los adultos que, a pesar de sus imperfecciones y dificultades, no pierden la esperanza de ser diferentes y de expresar, algún día, lo que Dios pensó para sus almas.

Mientras exista ese espíritu de esperanza y esa fortaleza que se basa en la unidad, aquí estará Dios y, día a día, Él les mostrará los milagros que son posibles a través de Su Presencia.

Recorran este camino hacia el Corazón de Dios con humildad y con paz. No sientan el abandono del mundo, no se envuelvan con el caos ni con la escasez de amor del planeta. Sean una fuente de donación de paz y de esperanza, porque aquel que se dispone a dar, siempre recibirá de Dios lo que necesita.

Yo los amo e infinitamente les agradezco por cumplir con su misión y por abrir las puertas de esta Casa al Corazón de Dios.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hora de salir de la ilusión mundial

Ha llegado la hora, hijos Míos, de salir de la ilusión mundial y de comenzar a enfrentar la realidad, primero dentro de ustedes, para después reconocerla afuera.

El mundo no esperará a que maduren para que él viva su purificación y la transición de los tiempos, que marcará el antes y el después entre el viejo y el nuevo hombre. Los cambios ya se precipitan sobre la Tierra y se expresan a través del desequilibrio de los elementos de la naturaleza, de los hombres, de los jóvenes, de las guerras entre naciones, razas y religiones. Así, hijos, se diseña el "fin" que muchos no quieren ver, porque creen que todo está en donde debe estar.

Hoy, como ayer, vengo como la Madre de la Verdad, la Señora de la Sinceridad Divina, para que nada más esté oculto ante sus ojos y que les sean dichas todas las advertencias a tiempo, para que transformen sus vidas y despierten sus almas.

Mis amados, en medio de un mundo que se pierde en su propia ignorancia, Yo vengo a construir un ejemplo de transformación en este lugar. Si Me abren la puerta y Me dicen “sí”, le demostraré al mundo que es posible convertir la ignorancia en sabiduría y la ingenuidad en verdadera pureza del corazón.

Quisiera que todos Mis hijos de esta ciudad vinieran a Mi encuentro, para que Yo pueda despertarlos a la Voluntad que Dios tiene para este pueblo.

Hijos, aquí quiero construir un modelo de respeto, de igualdad y de esperanza; un lugar en donde las almas lleguen para reencontrar la dignidad que perdieron por entregarse a la ilusión.

Sé que el enemigo de Dios lo hará todo para que este Plan no se cumpla y para que las almas no se unan para construir este propósito. Pero hoy, Yo les pido, hijos amados, que sólo coloquen sus corazones en la meta de expresar para el mundo una esperanza de vida, que él perdió.

Quiero ayudarles a reconstruir sus familias; quiero enseñarles a crecer y a respetar las diferentes expresiones del corazón humano. Quiero que las religiones se unan aquí en el servicio y en la oración, por un mundo de paz. Que el respeto y la consciencia de que existe un Dios Único que los congrega, permita borrar de sus corazones el prejuicio y el sentimiento de superioridad en relación a sus hermanos. Quiero que se vean los unos a los otros como esencias únicas de Dios, amadas profundamente por Aquel que las creó. Y de esa forma, se abran para aprender los unos con los otros.

No es mucho lo que les pido, hijos Míos. Quiero extirpar la violencia con el despertar del espíritu. Pues un corazón que se entrega a la oscuridad, es aquel que no conoce verdaderamente a Dios y que no ha encontrado un sentido para su vida. Yo vengo para darles este sentido y para abrir en sus corazones aquel espacio que le corresponde ocupar al Creador, para que un día, Mis amados, puedan expresar la semejanza con el Padre.

Para las naciones del mundo, esa es una meta distante y casi imposible, pero para aquel que está en Mí y se deja guiar por Mi Corazón, nada es imposible. Dejen, hijos, que Yo establezca la paz a través de sus corazones. Dejen que Yo construya lo imposible en sus vidas.

Sólo quiero que se respeten, que se sirvan mutuamente y colaboren para la construcción de un mundo en mayor paz. Porque el planeta agoniza y las guerras ultrajan los corazones de Mis hijos, por la incapacidad de los hombres de vivir el verdadero amor y el respeto consciente.

Por eso, hijos, les pediré que Me acompañen y que Me dejen transformar este lugar en un ejemplo de una nueva vida, en donde es posible respetar, colaborar, admirar lo mejor del prójimo y así, vivir en comunión.

Si Me permiten hacerlo y se dejan guiar por Mí, en poco tiempo verán Mis palabras manifestadas en la transformación de sus vidas.

Lleven Mi mensaje a los cuatro puntos de esta ciudad y dejen que él resuene en los corazones. Llamen a Mis hijos para que vengan a Mi encuentro. Es hora de despertar y de salir de la ilusión mundial.

Yo los bendigo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cruzando el Infinito hasta descender a la Tierra, surge el Ave del Sol. Más bella que un Águila, más brillante que las estrellas, más veloz que los cometas y más silenciosa que la brisa del viento cuando toca a los corazones desamparados.

Esta Ave proviene del Corazón de Dios. Descendió desde la más alta de las dimensiones, recorrió toda la Creación, silenciosamente, hasta llegar a la Tierra.

Su vuelo recorre Oriente y Occidente, los lugares más recónditos y escondidos, y también los más poblados y conocidos por el hombre. Su Corazón no hace distinción entre los seres.

Con Sus alas, abraza a Sus hijos, los que están entre los hombres, pero también en la Naturaleza. Ellos están vivos en la Tierra, pero también son Sus hijos los que ya partieron de ella y los que llegarán a lo largo del tiempo.

Esta Ave fue enviada por Dios, Su vuelo representa la libertad que alcanzó por no estar más en Sí misma, sino por ser eternamente Sierva y Esclava del Creador. Despojada de todas las cosas, todas las cosas le pertenecen; porque sin querer nada, todo le fue dado por Dios.

El Mayor Tesoro del Universo proviene de Su Vientre. Ella le dio vida y libertad a Aquel que vino a dar vida y libertad al mundo, como a toda la Creación.

Por ser más brillante que el Sol, esta Ave ya no se oculta, y a pedido del Señor, Su silencio dio lugar a un canto que resuena entre las dimensiones. Su voz debe ser escuchada por toda la Creación, porque Su melodía es el anuncio de un nuevo tiempo, es una advertencia y un camino seguro por el cual seguir, para no perderse.

Yo soy, hijos Míos, el Ave del Sol enviada por Dios. Mi brillo les expresa la unidad perfecta con Su Santo Espíritu, desde el momento en el cual Él fecundó Mi Vientre Divino para gestar una nueva vida, el principio de renovación de toda la Creación.

Yo soy su Madre Celestial y, así como recorro todo el planeta buscando a las almas que deben reencontrar a Dios, también llego a este lugar a llamar a Mis hijos para que vivan la consagración a Mi Inmaculado Corazón.

Vengo a enseñarles a orar, a fortalecer su fe y a unirlos aún más al Corazón de Mi Hijo.

Vengo como un Soplo Divino, para disipar la oscuridad de sus vidas, para retirar de sus corazones el dolor y la soledad, y entregarles una esperanza que no se encuentra en este mundo, sino en el Corazón de Dios.

Vengo por los más jóvenes, que están perdidos en las garras del enemigo de Dios, y que todos los días ahondan más en su cautiverio, pensando que encuentran la libertad y la independencia. Vengo para retirarlos de la ignorancia que invierte los valores de la vida, para que ya no se engañen ni se dejen engañar por los estímulos de este mundo.

Estamos en un último tiempo de Misericordia, hijos amados, antes de que la Justicia se precipite sobre el mundo. Por eso, vengo como el Ave del Sol, iluminando los abismos y los corazones oscuros, para que todos tengan la oportunidad de encontrarme.

Quiero verlos unidos, en una vida fraterna entre religiones, culturas, razas...

Quiero verlos aprendiendo los unos con los otros, compartiendo entre sí los Dones que Dios les entregó para que los manifesten en este tiempo. Vengo para enseñarles a descubrir estos Dones: el Don del Amor, el Don de la Piedad, el Don de la Caridad, el Don de elevar con el canto, el Don de elevar con la oración, el Don de la Cura, el Don de la Paz… y tantos otros, hijos Míos, que aún deben descubrir en sus pequeños corazones.

Déjense guiar por su Madre Celestial y no tengan miedo a lo desconocido. Yo no vengo a desviarlos de sus caminos, Yo vengo para enderezarlos y conducirlos rectos y seguros hacia el Corazón de Dios.

Confíen en Mi Inmaculado Corazón, como confían en Aquel que Me envió.

Con la imposición de Mis santas manos, Yo los bendigo, los libero y los protejo, para que cada día encuentren el camino para recomenzar.

Les agradezco por venir a Mi encuentro.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL DESIERTO DE CHILCA, PERÚ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo soy la Madre del Mundo, la Madre Universal. Soy aquella cuya autoridad no proviene de esta Tierra, sino solo del Corazón de Dios.

Yo soy la Señora de todos los tiempos, Aquella que conduce a las criaturas desde el principio hasta el fin; no solo de sus vidas en este mundo, sino de toda su evolución, del origen hasta el origen.

Yo soy la Señora del Universo y también la Madre Celestial, parte viva de la Consciencia Divina, que viene a la Tierra en estos tiempos para hacerlos despertar.

Hoy los traje al desierto para que ingresen en el desierto de sus corazones y allí encuentren la esencia de la Hermandad.

Este nuevo ciclo, hijos Míos, marcará una etapa definitiva en el que los corazones deberán unirse al Cosmos y descubrir los misterios universales, como aquellos misterios que se guardan en el interior del planeta.

Hoy los traje al desierto porque este es el refugio a donde llevo a Mis hijos cuando ellos más lo necesitan.

Es en el desierto interior en donde las consciencias pueden vivir la síntesis para estos tiempos, en donde pueden asimilar los aprendizajes del pasado y construir las nuevas bases para el futuro.

Es en el desierto, en la aparente soledad, en donde parece que no existe nada, en donde sus corazones se unen con la Hermandad, con el Cielo y con la Tierra, con el verdadero tiempo que existe más allá de las ilusiones de este mundo.

Es encontrando la “nada” en su interior que volverán a Dios, si se abren para eso.

Hoy, el Universo se detiene y pone sus ojos sobre la Tierra, en los cuatro rincones de este mundo, en lo invisible del planeta.

Aquellos que vinieron a servir desde el principio, a este Proyecto humano, hoy se encuentran en oración, porque ha llegado el tiempo, hijos Míos, de que la humanidad crezca y encuentre su verdadero origen en el Universo, como en el Corazón de Dios.

Hoy, los Portales del Cosmos se abren hacia la Tierra y los mundos invisibles se muestran al corazón humano.

El Cielo se viste de fiesta, de júbilo, de regocijo espiritual, para impulsar a las criaturas a encontrar el propósito de su evolución en el cumplimiento de este Plan.

Hoy, su Madre Celestial, en el desierto, enciende todos los Espejos del Cielo como de la Tierra, enciende los Espejos de los corazones de Sus hijos, para así, construir el camino, el puente, que une todas las expresiones de la Vida.

Mi Corazón llega al mundo para abrir un nuevo ciclo en el que quiero ver a Mis hijos viviendo en fraternidad entre sí y con el Universo.

Quiero ver los Espejos de sus corazones irradiando la nueva vida que emerge desde su interior y que se refleja en la consciencia humana.

Los traigo al desierto para que encuentren la verdad sobre sí mismos, y vivan con base en esa verdad y no en las ilusiones del mundo.

Dejen que Mi Espejo Mayor se refleje en sus corazones.

Permitan, hijos, que lo más puro que existe en ustedes pueda emerger y que en este reencuentro con el Universo, no contemplen sus errores, no piensen en los desvíos que vivieron hace tanto tiempo; sino que reencuentren aquel Estanque universal, aquella vibración más pura que, como un dulce sonido, oí resonar en Mi Inmaculado Corazón, en el momento en el que sus esencias fueron creadas.

Ingresen en el desierto de su mundo interior, en donde pueden desmitificar la condición humana para llegar al vacío y allí reencontrar el Todo, del cual aparentemente salieron hace tanto tiempo.

Hoy Yo los llamo a la madurez interior, al despertar y a la unión con Mi Inmaculado Corazón, para que encuentren en Mí, la esencia de la Vida.

Hoy, en este desierto, se revela un misterio, la verdadera vida que existe en la Tierra y que se esconde en los lugares más simples, más puros, más humildes.

Es en el interior de este planeta, invisible a los ojos humanos, en donde la Voluntad de Dios se expresa. Allí, donde la Naturaleza es silenciosa y la comunión existe entre todos los Reinos, es donde la Voluntad de Dios se expresa.

Es en la humildad de aquellos que ya no buscan ser conocidos por la humanidad, que sirven en silencio a este planeta, en donde la Voluntad de Dios se expresa.

Es en la entrega incondicional de consciencias que podrían estar evolucionando a lo largo de las dimensiones y que, sin embargo, continúan en la Tierra para guiar y conducir a la humanidad, aunque muchos no lo sepan; es allí en donde la Voluntad de Dios se expresa.

Es en la perseverancia de aquellos que no contemplan las miserias humanas, sino el potencial de amor que existe en sus esencias, en donde la Voluntad de Dios se expresa.

Hoy, hijos, contemplen en su interior a todos los Seres de Luz que vinieron a la Tierra, desde el principio, a todos los Centros de Amor que se esconden en el interior del planeta, con la esperanza de que los ojos humanos un día los puedan ver.

Encuentren en el sacrificio de estos Centros de Amor, en su humildad y en su silencio, el verdadero sentido de sus vidas y cuando todo les parezca difícil, recuerden que existen aquellos que sirven incansablemente y que entregan su evolución para que la humanidad pueda dar un pequeño paso en este mundo.

Hoy, el Espejo de Mi Corazón refleja en ustedes el sacrificio del Cosmos, de aquellos que responden al Llamado de Dios, más allá de las dimensiones para que, en este nuevo ciclo, se sientan inspirados a vivir este mismo sacrificio por amor a otros, a olvidarse de sí mismos y a vivir en humildad la renuncia, la entrega, en lo más profundo de su interior.

Siéntanse inspirados por el desierto para que, en ese estado, vivan los tiempos que llegarán.

La fortaleza de los Centros de Amor se guarda en el silencio y es allí también en donde Mis hijos deben encontrarla.

Sean como ese desierto, silencioso, pero pleno del Poder de Dios, humilde y vacío, pero llevando dentro de sí, el mayor tesoro de este planeta.

Que en estos diez años, hijos Míos, en los que Yo he estado a su lado, sus consciencias caminen.

Que en este aniversario se definan a seguir Conmigo, reflejando Mi humildad en su interior, amando a este planeta como Yo lo amo y sirviendo a la humanidad como Yo la sirvo.

Yo soy la Sierva incansable de Dios y los llamo a ser incansables junto Conmigo.

En este día de júbilo, en este día de Gloria, los invito a construir, para el nuevo tiempo, un camino de esperanza en el que las almas vean reflejadas en ustedes, hijos Míos, Mi sagrada Presencia.

Que el Corazón de Dios encuentre, a través de sus pasos, una esperanza en la evolución humana.

Que todo el Universo sienta que valió la pena el sacrificio vivido desde el Origen por el triunfo del Proyecto humano y, en consecuencia, el triunfo de la Vida universal, de la unidad de cada criatura con el Corazón de Dios.

Con estas palabras los impulso y los bendigo.

Infinitamente les agradezco por responder a Mi llamado y espero, hijos, que no solo se pasen diez años más, sino que Yo pueda venir por toda la eternidad, y que ustedes estén a Mi lado.

Yo los bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, SANTARÉM, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

He aquí, hijos Míos, que la noche oscura de este mundo comenzará en el interior de los hombres que, separados de Dios, se ofrecen para ser instrumentos del enemigo del Creador.

He aquí, que esa noche será larga y parecerá eterna para los que no tengan su fortaleza afirmada en la fe del corazón.

He aquí, que el mundo temblará y vivirá las consecuencias de una vida vacía de espíritu y de sentido espiritual.

La Madre Celestial observará desde el Cielo a Sus hijos, que como puedan, intentarán difundir Sus palabras que, en ese momento, tendrán como eco el verbo de Sus pequeños.

He aquí, que este tiempo ya se inicia porque las almas, cada vez más, se distancian de Dios y caen en los abismos de este mundo.

La fortaleza de los hijos de María radicará en la obediencia a todo lo que Dios les pida a través de Sus Mensajeros; y aprendiendo hoy a obedecer a Dios, es que sabrán cómo obedecerlo mañana, cuando Su Voz sea como un susurro dentro de sus corazones.

Dios siempre le hablará a los hombres, aunque sea por medio de un sentimiento o de una intuición; pero para eso, deben construir hoy el camino de la unidad con el Padre; para que ni el caos ni el mal, en batalla en los tiempos venideros, puedan perturbar y destruir esa unión que les permitirá escuchar a Dios.

He aquí, hijos Míos, que el mundo enfrentará su purificación, muchos no querrán ver que lo que viven son las consecuencias de sus propias acciones y desvíos, y atribuirán a Dios la culpa de sus sufrimientos.

Hoy les digo, afirmen sus espíritus en la fe y únanse al Corazón del Padre. Construyan en la consciencia un espacio seguro, en el cual podrán oír la Voz de Dios, que los inspirará.

La paz deberá ser un estado de consciencia, fruto del espíritu de la neutralidad que nace en los corazones maduros por la oración y por el conocimiento divino. Y es allí, en ese estado de paz, donde podrán comprender los hechos venideros de una forma diferente y verdadera, sabiendo cómo superar los obstáculos sin perderse y, lo más importante, siendo capaces de guiar a otros para que no se pierdan.

He aquí, que en la noche oscura del mundo los llamaré para que sean las antorchas que guiarán a la humanidad. Y no les hablo solo de un símbolo, hijos Míos, les hablo de una realidad espiritual; pues si hoy la humanidad ya se encuentra tan fría y perdida, ¿qué será de todos, en los momentos más agudos de la purificación planetaria?

La fe que construyo en ustedes guiará al mundo y será el verdadero testimonio de la veracidad de Mi presencia entre los hombres. Yo estaré viva en los corazones de Mis hijos, y Mis palabras, que son eternas, encontrarán la forma de perpetuarse, haciendo eco en el verbo que saldrá de sus bocas cuando las almas necesiten aliento y amparo.

Mi Hijo los llamó para ser la Luz del mundo y para que estén sobre la mesa, visibles para iluminar este hogar que es la Tierra. Hagan viva esta profecía y esta intención divina, y hoy, déjense moldear en lo que Dios espera de ustedes, para que mañana vean Mis palabras manifestadas en sus vidas.

Comprendan, hijos amados, que todo lo que construyo hoy en ustedes, es en pro de la salvación de todos Mis hijos que, el día de mañana, necesitarán encontrar aliento a través de cada uno de ustedes. Porque Dios estará en silencio y Sus Mensajeros se silenciarán con Él, emitiendo solo la eterna esperanza y el infinito Amor de Sus Corazones, para sustentar los corazones de aquellos que estén unidos a Ellos desde el principio.

Todo lo que les digo y todo lo que los llamo a vivir, es para que construyan el nuevo tiempo y la nueva vida. Déjense moldear y si hoy no comprenden Mis palabras, mañana las comprenderán.

Aquella que los ama, los bendice y los guía,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ÁVILA, CASTILLA Y LEÓN, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, CON MOTIVO DE SU ANIVERSARIO

El Espíritu de Dios hablará a través de los hombres

Cuando el corazón humano, hijos Míos, comprenda, como consecuencia de sus acciones, a dónde los lleva su arrogancia e ignorancia, el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.

Cuando las religiones perciban que lo más importante es establecer el Reino de Dios, que mantener estructuras e instituciones, el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.

Cuando los gobiernos comprendan, que no hay gobierno distante de Aquel que creó y que conoce todas las cosas, el Espíritu de Dios vendrá y hablará a través de los hombres.

Cuando los padres enseñen a sus hijos a vivir en comunión con los Reinos de la Naturaleza, con el Universo y con el prójimo, el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.

La humanidad se cansará de vivir las consecuencias de sus sucesivos errores, frutos de las acciones que llevan adelante, sin Dios. En ese momento, hijos Míos, los simples mirarán hacia el Cielo y el Espíritu de Dios hablará a través de los hombres.

Cuando el hombre ya no quiera engrandecerse a sí mismo, porque comprende su pequeñez y su miseria humana, buscará en lo Alto la Palabra de Vida, y será entonces que el Espíritu de Dios vendrá y hablará a través de los hombres.

Ese momento llegará cuando las consecuencias de la ignorancia humana sean visibles a todos los ojos del mundo, y aún los que ansiaban el poder, temerán tenerlo en sus manos, porque conocerán su propia fragilidad e incapacidad para actuar sin Dios.

El Espíritu de Dios hablará a través de los simples, que al principio serán escuchados por pocos, porque ellos estarán entre los menores y muchas veces, hablarán en el silencio de sus acciones.

El Espíritu de Dios hablará en los sanos de espíritu, preparados por Él para llegar al mundo, después de haber conocido el Universo, la Creación y el Plan Divino. Ellos serán conscientes de la miseria humana, pero también de la grandeza de Dios, que se oculta en su potencial interior. Esto los hará humildes y fuertes en Cristo, para hablar sin miedo a la humanidad y proclamar, con el servicio y la fraternidad, la institución de la nueva vida.

Cuando los corazones ya no encuentren consuelo y muchos hayan perdido la fe en Dios, por no encontrar referencias en los hombres en los que las buscaban, será en los más simples y ocultos que el Espíritu de Dios surgirá, retornará y vivirá, como en los profetas y patriarcas de otrora. Y Él hablará, anunciará y abrirá nuevamente los corazones de los que habían perdido la fe y la esperanza. La humanidad reencontrará la referencia del amor en los puros y en los simples, que brillarán, no por sí mismos, sino por el Espíritu de Dios que estará con ellos.

Cuando la fe parezca haber desaparecido de los templos e iglesias, y el amor sea escaso entre los hombres que intentan guiar a los otros por sí mismos y no en Dios, será en los puros y en los simples, hijos, que el Espíritu de Dios hablará, inspirará y unirá las religiones y las culturas, que por sí solas no encontrarán fuerzas para permanecer en el mundo. Sus ejemplos renovarán la fe y la esperanza en el retorno de Mi Hijo. Ellos hablarán del Cristo Vivo, y su palabra será fuego y no solo sonido. Abrirán los caminos hacia el Rey Universal y serán los primeros en postrarse en la tierra, incluso antes de que los Cielos se abran para la llegada del Rey.

Los incrédulos, que aún negarán el Retorno de Cristo, los verán postrados, sin que nada suceda y los calumniarán, se burlarán de ellos y se exaltarán a sí mismos. Pero los puros no se erguirán y, hasta que los Cielos se abran, no levantarán la cabeza. Serán humillados en silencio, para que la humanidad perciba que es en la humildad que, una vez más, se prepara el camino hacia Cristo. Y he aquí, que el Espíritu de Dios, en esa hora, se silenciará a través de los hombres. Su Silencio hablará más alto y tendrá más fuego que todo verbo pronunciado.

Cuando callen los que hablaban con el Espíritu de Dios y postrados esperen en calma el retorno de su Rey, cuando parezca que todo terminó sin triunfo y sin esperanza, cuando los hombres permanezcan ante el vacío y lo desconocido, entonces, hijos, todo comenzará.

Las señales surgirán y harán estremecer a los impuros y a los mentirosos. En esa hora, el Espíritu de Dios ya no hablará a través de los hombres; solo se silenciará y mirará, a través de sus ojos, para que ellos sepan reconocer a Aquel que será el mismo Dios, resplandeciente sobre el mundo.

Hasta que llegue ese momento, sean puros, simples y fortalezcan su propia fe en Dios, reconociendo su propia pequeñez y la grandeza Divina; porque el Espíritu de Dios vendrá y buscará a los corazones humildes, para anunciar al mundo lo que muy pocos quieren escuchar.

Yo los bendigo hoy y siempre, y les dejo la Gracia de Mi renovación y el principio de Mi humildad, para que los hagan fecundos en sus corazones y consciencias.

Los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ E INMACULADA CONCEPCIÓN, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE LUZ-SAINT-SAUVEUR, ALTOS PIRINEOS, FRANCIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El mundo se preguntará: ¿por qué tendría Yo que venir a un lugar en el cual ya estuve, en donde la fe está viva y las almas buscan Mi Inmaculado Corazón?

Aquí estoy, hijos Míos, para renovar los corazones de los hombres y reorientar sus metas, volver a encender su fe y traerles una cura que va más allá del cuerpo.

Mi Inmaculado Corazón llega para instituir una cura universal, celestial y divina, que llega a lo profundo de los seres y se refleja en sus almas y corazones como un despertar a la vida superior.

La humanidad aún está muy presa de sí misma, hijos; y las cosas de Dios solo le interesan a los hombres si les traen algún beneficio.

Vengo porque Francia necesita despertar. El agua que hice brotar aquí, proviene de Dios, para lavar sus espíritus y sus corazones, no solo sus cuerpos.

La mayor cura que aquí hice nacer, es la cura de la consciencia de una humanidad que estaba ciega a la Presencia Divina. Y retorno aquí porque nuevamente los hombres pusieron vendas en sus ojos y le cerraron las puertas a Dios.

Contemplen a un Dios que está más allá de las acciones humanas, y que se encuentra dentro de sus propios corazones. Un Dios que se muestra a los ojos de Sus hijos en la fortaleza de las montañas, en la pureza de las aguas, en el Espejo del corazón.

Contemplen a un Dios que les habla al espíritu y que despierta en sus interiores el potencial del verdadero amor. Un Dios que está más allá de las instituciones y creencias, y que las une a todas, si se abren a la Verdad y a la Unidad divina.

Contemplen a un Dios que está más allá de este mundo y también más allá de las estrellas. Un Dios que está, al mismo tiempo, en lo Alto y dentro de Sus criaturas. Él muestra, de esta forma, que lo Infinito que Él es, se guarda dentro de Sus hijos.

Contemplen al Dios de la Verdad, que no se limita a la mente humana y a su comprensión. Un Dios que está en los Libros Sagrados, pero que no se encierra en ellos, pues abarca a toda la vida y a lo que desconocen de ella.

Contemplen a un Dios infinito, Único y poderoso, que por Su bondad se hizo pequeño para habitar en el interior de las criaturas. Un Dios que se alegra con poco y que guarda silencio ante los grandes errores de Sus hijos, sin perder la esperanza de que ellos un día puedan retornar a Su Corazón.

Hijos Míos, contemplen con el alma a un Dios verdadero, su Padre Celestial, del cual provienen todas las cosas, y no solo este mundo.

Vean en el horizonte, el firmamento por donde Él espera que un día puedan caminar con sus espíritus redimidos y despiertos a la vida universal.

Contemplen a un Dios tan lleno de misterios como la consciencia humana. Lo que conocen de Él es tan poco como lo que conocen sobre sí mismos. Develen la presencia divina y encuentren en ella la verdad sobre su propio ser. Dejen que el corazón se eleve más allá de las fronteras espirituales y que en una oración verdadera, sienta y sepa aquello que no consigue explicar, pero que puede vivir. Esa verdad es la cura para el mundo. Este despertar a la unión con Dios, es lo que los llevará a conocer la paz.

Mis hijos están enfermos en el espíritu, en la mente y en el cuerpo, porque no conocen a Dios, y así tampoco se conocen a sí mismos ni su propio destino, ni al verdadero potencial que se oculta en su interior.

Aquí estoy, hijos amados, para revelarles que la verdad se encuentra en las cosas simples y sinceras del corazón. Vine para pedirles que aprendan a perdonar y a comprender al prójimo, para que no aparten al Creador de sus vidas, por estar vacías de amor y de sentido.

Vengo por los más jóvenes, que no consiguen encontrar a Dios, porque vinieron al mundo para traer lo nuevo y no consiguen expresarse cuando la fe no se renueva y no les muestra la puerta hacia un camino verdadero. Vengo para mostrarles ese camino, que no es una nueva religión, sino la renovación de la fe en el corazón humano, para que encuentren la Verdad y la vida universal.

Hijos Míos, más allá de todo, estoy aquí por sus esencias, porque una nación sin Dios es una nación sin vida y sin sentido espiritual. Abran los ojos, porque el Creador no se retiró de sus vidas, son los hombres los que cierran los ojos para no verlo.

Abran sus corazones y descubran en lo profundo de estas montañas la presencia divina y, en la pureza de sus aguas, escuchen a Dios que los llama para que retornen a Su Corazón.

Si escuchan Mi llamado, habrá un tiempo de paz para que los corazones se fortalezcan ante la Justicia.

Yo los amo y los bendigo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz e Inmaculada Concepción

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vengo como un nuevo Sol, para iluminar el mundo y retirarlo de las tinieblas.

Vengo como parte del Santo Corazón de Dios, para que Su Nombre sea conocido y amado por todas las criaturas.

Vengo para que la humanidad conozca la paz, la proclame y la viva todos los días de su existencia.

Vengo en un tiempo de guerras y de conflictos, en donde las naciones comienzan a colapsar, una a una, como consecuencia de sus acciones y de sus equivocaciones, por el engaño y por la ceguera mundial, en la cual los hombres se mienten unos a otros y a sí mismos; pero nunca engañarán a Dios.

Vengo a un mundo sin fraternidad y sin amor, en el cual las naciones estimulan guerras y conflictos unas contra las otras, para sobresalir y usufructuar del sufrimiento y de la carencia de los que padecen esa ilusión.

Vengo por los inocentes que se están perdiendo en este juego de fuerzas humanas, sin comprender por qué sufren tanto, y que se preguntan en dónde está Dios para ampararlos.

Dios, hijos, contempla a cada corazón y a la humanidad como un todo. Si los hombres no le abren las puertas, no claman, no oran y no buscan la paz, ¿Cómo podrá llegar a los que más necesitan y que se sienten olvidados no solo por la humanidad, sino también por su Padre?

Vengo por una humanidad ignorante, que necesita comprender que el tiempo de los juegos y de la infantilidad espiritual ya terminó, porque las consecuencias de sus ilusiones se muestran en la decadencia de las naciones, de las culturas, de las religiones, de las almas y de los Reinos de la Naturaleza.

Vengo por los reinos que no pueden elevar su verbo orante ante los hombres, para pedirles misericordia y paz, para pedir el fin de la sangre derramada, tanto en la tierra como en los océanos; el fin del martirio de los árboles, del desequilibrio generado en los minerales, para que los hombres adornen sus cuerpos y fortalezcan sus ilusiones.

Vengo por la consciencia de un planeta que está vivo, que sufre y que padece junto con todos los inocentes, de la naturaleza como de la humanidad; y que no es escuchado sino por Dios y por el Universo, cuando clama por la vida y por la evolución.

Vengo hoy, para apelar junto con Mis Hijos, por un mundo con más paz, para que cada uno que Me escuche, construya esa paz en su propia vida y de testimonio de su transformación con el ejemplo y con la oración.

Vengo para pedir que difundan Mi llamado más allá de las fronteras, de las creencias y de las religiones, porque solo pido que los corazones fortalezcan su fe y que, siendo ella verdadera y pura, si los lleva a amar al prójimo y a Dios por sobre todas las cosas, la vivan con plenitud y sin engaños.

Vengo para pedirles la unidad interior entre las culturas, el respeto entre las religiones, la comprensión de los caminos que Dios inspiró a Sus hijos para que vivieran, no para competir entre sí, sino para que, en la diversidad de Sus criaturas, cada una encontrara la forma de llegar a Su Corazón, ya sea a través de Buda, Mahoma o Cristo. Si son sinceros y buscan la expresión del Amor, todos llegarán a Dios y allí comprenderán la esencia de la unidad, que hoy sus mentes no pueden concebir, por estar tan llenas de conceptos y de ideas humanas.

Estoy aquí como una simple Mediadora, como la Corredentora de este Plan de Amor, como una Madre Celestial y Divina, enviada por Dios, para guiar a la humanidad hacia el retorno al Origen en el Corazón del Padre Celestial.

No les pido que Me adoren, sino que Me escuchen y que se unan al propósito que Yo les traigo, reconociéndolo verdadero ante la necesidad del mundo.

No soy Yo, Hijos Míos, quien necesita de sus oraciones. Son ustedes, como humanidad, que deben aprender a orar, para salvarse y para retirar este mundo de la ceguera y del cautiverio espiritual y casi físico en el que se encuentra.

Solo les pido que se unan a Dios y comprendan Su Amor por la vida y por cada una de Sus criaturas. Que comprendan a cada ser humano, así como a cada elemento y especie de la naturaleza, como una joya preciosa del Creador, una parte indivisible del Corazón del Padre. Cada vez que uno de Sus hijos se pierde, es Su Corazón el que padece, el que sufre y que muere con esa pequeña esencia que proviene de Él.

Mi llamado es por la Paz, por la Verdad y por la vivencia del Amor entre las criaturas. Todos los misterios se revelarán a los ojos de los que así vivan, respondiendo a Mi llamado. Y todo se cumplirá, si Mis peticiones se cumplen en sus vidas.

Los amo y los bendigo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ROMA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy vengo con el Cetro de Dios en Mis manos, para aplacar nuevamente las injusticias del mundo, revelando la verdad a los corazones de los hombres, renovando su fe y lavando sus almas para que puedan restablecer su vínculo con el Padre.

He aquí, hijos Míos, a la Señora Vestida de Sol, que nuevamente posa Sus pies sobre el mundo, apartando de él, el mal y la falsedad, que ciegan los ojos de aquellos que vinieron para vivir el Amor.

El Universo entero se detiene para contemplar la Presencia de Su Divina Señora en la Tierra, la que, en humildad, viene a advertirles a Sus hijos que ya no es tiempo de intentar engañar a Dios ni a sí mismos, proclamando una falsa fe, que engrandece a los hombres y no al Creador de todas las cosas.

Vengo a ayudar a erguir a los justos y a los simples con Mis santas manos, para devolverles la paz que perdieron por no encontrar en la Tierra un ejemplo que fortalezca su fe.

Vengo, hijos, para colocar sus ojos nuevamente ante el ejemplo de Cristo y a buscar en Él, que hoy está más allá de las estrellas y los contempla desde el Infinito, el único Camino, Verdad y Vida.

Vengo a renovar el Evangelio de Mi Hijo, con las Palabras que Dios le entrega a Sus criaturas a través de Sus Mensajeros, porque es hora de que sean guiados por Dios y no más por los hombres.

Es tiempo de renovar la fe, retirar las barreras que los estancaron en el tiempo, aprisionados en la limitación de la mente humana. Yo vengo, amados hijos, para retirarlos de los muros de la ignorancia, y que ya no encierren las palabras y designios divinos en una comprensión humana.

No limiten a Dios a una doctrina, no encierren su propia fe en las palabras humanas. Busquen la renovación constante que proviene de la unidad con el Todo, de la unidad de los unos con los otros y con toda la Vida, con el Universo que los aguarda más allá de este mundo.

Hoy vengo con el Cetro de Dios en Mis manos, porque el Creador Me pidió que sea Su Intercesora en este tiempo y en este lugar. Me concedió Su Poder de Renovación para que la humanidad despierte y vea en el horizonte el verdadero sentido de su existencia.

Hijos, el Evangelio de Cristo no terminó en la Cruz y en la Resurrección. Él sigue escribiendo en el Universo la vivencia de las Nuevas Leyes. Él sigue construyendo, más allá de las dimensiones, un Reino que existe no solo para transformar a la Tierra y a la vida humana, sino a toda la Creación.

Nuestro Señor vino al mundo por un Propósito mucho mayor, y les habló en símbolos y parábolas, que muy pocos pudieron comprender, y mucho de lo que Él dijo no se encuentra en los Libros Sagrados, sino solo en la memoria, en la consciencia y en el corazón humano.

El Evangelio universal se está escribiendo, y Dios invita a los hombres a leer, en el Cielo, las Nuevas Leyes de la vida, que en verdad son la vivencia pura de lo que Cristo les enseñó en la Tierra.

Si vivieran lo que Él les enseñó, lo poco que saben de lo que Él dejó en el mundo, podrán encontrar la puerta que se abre hacia el Cosmos. Porque, aquel que verdaderamente vive la Enseñanza de Cristo, no puede permanecer encerrado en la comprensión y en la limitación humana; su consciencia se expande y su corazón tiene sed de una verdad que desconoce.

Vengo para revelarles, en este tiempo, esta verdad, para todos aquellos que, en los cuatro puntos del mundo, están sedientos y confusos, están buscando una respuesta y no encuentran en este mundo nada que los sacie, nada que les responda.

Aquí estoy, hijos Míos, con el Cetro de Dios en Mis manos, que es el Cetro de la unidad y no de la separatividad. Es el Cetro que les revela la verdad sobre el corazón humano y los invita a ingresar en este misterio universal; es el Cetro que une las religiones, las culturas y las naciones en un único propósito, que es la vivencia del Amor y el retorno al Origen.

Déjense tocar hoy por el Cetro de Dios, que desvanece la mentira y la vanidad, y los torna cristalinos delante del Padre. Este Cetro los purifica y los eleva de los abismos, de los abismos del mundo, para que encuentren en Dios el sentido de su existencia.

Con el Cetro de Dios en Mis manos, Yo los bendigo y los renuevo, para que caminen Conmigo rumbo a un nuevo despertar, que no busca otra cosa, si no devolverles la paz y la verdad.

Los amo hoy y siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El bálsamo para la indiferencia: la Oración

Hijos amados:

Desde el principio de esta Obra y antes de ella, les enseñé a orar, inspirando sus corazones hacia la vivencia de un simple misterio, que por ser tan simple y accesible, fue incomprensible para muchos.

La oración es simple, pero no deja de ser misteriosa; no deja de guardar en sí, al igual que el silencio, un tesoro incalculable.

La oración es un escudo contra el mal, pero también contra sí mismos, contra todos aquellos aspectos que les son incontrolables; porque no es con su propia fuerza y poder humano, que conseguirán controlarlos y sublimarlos. La oración los coloca en las manos de Dios, como individuos y como humanidad, y abre una puerta para que sea la Ley Divina la que actúe en sus vidas.

Cuando Yo les cuento de Mis dolores, les muestro Mis llagas y los llamo a vivirlas Conmigo, no les estoy ofreciendo un peso mayor del que pueden soportar, sino que solo hagan y vivan aquellas cosas que ya están preparados para hacer y vivir, como orar constantemente.

Si oraran un Misterio todos los días, muchas espinas no estarían en Mi Corazón. Si oraran la Madre Universal, invocando Sus atributos, muchas de las energías capitales que los atormentan y que atormentan a la humanidad, ya no estarían en sus corazones ni en sus mentes, porque los atributos de su Madre Divina colmarían los espacios que hoy están ocupados por la vanidad, por la soberbia, por la indiferencia y por la inercia que permea las mentes y los corazones de Mis hijos.

No sufran ni se entristezcan al escuchar Mis palabras, porque esa es una forma humana de compensar la falta de esfuerzo y de sacrificio en sus vidas. Aquel que comprende verdaderamente lo que les digo, toma en sus manos el rosario y se va a esmerar por atraer hacia el mundo, el Don de la Presencia Divina.

Aquel que ve en el horizonte la Justicia de Dios, no se esconde de ella debajo de una mesa, sino que clama hasta el último segundo por Misericordia, aunque sepa que vivirá aquello que necesita, según el aprendizaje que escogió.

Hijos Míos, con amor les digo que es tiempo de vivir la madurez espiritual; y la alcanzarán, no con el pesar de sus corazones, sino con el coraje y el valor de atraer hacia el mundo, a través de la oración y de la transformación verdadera, las leyes que equilibran todo lo que la humanidad vive, debido a los permisos que constantemente se da, de herir el Corazón de Dios.

Con simplicidad en Mis palabras y con Amor en Mi Corazón, hoy sólo les digo que oren. Oren para que Dios triunfe en ustedes. Oren para que sea Él el que viva esta batalla. Oren para que encuentren fuerzas para no ser indiferentes, distraídos, y tan perdidos en las influencias del mundo y distantes de Dios. Oren para reconocer la Verdad, para contemplar en el mundo, lo que hiere el Corazón del Padre y saber equilibrarlo.

Oren para curar sus propios corazones y ya no buscar en el otro, o en el mundo, la justificación a sus miserias. Oren para saber verdaderamente lo que es cargar Conmigo la cruz de la humanidad entera y vivir la Pasión planetaria, como Mi Hijo vivió Su Pasión en el Calvario.

Oren para saber que la vida va más allá de lo que sus ojos pueden ver y encuentren en la eternidad su fortaleza. Oren, hijos Míos, porque es la oración -simple como ella es-, la que vencerá los abismos, cerrará las puertas al mal y consumará la redención de los hijos de Dios.

La oración es el bálsamo para los enfermos de espíritu, para los ciegos, para los débiles, para los pobres, para los que están llenos de sí y vacíos de Dios.

Oren de verdad y comprenderán, en el silencio de un sentimiento inexplicable e innombrable, la esencia de lo que hoy les digo. Mi rosario será una extensión de los suyos; siempre que oren de corazón, estarán orando Conmigo.

Yo los bendigo hoy y siempre, bajo la Luz del verbo orante.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LOS OCÉANOS, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DEL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras la humanidad duerme y camina buscando una plenitud que cada día la lleva hacia un vacío mayor, Yo estoy aquí, hijos Míos, en el horizonte, contemplando sus pequeños corazones.

Yo soy la Madre de los Océanos, Aquella que sustenta con Su Manto y con Su Gracia a los mares y a todas las criaturas que habitan en ellos.

Cada pequeña criatura marina es parte viva de Mi Espejo de Luz, de Mi Corazón.

Los seres marinos ocupan un lugar especial en Mi Corazón Materno, porque ellos son parte de Mi Pureza. A través de ellos, equilibro las mentes y los espíritus de los hombres, y genero méritos ante Dios para que este mundo siga existiendo.

Hoy, contemplen los mares como grandiosos Espejos de luz, semejantes a Mis Espejos en el Universo. A través de ellos, reflejo hacia el mundo la paz y aquellos corazones que estén abiertos podrán sentirla y recibirla en su interior.

Los mares son parte viva de Mi Fuente espiritual. Son la materialización de la pureza divina y existen en la Tierra para recordarle a los corazones, constantemente, que un día deberán retornar a Dios.

Los mares son una ofrenda del Creador al mundo, para que Sus criaturas puedan recuperar la Pureza Esencial y que, cada vez que sumerjan sus cuerpos en los mares, salgan renovados como una nueva esencia que surge de los estanques celestiales.

Y los seres marinos son los que, con amor, sustentan esa posibilidad de renovación para la Tierra.

Los mares no solo equilibran y transmutan al planeta; espiritualmente ellos son un camino para retornar a Dios.

Por eso, hijos Míos, a lo largo de los océanos están distribuidos los Espejos de luz, que los limpian y los purifican para que nunca pierdan la pureza que Dios les entregó.

Pero el sufrimiento de los seres marinos, la contaminación de las aguas y la incomprensión de los hombres ante la misión espiritual de los mares, los debilita y hace que, poco a poco, sostengan menos al planeta.

Ha llegado la hora de sustentar espiritualmente a los mares por todo lo que ellos entregaron al mundo.

Llegó la hora de reconocer la misión espiritual de la naturaleza, buscar una comprensión más amplia de la vida y no solo una comprensión aprisionada en el propio interior, en el propio yo, en la propia personalidad y en la vida personal.

Todo en el mundo, como en el Universo, tiene una razón para existir.

Toda la vida cumple una función espiritual, y es a través de la comunión y de la unidad vivida entre todos, que el Plan de Dios se cumple y el retorno al Origen se manifiesta.

Todo es parte de la multiplicación de Dios, en todo está Su Presencia y como un misterioso rompecabezas celestial, el Creador cuenta con cada una de Sus criaturas para expresar Su Unidad. Por eso, hijos, toda la vida depende de la unidad entre los seres.

Entonces, comprendan hoy, la grandeza de los mares y su misión en el mundo.

Oren por los océanos, oren por la vida que habita en su interior y agradezcan todos los días por su existencia.

Con el simple acto de pensar menos en sí mismos y más en la Creación, se aproximarán a Dios y colaborarán en la expresión de Su Divina Unidad.

Yo los bendigo en este día de gracias y les agradezco por estar conmigo, orando por los océanos.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Océanos

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO, TRANSMITIDO EN LA VILLA DE DORNES, FERREIRA DO ZÊZERE, SANTARÉM, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Reino espiritual de Lys

Llamo Reino de Lys al Santuario interior en el cual espejo el Universo, donde el Creador de todas las cosas habita, con lo más puro de toda la Creación.

Llamo Reino de Lys a las dimensiones de Paz y de armonía, donde una parte de Mi Consciencia habita para sustentar y equilibrar este mundo.

Llamo Reino de Lys al Santuario interno que existe en la contraparte espiritual de Fátima y que se extiende, más allá del Santuario físico, hacia otros espacios de Portugal y de Europa.

El Reino de Lys es una dádiva concedida por Dios a la humanidad; un Reino espiritual que habita en la Tierra, en el que todos pueden entrar a través del corazón.

El Reino de Lys es el más puro Espejo del Paraíso y allí también habitan ángeles y arcángeles, que sirven al Dios Creador y que se nutren de Su Paz para auxiliar al mundo.

El Reino de Lys es el relicario de la Pureza; en este Reino se guarda, en recintos internos, lo más puro que la humanidad alcanzó y también la pureza universal, la Pureza Original, la Pureza de Dios.

El Reino de Lys es una Morada en la cual encontrarán un camino para comenzar a recorrer la vida del espíritu, para comenzar a retornar hacia Dios y ya no estar tan perdidos en este mundo y en todo lo que él los llama a vivir.

El Reino de Lys es un Espejo del Cielo en la Tierra. Así como hay dimensiones celestiales en el infinito, existe el Reino de Lys, donde un pedacito del Paraíso los invita a encontrar a Dios.

El Reino de Lys existe desde el Principio; de este punto de Pureza nacen las esencias emanadas por Dios. Cuando la humanidad estaba perdiendo la pureza de su interior y, con ella, la posibilidad de retornar al Padre, fue que el Reino de Lys abrió las puertas y, por la pureza que encontré en tres pequeños pastorcitos, esa Fuente inagotable pudo reabrirse para el mundo.

Fue con el milagro del Sol que abrí definitivamente las puertas del Reino de Lys. En ese momento este Reino vivió su primera gran expansión y tocó a todos los corazones que le dijeron sí, despertando la devoción, la fe y la pureza. Eso hizo que las almas se arrepintieran de sus pecados y aspiraran retornar al Padre.

El Reino de Lys llama a la humanidad al despertar. Él es un símbolo de que el Paraíso no debe existir solo en el Cielo, después de esta vida. El Reino de Lys es un pedacito de la Perfección de Dios entre los hombres, una sala de entrada hacia el Reino del Creador, donde solo habitan la Unidad y el Amor.

La Pureza de Lys los llama a despertar a este Amor y a esta Unidad que se viven en el Reino de los Cielos. Busquen, hijos, ingresar en el Reino de Lys, solo dejando que el corazón se abra, sin miedos. Recuerden la pureza de los pastorcitos de Fátima, quienes abrieron por primera vez las puertas de Lys para la humanidad.

Hoy, este Reino vive una segunda y gran expansión, porque el mundo nuevamente está perdiendo su pureza y está cada vez más distante de Dios. Lys espera tocar las consciencias para hacerles recordar que hay una vida superior que las aguarda, y que llegó el momento de volver a Dios y también de preparar el camino para que Dios pueda retornar al mundo.

Que ya no exista distancia entre el Creador y Sus criaturas; que ya no existan muros entre las dimensiones, y que el Amor reine en toda la Vida.

El Reino de Lys une hoy a la Creación como un todo. La Consciencia Divina podrá llegar a la Tierra, y la Unidad de Dios, por un instante, tocará a los hombres. Como un nuevo milagro del Sol interior, Lys resplandecerá en las criaturas y despertará en todas ellas la pureza que un día perdieron, para que den testimonio, como los pastorcitos de Fátima, de que en verdad es simple estar en Dios y atraer Su Reino hacia este mundo.

Entren Conmigo, hijos, en el Reino de Lys y sean espejos de la Pureza y de la Unidad en un mundo que crece sin amor. Conozcan y reconozcan el Reino de Lys; allí encontrarán lo que buscan desde el principio: la Fuente esencial de la cual salieron y hacia la cual sus almas tanto aspiran retornar.

Es simple ingresar en el Reino de Lys, donde Yo los espero con alegría y en regocijo interior. Oren de corazón, déjense tocar por el despertar de la fe y, como niños en los brazos de su madre, permitan que Yo lave sus ojos y sus corazones y los torne dignos de estar Conmigo en el Reino de Lys. Solo basta, hijos amados, dejarse guiar.

Hoy, oren con devoción, clamen por el planeta e ingresen en el Reino de Lys, abriendo una puerta para que todos Mis hijos, en los cuatro puntos del mundo, puedan ingresar y ser tocados por la Pureza de Lys.

Yo los bendigo y les tiendo Mis brazos para que vengan Conmigo al Reino de Lys.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina del Santísimo Rosario

Mensajes diarios
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO, TRANSMITIDA EN LA CIUDAD DE GONDOMAR, OPORTO, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

He aquì que vendrá del Cielo, tan brillante como un nuevo Sol, una Estrella de esperanza. Brillará en el interior de aquellos que se abran para recibir  Su Luz e iluminará los ojos de los que estaban ciegos, para que sean retirados de sus propias tinieblas y contemplen la Verdad que nunca pudieron ver.

He aquí que vendrá del Cielo, una Mujer Vestida de Sol, Aquella que un día, amparada por el silencio divino, vivió ocultamente los misterios de la Pasión de Su Hijo, el Hijo de Dios. Vendrá porque la pasión del planeta ya comenzó y la Mujer Vestida de Sol sustentará a Sus hijos en Sus brazos, los protegerá y los amparará, así como lo hizo con Su Hijo, desde el Calvario hasta la Cruz.

He aquí la Mujer que con ojos de compasión renueva a Sus pequeñitos después de cada caída. He aquí Aquella que no podrá evitar el sufrimiento de Sus hijos si la humanidad no se abre a Su Paz, pero que hará leve y meritoria la cruz de los que le dicen sí.

He aquí la que, a pesar de no ser comprendida por los hombres, sigue viniendo al mundo para orientarlos. He aquí, hijos, la Madre de la Verdad, proclamada por Dios y no por los hombres, parte viva e indivisible del Corazón del Padre.

He aquí que hoy, estoy abriendo las puertas de Mi Reino, que es el Reino de la Paz y de la Pureza para el planeta, donde  Mi reinado se extiende más allá del Cielo; donde los ángeles encuentran morada y refugio más allá del Paraíso; donde las almas reciben nuevas oportunidades de redención.

Hijos, he aquí su Madre Celestial, para consagrarlos y bendecirlos, para lavarlos en las aguas del Conocimiento divino, y de esa manera, despertarlos a la Verdad que emergerá ante sus ojos, para que puedan recibirla con alegría y gratitud y se dejen transformar por ella.

Esta Verdad, hijos Míos, no será transmitida solo por el verbo, con el sentimiento o con el corazón. La Verdad emergerá del Cielo y de la Tierra, y todo lo que estaba oculto a los ojos de los hombres se revelará. Los que sabían y eran indiferentes se arrepentirán; los que la sentían y la esperaban se exaltarán; los que la conocían y con esmero preparaban su llegada, agradecerán y reposarán en la revelación de su luz; los que no creían y negaban la Verdad, temerán e intentarán huir, sin saber hacia dónde.

He aquí que hoy estoy ante los ojos de sus corazones proclamando la Verdad Universal. He aquí que les anuncié y les advertí que prepararan sus corazones. Solo reciban Mi Gracia y sean consecuentes Conmigo. Dejen que la devoción se torne fidelidad y fortaleza; conviértanse en fe inquebrantable que transciende la fuerza y la voluntad humana, y se adentra en el Poder y en los Designios Celestiales.

He aquí que hoy, estoy renovando a la humanidad, como renuevo a una de Mis almas predilectas en la Tierra. Mis manos se tienden hacia ella, como hacia todos los que dicen sí a Mi Plan de Amor, que es el Plan de Dios. Hoy me sirvo de esta oportunidad de venir al mundo para comenzar a abrir las puertas del nuevo tiempo y de la liberación para las almas; y así lo hago, hijos, porque un alma rendida y resignada a la Voluntad Divina, Me dijo sí.

Si todos ustedes Me dijeran lo mismo o un sí mayor, Mi Corazón vendría al mundo para renovarlos todos los días y la Verdad no surgiría ante los ojos de los hombres solo cuando la Justicia y la Ley de Dios ya no le permitieran estar oculta. La Verdad podría ser una realidad permanente en la vida de los hombres y no solo los ángeles vivirían en Mi Reino, sino también todos ustedes, todos  Mis hijos.

Hoy abro las puertas de Lys, Mi Reino de Amor y de Paz en la Tierra, para que la Pureza que tanto le falta al mundo, pueda traerles la Gracia de vivir en la Paz y en la Voluntad de Dios.

Hoy los llevo de la mano, hijos amados, hacia Mi Reino en la Tierra, que equilibra y repara cuanto le es permitido, la indiferencia y la ignorancia de las almas, que tanto lastiman al Corazón de Dios.

He aquí que hoy estoy como un Sol Radiante, Espejo del Corazón de Cristo, para reflejarles Su Misericordia y bendecir y renovar, no solo a esta hija Mía que Me abrió las puertas para transmitirles la Verdad, sino a todos los que Me escuchan en los cuatro puntos  del mundo y que Me abren las puertas de sus corazones y de sus hogares para que Yo pueda reinar.

Yo soy la Reina de sus vidas y con el Amor de Mi Corazón les agradezco por hoy estar ante Mí.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina del Santísimo Rosario

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DEL SOL, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Cuando el Sol de Dios despunte en el horizonte de sus vidas, den gracias y póstrense en humildad, pues es la Voluntad del Padre que se presenta a sus corazones.

El Sol de Dios representa un nuevo ciclo de vida y de prosperidad, un ciclo en el que la oscuridad no reinará más en la vida de los que lo contemplan. El Sol nace para anunciar el fin de la noche y la Gracia de un nuevo día.

Antes de la llegada del Sol, la noche ya comienza a disiparse y pueden ver en el horizonte la Estrella de la Mañana. Ella indica por dónde despuntará el Rey Universal, el Príncipe Solar.

La Estrella de la Mañana es su guía en la oscuridad y representa la esperanza de que las tinieblas se disiparán en poco tiempo, porque la aproximación del Sol iluminará y apartará la oscuridad.

Yo Soy la Estrella de la Mañana que hoy se aproxima a sus vidas, porque muchas de ellas están en la oscuridad de un mundo sin paz. Yo vine para aparecer en el horizonte de esta ciudad anunciándoles un nuevo ciclo, ciclo en el que la Voluntad de Dios es que toda oscuridad se disipe y que pueda reinar la Luz de Cristo.

Vengo para anunciar el retorno venidero de Mi Hijo, para que preparen sus corazones y ya no vivan ultrajando el Corazón de Dios, porque el Sol despuntará entre las nubes y Su brillo será como un incendio celestial que ofuscará los ojos que no se prepararon para verlo y recibirlo en el horizonte.

Mi Hijo vendrá. Sí, Él vendrá, y Yo estoy aquí para lavar con Mis lágrimas cada lugar por dónde Él pisará para despertar a aquellos que se comprometieron con Él en Oriente y que ahora, en Occidente, deben proclamar Su Nombre.

Yo vengo, hijos Míos, para advertirles pero también para consagrarlos y corregir sus caminos. Vengo para limpiar sus manchas y hacerles recobrar la pureza de sus corazones. Que así puedan experimentar la plenitud interior y la paz del corazón para que tengan fuerzas y valor para transformar sus vidas y ya no acepten que el mal duerma dentro de sus casas.

Quiero hacer de sus corazones pequeños soles que iluminen las calles de esta ciudad y le devuelvan la paz. Si oran Conmigo, hijos Míos, respetando las creencias y las religiones de cada corazón, solo por la unidad entre los seres, estarán abriendo las puertas para que Dios descienda y transforme no solo sus vidas, sino el mundo entero.

Quiero hacer de este lugar un ejemplo de conversión y pacificación. Y hablo de la conversión de la vida, de la conversión de las costumbres, de la conversión de la oscuridad en la luz del espíritu, de la conversión del preconcepto en unidad, de la conversión de las adversidades en paz.

Si tan solo oran Conmigo, sentirán Mi Presencia en sus vidas y Yo les mostraré como en verdad es simple decirle “sí” a Dios.

Vengo a extender Mi manto sobre el mundo, para que Mi Hijo, al retornar, camine sobre él. Preparen esta ciudad con las flores de sus oraciones y con las joyas divinas de sus acciones pacíficas.

Disipen Conmigo, hijos, la oscuridad que no permite que las almas encuentren a Dios y den testimonio, al mundo, de que es posible vivir en paz, cuando abren las puertas de sus corazones y de sus hogares a la Luz del Creador.

Que Mi Hijo entre en sus casas como el Sol de la mañana, que los cure, los bendiga y los renueve, que los perdone y los redima para siempre.

Dense a sí mismos una oportunidad para amar más profundamente a Dios. Únanse de corazón y testimonien el poder del perdón y de la unidad.

Yo los bendigo,

Su Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Sol

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios para abrir las dimensiones, decretando el Poder de la Luz Divina y de Su Voluntad.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para abrir las puertas hacia Su Reino y disipar la ilusión de los ojos y de los corazones de Mis hijos, para que reconozcan la Verdad y la sigan.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, el que simboliza Mi profunda unión con el Creador; simboliza Mi Origen y demuestra a los corazones ignorantes del mundo la verdadera existencia de la Madre Celestial.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, demostrando que el Verbo Divino es Uno, no solo con el Hijo, sino también con la Madre, con el Vientre Puro del cual surgieron todas las cosas, inclusive el Hijo, que es Uno con el Padre.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios para que todas las almas y todos los espíritus reconozcan la Potestad Divina que Me fue entregada desde el principio; para que reconozcan el nuevo ciclo, cuando Mi Vientre gestará nuevas cosas, así como gestó todo lo que hasta hoy fue creado.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios y muchos Me reconocerán, pero no comprenderán que este es el Poder Divino, hasta que este Poder toque sus ojos y los libere de la ceguera y del mal.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para unir lo que estaba separado, para que las mentes se rindan y los corazones se abran a la Verdad Divina.

Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, como vengo hoy, y todos los ojos Me verán, porque cuando este día llegue ya no estaré preparando el retorno de Mi Hijo, sino que traeré en Mi Vientre a la Nueva Vida, que Él establecerá después de Su segunda Venida al mundo.

Con esto les digo que, después del Hijo, vendrá la Madre Celestial. Prepararé Sus pasos en Espíritu y en Divinidad, así como preparé Su camino en silencio, cuando Él estuvo sobre la Tierra. Pero después de que Su promesa se cumpla y que las Escrituras del Nuevo Tempo, expresadas en las palabras de los Mensajeros Divinos, también se cumplan, Yo vendré con el Cetro de Dios y reconstruiré el mundo con Mis Hijos.

Les daré a conocer al Niño Nuevo que durante este tiempo estoy gestando en Mi interior, y este Niño nacerá y crecerá en el interior de los que sean perseverantes y que, venciéndose a sí mismos y vaciándose de sí, se rindan completamente ante Dios.

Así como Mi Hijo ascendió una vez, ascenderá nuevamente, y así como Yo ayude a los Apóstoles en aquel tiempo, ayudaré a todos ustedes. Juntos construiremos el nuevo mundo, el nuevo tiempo, y las dimensiones se harán visibles.

En ese momento, las miserias ya no serán lo que predominará en sus vidas. Su transformación ya no será solo una batalla contra las fuerzas capitales de este mundo, que habitan dentro y fuera de ustedes; la transformación será eterna y constante, porque todo en el Universo se transforma; sin embargo, les digo, hijos Míos, que cuando Yo descienda al mundo después de Mi Hijo, les traeré una nueva vida y les daré a conocer un nuevo camino, en el cual se consumará la transición entre el viejo y el nuevo hombre. Y sus pasos consistirán en unirse al Universo, recuperar la filiación con Dios y reintegrarse a Sus Leyes.

Les daré a conocer los principios de la Unidad con toda la Vida y el orgullo que hoy hace que muchos se sientan únicos en toda la Creación Divina desaparecerá, y reconocerán a toda la Vida que habita en el Cosmos desde el principio, y que en humildad aguarda que ustedes puedan crecer y despertar.

He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios y estableceré la Paz dentro y fuera de ustedes, en este mundo y más allá de él. Pero hasta que llegue ese momento perseveren, ríndanse, humíllense, perdonen todo, inclusive a sí mismos y busquen el vacío, con constancia y con fe.

Pues ya llegará el día en el que verán en Mis manos al Cetro de Dios y darán gracias por ver  cumplirse todo lo que un día les dije.

Yo les agradezco y los bendigo, para que no pierdan la fe ni la divina esperanza de ver cumplirse las Sagradas Escrituras de estos tiempos.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sientan Mi presencia como un bálsamo que los calma y les trae esperanza y renovación.

Sientan Mi Divino Espíritu como una Fuente de Paz para sus vidas.

Sientan, en Mi presencia, la posibilidad de perdonar el pasado y de recomenzar.

Vengo como el sol que nace en la mañana, para dar al mundo una nueva oportunidad de ver la Luz. Vengo a encender esa Luz en sus vidas.

Vengo como el agua que brota de una nueva fuente, dando a la naturaleza la esperanza de la renovación de la vida. Hoy, Yo renuevo sus vidas.

Vengo para abrir, una vez más, un nuevo ciclo y una nueva puerta hacia la redención.

Vengo para que todos Me conozcan y, a través de Mí, conozcan a Dios; porque Mis palabras no provienen de Mí, sino de Su Santa Voluntad.

Vengo a unir lo que el hombre separó y a demostrar que todas las religiones, todas las culturas, todas las líneas de verdadera sabiduría, se encuentran en una búsqueda fuera de lo común: la vivencia del Amor. Vengo, como Portadora de ese Amor, a abrir las puertas para la unidad entre los seres.

Ya no separen lo que debe unirse. Mi Hijo no vino al mundo para crear religiones. Fue la incapacidad del hombre para vivir Sus palabras que hizo que las religiones fueran creadas, para que cada uno siguiera el camino que le permitiera comprenderlas, hasta que un día pudieran descubrir el Amor y la Unidad, cuando todo lo que está separado se vuelva a unir.

Hijos, Yo vengo a abrir las puertas de esta Casa para que sea Mi Casa, en la cual pueden buscar auxilio. Vengan y aprendan a rezar Conmigo, así como aprendieron las mujeres de Nazaret y de Jerusalén.

Vengan sin distinción de credos y de razas, para que Mi Amor pueda unirlos.

Vengan buscando el perdón y las puertas hacia la redención que aquí abrí para sus almas.

Vengan para reconciliarse con Dios y encontrar en Su Sierva un camino para imitar y seguir.

Esta no es una nueva iglesia; esta es la Casa de Su Santa Madre, la Madre de todos los pobres, la Madre de todos los que carecen de algo.

La humanidad necesita comprender que, mientras esté en este mundo y presa de él, será pobre, porque la verdadera riqueza se encuentra en el Reino de Dios, donde renunciando a todas las cosas, los seres viven la verdadera libertad y son colmados del mayor tesoro de la Creación: la unidad con el Divino.

Hijos, permítanse recomenzar sus vidas y tener, para sí mismos, nuevos principios, nuevas metas, nuevas aspiraciones. Ábranme las puertas de sus casas y de sus corazones.

No vengo a traerles otra cosa sino la Paz. Vengo a darles a conocer Mi Amor, para así liberar de sus vidas el mal que las oprime.

Vengo a consagrar, con la Santidad de Mi presencia, a esta ciudad y a todos los que Me digan sí. Y de la misma forma como la Sagrada Familia que, con Su vida simple en Nazaret, transformó la perdición de aquella pequeña ciudad y preparó el camino para la vida pública de Cristo, ahora retorno en Espíritu Divino, para que junto a Mis hijos, podamos liberar y transformar espiritualmente a esta pequeña ciudad, para preparar el retorno de Mi Hijo y para que no ocurra, como en Nazaret, donde, a pesar de todo, muchos no pudieron recibirlo.

Ábranse de corazón, hijos Míos, para que este ciclo renueve sus vidas.

Reconozcan la pobreza y la necesidad de sus corazones y dejen que Yo les muestre el camino hacia la verdadera plenitud.

Consagren sus vidas a la oración. Establezcan, para sí mismos, metas de Paz y ya no nieguen el Amor del Redentor, porque Él viene para tornarlos dignos de mirar a Sus ojos, de tocar Su Corazón, de reposar la cabeza sobre Su pecho y de sentir Su Majestad, aliviados, porque el tiempo de la Redención ya habrá llegado.

Yo los amo y los invito a ingresar Conmigo en un nuevo ciclo de Paz.

Con Mis manos, los bendigo. Con Mi Amor, los libero. Con Mi amparo, los protejo y los llamo a reconocerse como Mis hijos.

Vengan y oren Conmigo. Creen unidad entre las religiones y los corazones en esta casa. Que la búsqueda por la Paz y la perpetua oración los unifique en Dios.

Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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