MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN CIRQUE DE GAVARNIE, ALTOS PIRINEOS, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis amados hijos:

Mientras las más dolorosas llagas de Ucrania siguen abiertas por el terror de la destrucción y de la guerra; les agradezco que hoy estén aquí, Conmigo, en simplicidad y amor, para que su Dolorosa Madre de Lourdes interceda por las familias, los hogares y las ciudades destruidas de Ucrania, a fin de que los que perdieron la consciencia recapaciten y detengan las armas.

Queridos hijos, estoy aquí para decirles que, una vez más, la Dolorosa Madre de Lourdes se unirá a todos Sus hijos en oración especial mañana, domingo 27 de noviembre, sagrado día de las 1 000 Ave Marías.

En esta ocasión, les pido que rueguen a Dios porque la inocencia de los niños en la guerra está en juego, y los traumas que generan las armas de la guerra están aplacando el amor y la unidad de las familias que viven en la guerra de Ucrania como también en otras guerras.

Mi Corazón vendrá, el próximo 13 de diciembre, a pedirle al mundo, y en especial a Europa, la reconsagración al Inmaculado Corazón de María para que no se cumpla el Tercer Secreto de Fátima.

Queridos hijos, que sus oraciones en las próximas 1 000 Ave Marías, alivien el llanto de los niños en la guerra, el llanto que su Madre Celeste escucha todos los días.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los convoca,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ROMA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Hoy, estoy aquí, en la Casa de Cristo. Puedo estar más cerca, espiritualmente, de la traumatizada Ucrania. Puedo recoger las oraciones de todos los que oran por la sagrada causa de la Paz.

Por eso, hijos Míos, estoy agradecida porque, en esta hora del planeta, muchas situaciones necesitan ser atendidas, y es urgente para Dios que haya una intercesión celestial.

Por eso, cuando las voces se unen en oración, Yo como Madre del Mundo puedo interceder y abrir, una vez más, las puertas de los Cielos para que los Ángeles de la Paz y de la Reconciliación ayuden a las almas más perdidas, especialmente a las almas que están en los conflictos y en las guerras.

Queridos hijos, por ese motivo, Yo estoy aquí, para irradiar Mi Amor y Mi Luz al mundo; para decirle a los mundos internos de las Criaturas de Dios, Mis Hijos, que se detengan y escuchen el grito del planeta y de las familias desplazadas por la guerra, por el hambre y por la migración. 

¿Hasta cuándo sucederá esto?

Por eso, Mi Mensaje llega para sensibilizar, aun dentro de la Iglesia de Cristo, a los que no piensan en los refugiados ni en los pobres.

Espero, queridos hijos, que antes de que todo suceda, más almas buenas sean capaces, Conmigo, de ayudar a equilibrar la balanza de la Ley; porque, de lo contrario, será la propia humanidad, como lo viene haciendo hasta ahora, que se lastimará a sí misma.

Rezo para que no existan ideas autodestructivas en la superficie de la Tierra, para que ninguna bomba más sea lanzada sobre las naciones como si fueran desperdicios. ¡No, hijos, no hagan eso! 

Sean capaces de percibir hasta donde llega el mal. Arrepiéntanse y pidan perdón, porque queda poco tiempo.

Recemos para que la poca paz que hay en este planeta no desaparezca.

¡Les agradezco por estar unidos a Mí en oración!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar, en este momento, a pedido de Nuestra Señora, el “Ave María” de Gounod.

Preparémonos para recibir Sus Gracias.

Aquellos que puedan, arrodíllense. 

Abramos nuestro corazón para recibir a Nuestra Madre, la Santísima Virgen María.


Nunca dejaré de entregarles lo más profundo que guarda Mi Corazón.

Por ese motivo, hoy Yo estoy aquí y siempre lo estaré, no solo como la Madre de Brasil, sino también como la Madre del mundo, Aquella que extiende sobre el universo Su Manto Cósmico para que todas las estrellas caídas, en este universo y en otros, puedan reencenderse a través de Mi Amor Redentor, de aquella autoridad que Me ha entregado Mi Hijo desde el comienzo, cuando Él Me dijo: “Madre, he ahí a Tu hijo” y Él le dijo a Juan: “Hijo, he ahí a tu Madre”.

Yo vengo como la Madre de todos, la Madre incansable y perseverante que peregrina junto a ustedes en estos tiempos de grandes desafíos y pruebas para Brasil y el mundo entero. Pero hoy, quiero dejarles un Mensaje especial: si siguen orando por Brasil y el mundo entero, no deberán temer por nada, hijos Míos.

Mi Hijo ya les anunció Su Retorno y Su Retorno se cumplirá como está escrito. Ese Retorno se cumplirá principalmente en el corazón de aquellos que creen en Su Palabra y en Su Presencia.

Por eso, Él Me envía como la Madre de todos, como su Abogada e Intercesora Celestial. Él Me envía para aplacar los errores del mundo y los pecados, la incoherencia de muchas naciones, la ambición de unos pocos corazones que creen tener el poder y la impunidad en sus manos.

Pero Yo los invito una vez más, hijos Míos, a colocar sus consciencias en lo que es celestial y divino; así como en los últimos días, a través de la Maratón de Oración, Mi Hijo colocó sus esencias en lo más alto de este universo sideral.

Hoy también Mis ejércitos de Luz se amplían en la superficie de la Tierra, a través de nuevos consagrados como Hijos de María. Este ejército se puede fortalecer y renovar a través de sus votos internos Conmigo, porque más allá de donde se encuentren o bajo la condición que puedan vivir en el fin de estos tiempos, si sus corazones están unidos a Mí en la oración, Yo siempre les prometeré la sagrada protección. Confíen en esto que Yo les digo. Sigan Mi Mensaje, el último Mensaje que les entregué en el día de ayer.

Aún son muy necesarias en el mundo las obras de Misericordia, para que el castigo que está previsto para el mundo sea aplacado y gran parte de la humanidad ya no ostente ni provoque a la Justicia de Dios; no es necesario, hijos Míos. Mi Hijo derramó Su Sangre a un precio incalculable para todos; Él sufrió el gran madero de la Cruz; Él agonizó por cada uno de ustedes, en cada paso, en cada momento.

Permitan que, en esta noche, espiritualmente, la Sangre de Jesús los lave y los purifique, para que el mundo también sea purificado y lavado completamente de la ambición de la guerra, del aborto, de los conflictos y aun de la enfermedad; porque para Dios nada es inexplicable, pero para la humanidad sí lo es en este tiempo. Por eso, coloquen su mirada en Dios, en Su Universo Supremo. Nunca se olviden que son dignos Hijos de Dios y Él espera que siempre lo sean, a pesar de las consecuencias y de las pruebas.

Eleven con su pensamiento; pero, sobre todo, con su oración constante del corazón, a este país, a este pueblo y a toda Sudamérica.

Hemos venido aquí, en estos tres últimos meses, a responder a una emergencia, y siempre que sea necesario aquí estaremos. Pero Mi Mensaje y, sobre todo, Mi Amor debe llegar al mundo entero. En ustedes ya está vivo el Amor de Mi Corazón, pero hay hermanos y hermanas en este mundo que no tienen Mi Amor, que no conocen la esperanza, que desconocen la fe que ustedes hoy viven conscientemente a los pies de esta sagrada Comunidad-Luz.

Por eso, los invito a levantar a las Comunidades sobre la superficie de la Tierra y a todos los puntos de Luz que deben despertar a lo largo y ancho del mundo. Recuerden, hijos Míos, que habrá una mínima parte de ustedes que hará la gran tarea, pero todos pueden estar unidos en espíritu y en omnipresencia.

Mi Hijo les confió el Santo Espíritu en Pentecostés. Este Espíritu que siempre viene a ungirlos, a renovarlos y a curarlos. Por eso, hoy liberen sus corazones de amarguras y tristezas. Renuévense a través de Mi Presencia humilde pero celestial y sean Uno con Mi Hijo, el Cristo, a través de los actos de Misericordia, de servicio, de oración, de adoración y, sobre todo, de Comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo. 

Él viene a renovarse, en estos tiempos, a través de ustedes por medio de la vida infinita de los Sacramentos; porque el Sacramento no es un simple acto, es más que una Gracia y una oportunidad, es la gran chance que todos tienen de estar unidos a Dios conscientemente, para recibir Su Gracia, Su Amor y Su Misericordia. 

Por eso, hoy vengo a colocarlos a todos los presentes y no presentes en otra dimensión; en la dimensión de la Gran Consciencia Divina y Única, de donde sus almas surgieron en el Origen, en donde el Propósito fue conocido por sus esencias desde el principio. Propósito que, en este tiempo, Yo los invito a abrazar y a conocer internamente. Propósito que se revelará ante ustedes, a cada uno de sus corazones, cuando se entreguen en confianza a lo que es desconocido. Entonces, la gran puerta de la Gracia de Dios se abrirá y Su Misericordia descenderá como siempre lo ha hecho; hará de sus corazones, corazones pacíficos, así tendrán un corazón pronto para el fin de los tiempos, aunque sigan sintiendo lo que ustedes llaman miedo.

Pero crean en esa Luz que viene a través de Mi Corazón para todos. Esa Luz que representa al Cristo Cósmico, Aquel que se dejó clavar en la Cruz por cada uno de ustedes, y que de Su Costado derramó Agua y Sangre por la liberación de toda la humanidad hasta el fin de los tiempos, hasta Su Retorno.

Por eso, ahora, colóquense debajo de los Rayos de la Misericordia de Mi Hijo, a través de la intercesión de su Abogada Celestial; confíen sus aspiraciones al Padre Eterno, a Cristo; beban de la Fuente de la Gracia que se les ofrece en este momento, para que sus almas se puedan sanar y sus corazones se regocijen por Mi Presencia Maternal.

Hoy, traigo una renovación especial para todos los Hijos de María; especialmente para Mis Hijos de Brasil, que tienen el Sagrado Propósito de sostener la Llama de la Paz, esa Sagrada Llama que brota de Mi Inmaculado Corazón, y también de sostener el estandarte de la Paz de Cristo en estos tiempos definitivos.

Si se colocan siempre a disposición de Dios, como lo dice la canción en el llamado de María, la fortaleza no temblará.

¿De qué tienen miedo en este tiempo?, si Yo estoy aquí y Soy su Madre Celestial que les trae el Mensaje del Cielo, del Universo; que, a través de la Palabra de Vida del Sagrado Verbo, viene a sanar sus heridas, traumas y todo su pasado, viene a renovarlos en Cristo y por Cristo, para que el triunfo de Su Divina Misericordia se dé en muchos más corazones en este mundo y así, todos los que están despiertos les digan nunca más al mal y a la oscuridad, para que triunfe la Luz y el Amor de Mi Hijo.

Muchas son la Gracias que el mundo necesita en este tiempo, pero muchas son las oraciones que se seguirán elevando a través de la respuesta de cada hijo Mío. Por eso, seguiremos orando fielmente, permitiendo que el Cielo toque la Tierra, que la Vida de Dios y Su Infinito Universo haga más milagros en las almas, principalmente en las necesitadas de amor y de mucha redención.

Por eso, los invito a aceptar en este tiempo su camino de conversión, con perseverancia y con mucha fe. No se dejen amedrentar o perturbar, crean de una vez y para siempre que ya tienen un lugar en Mi Corazón de Madre, un Recinto Sagrado en donde siempre encontrarán la paz, el alivio y la cura de toda esta humanidad.

Sean perseverantes en el camino de la gran transformación y permitan que sus esencias, en este tiempo, sean estrellas guías para muchas almas y corazones, en la oración, en el anonimato y en el sagrado servicio por Nuestro Señor, el Redentor.

Permitan, en este tiempo, que Su Misericordia descienda al mundo. Aún es muy urgente para toda esta humanidad el descenso de la Misericordia Divina. 

Es tiempo de actuar de corazón y con discernimiento, sin dejar que la fe oscile, renovados en Cristo en cada momento y en cada paso.

Yo vengo, aquí y en esta noche, a agradecerles por el triunfo de los Sagrados Corazones en Sudamérica. Aunque sigan sucediendo situaciones difíciles y hasta inexplicables, no dejen de seguir adelante. Vean cómo el Corazón de Cristo triunfa, una vez más, en las moradas silenciosas y anónimas, en aquellos que en simplicidad le dicen sí.

Mientras estoy aquí presente, recojo sus intenciones y las intenciones de todos los que escuchan a través de esta transmisión, para poder llevarlas en Mi Corazón a Dios y convertirlas en Gracias, oportunidades, esperanza y Misericordia para todas las almas, especialmente para aquellas que más necesitan de Dios en este momento.

Ahora, escuchando el instrumental del himno de la consagración, invito a los pies de este escenario, a los que hoy darán el paso de consagrarse como Hijos de María.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Pueden aproximarse.

 

Y, a través de esta consagración, les abriré la puerta a la gran oportunidad de la renovación de los votos a todos aquellos que ya se consideran Mis Hijos; y para que, a través de este grupo de Hijos Míos que hoy consagraré, surja un nuevo Rosario de Luz por Brasil, almas que sustentarán a través de la oración el fin de estos tiempos, los desafíos y experiencias que vivirá este país.

Su voz, la voz de cada Hijo que hoy se consagrará, será escuchada a través de cada nuevo Rosario de Luz. Yo invito a propagar ese bendito ejercicio del Rosario de Luz en las familias, en las naciones, por donde vayan, en el mundo entero.

Todos deben conocer la Gracia de ser parte de un Rosario de Luz, porque en cada nueva consagración de Hijos de María, cada corazón, cada alma y cada espíritu se convierte en una cuenta de Luz de Mi gran Rosario Universal, a través del cual Yo puedo orar en plenitud, gozo y alegría, para presentarle a Dios la gran redención de todos Sus Hijos.

Por eso, hoy bendigo a los que forman parte de Mi ejército de Luz en la superficie de la Tierra, bendigo a aquellos, Mis amados hijos, que sostendrán en estos tiempos definitivos la bandera de la Paz por Brasil, clamando a través de la oración por Paz y por Misericordia para esta Tierra bendita de Dios, escogida como la cuna de la Nueva Humanidad.

Como la Señora Aparecida, como la Reina de la Paz, como la Señora de la Sagrada Figueira, Yo los bendigo y los consagro como Mis Hijos; bajo la Gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

Ahora, Yo quiero escucharlos cantar. 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Hoy, vengo al mundo como el Gran Espejo Mayor de Dios. 

Vengo como Instrumento simple del Padre Eterno para que en Brasil y en el mundo, a través del Espejo Interior de Mi Corazón, se reflejen y se depositen, una vez más, los méritos victoriosos alcanzados por Mi Hijo Jesús, méritos guardados preciosamente en el Arca de la Santa Alianza.

Será de esta forma, hijos Míos, que Brasil y el mundo serán aliviados de las invasivas informaciones y estímulos que el ser humano recibe en estos tiempos, volviendo su vida insensible, autónoma de Dios e indiferente ante las graves situaciones dolorosas que atraviesa la actual humanidad.

Como ese Gran Espejo Mayor de Dios, hoy, llega su Madre Celeste para que el mayor número de almas tome contacto, en los planos internos, con los Atributos de la Fuente Suprema. Esto es urgente, porque a medida que el tiempo corre, en esta caótica superficie, muchas almas son desconectadas de lo que es verdadero y de lo que es esencial.

Por ese motivo, una vez más, el Padre Celestial Me envía al mundo, al mundo sufrido; para recordarles, a los creyentes y a los no creyentes, que muchos se están dejando arrastrar hacia el abismo de la bestia; y ella, por medio de su astucia, de su soberbia y de su arrogancia, engaña y retiene con sus garras a muchos sacerdotes de la Iglesia, a muchos pueblos y naciones que ya se están convirtiendo en el territorio de la extensa oscuridad espiritual.

Con ruegos y más consciencia, vengo una vez más para pedirles que sigan orando por Brasil y por Sudamérica, porque está en sus manos el destino del Brasil y del mundo entero.

Mientras tanto, la Madre de los Espejos de Dios reúne, en este tiempo, a todo Su ejército sobre la superficie de la Tierra, para despertarlos y para llamarlos a la realidad, de la cual muchos se quieren esconder, por temer enfrentar esa realidad.

Pero Mi Hijo les dio Su Palabra, les entregó Su Mensaje a través de los últimos años y les otorgó el camino de su conversión y de su perdón a través de la ciencia espiritual de los Sacramentos.

Recuerden, entonces, todas las Gracias recibidas y actúen conforme a la Voluntad de Dios, porque llegarán momentos de mayor vigilancia y de discernimiento.

Confíen en el Espíritu Santo y no dejen de dar los pasos hacia el Corazón de Dios.

No se olviden de los actos de Misericordia. No se cristalicen en el camino espiritual y orante.

Sean guerreros disponibles en el amor, en la tolerancia y en la paz.

Cultiven el diálogo, manifiesten coherencia en sus elecciones, pero sigan fielmente los Atributos de Dios. Así, harán un planeta más libre de la oscuridad, de la violencia y de la impunidad.

Amen la vida y respétenla. No permitan que la Creación siga siendo ultrajada.

Rezo por Brasil, por su destino, por todo su querido pueblo de Dios.

Sean pacificadores de Mi Hijo. Les pedimos, una vez más, que no se involucren con las mentiras y con los comentarios, que amen el Silencio de Dios.

Les agradezco por responder, en consciencia, a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que la Paz de Cristo sea en ustedes y, en este momento, en todo Brasil.

Con especial predilección, estoy al lado de cada hijo orante que, en estos días, se ofrece a dar continuidad a la Oración por la Paz en Brasil.

Para Dios, los últimos acontecimientos en Brasil, demuestran la falta de unidad y de paz entre hermanos de un mismo pueblo. Por eso, continúen elevando sus oraciones a Mi Corazón de Madre para que la Señora Aparecida pise con Sus Pies la cabeza de la astuta serpiente que quiere colocarlos los unos contra los otros.

Mis queridos hijos de Brasil, no se olviden de sus raíces originales y de su cultura. Su pueblo, que siempre fue bendecido por Dios, proviene de tradiciones y de enseñanzas sagradas.

Vuelvan, ahora, hacia sus orígenes. Permitan que, entre ustedes, se puedan reconocer como una única familia brasilera, cálida, alegre, servicial, amorosa y disponible para ayudar.

Ya no se pierdan en lo que es superficial y mentiroso. Crean en la fe que siempre los caracterizó, y entreguen su pueblo y nación a los Pies de la Señora Aparecida.

No dejen de orar por Brasil. Deseo que sea Mi Corazón el que triunfe en este pueblo amado; así, Mis hijos alcanzarán la paz.

Con Mis Manos unidas en oración por este momento; les pido, Mis hijos, que sean pacificadores del Señor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Que esta noche y el día de mañana, a través de las 1.000 Ave Marías, sean dedicados a un estado interno de vigilia y de oración, para que las almas de Brasil y sobre todo sus Ángeles de la Guarda guíen a las consciencias a través del camino del discernimiento y de la Sabiduría Divina.

Mientras tanto, hijos Míos, su Madre Celeste junto con el Cristo Redentor estarán acompañando el día de mañana, implorándole a Dios, a través de las oraciones de todos los Ángeles del Cielo, que el Ángel del Brasil y todo su pueblo estén amparados, siguiendo el camino de la fe, de la esperanza y de la justicia.

Por eso, queridos hijos, el día dedicado a las 1.000 Ave Marías será culminante para Brasil. 

A pesar de lo que suceda, hijos Míos, no se olviden de que Yo siempre seré su Madre, la Señora del Brasil y Guardiana de los corazones.

Mantengamos encendida la llama de la fe.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL NÚCLEO-LUZ INMACULADA CASA DEL ALIVIO DEL SUFRIMIENTO, EN SÃO CARLOS, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Oh, Mis amados hijos!, congrego a todos en Mi Corazón, Templo seguro para su redención, Camino seguro para su conversión, para el alivio de todo el sufrimiento.

Hoy, estoy aquí en regocijo y alegría. Soy su Madre, la que alivia el sufrimiento y los lleva a la paz. Esperé tanto tiempo para volver aquí, para contemplar con Mis propios Ojos y sentir con Mi propio Corazón las bases ardientes de la Obra de Dios, expandidas y multiplicadas en las consciencias.

Por eso, estoy aquí, para confirmar este Sagrado Proyecto de la esperada Casa de San Lázaro, en honor a aquel que fue resucitado por Mi Hijo. A través de esa Casa de cura, acogimiento y sanación, las almas reencontrarán el perdón y la reconciliación.

Como Yo les He dicho hace algunos días, también vengo a bendecir el Proyecto Fraterno Servir.

El mundo necesita conocer que hay un lugar en este planeta, en donde la Obra de Dios se refleja y se manifiesta con el esfuerzo, el esmero y el sacrificio de corazones valientes, con aquellos que confían en la Madre Divina y siguen Sus pasos hacia lo desconocido y lo infinito, aunque muchas veces no comprendan lo que esto significa.

Yo les vengo a anunciar con alegría que su fe los trajo hasta aquí, hasta este momento, en el que el mundo necesita la Ley de la Cura para poder reencontrar la Ley de la Paz y así, poder encontrar el camino del amor y del perdón.

Quiero que la Madre del Alivio del Sufrimiento tenga Su lugar en la Sagrada Casa de San Lázaro, porque allí Yo reuniré a las almas y a los corazones que más necesitan cura. Más allá de los cuidados o del acogimiento, lo más importante, Mis queridos hijos, es que cada gesto y cada acto que realicen, por más pequeño que sean, sean hechos con amor. Esto curará la vida de muchas personas, aliviará el sufrimiento de muchos corazones y les concederá la paz a todos.

Esta es la tarea más importante de Brasil en este tiempo, porque la Sagrada Casa de San Lázaro no es solo para los que lo necesiten, sino también es para toda esta Obra acogida por Mi Corazón Inmaculado.

El tiempo pasará, hijos Míos, y sus almas necesitarán ese lugar para vivir la cura profunda, en el último día de sus vidas; para que ese pasaje no sea un pasaje de miedo o de sufrimiento, sino un camino de trascendencia y de ascensión de sus almas y espíritus hacia la unión perfecta con la Fuente de la Luz, en donde sus experiencias internas serán volcadas para recrear esta Creación y confirmarle al Padre Eterno que es posible este Proyecto de Redención de la humanidad.

La Casa de San Lázaro estará abierta al mundo entero.

Ustedes saben, hijos Míos, que el planeta está enfermo y que la humanidad está enferma en todos los sentidos, por eso, la importancia de esta Sagrada Casa. Que no sea solo un espacio de recibimiento y de atención, sino también un lugar predilecto de Mi Corazón, en donde el amor pueda reinar y expresarse.

También vengo aquí para bendecir el Proyecto Fraterno Servir, una obra silenciosa que comenzó durante esta última pandemia, imperceptible para muchos corazones, pero misericordiosa y bondadosa para muchísimas almas.

Hoy, le entrego este pilar del Proyecto Fraterno Servir a cada uno de ustedes. Por eso, He venido aquí como su Madre del Alivio del Sufrimiento, para que alivien las vidas de muchas personas, para que más corazones conozcan que es posible reencontrar la paz y el amor a través del corazón de este Sagrado Núcleo-Luz.

Que palpite en sus vidas el ánimo de servir, de donarse por el otro, de colocar al otro primero en todos los momentos; porque lo que debe triunfar, hijos Míos, es el Amor de Mi Hijo en los corazones, así como Su Amor ha triunfado a través de estos tiempos en sus corazones; aunque caigan o se detengan, aunque tengan miedo al fracaso o a lo desconocido.

Hoy, Yo vengo aquí, Mis amados hijos, a extender Mi Manto de Cura del alivio del sufrimiento y a decirles que estoy presente en cada uno de sus pasos. Por eso, nunca se olviden de Mi Corazón, del Sacrificado Corazón de María, que sigue siendo traspasado por las injurias y los pecados del mundo; del Corazón que siempre dará la vida por ustedes, que siempre los escuchará y los recibirá, que siempre les concederá la paz y la esperanza para seguir adelante, en estos tiempos de caos; porque todos, absolutamente todos, necesitan del alivio del sufrimiento.

Por eso, derramo hoy, en nombre de Mi Hijo, el Principio de la Compasión, Ley predilecta de Cristo que ustedes deben aspirar a vivir todos los días, comenzando con sus seres queridos y amados, con todos los que encuentren en sus caminos. Porque no será el desafío el que los llevará a la paz ni tampoco el enfrentamiento entre hermanos y hermanas; lo que los llevará a la paz es la Compasión de Cristo, que brota como una Llama Incandescente de Su Corazón Misericordioso para el mundo entero, para todas las almas que lo busquen y lo necesiten.

Respondiendo al pedido de Cristo, también vengo aquí para consagrar a nuevos Hijos de María, este nuevo grupo de oración, que hoy fundaré y bendeciré, que tendrá la sagrada tarea de orar por la Casa de San Lázaro, para que los pilares del amor, de la compasión y de la caridad sean los primeros que se funden como base de esta Sagrada Casa, para que el alma de esta Sagrada Casa, que será construida y manifestada, sea amparada por el Sagrado Ángel de la Compasión de Dios y las almas reciban de la Fuente Suprema todas las Gracias que necesitan a través de las manos y, sobre todo, de los corazones que se ofrecerán para servir en ese lugar.

Por eso, les digo, Mis amados hijos, que ya levita en el plano espiritual sobre este espacio la Sagrada Casa de San Lázaro. Contémplenla, reconózcanla, acéptenla, háganla parte de sus vidas y esencias. Permitan que los Ángeles de la Cura de Dios desciendan y materialicen esta Sagrada Casa de San Lázaro, porque las almas gritan por cura, redención y alivio, en este país y en otros.

Esta será la célula de la Cura de Dios, que curará las células enfermas de los hombres y mujeres de la Tierra a través del sagrado toque del Amor de Dios en las esencias y en los corazones sufridos.

Una vez más, Me alegro por estar aquí, porque en el anonimato de los corazones que aquí sirven, durante esta última pandemia, se forjó el espíritu del guerrero del amor, de la caridad incansable, del sostén para las familias necesitadas, de la aspiración ardiente de manifestar la Casa de San Lázaro; porque recuerden, Mis queridos hijos, que todo forma parte de la Obra de Dios. Esto pertenece al Padre Eterno y sus vidas son llamadas a participar de esta Gracia extraordinaria y especial para todos.

Coloquen sus manos en señal de recepción y reciban, de la Madre de Dios, la consolación y el alivio del sufrimiento que hoy sus esencias y las esencias del mundo necesitan.

Cuando esa Casa se manifieste, seré la primera en entrar en ella para bendecirla con Mi Luz y con Mi Amor de Madre; porque si eso sucede, Mis queridos hijos, la Ley de la Cura no desaparecerá del planeta, no será dominada por el conflicto o por la enfermedad, sino que la Ley de la Cura triunfará a través del Amor.

Reciban este tesoro de la Casa de San Lázaro y, ahora, llévenlo hacia su corazón, haciendo un voto Conmigo de hacer todo lo posible y un poco más para que ese proyecto descienda lo antes posible, porque mientras esto no suceda el mundo seguirá sufriendo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los Hijos de María que se consagrarán, se pueden colocar de pie.

 

Yo vengo a bendecirlos en esta nueva tarea, importante y predilecta para la Madre de Dios, para que las corrientes de la Ley de la Cura desciendan y fluyan desde el Universo hasta esa Sagrada Casa de San Lázaro, aspirando ardientemente a que muchos corazones más alcancen la Cura que necesitan y el alivio del sufrimiento que los hace agonizar y padecer.

Por eso, ofrézcanme hoy sus corazones para que Yo los pueda elevar hacia Dios y presentarle al Padre Eterno la oferta sincera y honesta de los corazones que se esforzarán para llevar adelante este Sagrado Proyecto de la Casa de San Lázaro, que hoy con amor comparto con ustedes para que se sientan parte de esta Gracia Divina.

Por eso, hoy, los consagro no solo como Mis Hijos, sino también como Mis soldados orantes, como los pilares que se ofrecerán espiritualmente para sostener esta Sagrada Casa de Dios y permitir que el Ángel de la Compasión de Dios inspire, guíe y oriente a todos los que servirán fraternalmente a los que sufren en su última hora de la vida.

Yo los consagro como Mis Hijos, como los guardianes de la Casa de San Lázaro, como celadores de este Sagrado Proyecto de la Cura de Dios para este mundo sufrido.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Con alegría, júbilo e infinita gratitud, Mi Hijo Me envía a derramar Sus Gracias y Sus Misericordias a través de los Sacramentos.

Hoy, los que no fueron ungidos serán ungidos, aquellos que no fueron bautizados serán bautizados. Eso es lo que les ofreceré con todo Mi Corazón y Vida para que triunfe el Amor en sus corazones y siempre recuerden, hijos Míos, que siempre estaré allí, a su lado, para llevarlos hacia Mi Paz.

Recemos, a partir de ahora y en los próximos tiempos, por la Casa de San Lázaro, para que siga descendiendo desde el plano espiritual como Dios manda y en poco tiempo sea una realidad en la superficie de este planeta, en Brasil.

Oremos.

Señor, 
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu Misterio 
 y que se revele al mundo la verdadera existencia, 
 para que podamos reunirnos en Tu Nombre 
 y glorificar la perfecta unidad.
Amén.

 

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado en tan poco tiempo. Esto es muy significativo para Nuestro Padre, porque Él puede derramar Su Confianza en los corazones y, a través de los corazones, manifestar Su Infinita e Insondable Misericordia.

Hoy, siéntanse ungidos por las Manos de Jesús a través del Sacramento que será ofrecido con humildad y simplicidad.

Siempre sean agradecidos por todo, la Ley de la Gratitud todo lo transforma y lo concede. 

¡Sigan adelante! Yo los acompañaré como la Madre que alivia el sufrimiento, como la Madre que rezará en silencio por la manifestación de la Casa de San Lázaro.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a prepararnos para los Sacramentos. Vamos a sintonizarnos a través de una canción muy simple que se llama “Consagración”, que para la Madre representa el alivio del sufrimiento.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMTITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ SAGRADOS REINOS, BRASILIA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Hoy, con inmensa e indescriptible alegría, por estar aquí presente con ustedes, vengo a cerrar esta sagrada etapa de la Peregrinación por la Paz. Y, con júbilo, vengo a establecer, bendecir y abrir el nuevo Centro Mariano Sagrada Arca de Dios; para que, a través de la Comunión con el Padre Celestial y con los Reinos de la Creación, los mismos Códigos que recibió Noé se depositen espiritualmente en este lugar y desde aquí en todo el Brasil.

El Centro Mariano Sagrada Arca de Dios tendrá la misión de orar para que el verdadero Gobierno Interno del planeta, que es el Gobierno de la Jerarquía, se cumpla espiritualmente en este país y, a través de este país, en el mundo entero.

La tarea de Mis hijos de Brasilia será expresar este Sagrado Centro Mariano, al que bendeciré en un próximo tiempo, cuando parte de él ya esté manifestado.

Que este lugar sea un espacio para la cura interna y para la reconciliación de los corazones.

Aquí deberá manifestarse la Fuente de la Señora de las Gracias, para que Mis hijos de Brasilia, de la región y del mundo entero puedan llegar hasta aquí para recibir Mis Gracias.

Así también, aquí se expresará la Via Sacra y la pequeña Capilla del Castísimo Corazón de San José, además de una pequeña plaza con el Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, los invito a estar en júbilo y alegría en este día, junto con su Madre Celeste, agradeciendo a Mi Hijo, porque finalmente se instituye un punto de Luz en la superficie de esta región de Brasil.

El Sagrado Nombre que rige a este Centro Mariano es Elohim.

Les agradezco por cumplir las aspiraciones de Mi Amado Hijo.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz 

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FORMOSA, GOIÁS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis amados hijos:

Hoy, vengo aquí, trayendo en Mis Manos el Ensangrentado Corazón de Jesús, porque Mi Hijo clama por reparación ante las guerras, los conflictos y los ultrajes que aún se viven en este mundo y en las religiones.

Vengo con el Corazón Ensangrentado de Mi Hijo a pedirles que, en honor a Su Divino y Santo Nombre, Me acompañen, en sacrificio, en una especial tarea espiritual no pública, en el Núcleo-Luz de Figueira en San Carlos, el Núcleo de la Madre del Alivio del Sufrimiento.

Necesito llegar allí para dar a conocer la importancia de la concreción de Mi pedido de la Casa de San Lázaro; porque a través de esa Casa, su Madre Celeste y Sus Ángeles Curadores le traerán al ser humano de estos tiempos el alivio espiritual que todos necesitan en este ciclo.

Iré, extraordinariamente en peregrinación, hacia Mi Casa en San Carlos, para fortalecer en estos tiempos de emergencia el proyecto de manifestación de dicha Casa, como también iré a bendecir a las familias y a los niños que son parte del Proyecto Fraterno Servir.

Mi urgencia es que, al menos, en algunas regiones del planeta exista la presencia del Amor de Dios, del Amor que cura, que sana y que redime el sufrimiento de estos tiempos.

Queridos hijos, de esa forma, en sacrificio, su Madre Santísima peregrinará en compañía de un pequeño grupo para que el 25 de octubre se lleve adelante esta sagrada tarea, a través de una Aparición Extraordinaria de la Virgen María.

Mi Hijo Me entregó Su Ensangrentado Corazón, pidiéndole a la Madre del Alivio del Sufrimiento que intercediera por las almas que, en este tiempo, ya se condenaron. Por eso, el dolor de Mi Hijo es indescriptible.

Desde ahora, les agradezco a todos los que puedan colaborar de todas las formas posibles para que este reservado y extraordinario encuentro se cumpla.

Quisiera terminar, Mis amados, diciéndoles que el mismo día 25 de octubre será compartida una trasmisión en vivo, extraordinaria, para transmitir lo que sucedió en San Carlos.

¡Les agradezco por seguir Mis Pasos!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BELO HORIZONTE HACIA BRASILIA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Hoy, su Madre Celeste ya peregrina, en los Planos Celestiales, hacia Brasilia, para acompañar la Sagrada Tarea que llevará adelante el Casto Corazón de San José y también para poder estar muy unida a Mi Hijo por la importantísima ayuda espiritual e interna que Él ofrecerá, a través de las almas de Brasilia, a todo el Brasil.

Queridos hijos, de la misma forma, su Madre Celeste los llama para que, desde donde ustedes estén y a través de la Oración por la Paz en Brasil, también peregrinen internamente acompañando a toda la Divinidad en esta próxima etapa de peregrinación.

Queridos hijos, también los invito a difundir Nuestro amoroso llamado en todos los lugares posibles; para que más almas, necesitadas de luz, de amor y sobre todo de esperanza, puedan llegar, aproximándose a los cálidos y devotos Encuentros de Oración que serán ofrecidos en Brasilia.

Desde ahora, su Santísima Madre los acompaña y, desde ya, les agradezco por todo lo que será construido.

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

 
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Vengo como la Luz del Amor de Dios para penetrar en el corazón de Mis hijos, para llevarlos una vez más hacia el Padre Celestial porque Él aún espera tenerlos en Sus Brazos. 

Lleguen a Mí, queridos hijos; así como hoy Yo llego a ustedes, Mis amados hijos, para volver a bendecir a esta nación y a este pueblo, Proyecto Precioso del Arca de Dios para el fin de estos tiempos, para los Mil Años de Paz.

Por eso, dejen a Mis Pies todo lo que los hace sufrir o padecer. Yo vengo a hacer renacer sus almas y corazones. Yo vengo a traerles, a través de Mi Corazón, la Presencia de Cristo para que recuerden, Mis amados, que siempre lo deben encontrar en la Santa Comunión, para que el Sacramento de la Fe y de la Renovación inunde sus almas y corazones, y haga de sus consciencias seres de pacificación que reciban en apertura el Llamado del Padre Eterno.

Yo estoy aquí, hijos Míos, y Soy la Madre de Brasil. Les agradezco por hoy estar aquí, respondiendo al Llamado de Dios a través del llamado de Su Madre Celeste. Sigan rezando por esta nación y por este pueblo, así como Mi Hijo se los ha pedido en los últimos días.

No teman, tengan fe y confíen. Este Proyecto de Brasil, que es el Arca de Dios, no desaparecerá del Corazón del Padre y menos aún del corazón de Mis hijos si creen en el Proyecto de Dios. 

Recuerden lo que Mi Hijo les dijo, en los últimos días, que Brasil es un país de brazos abiertos y de un corazón muy grande y noble. Desde los orígenes de este pueblo, de esta tierra, Dios colocó aquí Su Edén que ha sido transgredido por el hombre de superficie, que ha lastimado y ultrajado los Reinos de la Naturaleza.

Pero hoy ustedes, Mis hijos, que tienen la Gracia de ser conscientes y de estar despiertos, no solo recen por este pueblo amado y querido por Mí, recen también por los Reinos de la Creación.

El ser humano de superficie no puede vivir sin la naturaleza, sin los océanos, sin el amanecer. Imaginen un planeta sin todo eso, no habría vida en la superficie de la Tierra. Por eso, Yo los llamo a la reparación de los Reinos de la Naturaleza, para que también este pueblo y el mundo entero se pueda reparar y curar.

Queridos hijos, deben rezar por esta Creación, por este planeta. Mi Hijo aún espera y desea encontrar de pie a esta humanidad, a pesar de su sufrimiento y de su caos. Por eso, comiencen por ustedes mismos, Mis queridos hijos, viviendo una vida de bondad, recordando los Mandamientos que Mi Hijo les dictó, haciendo de cada una de sus familias un sagrado oratorio para Dios. 

Así evitarán, Mis amados hijos, que Mi enemigo los perturbe y los moleste; porque en cada momento que oren de corazón, como lo hicieron en este día, ustedes y sus familias estarán protegidas y amparadas en el fin de estos tiempos. 

Aún se verán situaciones en esta humanidad que, para muchos, serán increíbles; pero Yo los invito a mantener el fuego de la oración encendido y a multiplicar el espíritu de esta nación más allá de su pueblo, el espíritu del amor que vive este país, el alma de este país. Así, mantendrán las puertas abiertas para que la ultrajada Sudamérica reciba la Misericordia de Mi Hijo, los corazones se reconcilien con el Padre Eterno y ya no piensen que Dios es un Juez. El Padre es una Consciencia Única de Misericordia y Amor. 

Por eso, recuerden Sus Sagrados Nombres, los Nombres que invocaba el pueblo de Israel, y reciban así Su Sagrado Reino que está dentro de sus corazones y vidas. Solo deben mirar hacia adentro de ustedes para poder encontrarlo; porque la vida de la humanidad, en estos tiempos, se ha vuelto una vida material y superficial, llevando a muchos corazones a vivir en la indiferencia y no en el amor. 

Yo les pido, hijos Míos, que busquen adentro de ustedes esa reconciliación a través de Mi Presencia, en esta noche, por todo el Brasil y el mundo.

Yo les vengo a decir, hijos Míos, que Dios tiene la puerta abierta de Su Misericordia para que ustedes la puedan cruzar y puedan conocer Su Insondable e Infinita Misericordia. 

Por eso, no sientan culpa, alegren sus corazones. El Señor Me ha enviado como Su Esclava y Su Sierva para poder amparar a todo el Brasil, en esta decisión tan decisiva que el pueblo deberá tomar en los próximos tiempos.

Por eso, permitan que los Ángeles de Dios estén presentes en esta nación, para que todos los corazones, más allá de las creencias, se renueven. Porque Dios tiene Sus Brazos abiertos para todas Sus Criaturas, así como hoy, Su Señora y Madre del Brasil, tiene Sus Brazos abiertos y Sus Manos extendidas hacia ustedes, para derramar las Gracias que necesitan, después de estos dos últimos años de oscuridad y de incertidumbre.

Yo, como Madre de todos, confío en aquellos que rezan de corazón y de verdad, que no se cansan de orar, no solo por sí mismos, sino también por el mundo.

La oración es lo que cerrará las puertas inciertas que están abiertas, calmará la mente de las personas, apaciguará a los corazones inquietos y traerá la alegría de vivir y de estar en Dios, lo que quiere ser sustituido, en este mundo, por los dioses que muchas naciones practican.

No se olviden de sus orígenes, no se olviden de la riqueza de su universo interior, de su verdad. Dios está dentro de ustedes y los espera, para que lo puedan reencontrar, para que lo puedan adorar y reconocer.

Por esa razón, Yo estoy aquí, para decirles a Brasil y al mundo que no se dejen influenciar ni engañar. Dios les dio este planeta para que fueran una Sagrada Familia, para que todos alcanzaran la felicidad por estar aquí y reconocerse entre ustedes como hermanos, como miembros de una única familia universal.

Por eso, queridos hijos, reenciendan en ustedes la llama de la fraternidad, para que sea aplacada la indiferencia. 

Reenciendan en ustedes la llama del servicio, para que la pobreza sea aplacada. 

Reenciendan en ustedes la fe en la Misericordia de Dios, para que los miedos que son creados e irradiados al mundo entero desaparezcan de la vida de las personas, porque son miedos que no existen. 

Dios los creo para que fueran a Su imagen y semejanza, y eso nunca cambiará.

Recen para proteger a esta querida nación de lo que quieren instituir y establecer. Liberen a este pueblo de las falsas promesas. Crean en el Reino de Dios que está dentro de ustedes y, como su Madre, les aseguro que no les faltará la paz.

Que Brasil pueda vivir algún día el verdadero Gobierno Espiritual de Mi Hijo, para que todo el pueblo sea bendecido por la Divina Ley, la verdadera Ley de Dios que ordena a las consciencias y a los mundos internos, que trae las Gracias que los corazones necesitan para sentirse curados y amados por Dios.

Hoy, Él Me envía con este Mensaje para todos. Pero, también Mi Hijo Me envía para decirles que Él siempre será el Cristo Redentor de esta nación, Aquel que siempre les traerá la Luz del universo y de la vida. Por eso, Él les pide que se levanten y tengan fe. Este cautiverio que el mundo vive terminará, pero aún el planeta y la humanidad deberán purificarse.

Recen con fervor, formen grupos de oración y sean ejércitos de la Madre Celeste. Que sus vidas sean las chispas de Dios sobre la superficie de la Tierra, la Luz que se enciende en estos tiempos de oscuridad para iluminar a las naciones y al planeta. 

Vivan la Unidad de Dios para que vivan en Unidad con Cristo y, a través de Cristo, Mi Amado Hijo, ustedes vivan en Unidad con el Espíritu Santo.

Invoquen en las próximas semanas, a través de la oración, los Dones del Espíritu Santo, para que sean sus corazones los que escojan y no sus mentes.

Recuerden al Ángel de Brasil, que tanto los necesita y los espera. Permitan que Él extienda sus alas sobre este pueblo, para que esté protegido de las interferencias de estos tiempos, de las ideologías y de las tentaciones que son enviadas a la humanidad de forma permanente.

Pero, a través de la inteligencia del corazón, Yo los invito a elevar sus consciencias por medio de la plegaria, para que estén protegidos de todo y sus corazones vivan en el Amor de Dios, porque Su Amor es Invencible y es Infinito, es un Amor que nunca muere, que nunca desaparece.

Por eso, a través de Mi Corazón, Mis queridos hijos, reencuentren en esta noche el Amor de Dios, el Amor que los espera, el Amor que los aguarda. 

Recibo en Mi Corazón Inmaculado las súplicas, las plegarias y las intenciones de todos los presentes y de los no presentes, porque conozco en profundidad cada una de sus vidas.

Soy la Madre de la Humanidad, la Madre de la Cruz, que se comprometió a los Pies de Cristo en el Calvario a trabajar por la salvación de las almas y de los corazones, a llevarlos a reencontrar el Amor de Dios.

Comulguen de ese Amor en este momento y disuelvan toda culpa y toda duda; porque el Amor de Dios está presente, todo nutre y todo renueva, todo cura y les concede la Paz. Que sus corazones se fortalezcan en la Paz de Dios para que aprendan a caminar en estos tiempos difíciles.

Hoy, no solo rezo por ustedes, sino también por sus familias. Rezo por esta querida y amada nación de Nuestro Señora. Y, una vez más, les agradezco por estar aquí, en simplicidad de espíritu, en humildad de corazón, en devoción ardiente.

Porque todos estos atributos aplacan la injusticia que este país podría vivir en los próximos tiempos e incluso permite que esta patria no sea engañada, sino que todos con esperanza y con fe siempre hagan de Brasil el Nuevo Edén de Dios.

¿Aceptan?

Todos responden: “Sí”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella está sonriendo.

 

Como un testimonio del Amor de Dios, consagraré a nuevos Hijos de María.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Invito a que se aproximen a los pies de este Altar.

Que se aproximen también aquellos que se quieran consagrar al Inmaculado Corazón de María.

Nuestra Madre, derramará Sus Gracias en este momento sobre el Brasil y sobre todos los presentes, para poder bendecirlos con el Amor de Cristo.

 

Hoy, extiendo Mi Manto Celestial, a través de la consagración de cada uno de Mis hijos presentes, a través de los corazones que creen en la llama sagrada de la fe y de la esperanza, a través de los corazones que esperan con alegría el Glorioso Retorno de Cristo, la próxima llegada de Cristo a esta humanidad y a este planeta, que hoy la Madre de Dios anuncia con alegría y júbilo.

Por eso, les pido, Mis amados y queridos hijos, que nunca dejen de elevar la antorcha de la fe y de la paz, de elevar hacia los Cielos sus plegarias y, sobre todo, sus corazones en ofrenda y en amor, para que el Padre Celestial siempre los bendiga y los proteja.

Hoy, les extiendo Mi Manto Celestial, a través de esta especial y bendecida consagración de nuevos Hijos de María, y le muestro al Padre Eterno cómo, a través de la consagración de las almas y de los corazones devotos, se puede reerguir el Proyecto de esta humanidad a través de los pilares de la Fe, del Amor, de la Misericordia, de la Cura y de la Paz.

Por eso, escuchando en este momento el Himno de su Consagración, el que los invito también a cantar por todos los Hijos de María ya existentes, elevemos al Padre nuestras súplicas y ofrendas para que Él no solo derrame Su Misericordia y Su Cura, sino también derrame Su Paz en aquellos que la buscan con sinceridad, para que puedan comulgar con Cristo, Mi Hijo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a escuchar el Himno de Consagración de los Hijos de María.

Y, en este momento, ante la Presencia de la Madre de Dios, vamos a prepararnos internamente y espiritualmente para que, a los Pies de la Reina Celestial y Madre de Brasil, nos consagremos como Sus hijos para siempre, como los Hijos de María.

 

Yo los consagro, los bendigo y los renuevo.

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Que, en estos días de oración especial, sus pedidos y plegarias por Brasil lleguen a Mí con el más cálido amor de Mis hijos, como rosas a los Pies de la Madre Celestial.

Queridos hijos, unámonos, en este momento, al Corazón de Mi Hijo para que el Sublime Gobierno Espiritual colme a las almas de esta nación de Brasil y así, el Propósito de este país esté protegido y amparado bajo las luminosas alas del Ángel Guardián de Brasil.

De esa forma, queridos hijos, que a través de la poderosa oración del corazón también el Espíritu Santo guíe e inspire al corazón de Mis hijos para que siempre prevalezca el discernimiento y la paz que este querido pueblo de Brasil necesita.

Como su Madre, como la Señora Aparecida, estoy rezando todos los días, junto con ustedes, y uno Mi Voz de Sierva y de Esclava de Dios para que en Brasil y en el mundo entero se cumpla la Voluntad del Padre Eterno.

El sentido de Mi deseo de Madre es que Brasil no se convierta en un escenario de incongruencias y falta de sentido espiritual.

Ustedes, Mis hijos, deberán seguir permitiendo que la Señora Aparecida continúe siendo la Gobernanta de esta nación, destinada a ser la cuna de una Nueva Humanidad.

Sigan rezando con fervor, dejando que la Llama Sagrada de la Sabiduría dé entendimiento y razón a los corazones humildes.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ SAGRADO CIELO, EN BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me alegra reencontrarme con Mis fieles y amados hijos, en este Sagrado Cielo azul, en donde muchas experiencias fueron vividas por ustedes, Mis hijos. Noches oscuras fueron atravesadas, momentos de alegría fueron vividos y compartidos y, hoy, están aquí Conmigo, en fidelidad y en amor.

Quisiera que sepan que los tiempos que llegarán no serán buenos, pero si las almas se arrepienten de corazón y se entregan con fe al Inmaculado Corazón, todo se podría evitar.

Ahora, que sus pies están cansados de esta trayectoria y de este camino, renuévense. 

Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que nunca los abandonará, la Madre que siempre los recibirá y les entregará la Paz que tanto necesita el mundo entero.

Alégrense, porque estoy aquí para concederles una vez más Mis Gracias, para otorgarles el Perdón de Dios y la renovación de sus vidas en este ciclo definitivo, en el que el esfuerzo será la gran llave maestra entre todas las llaves; la llave que abrirá la puerta para el descenso de la Misericordia de Dios.

Por eso, hijos Míos, que sus mentes se expandan, que sus corazones se abran mucho más de lo que están abiertos, para que las consciencias que se han autoconvocado puedan llegar aquí, como está previsto en la Aspiración del Padre Eterno.

Todo lo que aprendieron, a través de los tiempos, ha sido para este momento, hijos Míos, para esta hora definitiva, en la que deben aprender a caminar en el sacrificio por amor a Dios y por amor a Mi Hijo; porque Él nunca les entregará una cruz tan pesada que no la puedan llevar por sí mismos.

Él les entregará la cruz de la liberación y de la redención, así como la cargó de forma valiente hace mucho tiempo, por cada uno de ustedes. Por eso, sigan participando en esa fidelidad a Dios y a Mi Corazón Inmaculado.

Agradezco desde siempre, el canal ofrecido en este lugar, para la Vigilia y la Adoración.

Hijos Míos, es hora de reconstruir las bases espirituales de esta humanidad, a través de ese importante ejercicio de Adoración al Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, porque mientras eso no sucede ustedes saben que las almas se pierden y se pierden; y Mi deseo es llevar a todos hacia Dios, no solo a los que ustedes desconocen, sino también a sus familias, a sus seres queridos, a todos los que están próximos a sus vidas. 

Todos necesitan conocer la Misericordia de Dios. Y ese Misterio se reveló y fue entregado en la Cruz a través de la Sangre derramada de Mi Hijo, en cada gota que Él derramó por el mundo. 

Hoy, para esta renovación, Mis Gracias les traen los Códigos de la Sangre de Cristo para que, después de lo vivido en estos últimos años, sus consciencias se puedan sentir curadas y renovadas, puedan asumir con madurez y entusiasmo la cruz que Mi Hijo les entrega, por amor a la humanidad y al planeta.

Y desde ahora, hijos Míos, su Madre Celeste ya sabe, todo los que ustedes harán para poder recibirme el próximo 13 de octubre, porque ustedes ya aprendieron a servir y a donarse.

Quiero que, a los pies de Mi Altar que elevarán en ofrenda a Mi Inmaculado Corazón, no solo estén las flores que siempre Me colocan a los pies, sino que sus vidas, en estos próximos días y en los tiempos que vendrán, sean esas bellas flores de la conversión, del perdón, del amor y de la redención, que Yo podré recoger con Mis propias Manos para entregárselas a Dios y confirmar que el Plan de Mi Hijo en este mundo es posible.

Hoy, abrazo con Mi Manto a todos los que lo necesitan. Hoy, coloco sobre Mi Pecho a todos los que necesitan sentir el latir de Mi Corazón, para que recuerden que la Madre Consoladora y Corredentora está siempre aquí presente, en Espíritu y en Divinidad.

Alégrense, porque el fin del cautiverio llegará no solo para ustedes, sino también para el mundo entero; porque cuando Mi Hijo retorne, Él todo lo renovará y lo transformará por los méritos alcanzados en Su Pasión, Muerte y Resurrección.

Que este día, sus almas resuciten en espíritu bajo el Amor de Dios, bajo la Presencia de la Madre del Espíritu Santo y ofrézcanle a Dios lo mejor que puedan darle, por más pequeño que parezca que sea verdadero y sincero; porque es en lo pequeño y no en lo grande, en donde Dios obra, a través de las almas y de los corazones abiertos a Su Amor Consolador.

Y así, como he hecho en estos últimos días, en estas últimas semanas, en esta especial Peregrinación de reencuentro con Mis queridos hijos, volveré a ofrecerles el Sacramento de la Unción, para que la señal de la Cruz de Emmanuel los santifique, los proteja, los sane y los acompañe en esta nueva etapa de renovación y de refundación de las bases del Propósito de este Núcleo y de este punto de Luz Espiritual en esta parte del planeta.

Hijos, no le tengan miedo a la cruz, Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre de toda la humanidad y del planeta. Recuerden que aquí Yo encuentro la fuerza interior en los que adoran, oran, vigilan y sirven a Dios.

No solo Mi Hijo busca un lugar donde reposar y repararse, su Madre Celeste también busca ese lugar en los corazones que sirven a la Obra de Dios en este planeta.

Coloquen a Mis Pies sus intenciones en el silencio del corazón, que Yo se las llevaré a Dios.

Oren y no dejen de hacerlo, por su protección y por la protección de sus familias. Únanse a Dios a través de la oración.

Hagamos la oferta a Dios, desde lo más profundo de Mi Corazón, en este momento.

Padre Celestial, 
que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos, por el Camino del Amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado, de forma tan inmediata, porque cuando eso sucede, hijos Míos, la humanidad deja de sufrir.

Y ahora, vayamos a los pies del Altar de Cristo, ustedes como Sus compañeros y apóstoles, y ofrezcamos no solo el pan y el vino para que se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, sino también ofrezcan sus corazones, para que esta renovación llegue a sus vidas y a sus familias, a través de la bendición del Espíritu Santo.

Estén en paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mis amados y adorables hijos de Aurora:

Estoy aquí, y Soy su Madre, donde reina la simplicidad, donde se respira el espíritu de la humildad, el esfuerzo del trabajo diario, de la oración incansable y de la Adoración.

En cada día de sus vidas, Dios está presente en este lugar, aunque en sus corazones puedan existir dudas, incertidumbres, angustias, obstáculos o agonías. 

Hijos amados de Aurora, no hay nada ni nadie que pueda disolver la alianza que ustedes tienen con Dios y, a través de Dios, con el Corazón de Mi Amadísimo Hijo Jesús.

No podía irme de aquí sin estar con ustedes y entre ustedes, porque sé que lo esperaban y una Buena Madre siempre atiende el llamado de Sus hijos. Por esa razón, Yo estoy aquí, porque en verdad fue Mi Hijo que Me envió a ustedes como Su Mensajera, como la Madre de Dios, como aquella Mujer que siempre está al lado de Sus hijos, orando y vigilando por cada uno de sus pasos.

Los pilares que yo fundé aquí, en Aurora, hace 15 años, bases espirituales importantes para la humanidad, siguen firmes y latentes, aunque Mi tarea no haya sido comprendida en Uruguay.

Hoy, su Madre Celeste, Santa María de Aurora, viene a retribuirles a través de Sus Gracias y del más puro Amor de Su Corazón Inmaculado, por seguir fielmente sosteniendo este sagrado lugar en la superficie. 

Esto es muy importante para Mi Hijo, porque Mi Hijo puede obrar e interceder por la humanidad, donde sea necesario, así como Mi Inmaculado Corazón también ha podido interceder, tan lejos de Aurora, en otros lugares del mundo. 

Por eso, Yo vengo aquí para agradecerles cada esfuerzo sincero en la oración del corazón, cada mañana que despertaron para ofrecerle su servicio y su amor al Reino de Aurora y, aunque les pareciera imposible poder realizarlo, aunque pareciera imposible poder concretarlo, sus pies caminaron a través del servicio y sus manos se donaron en el frío invierno que vive el planeta por esta oscuridad que lo absorbe, día a día, por falta de luz, de amor y de esperanza. 

Pero ustedes, agraciados hijos de Aurora, siempre han podido renacer a través del amanecer de este Centro Interior en sus corazones, han templado su espada a través de la fe, han fortalecido sus escudos a través del amor, han apaciguado sus corazones a través de la unidad constante con el Padre Eterno a través de cada liturgia y ofrecimiento verdadero. 

Por eso, hoy, Mi Sagrado Manto Universal lleva, sobre sí, los frutos de sus esfuerzos y entregas, que se han convertido en estrellas de Mi Manto Universal. 

¿Saben lo que esto significa para Dios? 

Sé que es un misterio que hoy no comprenderán, pero sí, sus corazones están abiertos a este misterio, porque en este Sagrado Manto de Estrellas de Luz está registrada la experiencia de su esfuerzo y de su donación constante. Y esto es lo que Dios necesita para impedir que la Justicia Divina descienda en el mundo, para que la Insondable y Divina Misericordia de Mi Hijo siga obrando e intercediendo por esta humanidad.

Veamos ahora, hijos Míos, los frutos que ha dado Aurora a través de los tiempos, más allá de este lugar, en lejanos rincones del planeta en donde las almas esperaban el renacer de Aurora, en donde los corazones esperaban la redención, la cura y el amor interior. 

Esto ha sido posible, hijos Míos, porque ustedes están aquí, sosteniendo a esta Comunidad en la vida diaria, en la liturgia diaria, en cada momento en donde el universo les ofrece un servicio mayor para que, no solo sus corazones estén maduros, sino que sus almas estén conscientes de lo que significa y representa el compromiso que cada uno de ustedes tiene con Cristo. Porque Él, Mi Hijo, es Quien le cuenta al Padre cada uno de sus pasos, para que el Padre Eterno pueda escribir esa experiencia en Su Libro de Amor.

Dios les ofreció lo mejor y por eso, Dios este día los bendice con Sus Gracias, para que esta fortaleza que tiene Aurora se mantenga y haga de los guerreros de la redención, apóstoles del amor y del servicio incansable; a fin de que más almas, en el mundo entero, sean merecedoras de la ayuda espiritual de Aurora, en los planos internos de la consciencia y del espíritu.

Estos son los grandes frutos de Aurora: de que este Sagrado Reino de Amor y de Redención, a través de los corazones perseverantes y constantes, llegue a todas partes del mundo, a todos los lugares y consciencias posibles que esperan en esta vida por la redención.

En los próximos tiempos, quisiera que sus experiencias de servicio, de donación y de amor incansable sigan brillando como estrellas en Mi Manto Universal. 

Aún más, hijos Míos, cada lágrima que han derramado sobre este suelo está contada en Mi Manto de Luz; porque Dios, el Padre Eterno, contempla todo lo que existe y lo que se vive.

Por eso, Él es un Padre de inmensa Misericordia, un Padre de Brazos Abiertos, que espera que Sus Hijos lo puedan abrazar y también consolar por todos los pecados y ultrajes que Él ve en el mundo en este tiempo.

Por eso, Nuestros Sagrados Corazones deberán ir muy lejos, a lugares lejanos del mundo, por una sola razón y un único fin: llevar a Aurora a las naciones y a los corazones porque todos, en este planeta, más allá de sus errores, son merecedores de conocer el Reino de Aurora y de ser receptáculos para vivir la cura interior.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, el Manto de Nuestra Señora se convirtió en un Manto verde brillante, en la Faz de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.

Colocando Sus Manos en señal de oración, nuestra Madre Divina sigue contemplando a cada uno de los presentes y nos dice:

 

Hijos Míos, Mis Pies tocaron este sagrado suelo hace quince años y, por eso, estoy muy agradecida. Porque más allá de los obstáculos o de las demoras, Mi Propósito en el mundo se está cumpliendo, el Sagrado Propósito de la Fuente, que la cura interior llegue a todas las almas posibles, más allá de su condición o situación. Por eso, quiero volver a agradecer, eternamente, a todos aquellos que viven Aurora en su corazón y que se animan a formar parte de esta Gracia.

Hoy, vengo a renovar el Propósito de esta Comunidad, de esta Sagrada Comunidad de Dios. Vengo a hacer florecer las Gracias y los frutos internos de Aurora. Vengo a fortalecer sus bases espirituales e internas, para este lugar y el mundo.

Vengo aquí para llamarlos nuevamente, para que acompañen a su Madre Celeste en Su tarea planetaria, así como Me han acompañado hasta los días de hoy; y eso es muy significativo para Mí porque sé que puedo contar con Mis hijos a pesar de las distancias, porque puedo contar con el corazón de los que Me dicen: “¡sí, Madre, aquí estoy!”.

Hoy, a través de los sacerdotes, les daré el Sacramento de la Unción, para que la señal visible de la Santa Cruz proteja sus caminos de transformación y redención. Pero más aún, para que esa señal visible de la Cruz los represente en el mundo interno y no exista mal o perturbación que los pueda molestar o interferir, para que el espíritu del guerrero de la paz emerja en cada uno, para que el soldado orante esté firme en estos tiempos de tribulación; y siempre, siempre la oración sea su alimento espiritual, a fin de que se establezca la Voluntad de Dios en este lugar y en el mundo, lo que el Corazón del Padre Eterno ha previsto que suceda, y que Él guarda con mucho regocijo en Su Corazón.

Que esta bendición del Sacramento de la Unción los haga partícipes del Sacramento de la Comunión, sabiendo que, a pesar del desierto de estos tiempos, en la Comunión con Mi Hijo encontrarán la Fuente que les quitará la sed, nunca se olviden de esto. En la Santa Comunión está la renovación del espíritu y de la consciencia. 

Nunca dejen de comulgar del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Refúgiense en el Sacramento de la Eucaristía y que, al comulgar del Cuerpo de Cristo, sientan tocar Su Cuerpo llagado y flagelado por el mundo, para que su fidelidad y su oración lo restauren.

Hoy, Mi Consciencia Divina emerge del Reino de Aurora, y su Madre Celeste recuerda atentamente todo lo que ha sucedido en estos últimos años y, principalmente, lo que ha sucedido en la vida de Mis hijos, que es lo más importante para Dios.

Por eso, los invito a recorrer este camino de traer a la memoria, de recordar cada Gracia y cada impulso espiritual que fue recibido y que, desde el año 2013, se completó con la llegada de Cristo.

Hoy, les dejo, en este templo interior, la Presencia Inmutable del Espíritu Santo, para que siempre que lo necesiten, en el silencio del corazón y de la consciencia, vengan aquí para encontrar fuerza y fortaleza, para que sus corazones siempre se vacíen y, a través de este Recinto de Amor, encuentren lo que necesiten internamente.

¡Adelante, Mis hijos de Aurora! 

La Madre de Dios está aquí para bendecirlos y renovarlos; para que sus vidas, en el nombre de Cristo, siempre sean vidas nuevas en el Señor, que sientan en el corazón el Fuego de Aurora, el Fuego que los impulsa a la entrega mayor.

Celebremos este momento en gratitud. Y, les pido que sigan orando fielmente por todas Mis causas, por todo lo que los Sagrados Corazones aún necesitan concretar en el mundo entero.

 

¡Oh, Llama Flameante del Propósito de Aurora!, 
guía los pasos de todos Mis hijos
hacia el encuentro con la Fuente Inmaterial del Corazón del Señor,
a fin de que todos se consagren a Su Divino Propósito
y las amarras del ayer sean disueltas
para que las almas alcancen la liberación.

¡Oh, Llama Flameante del Propósito de Aurora!,
enciende en el corazón humano la Sagrada Estrella de la Hermandad,
para que el sacrificio por Cristo sea vivido en júbilo y plenitud,
en la esperanza de concretar Su Retorno. 

Amén.

 

Mis amados, les agradezco por responder a este llamado. 

Entren en Mi Corazón, siempre y cuando lo necesiten, porque Mi Corazón Inmaculado los llevará a la paz.

Que la paz pueda estar en el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Antes de retomar el camino peregrino que nos llevará a Brasil, su Madre Celeste se detiene en los planos internos del Reino de Aurora para reposar, en el silencio y en la paz de todos los Reinos de la Naturaleza.

Así como lo hice el último sábado con Mis hijos de la Comunidad de la Hermandad; hoy, vengo a comunicarles que su Madre Celeste visitará la Comunidad Fraternidad, a través de una Aparición extraordinaria y reservada en la sala de oración del área de Redención 2.

Mañana, quisiera que Me esperen con sus cantos y oraciones y que Me ofrezcan un simple altar, en honor a la Santísima Virgen de Fátima para que, en esta etapa de reposo, su Madre Celestial no solo pueda bendecir el nuevo ciclo comunitario en Aurora, sino también desde Aurora, Yo pueda volver a bendecir a Uruguay y a Sudamérica.

Ese momento que compartirán Conmigo, después será transmitido a través de un audio, el mismo 25 de septiembre, para que Mis demás hijos acompañen, de corazón, las Palabras maternales que Yo dirigiré a Mis hijos de la Comunidad Fraternidad.

Cumpliendo este pedido, Yo le volveré a pedir a Uruguay la consagración a Mi Materno e Inmaculado Corazón, a fin de que este bendito país esté protegido y resguardado de las malas intenciones que hoy, infelizmente, también se promueven en otros países de América.

En Brasil, Mi Hijo retornará con todo el poder del Verbo Divino para advertir y aclarar las ideas y las mentes de las personas, para que Brasil siga sosteniendo internamente el destino de convertirse en el Nuevo Edén de Dios para el mundo entero.

Mis hijos, recemos; y les pido, una vez más, que se comprometan de corazón y de palabra con las diferentes Oraciones por la Paz en las Naciones. De la participación y de la presencia de cada Hijo de María dependerá que algunas tristes situaciones no se plasmen ni se concreten en la materia.

Desde ya, estoy agradecida por los que, hasta los días de hoy, sostienen las Oraciones por la Paz en las Naciones, respondiendo con fidelidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A los soldados y guerreros de la Misericordia de la Comunidad de la Hermandad

Mis amados hijos:

A pesar de la soledad, del abandono o de la duda que, en estos dos últimos años, pudieron sentir, hoy son colmados por Mi más profundo y cálido Amor Maternal.

Queridos hijos, todos los días recé por su persistencia y entusiasmo; a pesar de que vivieron, en carne propia, la dolorosa agonía de Mi Hijo, a través de la pandemia en esta perdida humanidad.

Pero ahora, miren, hijos, estoy aquí y Soy su Madre del Espíritu Santo; Soy la Guardiana de su caminar hacia Dios.

Hijos amados, hoy les puedo decir que sobrevivieron y que están prontos, a pesar de sus purificaciones, para seguir sobrellevando el fin de estos tiempos; un tiempo aún desconocido e impredecible para toda la humanidad.

Pero ustedes, a pesar de todo, supieron ser guerreros de la Misericordia; y lo más importante, Mis amados hijos, aprendieron a colocar el Plan de Mi Hijo en primer lugar, a pesar del momento incierto y oscuro que vivió la humanidad.

Mi Hijo, como un Buen Pastor, estuvo allí presente en cada acierto como en cada prueba. El poderoso Amor de Cristo los sostuvo a cada uno y así, ustedes, más allá de todo, aprendieron a sostener este Sagrado Centro Mariano.

Por eso, hoy estoy aquí para agradecerles, para entregarles Mi Gratitud y Amor Consolador.

Hijos, cada esfuerzo sincero, que fue vivido por ustedes, es valorado y reconocido por el Padre Eterno, y es guardado en lo más íntimo de Su Corazón Silencioso.

Por eso, en este día, siéntanse renovados, siéntanse fortalecidos por su Bendita y Humilde Madre Celeste.

Todos los que, en estos dos últimos años, pasaron y compartieron en esta querida Comunidad, le dejaron al Sagrado Corazón de Mi Hijo una marca de amor y de sacrificio.

Ahora, levántense y sigan caminando.

Soy la Madre del Calvario, la Madre que llega hasta cada uno para escuchar de cada Cristo Interno: “Madre, Yo renuevo todas las cosas”.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras su Madre Celeste está aquí, en este día especial e importante para Mí, también su Madre Celeste está con el Santo Padre en Kazajistán; para que el mundo comprenda, de una vez y para siempre, que la religión no es causa de división o de discordia, las religiones son un puente para que lleguen al Corazón de Dios. Por eso, Mi Corazón se entristece mucho cuando en las religiones hay discordias, división o separación.

En este tiempo crucial del planeta, la religión está siendo usada como arma de guerra para confundir a los corazones, para separar a las almas de la Fe de Dios. 

Pero, Yo vengo en este día, hijos Míos, para religar el Cielo y la Tierra, para religar el propósito que tiene la nación argentina con la Fuente Superior del Amor, y esto es posible por la respuesta de los que están presentes en este día. 

Sé que sus consciencias no pueden medir lo que esto significa para el Padre; pero sí les aseguro, hijos Míos, que algo muy importante está aconteciendo en este momento, cuando las religiones del mundo se unen para dialogar por la paz, para que los pueblos del mundo entero sean protegidos por las religiones y, finalmente, Mi Amado Hijo pueda ver con Sus propios Ojos manifestarse el ecumenismo que tanto espera. 

La llave principal de las religiones es el Amor de Dios. Por eso, las almas deben buscar ese Amor incesante a través de las religiones. Les pido, hijos Míos, que no se identifiquen con lo que es superficial, porque aun en las religiones hay errores y hay pecados. 

Pero ustedes, hijos Míos, que ya me acompañan hace tanto tiempo, que responden a Mi llamado cada vez que los llamo, deben colocar su consciencia y, sobre todo, su mente en otro plano de comprensión y de unión, porque allí Mi enemigo no los interceptará y no los buscará, tampoco los asediará.

Ayuden, a través de su oración, a todas las religiones del mundo, porque siguen siendo usadas como armas de guerra y Mi Hijo cuando retorne necesitará que las religiones vivan también una síntesis y un juicio. 

Porque lo que Él enseñó, hace tanto tiempo, es para todos; y la forma de comprender Su Mensaje, que la humanidad ha encontrado en esta superficie, es a través de la religión. Pero abran su consciencia, no se queden en lo que es teórico, no se queden solo en lo que es el dogma.

Yo les pido, una y otra vez, que sus miradas y, sobre todo, sus corazones se vuelvan hacia Dios; que busquen la Fuente de Su Amor, de un Amor Inagotable, de un Amor Eterno que a través de Mi Corazón los quiere colmar, los quiere bendecir y los quiere unir como uno solo.

Hoy, llego a este lugar con mucha alegría, sintiendo júbilo en Mi Corazón por poder estar en el corazón de Argentina y, a través de este corazón, poder irradiar a toda la nación y al mundo entero lo que el país y los demás pueblos del mundo necesitan en este momento.

Por eso, una vez más les agradezco por seguir Mis Pasos, por acompañarme en este momento y en esta hora, porque esto es muy significativo para Nuestro Señor, el Cristo.

Esto permite, hijos Míos, que su Madre pueda derramar más Gracias en el mundo; que las almas que están confundidas y perdidas, en este momento, puedan retornar a la Casa del Padre. Por esa razón, estoy aquí. 

Dios contempla la sincera respuesta de cada corazón presente. Como Madre, sé lo que ha significado para ustedes estar hoy aquí de forma inmediata, y eso es muy valorado por Mi Amado Hijo. Mi Hijo también valora que nuevas almas se postulen a la consagración como Hijos de María.

Todo es valorado por Mi Amado Hijo, cada gesto verdadero de amor que permite al mundo recibir la expiación que tanto necesita en este tiempo.

Yo les pido, hijos Míos, que no se olviden de rezar por las religiones; ya que la unión y el ecumenismo se deben dar, y esto es responsabilidad de cada uno de ustedes para que el mundo no se precipite más hacia el abismo, para que las almas ya no sean arrastradas hacia la perdición y hagan alianzas con las modernidades.

El Único Dios, el Todopoderoso, los reúne en este momento, los reúne por un Propósito Mayor que hoy desconocen, un Propósito que hoy se puede comenzar a escribir en el Corazón del Padre y en el corazón de Sus Hijos.

De esta forma, les hablo de una nueva historia que comenzó a escribirse en Buenos Aires, una historia, trazada por la unión de los corazones con el Corazón de la Jerarquía, que hoy se sigue escribiendo a través de este momento y de este lugar.

De esa forma, lo que está oculto a los ojos de todos se revela, lo que está presente en el plano inmaterial se muestra y todas las sierras que rodean a esta región son testigos de esto, aunque este lugar aún deba purificarse. Porque recuerden lo que una vez les dijo Mi Hijo, que para que Él haga nuevas las cosas necesita que las consciencias estén renovadas, y que no estén en resistencia o bajo el propio poder. 

De una vez y para siempre, las almas deben liberarse de sí mismas, deben aprender a caminar en Cristo y por Cristo; para que Él, ante Dios, cumpla Su Palabra y, sobre todo, cumpla Su Profecía de retornar al mundo en el momento más culminante de la humanidad; en el que todos lo podrán ver, escuchar, sentir y reconocer como el Maestro entre los maestros, como el Rey del Universo.

Por eso, Él envía a Su Mensajera. Él envía a la Madre de las Montañas, a la Pachamama, para que el mundo no se olvide también del grito del planeta, del llanto de los Reinos de la Naturaleza. Ellos necesitan la ayuda de todos.

Reconstruyan la superficie de este planeta con acciones de caridad. 

Abran las puertas de la Misericordia de Dios y permitan que todo pueda ser curado; porque el mundo entero lo necesita, antes de que llegue el gran final.

Recen para que Córdoba se pueda reconsagrar a Mi Inmaculado Corazón, porque si esa consagración se da fielmente, esto repercutirá en toda la Argentina y aquellas situaciones que quieren hacer sucumbir al país no se concretarán, porque la oración de los fieles orantes impedirá que la impunidad siga actuando en este mundo y en este país. 

Que todo pueda ser equilibrado, así como esta nación lo merece y lo necesita.

Como les dije, en Buenos Aires, coloquen su confianza en Dios. Recuerden no permanecer en lo que es superficial. En cada momento y en cada nuevo día, coloquen su consciencia en lo Alto, porque allí está la solución y la respuesta que tanto buscan.

Yo estoy aquí también para rezar por esa causa, y cada vez que se consagra un nuevo Hijo de María, Mi oración y la oración de Mis hijos es escuchada, impidiendo que, en el mundo y en la Argentina, sucedan situaciones inesperadas y dolorosas. 

La Mirada de Dios está sobre este país, deben tenerlo muy presente. 

Más allá de la impunidad o de la injusticia, más allá de la mentira o de la falsedad, más allá del mensaje vacío o de la ilusión, más allá de todo lo que sucede en la superficie de Argentina, el corazón espiritual de esta nación no perderá los tesoros que tiene. 

Por eso, Yo los invito a unirse a esto, para que reverberen, a través de los tiempos, los tesoros espirituales de Dios presentes en este país. De ustedes, hijos Míos, dependerá que no suceda nada más, esa es la verdad.

Como un testimonio de que es posible vivir los cambios, llamaré ahora a aquellos que se consagrarán como Mis Hijos, en este día. 

Los invito a aproximarse a este altar para que puedan vivir este momento de consagración y de bendición, y para que también sus vidas y, sobre todo, sus corazones sean un testimonio vivo para Dios de que es posible la redención. 

Dispónganse en este momento, todos dispónganse a recibir Mi bendición, la bendición de su Madre Celeste. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y vamos a escuchar, ahora, el instrumental de los Hijos de María, preparando este momento de consagración y de unión con la Santísima Virgen.

 

Quiero decir a estos, Mis amados hijos, aquí presentes, que esperé este momento para poder consagrarlos ante Dios, que conozco profundamente sus traumas y tristezas, que He caminado a su lado en los momentos oscuros y de desolación; porque no se olviden de que Yo Soy la Madre Dolorosa de la Cruz, aquella que, a los Pies de Mi Hijo, en lo alto del Monte Calvario, asumió con amor y responsabilidad a cada uno de ustedes, a sus esencias. Por eso, sé todo lo que les ha sucedido hasta este momento.

Renueven su fe y su confianza en Dios a través de Mi Corazón Inmaculado; porque, a partir de ahora, podrán caminar libres de ustedes mismos y sus heridas más profundas se cerrarán y curarán, porque Mi Gracia tocará sus corazones en este momento.

Ustedes y sus hermanos son Mis hijos y los amo, Yo Soy su Madre y siempre estoy aquí para ayudarlos; porque una buena madre nunca se olvida de sus hijos, aunque su Madre Celeste sea una Madre Peregrina.

Por eso, abran sus corazones en este momento de consagración y de unión Conmigo; y que no solo sus vidas, sino también sus familias puedan ser consagrada; y aquello que ha quedado separado, aquella herida que quedó abierta, aquella enfermedad que fue transitada o aun aquella incomprensión que quedó en sus memorias, todo pueda ser disuelto en este momento para que puedan sentir Mi abrazo maternal.

Hijos, hoy los consagro, no solo como Hijos de María, sino también los consagro como un nuevo Rosario de Luz que tendrá la misión y el deber de orar por Argentina para que, a través de sus corazones y del corazón de Córdoba, el Gobierno Espiritual que este país necesita se manifieste, se cumplan las Leyes y se respeten los Mandamientos. 

¡Alégrense, hijos Míos! Son Mis Hijos, los Hijos de María. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cantemos.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Que el Espíritu Santo los guíe y los colme siempre.

 

Canción: “Himno de los Hijos de María”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Entonces, ahora, para terminar este trabajo, les vamos a explicar cómo fue este momento de Aparición, porque fue muy especial y me hizo recordar cuando estuvimos en una peregrinación por aquí, en Córdoba, hace algunos años.

Y para que ustedes vean como la Jerarquía tiene presente todos los momentos; hoy, Nuestra Señora, como María, la Reina de la Paz, llegó aquí, retomando el momento de aquella Aparición, hace un tiempo, y trayendo ahora ese sentimiento de gratitud. 

Cuando Ella venía del Cielo, descendiendo en dirección hacia Córdoba, al pasar María por cada área de esta parte de Argentina, cerraba muchas puertas inciertas y muchas energías intrusas eran liberadas.

Ella les traía, a los presentes y a los que no están aquí, un principio de consolación maternal nunca antes visto, que Ella transmitía a través de Su Corazón Inmaculado por medio de Su Amor.

Cuando consagró a los Hijos de María, fue realmente muy especial para mí, porque cuando María le hablaba con dulzura a cada uno de los hermanos que hoy se consagraron, Ella no solo los volvía a levantar por medio de la Fe y de la Fortaleza que vive Nuestra Señora, como Consciencia Divina, sino que también Ella mostraba como había estado con cada uno de ellos a través de sus vidas; e imaginemos, por un momento, cuántos somos en este planeta.

María, una vez más, nos demuestra y nos confirma que no se olvida de ninguno de Sus hijos, porque en ese momento de consagración, Ella vio la historia de cada uno de estos hermanos. Como Madre de Dios, estaba delante de sus errores y aciertos; como Ella dijo, de las tristezas, de las angustias o de la oscuridad.

La sola Presencia de María, como Reina de la Paz, disolvía todo eso delante de Sus hijos, de los que hoy se consagraron. Y en ese momento, a María, no le importaba el error; hoy, lo que más le importaba a Nuestra Señora era que, en la consagración de estos hermanos, ellos pudieran recordar que son Hijos de Dios, y que nada ni nadie les puede quitar esa Gracia.

María Me dijo que ser Hijo de Dios es algo que no podemos abarcar con nuestra mente, con nuestra consciencia. Ser Hijo de Dios, dijo María, es un estado de Gracia que nosotros recibimos en nuestro nacimiento y, aún más, cuando fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre. Por eso, Ella es la Madre Universal. Ella es el Vientre que genera y crea nuevas cosas.

Hoy, estos hermanos vivieron un momento no solo de consagración, sino de filiación con el Padre y, a través de la Presencia del Espíritu Santo por medio de María, Ella les dio una sagrada tarea.

En ese momento, pudimos comprender y, sobre todo, sentir que parecía que conocíamos a cada uno de ellos desde hace mucho tiempo. Eso sucede porque nuestras almas se unen a los Pies de María y, entonces recordamos el lugar que tiene para cada uno de nosotros en Su Corazón. Ella nos dijo que tenemos que tener muy presente esto, que nadie se olvide del lugar que tiene en el Corazón de María.

Y, para terminar, quería decir que Nuestra Señora ayudó a esta parte de Argentina, el norte de Argentina; sobre todo, Ella se presentó en los planos internos para ayudar a los hermanos que están en Jujuy, en Corrientes, en aquellos lugares de Argentina donde hay hermanos tan simples, tan humildes, que nadie sabe quiénes son. Hoy, María también llevó Su Amor a esos lugares y a esas consciencias. 

Hoy, María estaba muy agradecida por estar aquí, no sé por qué. 

A Ella le gusta Córdoba porque es el corazón de la Argentina.

Les agradecemos por presencia de todos ustedes. 

 

Hermana Lucía de Jesús:

María pidió que los Hijos de María hagan un grupo Rosario de Luz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¿Los que hoy se consagraron, no? Y cada uno de ellos también podría formar un Rosario de Luz. Pero primero tenemos que cumplir las metas que son posibles.

Este grupo, que se consagró, es un nuevo Rosario de Luz. Después, al final de este trabajo, los sacerdotes van a explicarles de qué se trata, para que puedan responder al llamado de María. Y después que ustedes pasen por la experiencia de ese grupo Rosario de Luz, cada uno se puede animar a formar otro grupo de Rosario de Luz.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Si usted que está en su casa también quiere orar por Argentina y hacer un grupo Rosario de Luz, puede ingresar en la página de los Mensajeros Divinos y allí tendrá las informaciones para que juntos podamos seguir iluminando a este mundo a través de la oración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a terminar este encuentro cantando una canción que María nos pidió, porque Ella sabe que cada uno de sus corazones se siente muy identificado.

 

Canción: “Mirarte a Ti”.


¡Gracias a todos!

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES HASTA CORDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Mientras en el mundo los elementos de la naturaleza demuestran la trágica realidad del fin de los tiempos, la Divinidad interviene en todas las situaciones posibles para que la Ley de la Justicia Divina no se concrete en el espacio material de este planeta.

Por eso, en emergencia y prontitud, la Jerarquía trabaja sin demora para intentar aliviar las diferentes realidades que, movidas por la actuación de silenciosas puertas inciertas, se unen al desequilibrado plano mental planetario, agravando el estado de la consciencia del planeta.

En este sentido, queridos hijos, la oración, en este momento, debe ser la prioridad de todos, porque mientras no estén bajo el espíritu de la oración, muchas más consciencias serán arrastradas por esas puertas inciertas hasta que las almas se pierdan completamente.

Es realmente necesario y urgente que Mis hijos puedan reconocer y percibir cómo está la situación del mundo para que, decididos y como apóstoles maduros, caminen por el mundo junto a la Jerarquía Espiritual para detener lo que, en este momento, se está convirtiendo en irreversible.

Estén atentos y no se distraigan, cada minuto de sus vidas deberán ofrecerlo en un estado de perpetua oración y elevación, para que también los legionarios de Cristo estén invisibles pero activos a través del servicio por la redención y la cura de esta humanidad.

Por ese motivo, no se sorprendan cuando la Jerarquía cambie el destino de su peregrinación. Cuando esto suceda, como lo fue hace pocos días, deberán darse cuanta por ustedes mismos que hay algo que no está bien en la región o en el país por donde la Jerarquía peregrina junto a ustedes.

Siempre, hijos Míos, de alguna forma, la Divinidad decidida y atenta hará todo lo posible, y lo que esté al alcance de cada realidad, para cumplir y concretar la asistencia espiritual e interna que cada espacio del planeta necesita.

Con este preámbulo, ahora nos prepararemos para la siguiente etapa, que es la más importante, ya que los Tres Sagrados Corazones intervendrán, una vez más, por Argentina y Sudamérica.

Desde ahora, les agradezco la estricta obediencia de todos, en este momento tan definitivo para el próximo destino de la nación argentina.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

 

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Al mundo le ha llegado el momento de vivir su verdadero Gobierno Espiritual. Esa es la razón por la cual las estructuras más resistentes, los sistemas más corruptos, las monarquías más antiguas caerán de la noche a la mañana. Porque Cristo prepara Su Retorno y esto es por un solo fin: que surja la Nueva Humanidad libre de la mentira, libre de la impunidad, libre de todo lo que esclaviza a la humanidad entera hasta los tiempos de hoy.

Por eso, las cadenas se romperán, sentirán cómo los grilletes se romperán lentamente, aquellas corrientes que disocian al mundo serán expurgadas por la Presencia de Mi Hijo y todo, absolutamente todo, quedará en evidencia.

Pero les digo, como su Madre, que no deben tener miedo cuando llegue ese momento, que es ahora. Vean este momento como el momento de su liberación de una cadena ininterrumpida de errores que nadie ha conseguido liberar o disolver.

Por eso, aspiren y alégrense, porque el fin de su cautiverio está cerca. Mi Hijo lo prometió y lo cumplirá.

Por eso, deberán seguir elevándose a través de la oración del corazón; porque todos necesitan tener dentro de sí la Llama del Sagrado Propósito; y muchos más que ustedes necesitan reencontrar su propósito original y no las tendencias o los objetivos que vende el mundo, día tras día, creando dioses e idolatrías que confunden espiritualmente a las almas sobre cuál es el verdadero camino.

Cuando crean que ustedes tienen a Dios dentro de sí y que deben mirar hacia adentro de su mundo interior para descubrir la riqueza del universo que Dios colocó en cada uno de ustedes; les puedo decir, Mis queridos hijos, que sabrán liberarse de sus propias amarras y penas, que ya no seguirán demorando tanto tiempo para dar los pasos en la elevación de la consciencia, en la búsqueda incesante del Sagrado Propósito que los trajo aquí, a este mundo y en este universo local.

Pasar por la Tierra no es por acaso, pasar por este planeta no es una casualidad, porque eso no existe. El vientre de la Tierra se ha ofrecido para redimirlos, para que en ustedes se gestaran los principios que una vez perdieron en el universo, para que la raza finalmente pueda ser Confederada y, esto, aunque parezca imposible en este momento no lo es; porque Mi Hijo lleva adelante Sus más silenciosas estrategias. Él teje, a través del Manto de la Madre del Mundo, la gran red de los grupos de almas que se unen y se sintonizan con Nuestro Propósito Universal.

Por eso, ha llegado la hora de la redención y de la reconciliación. Ha llegado el tiempo de que los velos de sus consciencias puedan caer para siempre, y no solo ustedes, sino también sus hermanos del mundo sepan la Verdad.

Porque la Verdad, que alguna vez pudieron conocer, fue ultrajada por el mundo, por aquellos sistemas que hoy rigen a la Tierra, que les hacen creer a las consciencias que la vida es solo material. Su misión y su propósito está en lo inmaterial, en aquello que no pueden tocar con sus propias manos o ver con sus propios ojos.

La Llama del Divino Propósito está latente en el Universo Sideral; y a través de Mi Manto Sagrado, el Manto de la Madre del Mundo, vengo a traerles el Universo, vengo a revelarles sus orígenes para que recuerden, a través de sus esencias, la Divina Voluntad que los trajo aquí.

Por eso, hijos Míos, no sigan creyendo que solo son seres materiales y mortales, son sus espíritus que continuarán la trayectoria cósmica en el universo.

El espíritu de cada uno es esa sagrada águila que debe retornar a la trayectoria del fuego para unirse y fundirse en la Esencia del Padre, y no solo formar parte de los 144 000, sino que sus vidas sean el resultado de una experiencia de redención y de un amor único, que los propios Señores de la Ley puedan presenciar como una victoria del Amor de Cristo en el mundo.

Así, Yo vengo aquí a elevar sus consciencias hacia lo que es verdadero e inmaterial, para que puedan salir de esta superficie caótica y confusa que solo les ofrece sufrimiento y dolor. Pero, deben ser disciplinados, Mis hijos, nadie los llevará a elevar la consciencia, porque solo lo deberán alcanzar por ustedes mismos. 

Aquí están Nuestros Brazos y Nuestras Manos en ofrenda, para que a través de Nuestra ayuda se puedan elevar y elevar; porque si el mundo no se eleva a través de las consciencias que están despiertas y de las consciencias que algún día despertarán, ¿cómo el mundo terminará de vivir el sufrimiento?, ¿cómo las puertas inciertas, que rigen a la humanidad, se cerrarán y los vínculos que muchos tienen con el mal desaparecerán completamente?

Solo les pido que nunca dejen de hacer el esfuerzo correcto, porque el tiempo de la Justicia Divina está llegando y ya se está cumpliendo. No pueden estar sumergidos en lo que es superficial y mundano.

Así como hicieron muchos Hijos de María, reconsagren sus consciencias al Propósito Original que los trajo aquí, a la Tierra; y les aseguro que, en ese acto sincero de consagración y de simplicidad, retornarán al origen que perdieron. Porque más allá de ese origen, existe su familia sideral, aquella que aguarda, hace tanto tiempo, los resultados de su experiencia de amor y de redención en este mundo.

¿Quién será capaz de verter en los Estanques del Universo su experiencia de amor y de redención?

¿Quién se animará a recrear esta Creación que está herida, a través de todo lo que sucede en este planeta y en su humanidad?

El Libro de Dios está abierto, esperando poder escribir la historia de su definición y entrega.

¿Ustedes, hijos Míos, serán esa luz, esa redención, ese amor maduro con el cual Dios podrá escribir la nueva historia del universo? 

Porque sé que, en este mundo, muchos creen que la Muerte de Mi Hijo fue un fracaso. Pero Él Me envía, como Su Corredentora y como la Madre de la Humanidad, para hacerles comprender a Mis hijos, a través del amor y de la verdad, que recuerden la riqueza del universo interior en cada ser; porque el mundo, las almas, en este tiempo ya no miran dentro de sí mismas, por todo lo que las atrae del mundo exterior. Allí está la causa de sus dificultades, pruebas, sufrimientos y traumas en todos los planos de consciencia.

La decisión está en sus manos, la Jerarquía no empujará a nadie para que haga lo que tiene que hacer, porque no sería la Jerarquía. En sus manos está el poder del verbo creador, a través del Santísimo Rosario, para que no solo sus vidas sean siempre renovadas en los Atributos del Padre, sino que aprendan a vivir una escuela de oración incansable e inmutable, una oración que no es mecánica ni tampoco superficial, sino una oración que trae la solución que el mundo necesita en estos tiempos.

Porque en verdad les digo, Mis queridos hijos, si hoy todos Me están escuchando atentamente, en este momento, es porque su responsabilidad es orar por los que no oran, su responsabilidad es orar por amor, así como Yo oro por amor y por cada uno de ustedes.

Es así, que no solo estarán en las primeras filas del Retorno de Cristo, sino que, a través del universo de la oración, que pueden descubrir dentro de ustedes, atraerán hacia este mundo las Sagradas Geometrías de los Arcángeles, para que el propósito de este planeta se restablezca y se reconstruya como fue en el principio.

La caída de Adán y Eva fue restaurada por el sacrificio y la entrega de Mi Hijo, y el precio de Su Sangre derramada ha servido para sostener, hasta ese momento, el espíritu de la paz universal en este mundo.

Pero ahora la ambición, el poder y la impunidad de algunos corazones, no solo han abierto puertas inciertas que nunca debieron abrirse en este mundo; sino que el mal insaciable, en esos corazones perdidos, atrajo los conflictos y las guerras al mundo, y la matanza desmedida de animales, por la que, aun escuchando el grito de esos seres en los mataderos, nadie hace nada.

¿Quién será capaz de reconstruir el Proyecto de la Creación en esta humanidad?

Por esa razón, Mi Hijo los invita a cargar con la cruz, de forma madura y consciente. Los invita a ser hermanos en la unidad y en la hermandad, libres de los juicios de valor, de las condenas de unos a otros, de las divisiones o aun de los protagonismos y competencias. 

Hoy, quiero decirles a pedido de Cristo, Mi Hijo, que si quieren estar en Nuestros Corazones ya no pueden vivir esas energías.

La purificación no terminó. Pero se pueden purificar en armonía y en paz a través de la oración consciente, de tener coraje todos los días para colocar al otro primero y ser precursores de la fraternidad que hoy no vive el mundo.

De esta forma, la Jerarquía Espiritual, después del último 8 de agosto, les presenta estas necesidades del Plan Universal que podrían parecer insignificantes, pero que son altamente importantes; porque permitirán que las Leyes puedan revertir las situaciones que hoy parecen irreversibles y endémicas.

El mundo cambiará cuando ustedes cambien, cuando se animen a dar los pasos en la consagración interior y en el servicio, cuando dejen de creer que con tan pocos se podrá cargar esta pesada cruz del mundo.

Repartan y compartan el canal de la transmutación, y anímense a aliviar el Corazón agonizante de la Jerarquía para que las puertas de la Gracia no se cierren; porque Mi deseo ardiente y continuo es poder volver al mundo, una y otra vez, para estar cerca de Mis hijos, porque sé que si no estoy presente Mis hijos se perderán. Es algo que Mi Hijo Me hizo prometer a los pies de la Cruz.

Sean como aquellos apóstoles de la época de Mi Hijo. 

Sean como aquellas mujeres que seguían a Jesús, de un lado a otro, y que estaban imbuidas de Su Amor Redentor y Consolador, un Amor que las saciaba por dentro y por fuera, que las renovaba y las comprometía en fidelidad. 

Sean como aquellos pescadores que fueron llamados a lanzar redes para salvar a las almas. 

Sean como el pueblo de Israel que se sorprendía al escuchar la Palabra de Mi Hijo, la llegada de la Buena Nueva.

El Plan espera por todos aquellos que una vez se postularon en el universo y que se comprometieron a trascenderse a sí mismos todos los días. Es así que permitirán, hijos Míos, que el verdadero Gobierno Espiritual llegue al mundo y que muchos puedan ser liberados de la esclavitud espiritual; porque cuando Mi Hijo llegue, vendrá como el Redentor del Universo, extendiendo Sus Brazos y Sus Manos, para unir a las almas a través de la poderosa Cruz del Redentor del mundo.

Por eso hoy, ser un Hijo de María no es pasajero; ser un Hijo de María significa trabajar todos los días en su consagración interior a través de las llaves de la disciplina, de la oración y del servicio, que los podrán colocar en un lugar protegido, aunque en el fin de estos tiempos, ustedes, Mis hijos, puedan ver las barbaridades de este mundo a su izquierda y a su derecha.

Verán acontecer en esta humanidad situaciones inaceptables e increíbles; pero que sus corazones no se sorprendan, que sus corazones siempre estén permeados por la oración, porque a pesar de donde se encuentren o aun hacia donde vayan, si están en oración Conmigo en el fin de los tiempos, en el día del gran Juicio Final, Yo les aseguro que serán guiados y conducidos hacia el lugar más protegido y así, sus familias y seres queridos también serán guiados.

Por eso, aún queda un poco de tiempo para la preparación, pero no queda mucho tiempo como antes, porque los acontecimientos se precipitan minuto a minuto. Mientras su Madre está aquí, hablando con ustedes, piensen por un momento qué está sucediendo en el resto del mundo, cuánta sangre inocente está siendo sacrificada por la guerra, cuántos niños mueren de hambre, cuántas almas padecen en soledad en los hospitales del mundo sin recibir una mínima gota de amor, o aun cuánto sufren sus propios familiares. 

Por eso, persistan porque a cada día que pasa Mi Hijo está más cerca. Y así como Él los perdonó en lo alto de la Cruz, porque muchos no sabían lo que estaban haciendo, Él vendrá como el Redentor y Señor del Universo a liberarlos de las últimas cadenas de la opresión y de la perdición.  

Cuando vivan un momento difícil, invoquen el Poder de la Sangre de Jesús.

Ahora, no solo consagraré a los nuevos Hijos de María, que se pueden aproximar aquí, a los pies de este escenario; sino que ofreceré, a través de Mi mediación, la reconsagración de todos los que quieran hacerlo, y así renovarán sus votos con el Padre. 

Esta reconsagración y esta primera consagración de nuevos Hijos de María las realizaremos a través de la Poderosa Sangre de Jesús, para que los Códigos del Arca de la Santa Alianza y los méritos alcanzados por la entrega y la muerte de Jesús reconstruyan el Propósito de las esencias del mundo, de todos aquellos que aspiran a estar más cerca de Dios, de sentirse amados, comprendidos y aceptados.

En esta consagración, cantemos a la Poderosa Sangre de Jesús y dejemos que la Sangre de Jesús, a través de las Manos de la Madre Celeste, bañe, purifique y consagre a las almas y así, eleve un poco más a las consciencias hacia el Propósito Divino.

Abrámonos a la revelación de este misterio de la Sangre de Jesús. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a pedir aquí, que Madre y Hermana Lucía vengan, y también los hermanos del Consejo para acompañar este momento. 

Vamos a permitir que Nuestra Señora nos entregue, en este momento, los Códigos de la Sangre de Jesús; y así, Argentina sea bañada por los Códigos de la Sangre de Jesús, para que todas las almas que los necesiten los reciban. Recibamos esta Gracia con gratitud. 

 

Canción: “El Poder de la Sangre”.

 

Que el Poder de la Sangre de Jesús los proteja y los conduzca hacia Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado. 

Feliz de estar aquí, con Mis hijos. 

¡Hasta pronto! 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a sentarnos y, para terminar, volver a cantar esta canción de la Sangre de Jesús para cerrar este encuentro. 

 

Canción: “El Poder de la Sangre”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, la Madre Divina vino hacia nosotros como Madre Cósmica, como aquella Madre que envuelve con Su Manto al planeta. 

Es así como Ella apareció hoy y, a medida que Ella nos fue hablando, nos fue elevando a cada uno de nosotros, y aquello que nos ata a esta vida material, a esta inercia, a esta ilusión se fue disolviendo, porque era Su Palabra la que nos elevaba para estar delante del Padre, del Propósito Divino. 

Ella nos colocó esencialmente a cada uno de nosotros ante ese Propósito, para que pudiéramos contemplarlo, para que pudiéramos recordarlo y para que ese Propósito, que estaba impregnado del más alto grado de Amor de todas las Jerarquías de este Universo y también de todos los Arcángeles que crearon lo que existe en el Universo Espiritual, Mental y Material, pudiera entrar en nosotros como Códigos de Luz. Y esto fue culminando a través de la consagración que vivimos y para muchos, del momento de reconsagrarnos como Hijos de María. Ese momento fue culminando a través del descenso de los Códigos de la Poderosa Sangre de Jesús.

En un momento, la Madre del Mundo tenía sangre en las palmas de Sus Manos. Le pregunté: “Madre, ¿por qué tienes sangre en Tus Manos?”. Entonces, Ella miró hacia un lado y la imagen, la escena, cambió y apareció María tocando los Pies de Jesús en la Cruz. Y cuando Ella hizo ese ejercicio, profundamente espiritual, mientras cantábamos esta canción, los ángeles tenían Cálices en sus manos, con los que esparcían la Sangre de Jesús como los sacerdotes esparcen el agua bendita. Y, en ese momento, todo error o falta que cometimos en esta o en otra vida fue perdonado.

Sabemos que no comprendemos lo que esto significa, porque como dijo María, tenemos que intentar abrirnos para comprender el misterio de la Sangre de Jesús, porque Ella dijo que lo que vivió Su Hijo no solo fue un acontecimiento, un evento en la humanidad, fue un hecho que irradia al planeta a nivel cósmico hasta los días de hoy.

Cuando nuestro ser, por ejemplo, a través de la oración, piensa e invoca el Poder de la Sangre de Jesús, nuestra consciencia y la consciencia del planeta se liberan de las fuerzas del mal. Por eso, Ella nos dijo que en los momentos difíciles recordemos la Sangre de Jesús. 

Nosotros recibimos, en el año 2013, un ejercicio espiritual que creo que todos conocen, que es la Trilogía Espiritual de Oración, Devoción y Contemplación. Es el momento de que nosotros retomemos ese ejercicio y vivamos la experiencia, porque uno vive una experiencia muy contundente con esa oración.

Lo que hoy hizo la Jerarquía también ayudó muchísimo, muchísimo a la Argentina. 

Lo último que nos dijo la Madre Divina fue que nosotros debemos aprender, a partir de hoy, a no quedarnos en lo superficial, porque nos vamos a perder fácilmente. Si nos quedamos en lo superficial, dijo Ella, nosotros vamos a ingresar por aquellas puertas inciertas que están abiertas y que nos hacen perder, día a día.

Argentina necesita elevarse a través de las almas orantes, dijo María, porque la solución no está aquí, la solución que necesita Argentina está en lo Alto. Nosotros como Sus hijos, dijo la Madre Divina, tenemos que ir a buscar la solución allá arriba, porque allá está la verdadera solución. 

No pensaba que iba a decir esto, pero lo estoy diciendo porque la Jerarquía lo pidió. Y es importante, como siempre dicen los instructores, que podamos repasar todo lo que dijo la Jerarquía, porque si no, nos vamos a olvidar. Y hoy de aquí no podemos salir iguales. 

Fue eso, gracias.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das! 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Muchas gracias a todos y que estén en la Paz de Dios.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos de Argentina:

Heme aquí, Soy su Madre Celestial, la Madre de Luján, la Virgen Santa del Rosario de San Nicolás.

Vengan a Mí, Mis amados y heridos hijos de Argentina. Yo estoy aquí y He regresado para consolarlos, para decirles que, como su Madre, He acompañado cada momento de sus vidas, como también cada situación del país.

Hijos, tómense de Mi Mano, los quiero llevar a Jesús, en este nuevo encuentro con Su Insondable Corazón Misericordioso.

Hijos, ábranme sus brazos. Quiero tomarlos fuerte, quiero que puedan volver a sentir el calor maternal de Mi Corazón.

Mis hijos, ya no se indignen. Que el aborrecimiento se convierta en esperanza, que la injusticia que sus ojos puedan ver se convierta en compasión.

Mis hijos, no hay otra salida que volverse hacia Dios y confiar, porque en esta herida y maltratada superficie del planeta no encontrarán perfección ni transparencia.

Queridos hijos, no se permitan sucumbir, eleven sus voces hacia Mi Amado Hijo para que Él, lleno de Misericordia, los guíe y los conduzca hacia el Reino de Su Paz y Quietud.

He venido a recordarles que los amo.

He venido a pedirles que recen de verdad, porque su pueblo necesita muchas oraciones, ya que el discernimiento y la transparencia han desaparecido.

Estoy aquí para apoyarlos en este decisivo y tenso momento de su nación, que necesita, a través de la fe y de la confianza en el Padre, poder recuperar los principios originales de su propósito.

No se olviden, Mis hijos, de todas las Sagradas Reliquias que guarda la Argentina en lo más profundo del interior del planeta.

Vuélvanse hacia lo que es verdadero y esencial, y aquí retornará la paz.

Como Madre de la Misericordia, les doy Mi Paz, que es la eterna e inmutable Paz de Cristo.

Les agradezco a todos los que hicieron posible este nuevo y esperado reencuentro con Mi Amado Hijo. Él también les agradece.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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