MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN REDWOOD, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Serie: Los árboles secuoyas - parte I

Los árboles son la vida del planeta y ellos regeneran a todo ser viviente, tan solo con su presencia vegetal.

Los árboles secuoyas son la mayor manifestación del Poder y de la Voluntad de Dios. Ellos atraen hacia la Tierra la materialización de la Divina Voluntad. Ellos expresan la Voluntad en su crecimiento, expansión y belleza; por esa razón son tan grandes y altos, para que la consciencia humana recuerde que es así como debe alcanzar a Dios, para que pueda vivir Su Voluntad y no la propia y que el espíritu no pierda la ardiente aspiración de elevarse y de transformarse conforme el Plan lo necesita, para que todo en este Universo se vuelva a recrear.

Los grandes árboles son los guardianes de los portales cósmicos que ingresan a la Tierra a través de los planos internos, para tornarla cada vez más elevada y próxima a la realidad superior.

El árbol secuoya representa al Espíritu Sagrado de la inmortalidad del alma y de la evolución de la consciencia, bajo el principio de la rectitud del bien y del servicio.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE AUGSBURGO, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que Mis Palabras queden en sus corazones, para que las semillas de Luz, que hoy les entrego, en poco tiempo puedan brotar y algún día ser árboles fructíferos; los que, en más donación y entrega, estarán al servicio espiritual de Dios.

Por eso, hijos Míos, para conservar y proteger las semillas que les entrego solo deben mantener el ejercicio diario de la oración. Porque la oración será como una lluvia que caerá sobre esas semillas para que, en tierras fértiles, se puedan expresar y manifestar como sagrados atributos que permitirán, en unión al Padre Celestial, mantener sobre la superficie de la Tierra los Códigos de Luz que el mundo necesita urgentemente, para poder atravesar, en el amor, los tiempos de transición.

Cada gesto de amor para con el Padre Celestial permitirá que Su Reino Celestial también pueda estar más presente en la humanidad y, especialmente, en el interior de Sus hijos.

A pesar de los tiempos difíciles de pruebas, nunca dejen de orar de corazón, para que la oración siempre los conduzca a Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Serie – Manifestación de Aurora – Parte IV

En las tierras concedidas al Centro de Aurora en la superficie, en las áreas de Redención 1 y de Redención 2 deberá ampliarse el sistema de las plantaciones.

Primero se deberá generar, en los espacios que serán dedicados a ese fin, un proceso de preparación de la tierra a través de un plan de agroforestería, un método de recuperación y de concientización sobre el cuidado del suelo para que, dentro de un verdadero ecosistema, el agua encuentre un cauce y un camino para poder nutrir la tierra.

Ya es momento de que los miembros de la Comunidad-Luz y de los Monasterios; así como también los colaboradores, aprendan sobre el cuidado del suelo y la preparación de la tierra para un futuro cultivo.

En este sentido, trayendo nuevos conocimientos y aplicándolos para la concientización de la vida grupal, el rol de la Comunidad-Luz, en su misión y propósito de autosustentabilidad, se ampliará y se fortalecerá.

Las plantaciones naturales y orgánicas dentro de las Comunidades-Luz serán la base principal para la sobrevivencia durante el ciclo más agudo del planeta, ya que el 90% de la humanidad usufructúa y digiere alimentos vegetales tóxicos que en los tiempos actuales representan la causa del 80% de la insalubridad y de una baja calidad de vida.

En Aurora se necesitará organizar un espacio y una infraestructura para contar con un banco de semillas que pueda proveer el 95% de los alimentos vivos provenientes de las hortalizas y de los árboles fructíferos.

Para que esa aspiración de la Jerarquía sea una realidad deberá crearse, entre los residentes, los consagrados y los colaboradores, un grupo de sustentación y de trabajo para ir concretando, plazo a plazo, esa aspiración.

Es importante que todos los miembros de la Comunidad-Luz y de la vida consagrada de Aurora aprendan sobre el sistema agroforestal y de las plantaciones ya que en el fin de los tiempos será imprescindible que cualquier hermano sepa identificar las condiciones del suelo para poder sembrar y más tarde cosechar.

La alimentación orgánica y no transgénica es una misión de las Comunidades-Luz a fin de preservar no solo la calidad de vida, sino también el principio natural por el cual los alimentos fueron creados.

Cada región donde se encuentra una Comunidad-Luz deberá desarrollar el sistema de plantaciones y del cuidado de la tierra conforme a los factores ambientales y ecológicos.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Acto de Reverencia y de Amor a los Reinos de la Naturaleza

Quisiera ser como un pájaro
para solo alabar y cantarle a Dios.

Quisiera ser como el agua de los océanos
para solo espejar la Paz de Dios.

Quisiera ser como un árbol
que se eleva hasta lo alto para alcanzar el Reino de Dios.

Quisiera ser como una flor
que se abre cada mañana para mostrar su devoción por Dios.

Quisiera ser como una planta
que adorna los ambientes para dejarlos llenos de armonía y de luz.

Quisiera ser como un delfín
que entre las olas se supera para alcanzar a Dios.

Quisiera ser como un girasol
que se abre todos los días para recibir la luz del Sol.

Quisiera ser como un cristal
que guarda lo más bello que tiene
para expresar su amor por la Creación.

Quisiera ser como el viento
que sopla fuerte y constante para llegar con el amor
a todos los rincones de la Tierra.

Quisiera ser como el fuego
para iluminar los días de oscuridad.

Quisiera ser como la tierra
que se dona incansablemente para ser el vientre
que gesta una y otra vez a la Creación.

Solo quisiera que no se cortaran los árboles
para no dejar al planeta sin seres que se elevan hacia Dios.

Solo quisiera que no se cazaran las aves
para que la Tierra no quedara sin seres que alaban a Dios con plenitud.

Solo quisiera que no se transgrediera más la tierra con tóxicos y químicos
para que la humanidad no se quedara sin alimentos vivos.

Solo quisiera que ya no se contaminaran más los océanos
para que la vida marina no muriera pronto
y los mares ya no espejaran la paz.

Solo quisiera que el ser humano tomara consciencia
de que el planeta es nuestra casa y que de él dependemos para poder vivir.

Solo aspiro a que todos estemos en comunión con los Reinos
para que, por un instante, podamos sentir su constante sufrimiento
y así los aliviemos, sin transgredir más a la Creación.

 

 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Los árboles y la vida - Parte III

A pesar de que el potencial de los árboles esté vivo y ellos expresen puramente el amor a Dios a través de su belleza, de su armonía y de su elevación, la tarea de los árboles en este planeta aún no se cumplió.

Como todos los seres, los árboles también llegaron al mundo para vivir un aprendizaje de amor, pero lo que diferencia el aprendizaje de los Reinos de la Naturaleza del aprendizaje de los seres humanos es que los Reinos necesitan de la expresión de amor de los hombres para evolucionar.

Los árboles cumplen su función de mantener la unión entre el Cielo y la Tierra y están siempre inspirando a los corazones a volverse hacia Dios y hacia el propio interior. Pero en la convivencia de los árboles entre sí, en los bosques, en las selvas, ellos muchas veces expresan características propias de la condición retrógrada de este mundo, como la competencia y la lucha por la vida, destruyendo así la vida de otros árboles. 

Para que los Reinos expresen el amor absoluto, ellos necesitan recibir ese amor. Los árboles están constantemente intentando auxiliar a los hombres, para que un día ellos perciban que la evolución solo se completa cuando la ayuda es mutua.

Yo, les digo estas cosas, hijos, porque todo lo que Dios manifestó en la vida fue para conducirlos a grados mayores de amor. Y ahora que ya está en su consciencia el Mandamiento mayor de que ustedes deben amar al prójimo como a sí mismos y a Dios por encima de todas las cosas; Yo vengo, hoy, a completar este Mandamiento, porque la consciencia humana ya está preparada para comprender:

Amen al prójimo y a los Reinos de la Naturaleza como a sí mismos y a Dios por encima de todas las cosas.

Así, ustedes comprenderán que el Padre está en todo, en el prójimo como en los Reinos, dentro de ustedes y en todo su alrededor. 

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Los árboles y la vida - Parte II

Cuando el Señor creó el planeta y lo manifestó a través de Su Pensamiento más puro de Amor por la vida, colocó en cada detalle de la Creación una ciencia profundamente espiritual, en la que todo lo que vive y habita en la Tierra colabora en la renovación del Amor y en el retorno al Corazón de Dios.

La dualidad, el caos y el mal construidos por el hombre son fruto del desvío de la consciencia humana del Corazón de Dios. A través de sus elecciones, los seres escogen estar en Dios y descubrir, en comunión con la Creación, el camino de retorno a Su Corazón, o escogen permanecer en la ilusión y en los enredos de sus limitaciones humanas.

El Creador permite que ciertas cosas existan para conducir al hombre a la superación y al vencimiento de sí mismo y no hacia los abismos del mundo, en donde se adentran las almas todos los días.

La naturaleza aún es un misterio a ser develado por la consciencia humana, y eso no se dará a través de su limitada ciencia, sino que será por medio de su corazón, el que es capaz de adentrarse en la ciencia divina y comprenderla a través de la simple presencia del Espíritu de Dios.

Los árboles, hijos, son el hilo que mantiene la Tierra unida al Cielo y no permite que la consciencia humana se desvincule totalmente de Dios. A pesar de las acciones humanas, de las guerras y de la indiferencia, los árboles silenciosamente penetran con sus raíces físicas en lo profundo de la Tierra y, con sus raíces espirituales, llegan al centro del planeta, manteniendo la unión entre la vida en la superficie y la esencia de la Tierra.

Con sus copas, sus troncos, ramas, hojas y flores físicas los árboles mantienen el camino de elevación hacia el Corazón de Dios. Y con sus copas espirituales, llegan a los Cielos y se nutren en las Fuentes Sublimes para que, al transformar el aire que la vida respira en la Tierra, traigan también las gracias y el alimento espiritual que permite que las consciencias no pierdan la paz y la posibilidad de amar.

Los árboles nacieron para servir y ellos aman su servicio; por eso, hijos, a pesar de ser tantas veces ultrajados, no dejan de crecer, de florecer y de dar sus frutos en este mundo.

Contemplen la donación de los árboles y, enviándoles a ellos su eterna gratitud, dejen que sus consciencias sean conducidas a la esencia de la Tierra y al más alto de los Cielos, recordando, así, el verdadero motivo de su existencia.

Los árboles no se olvidan para qué fueron creados. A través de ellos ustedes también deben comenzar a recordar.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS HACIA SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Los árboles y la vida - Parte I

El Reino Vegetal absorbe, del interior de la Tierra, la sabiduría y la historia de la evolución humana, guardando ese legado en su interior y se lo ofrece constantemente a Dios a través de su elevación, de su crecimiento físico y espiritual.

Los grandes bosques son grandes receptáculos de sabiduría, grandes espejos que le devuelven al Corazón de Dios todo lo que Él envía hacia la Tierra como rayos y vibraciones divinas que auxilian en la evolución de toda la vida. De esa forma, la vida en la Tierra siempre se renueva a través de la emanación de los grandes árboles. El Señor recibe las experiencias humanas en Sus Fuentes Creadoras y las renueva, enviando nuevos rayos e impulsos hacia la Tierra según aquello que la humanidad necesita para evolucionar y retornar a Dios.

Si los corazones tan solo contemplaran a los bosques con gratitud, podrían sentir y percibir estos y otros misterios de la ciencia de la vida.

Los árboles son comunicadores, espejos de Dios que reciben todo lo que Él envía hacia la Tierra y también le comunican al Padre sobre el desarrollo de la vida.

Contempla a los Reinos con reverencia y, en silencio, busca el misterio que en ellos se guarda. Así, hijo, tal vez un día te sea revelado el misterio sobre ti mismo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En los Reinos de la Naturaleza, Dios encuentra Su Morada.

En los Reinos de la Naturaleza, el Creador expresa Su Perfección.

En los Reinos de la Naturaleza se guardan los misterios del universo y las llaves para ingresar en la nueva vida.

En el amor a los Reinos de la Naturaleza yace la expresión del Nuevo Hombre.

En el amor a los Reinos de la Naturaleza yace la cura de todos los males y de las enfermedades físicas y espirituales, porque el secreto de la vida es el auxilio mutuo entre todo lo que fue creado.

Si quieren vivir la cura, sirvan y curen a los Reinos de la Naturaleza. Si quieren elevarse hacia Dios, ayuden a un árbol a vivir su elevación. Si quieren aprender a vivir el amor, déjense amar por el Reino Animal y aprendan con ellos a expresar, sin miedo ni vergüenza, el amor que hay en su interior. Si quieren ser firmes y fieles, aprendan de la donación de los minerales. Si quieren ser transparentes y expresar la semejanza con Dios, contemplen, amen y reverencien los océanos.

El Creador les concedió la gracia de renovarse todos los días por medio de la renovación que viven constantemente los Reinos de la Naturaleza.

Renuévense en el amor contemplando los Reinos.

Supérense en el amor sirviendo a los Reinos.

Sean más amor, viviendo en comunión con los Reinos y, así, podrán ser llamados dignos hijos de Dios.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DEL HUERTO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Yo también soy la Señora del Huerto, quien entre las flores, las hierbas y las plantas medita sobre la sagrada Pasión del Señor.

Soy la Madre del Huerto, quien después de la Pasión de Cristo recorrió los lugares por donde Su Hijo pasó y padeció.

Soy la Señora del Huerto, y con Mis manos recojo los frutos maduros que están prontos para ser ofrecidos a Dios y vigilo y cuido de los frutos que aún están madurando.

En el huerto de Mi Corazón se guardan todas las variedades de flores, de hierbas y de plantas creadas para mostrarle al mundo la belleza de Dios.

Soy la Señora del Huerto, quien contempla con dulce mirada todo lo creado y su grandiosa belleza.

Soy la Señora del Huerto, soy quien riega con la Gracia a todas las flores, hierbas y plantas, para que nutridas por Mi Amor crezcan fuertes y cumplan con su misión.

Soy la Señora del Huerto y también soy la Madre del Sol, quien ilumina con los rayos de la Misericordia a todos Sus hijos. 

Soy la Señora del Huerto, la que ora en silencio para que las semillas broten y florezcan en la belleza de los jardines de Dios.

Soy la Señora y Guardiana de todos los huertos y pido a Mis ángeles del Cielo que protejan con sus alas a todas las pequeñas flores que en este tiempo están creciendo; también pido que ellos poden y restauren a los árboles más antiguos, para que puedan ser purificados y den nuevos frutos en alabanza al Dios Creador.

Soy la Señora del Huerto, y por Mi oración humilde hago florecer lo que estaba muerto.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Quien guardiana el huerto de las almas que se unen a Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Huerto

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ,TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo soy el Árbol Sagrado

Yo soy la Madre y Señora dispensadora de todas las Gracias.

Yo soy el Árbol sagrado del Universo, soy la que da frutos y de los frutos nacen todas las semillas que se siembran y germinan en todos Sus hijos.

Soy el Árbol sagrado de la Figueira, soy el tronco que soporta y transmuta a Sus hijos.

Soy la copa florecida de época en época, que refleja la gran belleza de Dios.

Soy la gran raíz que sustenta toda la vida y da fuerza regeneradora a todos los espíritus.

Yo soy la gran Figueira, ustedes son Mis frutos predilectos que hago madurar con los rayos del Corazón solar de Mi Hijo, para que den nuevas semillas que serán sembradas en la nueva humanidad.

Yo soy el Árbol sagrado de Figueira, ustedes también son parte de Mis hojas, que expresan la vida, la cura y la renovación.

¡Oh sagradas semillas de Mi amada Figueira!, que en otros campos rebroten los nuevos frutos que serán ofrendados al Padre Celestial.

Ustedes son también Mis ramas, y Yo soy el gran Árbol sagrado que los unifica y los hace partícipes de la unión perfecta con el Creador.

Ustedes son parte de todo Mi Árbol sagrado, son el resultado del trabajo continuo del Árbol sagrado. Sean ramas, sean hojas, sean frutos y semillas de Mi amada Figueira, expresen el amor por el conocimiento y practíquenlo, ya llegó la hora, ya llegó el tiempo.

El sagrado Árbol de Figueira ya sembró sus bases de instrucción en todos los corazones, es hora de vivenciarlo, de adorarlo y de amarlo.

¡Oh sagradas semillas de la redención!, broten en aquellos campos donde hay soledad en las consciencias, broten en servicio y caridad como todos los Reinos de la Naturaleza. Sean semillas portadoras de Mi Luz y de Mi Misericordia, sean espejos vivos del mensaje divino.

Yo soy la sagrada Figueira, que nadie lo olvide. Yo soy el sagrado Árbol de la renovación y de la paz. Quisiera, hijos amados, que ustedes algún día dejaran de ser semillas para ser árboles crecidos en el amor y el conocimiento sagrado.

Reverencien todos los frutos que les ha dado Mi sagrada Figueira, ella es la cuna de los nuevos frutos, ella es el semillero de la nueva humanidad.

¡Oh pequeñas figueiras!, que el crecimiento de ustedes sea tan elevado como la oración, que sus frutos sean tan hermosos como las flores de Mi inmaculado jardín.

En el próximo tiempo verán en el bosque sagrado a todas las pequeñas figueiras, vivas por la Luz de Dios y expresivas como la devoción eterna.

Abracen con amor a Mi sagrado Árbol de la Figueira, para que en esa unión interna sus pies caminen descalzos y libres de todo hacia el eterno jardín del Corazón de Dios.

Hijos, hagan brotar en ustedes lo más puro y santo que Dios derramó por amor.

Estemos unidos en espíritu, como uno solo, alrededor de la amada Figueira de luz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los congrega en oración,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entra en comunión con los Reinos de la Naturaleza y aprende a amar la esencia de la Creación. Observa los Reinos y aprende cómo vivir permanentemente bajo las Leyes Sublimes de Dios,
en perfecta armonía con el Creador.

En Su Plan Divino, el Creador concedió a cada expresión de Su Divina Faz, los Reinos del planeta, un atributo para manifestar.

Comulga de la paz, de la armonía y de la belleza de las aguas. Comulga de la cura y de la liberación de los minerales.

Comulga de la elevación de los árboles y del constante espíritu de donación del Reino Vegetal que, en su humildad, entrega siempre lo mejor a Dios, sin importar cómo será tratado, cuidado o amado por los demás. El Reino Vegetal sabe de la Ley Divina de la donación de sí a Dios y a Su Plan Superior. Contempla a ese Reino y descubre, por medio de él, el secreto del vacío de sí.

Contempla al Reino Animal y aprende del amor a la vida. Aprende a defender las Leyes de Dios, a cuidar del prójimo y a ser siempre fiel a Aquel que amas plenamente. Aprende de la plenitud del Reino Animal y, con la misma naturalidad del corazón, sé guardián de la Vida y de la Perfección de Dios.

Contempla en tu mundo interior a los ángeles y devas que, en lo invisible, crean y recrean la belleza de este mundo manifestado. Aprende con ellos a manifestar la belleza en silencio, a trabajar en secreto y a entregar lo mejor, sin necesidad de que nadie sepa de su existencia. Vive el sublime atributo de la humildad que ángeles y devas expresan en el mundo. 

Contempla los elementos y cómo se complementan entre sí. Descubre, entonces, cómo se comparte aquello que el otro necesita para expresarse. Sé como el viento, que permite la existencia del fuego, y da al prójimo todas las posibilidades de ser aquello, perfecto, que está latente en su interior.

Y aprendiendo de los Reinos de la Naturaleza, expresa lo que el ser humano tiene de más sublime: su posibilidad de aprenderlo más bello de toda la existencia y de vivirlo en sí, en la esencia del amor a la Creación.

Yo los amo y los aguardo, simples de corazón y mansos de espíritu, siempre dispuestos a observar la Creación y a aprender; siempre dispuestos a amar y a donar de sí lo que le falta al otro para alcanzar la perfección.

Su amado padre e instructor,

San José, aprendiz y siervo de los Reinos de la Creación

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijos Míos:

Continúen orando por la venida del Espíritu Santo y por la Sagrada Paz porque ya muchos de Mis hijos se están acercando a vivir la conversión del corazón. Esta conversión comienza reconociéndose como hijo de Dios redimido por Cristo y perdonado por Su Misericordioso Amor delante de Dios.

Sepan hoy, queridos hijos, que los llamo a la esperanza y a la persistencia en cada uno de vuestros corazones, pues de esa manera podrán estar delante del Corazón del Padre en constante contemplación.

Queridos hijos, ante cualquier situación externa o interna de vuestras vidas, Yo les digo que confíen en Dios y que se unan al principio redentor de Mi Hijo porque así Mi Manto de Protección los amparará sobre todas las cosas.

Hoy también les recuerdo la importancia de estar en la adoración al Sacratísimo Corazón de Jesús a través de la comunión eterna con Su Bendito Espíritu de Amor. Quien está en Jesús encuentra fortaleza y ánimo para trascender los límites de la propia transformación del corazón.

Recojan sus corazones en el Corazón de Mi Hijo, porque en este simple ejercicio de adoración, permitirán que la llama de la compasión y del amor fraterno se manifieste en cada uno de ustedes.

Abran sus consciencias para que la Fuente de las Gracias que está auxiliando a gran parte de la humanidad pueda aproximarse a vuestros corazones como un Don de Paz y de Luz de Dios.

Sepan, hijitos, que los acompaño. Pero ahora llegó el momento de que sus vidas maduren como los frutos y que sus corazones crezcan como los árboles. Con el corazón convertido en una bella flor para el Creador estarán correspondiendo al Plan de Paz para el mundo.

Oremos por amor a todos Mis hijos. ¡La tarea comienza ahora! ¡ya es el tiempo!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Cuando una flor se abre, ella expresa el Amor de la Creación; así también queridos hijos, vuestros corazones deben manifestarse en la belleza y en la pureza, como lo hacen las flores.

Queridos hijos:

Con inmensa confianza los coloco a todos cerca de Mi Inmaculado Corazón para que ustedes puedan dar los pasos hacia el Corazón de Mi Hijo. Sepan, hijos, que en el camino de la oración vuestras vidas se aproximarán a la consagración de sus almas ante el Reino de Dios.

Los frutos que Mi Hijo les confió hace tanto tiempo, y que se llaman talentos, deben despertar por el imperioso ejercicio de la oración. Pero, hijos Míos, para que esos sagrados frutos de los talentos despierten en cada uno de ustedes, primeramente el alma se debe despojar y morir a sí misma para renacer bajo la Gracia del Espíritu Santo.

Cada camino que Mis hijos recorren los lleva por largos y difíciles aprendizajes que en algunos casos fortalecen el espíritu y dan firmeza para continuar por la senda de la consagración.

Quiero decirles, hijos queridos, que este es un tiempo especial de Gracias como también de conversión para cada uno de Mis hijos de esta humanidad.

Por eso, hoy los invito a permanecer en la alegría de la donación y del servicio a Dios Padre porque así vuestras vidas serán conducidas hasta los sagrados pies de Cristo.

Sus corazones son verdaderas lucecitas que a cada momento deben volver a encenderse para brillar en este mundo a través de la paz.

Por todo esto, sepan que Mi Amor Misericordioso día a día quiere socorrer a los corazones de este mundo.

Vuestros corazones deberán ser perseverantes y firmes como los árboles que se elevan hasta Dios.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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