Yo Soy el camino para la Sagrada Castidad. Aquel que escucha Mi Voz imprime en su corazón la Pureza de una alma que se entrega a Dios.

Por la Gracia Infinita del Señor, Soy enviado a vuestras vidas para guiar los pasos de los nuevos servidores, de los que encienden la llama del corazón por medio de un servicio abnegado y vacío de expectativas.

Quiero enseñarles a ser simples y humildes, como Yo lo Soy. Porque ya fue dicho que los simples y humildes de corazón heredarán el Reino de Dios; y así será, porque el Reino de Dios es la morada de los puros y la pureza existe en el corazón de Sus Criaturas, para que puedan retornar a la Casa del Padre Celestial.

Queridos seguidores de Cristo: Mi Corazón viene en castidad y humildad, porque Me llamaron en oración. Vengo porque Mi presencia activa la Pureza en el corazón de los hombres.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes, estará construyendo en su corazón el Espíritu de Castidad y Humildad.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes, descubrirá la Pureza Original en su corazón y podrá expresarla en la vida.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes, descubrirá en el silencio su aliento y refugio de Paz para, por medio de él, encontrar a Cristo y a Dios.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes estará vaciándose de sí, cada vez un poco más, mediante Mi auxilio y Mi intervención.

Con verdadera atención en cada palabra pronunciada, oren por sus familias y por las familias del mundo entero.

Oren para que sepan servir de forma sincera y abnegada para que, a través del servicio, el Corazón de Dios obre por intermedio de Sus Criaturas.

Oren para conseguir un corazón incansable y para que incansables sean los corazones de los hombres en busca de Dios y del Amor Crístico en el propio corazón.

Oren Conmigo para que Mi Consciencia llegue al mundo y en silencio auxilie a la humanidad, despertando el arquetipo de las nuevas familias, de los nuevos servidores y de los nuevos consagrados, estos que formarán la Nueva Tierra prometida.

Aproxímense a Mi Corazón para aprender sobre la simplicidad, sobre la humildad y la caridad, pues el mundo necesita de corazones que puedan vivir la pureza para equilibrar todos los ultrajes cometidos para con Dios.

El mundo necesita de corazones caritativos para que los brazos de Dios puedan llegar a los más necesitados y olvidados.

El mundo necesita de corazones y espíritus silenciosos, que en el silencio encuentren a Dios, para impulsar a esta humanidad que se pierde en el ruido causado por ella misma y que le impide oír la Voz del Padre y de Sus Mensajeros.

El mundo necesita de corazones humildes que sean capaces de vivir la Paz por medio de la humildad y que, por medio de la falta de orgullo, equilibren la ignorancia de los hombres. Porque hoy les digo que la humildad retirará los velos ignorantes y les mostrará el verdadero Reino de Dios.

Yo los aguardo en oración y en fe, en caridad y en humildad.

Contemplen en Paz los corazones de los mensajeros de Dios y por intermedio de ellos encontrarán la puerta para el Corazón del Padre.

Los bendigo en Paz y humildad.

San José, Castísimo Pastor y Obrero de Dios