La verdadera humildad nace de la perseverancia en el Corazón de Dios, porque el alma que nunca se cansa de buscar al Señor acaba por fundirse a Él en corazón, en esencia y en espíritu.

En esta búsqueda incesante por la Unión con Dios y por develar Su Misterio Celestial, disolverán en Él todos los aspectos del ser que hoy no les permiten estar en Dios perpetuamente.

Por eso hoy les digo que el único camino por el cual deben seguir eternamente es el camino de la búsqueda incesante; seguir como un alma que siempre tiene sed y camina en dirección a la Fuente de agua más pura y cristalina, que sabe que está disponible para todos.

No preocupen vuestros corazones con el momento en que encontrarán esta Fuente, porque Ella es tan misteriosa que aparece de repente en la vida de los que la buscan, siempre en el momento en el que menos se espera.

Para ese momento de eterno caminar, orarán en el séptimo día:

Fuente Insondable de Humildad,
bajo la guía e intercesión de San José,
surge delante de nuestros corazones,
disuelve nuestro pequeño espíritu
en el Espíritu Eterno del Creador.

Amén.

Bajo la protección de la señal de la cruz, los bendigo siempre,

San José Castísimo

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Queridos Míos:

Hoy les digo que depende solo de la intensidad del clamor de vuestros corazones para que los Mensajeros de Dios ingresen, con más profundidad, en vuestros corazones.

Cuanto más Amor y Verdad colocan en el verbo orante que pronuncian hacia el Universo Celestial, con mayor profundidad podrán actuar Aquellos que son enviados por Dios; así la Luz Redentora del Padre Celestial podrá llegar a espacios más profundos y ocultos de vuestras consciencias.

Confíen de verdad en lo que hoy les digo: que solo el clamor verdadero e íntimo, elevado a Dios a través del corazón, abre las puertas para que Su Luz ingrese no sólo en vuestras vidas, sino en todas las situaciones que necesiten de Luz para que fluyan en la Voluntad de Dios y, cuanto más expandan este Amor hecho verbo mayor será la acción de Él en todo el planeta.

Para llegar al Universo de Dios necesitan cruzar muchas puertas y superar innumerables obstáculos; la oración es como un fluido puro que pasa con profunda Paz, como suave llave que abre todas las puertas, como un aroma de Amor que cruza los Universos, que nada puede detenerlo y que tiene como dirección los Sacratísimos pies del Creador.

En este día, al profundizar el propio contacto con el Universo de la Oración, pedirán a Dios Su intercesión, diciendo:

Padre Celestial,
que enviaste a San José como nuestro Instructor y Pastor,
bajo la intercesión del Castísimo Corazón,
permite que nuestro verbo sea puro
como el aroma más suave de una flor
y verdadero como el sentir más
profundo de nuestro corazón,
abriendo así todas las puertas
que nos conducen a Tu Universo Celestial.

Amén.

Bajo Mi intercesión y Amor, caminen con Paz.
San José, Castísimo servidor de Dios

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Para que vuestras acciones reflejen la Grandeza de las Acciones Divinas y vuestros corazones sean prolongamientos vivos del Corazón de Dios, orarán:

Cristalinos serán mis pasos,
porque en mi corazón
vive la pura intención de servir a Dios.

¡Oh, San José Castísimo!,
manifiesta en nuestra existencia
la Gloria Eterna del Creador.

Amén.

La intención pura lleva a acciones puras y, actuando de forma cristalina delante de Dios, el Señor envía Su Espíritu para que venga en auxilio de las almas y refleje en los espíritus del mundo la Gloria Eterna del Creador.

Los bendigo en Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,

San José, Castísimo obrero de Dios

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Si aspiran alcanzar la Gracia de tener un corazón humilde, busquen por medio del perpetuo servicio la unión con Dios y, a través del profundo silencio, la unión con Su Santo Espíritu.
En el segundo día de esta novena, orarán para que el mundo entero pueda ser reflejo de las Acciones Divinas y obrero de Su Voluntad.
 

¡Oh, Castísimo Corazón de San José!,
pon en mis manos la Luz de Dios,
haz mi mirada serena y pura.

Que mis pies caminen por los que más necesitan
y mi alma permanezca en el Corazón del Padre Celestial.

Que el servicio prestado por cada corazón
sea el reflejo cristalino de la Unión eterna con Dios.

Amen.

En la aspiración a servir encontrarán las verdades que son desconocidas para el corazón humano. Descubran en los tiempos actuales el secreto del eterno servicio, que encuentra la necesidad presente en cada paso que se da en la vida.

El Corazón de Dios se expande por el mundo por medio de vuestras oraciones, pero mucho les falta aún para alcanzar el Arquetipo verdadero de esta humanidad. La consagración a Dios debe acontecer en la vida en las pequeñas y simples acciones.

Sean los misioneros del nuevo tiempo, esos que comienzan a servir cuando sacan los pies de la cama y al terminar el día continúan sirviendo; incluso sirven mientras duermen.

Ofrezcan vuestros corazones y almas a Dios y luego comprenderán lo que les hablo.

Sean siempre misericordiosos.

Los bendigo siempre,

San José, Castísimo obrero de Dios

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¡Siempre sea alabado Jesucristo en ustedes y en todo el mundo!

Después de la venida del Hijo de Dios, viene hoy a vuestro encuentro interno Mi Casto y Humilde Corazón para anunciar Mi fraterna y amorosa compañía espiritual a todos los misioneros, que a causa de las leyes terrestres no han podido embarcar en la misión importantísima que la Virgen María les encomendó.

Por eso, hoy más que nunca, pequeños hermanos Míos, Yo les pido a todos los grupos orantes que oren para que los planes celestiales de paz y redención que imparten los Tres Sagrados Corazones de Jesús, María y San José puedan sembrarse en todos los necesitados corazones del mundo.

Hoy me anuncio a ustedes para instruirlos al respecto de que, si dicha misión a India demorara más allá de lo previsto, es decir, más allá del próximo mes de agosto, les anuncio que existirán también otras misiones que estaban esperando madurar en vuestras consciencias, misiones hacia naciones como Tailandia, Sri Lanka, Nueva Zelanda y los países asiáticos, que en este tiempo son los que más necesitan de piedad, de amor, de servicio abnegado y de Misericordia.

Sepan, Mis misioneros, que cuando una puerta del mundo se cierra, otra puerta divina se abre para el mundo entero trayendo Gracias y bendiciones para todos.

Desde el Cielo, en lo profundo de Mi Casto Corazón, Yo los bendigo, animándolos a vivir en la fe y en la esperanza de que los planes de Dios son perfectos y precisos para estos tiempos. Sigan Mis pasos humildes en silencio y en oración.

Les agradece por vuestra oferta y dedicación,

Vuestro Padre Misionero,

San José Castísimo

Al término del mensaje, San José nos envió el siguiente impulso orante, especialmente para todos Sus hijos misioneros:
 

Oración de protección y luz para los misioneros de Dios

Dios Padre, 
que por medio de San José Castísimo
tocaste nuestro simple corazón, 
y nosotros en humildad y fe 
respondimos a Tu misión celestial.

Te pedimos, en reverencia y amor, 
amado San José, misionero fiel, 
cúbrenos con Tu manto violeta de protección, 
para que nuestros pasos sean invisibles.

Entréganos Tu santo Cetro, 
para que podamos corresponder a la misión de amor y de paz.

Entréganos Tus poderosos siete lirios del Cielo, 
para que bajo esta Gracia, 
que proviene de Tu santo Corazón 
nosotros podamos vivir ahora y siempre: 
la pureza de alma, 
el amor a la donación, 
el servicio sin demora y sin tiempo, 
la humildad como fuente de fe absoluta, 
la entrega total a la Voluntad del Padre, 
el rescate de los más necesitados, 
la unión perfecta con todos los Reinos Creados.

¡Oh Humilde y Casto Corazón!, 
que bajo Tu poder de amor y humildad, 
se cumpla la gran misión de paz 
en toda la humanidad.

Amén.

En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo reverencien siempre a la Divinidad que se aproxima a sus corazones.

Queridos siervos de Cristo:

Como Pastor y fiel Instructor de las almas que aspiran a llegar a Dios, hoy Yo les pido que jamás pierdan la reverencia delante de lo Sagrado. Jamás olviden que la reverencia es la base sobre la cual se construye la vida de consagración.

Para los servidores de Dios y seguidores de Su Plan para esta Nueva Tierra les digo que la reverencia debe estar en cada instante de vuestras vidas.

La grandeza de la reverencia es desconocida para muchos corazones del mundo, pero es solo a través de ella que estará siempre abierta la puerta que los une al Divino. La reverencia brinda a vuestras vidas lo Divino.

Sean reverentes unos con otros, demostrando así la comprensión de lo Divino en cada cosa creada por Dios. En la Creación de Dios está Su Consciencia, todo lo que el Padre creó fue hecho para ser un puente directo con Su Consciencia.

La imperfección surgió por la falta de reverencia de los corazones, porque todo lo que Dios creó es perfecto, para que dentro de Su Plan cada pieza encaje en su debido lugar; pero para comprender dónde está Dios en las cosas y en los seres, y para descubrir cuál es su Plan para cada consciencia, como para cada Reino, es necesario reverenciar.

Por medio de la reverencia descubrirán dentro de sus corazones, con simplicidad, que muchas llaves para la transformación estaban accesibles para ellos.

Dentro de la reverencia se encuentra la Castidad, porque un corazón que reverencia a toda la Creación encuentra en Ella a Dios y en Dios no existe impureza, en Dios todo es Castidad, es Pureza.

Dentro de la reverencia encontrarán la Humildad, porque al encontrar a Dios en el prójimo, podrán reconocer la grandeza de cada corazón, la Perfección de toda la Creación, la belleza que hay en todo y en todos los que fueron creados por Dios.

Dentro de la reverencia encontrarán el Equilibrio, porque un corazón que reverencia verdaderamente es justo, sabe relacionarse de forma justa con todas las cosas, porque descubre lo Verdadero que cada uno manifiesta.

Si solo fuesen reverentes, mucho en sus corazones sería purificado. El alma se aproxima a Dios a través de la reverencia; el espíritu es atraído hacia el alma por medio de la reverencia.

Dios encuentra espacio en la vida de los hombres y Su Consciencia puede revelar Misterios que siempre estuvieron ocultos; para que Leyes Mayores estén vivas en la Tierra y se manifiesten entre los hombres, es necesario que lo Sagrado ya exista en su consciencia y lo Sagrado se encuentra en la reverencia.

Queridos siervos de Jesucristo, hoy solo les digo que toda la aflicción que hay en vuestros corazones se disolvería en la alegría de reverenciar a Dios en todas las cosas.

Si aspiran a vivir en Dios, atraigan hacia sus corazones y en el día a día de sus vidas la reverencia y, poco a poco, como un dulce juego de reverenciar, Dios entrará en la Tierra y lo Sagrado volverá a vivir entre los hombres.

Es necesario saber oír y, con alegría, saber seguir las instrucciones que provienen de lo Alto.

Así aprendieron los Santos que vivieron entre ustedes.

Desde el Corazón Eterno de Dios, dejo en sus corazones el Eterno Amor de Mi Castísimo Corazón por toda la humanidad.

Les agradezco a todos por abrirme la puerta de sus corazones.

San José Castísimo y Eterno Fiel Obrero de Dios.

Yo Soy el camino para la Sagrada Castidad. Aquel que escucha Mi Voz imprime en su corazón la Pureza de una alma que se entrega a Dios.

Por la Gracia Infinita del Señor, Soy enviado a vuestras vidas para guiar los pasos de los nuevos servidores, de los que encienden la llama del corazón por medio de un servicio abnegado y vacío de expectativas.

Quiero enseñarles a ser simples y humildes, como Yo lo Soy. Porque ya fue dicho que los simples y humildes de corazón heredarán el Reino de Dios; y así será, porque el Reino de Dios es la morada de los puros y la pureza existe en el corazón de Sus Criaturas, para que puedan retornar a la Casa del Padre Celestial.

Queridos seguidores de Cristo: Mi Corazón viene en castidad y humildad, porque Me llamaron en oración. Vengo porque Mi presencia activa la Pureza en el corazón de los hombres.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes, estará construyendo en su corazón el Espíritu de Castidad y Humildad.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes, descubrirá la Pureza Original en su corazón y podrá expresarla en la vida.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes, descubrirá en el silencio su aliento y refugio de Paz para, por medio de él, encontrar a Cristo y a Dios.

Aquel que ore Conmigo todos los viernes estará vaciándose de sí, cada vez un poco más, mediante Mi auxilio y Mi intervención.

Con verdadera atención en cada palabra pronunciada, oren por sus familias y por las familias del mundo entero.

Oren para que sepan servir de forma sincera y abnegada para que, a través del servicio, el Corazón de Dios obre por intermedio de Sus Criaturas.

Oren para conseguir un corazón incansable y para que incansables sean los corazones de los hombres en busca de Dios y del Amor Crístico en el propio corazón.

Oren Conmigo para que Mi Consciencia llegue al mundo y en silencio auxilie a la humanidad, despertando el arquetipo de las nuevas familias, de los nuevos servidores y de los nuevos consagrados, estos que formarán la Nueva Tierra prometida.

Aproxímense a Mi Corazón para aprender sobre la simplicidad, sobre la humildad y la caridad, pues el mundo necesita de corazones que puedan vivir la pureza para equilibrar todos los ultrajes cometidos para con Dios.

El mundo necesita de corazones caritativos para que los brazos de Dios puedan llegar a los más necesitados y olvidados.

El mundo necesita de corazones y espíritus silenciosos, que en el silencio encuentren a Dios, para impulsar a esta humanidad que se pierde en el ruido causado por ella misma y que le impide oír la Voz del Padre y de Sus Mensajeros.

El mundo necesita de corazones humildes que sean capaces de vivir la Paz por medio de la humildad y que, por medio de la falta de orgullo, equilibren la ignorancia de los hombres. Porque hoy les digo que la humildad retirará los velos ignorantes y les mostrará el verdadero Reino de Dios.

Yo los aguardo en oración y en fe, en caridad y en humildad.

Contemplen en Paz los corazones de los mensajeros de Dios y por intermedio de ellos encontrarán la puerta para el Corazón del Padre.

Los bendigo en Paz y humildad.

San José, Castísimo Pastor y Obrero de Dios

Queridos hijos, compañeros, servidores y hermanos de Mi Casto Corazón: como les anuncié, llego en este día para develarles los misterios de una vida sagrada, dedicada a la oración y al servicio de los que más necesitan.

Vengo para darles a conocer el camino para la vida que debe nacer en una Nueva Humanidad. Esta vida estará basada en la contemplación al Corazón de Dios, en el eterno servicio en todos los níveles de la consciencia y en la pureza de las intenciones y de las acciones.

Vengo hoy para animar a vuestros seres a que den un paso en dirección a este arquetipo, el de esta Sagrada Família que hoy tienen delante de sus corazones, que se manifestó en vida hace 2013 años.

Para eso, es necesario que nazca en cada uno de ustedes algo llamado “Determinación del espíritu y de la consciencia”. Así, con esa energía, podrán caminar sin titubear por el camino de la consagración.

Este paso al cual los invito, como muchos ya saben, incluye la Castidad de la mente, del cuerpo y del espíritu.

La Castidad de la mente consiste en tener pensamientos dirigidos hacia el Corazón de Dios. Este es el primer impulso para que el alma pueda un día contemplar el Corazón del Señor. Cada uno de los pensamientos que surgiesen en vuestras mentes, deben ofertarlos al Creador, depositándolos en Su Purísimo Corazón; de esa manera, poco a poco la mente, por sí sola, llegará directamente al Corazón de Dios, y al conocerlo de verdad, no deseará otra cosa, sino este Santo y Único refugio de Paz.

La Castidad del cuerpo consiste en consagrar al Señor los vehículos que usan. Así como Mi Ser fue eternamente Casto, muchos dieron ejemplo de castidad, considerando al cuerpo como un templo de oración, servicio y donación, para manifestar por medio de los seres la posibilidad de reverenciar y actuar siempre bajo las Leyes del Cielo.

El cuerpo, entregado a ustedes por el Santísimo Dios, debe ser protegido de la manifestación de todos los deseos, sean ellos de cualquier tipo. Para mantener un cuerpo casto, deben abstenerse de responder a los deseos materiales y sólo manifestar la aspiración a las cosas Celestiales.

La Castidad del espíritu consiste en vivir la Voluntad de Dios, en reconocer Su Plan y manifestarlo en la vida y en la eternidad. Un espíritu casto, manifiesta su esplendor y su pureza en la materia, mediante la oración abnegada y orientada únicamente al Señor, para que Su Sagrada Voluntad se cumpla por intermedio de los seres humanos.

Cada uno de los que escuchan Mi Voz, tiene Mi apoyo para seguir este camino. Cada uno de los que confían en Mis palabras, cuenta Conmigo para manifestar esta Nueva Tierra.

Si siguiesen los pasos dictados por Mí, aunque sea en la aspiración del corazón, mes a mes, darían un paso más, junto Conmigo, en honra al Corazón de Dios.

Los acompaño y los espero en humildad,

Castísimo y Purísimo San José