Hoy no vengo a contemplar tus dificultades y pruebas, tus desencuentros internos o tus posibles dudas.
Hoy vengo para hacerte semejante a Mi Corazón y a Mi Vida.
Vengo para que algún día aprendas a imitarme y a representarme, así como Mis apóstoles Me representaron y Me imitaron tiempo después de que Yo ascendí a los Cielos.
Con esto quiero decirte que es posible que Me vivas, que Me sientas y que Me dejes actuar a través de tu vida, siempre que Me des permiso para poder hacerlo; porque si Me das permiso, conocerás aquellos aspectos de la consciencia que son como prisiones inconscientes y que, por medio del amor y del sagrado esfuerzo, Yo te ayudaré a derrotar y a trascender, viviendo todo el tiempo una fe intransferible y una confianza ilimitada en Mi Corazón.
Por eso decídete, anímate día a día a entregarme lo que te aprisiona en la consciencia.
Ven y sé parte de Mí, y un día percibirás que ya eres otro y que has nacido a la vida del sagrado espíritu.
Persiste por Mí todo el tiempo y no fracasarás.
Hoy te lavo en Mi Fuente y te purifico plenamente a través de Mi Gracia para que se cumpla la Divina Voluntad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús