Viernes, 15 de diciembre de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la paz se establezca en los corazones que le claman a Dios para conocer Su Propósito y Su Voluntad.

Que la paz se establezca en los corazones de los que sufren las consecuencias de un tiempo de caos, de guerras y de conflictos.

Que la paz se establezca en los corazones de los que le temen al fin de los tiempos, a la definición superior que se debe establecer en el planeta.

Que la paz sea una realidad, hijos, en los corazones de todos los servidores de Cristo, a pesar de lo que suceda a su alrededor, porque deben mantenerse siempre dentro del Corazón del Redentor y, a través de Él, ser Sus instrumentos y pacificar el mundo y la vida.

Disipen la angustia a través del contacto con el Creador.

Disipen las dudas con un diálogo sincero con Dios.

Disipen los miedos mirándose a sí mismos con transparencia, porque la verdad, hijos, solo se muestra a aquellos que se permiten verse a sí mismos con transparencia.

No tengan temor a perderse de sí mismos, no tengan temor a perder el control de la vida; porque bienaventurados serán los humildes y los que se humillan, primero ante la propia consciencia, encontrando la libertad que es verse a sí mismos con transparencia y ser capaces de trabajar conscientemente en la propia transformación.

Buscando la luz de la tranformación, no cierren los ojos para ver lo que está dentro de ustedes; porque, cuando abran los ojos a lo que debe ser transformado en el propio interior, será entonces, hijos, cuando el mundo también abrirá los ojos para transformar lo esencial de la condición humana.

Aquellos que escuchan las Palabras que provienen del Cielo, de lo íntimo del Corazón de Dios, a través de Sus Mensajeros, deben ser los primeros en dirigir los ojos hacia el propio corazón y decir:

"Muéstrame, Señor, lo que necesito ver;
permíteme encontrar lo que me aleja de Ti,
para que mi consciencia disipe las interferencias
y abrace con simplicidad la Gracia
y la libertad de la transformación".

Si los servidores de Cristo profundizan en su transformación, abrirán las puertas para que la humanidad pueda recibir en su interior los impulsos que la conducen a un nuevo ciclo, en el que será capaz de ir más allá del caos, del terror y de los conflictos para encontrar la libertad que existe dentro de sí misma.

Hijos, ¿perciben que ha llegado el tiempo de sumergirse en lo que es verdadero?

¿Perciben que, sin sumergirse en las aguas profundas del océano de la consciencia, serán llevados por las olas que agitan la superficie de la vida humana?

¿Perciben que, sin sumergirse y perder el miedo a lo que encontrarán en el océano desconocido de sí mismos, jamás descubrirán la verdadera vida que habita dentro de sí?

Imagínense un mar revuelto y lleno de grandes olas, azotado por fuertes vientos que agitan las aguas en todas las direcciones; así es como se encuentra hoy la consciencia humana, confusa entre todos los vientos que soplan y la impulsan en todas las direcciones, sin saber hacia donde seguir, sin conseguir direccionar la propia energía y el movimiento de su vida.

Sin embargo, en lo profundo del océano existe paz. En lo profundo de la consciencia existe una vida desconocida y, sin embargo, cuanto más profundo y más oscuro, hijos, mayores Gracias les serán reveladas.

Los vientos de la vida superficial los distraen y los confunden, y la oscuridad aparente del propio interior los lleva a temer sumergirse en sí mismos; pero todo eso es parte de la ilusión de estos tiempos.

Por eso, no dejaré nunca de decirles que la llave para sustentarse en este tiempo es mirarse con sinceridad a sí mismos, sumergirse en el propio interior y encontrar la libertad de ser imperfecto, sincero y dispuesto a la transformación, y dejarse corregir, permitirse caer y levantarse, y siempre ir más profundamente, adonde habita la paz y la unidad con Dios.

Tienen Mi bendición para esto. 

Su padre y amigo,

San José Castísimo