Miércoles, 20 de mayo de 2020

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma, que decía no creer en Dios ni en la vida espiritual, se encontraba en un gran vacío interior y, ante sus angustias más profundas, miró hacia el cielo y dijo: “¿Qué hay después de la muerte? ¿Una nueva vida? ¿De dónde y por qué surgió la vida? ¿Tú, a Quien llaman Dios, existes verdaderamente? ¿Dónde estás? ¿Por qué no te haces visible a los que se dicen Tus hijos?”.

Y el Señor, contemplando a esa alma con gran compasión, le respondió: “De Mí surgió la vida, una vida amplia, profunda, compleja y muy antigua, anterior a la existencia de este mundo, anterior a la existencia de la mente humana y al tiempo de los hombres, en un espacio adonde la ciencia no llega, la mente no lo explica y ni siquiera los patriarcas y los profetas lo pudieron comprender, por un motivo que se guarda en Mi Corazón y que no se comprende, pero que solo se ama y se vive.

No creé la vida por un motivo, sino por Amor. Por eso, no se llega a Mí por una respuesta, sino por un vivir profundo del mismo principio y don que Me hicieron manifestar todas las cosas. Ese misterio se encuentra en tu pequeño corazón.

Alma amada, cuando abraces con humildad la cura de tus heridas más profundas, sabrás que Yo Soy Dios.

Cuando te dejes amar por un Amor que no es de este mundo pero que proviene del Infinito, sabrás que Yo Soy Dios.

Cuando el saber de tu pequeñez y fragilidad fuera mayor que la ilusión de tu orgullo, madurez y vanidad, sabrás que Yo Soy Dios.

Cuando coloques la frente sobre el suelo y rindas tu mente mortal por un Amor Eterno, sabrás que Yo Soy Dios.

Cuando, en el vacío de tu consciencia y en la soledad de tu corazón, te arriesgues a mirar hacia adentro y descubrir que Yo estoy en ti, sabrás que Yo Soy Dios y que estoy en todo.

En tu interior aguardo en silencio, y en tu silencio podré hablarte al corazón. Conocerás Mi Amor Infinito y, a través de él, sabrás lo que llamas motivos por los cuales todo fue creado. Lo que para ti es un motivo, para Mí es un Propósito. No hay un motivo para la vida, pero hay un Propósito Superior: el de renovar Mi Amor y retornar a Mí”.

Que este diálogo con Dios los inspire, hijos, a volverse hacia adentro y a experimentar la Presencia Divina.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo