Lunes, 15 de febrero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANALUCÍA DE JESÚS

En tiempos de batallas inminentes para la concreción de los Planes de Dios, para muchos la mayor batalla sigue siendo consigo mismos.

Hijos:

Un soldado puede haber sido convocado para la guerra por la necesidad de los tiempos y puede querer vivir el entrenamiento, mas no la batalla. Sin embargo, cuando ya está en el campo, con la batalla en acto, no puede darse el lujo de seguir con sus resistencias; debe luchar y vencer el miedo.

Como humanidad, ustedes ya están entablando una batalla que se manifiesta en diferentes niveles: interno, mental, emocional, espiritual e inclusive físico para muchos.

Esta lucha no tiene reglas. El adversario no espera que estén listos para atacar. Él conoce todas sus debilidades y sabe cómo jugar en el tablero de la consciencia humana. Pero él no todo sobre la humanidad, porque el verdadero resultado de este proyecto es un misterio para toda la Creación, incluso para los Padres Creadores que auxiliaron al Señor en la concepción humana. Por eso, no les queda otra opción sino rendirse humildemente delante de Dios y seguir Sus Pasos.

Las misiones humanitarias están generando muchas posibilidades de salvación y rescate para las almas y están retirando del abismo a las consciencias que ya se habían dado por vencidas en las manos del adversario. La oposición a este Plan no puede quedarse solo observando el triunfo de los corazones abnegados y el despertar de las consciencias al misterio del servicio.

Es por eso que el adversario trata de jugar con todas sus piezas, activando en el interior de los servidores las energías humanas y capitales en vías de purificación, como forma de desestabilizar internamente al Ejército de Dios o incluso abrir determinadas brechas en la fortaleza interna de las consciencias.

Por ese motivo les pedimos que fortalezcan la paz interior, la unidad de unos con otros y la fortaleza en la oración, porque el adversario hará crecer tanto las impurezas internas de cada uno que muchos no querrán estar juntos. Comprendan lo que ocurre, no juzguen, ayuden al prójimo y tomen estas situaciones  como oportunidades de fortalecer la unidad.

Tanto delante de esta última etapa de la misión en Medio Oriente como frente a la posibilidad de nuevas misiones en auxilio de los pueblos originarios, la furia del enemigo se hace sentir.

Afiáncense en la eterna Luz de Dios y sean firmes. Lean y relean las instrucciones de los Mensajeros Divinos, para que ellas se establezcan en la consciencia y ustedes puedan
dar pasos.

Aquel que los ama,

San José Castísimo