Domingo, 14 de febrero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Sé que para muchos la purificación interior que viven parece  interminable; y, solo de pensar que están en el principio de todo, a veces sienten que no podrán perseverar hasta el fin. Pero es hora de enfrentar el propio lodo, de ver con los ojos bien abiertos que él existe y encaminarse a la limpieza interna, que todos tendrán que hacer.

Su Madre Santísima, la Virgen María, los está colocando delante de lo que deben transformar no solo como individuos, sino también como humanidad. Ella está haciendo esto como forma de acelerar la autopurificación de todos, porque ya no podremos detener la purificación planetaria y, para ese momento, deberán estar preparados y un poco más vacíos de sí.

No se desesperen, no pierden la paz. Solo observen lo que hay que transformar y, por más que les cause incomodidad y a veces dolor, sean lo más neutros posible frente a estas situaciones. Si aprenden a mantener la paz en sí mismos, tendrán más posibilidades de mantenerse en equilibrio psíquico y emocional en los tiempos que vendrán.

El desespero y la tristeza, así como la indignación, no construirán la fortaleza que necesitan. Esos sentimientos, que surgen naturalmente en la consciencia humana cuando está delante de una situación que escapa a su control, deben ser sustituidos por el sentimiento de paz, de neutralidad y de comprensión. De no ser así, el adversario se valdrá de las debilidades de sus corazones para tornar caótica e incontrolable una situación que podría ser simple si fuera vista con más sabiduría.

Cuiden para no dejarse llevar por las emociones descontroladas. Manténganse en Dios, sabiendo que Él los sustentará, porque, a pesar de tantas miserias e imperfecciones, sus espíritus están en este camino, pues ya eligieron vivir el Amor.

No es que ustedes deban ser negligentes ni indiferentes con su purificación. Hay un límite entre la neutralidad y la indiferencia. La neutralidad es un atributo divino, un Rayo del Creador que los lleva a vivir Su Voluntad con rectitud y sabiduría; la indiferencia es una fuerza terrena que aparta a las consciencias del verdadero propósito y las aísla de la realidad.

La oración y autoobservación serán llaves importantes para los que están en tiempos difíciles de purificación. Oren mucho y mediten sobre la realidad planetaria. Colóquense todos los días en el lugar correcto, para que puedan superar con paz los obstáculos propios de estos tiempos.

El esfuerzo será continuo; por eso, deben seguir con paz y atención para que no desistan antes de tiempo. Les parecerá que el sacrificio se hará eterno, pero eterna realmente será la victoria de Dios, por Su triunfo en el corazón humano.

¡Adelante!

Su padre y compañero,

San José Castísimo