Domingo, 7 de julio de 2019

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A veces, al llevar la paz al mundo pierdes la paz en tu interior, porque el sacrificio y la entrega constantes hacen que emerjan tus resistencias más ocultas, hacen que tu condición más retrógrada salga a la luz y sea liberada inconscientemente de tu mundo interior. Eso, hijo, también es parte del servicio que prestas a la humanidad y a este planeta en el nombre de Cristo.

La paz interior debe ser conquistada todos los días. La unión con Dios debe ser construida y reconstruida a cada instante. En estos tiempos, en los que la humanidad está en el centro de una batalla que define la evolución de toda la Creación Divina, todos los días las consciencias son blancos de los estímulos incansables de la vida de ilusión para que no avancen en su despertar, para que no profundicen en su unión con Dios, sino para que retrocedan o al menos se estanquen en el punto en el que están.

Por eso, hijo, observa con calma este momento, sé consciente de que las pruebas de este tiempo son desconocidas para toda la Creación y, todos los días siempre que puedas, recuerda el propósito de tu vida y de tu consagración. Reconstruye, poco a poco, tu vínculo con Dios y no dejes de intentar llegar al Padre. Mantén un diálogo con Él en tu interior, una confesión sincera de tus debilidades, no para reafirmarlas, sino para transformarlas y liberarlas de tu corazón.

Siente que la confesión con Dios limpia tu corazón y que comienzas a retornar al Padre, sintiéndote digno de Su Presencia. Haz esto todos los días. Haz esto siempre que lo recuerdes.

Piensa en el espejo de tu corazón y únelo a los Espejos del Cosmos con un simple pensamiento. Piensa en la Esencia de Dios y siente que Ella está en ti. Piensa en la vida superior, en la vida universal, y siente como ella te aguarda.

Renueva tus fuerzas en las pequeñas cosas, porque es también allí en donde el enemigo va minando tu evolución y tu unión con Dios.

Ora y reencuentra la paz todos los días.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo